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Publicado ayer en El País, en su edición de la Comunidad Valenciana.
Una nueva ley electoral
ANDRÉS BOIX 01/11/2010Desde hace unas semanas el presidente de la Generalitat acompaña sus intervenciones públicas con referencias a la conveniencia de cambiar la ley electoral valenciana. Según ha razonado Francisco Camps, la actual ley electoral provoca cierto desapego entre ciudadanos y políticos, debido a que los diputados se deben más a sus partidos, que los incluyen en las listas, que a los electores. Tiene toda la razón al señalarlo. La solución que ha esbozado, o al menos ésa es la que mencionó en el Debate de Política General, sería el cambio a un modelo parecido al inglés, al francés o al vigente en los Estados Unidos, donde los diputados son elegidos en circunscripciones electorales uninominales. Como es evidente, esta propuesta dista de ser neutra respecto de los resultados electorales previsibles en nuestro país. Si de verdad Camps cree bueno cambiar el sistema debería proponer una alternativa menos claramente favorable a su partido.
Además, una nueva ley electoral así diseñada, si bien es cierto que incrementaría el grado de responsabilidad de los diputados para con los ciudadanos (cada uno de nosotros tendríamos «nuestro diputado», que habría de rendir cuentas de una manera más directa de lo que ahora es habitual), también potenciaría las mayorías absolutas y el bipartidismo. Lo cual, aun teniendo como efecto positivo, sin duda, facilitar la gobernabilidad, tiene como contrapartida limitar el pluralismo y la efectiva representación del amplio abanico de ideas políticas que en realidad alberga toda sociedad.Es obvio que las dificultades para lograr una óptima gobernabilidad o la excesiva atomización de nuestro modelo de partidos no son, a día de hoy, problemas de nuestro sistema político. En cambio, somos bastantes los que a lo largo de estas décadas de democracia autonómica hemos votado alguna vez a partidos que, a pesar de haber obtenido un número de votos apreciable, han quedado excluidos por la aplicación de las reglas electorales. Sería mucho mejor diseñar un sistema que permitiera esa mayor ligazón entre representantes y representados pero que, a la vez, no penalizara el pluralismo ideológico.
Dado que elegimos un número elevado de diputados autonómicos (99) es posible establecer este modelo mixto. Así, una cincuentena de ellos podría ser elegidos por un sistema como el que propone Camps, con circunscripciones uninominales que comprenderían unos 100.000 ciudadanos cada una. Las ciudades de más de 100.000 habitantes y las comarcas podrían ser la base para el cómputo. Por ejemplo, la ciudad de Alicante se dividiría en tres zonas, cada una de las cuales elegiría un diputado; Castellón y Elche en dos; Valencia en ocho; mientras que Torrevieja sería una única circunscripción. Comarcas como Els Ports o L’Alcoià elegirían un diputado; otras como La Marina Alta, L’Horta Nord o La Safor, dos… y así con cada una de ellas. El resto, unos cuarenta diputados, podrían ser elegidos en una única lista de ámbito autonómico, con un reparto proporcional que garantizaría que un partido con un 2,5%-3% de los votos en todo el territorio tuviera, al menos, un diputado. Así lograríamos, a la vez, una mejor representación de la diversidad y un sistema que fomentara el contacto entre elegidos y ciudadanos sin, por lo demás, previsiblemente, poner en riesgo la gobernabilidad.
Andrés Boix Palop es profesor de Derecho Administrativo de la Universitat de València.
26 comentarios en Una nueva ley electoral (valenciana)
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Coincidisc en que el primer canvi que ha de contemplar la reforma de la nova llei electoral és la barrera electoral, baixant-la als percentatges que proposes.
D’altra banda, el tema del model mixt podria ser un model interessant, però no obstant això, pense que una distribució de diputats designables per zona podria afavorir més una plurirepresentació i acabar amb el bipartidisme que ens veiem dirigits els valencians.
M’explique, aquest sistema pense que podria potenciar l’organització comarcal d’alternatives al govern actual que moltes vegades pren les decisions d’espatlles als ciutadans, ja que el fet de traure representació per defensar els interessos de la comarca es voria de cara a l’electorat com una cosa senzilla d’aconseguir.
