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¡Para una vez que un comisario europeo se pone valiente y dice algo decente deletreándolo con todas las letras y va y resulta que sale en tromba todo el mundo, incluido nuestro Presidente del Gobierno, inasequible al desaliento en su compromiso por dejarse la piel defendiendo a los más débiles, a poner a parir a Viviane Redding!
Recapitulemos: La Unión Europea, que para algo es ante todo un espacio económico integrado y unitario, tiene entre sus principios rectores básicos estructurales la idea de que capitales, mercancías y servicios han de circular libremente por el espacio común, por toda la Unión, sin que los Estados miembros puedan oponer mayores trabas. Se trata no tanto de alguno de sus principios básicos como del principio por excelencia. De esto, precisamente, iba en origeny sigue yendo en esencia este invento que es la Unión Europea. La lógica de mercado funciona mucho mejor sin restricciones de este estilo y se benefician enormemente de ello, ya saben, la competitividad, la competencia, el progreso… en fin, para qué les voy a contar.
El problema es que los medios y factores de producción, en estas economías postindustriales nuestras, todavía no se limitan únicamente a capitales, mercancías y servicios. Sigue haciendo falta mano de obra. La lógica del sistema exige pues que, de igual manera que capitales, bienes y servicios pueden moverse libremente en el marco de la Unión también puedan hacerlo los trabajadores y profesionales. Se trata de algo básico para que, de verdad, el mercado europeo funcione de modo unitario, sea competitivo, todos nos beneficiemos del enorme progreso que comporta, etc. Es lo que permite que las enfermeras españolas se vayan a trabajar al Reino Unido, los fontaneros polacos a Alemania, los electricistas checos a Francia y así sucesivamente. Y gracias a ello el equilibrio de mercado entre la oferta de fuerza laboral y la demanda por parte de empresarios y demás creadores de riqueza se encuentra equilibrada de una manera lo menos distorsionada posible, evitando ineficiencias y situaciones injustas. ¡Imaginen el precio de la hora de fontanero si no hubiera una horda de fontaneros polacos, según parece, aguardando en la frontera para instalarse en cualquier país occidental a poco que los precios de los de aquí se disparen!
Hasta este momento, todo correcto. Ponemos en marcha la libre circulación de personas, la vendemos como un avance democrático y de inclusión social, empezamos a hablar de «ciudadanía europea» y todos tan contentos. Pero, claro, cualquier buena medida puede tener su reverso tenebroso. Y en este caso, por ejemplo, nos encontramos con un caso muy claro. Las autoridades comunitarias, con toda su buena intención, abren las puertas a la libre circulación de personas y va y resulta que todo se acaba llenando de gitanos. Y no es lo mism. Una cosa es la libre circulación de personas y otra, dónde va a parar, la de gitanos. Porque, recuérdese, estamos hablando de la movilización de factores de producción. ¡Si esa gente lo único que hace es trasladarse de país para montar campamentos con un burro y una cabra para pillar ayudas sociales y parasitar a las sociedades de acogida, qué beneficio social aportan! Entiéndase por beneficio social, por supuesto, su capacidad para ser mano de obra eficaz y barata que coadyuve a contener el precio de ese desagradable factor de producción que es la labor de algún ser humano en la cadena productiva.
Como aquí tampoco estamos locos, que tampoco estos problemas nos han pillado desprevenidos, pues la Unión Europea lo ha tenido siempre bastante claro. Por un lado, avisados de que una cosa son las personas que conviene que sean libres de circular (europeos de países ricos y cualquier ciudadano que se quiera insertar en la cadena productiva a precios menores a los que imperaban habitualmente en su país de acogida) y otra bien distinta, aunque a veces se les llame igual («personas») esos seres humanos, como los gitanos, que se mueven de aquí a allá más por vicio y por incordiar que por motivos honrados, nuestro benéfico Derecho de la Unión ha previsto todo tipo de medidas para permitir restringir la circulación de gitanos y equivalentes sin que ello perturbe la de las personas en sentido estricto.
