Noticias
Análisis
Biblioteca
POLÍTICA
BOLSA
MASS MEDIA
DEPORTES
CINE
HISTORIA
TEOLOGIA
LITERATURA
CULTURA POPULAR
LA RED
MUSICA
CIENCIA
LIBROS
SEXO

 

España va bien

NOTICIAS ECONÓMICAS DE NOVIEMBRE DE 2000

 

18/11/2000: Aterrados

Desde que hemos decidido seguir semanalmente, aunque muy superficialmente, las animaladas de nuestras queridas empresas de referencia en lo que a su cotización se refiere, no dejamos de sorprendernos gratamente. Desde entonces el IBEX no ha dejado de bajar y TERRA ha recibido la penúltima puñalada. Esta semana que acaba nos deja al IBEX muy por debajo del tambaleante 10.000 en que cerró el viernes pasado: en 9845.

Pero si hay un protagonista en estos momentos en los mercados este es TERRA, que ya ha logrado que nadie de los que poseen sus acciones ganen dinero (a no ser que las conserven desde la colocación). No es que este logro sea especialmente espectacular, pues otras empresas como la sin par Adolfo Domínguez ha tiempo que lograron este objetivo, pero con Terra la cosa es más espectacular, pues, al fin y al cabo, ha sido el pelotazo bursátil por excelencia. En estos momentos se acerca peligrosamente a los niveles que le corresponden, que no son otros que un número de un solo dígito. Los 19 euros en los que ha cerrado Terra suponen una espectacular pérdida semanal de casi un 30%. Arrastrada por su filial preferida, pero también gracias a sus propios pecados en materia de hinchamiento, Telefónica ha protagonizado otra semana de montaña rusa, para acabar bajando al encuentro de la casilla semanal de salida: los 20’5 euros (-1%).

Tampoco ha sido para tirar cohetes la semana en el resto de la Bolsa. BBVA (=) y BSCH (=) terminan la semana como la empezaron. Sin embargo nuestro querido Banco Popular se aventura ya valientemente en el entorno de los 38 euros (+6%). Endesa cierra a 19’90 e Iberdrola a 14’90, también prácticamente como empezaron la semana. Gas Natural retrocede de nuevo a los 18’5 euros. De esa cota se aleja un 2% Repsol para quedarse en un modesto 18’9 euros. Sin embargo sí encontramos espectáculo en el mundo de las pizzas, donde Telepizza sufre un espectacular apaleo que la lleva a los 2’90 euros (recordemos que Telefónica compró hábilmente un paquete de acciones a 9’5 euros, aunque teniendo en cuenta cómo le vendió las Terras al BBVA no pueden quejarse por eso de que quien roba a ....).

 

11/11/2000: Verbena en las Bolsas

Las gilipolleces se pagan, habitualmente caras. Esta semana tenemos un claro ejemplo de cómo meterse en absurdas honduras analizando ciertos aspectos de los programas económicos de Gore y Bush no ha provocado sino un esfuerzo malgastado. A la postre no tenemos ni uno ni otro y sí un pequeño-gran lío montado, con consecuencias bursátiles no del todo agradables. O, al menos, no muy positivas para nuestro querido IBEX, que retorna a niveles de 1998 y pierde la mitológica ya barrera de los 10.000 (por 20 puntillos, pero perdiéndolos, lo que hace más o menos un 5% semanal de reducción). Batacazo sonado de Polanco y PRISA, que permitió jugosos beneficios a los que acudieron a la OPV y se deshicieron de los títulos con la entrada en el IBEX-35 del valor. Está visto que la Bolsa española, en vez de analizar la solidez de una acción y reafirmarla permitiéndola entrar en el club de los 35, suele últimamente estigmatizarla y llevarla al cementerio. PRISA cierra casi en 20 euros, un 5% por debajo del precio de colocación.

TERRA demuestra esta semana su solidez perdiendo sólo algo más del 10% de su valor, hasta los 26 euros. La perspectiva de perder más y más dinero sigue seduciendo, sin embargo, a gran número de inversores. Se oye por ahí incluso que el gráfico de la empresa, sospechosamente similar a la trayectoria de un misil balístico, incita a entrar. Como suponemos que saben cuál es el destino de uno de esos cacharros les permitimos que saquen sus propias conclusiones gráficas. Sobre cualquier otro motivo al margen del técnico que aconseje entrar en Terra reconocemos nuestra ignorancia y les remitimos en consecuencia al Consultorio telefónico de Rappel para que se asesoren.

Mientras tanto lo de los yanquis nos ha tumbado a los bancos (BBVA baja hasta los 15’35 y se pone casi a tiro, BSCH pierde otro 5% y llega a los 11’2 y hasta el bendito, por varios motivos, Banco Popular, retrocede considerablemente y se posa en los 35’5 euros, arruinando una bonita tendencia). Las eléctricas, en cambio, capean mejo la cosa y Endesa e Iberdrola se anotan avances (+4% y +2% respectivamente), algo que no logra hacer Gas Natural, por lo visto muy afectado por el desequilibrio emocional que todo este asunto puede provocar en Bush y cierra en 19’3 euros (baja un 5%). Repsol se porta algo mejor, sin embargo, y sólo cede un 1%, por eso de que tras llegar al sótano es complicado seguir hundiéndose. Por el contrario Telefónica sufre y se deja un 8%, afectada por la inestabilidad en Miami, su verdadero corazón empresarial.

