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de los mercados
LA
CONSPIRACIÓN DE LA BANCA MUNDIAL CONTRA EL BUEN PUEBLO ESPAÑOL
TERCER
AÑO DE CAOS Y DESPLOME DESPUÉS DE VILLALONGA: 2003
3/10/03:
La comatosa economía europea y las recetas del consenso de
Washington para el resto del mundo
Semana
tras semana, y así desde principios de año, se suceden
las noticias negativas respecto de la economía europea. En
el tercer año triunfal de traumáticos efectos recesivos
producidos tras la inevitable explosión de la alegre burbuja
de la Nueva Economía de finales de los 90, la tasa de crecimiento
de Italia, Francia, Alemania, Holanda
ha dado paso definitivamente
a una tasa de decrecimiento. Lo que ahora se llama crecimiento negativo
o, en plan optimista (porque la recesión no es muy importante,
en el numerito, por mucho que se esté destruyendo, precarizando
o mal pagando empleo a manos llenas) "crecimiento cero",
"nulo" o cosas así.
Con
la rutilante excepción de España y otras economías
punteras como Grecia o Irlanda, la Unión Europea se encuentra
en un callejón del que la salida, por anunciada reiteradamente
sin que haya llegado después, no acaba de verse en un futuro
próximo. El corsé del Pacto de Estabilidad, a cuyas
inconsecuencias internas ya hemos referido en algún momento,
agrava la situación. Lo que ha conducido a los comportamientos
impresentables y prepotentes, pero quizá inevitables, de
las principales y más afectadas economías europeas.
El
problema de Europa es que la fortaleza económica estadounidense
que es aprovechada sin ningún rubor por los Estados Unidos,
aunque sea para lograr pequeñas ventajas a costa de hundir
a los demás, juega de momento en su contra. A la hora de
la verdad, el margen de maniobra de Europa, con Pacto de Estabilidad
o sin él, es bastante reducido. Y así lo será
mientras no se logre la integración económica definitiva
de nuestros mercados y, sobre todo, hasta que no se consolide definitivamente
la unión monetaria.
La
actual crisis económica europea responde a la necesidad de
que alguien pague la factura de los excesos pasados y, también,
de los latrocinios a gran escala de las corporaciones americanas
de finales de los 90. Tras exportar la recesión al resto
del mundo, los responsables de la política económica
norteamericana han seguido echando gasolina a los mercados internacionales,
logrando una relativamente rápida reactivación en
casa a costa de dejar hechos unos zorros a Europa, Latinoamérica,
África
.
Las
recetas del FMI y del consenso de Washington, que tanto aprecio
tienen al Pacto de Estabilidad, por ejemplo, no se aplican en casa.
Estados Unidos ha optado por endeudarse peligrosa e irresponsablemente,
confiando en que su posición de privilegio económica
y política, así como su dominio de la moneda-patrón
del mundo le permiten esperar que, como siempre, otros paguen la
ronda. También esta. Ningún otro país puede
permitirse endeudarse tanto en todos los órdenes, porque
ningún otro país tiene la capacidad de unilateralmente
"redefinir" a efectos prácticos el monto de su
deuda. Rematando la faena, y contribuyendo con ello notablemente
a destruir las bases de una reactivación en Europa, también
desde hace un año y medio han optado por aprovecharse su
nulo rubor a la hora de alterar artificialmente el mercado monetario
y tenemos así al dólar depreciadísimo. Esta
política ayuda a la reactivación en EE.UU., pues artificialmente
la competitividad de los americanos mejora y, consiguientemente,
perjudica a las economías europeas más dependientes
de los mercados exteriores. Para acabar de colorear el sainete las
autoridades yanquis no cesan de amenazar a china por "devaluar
artificialmente su moneda", exigiéndole un cambio de
conducta, cuando los chinos lo único que hacen
es seguir
con su yuan al dólar a piñón fijo.
Dado
que estas y otras cosas pueden hacerse precisamente debido a la
posición de privilegio del dólar nunca nos cansaremos
de recordar el acierto de la creación del euro y la importancia
de que, paulatinamente, intente acabar con esta hegemonía.
ABP
(València)
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