Por un lado se ha permitido a los países de la Unión que lo deseen restringir, en una medida excepcional y que va contra la lógica, como se ha explicado, de la esencia misma de la construcción europea, que limiten o impidan la libre circulación de ciudadanos de Bulgaria o Rumania hasta finales de 2013. Como se ve, sencillamente, hay una presunción de «gitanez» hacia cualquier habitante de esos países y, pues hala, a prohibir que entren y ya está.
Lamentablemente, todo lo bueno tiene un fin y esta simpática medida, dada su radical y absoluta incoherencia con la integración en un mercado común, no se puede mantener ad aeternum. Y, aunque no lo parezca, ahí está diciembre de 2013, a la vuelta de la esquina. De manera conviene buscar alguna medida adicional que sirva a los Estados miembros a efectos de disciplinar esto de la «libre circulación» para tratar de evitar que, en la medida de lo posible, sólo pasen personas y los gitanos se queden en casita. Como a la Unión Europea se le pueden reprochar muchas cosas pero no el ser ineficaz para estas cosas la Directiva (2004/28) sobre la circulación de personas se lo curra y en el apartado 10 explica que «conviene, sin embargo, evitar que los beneficiarios del derecho de residencia se conviertan en una carga excesiva para la asistencia social del Estado miembro de acogida durante un primer período de estancia. Por ello, debe supeditarse a determinadas condiciones el derecho de residencia de los ciudadanos de la Unión y los miembros de su familia por períodos superiores a tres meses». Es decir, que al margen de las posibilidades de deportación por robar o incumplir cualquier norma, también tenemos la posibilidad de, verificado que no estamos ante una «persona» (productiva, aseadita, limpia, ordenada…) sino ante una carga improductiva (gitano, en la neo-jerga comunitaria que se está imponiendo) poder suspender la vigencia del principio de libre circulación de personas … ¡pues a fin de cuentas, oiga, eso no es estrictamente una persona a los efectos (factores de producción) que al Derecho de la Unión importan! … y para casita.
Quiere decirse con esto que Francia, que además se ha amparado en la restricción hasta 2013 que afecta a ciudadanos búlgaros y rumanos, tiene perfecto derecho, según las normas de nuestra querida Unión Europea, a deportar a todos aquellos que, aprovechando de tapadillo eso de la «libre circulación de personas», se han hecho pasar por tales y se dedican, en lugar de trabajar, a generar costos sociales. Francia y, por supuesto, si es el caso, España o cualquier otro país de la Unión Europea. He ahí, para demostrarlo, la solidaridad de los dos grandes partidos españoles, que ven en el ejemplo de las deportaciones francesas la posible vía a seguir si la coyuntura social española lo exigiere.
El problema, pues, no es tanto que Francia se dedique a deportar gitanos rumanos (o, al menos, no el problema en términos jurídicos, si hablamos desde otra perspectiva, como es obvio, podríamos poner muchos peros a este tipo de comportamientos). Es que lo haga de forma abierta, de manera flagrante, por el hecho de ser gitanos rumanos. Porque la norma permite liquidar a las «no personas», a los no productivos y ponerlos de patitas en la frontera. Pero, para habilitar a que se opere así, ha de analizarse caso por caso y, por supuesto, al menos en teoría, sin atender a consideraciones étnicas y sin que se puedan hacer operaciones masivas. Y lo que Francia ha hecho es justamente esto. Por motivos de imagen, de política interna o por lo que se quiera. Lo cual, como se puede entender, desmonta la justificación y explicación de las medidas excepcionales previstas en el Derecho de la Unión. Porque si al amparo de esa norma se puede enviar a casa a todo gitano rumano que se pille por delante, ¿de qué estamos hablando exactamente?
