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ECONÓMICAS DE AGOSTO DE 2000
30/08/00: La Nueva Economía ya no es lo que era: Sogecable
entra en beneficios
Sogecable, empresa gestora de Canal Satélite Digital
y Canal+, entró en beneficios durante el primer semestre del año
al ganar 345 millones de pesetas (2,1 millones de euros) frente
a las pérdidas de 1.108 millones de pesetas obtenidas en el mismo período de 1999. Por otro lado CANAL SATELITE
DIGITAL ha alcanzado los 900.000 abonados, aunque el traspaso de
analógico a digital esta siendo más lento que las propias estimaciones
de la compañía. Si hacemos un esfuerzo por analizar estos números
vemos que no hay motivos para el triunfalismo, pues se obtienen
beneficios (pésima señal, que indica que las inversiones no son
cuantiosas, que no se apuesta por el futuro a base de captar cada
vez más clientes) a costa de que el incremento de abonados a CSD
se ralentice (dato que confirma lo anterior, los beneficios se obtienen
a base de pasar la tijera). Como la lógica de la Nueva Economía
tiene sus días contados entre los mismos inversores que otrora la
beatificaron, Sogecable
y Prisa se han apreciado
hoy considerablemente en la Bolsa madrileña.
21/08/00: UMTS yo te quiero, UMTS yo te adoro
Si creían que lo que les enseñaron en el colegio sobre
mitología no les serviría nunca de nada repasen la historia del
vellocino de oro y compárenla con la fiebre de la telefonía móvil
de última generación. Como no puede ser menos, La Página Definitiva
es sumamente escéptica respecto al éxito de la telefonía UMTS,
al menos a corto plazo. De entre las cosas que están pasando y que
nos maravillan nos quedamos con las siguientes:
a) Telefónica
y el resto de eurotelecos se despeñan tras la adjudicación de la
subasta alemana. ¿Nadie en las grandes casas de valores se había
percatado de que en Alemania había una subasta en curso?
b) El éxito
del teléfono móvil reside, en parte, en su simplicidad, lo que le
permite ser empleado por amplias capas de población. ¿Este éxito
va a ser posible que se repita con unos aparatos mucho más complicados
técnicamente y mucho más caros aunque ofrezcan nuevas prestaciones?
¿Se imagina a esas señoras que van al híper o a la playa usando
los avances que permite la tecnología UMTS? Nosotros no.
c)
El concurso
español. Ha quedado patente que ningún estado europeo de tamaño
homologable a España va a irse con menos de 3 billones de pesetas.
En España el espacio radioeléctrico (que la Ley General de Telecomunicaciones
define como dominio público) ha sido cedido a las cuatro empresas
beneficiadas de la lotería por sólo 80.000 millones. En teoría eso
va a permitir a las operadoras españolas invertir más dinero en
redes, prestar mejores servicios y a un precio más competitivo.
Teniendo en cuenta que las empresas que operarán en España son las
mismas que las que lo harán en el resto de Europa, ¿alguien cree
que, por ejemplo, Telefónica no va a invertir más o menos en redes
lo mismo en Alemania que en España? ¿no hemos pagado los españoles
al Estado alemán parte de esos 8 billones recaudados con nuestra
generosidad?
Mientras tanto, las eurotelecos caen. La prudencia
y el sentido común acaban, al final, por ser recompensados. ¿Dónde
están las casas de valores que ponían a Telefónica un “precio
objetivo” de 32 euros?
11/08/00: No se vayan todavía, aún hay más (seguimos
con TERRA, claro)
Como nuestros lectores más fieles sabrán nuestro entusiasmo
por Terra es similar al interés que tenemos en pasar por la silla
eléctrica por gentileza de Mr. Bush.
Sin embargo los desmanes varios de Villalonga, la
euforia especulativa desatada alrededor de la acción y la espectacular
caída desde la cima nos han proporcionado largos ratos de diversión.
No podemos negar que en parte la caída de la acción nos ha agradado
porque supone un ejercicio de autoafirmación onanística notable
(en nuestro análisis de empresas
ya predecíamos que la cosa no podía durar). Ahora hemos descubierto
que hay más cosas todavía que nos unen sentimentalmente a Terra,
pues al parecer hay al menos una parte de los pillados con acciones
de la empresa que mantienen un inquebrantable sentido del humor.
Nuestra admiración por gentes con tan elevada capacidad para la
resistencia estoica no puede menos que ampliarse cuando constatamos
su capacidad para poner al mal tiempo buena cara.
1/08/00: Resultados del baby
“Terra is my baby”, afirmó tranquilamente
Juan Villalonga ante la atónita prensa estadounidense. Desaparecido
el padre de la criatura ésta muestra un insultante estado de salud,
siempre y cuando los parámetros para medirla sean los más al uso
en el mundo de la New Economy.
De acuerdo con los resultados publicados el 31 de
julio, referidos al primer semestre del año 2000, la marcha de Terra
es imparable. Si a lo largo de todo 1999 las pérdidas de la compañía
fueron de 28.901 millones durante el primer semestre de 2000 han
demostrado que esa cifra era susceptible de ser mejorada si el genio
empresarial de Telefónica se ponía a ello. Dicho y hecho, las pérdidas
en sólo 6 meses de 2000 han sido de 27.557 millones de pesetas. No podemos sino reconocer la brillantez de unos números
que han logrado evidenciar a quienes criticamos la gestión de Terra
con la conservadora cantinela de “es imposible perder más
dinero en tan poco tiempo”. Evidentemente, no lo era, y TERRA
lo ha demostrado.
Pero no nos quedemos en los grandes números: En cuanto a los ingresos, la compañía
ha alcanzado en el primer semestre los 13.727 millones de pesetas,
que superan los 13.067 millones de pesetas registrados en el conjunto
del ejercicio anterior. Vemos que también los ingresos se han duplicado,
con lo que estos números no son tan espectaculares como podrían
parecer en un inicio. TERRA sigue perdiendo 2 pesetas por cada peseta
ingresada, y no logra que el desequilibrio se incremente. Sin duda
la causa de este pequeño borrón en tan excelentes datos es que falta
más inversión en publicidad. Al parecer, y según fuentes de toda
solvencia, existen todavía periódicos y cadenas de radio locales
en Rodhesia del Syur que todavía no se han visto beneficiados con
el chorro de millones de la publicidad de Terra.
Por lo demás nos gusta sobremanera el resultado consolidado
antes de impuestos del grupo, que en el primer semestre del año
registró unas pérdidas de 40.515 millones de pesetas, frente a la
perdida de 2.735 millones de pesetas del mismo periodo del ejercicio
anterior. Respecto al resultado neto de explotación, las pérdidas
fueron de 30.076 millones de pesetas, frente a los 2.343 millones
de pesetas menos que registró la compañía en el primer semestre
de 1999. Por supuesto, no vamos a cometer la osadía de considerar
estos resultados el cenit de la gestión de Juan Villalonga
y, en consecuencia, imposibles de empeorar. La Nueva Economía, como
vamos aprendiendo, es capaz de eso y de mucho más.
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