 

07/11/2000: Las Elecciones en Ciudad Capital y la Economía

Hoy, definitivamente, los ciudadanos de la Primera (Única) Potencia del Mundo (antes era del “Mundo Libre”, pero ahora lo de detrás parece que ya sobra), eligen a aquel llamado a ser su presidente durante los próximos cuatro años. Desde que Bill Clinton derrotó a todo un victorioso George Bush, que había logrado aniquilar sin contemplaciones a una potencia militar de la talla de Irak, al grito ya famoso de “Es la economía, estúpido”, ha quedado claro, por si todavía había alguna duda, lo importante que es para los habitantes de cualquier nación el estado de su bolsillo. Aunque el largo período de prosperidad posterior ha provocado el paradójico efecto de que en la actualidad ya no se tenga muy en cuanta la influencia de la actividad política en la economía (se considera a la economía como un inaprensible fantasma que no es controlado por nadie ni debe ser siquiera intentado) no cabe duda, al menos para nosotros, clásicos como pocos, que las políticas gubernamentales tienen cierta incidencia en la marcha de un país (sí, sí, creemos firmemente que el Gobierno Aznar es hasta cierto punto responsable de la actual bonanza económica española: básicamente porque no hizo barbaridades excesivamente grandes y permitió a Convergencia i Unió manejar la política económica durante sus primeros cuatro años).

En este sentido la pugna que a día de hoy están librando Al Gore y George W. Bush nos parecería bastante trascendente si alguno de los dos tuviera un programa económico digno de ese nombre. Dado que ambos han renunciado a plantear alternativas realmente serias a lo que ha estado haciendo Clinton durante los últimos años (es decir, dejar a Greenspan dibujar las grandes líneas de una de las patas de la política macroeconómica de un país en premio a su eficacia creando recesiones durante el anterior mandato republicano y asumir una tenue contracción fiscal para contentar a los electores) las diferencias entre ambos se van a los matices. Así, mientras que Gore propone una reducción de impuestos selectiva, que afectaría sólo a ciertas rentas, Bush es partidario de la peculiar solidaridad fiscal de todos los que se amparan en la proporcionalidad. Este es el motivo por el que habrán podido escuchar a Gore repetir una y otra vez lo de que el tejano quiere dar toda la pasta al 1º más rico de la población.

Donde de verdad aparecen diferencias en materia económica es en un asunto hasta cierto punto menor pero de gran importancia social: la Seguridad Social. El problema de la SS norteamericana no es muy distinto del de la española: al garantizar prestaciones a quienes cotizan que son un 30% superiores (en promedio) a lo que han cotizado, el sistema sólo se mantiene si con cada reemplazo generacional (que paga la SS de sus mayores) se logra aumentar en ese 30% lo que se cotiza. Esto se ha venido consiguiendo a base del crecimiento demográfico y de la productividad. Pero como parece que las poblaciones de los países desarrollados ya no crecen al ritmo de antaño las previsiones de casi todos los economistas apuntan a la quiebra del sistema en un horizonte de unos 25-50 años. Dado que a todo el mundo (en EE.UU. y aquí) el asunto de su pensión le preocupa como pocas cosas este asunto se ha convertido en uno de los temas centrales de la campaña.

Mientras Gore propone coger parte del superávit fiscal y pasarlo a la caja de la Seguridad Social para paliar déficits futuros Bush Junior hace gala en este aspecto de cómo pretende cumplir su programa de, si resulta elegido, rodearse de expertos en diversos tema para que le aconsejen. Y si la propuesta de Gore es cuestionable desde la óptica política (supone detraer impuestos para fines ajenos a los previstos y que se gestionan con un déficit democrático todavía más cuestionable, al margen de generar problemas en materia de redistribución), la descabellada ocurrencia de Bush consiste en, directamente, convertir a la Seguridad Social en una especie de superfondo de inversión que en lugar de acudir a valores sólidos se centraría en adquirir valores de la New Economy para garantizar así una mayor revalorización e infartos a todos los pensionistas cada vez que el Dow Jones bajara un 1%. Además Bush junior ha logrado algo inaudito: poner de acuerdo a más de 500 profesores universitarios de Economía, que están directamente espeluznados por la propuesta. Desconocemos qué tipo de asesor es el que ha aconsejado en este asunto al candidato republicano, pero sin duda se trata de un turbio vendedor de crecepelos, muy similar a los descritos en “Vendiendo Prosperidad” por Paul Krugman. Krugman, por cierto, es uno de los profesores preocupados por la solvencia finaciera del plan Bush y por la existencia de neuronas en sus asesores.

