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Lo que se empezó a hacer, por medio de un Decreto-ley, en mitad del Mundial de Fútbol del pasado verano, se ha completado en este inicio de 2011, según ha anunciado la Minstra de Economía Elena Salgado esta tarde en rueda de prensa. Ignoramos cómo se plasmará la reforma, pero no es arriegado que de nuevo tendrmeos un Decreto-ley, que es la nueva forma «ordinaria» de legislar». Esperaremos al viernes, en cualquier caso, a ver qué dice el Consejo de Ministros. Lo importante, de todos modos, no es eso. Lo importante es que ya se ha culminado el derribo de las Cajas de Ahorros su puesta a diposición de la banca privada, aprovechando la sensación de que para afrontar la crisis hay que hacer «lo que sea».
Lo que sea, en este caso, se resume en los siguientes pasos, claramente dirigidos a acabar con las Cajas de Ahorros y que ya estaban perfectamente esbozados en los cambios que se introdujeron el verano pasado, que conducían inexorablemente hacia donde conducían, por mucho que nos dijeran que no, que no tenían la intención de acabar con el modelo de entidades financieras públicas que hemos venido construyendo desde hace siglo y medio:
– obligar a las cajas de ahorros a fusionarse para diluir el control regional sobre las mismas y ponerlas en manos de los dos grandes partidos políticos de ámbito nacional, que tienen muy claro que no quieren poner palos en las ruedas al proceso, a diferencia de lo que ocurre con algunos de sus miembros «de provincias» (primer paso ya conseguido a lo largo de 2010 con amenazas de intervención del Banco de España y con el caramelito del dinero del FROB puesto ahí para facilitar liquidez en momentos como éstos, de contracción del circulante);
– incrementar repentinamente las exigencia de solvencia, con la excusa de la crisis, de la desconfianza de los mercados y de Basilea III (que no es tan exigente, y que además da un plazo de adaptación mayor), yendo más allá de lo que se pide a España desde fuera y completándolo, en una vuelta de tuerca asombrosa, según ha explicado hoy en rueda de prensa la Ministra Salgado, con la retorsión, incluso, de exigir más cobertura a las Cajas que a los Bancos y, en concreto, anunciando que serán si cabe más exigentes con las Cajas que «voluntariamente» no se transformen en bancos (la razones de esta exigencia adicional es que, como no están sometidas al escrutino de los mercados, al no cotizar, hay que ser más cuidadosos con ellas… ¡pero no habíamos quedado en que el Banco de España era el mejor supervisor del mundo!, ¡pero no se suponía que los mercados eran irracionales, como cuando atacan la deuda española!, pues no, ahora va y resulta que a las Cajas les metemos más caña que a sus homólogos privados por estar menos expuestas a sus vaivenes, dicen; en la práctica esto servirá para señalar a las cajas como insolventes y a los bancos como una maravilla);
– tras este inopinado incremento de las exigencias por parte del regulador, que lógicamente provoca una tensión adicional en un momento en que la crisis ha hecho que la gestión de cualquier entidad financiera sea muy complicada y ajustada a los límites y márgenes de maniobra (como les pasa a los gobiernos y los límites de déficit, por ejemplo; o a todos nosotros con el presupuesto familiar en un momento de recortes: el colchón de seguridad es menor), el Gobierno declara tajantemente que quien no cumplan estas normas sobrevenidas es que está en situación de insolvencia y, por ello, habrá de ser intervenido, rescatado:- se anuncian unos meses de plazo para ajustar (pero ese ajuste será muy difícil, por no decir imposible en muchos casos, debido a lo que hemos explicado sobre el colchón) las cuentas a las nuevas normas, pero si no se logra en septiembre el Gobierno, sencillamente, nacionalizará las cajas para «sanearlas»;
– vamos, que aquellas Cajas que no se rindan directamente desde un primer momento aceptando ellas mismas convertirse en corderitos bancarios prestos a ser engullidos (que alguna habrá, dado que ahora están ya más que nunca controladas directamente por los partidos estatales) tendrán muchos problemas para justificar ante la opinión pública su solvencia y enormes dificultades, en este contexto recesivo, para incrementar el mínimo de capital exigido hasta el 8% (y el extra anunciado para las Cajas, que no se sabe cuál será), con lo que vamos a asistir a una mortandad brutal;
– el Gobierno meterá dinero en las Cajas, dinero público, dinero de todos, y a continuación (¿alguien lo duda?) las venderá a la banca española, previsiblemente a precio de saldo, alegando que las Cajas están en una situación pésima y que casi nos están haciendo un favor al quitárnoslas de encima; a esto lo está llamando la peña «nacionalización» (algo curioso, porque las Cajas ya son sector público) cuando es una mera inyección de capital destinada, simplemente, a hacer más digerible el bocado.
