“Eduardo I – un rey grande y terrible” – Marc Morris
“A Great and Terrible King”
Este libro es una biografía del rey Eduardo I de Inglaterra (1239-1307). Resumiendo bastante: el rey contra el que luchó Braveheart y bajo el que tomaron forma muchos de los elementos definitorios del Reino de Inglaterra, como el Principado de Gales o parlamentos regulares. ¿Y eso qué interés puede tener para nosotros? Pues varios. Uno es que Marc Morris ya es conocido de esta página y escribe ameno y detallado. Nadie mejor que él para analizar la vida de Edward “Longshanks”. Luego, ya a un nivel personal, últimamente ando corto de dinero y no puedo dejarme 40 machacantes en lo que realmente quisiera (que alguien me explique por favor porqué los eBooks en alemán son tan caros). Y los anglosajones en general venden barato (hasta 10€) y no suelen ser unos panfleteros impresentables, o al menos a mi no me han tocado.
Pero no solo son mis cuitas personales: aquí ya hemos comentado hasta la saciedad el papel de utópica arcadia feliz que Gran Bretaña representa para nuestras derechas locales. Lo que hace cien años aún era la Pérfida Albión hacia 1943 se convirtió en un posible futuro para España (aunque en 1950 aún los había que no querían enterarse), visto que el modelo tan entusiastamente adoptado en aquellos años había entrado en crisis a orillas del Volga. En 1947 Franco ya determinó oficialmente que la forma de estado iba a ser la monarquía, y cuando en el tardofranquismo se empezaba a pensar discretamente en el “día después” del “hecho biológico”, lo que flotaba en los cráneos privilegiados (gente como Fraga, que para algo había sido embajador en Londres) era Gran Bretaña: una monarquía (esto era innegociable, ¡de lo contrario les habrían arrebatado su Victoria!) donde el monarca representa la nación y sirve de “árbitro” para evitar que las cosas se desmadren, amado por el pueblo y aceptado por las izquierdas; pero a la vez un sistema con indudables credenciales democráticas, con su sistema electoral mayoritario tan benéfico (excepto allí donde por desgracia no hay suficientes británicos de bien, pero para esas cosas España innovó con el artículo 155 y la Ley de Partidos), con su aristocracia de toda la vida, y con sus ex–colonias integradas en una commonwealth bajo la sabia y benigna guía de la Corona. Este modelo político tan conservador, claro, exige una visión oficial de la Historia donde todo, desde la más oscura edad media hasta el presente, habría sido una sucesión de pasos guiados por la Divina Providencia, sin disrupciones ni retrocesos, hasta llegar al mejor de los mundos posibles. Aquí divergen un poco los relatos británicos y españoles, porque claro, dicen nuestros monárquicos locales, los británicos no han tenido que perder sus fuerzas luchando durante siglos contra unos enemigos sureños fanatizados por una religión autoritaria e intolerante (en realidad los británicos sí lo han hecho, solo que los sureños fanatizados e intolerantes eran los católicos españoles de Felipe II, ¡pero explíquenle eso a nuestros monárquicos locales!). En suma, para nuestras derechas Gran Bretaña y su imperio representan lo que España y la Hispanidad podrían haber sido de no tener que lidiar con moros y traidores rojeras. Por eso mismo, cuestionar este relato puede y debe hacerse desde la misma edad media. Si -como el propio Morris dice- el reinado de Eduardo “es esencial para entender lo que significa ser británico”, entonces también puede servir para visibilizar algunas de las fantasías políticas sobre las que reside esta Tercera Restauración Borbónica. Y aquí en LPD siempre estamos dispuestos a aportar nuestro granito de arena a la causa.
Eduardo Pataslargas
Aunque “Edward” nos parezca un nombre de lo más común para un inglés, no lo era cuando nació. Tras una sucesión de reyes de Inglaterra con nombres decentes (es decir, franceses-normandos) como Guillaume, Jean, Ricard o Henri, Enrique III tuvo la loquísima idea de bautizar a su hijo con el nombre de un monarca anglosajón. Posteriormente nuestro Eduardo fue conocido como “el rey Eduardo, hijo del rey Enrique”. Ya tras de muerto, sucedido por un hijo y un nieto llamados también Eduardo, la gente se liaba y decidieron ponerles números. ¿Y habiendo Eduardos anteriores, tres nada menos en el periodo anglosajón, como pudo ser “El Primero”? Pues porque era el primero “tras la conquista normanda”, un evento comparable a la Batalla de Covadonga como mito fundacional nacional, y que justificaría resetearlo todo. Covadonga marca el camino de España desde unos desfiladeros perdidos hasta el Imperio donde no se pone el Sol, todo al servicio de la Cruz, mientras Hastings marca el camino desde una conquista pirata hasta el Imperio donde tampoco se ponía el sol, todo al servicio de la Civilization. Sic transit: del imperio que nos debía llevar a Dios solo quedan Ceuta y Melilla, y la nobleza normanda fundada por el Bastardo ya ha degenerado en un experimento genético endogámico en los criaderos de la City y de Eton, Oxford y Cambridge, para ver hasta donde se pueden estirar privilegios rentista-medievales.
