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LA CONSPIRACIÓN DE LA BANCA MUNDIAL CONTRA EL BUEN PUEBLO ESPAÑOL

CUARTO AÑO DE CAOS Y DESPLOME DESPUÉS DE VILLALONGA: 2004

 

04/05/2004: Ampliación de la UE

Aunque Ustedes no se lo crean y yo mismo no acabo de tenerlo muy claro, parece ser que la Unión Europea acaba de consumar la más amplia e importante de sus sucesivas ampliaciones, la que conduce a la UE – 25. Una ampliación poco importante en términos de PIB (un aumento en torno al 5%), mucho más significativa en cuanto a extensión del territorio y población (20%, superando los 450 millones de habitantes), y aún más por su valor simbólico (integración en la UE de varios países ex comunistas, ampliación de las fronteras de la UE hasta la antigua URSS y pago parcial de la enorme deuda moral que Occidente carga con algunos de estos países –recuerden Checoslovaquia y la Conferencia de Munich de 1938- desde hace décadas).

Curiosamente, España es el país de la UE que apoya en mayor medida esta ampliación, en general mucho más deseada por las élites políticas, económicas y culturales que por la opinión pública. En algunos de los países más importantes de Europa (Reino Unido, Francia, la propia Alemania), la oposición a la UE – 25 iguala e incluso supera a sus partidarios (mejor conquistar Europa con Panzer Divisionen que con venta de aspirinas a cambio de subvenciones, parecen decir). Y, sin embargo, si para algún país concurren las circunstancias negativas, desde un punto de vista pragmático, con esta ampliación, ese país es sin duda España:

- Con la ampliación, la UE se vuelca al Este, bascula hacia centroeuropa y deja de mirar al Mediterráneo. La entrada de dos islillas sin importancia en la práctica, más allá de la venta de cervezas en el chiringuito frente a la playa, no puede compensar la proliferación de países del Este.

- Con la ampliación, la UE es súbitamente mucho más pobre, porque la media del PIB de los nuevos países oscila en torno al 50% del PIB medio de la UE. Esto quiere decir que, súbitamente, España es mucho más rica (y no porque les vendamos pisos a los polacos con hipotecas a 75 años, sino por un efecto puramente estadístico: la media de la UE baja, así que España sube, ubicándose en torno al 90%), y por tanto se aleja del mágico 76% regional que durante años nuestros dirigentes políticos han presentado como un éxito de gestión (no subir de ese 76%, se entiende, para no perder las subvenciones europeas).

- Y, hablando de lo que a todos nos interesa, las posibilidades de España, el principal receptor hasta la fecha de fondos estructurales y de cohesión, de seguir recibiéndolos, palidecen por momentos. La mayoría de los países del Este que acaban de entrar en la UE se parecen bastante a la España de los años 70, y sus problemas estructurales en los campos en los que la UE ha sido una ayuda fundamental para asegurar el crecimiento de España (infraestructuras, educación, agricultura) son incomparablemente mayores. Ubicado en un término medio de los receptores históricos de fondos, España no tiene la seguridad de que la absoluta incompetencia de sus gobernantes garantice la recepción de fondos durante más años (Portugal, Grecia, por no hablar de la contabilidad creativa y el federalismo asimétrico italianos), pero tampoco el consuelo de haber aprovechado con auténtico tino las inversiones de la UE y otro cúmulo de circunstancias favorables (Irlanda, actualmente tras Luxemburgo el país más rico de la UE); España tuvo la oportunidad de convertirse en la California de Europa (industria puntera + turismo e industria audiovisual; bueno, esto último es coña), pero todo indica que tendrá que contentarse con ser la Florida de Europa (turismo + ladrillo, con sustillos sin importancia de vez en cuando, como el crack del 29, y “tránsfugas mariposa”)

Y la verdad es que, por muy sugerente que pueda resultar la sonrisa de ZP en futuras negociaciones, las cosas son como son: los países más ricos de Europa tienen cada vez más dificultades estructurales, sus cuentas cada vez se agrietan más, y los fondos estructurales se leen cada vez más en términos de “cheque británico”; si además los receptores de fondos se permiten dar lecciones sobre el déficit cero, pueden Ustedes imaginarse que las posibilidades de España, un país que ha dejado de ser pobre en la UE de la noche a la mañana, para seguir percibiendo mucho tiempo los Fondos disminuyen a marchas forzadas.

Todo esto podría obligarnos a un replanteamiento del desaforado amor por la UE en España, que en realidad obedece a un doble motivo: el pasotismo absoluto respecto de la UE, pero combinado con la percepción generalizada (y totalmente ajustada a la realidad) de que la UE es buena para España (y los Fondos ya ni les cuento). Cuando desaparezcan los Fondos, y los efectos de su desaparición nos permitan comprobar en qué medida España ha perdido –en parte, pero en “buena parte”-una oportunidad histórica para abandonar su también histórico ostracismo (y no hablo de “rincón de la Historia”, hablo de algo mucho más importante, es decir, de dinero), ya veremos si se reconfigura el europeísmo de los españoles.

Por último, cabría hacer una mínima alusión a los nuevos miembros. Pasando por alto exotismos mediterráneos (Malta, Chipre) y patetismos bálticos (Lituania, Letonia y Estonia), la cosa se resume en el final de la Guerra Fría en Europa con la entrada en la UE de Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia. Todas ellas se caracterizan en la actualidad por su apego a los USA y su desconfianza respecto de la UE, hasta unos niveles que pueden provocar irritación; me refiero a Polonia, un país que no sólo osa tener la misma población de España (lo que acaba con los “cinco grandes” para sustituirlos por “los cuatro grandes + los dos medio-grandes periféricos), sino que además es un país que ha entrado en la UE como Cal.loh en la Casa de Gran Hermano, como auténtico chulopiscinas, bloqueándolo todo, promocionando cartitas de apoyo a Bush en plan Caballo de Troya y pidiendo dinero a cambio no se sabe muy bien de qué agravios pasados (total, por un triple reparto en el XVIII que acabó la desaparición del país, una invasión alemana en 1939 que asesinó a casi seis millones de personas, y 45 años de dominación soviética, esta gente se enfurruña por cualquier cosa), pero que inevitablemente acabarán reubicándose en el interés comúnmente beneficioso de la pertenencia a la UE (estoy sintiendo un ansia infinita de paz por momentos).

Guillermo López (Valencia)