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ESPAÑA SIGUE YENDO DE PUTA MADRE                                MARZO DE 2001

 

25/03/2001: Hundimiento generalizado:

Esta semana lo más importante ha sido, sin duda, el descenso unánime en las bolsas mundiales como consecuencia de la cada vez más inminente recesión en EE.UU. Las sabias medidas de Greenspan para atajar la "exuberancia irracional" han tenido un éxito indudable, y en la actualidad todo lo que huele a Nuevas Tecnologías está proscrito en el mercado. Como el año pasado la situación era la opuesta, esto es, cualquier empresa se preciaba de tener un portal en Internet en el que invertía todos sus beneficios, e incluso se endeudaba para "crecer", los efectos de la resaca han sido considerables: el Nasdaq continúa su descenso a los infiernos y arrastra al Dow Jones en sus bajadas. En el mercado doméstico, las consecuencias han sido importantes: el IBEX desciende un 5% en la semana, registra la mayor bajada del año y se sitúa, por primera vez, en pérdidas.

Los principales culpables de esta situación han sido, naturalmente, los emporios accionariales que "un día fueron reyes" y hoy se revuelcan en el fango, es decir, la Nueva Economía en estado puro. El Paradigma, Terra Networks, desciende un 7% semanal y se sitúa en los 11'4 euros, esto es, por debajo del precio de colocación. Millones de pequeños inversores de todo el mundo que un día confiaron en la capacidad de Terra para perder cada vez más han visto hoy cumplidas sus predicciones pero con excesiva exactitud: Terra no sólo pierde cada vez más dinero, sino que también se lo hace perder a sus accionistas. Otras empresas del Grupo Telefónica, como Telefónica Móviles y TPI, también descienden, un 5% y un 9'5%, respectivamente. Especialmente relevante es el caso de TPI, que se sitúa en unos ridículos 5'45 euros. ¿No eran las Páginas Amarillas el negocio del futuro? Tanta irracionalidad ha pasado factura a la propia Kompañía, que desciende un 8% semanal y se sitúa en unos, por primera vez en mucho tiempo, apetecibles 16'6 euros.

Por supuesto, otras empresas paradigmáticas del Nuevo Mercado (ya saben, ese mercado que se creó para permitir la especulación sin barreras y en lo que lleva de vida ya ha descendido más de un 60%), como Jazztel, demuestran su compromiso con la Nueva Economía bajando un espectacular 21'5%. Y empresas tan solventes y serias como Tecnocom (ya saben, una empresa que se dedicaba a construir componentes para lavadoras y se reconvirtió en empresa de capital riesgo "Nueva Economía", y así le ha ido) y Picking Pack se dejan en torno al 9% de su capitalización.

Pero no sólo las empresas propias del Nuevo Mundo descienden. Aquellas del Viejo Mundo que también fueron tentadas en su día por el nuevo paradigma también expurgan sus pecados, y así BBVA (-8%) y BSCH (-6%) siguen reduciendo su capitalización a marchas forzadas. Si al efecto de las pasadas inversiones en la Nueva Economía (recuerden: BBVA, 3% de Terra, 30.000 millones, BSCH, Patagon.com, 90.000 millones) unimos la exposición de los bancos españoles en Latinoamérica, estas bajadas no debieran resultar sorprendentes. En realidad, sólo una empresa de las importantes logra mantener el tipo: Repsol - YPF consigue una meritoria subida del 5%, lo cual, atendiendo a sus excelentes resultados, no debería ser tan novedoso.

En esta situación de incertidumbre, el consejo de La Página Definitiva es taxativo: aunque posiblemente aún nos queden sustos que pasar, las principales empresas que componen la bolsa española se han situado ya a precios muy atractivos, que sin duda arrojarán suculentos beneficios en el largo plazo. ¡No tenga miedo y compre, el tiempo nos dará la razón! (Y recuerde que La Página Definitiva es como el Grupo PRISA, que por cierto perdió un 8% en la semana: nunca nos equivocamos). Parafraseando a Felipe González, "Si yo tuviera dinero lo invertiría en Latinoamérica", es decir, en la bolsa española. Mi único problema es que, a diferencia de Felipe González, yo no les miento (es decir, no tengo dinero que invertir, por desgracia).