Eduardo se crió como cualquier otro príncipe de la época, mayormente en los castillos de Windsor y Westminster. De su juventud hay poco reseñable, así que saltamos directamente a su ascenso al gran mundo: Enrique III conservaba el ducado de Gascuña como último resto del Imperio Angevino en Francia, y pretendía otorgárselo a Eduardo en plan principado. De su gestión mientras tanto se ocupaba Simon de Montfort. Montfort repartía yoyah como solo un celoso cristiano puede hacerlo, causando al poco una rebelión. Para aplastarla, Enrique III convocó un parlamento para pedir fondos, pero los ingleses comprensiblemente dijeron que aquello ni les iba ni les venía y que antes vamos a hablar de esta larga lista de quejas que tenemos. Al mismo tiempo, saltaba a escena el rey castellano Alfonso X, anunciando su interés en Gascuña y apoyando a los rebeldes. Desesperado, Enrique entonces tiró de una vieja prerrogativa solicitando una derrama para armar caballero a su hijo, y con el dinero se fue a Gascuña a parlamentar con Alfonso X, que renunció a cambio de una alianza: la hermana de Alfonso, Leonor de Castilla, casi 13 años, se casaría con Eduardo, 16 años. Además, Alfonso armaría caballero a Eduardo. Ambas cosas ocurrieron con casi total seguridad el 1 de noviembre de 1254 en el monasterio de Las Huelgas, a las afueras de Burgos. Como buen celestino, Alfonso insistió en que el marido de su hermana debía tener unos ingresos dignos de ella, como de 10.000£, estírese compadre, de modo que Enrique amplió los dominios de Eduardo: junto a Gascuña, ahora también Gales e Irlanda.
La joven pareja pasó un año en Gascuña, tras lo cual Enrique mandó a Eduardo a Irlanda, para que fogase un poco. Sin Leonor, que con 13 años y medio ya había tenido un aborto, y parecía razonable dejarla descansar un poco. Pero Eduardo -para entonces ya un bigardo de metro noventa cargado de testosterona- desobedeció a su padre yéndose con Leonor a Londres, cuyos habitantes no recibieron demasiado bien a su futura reina (los castellanos ¡usaban alfombras en los suelos!). Ya la anterior Leonor –Leonor de Saboya, la madre de Eduardo- había traído tras de si una recua de saboyardos que se quedaron con los mejores puestos, y ahora parecía que iba a ocurrir lo mismo con el séquito castellano. Para colmo, Enrique III colocó ventajosamente a cinco hermanastros lusignardos por parte de madre. Saboyardos y lusignardos iban a ser las principales facciones en la corte de Enrique, intentando camelarse a Eduardo para seguir chupando del bote una vez se produjese el “hecho sucesorio”.
Como parte de su cargo, Eduardo y Leonor se fueron de gira por las islas. Primero Escocia (gobernada por Alejandro III, casado con la hermana de Eduardo, Margarita), que era claramente el “hermano pequeño” de Inglaterra, pero sus reyes eran reconocidos como tales, y la coexistencia mayormente pacífica, con una zona fronteriza bilingüe y una nobleza escocesa francófila con muchos lazos con la inglesa. En Gales, en cambio, la cosa era distinta: una sociedad mucho más tribal y desorganizada, donde todos hablaban orgullosos su lengua nativa y no había primogenitura, y en consecuencia el territorio estaba dividido en infinitas taifas en constante pelea. Eduardo se movía con un séquito de 200 caballeros armados que se comportaban como verdaderos pandilleros, y desafiando cada vez más a su padre, que sin duda empezó a recordar a su propio abuelo Enrique II, al que los hijos también se le habían rebelado.
En Gales fue también donde se sentaron las bases de su reinado. Los galeses del norte se rebelaron y pidieron auxilio a la estrella ascendente del terruño, Llywelyn ap Gruffudd. Enrique III puso en marcha la diplomacia, mientras Eduardo quería dejarse de mariconadas e ir a aplastar cabezas. Pero no tenía dinero para esto, ya que sus padres habían invertido el patrimonio familiar en convertir a su hermano Edmundo en rey de Sicilia (según el Papa de Roma, que tenía sus ligeríiiisimos intereses en Sicilia, esto hubiese convalidado por una cruzada que Enrique había prometido hacer y no hizo, pero para la que había sangrado a impuestos a sus súbditos). Llywelyn mientras siguió ganando seguidores, matando a tantos ingleses que Enrique ya no podía ignorarlo más. El ejército real liberó el norte de Gales, pero lo perdió a los pocos meses, y Llywelyn adoptó el título de “príncipe de Gales”. Sin embargo, su entusiasmo le llevó a enemistarse con los barones de las marcas galesas, unos lores normandos bastante brutos con posesiones en Gales que no se sentían sometidos al rey inglés porque las habían conquistado en plan empresa privada; uno de ellos famosamente había obligado a un mensajero a comerse la orden real que le traía, con carta, sello y cordel. Pero viendo el avance de Llywelyn juzgaron prudente acercarse a Eduardo, quien empezó a reclutar entre ellos a un séquito propio.