Por ello la Unión Europea, a lo largo del verano, trasladó a Francia la necesidad de proceder, vale, venga, pero, caray, por favor, doucement. Que no se note demasiado que se va a por los gitanos de forma organizada. Que sea una cosita individualizada y selectiva. Que una cosa es que Berlusconi se ponga así y otra que lo haga Francia, núcleo duro de la UE, terre d’accueil y todas esas cosas. ¡Con lo estadista que es Sarkozy y lo mona que es Carla Bruni!Las autoridades francesas, por supuesto, repusieron que, mon Dieu!, ¡cómo puede nadie pensar que lo que estamos haciendo es deportar gitanos por ser gitanos! Pero, ¿qué se han creído Ustedes que somos, unos bárbaros? Francia está aplicando la Directiva comme il faut, al pie de la letra, extremando el respeto a nuestros amigos inmigrantes y a todas las etnias y culturas, limitándose a deportar a las «no personas» que no pueden gozar del derecho de libre circulación. Ahora bien, ¿qué le vamos a hacer si da la casualidad, bendita casualidad, de que hay muchos gitanos rumanos, pero muchos, muchos, entre ellos? ¡Si nosotros los estamos deportando casi a contrecoeur!
Como esta contrita respuesta francesa contrastaba con un Sarkozy que en las teles francesas berlusconeaba en cuanto podía, sacando pecho de cómo estaba limpiando de gitaneo el país, algunos puristas de la Unión Europea, con la comisaria Redding a la cabeza, han seguido con la mosca detrás de la oreja y en vez de dejar tranquilos a los pobres franceses han seguido meneando el tema y buscando información hasta que han encontrado pruebas, instrucciones policiales explícitas incluidas, de que esto era lo que parecía: Francia había dado la orden de expulsar a los gitanos rumanos… por ser gitanos rumanos.
Y como esto de la Unión Europea y del Derecho es como es, lo que puedes hacer con las «no personas» por no serlo y está muy bien es algo que, en cambio, resulta muy feo hacer de manera masiva y general con grupos étnicos. Suena a lo que suena. Y bien que lo ha recordado Redding hablando de las deportaciones de judíos que durante el siglo XX fueron deporte olímpico en Europa (aquí a España, además, le pasa como a Inglaterra en fútbol, que por mucho que lo inventamos llegaron luego los alemanes y…¡zas!, medalla de oro, con Francia medalla de plata). Provocando, con ello, un chaparrón de críticas a su persona (que si exagerada, que si demagoga, que si oh la la! …) y un cierre de filas incondicional por parte, por ejemplo, de nuestro Gobierno.
Si hace poco nos preguntábamos sobre los motivos de que en España ciertas operaciones policiales abiertamente racistas sean aplaudidas e incluso publicitadas por el Gobierno y la opinión pública mientras a la vez ponemos el grito en el cielo como los americanos hagan tres cuartos de los mismo, la evolución en esto de la libre circulación de personas, y sus diferencias con la libre circulación de gitanos, que tanto parecen gustar a nuestra clase política («avaladas por un juez y practicadas por un Estado de Derecho», que dice nuestro simpático Presidente del Gobierno), dibuja un panorama inquietante de hacia dónde vamos.
17 comentarios en Libre circulación de personas y libre circulación de gitanos
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Yo tenía entendido que lo de Bulgaria y Rumanía era por ser los dos miembros de la Unión con una renta más baja (con diferencia) y últimos en acceder.
Que está feo, no lo duda nadie, que ya le habían puesto moratorias a la circulación de personas a otros países, sí. Así que, salvo que Polonia también tenga «presunción gitana» (o a lo mejor era por presunción de «judiez», quién sabe), me temo que el argumento racista sobre la política discriminatoria de la UE respecto al factor trabajo frente al factor capital (que ni siquiera avalan las teoría económicas que se supone sustentan esto de las integraciones) no se sostiene.
Simplemente no queremos que esos miserables del Este vengan a rebajar nuestro salario medio con su alta educación y bajas demandas, que enbcima los tíos (y tías) ni se sindican ni nada.
