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Hoy es el día en que los diferentes candidatos a disputar primarias en el PSOE han presentado sus avales y la dirección local o regional correspondiente les ha confirmado, o no, que pueden seguir adelante con las primarias ya como candidatos. Frente al gran circo organizado en Madrid (que a mi juicio, sobre todo, es la mejor prueba de los peligrosos que conlleva la ocurrencia de que un Presidente del Gobierno decida quedarse en agosto en Moncloa en lugar de irse de vacaciones, pues a los 3 días se queda sin nada que hacer, dado que la actividad del país y de la Administración es nula, y empieza a maquinar maldades, por puro aburrimiento y ponerse a hacer algo, de donde nada bueno puede salir: ya sea para reformar el mercado de trabajo y cargarse derechos de los trabajadores, ya sea para poner en marcha un «genial» proceso de primarias que le llevará a dar un maquiavélico golpe de timón a las expectativas de su partido y a su imegne pública con los resultados que todos hemos podido comprobar), al que se ha prestado gran atención, tenemos también otras pistas de circo igualmente entretenidas en otras Comunidades Autónomas (Murcia, Canarias, La Rioja) y muy especialmente en la Comunidad Valenciana, donde en las dos principales ciudades (Valencia y Alicante) se van a disputar primarias mientras que a escala regional, a estas alturas, parece ya evidente que, en cambio, no será así tras la última exhibición de «talante» de la dirección regional del Partit Socialista del País Valencià, que ha dejado fuera al ex-Ministro Antoni Asunción anulándole en plan chungo no sé cuántos avales tras haberle puesto mil y una zancadillas previas.
Todo este espectáculo permite reflexionar sobre muchas cosas (si es éste el mejor modelo, si acabaremos llegando a que se generalice por influencia de los EE.UU., si es mejor abrir el proceso a la sociedad como en Francia o los propios EE.UU. o que sean primarias internas, si las expectativas de un partido se fortalecen como consecuencia de estos duelos y la atención que generan…) pero a mí, esencialmente, me interesa destacar la contradicción que supone que los agentes articuladores de los mecanismos de participación e institucionalización de las prácticas democráticas, esto es, los partidos políticos, sean, a la hora de la verdad, tan poco democráticos en su funcionamiento interno. Y lo sangrante que es que esto se visualice con particular intensidad justamente cuando concurre un elemento como el de las primarias que, precisamente, debiera ser todo lo contrario, caray, una oda a la vida democrática y libre dentro de los partidos.
Dinámica peligrosísima porque para que una democracia sea sana y funcione satisfactoriamente es imprescindible que los agentes que participan en el proceso deliberativo y lo canalizan electoralmente sean, a su vez, democráticos y estén abiertos a la participación y a la porosidad social. A largo plazo, si los partidos no cumplen adecuadamente con estas exigencias, se genera un descrédito ganado a pulso que los condena a concentrar poder pero carecer de autoridad social y de legitimidad ante los ciudadanos. Basta ver lo que ha ocurrido con los sindicatos en las útimas décadas, y cómo su acumulación de poder y la manera en que lo han articulado los ha convertido en entes socialmente desacreditados y parias en términos de legitimidad (con las desastrosas consecuencias que, en el fondo, ello conlleva y si alguien no lo tiene claro que reflexiones sobre la evolución de nuestras normas de protección social a medida que la imagen pública de los sindicatos ha ido enfangándose más y más) para que podamos intuir qué puede acabar pasando, qué está ocurriendo ya, con nuestros partidos políticos.
De hecho, en España tenemos un problema creciente en este sentido, que se traduce en un mal funcionamiento de nuestra democracia. Gran parte de los problemas que padecemos pueden reconducirse, en tanto que consecuencias bien mediatas, bien inmediatas, al modelo de partidos que padecemos y que, además, se encuentra reforzadísimo, apuntaladísimo, por un sistema electoral que ofrece perversos incentivos a las formaciones monolíticas y a las estructuras grandes, potentes y consolidadas por encima del valor personal, y de la confianza que pueda generar en la ciudadanía, de una persona.