Y ya está. De golpe y porrazo, el sector bancario español se habrá zampado, como lleva 3 décadas pretendiendo hacer (eso sí, siempre esparando para lograrlo contar con la ayuda del legislador y del gobierno, dado que no ha habido manera de expulsarlas del mercado a base de ofrecer mejor servicio y de dar más ventajas a sus clientes, ¡a pesar de las constantes críticas a la ineficiente gestión de las Cajas!, -una sorprendente ineficiencia que les permitía, increíblemente, competir de tú a tú con «la banca más solvente del mundo») a las Cajas de Ahorro, que representan la mitad del sector financiero español, y, además, la mitad más próxima y cercana a la sociedad, a los pequeños ahorradores y, por cierto, las únicas entidades gestionadas desde la periferia y desde núcleos de población no centrales.
Traigo aquí parte de las reflexiones de julio pasado, que como el Mundial lo ocupaba todo, seguro que pasaron inadvertidas, pero que son de plena actualidad, en las que trataba de explicar las razones por las que esto, por mucho que nos digan, no es algo bueno:
¿Por qué es grave que algo así ocurra? Pues al margen de la ausencia de debate, de la espectacular silenciación de cualquier oposición por parte de una prensa española que tiene bien claro quién manda, de la manera en que poco a poco, esos mismos dueños del país han acabado logrando convencer a las elites políticas y funcionariales de que cedan también en su resistencia, de la manera en que se aprueba la norma, del momento elegido… al margen de todo eso, porque las razones de fondo para cambiar el modelo de Cajas de Ahorro no se sostienen. Voy a tratar de trazar una serie de puntos, señalados a vuelapluma y enunciados de modo necesariamente breve, por lo que esto es así. Espero se me disculpe la concisión en cada una de las razones:
En primer lugar porque las Cajas de Ahorro, contra la línea de opinión dominante, han jugado un importantísimo papel en este país y han funcionado moderadamente bien, satisfactoriamente. Son rentables, ganan dinero y están gestionadas de modo más que competente. De hecho, ésa es la razón por la que la gran banca desea cargárselas como competencia y comérselas para quedarse con sus clientes (que se han ganado compitiendo en buena lid en el mercado). Si fueran un desastre no necesitarían ayuda pública, vía una norma que se las ofrece en bandeja, para liquidarlas por medio de su mejor acción en el mercado.
En segundo lugar, porque la tan criticada influencia política en las mismas, que es innegable, no ha generado, si miramos el mapa global del sector, una peor gestión que la que se ha realizado siguiendo criterios puramente “empresariales”. De hecho, si miramos a la historia de los últimos 40 años, y también a la actual crisis, los pufos más espectaculares los han protagonizado, en general, en España, bancos más que Cajas de Ahorro. Otra cosa es que las medidas del Banco de España tengan todo este asunto en el armario y que, de momento, la “entidad supervisora” esté escondiendo las vergüenzas del secrtor (y las suyas propias) tras una sucesión de normas impresentables que permiten no actualizar balances. Eso sí, toda esa “comprensión” con el sector privado se torna exigencia radical cuando miramos a las Cajas, a las que han obligado a fusionar para centralizar en Madrid todo el poder económico posible (el caso de la fusión entre Bancaja y Cajamadrid es probablemente uno de los ejemplos más escandalosos de cómo funcionan las cosas en este país) y están ahora conduciendo con descaro al matadero para que BBVA y Santander se las vayan quedando en un futuro no muy lejano.