Per últim, trobe que en ple segle XXI, ja va sent hora que es plantege la possibilitat de la interacció 2.0 dels ciutadans en la decisió de determinades qüestions, que alhora ajudaria a augmentar la participació i a apropar als ciutadans un món que hui per hui, molts d’ells el veuen molt allunyat.
Comentario escrito por arnau — 02 de noviembre de 2010 a las 6:43 pm
No sé lo que sería antes LPD, ni si justificó la fama que llegó a tener, pero lo que ahora veo es que es, básicamente, un contenedor de noticias regionales, provinciales, comarcales, municipales, barriales, viales, portales y escaleriles valencianas. Bueno, también hablan de fútbol.
Está bien para el que le interese.
Comentario escrito por surne — 02 de noviembre de 2010 a las 7:59 pm
Pero en EEUU hay tambien competencia para presentarse dentro de un mismo partido, como se está viendo con el asunto Tea Party…
En Francia tambien tienen , creo, primarias internas dentro de los partidos
Comentario escrito por galaico67 — 02 de noviembre de 2010 a las 8:06 pm
Si, claro, porque no en 6 sistemas diferentes, así lo hacemos mas facil todavía.
Venga, hombre, 1 sistema nacional o, como mucho, un sistema autonomico pero nada de experimentos sin gaseosa.
Saludos
Comentario escrito por Alvaro — 03 de noviembre de 2010 a las 8:16 am
A mí me parece una propuesta muy interesante que viene a recoger en una sóla cámara la dualidad que tendría que existir en cualquier sistema electoral bicameral: una cámara elegida proporcionalmente (1 ciudadano-1 voto)y otra cámara elegida en base a circunscripciones territoriales.
Como montar dos cámaras en una autonomía supondría un mayor aumento del aparato autonómico y dado que tener dos cámaras se ha mostrado históricamente como algo poco eficiente y útil, esta opción refleja ambos modelos.
No obstante, no sé hasta qué punto con el modelo de partidos existente en España, con su disciplina de voto y el clientelismo imperante, sería posible una relación directa, continua y debida entre el diputado elegido en una circunscripción y la población de ésta. También se supone que en el congreso un diputado representa a una provincia y en la mayoría de casos lo pone ahí el partido en base a sondeos para garantizar que van a ser elegidos los 183 diputados que se han pactado en la sede del partido, poniendo en Ciudad Real a un diputado de Orense. El ciudadano, a su vez, vota la lista de un partido en clave nacional, porque no es consciente de estar eligiendo su diputado, sino de estar eligiendo al Presidente del país.
Yo me inclinaría más por un sufragio propocional en toda la cámara, porque no entiendo por qué un voto de un soriano o un ceutí tiene que valer el triple que el de un madrileño. No olvidemos tampoco que las circunscripciones territoriales (provinciales en nuestro caso nacional) son una rémora del envío de procuradores a las cortes para representar y defender los intereses de una villa o, posteriormente, hacer oír en la capital los intereses de las provincias. Hoy en día la administración tiene mecanismos suficientes para saber lo que acontece en cada lugar (es precisamente un sistema proporcional el que hace que se trate a todas las regiones por igual y no se margine a ninguna)y los gobiernos autonómicos (antes inexistentes) son los primeros interesados en lograr concesiones para sus votantes y defender sus intereses.
Si algo falla en el sistema español es el modelo de partidos (hasta que no se cambie nunca habrá representatividad y de nada valdrá el origen del diputado, sólo su partido) y la dichosa Ley D’Hondt. Y si se quiere dotar de representatividad a cualquier cámara, habría que quitarle a ésta la atribución de elegir gobierno (o al menos presidente), permitiendo que cada elector se preocupe más de su representante directo y, a su vez, perder el miedo a una atomización que, de producirse, no impediría la gobernabilidad del país.
Comentario escrito por Swampling — 03 de noviembre de 2010 a las 10:43 am
A ver Alvaro, ¿Cual es el experimento? Un sistma mayoritario, con el que con el 45% de los votos tengas mayorías del 65-70% tipo UK ¿Es aplicable en este pais?
