Euro2024 – Alemania

Bueno, ya va siendo hora de ponerse con la Eurocopa 2024, ¿no? Dirán ustedes que a buenas horas, pero qué quieren que les diga: a dos de los rivales de la fase de grupos, Croacia e Italia, ya nos los cruzamos en la Euro2020, el único albanés que nos suena es Enver Hoxha y no está convocado, y aunque la europeidad de Georgia no debería cuestionarse (preceptiva guerra con Rusia mediante, que no vean lo que europeiza eso), tampoco teníamos ganas de darle alas al estalinismo. Pero ya llegan los cuartos y ya llega Alemania, y esto ya son palabras mayores. Así que al Kartoffelsalat.

 

El estado del continente

La Eurocopa, hasta ahora, está demostrando el poderío absoluto de un fantasma histórico: el Sacro Imperio Romano de Nación Germana. De los ocho cuartofinalistas en el momento de escribir esto, tres fueron parte fundamental del mismo. Y el triunfo sería total si, primero, el Margraviato de Carniola hubiese eliminado al BICHO; segundo, si el núcleo de la Gran Moravia hubiese expulsado a la pérfida Albión tras llegar al minuto 95 por delante en el marcador; y, tercero, si la Ostmark hubiese resistido el tercer asedio a Viena de los turcos (otros que también hacen méritos para ser europeos, entre sus doce guerras con Rusia y chiquilladas como estas). Sobre Austria solo diremos (basados en nuestras lecturillas, ojo) que a Alemania siempre le fue mejor sin ellos, mientras que cualquier acercamiento del Reich hacia ellos ha resultado invariablemente en desastres sin fin. Y el avance Albión no hace más que certificar la pujanza futbolística de la Europa Germana.

Frente al poderío norteño, la Europa latina presenta a nuestros vecinos lusos (que sin embargo perdieron ante Georgia y sufrieron hasta los penalties ante Eslovenia), y a Francia (que solo fue segunda de grupo y encima se beneficia de que, mediante el Reichsland Alsacia-Lorena, puede afirmar su pertenencia al núcleo irradiador de esta Eurocopa), que al menos le garantizan un semifinalista entre ambos. Los turcos en cambio deberían ser despachados por Países Bajo, dando una seminifinal netamente germana en esa mitad del cuadro. Toda la Eurocopa spricht Germanisch-Deutsch.

¿Toda?

No. Contra el Dativo, el reciclaje compulsivo y el nudismo, una selección se alza. Una que cuenta sus partidos por victorias, a la que ningún rival le ha metido un gol (si acaso, meten ellos autogoles para animar la cosa), con un juego aceptablemente bueno, mentalidad ganadora, y bajo la protección del AntiCristo de la Anti-España, don Pedro “Perro Sanxe” Sánchez Pérez-Castejón.

 

“Obsecro te in peccatis tuis. Vade et peca ad maiorem gloriam meam.”

 

Tradicionalmente, los grandes triunfos de la Selección se daban con gobiernos de izquierdas (Mundial femenino de 2023, Mundial 2010 y Eurocopa 2008, la del 2012 la podemos considerar honorífica por continuación de las anteriores), mientras que con gobiernos de derechas las glorias nacionales resultaban privatizadas a Florentino Pérez (Champions Leagues de 1998, 2000, 2002, 2014, 2016, 2017 y 2018, esta última apenas seis días antes de la ascensión a los cielos de Nuestro Gran Presidente Vacío). Pero hete aquí que el Perro, más listo que el hambre y consciente de que el legado de un presidente se mide por los éxitos deportivos, ha apostado fuerte por el fútbol. No sabemos qué inenarrables actos tuvo que hacer en Bruselas, pero en 2020 2021 España llegó cómodamente a semifinales.

 

“Pasa al despacho a lo que tu ya sabes, y te hago presidente hasta 2030.” “Lo que tu digas, Úrsula, pero la máscara no me la quito.” “Mira, hazme tuya aquí mismo que no me aguanto.”

