LA
HECATOMBRE: AÑO III DESPUÉS DE ÁNSAR Y LA PUTA
BOLSA SIN CAER, LA ECONOMÍA MUNDIAL SIN RECESIÓN Y
EL MADRID SIN UN MÍSERO TÍTULO QUE LLEVARSE AL CALETRE
10/04/2006:
España decubre escandalizada que en Rick's se juega
Ya
le pasó al Capitán Renault. El buen pueblo español,
tan ingenuo y bienintencionado, ha reaccionado con idéntica
sorpresa. Los espacios de noticias de todas las televisiones, la
portada de los diarios, las tertulias radiofónicas... no
dan crédito a lo que parecen indicar las evidencias que se
acumulan. Estamos, todos, escandalizados: hemos descubierto que
aquí se juega.
Por
lo visto en Marbella había una oscura trama inmobiliaria
que combinaba los intereses de los más importantes empresarios
locales, presidentes de clubes de fútbol y tejido productivo
español. No sólo eso, sino que incluso iba más
allá del mundo de la construcción y del ladrillo para
contaminar algo tan puro y decente como los famosos y los políticos.
Esta gente no sólo recalificaba por el bien del pueblo y
del desarrollo económico sino que, oh escándalo, parece
que también se embolsaba una pequeña cantidad en recompensa
por tan filantrópica labor. Luego blanqueba el dinero, según
explican con rigor los medios de comunicación, comprando
caballos y coches descapotables. Ingeniería financiera de
nivel, ya que ni siquiera era preciso recurrir a las probas instituciones
financieras asentadas en las Islas del Canal, Gibraltar o los paraísos
fiscales forales. Por lo visto los tíos se compraban alazanes
y Porsches blancos y todo arreglado.
Mientras
tanto, las revelaciones se suceden. Este mismo fin de semana se
ha descubierto también que algunos agentes de la propiedad
inmobiliaria felizmente liberalizados han aprovechado la situación
de libre competencia para exigir más porcentaje. Es una anomalía
extraña, dado que va contra las leyes del mercado, luego
habrá que interpretar que sólo se ha dado allí
donde otras leyes tan o casi tan fiables como las de la gravedad
presentan alteraciones: en Urano. No parece razonable sospechar
que algo así suceda en España. Debe de ser una campaña
francesa o de la Antiespaña para hundirnos. Sin ir más
lejos un bulo adicional apunta a que en algunas transacciones inmobiliarias
parte de la compraventa se hace "en B" o, por entendernos,
con dinero negro. Dado que nuestro sistema de garantías obliga
a los ciudadanos a pagar a un notario para que vele porque estas
cosas no ocurran y que no creemos que en una notaría pueda
pasar inadvertido que parte del pago se haga con yeguas azabache
y ferraris negros (debido al tamaño de ambos medios de pago)
hemos de concluir que se trata de una insidia más. O, como
mucho, de un caso absolutamente excepcional. Que cuando es descubierto
se denuncia y se persigue. Lejos de suscitar alarma social lo que
hemos de tener en cuenta es que el Estado de Derecho triunfa y castiga
a los delincuentes.
Al
igual, por otro lado, que lo de Marbella, demuestra que, afortunadamente,
el Sistema
funciona. Da que pensar que de 8.000 municipios españoles
sólo uno se haya visto envuelto en estos turbios manejos
y que, a pesar de ello, se quieran verter sombras de dudas y chapapote
sobre la industria más importante del país. La acrisolada
honradez de los presidentes de los clubes de fútbol, surgidos
por selección natural de entre lo mejor de los promotores
inmobiliarios, es la mejor garantía de que las cosas
no pueden ser, por mucho que se empeñen los agoreros, tan
malas. El problema de Marbella es que ha habido tránsfugas
que han traicionado a sus partidos, GIL y PSOE. Sea un partido político
de ámbito estatal, sea un grupo unido en torno a la figura
y el recuerdo de un prohombre como D. Jesús Gil y Gil, la
estructura de partidos es un valladar contra estos comportamientos.
Han sido los tránsfugas los que han originado el problema.
Mientras el GIL gobernaba Marbella con la sabia visión de
hombre del pueblo de su líder todo fue bien, por ejemplo.
¿Hacen falta más pruebas de que las cosas no son para
tanto, de que estamos ante casos aislados y punto?
De
manera que, pasado el escándalo, el buen pueblo español
puede volver tranquilo a sus ocupaciones. Esto es una anomalía
y la economía sigue viento en popa, bien engrasadita. De
esto se trata, de crear riqueza honradamente y de poner el país
en disposicón de competir con las más avanzadas naciones
productivas del orbe. De que la pasta siga circulando para que todos
estemos contentos. Con nuestros inmigrantes debajo del plástico
y nuestras leyes penales cada día más represoras para
los que roban una gallina, con más cárceles y policías
para que todos vivamos tranquilos y con ese pedazo de poder judicial
que de casi un millar de recursos contra actuaciones urbanísticas
del ayuntamiento de Marbella no concedió en ningún
caso la suspensión cautelar solicitada, no fuera a venirse
abajo la economía y pagaran justos por pecadores. Porque
los negocios sólo pueden funcionar bien en una democracia
madura y en un Estado de Derecho que ampare el ordenado desarrollo
capitalista. Ya se sabe que no hay que confundir libertad con libertinaje
ni capitalismo con que cualquiera pueda lucrarse haciendo cualquier
cosa. Por eso, las anomalías de Marbella han de acabar con
sus protagonistas en prisión. Pero tampoco mucha más
gente, sobre todo si es gente de bien. Los del robo de gallinas
sí, vale. Pero no nos pasemos, que primero fueron a por los
rojos, luego a por los protestantes, luego a por los judíos
y cuando menos te lo esperan te enchironan a un registrador de la
propiedad. Y así no. No es plan. A la cárcel el raterillo,
que es lo que toca de toda la vida de Dios y lo justo y necesario.
Muy especialmente, para dar seguridad y confianza a los miles de
españoles de que directa o indirectamente participan de ese
juego a gran escala al que, dentro de las reglas del Capitán
Renault, nos venimos dedicando en este país desde hace una
década.
ABP
(València)
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