Pero al final los galeses lograron una tregua y Llywelyn hasta el reconocimiento de su título de “príncipe”, porque Enrique III tenía problemas más graves en casa. Todo este periodo entre 1258 y 1269 es en realidad un continuo Juego de Tronos entre el rey y los nobles liderados por Simon de Montfort, cabreados porque el rey no quería escucharles y porque los compiyoguis habían arramplado con todos los carguitos. En este juego, Eduardo va dando tumbos de un lado a otro hasta que se harta y se marcha a Gascuña. Posteriormente, vuelve y se pone de parte de su padre, atracando como un vulgar ratero la sede de los Templarios para lograr fondos. Participa en la batalla de Lewes, donde derrota a la caballería enemiga en el flanco que su padre le ha asignado. Detrás, sin embargo, está la infantería londinense, y como los londinenses le hicieron un feo a su madre Eduardo pierde los papeles y los persigue alejándose del campo de batalla, causando una escabechina pero propiciando la derrota de las tropas reales. Unos años más tarde se redime ganando la batalla de Evesham, donde ordena no dar cuartel y Simon de Montfort acaba muerto. La revuelta podría haber terminado allí, pero Enrique III decide expropiar a todos los rebeldes, con lo que estos siguen dando guerra dos años más. Eduardo aboga por la clemencia (al tiempo que se embolsa parte del botín de las expropiaciones, ¡que una cosa no quita la otra!), y finalmente su criterio se impone, con todo el mundo alabando su bravura en batalla y su clemencia en la paz. Se ha convertido en uno de los sostenes del reino, pero a falta de desafíos decide dirigir ahora sus energías al exterior y unirse a la Octava Cruzada. Sin embargo, los politiqueos de la financiación le retrasan, y para cuando llega al sur de Francia los demás han salido sin él. Como no hay mal que por bien no venga, así se ahorra ver como una empresa común pensada para el avance de la Cristiandad es secuestrada por líderes franceses para satisfacer objetivos franceses en el norte de África.
Con su pequeña hueste inglesa, Eduardo llega a Acre en Tierra Santa, fracasa en sus pocos intentos serios de lograr algo, se desespera ante la indiferencia de los cristianos que comercian con los musulmanes, realiza algunas pequeñas razzias robando vacas y a eso lo llama Novena Cruzada, y finalmente es acuchillado por un agente de los mamelucos (posteriores rapsodas, casi seguramente exagerados, relatan como Leonor de Castilla –como hija de un santo cruzado no podía perderse el viaje a Jerusalén- valientemente succiona el veneno de la herida). Le cortan la carne gangrenada, sobrevive de puro milagro, y toma el barco de vuelta. Mientras pasa el invierno en Sicilia, le llega la noticia de que su padre Enrique ha muerto. Con 33 años y una buena colección de cicatrices, Eduardo es rey de Inglaterra.
Los comienzos
Sin embargo, se toma un año para volver a Inglaterra: los arreglos legales ya se habían tomado antes de su partida, y no había nadie que pudiese disputarle seriamente la corona. Eduardo arregla los asuntos de Gascuña (o lo intenta, porque todos sus súbditos piden ayuda al rey de Francia, que como señor feudal de Eduardo no para de joderle) y ya vuelve para su coronación. Ninguna crónica ha sobrevivido, pero hubo muchísimo boato, y una significativa ausencia: Llywelyn. Y se mencionan explícitamente dos desviaciones de la liturgia habitual: primero, a sus juramentos de respetar a Dios y a la Iglesia, impartir justicia y hacer leyes justas, Eduardo añado que va a mantener y defender “los derechos de la Corona”. Y segundo: en cuanto le han puesto encima la corona, se la quita y anuncia que no se la volverá a ceñir “hasta no recuperar los territorios y derechos que mi padre fue obligado a ceder”. El nuevo rey llega con ganas de juerga y de no perdonar una.
Lo primero, arreglar las finanzas: Eduardo putea un poco más a los judíos, impone un impuesto a la creciente exportación de lana, y luego traspasa este impuesto a la banca italiana de los Riccardi a cambio de una línea de crédito casi ilimitada (con su buen 33% de intereses, claro). Luego, despedir a todos los sheriffs del reino y hacer una auditoría de todo su trabajo. Finalmente, establecer el Parlamento como una reunión periódica para intercambiar pareceres y pedir impuestos de buen rollo… que era precisamente lo que había perseguido Simon de Montfort con su rebelión y que le había costado acabar con los genitales en la boca y la cabeza en una estaca.