En tercer lugar, porque, como es obvio, si las Cajas dedican sus beneficios a pagar dividendos habrá mucha menos obra social. Y la obra social de las Cajas ha sido muy importante en este país. Unas instituciones que revertían en la sociedad de donde extraían sus beneficios gran parte de éstos pasarán a funcionar con una lógica estrictamente capitalista. Se supone, sí, que por esos dividendos que reciban los inversores los ciudadanos obtendremos una parte, vía impuestos. Dado cómo está el asunto de las SICAV y, en general, la imposición a las rentas de capital, la cosa es para ponerse a llorar. En todo caso, y dado que la obra social de las Cajas, además de para cosas interesantes, sirve para pagar favores, uno tiene la esperanza de que, al menos, esto conlleve ciertas estrecheces al sector de artistas y Familia Real especializados en vivir de estos dineros. Pero no caerá esa breva. La obra social que primero desaparecerá será la otra.
En cuarto lugar, porque las Cajas han nacido y crecido con el esfuerzo de clientes, impositores, gestores y, en general, sociedad civil. Que ahora se permita que se regale por cuatro duros todo este patrimonio público acumulado al sector privado no tiene nombre. O sí. En cualquier caso, a la vista de la ausencia total de preocupación ciudadana porque este robo a plena luz del día se consume, cuando no el apoyo entusiasta a que se las queden los bancos “para que desaparezcan los chupópteros” (a la vista está que, en estos tiempos, al ciudadano no se la hace posible imaginar que haya chupópteros que viven de nuestro dinero en el sector privado), hay que concluir que es la propia sociedad civil la que parece encantada con regalar su patrimonio.
En quinto lugar, porque el sector financiero funciona mejor con Cajas de Ahorro que sin ellas. La experiencia comparada lo demuestra sin dificultades. Países de la situación, talla y músculo financiero de España sin cajas de ahorro hay pocos, porque es un coste que no se puede uno permitir. En nuestro país, su función de “pequeña banca de proximidad”, que recoge el ahorro privado de muchos ciudadanos y luego lo pone en el mercado del crédito ha sido básica debido a las dificultades de nuestra banca para acceder al mercado del crédito interbancario a tipos de interés asequibles. De hecho, parte de la crisis económica y financiera actual se debe a que, debido a las presiones sufridas por las Cajas en los últimos años, éstas han actuado cada vez más como la banca tradicional, abandonando (en parte) ese negocio de proximidad tradicional. En cuanto han venido mal dadas, eso ha drenado el crédito y los riesgos excesivos han impedido que funcionara el lubricamente para la pequeña y mediana inversión que suponía esa tradicional captación de capitales que hacían las Cajas.
Y, en sexto lugar, porque este proceso, además, fomenta la concentración en el sector financiero. Y a la vista está (tenemos, de hecho, experiencias recientes) que las bancas y cajas que tanto en España como en el mundo, en general, mejor se han comportado, han sido las pequeñas y medianas, mientras que las grandes se han apalancado que da gusto y han pasado (y pasan) por dificultades mucho mayores (eso sí, socorridas con dinero público si es preciso por eso de que son “demasiado grandes para caer”). Por no hablar de la diferente afección al sistema que supone que quiebre alguna entidad pequeña que el que lo haga una grande, que debiera llevar a la conclusión de que es más sano un entorno con diversas entidades medianas que otro con un par de mastodontes. Llama la atención hasta qué punto las leyes sagradas del capitalismo (fomentar la competencia entre los diversos actores del mercado, por un lado; y no poner todos los huevos en la misma cesta, por otro) son normas que el consenso de sabios dedicados a esto de la regulación del sector financiero entiende que no han de aplicarse, precisamente, al propio sector.
Pues ya está. Se acabó. Adiós a las Cajas. Ya veremos quién, cómo y a qué precio se las quedan. Y cuánto tardan. Pero la partida ha terminado. Game over. – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –
P.S.: En el texto anteriormente enlazado y en parte reproducido de julio del año pasado se inició un muy interesante debate sobre el comentario que realicé y la situación de las Cajas. No he cambiado sustancialmente de opinión y, de hecho, creo que la evolución de los acontecimientos demuestra que muchos de, por no decir todos, los recelos expresados en julio tenían mucho sentido. Pero ello no quita para que en los comentarios se pusieran de manifiesto objeciones muy interesantes y se generara un debate que, aprovechando que el tema vuelve a estar de actualidad, les recomiendo que relean porque, de verdad, vale la pena. También, por cierto, porque hubo quien aportó información muy interesante con evidente conocimiento de lo que estaba hablando. Ya digo, les recomiendo que repasen los comentarios.
18 comentarios en Tras el tiro de gracia, empiezan los fastos funerarios: bye, bye, Cajas
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Es muy recomendable el editorial del periódico monárquico El País de hoy, donde al grito de qué prisa, María Luisa se justifica la falta de debate al respecto.