Un sistema como el actual, en el que el electo solo responde ante su secretario general ¿Te parece maduro ó infantil?
un sistema como el actual , que prima a los partidos mayoritarios y juega con la sobrerrepresentación/ infrarrepresentación de los diferentes distritos ¿Te parece adecuado?
Y ya, por último ¿Circunscripción única para 450 diputados? para eso nos ahorramos los diputados y vamos a la elección de tribunos, si total van a salir los que quiera el Secretario general de cada partido?
¿Circunscripción autonómica? Bueno, sería un avance si corrigiera algunos defectos de representación, pero no acab de corregir los defectos de representatividad. No veo una papeleta con 70 diputados para Cataluña ó 90 para Andalucía.
Y si quieres mejorar la cercanía entre electores y electos, nos quedamos como estabamos….
Comentario escrito por galaico67 — 03 de noviembre de 2010 a las 11:05 am
Gracias a todos por los comentarios, como siempre. ¡Dado que en El País no puede haberlos es una suerte tener aquí algo de feed-back!
Empiezo con Surne, porque creo que conviene aclarar una cosa. Esto no es LPD, es un blog jurídico alojado en LPD pero diferenciado. Si yo creyera que las cosas que aquí escribo tienen cabida en LPD no las escribiría aquí sino allí. Cuestión distinta es que piense que, aunque sea una minoría, puede haber una parte del público de LPD interesada en leer análisis sobre diversos aspectos en clave jurídica y que, por ello, es un valor añadido que el blog esté alojado en LPD y sea accesible desde su portada. Lamento que a ti no te lo parezca pero, de verdad, creo que no es algo demasiado grave. Y, por supuesto, creo que no es justo criticar porque esto te pueda parecer un rollo a LPD. Insisto, son cosas distintas.
Por lo demás este blog no habla sólo de temas valencianos. Su temática es jurídica. Pero, dado que voy a colgar las columnas quincenales publicadas en El País, y que éstas lo son en su edición de la Comunidad Valenciana, esos textos sí estarán relacionados con cuestiones valencianas, habrá una parte de textos, a partir de ahora, sobre temas valencianos. Los cuelgo porque creo que muchos de ellos (por no decir su mayoría) tratan problemas y cuestiones jurídicas que, de una manera u otra presentan problemas comunes a muchas otras regiones, con lo que, aun así, pueden ser de interés para lectores de otros lugares.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 03 de noviembre de 2010 a las 11:19 am
Arnau, totalment d’acord en l’anàlisi sobre com una implantació de circunscripcions comarcals pot servir per a mitigar en part les dinàmiques bi-partidistes. També en que poques coses més urgents hi ha a València que rebaixar la boja barrera electoral que tenim (del 5%, per a tot el país, sense atendre circumscripcions, sobre vots totals emesos…)
No crec, en canvi, que les dinàmiques 2.0 puguen implantar-se mitjantçant canvis legals. La política 2.0 arribarà o no, tindrà éxit o no a partir de com siga la seua utilització i eficàcia. És una qüestió de polítics, de partits, però sobretot de ciutadans. Perquè Obama i els molts intents des de partits polítics d’imitar eixa dinàmica han demostrat una cosa: la política 2.0 no es fa des de dalt.
Por lo demás, comprendiendo las objeciones de Álvaro y de Swampling, estoy más con galaico, que ha explicado muy bien, mejor de lo que podría hacerlo yo incluso, lo que pienso. Es cierto que el modelo es más complicado, pero también lo es que, con 40 años de democracia a nuestras espaldas, quizás ha llegado el momento de optar por un sistema menos sencillo que el que se impuso a finales de los 70 justificado, en parte, por el miedo a que la falta de costumbre democrática de los españoles impidiera el funcionamiento de un modelo algo más complejo.