En la práctica, a día de hoy, los partidos políticos son organizaciones muy burocratizadas donde quienes tienen el poder son, por así llamarlos, «los funcionarios del partido». Estas personas viven instaladas, como consecuencia de ello, en una lógica de funcionamiento que prima los intereses y equilibrios orgánicos frente a la implicación social. La dirección de los partidos ha de tener contenta a esta masa de militancia, que supone un porcentaje importante y que, además, es la más activa e implicada, con toda suerte de pactos y repartos de poder, y a ello dedica gran parte de su tiempo y actividad. La proyección social es lo de menos. Ganar elecciones, incluso, también, pues se puede vivir bien, si tienes tu espacio en el partido fortificado, en la oposición. Muy bien, de hecho. La apertura para permitir la participación de colectivos sociales o de personas con preocupaciones de tipo cívico, también. Y, como resultado de todo ello, se conforman unas elites burocratizadas, que apenas han hecho otra cosa en la vida que vivir en la estructura del partido (y de la estructura del partido), sin excesiva formación, sin experiencias vitales o laborales más allá de la dinámica reseñada. Unas castas de partido que, además, están dispuestas a hacer cualquier cosa para conservar sus espacios de poder, por pequeños que sean, ya que les va la vida (casi literalmente, pues sí les va la forma de ganársela) en ello. Frente a las que otro tipo de personas, en un fenómeno que se retroalimenta, acaban entregando bandera blanca. Porque cualquiera con otras opciones, formado, capaz, expectativas profesionales… acaba llegando a un punto en que decide que no le compensa tener que pasar por según qué aros y se acaba largando. Sólo una extraordinaria vocación de servicio público, que indudablemente conservan algunas personas (¡sí, incluso en los partidos políticos españoles quedan entusiastas vocacionales!), puede compensar las ganas que dan de largarse cada dos por tres cuando se conocen las interioridades de la vida de partido. Y, como consecuencia de ello, las burocracias internas plagadas de «profesionales de la política» cada vez son más monolíticas. Basta echar un vistazo a las planas mayores de los grandes partidos, o a la ejecutiva de cualquiera de ellos en no importa qué Comunidad Autónoma, pueblo o ciudad, para entender de qué estoy hablando.
Para acabar con este estado de cosas sería importantísimo lograr una reforma electoral que permitiera más representatividad y no masacrara a los partidos pequeños (como ya hemos comentado), un modelo que quizás combinara listas proporcionales con distritos uninominales y, en general, una reforma en los usos y paautas electorales que pudiera pasar, incluso, por incluir listas abiertas. Porque, de otro modo, estas burocracias de partido se hacen día a día más fuertes. ¡Si incluso viven muy bien perdiendo elecciones siempre y cuando conserven el poder interno!
Pero más allá de eso conviene empezar a exigir, como ciudadanos (lo cual se traduce en votar de una determinada manera), pautas de participación eficaces en el seno de los partidos y una mínima aplicación del principio democrático que la propia Constitución obliga (art. 6) a los partidos políticos a cumplir. Como es obvio, no necesariamente pasa la democratización por un modelo de primarias (podría haber otros perfectamente democráticos que prescindieran de ellas), aunque probablemente éstas son la única manera realista de romper las dinámicas unitaristas y monolíticas del actual sistema de partidos. Pero, sea con primarias o sin ellas, lo que es imprescindible es denunciar los usos totalitarios y anti-participativos tan frecuentes en las actuales estructuras de poder de los partidos. Que, por ejemplo, con el actual proceso de primarias, están apareciendo en todo su esplendor en el PSOE (y especialmente en el PSPV, caso que conozco más por una cuestión de cercanía).