Comentario escrito por popota — 25 de enero de 2011 a las 10:52 am
Joder, Popota, qué vago estás. Lo copio yo mismo:
Reconversión radical
El plan de refuerzo a la solvencia de las cajas es muy exigente y debe calmar a los mercados
Una reconversión radical del sistema financiero, por la vía de aumentar los baremos de solvencia de bancos y cajas, especialmente de estas últimas. Este es el plan que el Gobierno anunció ayer, en una convocatoria por sorpresa de la vicepresidenta económica, Elena Salgado. En síntesis, la pretensión es que las entidades de ahorro se recapitalicen fuertemente, más rápida e intensamente que lo exigido por el calendario internacional (normas de Basilea III) apelando a los inversores privados; si naufragan en el intento, en otoño serán transitoria y parcialmente nacionalizadas.
Salgado hizo hincapié en asegurar que su plan «es también el plan del Banco de España» y, sobre todo, en que sus «detalles», que se incorporarán a un decreto ley, no desarbolan la reciente reforma de las cajas pactada con ellas, y que serán también negociados. Las cajas podrán acogerse a cualquiera de las cuatro opciones pactadas en la reforma, pero se favorecerá su conversión en bancos: las que decidan otras alternativas, como la de seguir como tales, deberán aumentar todavía más su capital.
El plan es contundente. Así se buscaba para calmar a los mercados, inquietos por la solvencia de la banca europea periférica desde que la crisis de Irlanda deslegitimó los resultados de las pruebas de resistencia publicados el pasado verano. Lo es porque se establece una exigencia inmediata de capital «de calidad» propio de un 8% sobre los activos. Y porque se adelantan a 2011 exigencias que entrarán en vigor para los competidores exteriores desde 2013 a 2019. La mayoría de los bancos y cajas españoles deberán aumentar su capital, en un entorno financiero internacionalmente adverso.
Es legítimo cuestionarse si tal adelanto y tales exigencias no resultan excesivos para un país enfrentado a unos mercados escépticos y a un crecimiento aún muy débil. Pero también es cierto que el sistema financiero español ha demostrado capacidad (sobre todo, pero no solo, cuando la crisis bancaria de los ochenta y primeros noventa) de adecuarse a listones más altos que los de su entorno.
También corresponde interrogarse sobre si el extremo rigor podría haberse atemperado de haberse aplicado con más celeridad -por el Gobierno y el Banco de España, pero sobre todo por las propias cajas- el plan de salvamento y actualización abierto con la creación del FROB. Pero esta es ya una cuestión histórico-académica, cuya importancia declina ante la urgencia extrema de dotar al sistema financiero de una fortaleza, transparencia y seguridad que le inmunice -y por extensión a todo el país- ante los vaivenes de los mercados.
El monto total de la recapitalización perseguida es significativo, pero modesto en relación con algunas exageraciones publicadas: unos 20.000 millones de euros en conjunto, según Salgado. De forma que el reto debiera ser manejable por casi todas las entidades, cada una según su cuota parte. Se trata de una cantidad que podría cubrir el FROB holgadamente. Colocarlo en posición subsidiaria, como se ha decidido, tras la apelación a los mercados y los inversores privados, muestra de nuevo la preferencia del banco emisor, y ahora del Gobierno, por una de las opciones, la conversión de las cajas en bancos, que quizá hubiese exigido mayor debate del que ha tenido lugar si las necesidades no fuesen tan perentorias.
Una opción, la de preferir bancos que cajas, en cualquier caso, explicable por su visibilidad, que facilita la lógica y exigible apelación a los mercados, pero que requerirá explicaciones adicionales porque supone replantear a fondo, en muy poco tiempo, un sector centenario. Y que históricamente prestó grandes servicios.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 25 de enero de 2011 a las 11:52 am
Lo había puesto equivocado en otro sitio;
Desde Cataluña Duran ya esta diciendo que eso sería un casus belli. Del Pais Vasco espero del PNV la misma respuesta – si tienen alguna caja entrampada, y es posible -.
Puede que se les haya ido la mano…
Comentario escrito por galaico67 — 25 de enero de 2011 a las 8:52 pm
A este respecto es muy interesante observar la reacción de La Voz de Galicia -para quien no maneje mucho de medios es el diario hegemónico en la región gallega, de tendencia conservadora, de hecho, el actual director de ABC fue en tiempos director de La Voz.
