Actualidad
de los mercados
LA
CONSPIRACIÓN DE LA BANCA MUNDIAL CONTRA EL BUEN PUEBLO ESPAÑOL
DICIEMBRE
DE 2001
13/12/2001:
La industria que mueve el mundo
En
torno al 20% del PIB de los países desarrollados proviene,
directa o indirectamente, de la afición que tienen sus habitantes
(y también las personas de otras regiones del mundo en cuanto
empiezan a salir de la miseria) de emplear vehículos a motor
movidos por la quema de combustibles fósiles.
Tal
actividad, por mucho que sea un sinsentido en términos de
rentabilidad económica (en cuanto al gasto energético
que supone) o de sostenibilidad medioambiental, es en la práctica
una importantísima fuente de bienestar para todos. La lustrosa
economía occidental es lo que es gracias a los coches e industrias
afines.
Planteado
en estos términos, y aunque a corto plazo pudiera ser traumático,
es conveniente reflexionar sobre la sostenibilidad de un modelo
que acaba provocando que loas desplazamientos, incluyendo todos
aquellos de menos de 10 kilómetros, se realicen en costosos
aparatos que consumen muchísimo combustible y son de proporciones
desmesuradas para llevar de un sitio a otro, generalmente, a una
persona. Ni siquiera la actual situación del tránsito
rodado (y su previsible evolución) convierten a este medio
de transporte en el más rápido ni en el más
eficaz.
Consciente
de todos estos males un ingenioso inventor estadounidense ha desarrollado
IT, un sistema de transporte que permite individualmente, por medio
de un sencillo motor eléctrico, desplazar a ciudadanos a
una velocidad máxima de 20 km/h. El artefacto es un prodigio
tecnológico en cuanto a la consecución de una gran
estabilidad y su facilidad de manejo. Sin embargo su posible generalización
y éxito nos plantea muchas dudas.
¿Por
qué iban a sustituir los ciudadanos un modelo de desplazamiento
a todas luces irracional por una alternativa racional nueva, si
no lo hacen por alternativas racionales ya existentes? En última
instancia, IT no aporta nada que no pueda conseguirse con una bicicleta
salvo el hecho de que elimina el esfuerzo del sujeto (mínimo,
pero existente, en bicicleta).
Por
otra parte quienes hayan circulado alguna vez por ciudad en bicicleta
son conscientes de la falta de adecuación de las mismas a
ese vehículo, con lo que imaginen con IT. ¿Circulará
por la acera, con el consiguiente riesgo para los peatones que se
verán amenazados por aparatos a 20km/h?, ¿lo hará
con la calzada, convirtiéndose en blanco de coches y demás
parentela?
IT
es una muestra de la preocupación que debe anidar en todos
nosotros ante la falta de respuestas válidas a la hegemonía
del automóvil, pero plasma con crudeza la insuficiencia de
las respuestas que se están dando a la misma y las dificultades
que plantea acabar con un modelo muy enraizado en nuestra cultura.
Por
otra parte, parece que económicamente a nadie interesa aparecer
como el responsable de los necesarios períodos de turbación
fruto del ajuste que provocaría el abanono de la industria
del automóvil.
06/12/2001:
Los analistas financieros y el buitre leonado
Lo
que está pasando actualmente con Argentina retrata muy bien
la nefasta influencia que las grandes firmas de analistas financieros
pueden llegar a tener en la marcha de un país, capaces incluso
de llevarlo a la bancarrota. Una vez más, la prima de riesgo
argentina sube unos cuantos puntos, situándose muy cerca
de los 3.500 puntos básicos (35%), provocando el pánico
en una población que además de tener que soportar
una crisis económica, puede ver volatilizarse sus ahorros.
De ahí la decisión del gobierno de limitar el uso
de efectivo por la población.
Pero
¿qué es la prima de riesgo?. Pues ni más ni
menos que la carga extra que los países pobres o en dificultades
deben pagar por sus títulos de deuda pública. Es decir,
que a esos países se les exige ser más rentables que
a sus vecinos ricos, a quienes el valor "se les supone".
Lo más penoso del asunto es que la prima de riesgo la decide
el mercado, es decir, las grandes firmas de analistas, que son las
que influyen de forma determinante en las decisiones de los inversores
internacionales, y por extensión, de los inversores privados
del país. Y aquí está el efecto perverso de
esta clase de mensajes, que en realidad, más que alertar
de una situación dificil, lo que hacen es provocar que esa
situación aparezca realmente o al menos empeore. Si Morgan
Stanley dice que hay peligro de recesión en un determinado
país, los consumidores retraerán el consumo, los vendedores
venderán menos, ganarán menos aún, reducirán
plantillas y, efectivamente, aparecerá la recesión.
La
crisis argentina es grave, pero desde luego no tanto como insisten
en afirmar a diario estos buitres financieros, algo que ya ha empezado
a tocar las nacices hasta al, por lo general moderado, superministro
Cavallo, quien ha denunciado públicamente esta especulación
informativa. Es lo que pasa cuando los rectores internacionales
de la economía están más preocupados del "mundo
financiero" que de la economía productiva y el bienestar
de los ciudadanos. Así que los pobres argentinos no sólo
deben luchar para superar la crisis económica, sino también
contra todo un ejército de "expertos" empeñados
en que se cumplan sus vaticinios, cuanto más negros mejor.
No olvidemos que cuanto más baje el valor de la mercancía
más fácil es comprarla luego y más beneficios
deja su reventa.
Todo
ello nos permite afirmar que la única diferencia entre las
dos especies citadas al principio, es que la primera, lamentablemente,
no se encuentra en peligro de extinción.
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