¿Cómo es posible que un partido ponga en marcha un proceso de primarias que, supuestamente democrático y participativo, a la hora de la verdad está plagado de decisiones incoherentes con esa orientación? Repasemos, tomando como ejemplo lo que está pasando en el PSOE (y particularmente en el caso de Asunción, que es el más espectacular por la pertinaz incomprensión de la esencia de la democracia que tienen los dirigentes del PSPV y porque, a diferencia de lo que ha ocurrido en Madrid, no hay una lucha de dos «aparatos», el federal y el regional, uno contra otro, sino de un aparato para aplastar a los militantes de base y la expresión de su voluntad):
– ¿Es razonable pedir firmas para optar a las primarias y no dar el censo de personas de entre las que se tienen que sacar esos avales? Si bien es perfectamente razonable exigir firmas para garantizar que quienes se presentan tienen un mínimo de apoyo, es dudoso que sea preciso que el porcentaje sea tan elevado (pedir la firma del 15 ó 20% de una organización donde un número importantísimo de militantes está en estado de hibernación es un requisito cuando menos exigente). Pero, sobre todo, es impresentable que no se aporte el censo de militantes a quienes han de reunir las firmas mientras que el candidato del aparato, en la práctica, sí dispone de él. Como es evidente, esta medida persigue un único objetivo: dificultar y hacer perder el tiempo a quien ha de recoger avales (que ha de indagar quién es militante y quién no, quién aparece en el censo y quién no, quién está al corriente de las cuotas y quién no…)
– ¿Es razonable que avalar la presentación de alguien a un proceso electoral comporte que no se pueda avalar a nadie más? Una de las reglas básicas de la democracia es que incentivar el debate, la discusión y la participación es un bien en sí mismo. Precisamente por este motivo es perfectamente posible, razonable e incluso plausible que una persona, aun difiriendo del proyecto político de un compañero, pueda desear darle su apoyo porque entiende que es bueno que se pueda presentar, se discutan las cosas y, a la postre, el que haya logrado convencer a más gente, gane. Sin embargo, el PSOE ha impuesto la prohibición, absurda e incoherente, de que se pueda avalar a más de un candidato. Si se hace así, además, ni siquiera se consulta al militante qué aval prefiere que valga (o ni siquiera se da validez, por ejemplo, al último), sino que se anulan los dos avales. Esta regla confunde avalar para presentarse a un proceso con la elección de tu preferencia, donde, como es obvio, la lógica dice que se ha de optar por una de las alternativas. Y la regla, que quizás no tenía esa intención, ha sido usada, sobre todo en Valencia, de una manera escandalosa: aprovechando la capacidad de «presión» de los candidatos oficiales (conocen el censo y, además, son quienes mandan, por lo que la gente es reacia a negarles nada) han puesto a los aparatos a recoger firmas para ellos, a pesar de que ya habían sido proclamados candidatos por las respectivas ejecutivas con la expresa y expresada intención de lograr, por esta vía, «achicar» el espacio de los candidatos alternativos y, a la postre, dificultarles la consecución de los avales por la vía de lograr anulaciones masivas.
– Por último, la gestión de plazos y demás garantías ha sido de risa. Gente como Asunción ha tenido apenas dos semanas para lograr más de 3.000 avales (a pesar de lo cual los ha logrado, otra cosa es que luego se los hayan anulado en plan chungo acudiendo a elementos como los ya explicados). Pero las cosas son incluso peores en el Ayuntamiento de Valencia donde, por ejemplo, el candidato alternativo, Manolo Mata, ha tenido que lograr los avales (unos 400, el 20% del censo de la ciudad de Valencia)… ¡en menos de una semana! A pesar de estas dificultades, al parecer, lo ha logrado, superando con suficiente amplitud la cifra como para que las maniobras anteriormente reseñadas no deban afectarle en exceso y demostrando hasta qué punto la militancia de los partidos, o al menos el sector que no participa de los cargos orgánicos, está tanto o más harta de este tipo de modos y maneras de actuar que la propia ciudadanía.