 

18/03/2001: El fin del mundo:

Esta semana ha servido para constatar cómo los síntomas evidentes de recesión, largamente anunciados por La Página Definitiva, única publicación del mundo mundial que supo retirarse a tiempo de los convulsos mercados financieros, han comenzado a generalizarse en el mundo desarrollado. La desaceleración en Europa convive con el camino imparable hacia la recesión en EE.UU., donde la economía enferma cada vez más comandada por Alan "Montaña Rusa" Greenspan, el hombre que subió dos puntos los tipos de interés en unos meses para luego volverlos a bajar. Sin auténticos genios de la economía como Greenspan nos sentiríamos desvalidos, y naturalmente, con una economía boyante. Finalmente, en Japón las cosas no mejoran con el paso de los años, con lo que al final habrá que concluir que la pronosticada invasión de los tigres asiáticos sólo ha incidido en el ámbito de los videojuegos y los dibujos animados de personajes con ojos gigantescos. En lo que respecta a lo importante, la industria automovilística, por ejemplo, los japoneses hace tiempo que enarbolaron la bandera blanca y sus principales empresas son ahora "nuestras" empresas.

Todas estas cosas, naturalmente, han repercutido de forma muy negativa en la bolsa española, donde las bajadas han sido de una índole tan generalizada que no nos atrevemos a destacar prácticamente a nadie. Podemos destacar el 9% que pierde el BSCH, el 4% de Repsol - YPF (naturalmente, seguimos confiando), el 8% de Dragados, ... Las cosas están muy turbias, es decir, es momento de hacer lo que sólo un inversor netamente español haría, es decir, echarle un par de huevos y comprar. La bolsa, cuatro años después y crisis rusa mediante, se ha vuelto a poner barata. Aproveche estas oportunidades únicas de principios de Milenio pero, por favor, no lo haga acudiendo a la OPV de Iberia, recuerde que si hace algo así su dinero pasará a depender del SEPLA, el Sindicato de pilotos, y últimamente los pilotos se quejan de que el caviar Beluga del desayuno no tiene la suficiente calidad y amenazan con ir, una vez más, a la huelga.

 

11/03/2001: La caída del Nasdaq deja indiferente a la bolsa española

Como es sabido, en España somos los más machos, a la hora de enfrentarse a las crisis bursátiles también. Desde los tiempos en que, en plena crisis del petróleo (mediados de los setenta), el gobierno y la sociedad española dieron un ejemplo al mundo de cómo tratar una crisis energética, consumiendo cada vez más petróleo, más luz, más gas, etc., mientras los países más avanzados del mundo restringían de forma muy considerable el suministro de energía y la gasolina se ponía por las nubes, en España estamos acostumbrados a relativizar el impacto de las crisis. En España vivimos al momento, al límite, las consecuencias ya llegarán, pero por el momento que nadie pueda decir que aquí, en España, el inversor huye del riesgo.

Más o menos eso es lo que está pasando con las continuas caídas del Nasdaq, que lo han dejado en el límite de los 2000 puntos (hace un año estaba en más de 5000). Mientras Yahoo, Cisco Systems, Intel se hunden, en España Terra Lycos se mantiene sin inmutarse. Claro, Terra Lycos ha caído una barbaridad en los últimos meses, igual que Yahoo, pero permítanme que les recuerde que Yahoo comete la desvergüenza de tener beneficios y Terra ya anda por los 90.000 millones de pérdidas anuales, cifra que no dudamos que logrará superar. Como ven, el alumno acaba superando al maestro, lo que no nos extraña si tenemos en cuenta que el alumno ha sido bien aleccionado por Juan Villalonga desde su refugio en Miami.

La crisis del Nasdaq no ha conseguido inquietar a los mercados; sólo Jazztel perdió un 13% el Viernes pasado, después de subir a lo largo de la semana, y lo hizo no por miedo al Nasdaq sino porque Goldman Sachs, en plan simpático, vendió el 6'5% del capital de Jazztel en pocos minutos, arratrando la cotización de la empresa. Pese a ello, ya decimos, en la soleada España lo único que nos preocupa es cuándo llegará Gran Hermano 2001, pequeños y mezquinos detalles como la desaparición momentánea de todo un modelo económico (la Nueva Economía) no van con nuestra forma de ser.

