La segunda oportunidad del PP
En ocasiones, la vida te da sorpresas. Sobre todo, en política. Pedro Sánchezsabe mucho de eso. Le enterraron en varias ocasiones y en todas ellas el entierro resultó prematuro. Pocos apostaban por el candidato socialista allá por mayo de 2018, cuando presentó una moción de censura casi por obligación, por cumplir el expediente. Pero gracias a ella llegó a La Moncloa, y hasta hoy. Sería también prematuro enterrarle ahora, cuando ostenta el poder, cuenta con la capacidad de decidir el momento más oportuno de convocar elecciones y aún tiene camino por delante.
Sería prematuro, pero, sinceramente, es lo más probable que ocurra: que convoque dichas elecciones, este año o el que viene, adelantadas o agotando la legislatura, y pierda el poder. Porque es enorme el desgaste del Gobierno y, sobre todo, porque las perspectivas son peores aún. El maná de los fondos europeos no puede competir con el aumento desbocado de la inflación, las hipotecas, y la carestía de las materias primas. La credibilidad del Gobierno está bajo mínimos. Y, sobre todo, cunde la percepción generalizada de que los acontecimientos han escapado del todo a su control. Que el gobierno ni sabe, ni quiere, ni puede hacer nada significativo para paliar los efectos de la crisis que se avecina. Los anuncios del Gobierno ya ni siquiera son rimbombantes, aunque sea -como de costumbre- a propósito de medidas que luego nunca se adoptarán. La gran apuesta estratégica parece ser echar a algunos ministros nombrados hace menos de un año para nombrar a otros y redistribuir a los cesantes como candidatos a las elecciones municipales, en un intento de aprovechar su supuesta popularidad (y vaya si la aprovecharán… transmitiendo la impopularidad del Gobierno central también a los comicios locales). El ciclo político, en fin, parece agotado, y muy probablemente las elecciones andaluzas de mañana domingo certifiquen esta realidad [acceso al artículo completo]
Compartir:
Tweet
Nadie ha dicho nada aún.
Comentarios cerrados para esta entrada.