En conclusión, que por mal camino van los partidos políticos españoles si no entienden que, a medio y largo plazo, estas prácticas de endogamia parasitaria del partido les condenarán a un triste destino, semejante al de los sindicatos. Habrá algún cínico que dirá que, total, a ellos, plim, mientras sigan teniendo poder, eso de la autoridad y la legitimidad. Pero nadie sensato puede estar satisfecho, dentro de los sindicatos, al ser conscientes de que su acumulación de poder ha ido de la mano de un creciente descrédito social que a día de hoy les convierte, de facto, en organizaciones socialmente figurativas, preludio de la desaparición, poco a poco, del poder institucional que tienen. Es decir, que la propia supervivencia de su medio de vida, a este paso, acabará puesta en cuestión.
Habrá también además quien pretenda resaltar, al margen de esta apelación al interés del cínico, los beneficiosos efectos sociales derivados de que los partidos funcionaran de otra manera. Pero, en este caso, de tan obvio que es el asunto, casi que mejor ni ponerse a explicarlo. Porque todos los tenemos claro… menos quienes están a día de hoy en las ejecutivas de los partidos políticos españoles.
17 comentarios en La pseudo-democracia interna de los partidos políticos españoles
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Je, pues mira lo que dicen en Público:
http://www.publico.es/espana/337942/psoe/no/primarias/valencia/antonio-asuncion
Leyendo eso, cualquiera diría que Asunción es un tramposo submarino de la derecha en plan Rosa Díez.
Comentario escrito por pinkfloyd — 22 de septiembre de 2010 a las 3:47 pm
¡pero bueno! ¡con artículos como éste se le está haciendo el juego a la derecha! ¡a quejarse a intereconomía!
Comentario escrito por karpov — 22 de septiembre de 2010 a las 4:07 pm
¿Y no sera que a los autores de esta insigne página les cae bien Asunción ya que ha sido el único político que se ha dignado a darles una video-entrevista, en la que por cierto se la metió doblada diciendo que el ya estaba retirado del «juego»?
Coñas marineras aparte, al votante valenciano del PSPV le van a dar a elegir entre susto o muerte. O el fosil viviente de Asunción, que ya se pegó la toña en su momento. O el maricomplejines monaguillo de barrio de Alarte. El PP valenciano por contra, frotándose las manos…»¡four more years!»
Comentario escrito por Garganta Profunda — 22 de septiembre de 2010 a las 9:46 pm
¡Confieso que soy un agente de Libertad Digital e Intereconomía, siguiendo una estrategia diseñada por Blasco, para tratar de desestabilizar a ese ente intachable que es el actual PSPV!
Es que, caray, ¡algo habrá que hacer contra Alarte y compañía para tratar de hacerles pupita porque, a este paso, nos sacan una mayoría absoluta hegemónica por 30 años y nos desgracian. Pero nada, ni así logramos que se inmuten…
:-)
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 23 de septiembre de 2010 a las 1:25 am
Andrés, una pregunta: cómo es que nadie ha pensado en Ángel Luna, que sin ser una cosa pitufísima suele dar más guerra que Alarte y no tiene esa imagen de pringao?
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 23 de septiembre de 2010 a las 9:49 am
Yo, lo que no entiendo, es lo que pinta un señor como Asunción presentandose a unas primarias. Vale que Alarte es nulo como fuerza politica de cambio, que Camps lo ha llevado una y otra vez a su terreno, pero no entiendo que hace este señor moviendo hilos a un cuarto de hora de la elección de candidatos. Si hubo que hacer un trabajo politico fue cuando Pla se suicidó politicamente, que un hombre del partido de toda la vida salgo con lloros de censos a estas alturas de la pelicula, cual militante espinilloso y virgen, es para mandarlo a fer la má ó a mmamarla directamente. Cualquiera que siga la politica valenciana con un mínimo de desapego ha visto hace meses que Alarte no da el perfil. Que ahora se presente un señor alejado de la politica valenciana visible (en la invisible y familiar puede ser el puto amo )desde hace años, que no ha estado aqui en los años de crecimiento de población, de enladrillamiento general, de solarina, a unas primarias sera todo lo democrático que quieras pero es politicamente estúpido. Ni lo conocen más alla de su casa, ni conocemos sus opiniones sobre los temas que han marcado esta vuestra Comunitat ( ó España, no lo vamos a comparar con Trini vs Goméz) ni representa nada para las decenas de miles de votantes que se han incorporado en los últimos dieceis ó veinte años. Vamos, un chollazo de candidato.
