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LA HECATOMBRE: I AÑO DESPUÉS DE ÁNSAR: 2004            

MAYO DE 2004

 

10/05/05: ¿Cómo va España?

Básicamente la situación se resume así: desde que el malvado ZP se hizo ilegítimamente con el poder las bolsas de todo el mundo se han desplomado y el petróleo no hace más que subir (y, digámoslo con valentía, eso son hechos, y los ciudadanos son conscientes de ello). Parece bastante claro que la incondicional rendición a los terroristas protagonizada por los españoles y sus dirigentes más insolventes está haciendo dudar al mundo de que la sabia y responsable política geo-económica de los de las Azores pueda llegar a buen puerto. Y, de esta manera, la están poniendo en cuestión.

Pero si ZP sólo afectara al bienestar mundial estaríamos más o menos tranquilos. La cosa es más grave, porque en dos meses también se ha cargado la economía española. Como lo leen. 8 años de esfuerzos para lograr el entramado productivo más sólido del mundo, y en apenas seis semanas los cobardes de los amigos de los terroristas lo liquidan. A saber, los ingresos fiscales de España disminuyen a ojos vista en este inicio de 2004, la inflación ha repuntado un 40% (del 2% al 2'7%), los tipos de interés han comenzado a subir (el zapaeuríbor se ha disparado), no queda ni un euro en el Ministerio de Fomento...

Como las malas artes de los socialistas y sus voceros mediáticos todo lo nublan, comenzarán ahora a repetir la canción del 96. ¿La recuerdan? A saber, que la evolución de la economía, como mínimo en los 18 meses siguientes a un cambio de gobierno, es más imputable a la gestión del gobierno anterior que a la del actual. Con esta alucinante tesis pretendieron en su día apropiarse los resultados económicos espectaculares de España en 1996 y 1997 y tratan de desligarse de la grave responsabilidad contraída en el ya absolutamente previsible e inevitable batacazo de 2004 y 2005.

Afortunadamente el PP, siempre razonable, ha mantenido contra viento y marea una tesis radicalmente opuesta. ¿A partir de qué momento se empieza a entender atribuible a un gobierno el resultado de su gestión económica? Pues exactamente a partir del día en que se ganan las elecciones (porque desde ese mismo instante se genera bien ilusión y confianza en el ciclo bien terror a las ignaras medidas de los pancarteros). Lo dijo en el 96 y lo dice ahora. Con firmeza, con la cabeza bien alta y con la inevitable coletilla.

Al margen de que los más partidistas deseen aferrarse a la ridícula teoría socialista de atribución de méritos macroeconómicos, una cosa está clara. En el 96 todos, tanto el PP como el PSOE, tenían claro que la cosa iba a ir a mejor. Y ambos quisieron ponerse la correspondiente medalla. Por el contrario, tanto PP como PSOE tienen claro que, a día de hoy, mejor que sean los otros los que arrostren la carga de una renqueante economía con unos fundamentos de miedo (dicho sea no de manera positiva). Y obran en consecuencia.

ABP (València)