Con los asuntos interiores pacificados y el parné más o menos asegurado, llega la hora de ocuparse de Gales. Llywelyn está a la greña con los barones de las marcas, con su propia familia, y con el propio Eduardo, al que no termina de pagar (porque Gales, con su economía de subsistencia, no da para más) lo que le debe de la convalidación del título de príncipe, y al que no rinde homenaje. Pero la gota que colma el vaso es que Llywelyn, con cincuenta tacos, decide casarse… y su prometida es nada menos que Leonor de Montfort, hija del difunto traidor y rebelde Simon de Montfort. Cuando Eduardo se entera, se le pela el cable cosa mala, y en verano de 1277 sale en persona hacia Gales. Por cantidad y por la ventaja de tener una casta guerrera profesional, los ingleses lo tenían medio hecho, pero por otra parte la historia abunda en ejércitos superiores que fracasan estrepitosamente contra “bandas de primitivos” por pura soberbia. Eduardo sin embargo tenía una idea muy clara de lo que podía lograr por un precio razonable, y lo logró. En vez de buscar a lo loco un –inexistente- centro neurálgico que atacar en los retorcidos bosques y colinas de Gales, se puso a construir castillos. No hizo falta mucho y Llywelyn vino pidiendo paz. Eduardo obtuvo un puñado de nuevos castillos (semillas a su vez de nuevas ciudades con las que “anglificar” a los galeses) conectados por una nueva red de amplios caminos, fragmentó la unidad política de los dominios de Llywelyn, y le obligó a rendirle homenaje en persona en Westminster, delante de todo el reino. Hecho esto, Eduardo ya se mostró generoso, le dejó quedarse el título de “príncipe de Gales” y hasta le pagó la boda (bueno, en realidad la fiesta -y media invasión de Gales- la pagaron los judíos del reino, exprimidos y perseguidos con saña por Eduardo; se estima que ejecutó a la mitad de los judíos varones adultos de Inglaterra durante su reinado). Finalmente, en un gesto de “reconciliación” que deja pequeño el Valle de los Caídos, Eduardo mandó construir una tumba de postín para los supuestos restos del Rey Arturo (el gran héroe nacional de los galeses, que había luchado contra los invasores sajones y del que las leyendas decían que volvería), depositando en persona sus huesos en el sarcófago, en plan “está muerto y bien muerto, bitches”.
Gales, parte 2
Tras esto, llegan unos cuantos años tranquilos. Las finanzas se recuperan poco a poco, se arreglan los puntos de roce en Francia, Leonor de Castilla añade más y más bebés a la familia real… Todo fetén, hasta que de repente, en 1282, estalla otra revuelta en Gales. Los señores galeses, que tan gustosamente habían apoyado a Eduardo cinco años antes para quitarse a Llywelyn de encima, se encontraron de repente con castillos ingleses por todas partes, y respondiendo ante tribunales ingleses y leyes inglesas por asuntos de Gales. ¡Estos provincianos, que no logran ver las ventajas de la unidad de mercado y que mejor juntos! Total, que se liaron la manta a la cabeza, asaltaron y arrasaron castillos, y mataron a todos los colonos que encontraron. Llywelyn se unió a la rebelión pero murió en batalla. Su hermano Dafydd tuvo la mala suerte de ser capturado vivo: le arrastraron por el suelo (por traición) hasta el cadalso, le ahorcaron (por los asesinatos), le desmembraron (por haber planeado la muerte del rey), y le sacaron las entrañas y las quemaron (por haber cometido sus fechorías en Semana Santa, habrase visto). La flema inglesa, ya saben. Su cabeza acabó en la Torre de Londres junto a la de su hermano, que llevaba una corona en alusión a la leyenda de que un galés llevaría una corona real en Londres. El resto de la rebelión fue aplastada, a un coste, en vidas y dinero, muy superior a la guerra anterior. Eduardo hábilmente la había convertido en una guerra nacional, capitalizando la indignación con la traición de los galeses (y, un poquito, el desprecio casi racista que les tenían los ingleses), pero no se cebó demasiado: las leyes y los oficiales que las aplicarían serían inglesas, pero con algunas concesiones menores. Los líderes fueron castigados con severidad, pero los galeses de a pie no sufrieron demasiado.
Estando en Gales, Leonor llegó a término de su decimosexto embarazo, dando a luz a un chico que fue llamado Eduardo como su padre (posteriores rapsodas narraron que Eduardo hijo fue presentado allí mismo a los galeses como futuro “príncipe de Gales”, pero eso es casi seguro un invento). A los pocos meses, llegó un mensajero de Londres con el mazazo: el príncipe Alfonso había muerto, el día exacto que se cumplían diez años de la coronación de Eduardo. Eduardo de Caernarfon, con cuatro meses, era el nuevo heredero. Vaya, parece que lo del “galés” llevando una corona real en Londres no tendría que esperar a los Tudor. Eduardo padre, convencido de que la muerte de Alfonso era un aviso de Dios, decidió utilizar la paz para meterse de hoz y coz en su gran obsesión: montar otra cruzada en Tierra Santa. Pero ya saben cómo va esto: las buenas y civilizadas gentes del norte de Europa se juntan para montar una cruzada, una operación Barbarossa o una moneda única por el bien de todos, y llegan los del sur a cagarla big time. En este caso, italianos y españoles a partes iguales: Pedro III de Aragón le quita el reino de Sicilia a Carlos de Anjou, este acude llorando al Papa, y como llorica y Santo Padre son ambos franceses se barre para casa, comme il faut. Pedro es excomulgado, y el Papa proclama una cruzada contra él… y autoriza para ella el uso de los fondos que toda la cristiandad lleva diez años ahorrando con mucho tesón para arrebatarle Tierra Santa al infiel. Eduardo, que ve como el dinero que han puesto los ingleses se va en batallitas ajenas, se pone a mediar como loco, viaja dos veces a Aragón, logra un acuerdo pero entonces se muere el Papa, el nuevo cónclave tarde una eternidad… y mientras tanto los implicados se mueren de cualquiera de esas tonterías con las que te morías en el siglo XIII, y los sucesores se muestran un poco más razonables. En el ínterin, Eduardo sobrevive a una caída de 80 pies de altura al ceder el suelo de una torre en Gascuña, milagrosamente solo se rompe la clavícula (milagro celebrado expulsando a todos los judíos de Gascuña), y tras tres años de ausencia vuelve al fin a Inglaterra, donde sus cinco hijos vivos le reciben.
