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LA
CONSPIRACIÓN DE LA BANCA MUNDIAL CONTRA EL BUEN PUEBLO ESPAÑOL
TERCER
AÑO DE CAOS Y DESPLOME DESPUÉS DE VILLALONGA: 2003
29/04/2003:
Elección económica en Argentina
El
pasado domingo se celebró la primera vuelta de las Elecciones
Presidenciales argentinas con las que los más optimistas
esperan poder empezar a dejar atrás la turbulenta época
reciente. Meses de crisis galopante, originada por la demencial
política económica de los Gobiernos Menem y sus consejeros
neoliberales, que descapitalizó de forma casi total al país
y ha transferido casi toda su riqueza a las oligarquías económico-financiero-especulativas
internacionales occidentales. La situación, así resumida,
no deja de quedar necesariamente simplificada. Sin embargo, nos
basta a efectos políticos para situar un tema que, a nuestros
efectos, nos interesa esencialmente en su vertiente económica.
Las implicaciones estrictamente políticas son una cuestión
más inevitablemente interna de la Argentina que, por otra
parte, quedan bien resumidas, como acertadamente ha apuntado una
participante de nuestro Areópago, en la cegadora claridad
que con su luz aportan a algunos
apuntes del genial Joaquín Lavado sobre la realidad de
su patria.
Ahora
bien, a efectos globales, ¿qué supone económicamente
la elección que han de realizar los argentinos entre Duhalde
(personificado en Kirschner) y Menem? Pues, básicamente,
apostar por quien gobernó aplicando concienzudamente las
mejores recetas del Consenso de Washington y que, dentro de lo que
cabe, se ha ganado el aprecio por ello de todos los beneficiados
por ello (gentes muy cultivadas con MBAs de todo tipo y que viven,
por lo general, en Washington o cercanías), o por el otro
candidato, que no es que disponga de mucho margen para alejarse
de lo que la ortodoxia marca pero que, a fin de cuentas, puede osar
plantear alguna excentricidad contraria a los intereses del Imperio.
De
nuevo estamos presentando la realidad de forma caricaturesca e injusta.
Pero nos tememos mucho que, a grandes rasgos, no se aleja excesivamente
de ésta. Porque si hay un indicador fiable de lo comentado
son los escalofríos que, de forma generalizada, recorren
hoy a los empresarios españoles ante la perspectiva de que
Kirschner pueda acabar siendo Presidente de la República
Argentina. Y dada la tradición de nuestro empresariado, que
no concibe las oportunidades de negocio sino cuando son más
bien carta blanca para el expolio, es para reflexionar sobre el
particular. Máxime cuando prefieren con todas sus fuerzas
a un personaje como Menem que, por mucho que resultara seguro en
cuanto a la dirección de sus opciones en política
económica, se las cobraba caras (pero para él, no
para su país). Y, lo que debiera ser peor para quien pretenda
realizar honrados negocios en esas tierras, que acabó conduciendo
a la quiebra a esa economía. Algo en lo que todo el mundo
coincide fuera de Argentina, incluso los más entusiastas
defensores de las recetas aplicadas por Menem.
Es
precisamente por ello que Menem, en puridad, no era el preferido
nº 1 de los círculos económicos occidentales.
Éstos veían en López Murphy una mayor garantía,
debido a su sólida fe del converso y sus vínculos
con el mundo aglosajón. Además, como todo buen convertido
a la nueva Verdad, su programa económico iba unido a la más
vigorosa y valiente exposición de las nuevas tácticas
de control social parafascista, no sea que nadie se desmande. El
tipo ya ha sido calificado de forma unánime por Occidente
como la Gran Esperanza de Regeneración Democrática
para Argentina, como es lógico. De todas formas, esta incipiente
Luz de Esperanza Policial es todavía un pío deseo.
Y, de momento, todos aquellos que no se vieron en su días,
en su condición de argentinos, gobernados por Menem y lo
sufrieron sólo le tienen a él. Con lo que, ante el
(escaso) riesgo de que Kirschner pueda alguna vez, ocasionalmente,
salir respondón, está muy claro a quién prefiere
toda esta gente.
Es
de esperar que quienes han sufrido en sus carnes lo que supone Menem
piensen, en cambio, de otra manera. O, en realidad, de la misma.
Y que precisamente por ello no le voten.
ABP
(València)
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