Ha sido furibunda. En portada del periódico de hoy:
«Muchas personas tendrán a estas alturas la sensación de que nos han estado tomando el pelo con lo de las cajas de ahorros. Hubo que hacer equilibrios malabares y sacar adelante negociaciones difíciles para tener la posibilidad de conservar una en Galicia. Y cuando ya el Banco de España había dado su bendición, llega el Gobierno y rompe la baraja. ¿Lo hace así a propósito o es que no sabe hacerlo mejor?»
El año pasado este diario presionó un montón para fusionar las dos cajas gallegas -con primacía de la del norte, aunque eso les salió mal. Según su opinión, y yo coincido con ellos, era la única manera de mantener la identidad gallega de la caja.Y ahora se encuentran con esto. Las fuerzas vivas en la región se lo han debido tomar muy mal.
Comentario escrito por xangal — 25 de enero de 2011 a las 9:57 pm
las cajas han sido las complices de los especuladores en la creación de la burbuja, prestando autenticas barbaridades a gente que malamente iba a poder pagar esas enormes mensualidades, para comprar bienes que no valian ni una cuarta parte
y ahora que tienen los balances perfectamente cuadrados a nivel teórico- porque se han limitado a gestionar con criterio empresarial lo que habia (gente manipulando y especulando con bienes de primera necesidad imprescondibles para la vida, y gente no teniendo otro remedio que pagar esas barbaridades, porque dormir debajo el puente con -7º es jodido, y así somos de señoritos), pero con el pequeño inconveniente de que el valor real de esos bienes, (el de reposición o hacerlo nuevo) no cubre ni el coste del suelo (también hinchado artificialmente por la intervención estatal, aka «dedo de concejal de urbanismo»), ahora vamos a meter el dinero de todos para sanear esos balances y que las reservas puedan cubrir los posibles impagados, yo digo:
¿en algún momento alguien va a tomar una sola decisión que no nos de por el culo hasta que nos salga por la garganta?
hoy me decía uno de mis compañeros del metal más abertzales para la huelga de mañana «tú también vas a tener que jubilarte». Bien, eso es verdad, pero también es verdad que el sistema necesita ser viable y pasar de 65 a 67 es algo NECESARIO Y RAZONABLE. En cambio, pagar 300k por algo que cuesta producir 50k y tener que pagar esos 250k+intereses de más es un ROBO Y UNA ESTAFA Y DE LAS GORDAS, y nadie ha hecho huelga, ni protestas ni, algo sorprendente siendo pamplona, una pachangita con cocteles molotov ni na de na.
Comentario escrito por pescadilla — 26 de enero de 2011 a las 10:14 am
Ya se sabe más o menos qué se va a pedir a las Cajas. Un 2% adicional de subida sobre el 2% ya anunciado. Hasta el 10%. ¡Más madera!
http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/gobierno-capital-cajas-afi-20110126-74060.html
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de enero de 2011 a las 1:33 pm
¿Me vas a decir que esto no acaba en batalla juridica a cara perro? ¿O que no se va a plantear el «o follamos todos ó la puta al rio»?
Esto es una ley ad hoc y acorrala a todas las cajas. Me parece que va a empezar a salir mierda a paladas de aqui a septiembre sobre los valores más esplenderosos del sistema bancario más solido del mundo. No es buena estrategia eso de acogotar a todo el mundo a la vez, no cumple ni la Caixa
Comentario escrito por galaico67 — 26 de enero de 2011 a las 2:46 pm
Batalla jurídica claro que podría haberla. Teniendo normas que cambian cada dos meses para ir atacando cada vez desde un flanco situaciones muy concretas y que van cambiando exigencias y requisitos, alguien podría tratar de decir que quizás haya un problemita, por ejemplo, de falta de seguridad jurídica.
Asimismo, la medida que exige un 8% de solvencia a unas entidades si se convierten en bancos y un 10% si no lo hacen, dado que no hay razones que expliquen la conexión entre el antecedente de hecho y la consecuencia jurídica, ni el diferente trato, podría ser tenida por arbitraria.
El problema es que leyes tiradas para atrás por problemas de seguridad jurídica ha habido 3 en 30 años. Y por arbitraria, sólo 1 (en materia de cajas de ahorros, precisamente, mira tú). Será muy difícil.