Pero de ahí a llamar racista a la UE hay un trecho, Andrés, aunque Berlusconi y Sarkozy todos sabemos de qué pie cojean.
Comentario escrito por Nacho Pepe — 17 de septiembre de 2010 a las 2:33 pm
No hombre, Nacho, si justamente lo que he intentado explicar es que, precisamente, «no es nada personal, así es el negocio, ¿sabe Usted?».
Lo que pasa es que si, puestos a hacer limpieza, entras a saco con los gitanos, pues, claro, la cosa canta demasiado. No es bonito, no es elegante ni europeo. Porque deportar por pobre, pues sí, pero por gitano, pues como que da mal rollo.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 17 de septiembre de 2010 a las 4:57 pm
En todo caso, Andrés, creo que tendríamos que entrar en el fondo de la cuestión. Que las fronteras se hayan prácticamente borrado, no quiere decir que hayan desaparecido. Encuentro correcto que en el caso concreto de «indeseables» (y no me refiero a gitanos, ni a rumanos ni a nada de eso) se amparen en el derecho libre de circulación por la Unión, pues como que no.
A poner un ejemplo: Si un simpatico Alemán de 67 años jubilado en Baleares comienza a delinquir, pues oye, encontraría de perlas que escuche, sus maletas, y que lo aguanten sus gentes. O un grupo de esos jóvenes tan civilizados que estudian en Barcelona, los que se dedican a cometer pequeñas destrozas, porque esto es Spain i Spain is different… pues oye, como que también. Lo mismo con los romanís que sean de procedencia rumana/ bulgara. Eso sí, como puedes ver sin distinción.
Lo que no encuentro bien es que si existe una normativa sobre que se entiende por estancia legal/antirreglamentaria (por no decir ilegal), no puedas hacer nada porque no puedas solicitar la documentación. Otra cosa es que se solicite directamente por ser negro, «sudaca» o paki… cuando la situación es bien facil. Si estos señores están indocumentados y van a buscar algun servicio público, bien se tendrán que identificar entonces… y ahí señores, es donde se tiene que atacar. Si no estás con permiso vigente (Ya sea de EEUU o de Somalia), escucha, para tu casita.
Total que me parece correcto que se expulsen a los extranjeros cuando estén en situación irregular, pero siempre con las garantías que ese extranjero no comporta una carga injustificable para el Estado.
Comentario escrito por jordimercado — 17 de septiembre de 2010 a las 7:55 pm
Perdón entonces, he malentendido el sentido del artículo.
Jordi, sólo apuntar que me temo que cuando te pones a expulsar extranjeros te toca pagarles el viaje (además de otros problemas legales dependiendo de dónde vengan) y claro, cuando tienes a millones pues como que sale caro y entonces tienes que decidir a cuáles echas, y ahí ya la hemos armado.
Yo me temo que no suele haber deportaciones masivas, ni por pobres ni por gitanos, con lo que Sarkozy lo que sí está haciendo es sentar un precedente muy peligroso que precisamente lleva a la defensa cerrada por parte de este nuestro gobierno. Pero esto ya lo deja entrever André en el artículo.
Comentario escrito por Nacho Pepe — 17 de septiembre de 2010 a las 9:05 pm
Como suele pasar cuando se implementa previamente el movimiento de factores patrimoniales y productivos al de los «recursos humanos»; siempre suceden cosas desagradables. Sin ir mas lejos, el estado de ánimo que crea en Cataluña Anglada; y el ánimo de difundir su mensaje en algunos medios (vease intereconomia) contra los inmigrantes musulmanes se puede extender también subrepticiamente a ciudadanos europeos pobres y con un sospechoso color de piel, y con tradiciones mas bohemias de lo normal para el mundo de hoy.
Esto es una desgracia para los gitanos de aquí, ya que si en la última década la integración iba viento en popa; ahora vuelven los antiguos fantasmas. Esto se puede ver por ejemplo en el Barrio de Cristo, en Aldaia.