En el mundo real, para más inri, la semana ha registrado subidas importantes, del orden de un 3% en el sector bancario, donde BSCH y BBVA, pese a que confiesan tener "miedo" de Internet (yo también lo tendría con lo que llevan invertido ahí), suben sin problemas. En líneas generales, todo el núcleo del mercado, salvo Telefónica, registra subidas: Repsol un 3'5%, Endesa un espectacular 5% (¿habrá rumores de que Martín Villa se va a retirar), Sogecable un 6%, Indra un 8%, y en líneas generales la bolsa española se mantiene, con una subida global del IBEX del orden del 1'5%. Somos los más machos, como ya dijimos ("somos los más machos" no nosotros, sino la bolsa española, o mejor dicho, tanto nosotros como la bolsa española, porque nosotros, al fin y al cabo, somos españoles e inversores en el mercado nacional. ¿Me siguen?).

 

04/03/2001: Beneficios del Milenio

Esta semana la bolsa ha tenido un protagonista indiscutible: Telefónica. Los extraordinarios resultados de la Kompañía (extraordinarios no tanto por lo buenos como por las ventas que han permitido generar beneficios) le permiten ganar un 10% a lo largo de la semana, y un 7% a su filial de móviles. Hay que reconocer que es meritorio que Telefónica, sea de forma ordinaria o extraordinaria, haya superado los 400.000 millones de beneficios, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de una empresa que cuenta en sus filas con proyectos tan solventes como Terra Lycos (- 90.000 millones, Nueva Economía en estado puro) y Telefónica Media (Onda Cero, Antena 3, Endemol, Vía Digital, es decir, como no podía ser de otra manera: - 100.000 millones). ¿Cómo lo ha hecho Telefónica? Muy sencillo, con los beneficios de los móviles, de la telefonía fija y, sobre todo, de las filiales sudamericanas. Los expolios españoles en América en siglos pasados palidecen ante las ansias bandoleras de la Kompañía. Lo que nos une con Hispanoamérica ya no es sólo la religión y el idioma; unos y otros somos atracados cotidianamente por la Kompañía, y ya se sabe que las desgracias comunes unen mucho.

Fuera de Telefónica, el desierto. De hecho, la subida semanal del IBEX (2'45%) sólo puede explicarse por los espectaculares resultados de Telefónica, que ha tirado de un mercado por lo demás bastante abúlico. La banca permanece en sus casillas de salida y las eléctricas languidecen como temiendo que algún día haya aquí competencia. En el sector de la construcción destaca Dragados, con una subida nuevamente del 10% )¿Le habrán adjudicado alguna autopista y no nos hemos enterado?), y en alimentación, por llamarlo de alguna manera, Altadis, que desciende un 10% afectada por las futuras medidas de la UE en relación a las cajetillas de tabaco. La UE eliminará los términos "Light" y "Suave" de las cajetillas, homogeneizará las cantidades de alquitrán y nicotina y dedicará el 30% de la superficie de la cajetilla a avisarnos de lo malo que es el tabaco y de cómo vamos a morir todos si inhalamos una sola calada. Esto constituye, indudablemente, una buena noticia: ¿a alguien se le ocurre alguna manera de hacer un producto más atractivo al consumidor (sobre todo al consumidor adolescente) que avisarle de lo maligno que es el producto que va a tomarse? Esperen un par de años y compren Altadis, amigos, que si en algo los USA no podrán con nuestra cultura mediterránea es con eso (bueno, con eso y con la juerga; lo demás es prescindible, si es que alguna vez existió).

Nuestros amigos de Repsol vuelven a bajar más de un 1% y se sitúan en precios ridículos, nosotros seguimos acumulando acciones para lanzar una gasolinera de La Página Definitiva a un par de años vista. ¿Se han fijado que Repsol .- YPF ha ganado casi lo mismo que Telefónica y la reacción del mercado ha sido totalmente opuesta? Vivir para ver. Menos mal que siempre nos quedará la Nueva Economía, con su universo de pérdidas constantes e in crescendo. Sogecable, Terra y TPI se portan como campeones y descienden, pese a sus resultados negativos. Posiblemente la Nueva Economía haya dado otra vuelta de tuerca y ahora ya no baste con perder dinero, sino que los propios inversores han de concienciarse de su fe en las nuevas tecnologías perdiendo su dinero al mismo tiempo que lo hace la empresa en cuestión.