Ya puestos a pedir democracia, y a escandalizarnos por su falta, habría que empezar un poco más abajo.
Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2010 a las 9:51 am
Otis, la respuesta es sencilla: Alarte y los suyos mandan en el PSPV con una serie de objetivos debidamente priorizados, que son:
– Prioridad 1: Conservar el poder orgánico y las poltronas asociadas
– Prioridad 2: Ganar, si se puede, las elecciones, para así tener más poltronas asociadas a mandar.
– Prioridad 3: La mejora de la vida de los ciudadanos del país, en clave ideológica de centro derecha, que es lo que representan, pero con buena voluntad (o eso se les supone).
Como se verá el orden de los factores es perverso. En un mundo ideal debiera ser al revés. Pero no vivimos en un mundo ideal.
Fíjate que no descarto que para ellos el punto 3 sea importante o exista. No creo que no aspiren a algo así. El drama es que, por incompetencia y carácter han logrado situar al partido en tal punto que no es que el punto 3 haya pasado a ser secundario o irrelevante. ¡Es que incluso el punto 2 ha dejado de importarles hace tiempo!
Con lo cual, plantear que puedan presentar a Luna o cualquiera que te parezca una buena opción es, simplemente situarse en un plano totalmente diferente al suyo. Ellos van a presentar a Alarte, porque es el jefe de la tropa, el que les da de comer y el que «se ganó» el derecho a base de lograr ser elegido secretario general.
Que tenga más o menos opciones es algo, a estas alturas, irrelevante. Y, por supuesto también lo es que el chico sea más de centro-derecha que nada que pueda tener algo que ver con la izquierda.
Por otra parte, galaico, el proceso de primarias, justamente, habría servido para que Asunción demostrara su compromiso con el partido y para que se conocieran sus propuesta. Y luego, joder, pues a votar. Si no pasa nada!!! Si es lo más normal del mundo. Para eso, precisamente, sirve un proceso así.
De hecho, lo increíble, si supuestamente es un tipo tan alejado de la vida del partido y todo eso, es que en 2 semanas haya conseguido al menos 3.000 avales. Por situar en su contexto el asunto, el día que anunció su intención de ponerse a buscarlos los alartistas iban por ahí sacando pecho y diciendo que haría el ridículo y que no sacaría ni 200.
A la semana empezaron a acojonarse y empezó el espectáculo que hemos vivido de presiones, coacciones y chungueces de todo tipo.
Porque, qué queréis que os diga, a mí lo de que se negaran a darle el censo del que tiene que sacar las firmas me parece alucinante y totalmente inaudito en cualquier proceso de este tipo. De hecho, me alucina que cualquier miembro de un partido político o asociación no pueda saber quiénes son los miembros de la misma.
Por no hablar de que, a medida que se van conociendo detalles del «recuento» realizado de madrugada y aprovechando la ausencia de cualquier observador externo o de la candidatura de Asunión, es decir, sin testigos, la imagen que uno se hace de cómo entienden la democracia interna los del PSPV de Alarte empieza a dar, directamente, miedo.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 23 de septiembre de 2010 a las 12:57 pm
«De hecho, lo increíble, si supuestamente es un tipo tan alejado de la vida del partido y todo eso, es que en 2 semanas haya conseguido al menos 3.000 avales. »
Vamos a ver, que ya empezamos…yo no he dicho que esté alejado del partido, he dicho que está alejado de la politica valenciana, entendiendo como politica valenciana tener presencia pública y real durante los últimos años. Si entendemos como «politica valenciana» contar con el apoyo de alguna de las famiglias en las que se divide el socialismo valenciano, parece evidente que de los que auparon a Felipe y a Lerma al machito aun deben quedar unos cuantos vivos, y eso, en una comunidad como esta, debe dar para conseguir unos miles de avales. Asi que si entendemos «politica» como seguir teniendo apoyos en el partido, es un politicazo. Si lo entendemos como dedicarse a los asuntos de la «polis», me parece que va a ser que no.