Escocia
La alegría dura poco, pues a los pocos meses de volver la reina Leonor se muere. Leonor no era muy popular entre el pueblo, debido a su muy española manía de acumular bienes inmobiliarios (“The king wants our gold/the queen our fair mansions, to hold”) sin importarle rebajarse a comprar deudas de cristianos a prestamistas judíos para luego ejecutar las garantías asociadas. Pero Eduardo la quería mucho. Según Morris, que ha estudiado la contabilidad de palacio, hasta le compraba cítricos y aceite de oliva “como recuerdo del hogar de su infancia”. A ver, Mister Morris, que Leonor era de Burgos, ¡DE BUR-GOS! ¡Si hasta Yorkshire tiene inviernos más suaves que Burgos!
Pero el mundo no para de girar, y ya estaba apalabrado incluso el apoyo de la Horda Dorada para hacerle la pinza al Infiel (que los mongoles fuesen igual de infieles no importaba en este momento). Eduardo pactó nuevos impuestos con la baja nobleza a cambio de expulsar definitivamente a los judíos de su reino (expulsión todo lo infame que ustedes quieran, pero que para sus súbditos fue seguramente la medida más popular que jamás tomó), pero antes de que pudiera irse de misión humanitaria por Oriente Medio explotó todo el lio de Escocia, que Morris con buen juicio se ha guardado para el final porque va a monopolizar el resto del libro.
La previa de Escocia es un lío lioso que no vamos a explayarnos por no dar argumentos a los pérfidos independentistas, y porque además para cualquier persona medianamente sensible el decidir el futuro de naciones enteras en base a quién se folló a quién (y en qué orden) cien años atrás es un poco grimoso. La cosa es que con la muerte de Alejandro III Escocia estaba sin rey. Eduardo intentó hacer una OPA amable casando a Eduardo junior (seis años) con la única descendiente de Alejandro, Margarita de Noruega (siete años), y lo tenía casi todo apalabrado cuando la niña murió en 1290. Con lo que hubo que retroceder cuatro generaciones y casi un siglo para encontrar parientes reales con derecho al trono. Claro, salieron candidatos por un tubo, y Eduardo, con su certificado “príncipe pacificador de Sicilia”, se ofreció humildemente a hacer de senescal interino y mediador, jurando “respetar a Escocia como reino aparte, con leyes propias, e independiente de Inglaterra”. El consejo del reino no lo terminaba de ver bien, pero los muchos candidatos se lanzaron en tromba a decir que sí, que quién mejor para encontrar al verdadero rey de Escocia que este señor tan Preparado, tan Campechano, tan Cristiano y tan Guapo, y ya que estamos, hoyga, que hay de lo mío. Eduardo alargó las deliberaciones casi dos años, y finalmente se salió con la suya. Que no era quedarse con Escocia, sino elegir a un rey que le jurase lealtad como vasallo feudal, y que lo hiciese en territorio inglés y no escocés, para dejar claro quien era el superior de los dos. El elegido fue Juan Balliol, un típico representante de la nobleza multinacional de la época, con ancestros normandos, ingleses y escoceses (solo de madre), con territorios repartidos por todas las islas, y más manejable por Eduardo que el otro candidato, Robert de Bruce (igual de internacional y de poco escocés, por otra parte).
¿Y para qué quería Eduardo un monigote en el trono escocés? Pues ya se imaginan: para ordeñar el terruño. Pero mientras había estado ocupado con la sucesión escocesa, se había liado parda en el Canal: conflictos y peleas entre marineros franceses e ingleses habían escalado a verdaderas batallas, por las que el rey de Francia Felipe IV le exigió que se presentase a darle explicaciones, como vasallo suyo que era (vamos, que le trató igual que Eduardo estaba tratando a Juan Balliol, aunque Eduardo seguramente no lo veía así). Entre Escocia y los enésimos preparativos para una cruzada, Eduardo dijo que pasaba, y Felipe IV le sancionó. Eduardo delegó las negociaciones en su hermano Edmundo, a quien las mujeres de la familia real francesa propusieron un acuerdo co-jo-nu-do para que todo el mundo saliese honrosamente: Eduardo rendiría Gascuña a le roi, que inmediatamente se la devolvería con honores, mayores competencias, y resolviendo favorablemente los múltiples puntos de roce. Eduardo dijo que sí sin pensarlo mucho (y sin escuchar a sus consejeros, que le decían ojo, el francés es traicionero), ordenó a sus subordinados entregar los castillos gascones, y se fue a Dover a esperar el salvoconducto de Felipe. Solo que este nunca llegó, Felipe se encogió de hombros, dijo c’est la vie, y se embolsó Gascuña otorgándosela a su hermano Carlos de Valois. (Fun fact: cuando el papa francés excomulgó a Pedro III, le habían otorgado la corona de Aragón a este mismo Carlos de Valois, por entonces un adolescente, que había sido coronado como rey aragonés y todo, aunque como Eduardo medió y logró una paz pues nunca llegó a ejercer de rey; se ve que estaba un tanto frustrado y resentido con el inglés.)