Todo lo cual no significa que, a la vista del actual desastre, no sea también urgente paliar los déficits de representatividad que el actual sistema electoral provoca. Sobre eso, de hecho, ya escribí aquí con motivo de las últimas elecciones:
http://www.lapaginadefinitiva.com/aboix/?p=137
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 03 de noviembre de 2010 a las 11:26 am
Relacionado con #8. Por aquellas fechas un atractivo joven que escribe bajo seudónimo como un canciller prusiano enlazó una dirección a un tipo que había hecho un estudio serio (con matemáticas y esas cosillas sin importancia) sobre reformas de sistemas electorales.
http://www.ugr.es/~sistemaelectoral/resumen.htm
Básicamente este señor proponía mejorar el sistema buscando una cosa, que el segundo partido no machacara al tercero sin perder por ello la gobernabilidad. Resumiendo mucho, lo que proponía era que la distribución de escaños no fuera lineal, sino potencial. De forma que se mantuviera la ordinalidad pero los partidos más votados sacaran mayorías.
En la conferencia en que expuso su modelo había un diputado provincial de IU que se puso a decir que creía que era mejor demolerlo todo y hacer un sistema de un hombre – un voto, y demás pamplinas de mamarrachos que me impiden votar a la izquierda, olvidando que el fin del gobierno no es el gobierno en sí mismo sino hacer que las cosas funcionen. Al menos para la mayoría de la población, lo que Rousseau diría que es el bien común, por cierto. A ninguno nos gusta la situación actual, pero les invito a pensar como sería reformar las pensiones o uno de los mercados laborales que peor funcionan en el mundo desarrollado con la situación belga, o con la italiana o con la que tuvimos en España antes de la dictadura.
Besos.
PS. Esto huele al enésimo debate sobre reformas electorales en esta casa. A este paso van a tener que dedicarle una sección propia.
PSII. Yo me creía que alguien iba a decir algo sobre el impresentable Camps montándose modelos electorales expresamente para perpetuarse aunque la mierda le llegue a las cejas. Para mí esto es un escalofriante ejemplo de por qué las listas cerradas pueden no ser tan malas en esta cochambre de país.
Comentario escrito por Otto von Bismarck — 03 de noviembre de 2010 a las 12:47 pm
¡Ya hay una sección propia, al menos, en este blog! Es la categoría 34 (como el dorsal de Saquille O’Neal con los Lakers hace unos años):
http://www.lapaginadefinitiva.com/aboix/?cat=34
Otto, comprendo y comparto tu idea de que un sistema electoral ha de tratar de influir, de establecer incentivos, para que las cosas se hagan bien. Pero poner el ejemplo de Bélgica en España, en estos momentos, no tiene sentido, dado que no existe una gran dispersión del voto que pueda hacer temer por la gobernabilidad sino todo lo contrario. En España PP y PSOE concentran más voto que cualquier binomio de grandes partidos europeo. Incluso concentran más que los grandes partidos de Reino Unido y Francia, a pesar de que ellos tienen sistemas proporcionales. En una situación como ésa, al contrario, lo que debe tratar de hacer un sistema electoral es no penalizar el pluralismo y la diversidad, dado que es un bien político escaso.
Por lo demás, no creo que elucubrar sobre lo que pasaría con Camps (o con cualquier otro líder) con un sistema mayoritario deba ser argumento en su favor o en su contra. Por el mismo precio yo te diría que las listas cerradas son las que provocan que ciertos comportamientos no sean contestados en el interior de los partidos. Y creo que no me equivoco mucho. Si los candidatos se la jugaran de manera directa, personalmente, con los electores, muchos se andarían con más cuidado. Y, por supuesto, serían mucho más independientes respecto de sus jefes de filas. Porque el cargo no se lo deberían a ellos sino a los ciudadanos.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 03 de noviembre de 2010 a las 12:57 pm
¿Pero hablar de esto así en plan «realpolitik» (¡súperpalabra!) es posible? Me refiero ¿se contempla o ha contemplado seriamente a algún nivel algún cambio de la ley? Yo siempre pensé que sería inamovible salvo en un contexto de revolución bolivariana ye-yé. Ya sabéis, todo ese rollo de que el único que puede cambiarla es el que sale más beneficiado con dejarla como está y tal. ¿Realmente se puede hacer?