 

En 2022, la cosa ya no funcionó: los encantos del Perro, irresistibles en la feminizada Europa, no sirvieron de nada en el machirulo mundo árabe: Qatar nos fundió, y Marruecos nos mandó a casa. Menos mal que Florentino Pérez echó un cable ganando un par de Champions (aunque bien que se las cobró – en lo crematístico tanto como en lo futbolístico), y entre eso y que la selección femenina dio la campanada en 2023 el balance más o menos es presentable. Ahora, el Perro puede asegurarse el amor de media Europa poniéndose al frente de la resistencia al apabullante dominio del Sacro Imperio, en lo que parece una final anticipada.

 

El rival

Decíamos que a Italia y Croacia los teníamos recientes de la Euro 2020, ¡pero resulta que a Alemania la tuvimos incluso más reciente, en Qatar 2022! Claro, tan nefasto fue nuestro pase por la competición que mi memoria se ha unido con algo de retraso al boicot. Para esta Eurocopa, por cierto, no he oído que haya boicot.

 

Entre un Mundial celebrado en Qatar y una Eurocopa patrocinada por Qatar hay muchas diferencias, ¡no me sean superficiales!

 

Los alemanes, con eso de ser anfitriones, se han preparado en serio para este campeonato. Como se saltaron la fase de clasificación, nos vamos directos la fase de grupos: primera de su grupo tras marcar 7 goles en dos partidos; después, ya clasificados, empate con Suiza (que luego ha eliminado a Italia y que en 2020 nos despejó a Francia, ojo con ellos que son una especie de Alemania B montada a base de exyugoslavos). En octavos, se quitaron de encima sin demasiados problemas a Dinamarca. Parece que ha vuelto la Alemania de siempre (para la cual las semifinales eran lo que los cuartos de final para España).

 

Estilo de juego

Disciplina y correr mucho, pero últimamente aderezado con algo de toque ingenioso. La mayoría de los jugadores se sigue reclutando de la Bundesliga, de equipos rocosos que te hacen sudar en octavos de final de la Copa de la UEFA (o como se llame el engendro ahora), pero a los que se puede ganar.

 

Estrella

No queremos que ustedes se rompan el maxilar superior intentando pronunciar a los enésimos Füllkrug, Schlotterbeck o Mittelstädt, así que optamos por Antonio Rüdiger: tiene nombre castellano, ya todos tenemos el apellido interiorizado (como “Rúdiguer”, claro), y sobre todo: juega en el Real Madrid.

 

Seis hombres, 187 consonantes.

 

Nuestra propuesta al Comisario Político de la Anti-España

Hay una cosa que debemos denunciar. Y lo haremos aunque nos duela, especialmente por el firme compromiso de LPD en defensa de la Mejor Constitución Del Mundo Y del Universo Conocido (desde ahora, MeCoMYUC), que hace que nos duela doblemente tener que decir que, en la mejor democracia del mundo, se han producido espantosos actos de traición que han resultado en que Alemania tenga, con Antonio Rüdiger y Toni Kross, el mismo número de jugadores del Real Madrid que la selección española. El mismo (¡y encima Joselu nació en Stuttgart, sede del partido!). La perfidia de Perro Sanxe no conoce límites, y por su odio a Madrid (que no es más que su odio a España sublimado) puede que no ganemos la Eurocopa. ¡Con lo fácil que sería mandar al Real Madrid a hacer el trabajo!  Pero no, y tristemente tenemos que denunciarlo: esta Alemania es más MEMYUC que la propia España.

Pero cuando una puerta se cierra, se abre una ventana: junto con los superpoderes del Madrid Más Monárquico, Alemania también se ha vuelto sensible a su kryptonita.

 

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es un expediente abierto en Hacienda?