Eduardo echó chispas e inmediatamente reunió tropas para cruzar a Francia. Solo que sus súbditos ingleses dijeron que esta fiesta no la pagaban ellos, que ni les iba ni les venía Gascuña, y para más inri estalló una nueva revuelta en Gales. Eduardo tardó casi dos años en aplastarla, y cuando terminó, hubo que ir de nuevo a Escocia porque John Balliol había pactado una alianza con los franceses. Militarmente no tuvo mayor problema, y John Balliol (que sin duda recordaba las cabezas galesas de su última visita a Londres) tuvo el sentido común de rendir el trono y someterse voluntario. Eduardo le quitó de en medio para gobernar Escocia directamente, ya no como “reino” sino como “país”.
Y con eso, Eduardo al fin podía volver a pedir dinero para Francia. Pero aquí sus nobles se plantaron de nuevo, que una cosa era pegarse contra galeses y escoceses para garantizar la indisoluble unidad de Gran Bretaña, patria común e indivisible de todos los británicos (y ya de paso agenciarse algún feudo al norte del Tweed), y otra muy distinta irte al Continente a pelearte por un dominio personal del rey del que tu no vas a sacar tajada alguna. Así que se negaron a darle nada, Eduardo empezó a imponer multas y requisiciones, las cosas se fueron calentando hasta casi el punto de una guerra civil, Eduardo tuvo que politiquear a tope porque sus aliados Flandes y Borgoña ya miraban el reloj, y finalmente, tres años tras la canallada, pudo embarcarse contra el gabacho.
Casi según ponía pie en tierra le llegaba un mensajero desde el norte: Mel Gibson acababa de patear 9000 culos ingleses. Esto ya eran palabras mayores, y Eduardo cambió su estrategia. En Francia se limitó a mostrar músculo, pero sin arriesgarse, para acabar logrando una mediación papal y la mano de Margarita, hermana de Felipe IV (una chavala de 17 añitos; Eduardo contaba ya 60). Los desacuerdos con los nobles también se solventaron, aunque Eduardo tuvo que ceder mucho y confirmar la Carta Magna, emitida 80 años antes por su abuelo, curiosamente también por descontentos causados por impuestos excesivos para financiar una guerra en Francia.
Y con eso, pudo partir al norte y plantar a los escoceses en Falkirk. Mel Gibson y otros rapsodas la han presentado como una genialidad de William Wallace (plantarse en formación erizo en lo alto de unas lomas para resistir el asalto inglés) que no funcionó porque los nobles escoceses, resentidos de tener que seguir a un plebeyo, le traicionaron y huyeron con la caballería, que debería haber atacado el flanco inglés. Morris y otros historiadores menos dados a fantasías heroicas en cambio lo tienen claro: los ingleses eran muchos más, y una vez que optaron por atacar en pinza en vez de frontalmente, la batalla estaba perdida, y si la nobleza escocesa hubiese muerte aquel día, Escocia como país independiente habría muerto con ella. La huida a caballo de los nobles (y del propio Wallace, seguramente también a caballo, dejando a sus plebeyos lanceros en la estacada) era de lo más sensato, y permitió que la victoria de Eduardo no sirviese de mucho a la postre.
A partir de aquí, la guerra contra Escocia se convierte en un “quién es más cabezota”, con Eduardo subiendo cada verano y algún invierno al norte, y los escoceses resistiendo y evitando dar batalla abierta. Las fuerzas de Eduardo, muy numerosas en las primeras campañas, cuando los nobles ingleses aún creían que serían recompensados con tierras como en Gales, fueron decayendo según iba quedando claro que aquello no iba a ser un paseo, y hubo que forzar las levas de gente cada vez menos principal, incluyendo a mi nuevo ídolo: un caballero obligado a “luchar con el arco y la flecha” por su rey, que llegó a Escocia, disparó su –única- flecha en cuanto vio al primer soldado enemigo en lontananza, y acto seguido se volvió a casa. Las operaciones se limitaban a asediar y tomar castillos, y poco más, pero finalmente Eduardo logró la sumisión de los nobles a base de quemar, arrasar, y saquear, y la suerte de una derrota tocha de Felipe IV y un conflicto gordo entre Francia y el Papado en el que ambos buscaron la amistad de Eduardo y gustosamente sacrificaron sus alianzas con los escoceses. Aún así, Eduardo tuvo que hacer mil y una concesiones y perdonar y amnistiar, aunque esta vez, y a diferencia de ocho años antes, los oficiales reales serían casi todos escoceses. Eso sí, el buen rollo entre los nobles no se extendía a William Wallace aka Braveheart aka Mel Gibson: los propios escoceses lo acabaron entregando para que lo ejecutaran en Londres.
En la cima del mundo
Este es el punto culminante de la vida de Eduardo. En 1305, todos sus enemigos están ejecutados o sometidos, la Corona inglesa gobierna toda Gran Bretaña incluyendo Gales y Escocia, su autoridad también llega a Irlanda, Felipe de Francia incluso le ha devuelto Gascuña, y tiene un heredero muy preparado al que ha nombrado ya regente en Gales para que se prepare un poco más (con el título de “príncipe”, y así todos los herederos ingleses hasta hoy). Es muy querido y admirado por la Iglesia (merced a expulsar judíos) y por el pueblo (al que “escucha” en los frecuentes parlamentos que convoca). Ha llegado vivo y con salud a los 66 años de edad, record absoluto en ese momento para un monarca inglés, e incluso su mujer está en estado de buena esperanza.