 

04/11/2000: Repsol y otros misterios teológicos

Comportamiento ligeramente alcista del IBEX esta semana, que cierra en el entorno de los 10.550 (+1’5%). Destacan especialmente esta semana los comportamientos de Repsol y Terra. En un ejercicio de coherencia de los que acostumbra a ofrecernos el mercado español, REPSOL ha perdido esta semana casi un 10% de su valor, cerrando casi en 18’5 euros. Se trata de un comportamiento exótico, que parece olvidar de qué empresa estamos hablando, la actividad a la que se dedica ésta y la importancia del petróleo en nuestras sociedades. Como por lo visto por el momento nadie nos hace caso y parecen considerar a la compañía como una apurada empresilla de un sector arriesgado a punto de presentar suspensión de pagos estamos aprovechando para, como quien no quiere la cosa, acumular Repsoles.

Mientras tanto, en el otro extremo de la lógica, TERRA ha subido esta semana un 20%, recuperando los 30 euros y reponiéndose en parte del batacazo sufrido. Ya sólo es precisa una subida de 120 euros (una revalorización de un 400%) para recuperar sus niveles del primer trimestre del año. Suponemos que quienes alegremente se han apresurado a meter su dinero en este rebote serán gentes distintas a los que lo hicieron en los rebotes de los 120 euros, de los 100 euros, de los 60 euros o el más reciente de los 40 euros. En caso de que haya gente que siga promediando Terras hay que darles un premio a la constancia. Por otra parte, desde esta semana, el engendro cotiza ya en el Nasdaq como Terra-Lycos.

El resto de valores han tenido esta semana un comportamiento más bien átono, con la excepción del BBVA que se vio beneficiado de un elogioso comentario aparecido en esta página y voló un 10% hasta los 16’25 euros. Su inevitable pareja de baile se ha revalorizado un 4% (hasta 11’9 euros) y el Banco Popular sigue en su simpática línea de crecer a ritmo lento pero seguro (+4%, 36’75 euros). Mientras los bancos subían las eléctricas bajaban levemente (un 2% casi ambas, quedando Endesa en los 18’9 euros e Iberdrola en 14’4). Gas Natural sigue para arriba, en cambio, y se anota un 2% de subida hasta los 20’4 euros. Semana igualmente aburrida con Telefónica, que pierde un 3% y queda en los 22’5 euros a la espera de poder colocar un generoso 8% de su filial de móviles en el mercado y repetir días gloriosos de maquillaje.

Además la semana acaba con el Banco Central Europeo tratando de rescatar de nuevo al euro. ¿Para qué?

 

01/11/2000: El Gobierno no concederá más licencias UMTS

La Ministra de Ciencia y Nuevas Tecnologías, Anna Birulés, ha considerado que la competencia ya está garantizada con las cuatro operadoras (Telefónica, Airtel, Amena y Xfera) que ganaron el disputado concurso de Marzo de 2000, en plenas elecciones generales, así que ¿por qué marear la cabra aún más? Desde esta página tenemos muy claro que lo de la tecnología UMTS va a ser un fracaso absoluto, y en el Gobierno también, lo que ocurre es que en el Gobierno son buenos y no han intentado expoliar a los pobres empresarios españoles con mercantilistas subastas billonarias que no conducen a ningún sitio. Al parecer, el Gobierno mantiene paralizado todo lo relacionado con las UMTS porque:

-        Si anula el concurso y convoca una subasta tendría problemas legales.

-        Si concede nuevas licencias tendría problemas legales.

-        Si se mueve, no sale en la foto, y tendría problemas legales.

Es de alabar la seriedad de este Gobierno, incapaz de hacer cualquier cosa que vulnere lo más mínimo la legalidad. Pasados los terribles tiempos del felipismo internacional, contamos con un Ejecutivo serio y consistente. Algunos dicen que este Gobierno no hace nada de nada, y es síntoma del inmovilismo más lamentable, pero nosotros sabemos que eso son intoxicaciones del felipismo más vergonzante y que lo que caracteriza a los miembros del Gobierno, particularmente a su presidente, es la firmeza. Si en España no se ha recaudado nada por las licencias UMTS es debido a la firmeza del Gobierno; si cualquier paisillo de medio pelo se cree que puede aparcar sus submarinos nucleares en nuestras barbas, que espere a enfrentarse a la firmeza del Gobierno; si el barril de petróleo no está ya a los 50 dólares se debe a que José María Aznar, tan firme como acostumbra, se plantó ante todos esos moros que tenían atemorizados a los demás líderes occidentales, les espetó aquello de “Ustedes no tienen legitimidad para hablar de los precios del petróleo” y se quedó tan ancho.

Habría que preguntarse por qué las empresas adjudicatarias de las licencias UMTS pueden amenazar al Gobierno con múltiples pleitos si se le ocurre “mover ficha”, cuando es público y notorio que en los países serios, a la hora de la verdad, la Administración puede cometer todo tipo de tropelías sin que ocurra absolutamente nada. Pero quizás en España los chanchullos sólo puedan ser unidireccionales.