También cierta ciudadania de puede pedir medidas de endurecimiento contra la inmigración. Algunos fantasmas del pasado se cuelan por el quicio de la puerta.
Una pregunta que tengo, si alguien me la puede contestar: ¿El establishment mediático-político no estará tentado en un futuro cercano a seguir por las espirales de odio que sabemos que tan mal acaban?
En fin, da igual. Los realistas politicos van a llevar la razón y todo. En el mundo postindustrial y posmoderno hace falta un estado fuerte que golpee a las personas para mantener la estructura social en funcionamiento.
Comentario escrito por Gavrilo Princip — 18 de septiembre de 2010 a las 12:33 pm
Me encanta lo de «presunción de “gitanez”»…
Esto es lo de siempre «Realpolitik» vs. «Buenrollismo». Y en los tiempos que corren los defensores del pragmatismo llevan las de ganar. Yo a ustedes les recuerdo que la Unión Europea es en realidad la «Comunidad Económica Europea»…y si Bulgaria, Polonia y Rumaniía están en el ajo es porque a Alemania le interesa mover el cotarro, ya saben, les doy fondos FEDER para que se hagan un tren nuevo y la maquina me la compran a Siemens…
Que si, que el dinero fluir, debe fluir y sin trabas. Pero, coño!, de tan bueno que soy se me llena el patio trasero de gitanos. Por otra parte, a mi me huele que los gobiernos de estos dos paises (Bulgaria y Rumanía) se han puesto de acuerdo para quitarse de encima a toda esa «runa social»…no se que piensan ustedes.
PD. Las reglas están para pasárselas por el Arco del Triunfo.
Comentario escrito por Garganta Profunda — 19 de septiembre de 2010 a las 12:04 am
En todo caso, Garganta, si hablas con Rumanos Eslavos o Bulgaros, ellos tampoco les gusta la imagen de «mendicidad» que están dando sus compatriotas por el resto de Europa, es más repudían de ellos.
El problema vuelve a estar sobre la mesa. La integración de gran parte del pueblo gitano «autóctono», comenzaba a ser una realidad, cuando de repente, se vuelve a las formas de los años 50: esto es navaja en mano, robo de toda la chatarra que puedan coger, mendicidad agresiva, etc.
No creo que el problema sea el ser gitano o no, sinó esta falta de «civismo», (y extrapolando podemos hablar de TODOS los europeos que vienen a España por ser «different»)
Comentario escrito por jordimercado — 19 de septiembre de 2010 a las 12:26 pm
Creo que en Rumania el 30% de la población o incluso mas es «Roma». Eso quiere decir que de 22 millones mas o menos en Rumania debe haber unos 7 millones de «escoria social». Ya se fueron unos 700000 para Italia , pero los volvieron a echar. Estos problemas ya se sabe que se quedan latentes y solo hay una única solución final si no emigran en dosis apreciables que no se ajusten a la alta tasa de reproducción (no se si en relación al resto de ciudadanos rumanos) que se les presume como pueblo.
Comentario escrito por Gavrilo Princip — 19 de septiembre de 2010 a las 12:55 pm
Menos mal que no está aquí Sarkozy para decirte que los acojas en tu casa si gustas.
Y en la tele ahora un homenaje al Raval y su Mónica.
Comentario escrito por josé luis — 19 de septiembre de 2010 a las 8:49 pm
No sé si el propio Andrés u otro contertulio que lo sepa puede hablar sobre qué consideración tienen los hijos de esas personas nacidos ya en el país al que han emigrado. Supongo que pese a la alegalidad no tendrán la misma consideración y sin embargo entran en el lote al que se le da la patada.
Comentario escrito por Alfredo MG — 20 de septiembre de 2010 a las 8:51 am
¡Un civilista, por favor!