Además, si se ganare la batalla jurídica será de aquí a unos años. Ya no quedarán Cajas en pie.
Cuando Gobierno, oligarquías financieras y Banco de España van de la mano es imposible confiar en el Derecho para detener el golpe. Sólo se puede parar políticamente. Y aquí no va a haber partido, porque el PP está en el ajo.
Podrán salvar, como mucho, algo de la hoguera los poderes autonómicos con suficiente músculo. Dudo que haya alguna Vomunidad Autónoma gobernada por PP o PSOE que esté en esa situación, con la excepción, quizás, de Madrid y Andalucía. En ambos casos por motivos ajenos a la fuerza de sus cajas, por supuesto.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de enero de 2011 a las 3:00 pm
Bueno, la batalla jurídica puede ser larga, pero Gayoso – el que ha ganado la batalla de Galicia, frente a los deseos del PP- parece que tiene mas pinchos que un puercoespin, a sus ochenta y pico años. Estamos hablando de batallones de abogados y de que , en medio de una batalla de este tipo, no se si se podrían plantear medidas que paralizaran el proceso. Porque, como dices, si intervinieran las cajas – apoyandose en el Decreto – a mitad de partido, dejando indefensa a la otra parte, sin motivos juridicos ó económicos seríos, nos haría caer en un ridiculo de nivel mundial y una señal de que en España no hay inversión segura ¿Quien va a invertir en las cajas?
Por otro lado, si Aznar es capaz de dañar a España diciendo tonterías, puede que algunos dirigentes de cajas, puestos entre la espada y la espada empiecen a removerlo todo. Y no aqui, que juegan en campo ajeno y con el arbitro comprado, sino en Europa. Por lo pronto pueden crear mucho ruido mediatico hasta llegar una situación de compromiso.
Desde luego, no se de que sirven tantos titulos y masteres si te falta cintura e inteligencia política.
Comentario escrito por galaico67 — 26 de enero de 2011 a las 4:31 pm
¿A qué te refieres con más próxima al pequeño ahorrador?. Yo me considero un pequeño ahorrador y he visto pocas ofertas interesantes de cajas de ahorros. En los últimos años he aprovechado depósitos y abierto cuentas sin que me cobraran comisiones en muchos bancos (ING, IBanesto, popular-e, Barclays, Openbank, Activobank…) y en solo 3 cajas (Bancaja(online), Ibercaja(física) y Cajaespaña(online)). Quizás lo de más cercano sea en engañar a abuelitas, que es lo que considero yo que son todas las oficinas físicas de bancos y cajas.
Lo de nacionalizar, considero que todo euro de mis impuestos que haya entrado en un banco vía plan de rescate, debería haber sido vía ampliación de capital y que las acciones correspondientes fueran nuestras (de todos los ciudadanos). Lo que se ha hecho, para mí es malversación de fondos públicos y me gustaría saber como podemos denunciarlo.
Comentario escrito por JaviWoll — 26 de enero de 2011 a las 4:46 pm
Alguien deberia darle el nobel de economia a aquel que invento el ciclo privatizador, ese que arranca con una empresa publica mejor o peor , pasa por una etapa en la que yo la administro y demuestro que es ruinosa y termina cuando se la vendo por dos duros a un amigo, que nos hace a todos un favor.
Pero, siendo como es esto un vil negociete aprovechando la coyuntura, creo que los que apuntan a la catastrofica gestion de las cajas y al ojo financiero-internacional de Sauron fijo sobre ellas tienen bastante razon. Al menos hablando con gentes que se dedican a la cosa economica en mi universidad barbara y extranjera, me decian que sus irracionales temores se centraban en la pasta que el FROB deberia gastar para reflotarlas. Pero, esperen, un momento, no es eso exactamente lo que estamos haciendo?
Por otra parte basta ya de llamar inutiles a los gestores de las Cajas. Han generado un pastizal enorme mientras estuvieron en el tinglado, han propiciado una situacion de ruina tecnica que justifica la privatizacion y han logrado capitalizar todas las ganancias dejando la caja a precio de chollo para sus amiguetes. Para mi que los tios son bastante buenos…
Por cierto, apuestas para la proxima ruina, sanidad, educacion, carreteras?