 

Así de fácil: una llamadita de la autoridad fiscal una hora antes de que empiece el partido, oiga, que hemos visto algunas irregularidades y necesitamos que nos lo aclare, sin prisas, a la vuelta del verano, y listos. Sin filtrarlo ni nada, ojo, que no se trata de hacer nada ilegal. Incluso, en aras de la ecuanimidad y de la igualdad de todas las comunidades autónomas recogida en el artíclo 138 apartado 2 de la MeCoMYUC, cabría incluir en la llamada a İlkay Gündoğan, aunque sea del Barça. Con los nervios a flor de piel, el centro del campo alemán quedará desactivado, dejando vía libre para empujar arriba y lograr una victoria por la mínima que nos lance hacia una finalísima que puede ser la Gran Revancha pendiente desde el año 411, cuando estos bárbaros vinieron a jodernos el invento primero, y quedárselo ellos después.


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  1. Comentario de emigrante (04/07/2024 15:32):

    En Alemania los comentaristas deportivos están muy preocupados por haberle tocado España. Consideran que la Eurocopa se les ha puesto más cuesta arriba que la reelección de Biden. La Roja es la clara favorita del torneo. Hasta a mí me cuesta creerlo.

    Más que la Eurocopa del Sacro Imperio lo que nos ha quedado en cuartos, quitando Turquía, es muy occidental. Toda Europa del Este barrida, escondinavos fuera, en el Mediterraneo de los Alpes p’allá nada. El mapa que nos queda, con la consabida excepción turca, cubre la costa atlántica al completo, parece el del haplogrupo R1b o el de la distribución de los monumentos megalíticos. A lo mejor es que llevamos el fútbol en los genes y los dólmenes son un intento primitivo de poner unas porterías para echar una pachanga. Es el mapa de la cutura celta durante la Edad de Hierro y aquí entran hasta los Gálatas de Asia Menor.

  2. Comentario de tabalet i dolçaina (05/07/2024 19:58):

    Desde que la selección alemana la componen jugadores que no pasarían las pruebas de pureza no ya del Tercer Reich, sino las de admisión del ejercito prusiano del viejo Fritz; esto no es lo que era. Como rojo antiejpañol estoy jodido con el pase a semifinales con emblemas nazis como Carvajal; como rojo antiejpañol estoy contento que un equipo donde no pintan nada los madridistas y con figuras de origen africano afincados en las provincias rebeldes de las vascongadas y la septimania

  3. Comentario de Andrés (LPD) (06/07/2024 14:44):

    En efecto, la estrella ha sido Rüdiger!

  4. Comentario de Lluís (06/07/2024 15:17):

    Cada vez será más complicado ser un ultra futbolero. Si el führer hubiese tenido en 1936 la última selección alemana que ganó campeonatos, no espera al 1945 para suicidarse. Ya hace años ue oía que, si a la selección francesa les quitabas la camiseta, no sabías si era la de Francia o la del Senegal (y también ganaron títulos).

    Aquí, a los voxunos, se les debe hacer bastante cuesta arriba que entre lo mejorcito de España haya un negro y un moro, según parece los padres del negro llegaron en patera y el señor progenitor del moro consiguió sus 5 minutos de gloria atacanto una carpa electoral de Vox en su pueblo (en Cataluña, para empeorarlo). Siempre nos queda el Realísimo, pero el patriota Florentino ha tenido a bien conseguir que, en el 11 de gala de la próxima temporada, no haya nadie con pasaporte español, y casi con tanto negro como la selección francesa. Y por si las dudas, la megaestrella que han fichado, un francés que también tiene problemas para obtener el certificado de ascendencia aria, ha dejado bastante claro lo que piensa de la extrema derecha.

    Sugerencia para ultras: cambiar de deporte. En el hoquey patines España gana mucho y como en la mayoría de partidos apenas va nadie que no sean los familiares y amigos de los jugadores, igual hasta agradecen tener dos docenas más de aficionados, y si alguno se sobrepasa, el palo de hoquey es una buena herramienta para ponerlo en su sitio.

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