Y reiterando, por si no había quedado claro,que Alarte en un soso, que da una imagen entre homenet y cagamandurries y que si está ahí es porque no variaba los equilibrios de poder entre las famiglias, sigo pensando que Asunción es un paracaidista, que, encima y habiendo toreado en las plazas en las que ha toreado, se las da de virgen. Y eso , pues no. Que , como cuentas, ha conseguido los avales en un tiempo record, que si tiene buena información, como demuestra su fantastico empujón final. Otro caudillito (de aparato tambien) de última hora que busca su espacio en unas primarias para poder explicar su programa, cuando, más democratico, federal y guay hubiera sido que llevara un tiempo – que alomojo lo lleva y yo no me he enterado- explicando su programa por las agrupaciones, manifestando su disposición a competir con Alarte y , propuesto por alguna agrupación, finalmente competir. Que lo de Alarte es un desastre anunciado hace tiempo y que se confirma día a día, el mesias podría haberse dado un poco más de prisa para predicar la buena nueva…
Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2010 a las 2:45 pm
Coño, galaico, ¡es que si aplicamos el argumento de que a estas alturas nadie se puede poner manos a la obra si en el pasado se dedicó a otras cosas entonces a nadie le concederemos legitimidad para aparecer y cambiar a los que ya están! Porque siempre se podrá decir eso de, ¿y Usted dónde estaba hace 10 años?
En cualquier caso, Asunción te puede gustar más o menos, pero esa valoración habría estado bien que se hubiera permitido que los militantes hubieran llegado a hacerla por sí mismos en unas primarias. La pena es que, guarreando, se prive de esa opción.
Y una matización: Asunción es una de las bestias negras del lermismo, que ha dado su apoyo en forma de avales, en bloque, a Alarte (ha presentado más avales del lermismo que de sus teóricos caladeros, de hecho). Es decir, que los 3.000 avales no han sido movilizados por Lerma y Felipe. Intuyo que tienen un origen más plural y un denominador común; un cabreo de cojones con la actual dirección.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 23 de septiembre de 2010 a las 4:56 pm
No se trata tanto de la ausencia como de la oportunidad. Aparecer en el momento donde más se puede dar por culo y no antes es tener un don. No se, son cosas más de Curro Romero que de un político con proyecto. Con nuestros politicos llevando complejas tareas multiples – desde despachos de abogados a agilización de tramites- ahora va a resultar que el comercio de la lubina impide tener presencia pública política.A proposito ¿Cual es su proyecto?.
Pero a lo que vamos. ¿Son buenos los procesos de primarias? Si. ¿Resulta inteligente un proceso en el que «caudillos» se presentan, ya sea con el aval del aparato ya sea con el aval de una unión heterogenea de cabreados? Pues no. Lo que habría que plantearse es la misma elección del Secretario General, ya que esto no es más que una chapuza de segunda vuelta, en la que ya vuelan acusaciones de pucherazo y acusaciones de trato de favor económico. Vamos, que ferpecto y bebodable, como dar, en nombre de la democracia,lecciones de como no hacer las cosas.
Realmente, ante la peste que empieza a envolverlo todo, solo una pregunta ¿Por que ahora? Viendo la desastrosa trayectoria de Alarte, ¿No hubiera sido más cambiar de secretario?
Nada, que lo confirmas, famiglias, solo famiglias. Yo pensando que ya no había lermistas ( pensaba en la gente que votaba a Lerma, que votaba en tiempos de Lerma..) y resulta que hay lermistas y habrá ciprianistas, plaistas, callesistas, colomeristas, lunistas….. ¿No será mejor enviarles luparas?
Comentario escrito por galaico67 — 23 de septiembre de 2010 a las 6:17 pm
Ah!, el PSPV, esa gran casa de putas sin ama…
Puede que Asunción esté alejado de la «vida política valenciana», pero es que Alarte a pesar de ser Secretario del partido, no las ve venir desde que fue elegido. El pifostión que se va arrear va a ser de aupa.