Por lo que respecta a estepais, igual de algo puede servir:
http://www.icavor.com/estrangeria/doctrina/nacionalidad.pdf
Aparte claro el tema de la patria potestad, servicios sociales y demás…
Pa otros países, habrá que preguntar a alguien entendido.
PS: El tocho promete. Yo prefiero otras cosas.
Comentario escrito por josé luis — 20 de septiembre de 2010 a las 4:01 pm
Sobre el asunto de la nacionalidad; si no me equivoco, la idea básica es que Francia ha sido tradicionalmente un Estado de los de «Ius soli» (por nacer en Francia ya tienes la nacionalidad francesa); no sé si ya hace unos años años esto cambió con Charles Pasqua (como se escriba), un antiguo Ministro de Interior, que quería garantizar la nacionalidad francesa sólo durante la minoría de edad y que luego buscaba reconvertirte en maliense, marroquí o la nacionalidad que te hubiera tocado si no hubieses nacido en Francia; la leyenda estadística dice que todo francés tiene al menos un abuelo de origen no estrictamente francés (y esto aumenta si tienes en cuenta las «nacionalidades» que integran Francia más allá de París e «Ile de France»… bretones, alsacianos, vascos, corsos… el tópico es revisar la selección francesa de futbol desde Tigana, Platini y Luis Fernández entrenados por Michel Hidalgo hasta ahora pasando por los Zidane, Djorkaeff, Pires…)
Por su parte, la idea central para España es que es un Estado de los de «Ius Sanguini»: eres español por ser hijo de español o española en el momento de tu nacimiento. Por nacer en territorio español no eres necesariamente español.
Ius sanguini (España) para los paises tradicionalmente exportadores de emigrantes (españoles que se fueron a Argentina, Cuba, México, Europa…) de manera que los hijos seguían siendo españoles; Ius soli para los paises fundados sobre olas migratorias (los del continente Americano, por ejemplo; o Francia, para el caso europeo, también por el ideal revolucionario de igualdad, fraternidad, derechos humanos y refugio)
Así, en el caso de expulsión de los gitanos rumanos, si hubiesen tenido algún hijo nacido en Francia, en principio, ese chaval sería francés; el problema viene si los padres lo han inscrito o no, si ha habido médico que acredite el parto o no, si los padres tenían documentos previos que acrediten su personalidad… un jaleo. Habrá que entender que si ha habido algún recien nacido entre las listas de expulsados los abogados lo habrán tenido en cuenta, para evitar la expulsión de un nacional…
Todo esto de cuando yo estudié (y aprobé) Civil; para el caso español sigue siendo igual e incluso lo han ampliado, recordad el asunto de la nacionalidad para nietos de españoles; para el caso francés no puedo asegurarlo. Por supuesto, puedo estar equivocado (hace tiempo que dejé la Facultad). Y además hay múltiples excepciones
Todo lo anterior con todas las salvedades y variaciones que existan (hijos de apátridas, no inscripciones, hijos de padres de diferentes nacionalidades… en principio se busca garantizar siempre una nacionalidad al niño).
Comentario escrito por Abogangster — 20 de septiembre de 2010 a las 7:52 pm
Bueno, parece que nos hemos vuelto locos. Los gitanos sçolo saben robar y mendigar, les enseñan desde pequeños, y lo dice hasta Miguel de Cervantes 8que era de izquierdas y homosexual? en «La Gitanilla». Yo he vivido con gitanos y no se lo deseo a nadie, Lo que pasa es que el autor y gran parte de los comentaristas son niños de papça que no saben de que va.
Comentario escrito por Arturo Hard — 21 de septiembre de 2010 a las 1:18 pm
A mí la actuación de Reding y compañía me dejó una sensación de coitus interruptus. El enough is enough me produjo un pelín de orgullo (un pelín, sólo, y lo de orgullo quizás es excesivo) de pertenecer a la «familia europea». Por fin, pensé, alguien con un par que se decide a hacer de esto algo que valga la pena. Pero la familia, al fin y al cabo, es como cualquier otra: alguien valiente coge el toro por los cuernos, los demás esperan un poquito a ver qué pasa y, cuando las cosas salen mal, salen como gallitos indignados a defender el statu quo ante. Y Zapatero y Berlusconi en el mismo saco.