Un momento estupendo para morirse en la cima, solo que Eduardo, tan suyo, vio en esta paz una excusa para volver a irse –lo adivinan- de cruzada a Tierra Santa. Y eso que la supremacía real inglesa se había construido sobre diez años de guerra extenuante casi continua con todo el mundo, y el reino necesitaba el equivalente histórico a pasarse un fin de semana en el sofá con mantita y Netflix para recuperarse. Pero la parca aún tardó dos años, y en esos dos años casi todo se vino abajo. Primero, su hijo resultó no estar tan preparado, y empezó a dar muestras de ser un mastuerzo impertinente (vamos, como su padre, pero además con amigotes poco recomendables e inclinaciones contra nátura). Luego, vino otra revuelta en Gales. Y por último, en Escocia, por razones no del todo claras, Robert the Bruce (no el aspirante original sino el nieto) se cargó a John Comyn, sobrino de John Balliol, y acto seguido se hizo coronar rey de Escocia. Eduardo echó espuma por la boca y en seguida montó un ejército para marchar al norte. Pero la edad ya se le notaba, y el ejército lo llevaba Eduardo hijo, mientras el padre iba despacito detrás, aquejado de ataques de gota. Y allí en el norte, en un rincón perdido, Eduardo murió. Llorado por todos, fue enterrado en la abadía de Westminster, en una tumba encargada por él mismo.
Eduardos varios
No cabe duda que Eduardo tiene algunos paralelismos en España que le hacen extremadamente atractivo para el extremo centro. Por ejemplo, un sutil paralelismo con el Santo Laico de nuestra Democracia: Adolfo Suarez. Porque igual que Suarez trajo la CONSTITUCIONDEL78, Eduardo sentó las bases del parlamentarismo inglés y confirmó la CONSTITUCIONDE1215, o CARTAMAGNA para los amigos. Y para que el extremo centro sienta envidia cochina: la CONSTITUCIONDE1215 es netamente un producto de los nobles, extendido luego más y más abajo hasta llegar al populacho (una vez este estaba preparado para aceptar la libertad, se entiende) mientras la CONSTITUCIONDEL78 no vino igual de claramente del régimen anterior como carta otorgada, y mantiene con él una relación más ambigua de lo que algunos desearían. Pero por desgracia, allí donde hay algo que aprender, aquí insistimos en hacer justo lo contrario. Porque la Carta Magna no va tanto de Imperio-de-la-Ley, como pretenden hacernos creer quienes desde el extremo centro la han elevado a evangelio laico, sino de someter al Rey a la Ley. Y aquí, 763 años después de Magna Carta, nos hemos cascado una carta magna que dice que al rey no se le puede tocar, ni investigar, ni flores. No aprendemos.
La equivalencia más obvia, sin embargo, es Isabel la Católica, que para gentes muy similares ocupa un lugar muy similar en el panteón local al que Eduardo ocupa en el albión: Isabel sometió en Granada al último reducto musulmán en España, y Eduardo sometió en Gales al último reducto celta de Gran Bretaña. Isabel les echó a los judíos la Inquisición encima y finalmente los expulsó, y Eduardo ejecutó a cientos de judíos y luego expulsó a los supervivientes. Isabel inició una loca política matrimonial con sus hijos que llevaría a infinitas estúpidas guerras para mantener infinitos estúpidos dominios dispersos, y Eduardo casi se carga su reino por mantener su distante posesión de Gascuña. Isabel se casó con Fernando y unió los dos mayores reinos de la Península, Eduardo intentó unir los dos mayores reinos de la isla incorporando a Escocia a su corona pero fracasó.
Por todo ello fue un rey grande, y una leyenda en vida. Pero también fue un rey terrible: en 1290 estaba a punto de unificar los reinos en su hijo, pero la muerte de Margarita de Noruega lo truncó – y en ese momento, posiblemente el fulcro de su reinado, Eduardo decidió que lo haría por las malas, iniciando una política de dureza que llevó, a los pocos años, a la expulsión de los ingleses de Escocia. Peor aún, su política agresiva llevó a una reacción anti-inglesa, con un revival de tradiciones y de la cultura escocesa, que alejó de nuevo a ambos países. Tres cuartos de lo mismo en Irlanda, donde el poder inglés se drenó de recursos para las eternas guerras. Por no querer esperar a que el soft power inglés uniese sus dominios más fuerte que cualquier ejército, las islas británicas han acabado siendo lo que son: un conjunto de países más que una nación uniforme, con uno de ellos independiente y sin interés en volver, muchas gracias, y otro con 9 de cada 20 queriendo irse. Lo que funcionó en Gales -por una cuestión de tamaño- fracasó en Escocia, y a la postre también en Irlanda, en una aproximación bastante concisa de lo que es ser “británico”: una especie de “Inglaterra plus” donde la unión se basa en un sustrato de resentimientos medievales, tapados con un sentimiento común muy posterior y que no está claro que sea lo bastante fuerte. Lo que no quita para que el extremo centro inglés vitoree a Eduardo como un rey con “dos cojones” y “lo que hay que tener”. Dejamos a los lectores que determinen hasta donde llegan los paralelismos con España.