Comentario escrito por varo — 03 de noviembre de 2010 a las 1:43 pm
Varo, la respuesta corta es:
No.
Es decir, que tienes toda la razón. Ahora bien, hay una respuesta larga, algo más matizada. Basada en varios factores:
1. El propio Camps está diciendo que quiere cambiar la ley.
2. Desde que se aprobó el Estatut de 2006 tenemos pendiente una reforma de la ley electoral, que en su momento no se hizo, y que es obligada para adaptar el texto actual a las previsiones del Estatut.
Es decir, que más o menos ambiciosa, más o menos profunda, más o menos en esta línea, una reforma se va a hacer. Dadas esas circunstancias, pues mejor si planteamos alternativas y las vamos introduciendo en el debate público.
¿Que hay pocas opciones de que hagan caso? Pues sí. Pero si estamos callados entonces si que es obvio que no habrá cambio alguno.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 03 de noviembre de 2010 a las 1:49 pm
En parte lo preguntaba porque pensaba que lo de Camps era una frase para la galería, que para cambiar la ley necesitaría al Psoe y que nunca se pondrían de acuerdo.
Y no me interpretes mal(me explico mal yo, más bien), que si solo se hubiera tenido en cuenta siempre a quien hablara en idioma «realpolitik» lo mismo seguíamos pegándonos garrotazos en cuevas
Comentario escrito por varo — 03 de noviembre de 2010 a las 4:07 pm
A nivel nacional sólo estarían interesados en que hubiera un cambio que atajara la perversidad actual tres partidos: PSOE, IU y UPyD.
Los nacionalistas (por su ámbito regional) y el PP (por su caracter mayoritario en las provincias menos pobladas) no creo que estén muy dispuestos a modificarla.
Vamos, que como haya que esperar a que el PSOE alcance una mayoría absoluta la ley la va a acabar sancionando la reina Leonor.
Comentario escrito por Swampling — 03 de noviembre de 2010 a las 4:27 pm
Uf.
Quiero decir: no lo veo, por mucho que Camps lo diga.
Por cierto: ¿qué pasa con la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General? ¿El planteamiento de Camps es compatible con esa norma?
Pregunto desde la ignorancia.
Comentario escrito por Borde — 03 de noviembre de 2010 a las 10:31 pm
Una pregunta: ¿La Constitución obliga a todos los Estatutos de Autonomía a establecer una Asamblea Legislativa? ¿sería constitucional un Estatuto de Autonomía sin Asamblea Legislativa? Creo recordar que en la carrera algún profesor comentó que la Constitución sólo fija la existencia de Asambleas Legislativas para algunos Estatutos, que no necesariamente en todos los casos era necesaria su presencia…
Lo digo porque si en Valencia son 99 diputados, extrapolando este dato al resto del Estado a una media nacional de 100 diputados autonómicos, por 17 Comunidades, a una media, por decir una cifra, de ingresos anuales brutos de 50000 euros por diputado… podríamos ahorrarnos un buen dinero, así como discusiones sobre sistemas electorales… no sé cómo sería la elección del Consejo de Gobierno autonómico… quizás un sistema presidencialista que sólo responda ante el poder judicial… quizás algo parecido a lo que son las Diputaciones provinciales…
También en Madrid, Asturies y en Murcia ha habido o hay ideas de reformar el sistema electoral, en estos casos rompiendo el colegio electoral único y creando varios distritos (En Madrid creo recordar que era algo así como Madrid ciudad, Sierra Norte, Sur, Vega y Corredor del Henares; en Asturies Occidente, Oriente y Centro; en Murcia sería lo de los antiguos cantones, Cartagena, Lorca…)
Comentario escrito por Abogangster — 04 de noviembre de 2010 a las 1:46 pm
Pues a mí me parece que el sistema que comentas sólo favorece más aún a la partitocracia, solo que dando fuerza a los partidos, hasta ahora, sin apenas representación por la dispersión de los votos.
Para mí las alternativas son dos, circunscripción única por elección (nacional, autonómica, local), así cada partido saldría según su % de votos, evitando que las piedras voten, o bien, circunscripciones unipersonales por cada X nº de votantes, para saber quién es mi diputado y pedirles responsabilidades.
