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Actualidad de los mercados

LA CONSPIRACIÓN DE LA BANCA MUNDIAL CONTRA EL BUEN PUEBLO ESPAÑOL

MARZO DE 2001

 

27/03/2001: Los mercados internacionales se hunden

Espectacular entrada en el Nuevo Milenio en materia bursátil, que está repitiendo y mejorando lo que presenciamos en los últimos meses del año 2000. ¿Será a la postre cierto lo del Efecto 2000? ¿Nos encontramos en los índices bursátiles con las primeras manifestaciones de lo acertado del análisis bi-milenarista?

La combinación de la sabia política monetaria de Greenspan (subidas y subidas de tipos saludadas por todo el mundo como inteligentes medidas de lucha contra la inflación mientras la aludida, por su parte, no aparecía por ningún lado), el timorato germanismo del Banco Central Europeo (que es más ortodoxo que la propia Buba, para paradójico dolor de los alemanes) y los excesos de todo lo asociado a las nuevas tecnologías, con las eurotelecos a la cabeza, están logrando dejar los índices como un campo tras la batalla.

Los más representativos índices del exceso bursátil, el Nasdaq y el Ibex, están retrocediendo a pasos agigantados. En casa es gratificante ver cómo la acción más sobrevalorada de la historia, Terra, va con paso firme y constante a encontrar el punto de equilibrio que las cotizaciones de una sola cifra (y decimales) proporcionan. Mientras tanto es lamentable constatar que todos los personajillos que pontificaban miserablemente sobre las cualidades increíbles de estos valores no han considerado posible ni tan siquiera disculparse. Aunque es delicioso recordar la cantidad de dinero tirado a la basura por numerosas grandes corporaciones en estos experimentos no deja de ser triste comprobar que la gran burbuja parece haber pillado, sobre todo, a decenas de miles de pequeños inversores. ¿Estará todo mejor montado de lo que parece? Lo cierto es que no lo creemos pero los ricos suelen serlo por algo y los pobres también: unos saben moverse con un mínimo de sentido común entre tiburones y saben pagar precios razonables por los bienes que adquieren mientras los otros suelen serlo por dejarse enamorar por el primer canto de sirena que escuchan, por poco sólido que sea.

 

21/03/2001: Ahora se enteran

De entre los grandes negocios llamados "de Internet", la proa de lo que se ha considerado "Nueva Economía", siempre han sido los portales nuestros preferidos. En las últimas semanas han aparecido comentarios de expertos de todo pelaje comentando la locura de un negocio basado exclusivamente en la publicidad, tal y como era el de Yahoo! Y eso que el portal estadounidense ha sido el único que ha logrado rentabilizar mínimamente esta actividad. Evidentemente rentabilizar no significa en modo alguno que estuvieran justificados múltiplos del beneficio en el precio de las acciones estratosféricos. Pero queda claro que cuando la publicidad empieza a ser considerada seriamente como el negocio del futuro es que todos estaños próximos a perder la cabeza.

En una época de vacas gordas, en la que el dinero corría por las .com como si se tratara de agua del grifo, sólo una empresa logró obtener beneficios (discretos, pero beneficios) con ese modelo de negocio. Ahora que los excesos publicitarios desaparecen, ¿cuánto dinero perderán engendros como Terra? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que a pesar de que la realidad es evidente siga siendo un lugar común entre todos los pretendidos especialistas que estos negocios de Internet, separado el grano de la paja, son el futuro? ¿Es posible que el futuro negocio más rentable del mundo se base en la publicidad?

 

14/03/2001: ¿Qué será lo que tiene el Nasdaq?

En un primer momento, el ocaso de la Nueva Economía se limitó a las empresas más "puras", como Terra Lycos, esto es, las compañías cuya política empresarial consistía básicamente en perder dinero. Pero la caída del Nasdaq hasta prácticamente los 1800 puntos, es decir, un 60% en un año (ahora mismo el Nasdaq está a niveles del año 98) ya no se explica solamente por el desastre, lógico por otra parte, de estas empresas impresentables que nos intentaban convencer de que tener pérdidas era una buena noticia: primero fue Microsoft, aunque fuera por problemas con la justicia, la que perdió en un año parte del camino andado, y ahora las compañías más emblemáticas de la Nueva Economía, esto es, Yahoo en Internet, Cisco en el desarrollo de estructuras de red e Intel en fabricación de hardware, han acompañado a las demás en el desastre.

Se trataba, por otro lado, de un desastre anunciado. Habíamos llegado a un punto en el que Yahoo, un medio de comunicación como otro cualquiera, valía más que empresas como General Motors, que a fin de cuentas se dedica al sector más importante de la industria, la fabricación de automóviles y, por supuesto, factura muchísimo más que Yahoo. La caída, si intentáramos situarnos en parámetros económicos basados mínimamente en la lógica, y no en el voluntarismo, puede llegar mucho más lejos. Recuerden que estas empresas "clásicas" de la Nueva Economía, aunque tengan beneficios y sean obviamente negocios consolidados, llevaban muchos años con un ritmo infernal de subidas bursátiles.