Menos mal que aquí hay uno que se ha leído un libro actualizado sobre la situación social de la comunidad gitana y nos ha ofrecido una explicación razonada que a buen seguro es la que tenía Sarko en la cabeza cuando dijo que la france es la france y que, quien no lo vea así, que se vaya a Luxemburgo.
Comentario escrito por Villaforpresident — 21 de septiembre de 2010 a las 1:57 pm
«Los gitanos sçolo saben robar y mendigar, les enseñan desde pequeños, y lo dice hasta Miguel de Cervantes»
«el autor y gran parte de los comentaristas son niños de papça que no saben de que va.»
No sabía que los moradores del zoológico también tuvieran acceso a Internet…
Comentario escrito por Karraspito for President — 21 de septiembre de 2010 a las 3:50 pm
Aboganster ha explicado de maravilla las diferencias entre el ius sanguini y el ius soli, así como las motivaciones que encierra el optar por uno y otra modelo. Dicho lo cual, es significativa la evolución de Francia y, con matices, la de Estados Unidos (el otro gran país civilizado que defendía el modelo de ius soli). Las razones están claras: esto, además de una cuestión de tradición, es una cuestión de intereses. Si quieres atraer inmigrantes optas por un modelo. Si no, por el otro.
Dicho lo cual, aquí no estamos hablando de un problema de inmigración o de nacionalidad. Porque de lo que se trata es de que, supuestamente, dentro de la UE, aun conservando la nacionalidad, todos podemos viajar y establecernos libremente, y se nos aplicarán las reglas, restricciones, beneficios y derechos de los nacionales.
De eso va este tinglado. Durante años nos lo han vendido como un «avance civilizatorio». Los últimos acontecimientos despejan con descarnada saña cualquier duda que pudiera quedar: no se trata de construir una Europa de los ciudadanos sino una Europa unitaria económicamente. Por eso, precisamente por eso, es aceptable y ha encontrado tanta comprensión entre los jefes de gobierno el montaje de Sarkozy. Por eso, precisamente, es jurídicamente posible hacer cosas como éstas (aunque haya que obrar con cuidado para que no cante en exceso). Porque de lo que se trata no es de igualar ciudadanos de Europa y de permitirles la libre circulación, sino, en el fondo, de garantizar la libre circulación de factores incluidos (por lo que los ciudadanos no productivos pueden ser exceptuados de la libre circulación).
Dicho lo cual, soy el primero en reconocer que no me gusta soportar campamentos de gitanos dedicados a la mendicidad, hordas de ingleses o alemanes borrachos por las calles de mi barrio haciendo el salvaje o a estudiantes Erasmus franceses que vienen sin haberse duchado en exceso.
¿Y qué? ¿Qué tiene todo esto que ver con el tema del que estamos hablando?
Ataquemos, entonces, y tratemos de librarnos, de fenómenos como la mendicidad, como las borracheras salvajes o la falta de higiene personal. En cada caso, con los medios oportunos (medidas sociales, educación, criminizalización si es la única solución…) pero dejemos en paz a los gitanos en tanto que gitanos, a los alemanes en tanto que alemanes y a los franceses en tanto que franceses.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 22 de septiembre de 2010 a las 12:25 pm
A todo esto, me pasa como a Villaforpresident, que con la UE, y dadas las pocas veces que uno se puede sentir orgulloso, me había dejado llevar por el entusismo. Pero, visto lo visto, pues unos días después ya me queda mucho menos.
¡Tantos años criticando a Berlusconi por sus excesos y su populismo y, a la hora de la verdad, cada día está más cerca de ser el canon europeo de conducta!
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 22 de septiembre de 2010 a las 12:27 pm