Comentario escrito por (InVino)Veritas — 26 de enero de 2011 a las 9:07 pm
Galaico, y los que mandan en las cajas ¿qué ganan con plantear acciones legales sin les dan puestos donde toca?
Comentario escrito por popota — 27 de enero de 2011 a las 12:29 am
Popota, hay egos que no se pagan con dinero y, a lo mejor, no todos se colocan donde quieren.
Cuando alguien de fuera se «fusiona» con tu empresa – si la compra ya no te digo nada- se echan un par de meses tanteando el terreno para ver los que son suficientemente flexibles. Luego les van enseñando que otra vida por ahi fuera es posible y a los que , a pesar de todo, no ven esas posibilidades exteriores, los van botando en función de su coste económico.
Por eso,en más de una caja y de un SIP iban a hacer una limpia de cojones y cortar más de una carrera.
Y si un abuelo de más de ochenta años cree que tiene que mangonear y se tiene que hacer lo que él considera apropiado, me parece que entre todas las cajas podemos encontrar a un buen puñado de personas a las que no les pueda sentar bien que les hagan trampas tan descaradamente.
Porque esto es una encerrona con luz y taquigrafos, tan descaradamente montada que nos pone a un nivel tercermundista total. Se van cogiendo los criterios que convienen, según el momento, para conseguir los fines deseados y se beneficia a unas entidades sobre otras en función de criterios de puerza de sangre capitalista, no sobre criterios económicos.
Comentario escrito por galaico67 — 27 de enero de 2011 a las 8:33 am
No sé, galaico. Yo en la primera ronda del cajacidio no he visto mucho ego, y sí he visto mucha creatividad a la hora de encajar a hasta el gato en organigramas surrealistas.
Por cierto, hoy estamos de aniversario. Hoy hace un año, una semana y un día que CajaMadrid presentó sus resultados de 2009. Es conveniente, mientras Rodrigo sopla las velitas y nosotros le cantamos el cumpleaños feliz, reflexionar sobre si los motivos de este retraso obedecen a las severas dificultades que están hallando los mandamases de la caja y los muchachos de MAFO para cerrar las cuentas. Cuando lo consigan será un buen momento para rescatar la rueda de prensa de principios de 2009 en que los chicos de Caja Casilla La Mancha presentaron sus resultados del año anterior.
Comentario escrito por popota — 27 de enero de 2011 a las 1:24 pm
Popota, en la primera parte del cajicidio nadie quería destacarse como el más burro de la clase, asomandose solo los ejemplos más impresentables y ocultando todos sus verguenzas con sumo cuidado. Luego se fue negociando para que 1+1 = 1,99999 y cubriendose todos el riñon, pero lo de ahora sería una masacre.
Al principio Rato abrió la boca confiando en que estaba cerquita del 8%, pero al 9 ó 10 no llega ni jartu grifa. Por Galicia la cosa empieza a caldearse, por Cataluña ya contarás, y supongo que en las otras cajas medianamente viables estarán calibrando fuerzas y pensandoselo.
Ya veremos en que queda, pero si esta es la forma de hacer las cosas en Apaña, me pido ser austrohungaro.
Comentario escrito por galaico67 — 27 de enero de 2011 a las 2:32 pm
Señores, se empieza a vislumbrar que la fiesta va a continuar a cuenta del contribuyente.
Nova Caixa Galicia tiene un banco en cartera y ya está pensando en trasladarle los activos «buenos» y dejar la mierda para que la «nacionalice» Salgado.
Al final nos vamos a comer los activos tóxicos ó si ó si, pero a precio de balance, como dioxx manda.
http://www.xornal.com/artigo/2011/02/01/economia/gallego-opcion-mas-probable-bancarizacion-ncg/2011020123581702886.html
Comentario escrito por galaico67 — 02 de febrero de 2011 a las 1:58 pm
Felicidades por el artículo. Es magnífico. En efecto, se va a hacer por Decreto-Ley (como todo, claro) un cambio fundamental en el sector financiero español. Estoy intentando contactar con una compañera que hizo hace años una tesis sobre Cajas de Ahorro para que me dé su opinión.
Comentario escrito por Joan Amenós — 15 de febrero de 2011 a las 10:37 am
Un interesante y desesperanzado artículo en:
http://miguelpouget.blogspot.com/2011/03/la-historia-de-las-ultimas-decadas-de.html
Comentario escrito por LuisaGC — 06 de marzo de 2011 a las 9:46 pm