Cualquier intermedia, como la que propones, creo que no resuelve nada.
Saludos
Comentario escrito por asertus — 04 de noviembre de 2010 a las 3:52 pm
Abogangster: café para todos.
En cuanto al ahorro: tenemos un nivel de empleo público que en cantidad y calidad se aproxima a algún estado fallido de esos a los que mandamos a la Guardia Civil a convertir guerrilleros en policías. A veces me da por pensar que si seguimos así, Bruselas acabará enviando a España una delegación de funcionarios a enseñarnos a organizar el Estado. Y entonces nos enteraremos -los que no lo sepan ya, que me temo que son muchos- de lo que es una buena burocracia estilo Merton.
Discrepo completamente de la común afirmación de que sobran funcionarios. Sobre todo cuando a continuación se reclama un centro de salud, un colegio y una patrulla de policías en cada esquina.
Cinismo estatista, creo que le llaman.
Comentario escrito por Borde — 04 de noviembre de 2010 a las 5:10 pm
Para «Borde»: Estoy completamente de acuerdo contigo en que hacen falta más profesores y médicos; lamentablemente, la idea que vulgarmente se tiene de un funcionario, cuando se dice que no trabajan, que cuestan mucho y que son muchos, es la funcionario de ventanilla o la de los oficinistas que dibuja Forges, y nos olvidamos que los funcionarios son también los profesores y médicos. No he dicho que sobren funcionarios (pero diputados, autonómicos o estatales, seguro que sí sobran unos cuantos…)
Simplemente preguntaba si es jurídicamente obligatorio, en la medida en que no estamos en un Estado Federal, tener 17 parlamentos además del estatal… y aprovecho ahora para preguntar si podría darse el caso, válido constitucionalmente, de llegar a tener 17 sistemas electorales además del estatal… a un paso de las famosas papeletas mariposa de Florida
Comentario escrito por Abogangster — 05 de noviembre de 2010 a las 10:44 am
Está claro, Varo, está claro.
Aboganster, las CCAA que accedieron a la autonomía por la «vía lenta» (todas menos Andalucía, Cataluña, Euskadi y Galicia) no tienen por qué tener Asamblea Legislativa. Podrían prescindir de ella y no tener competencias legislativas. Ser como Ceuta y Melilla, vamos. Gobiernos regionales, incluso con bastantes competencias y capacidad de ejecución, pero que dependen de leyes estatales.
De todos modos, que sea constitucionalmente posible no significa que parezca que la evolución vaya en esa dirección. ¡Antes veremos un parlamento en Ceuta y Melilla o reconocer competencias legislativas a sus entes locales que lo contrario! De hecho, ya hemos empezado a verlo con la reforma sobre la capacidad en materia fiscal de las Juntas forales vascas.
Borde, la LOREG se aplica a las elecciones generales, europeas y municipales. Sobre todas ellas tiene competencia el Estado. Pero cada Comunidad Autónoma es competente para regular por sí misma sus propias convocatorias electorales. Como por otra parte es lógico. De modo que Valencia, y cualquier otra autonomía, sí pueden reformar sus leyes electorales pasando de la LOREG y estableciendo sistemas diferentes.
De hecho, ésa es la gracia de las autonomías. Que pueda haber diversidad y soluciones distintas ¡Para aplicar todos el mismos sistema no hace falta tener competencias legislativas!
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 05 de noviembre de 2010 a las 3:12 pm
La verdad, no creo que eso aquí funcione.
Quizá el diputado se debería a su circunscripción, pero es evidente que las listas las siguen haciendo los de la ejecutiva central del partido, por lo que a la hora de votar seguramente tenga más presión lo que diga el partido que lo que piensen los electores. A fin de cuentas, dejar un partido mayoritario para presentarte por libre es muy arriesgado, dado que te quedas sin infraestructura. Tampoco sé si puede hacerse desde un punto de vista legal. Se supone que el sistema debe ser proporcional y que la circunscripción es la provincia. No sé hasta qué punto es factible una lista única a nivel regional (o estatal) combinada con circunscripciones que eligen un solo diputado.