Y como bien dice Andrés, es MUY significativo ver como Asunción, sin apenas tiempo, sin apenas listas y siendo como es un fosil viviente del socialismo valenciano, ha fet una «arreplegà» de 3000 firmas, con Alarte haciendose «caquita» en la sede de Blanqueries.
«Prioridad 1: Conservar el poder orgánico y las poltronas asociadas.»
Para Alarte el merito ya es entrar en el Consell (del que aun no es miembro)
Comentario escrito por Garganta Profunda — 24 de septiembre de 2010 a las 8:10 am
Es que lo más acojonante y revelador de la incapacidad del actual equipo que dirige el PSPV es que llevan tres años al mando, haciendo y deshaciendo, dedicados a consolidar su poder orgánico y poca cosa más y a la mínima, en cuanto se les presenta alguien como Asunción, con una excelente imagen pública y buen cartel pero alejado estos últimos años de la vida de partido, se lo hacen encima y actúan en consecuencia, contribuyendo a acrecentar la imagen de chunguez que tenemos los ciudadanos sobre ellos. Pues ya no es que sean más o menos incapaces y maniobreros… ¡es que además son débiles!
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 24 de septiembre de 2010 a las 9:36 am
¿Y qué me dices Andrés de la actitud barriobajera lindando con «The Godfather part Two» de Pepiño Blanco e Hypatia de Benidorm…
«O Asunción demuestra el fraude o tendrá un problema», Pepiño dixit.
No ha dicho QUE problema. Puede que se encuentre el cuerpo yermo de Asunción en la acequia de Mislata con un fartó incrustado en la cabeza. Por decir algo.
Volviendo al tema del liderazgo en el PSPV, no se si te has parado a pensar en el «L´Hortismo» endémico en el que el PSPV se haya inmerso. Fijate si no en la confrontación: El ex-alcalde de Manises vs. El ex-alcalde de Alaquas. Parece que lo que importa es el Cap-i-casal y poco más. De Alzira para abajo, de Cheste para la izquierda y de Sagunto para el Norte…TERRA INCOGNITA!!
Comentario escrito por Garganta Profunda — 24 de septiembre de 2010 a las 10:36 am
Ehhh, Garganta, un respeto a las gentes del sur, que nos han brindado a alguien tan irrepetible como Hipatia de Benidorm.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 24 de septiembre de 2010 a las 10:53 am
La Ninfa de Benidorm, como buena trepa e hija de trepas que es, se sabía al dedillo como ir directamente de Alicante (o mejor dicho de Benidorm del Secarral) a «Madriz» sin pasar por la casilla de «Valensia del Turia».
Vamos, que es del PSPV por circunstancias de la vida.
Comentario escrito por Garganta Profunda — 24 de septiembre de 2010 a las 11:17 am
El problema es que los diputados, senadores y concejales son meros títeres del aparato del partido. No se dedican al trabajo de parlamento sino al trabajo del partido, al igual que los liberados sindicales se dedican a trabajar para el sindicato y no para sus representados.
Debería acabarse con los políticos profesionales, mediante limitación de mandatos por ejemplo.
Al fin y al cabo deberían representar a sus iguales, y todos sabemos que los políticos una vez llevan en el poder un tiempo ya no son nuestros iguales. No atienden a razones, sólo a razones del partido.
Sólo hay que ver una votación en el congreso. Nadie sabe lo que vota, ni siquiera se molestan en informarse previamente del contenido de la propuesta o de lo que le mandan votar; el portavoz levanta 1, 2 ó 3 dedos y según eso aprietan el primer botón, el segundo o el tercero.
Es vergonzoso.
Comentario escrito por oblongo — 07 de octubre de 2010 a las 12:16 pm
Es un viejo tópico, «los problemas de la Democracia se solucionan con más Democracia», que sigue conteniendo gran parte de la verdad de su origen y, su parte de mentira en el hecho de que sin redefinir los términos ya están vaciadas de contenido las palabras.