Es preciso, sin duda, redefinir las posibilidades de Internet, renunciando a ver en la Red una panacea que supere totalmente el modelo económico anterior, pero sin olvidar que la Red ofrece ventajas obvias para desarrollar determinado tipo de negocios, particularmente aquellos relacionados con la industria del conocimiento y el ocio, es decir, aquello a lo que nosotros nos dedicamos. El éxito inapelable de proyectos como La Página Definitiva invita a pensar que en Internet no está todo el pescado vendido, y que aún es posible encontrar auténticas maravillas como esta que se alejan de la mediocridad imperante, por lo demás, tanto en el mundo real como en el virtual.

Y tras esta lamentable demostración de ombliguismo, permítanme hacer una última observación: La Página Definitiva nació en el momento álgido de la Nueva Economía, cuando Terra cotizaba a 120 euros y parecía que, en efecto, lo importante para tener éxito era tener dinero. Nuestras continuas críticas a la falsedad inherente a este modelo posibilitaron, por un lado, que la caída del Nasdaq fuera más rápida e intensa de lo normal, pues muchos inversores, espoleados por la negativa opinión que sobre la Nueva Economía se mostraba desde esta casa, se apresuraron a vender títulos; y, por otro lado, permitieron que nos colguemos la medalla de ser uno de los pocos foros de opinión mundiales, junto a Revista de Bolsa y Warren Buffet, en echarle un par de huevos y expresar una opinión contraria a la corriente de pensamiento mayoritaria. ¿Se dan Ustedes cuenta de que si hubiéramos echado a andar un par de años antes ahora seríamos multimillonarios? Ahora, incluso auténticos gurús de la Nueva Economía como Jeff Bezos, dueño de Amazon.com, recomiendan no comprar acciones de empresas .com. ¿Se trata de una hábil estratagema para perder aún más dinero? ¿Es un intento de generar una reacción contraria del mercado, habida cuenta de la peculiar manera de comportarse de los inversores en empresas tecnológicas? Ambas cosas son posibles.

 

01/03/2001: Turquía, la Economía Loca:

Turquía también quiere demostrar que es un mercado emergente y, en consecuencia, ha decidido seguir la senda de todos aquellos países que en algún momento fueron mercados prometedores: como Alemania en los años 20, como las economías latinoamericanas en la década de los 80, la economía turca ha entrado en una espiral de superinflación del orden del 4000%, umbral en el que se han situado los tipos de interés. ¿El motivo? En este caso no podemos hablar de contaminación de otras economías enfermas, de verdaderos problemas económicos de entidad (más allá de los propios de un país donde una entrada para un partido de fútbol cuesta la mitad del sueldo medio), ni de catástrofes serias: el motivo es el enfrentamiento entre el primer ministro turco, Bulent Ecevit, y el presidente (de cuyo nombre, lo siento, no puedo acordarme), a cuenta de la corrupción que asola la economía turca y que el primer ministro no ha intentado atajar con suficiente entusiasmo.

El peligro de Turquía para la economía internacional no es que Turquía entre en una espiral inflacionista, de hecho ya lo está, sino, como siempre en estos tiempos de globalización, que contamine a otros países, no necesariamente del entorno (recuerden hace unos dos años, cuando Brasil primero y Rusia después acabaron afectadas por lo que en principio era la "crisis asiática"). Hablando en plata, al mercado se la refanfinfla que Turquía se empobrezca a marchas forzadas, pero ¿qué ocurre si esto afecta a Brasil? ¿Y a su vez a México? ¿Y, de rebote, (perdón por la ocurrencia, juro que no lo diré más) a los países más industrializados? ¿Qué se han creído estos turcos, que no voy a poder comprarme un coche nuevo el año que viene por su culpa? (En realidad, es una frase hecha, no me podré comprar un coche hasta dentro de muchos años).

Lo de Turquía, salvando las distancias, viene a ser como lo de las vacas locas: el riesgo de contagio es mínimo, pero... ¿Y si nos contagiamos? ¿Y si nuestros mercados, cual cerebro agujereado por la encefalopatía espongiforme, se vuelven locos? Miedo me da de pensarlo. Mientras tanto, Turquía, un país que sigue aspirando a entrar en la UE mientras masacra kurdos y sufre terremotos, sigue siendo uno de los principales socios comerciales de España (particularmente del País Vasco, razón por la cual los representantes de los mismos empresarios que venden acero a Turquía para que puedan fabricar armas y con esas armas exterminar a los kurdos invitan al ·"Gobierno kurdo" a Euskadi).