Lo correcto, a mi modo de ver, sería un sistema proporcional puro, una lista única (incluso en las generales) y eliminar barreras, que un 0,90 % de los votos se corresponden a 3 escaños en el Congreso. La gobernabilidad es una excusa de mal pagador, lo que no me encaja es que con el 35 % de los votos puedas aspirar a la mayoría absoluta. Si les faltan soportes, que negocien con la oposición, que se supone que para eso está el Parlamento, y no únicamente para hacer de correa de transmisión del Ejecutivo.
Comentario escrito por Lluís — 06 de noviembre de 2010 a las 10:07 am
Lluis, diras lo que quieras sobre la proporcionalidad total, pero el espectaculo italiano ó israelí no parece el más edificante. Ni bipartidismo a la inglesa ni el shaass tocandote los huevos día si, día tambien.
Otra cosa es tirar de porcentajes para cargarte a los partidos pequeños, como en la Comunidad Valenciana, donde se exige un 5% a nivel de todo el pais para sacar un escaño, perdiendo los parlamentarios que pudieran sacar en cualquier provincia.
Y , por último y nos menos importante, y dirigido a los partidarios de listas únicas: Ya puestos nos ahorramos el parlamento y cambiamos todo por una Junta de accionistas. Cuando haya que debatir algo ( ¿Sirven para algo los debates en el sistema actual, más que para autopromoción?) que presenten a alguien contratado por una ETT y cumplimos el trámite, total todo lo negociable ya se habrá hecho a mantel puesto. Nos ahorrariamos una pasta en pensiones y subsidios y en gastos fijos de luz y calefacción. Y la estructura d ecorreveidiles territoriales se podrái mantener igual, bastaría con un delegado provincial y un departamento de marketing
Comentario escrito por galaico67 — 06 de noviembre de 2010 a las 7:29 pm
Ya ha vielto a salir en El Pais…¿Se atrevería a un sistema a doble vuelta si no hay mayoria? ¿a que va a ser que no?
Comentario escrito por galaico67 — 12 de noviembre de 2010 a las 11:31 am
¿Mande? ¿Qué quiere decir eso de que ha vuelto a salir en El País?
Por lo demás, por supuesto que me atrevería con un sistema a doble vuelta si no hay mayoría. De hecho, si me apuran, me apunto al sistema, para los distritos mayoritarios, que se acaba de aprobar en California:
http://www.calvoter.org/index.html
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 12 de noviembre de 2010 a las 11:36 am
Ayer salia en el periodico que se iban a poner a ello.
Lo de la doble vuelta no iba contigo, iba con que no creo que le agradara a Camps. La capacidad de hacer coaliciones no es uno de los fuertes del PP.
Comentario escrito por galaico67 — 12 de noviembre de 2010 a las 12:28 pm
Todavía no hemos superado el «un hombre o mujer, un voto», todo lo que podemos es trabajar para que sea así. Cualquier fragmentación de circunscripción electoral favorece enormemente el bipartidismo de la alternancia y lamina a las inmensas minorias. Ese es el lastre antidemocrático de nuestro Sistema Electoral Estatal de circunscripciones provinciales y diputados asignados, y que se mejora bastante en las Autonómicas por el mayor número de representantes y una población con aceptable distribución entre las tres provincias, que hace que la sobrerepresentación de Castellón sea de decimales.
El problema de la «partitocracia» no se arregla con un sistema electoral más deficitario todavía en representatividad democrática, pues si bien es cierto que facilita «candidaturas locales» -al margen del bipartidismo- su sistema mayoritario del que más voto tiene se queda toda la representación, lo que lo hace es atractivo para los intereses económicos locales y la Corrupción. Hacer bien las cuentas y ver «sitio por sitio», extrapolar los datos y comprobareis que el partido que obtendría un incomparable ascenso y sobrerrepresentación sería el PP. Solo unos pocos socialistas y NADIE más. Con el tiempo saldrían solo algunos «independientes» más ligados a intereses locales.
Comentario escrito por Antonio Arnau — 27 de diciembre de 2010 a las 10:02 pm