Del tema «Asunción» paso; como pase en 1999 cuando «los de siempre» le movieron la silla; curiosamente el mismo Lozano (Federación de Servicios Públicos de UGT) que ahora no asiste ostentosamente a la Proclamación de Alarte, tampoco acudió -como Recuenco, que fue diputado Lermista antes que SG de UGT- a la Proclamación de Asunción; aunque si acudieron al Mitin central de Esquerra Unida a hacerse la foto del abrazo, no por favor a EUPV sino por empujar a Asunción (para quién conozca como funcionan los grandes medios en «estilo y línea editorial», les resultara interesante ver como El Pais de eleccione 1999, describía la soledad de Asunción ante los Sindicatos y como «solo había recibido el FRIO abrazo de Joan Sifre», entoces SG de CC.OO y afiliado a EUPV). Las peleas de familias escapan a la racionalidad y son culebrones de los que es difícil que queden enseñanzas útiles de su seguimiento.
Pero la cuestión del funcionamiento democrático de los Partidos siempre me ha interesado, es difícil imaginar hoy el «éxito» en esa tarea (nada puede ser democrático sin aumento de la participación, la compartición de la información y la socialización de la formación, bases necesarias de una democracia deliberativa, en ausencia de la cual solo quedan «lideres», filias y fobias manipulables e inducidas por los «aparatos» de poder internos y externos). Pero si se puede pensar en un horizonte de trabajo «que sirve para caminar».
Yo entre en uno cuando colegas en otras actividades en los mm.ss, me contaban «cosas» que confirmaban que en la fuerza política que votaban había problemas de funcionamiento democrático. Una vez comprobado que siendo su funcionamiento el más democrático de «los realmente existentes», su «calidad» democrática dejaba mucho que desear, el trabajo estaba en organizarse para remover obstáculos. Nunca hemos conseguido mucho en lo principal, suficiente participación y masa crítica para que la Democracia Deliberativa funcione bien en todos los niveles, pero si progresos.
Para los procesos internos de elección, candidaturas, convocatorias extraordinarias de órganos decisorios, etc. hacia falta un 20% de avales, que inmediatamente de propuesto se bajo al 10%. En la siguiente Asamblea al 5%, y hasta la actual situación del 3% y Listas Abiertas con sistema «proporcional puro». Esto permite socavar la base de poder de las «familias» y deja fuera los «pactos cupulares», pues si no se logran los consensos reales y explicados «a todas y todos», cualquier descontento puede invalidar un pacto forzado (ya se ha hecho) pues cualquiera puede «abrir» la lista y quitar y poner candidatos y mover el orden de la lista; con lo cual si el acuerdo no llega a las bases con convencimiento, el «pacto» se invalida (cada familia se vota a si misma por miedo a ser «bajado»).
No es suficiente claro, pero ya ha permitido desencumbrar a supuestas mayorías que no eran tales, determinados poderes «centrales» que tenían su fuerza «en Madrid», y conseguido avances en la «calidad» que han permitido que una minoría en «peso orgánico» tumbase en Asambleas políticas estratégicas casi unánimes en «la Dirección» (hay que ver la cara que se les queda) SOLO hablando con convicción y claridad en la Asamblea.
Pensaba hablar de Las Primarias cuando empecé a escribir, lo dejare para otra ocasión, solo anticipo que NO son una panacea democrática «por si solas» y pueden ser una trampa en muchos de los casos reales que se pueden dar. Su principal virtualidad, la única en muchos casos, es que permite dirigirse a la gente y hablar de política (ya decía Oscar Wilde que le encantaban los Partidos porque eran el único lugar donde no se hablaba de política); por poner un ejemplo de símil más conocido, las recogidas de firmas, su principal valor no es «presionar» con el número, sino que permiten dirigirse a la gente e informar y explicar el problema haciéndoles pensar en las soluciones.
Comentario escrito por Antonio Arnau — 27 de diciembre de 2010 a las 11:19 pm