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Comentario de Pablo Ortega (17/02/2019 09:07):
Muy buena la reseña, pero mucho hablar de juegos de tronos y aún no llega la reseña de Fuego y Sangre. Vamos, lo mejor es que se pongan las pilas y la publiquen antes de que salga la última temporada de GoT.
Comentario de Mr. X (17/02/2019 09:26):
Mira, esto me recuerda que hace poco se estrenó una horrorosa peli en netflix sobre Robert the Bruce, de la que solo valía la pena la recreación de la batalla de Bannockburn
Comentario de emigrante (20/02/2019 16:31):
Tampoco era la primera vez que los monarcas castellanos emparentaban con lo ingleses, un siglo antes Alfonso VIII casó con una princesa Plantagenet que casualmente también se llamaba Leonor. Es esto una premonición? Le estaba mandando el Preparado una indirecta a los Windsor cuando bautizó a la nena?
Y si empezamos con las comparaciones, entre el Piernaslargas y la Católica creo que sale ganando la castellana. También estoy viendo ahora la serie The White Queen y comparado con la Guerra de las Rosas la historia de los Trastamara parece La Casa de la Pradera. Qué manera de cortarse la cabeza unos a otros según van alternándose en el trono! Con alguna excepción como el duque de Clarence, hermano del rey, al que ahogaron en una cuba de vino (creo que sirvió de inspiración para un capítulo de Curro Jiménez) Y luego los Tudor siguieron cortando cabezas de católicos hasta el siglo XVII. En un capítulo de la segunda temporada (The White Princess) sale Isabel la Católica interpretada por Rosi de Palma. La escena es de vergüenza ajena, en la Alhambra reciben a Enrique VII y su esposa Isabel de York bailando flamenco y dando palmas.
Y ya que estamos de recomendaciones, más allá de los juegos de tronos y la Edad Media, no dejen de ver The Expanse, lo mejor que he visto en ciencia ficción desde Galactica. La guerra fría trasladada a la colonización del sistema solar. Intriga política, espionaje y una nave espacial que se llama Rocinante.
Comentario de devilinside (20/02/2019 19:27):
#3 Gracias por la recomendación sobre The Expanse, se me escapó cruda en el Scyfy
Comentario de Mr. X (20/02/2019 22:35):
A mí The white princess me pareció flojita. Ya de época moderna, sin embargo, Wolf Hall sobre el primer ministro de Enrique VIII, me encantó https://www.filmaffinity.com/es/film539957.html
Comentario de Otto von Bismarck (21/02/2019 22:29):
Hola corazones.
Quería decir dos cosas. La primera es que me indigna que la gente sigua comentando en el artículo anterior en vez de hacerlo en este último como se ha hecho de toda la vida de Dios en esta santa casa. Uno escribe sus chorradas en el último artículo porque quiere que todo el mundo lo lea y que los demás se sientan epatados y le digan que es muy listo y atractivo a la par que viril. -Ej que yo soy una mujer- Da igual, si escribes aquí quieres ser viril tambien. Vergüenza debería darles. Vergüenza.
La segunda es que discrepo de los juicios que se suelen hacer sobre la política matrimonial de los payos católicos. Allí nos falló la biología o el hado o Dios Nuestro Señor que no los veía tan católicos por lo que fuera. El plan no era poner a un belga mascachapas a dilapidar la plata americana en absurdas guerras defendiendo los intereses dinásticos de los Habsburgo. Recordemos que el plan era unificar la península en un solo reino y con el resto de hijos hacer alianzas para dejar a Francia aislada e impotente mientras nos quedábamos con Italia. Si llega a cuajar la cosa y creamos un reino independiente de las pendecias europeas y volcado al atlántico, seguramente hubieramos sido los putos hamazos del cotarro, y quien sabe si todo cristo hablaría español porque nadie hubiese podido poner un pie en América.
Un respeto por Fernando el Católico, que como buen hijo de puta fue un gran monarca. Probablemente el último que hemos tenido que jugara en la premier de los estadistas y bien que marcó la diferencia.
Comentario de Otto von Bismarck (21/02/2019 22:30):
El sigua etc no me lo tengan en cuenta porfa.
Comentario de Mr. X (22/02/2019 11:14):
Exacto. De hecho, don Fernando se quedó bien jodido cuando se le murió el último vástago varón, y no estaba dispuesto a dejar la Corona de Aragón a un alemán, en lugar de unificar la península, que es lo que siempre planeó, hasta el punto de casarse cuando enviudó con Germana de Foix por si podía engendrar antes de irse a la tumba. Pero el destino tampoco quiso.
Comentario de emigrante (22/02/2019 11:25):
#6, efectivamente, el plan del Católico era ambicioso y podría haber resultado si no hubiera tenido tan mala suerte. Se le murió el hijo, le abortó la nuera, se le murió la hija mayor y se le murió el nieto. Y cuando se le murió la mujer intentó rescatar Aragón de las garras del borgoñón casándose de nuevo pero se le murió el otro hijo y finalmente se murió él mismo por abusar de la viagra. Si esto hubiera sido Inglaterra lo habría arreglado con una guerra civil y unas cuantas cabezas rodando para poner a su nieto Fernando, educado en Castilla, como rey de las Españas y dejar a Carlos en Flandes. Pero aquí éramos más civilizados y se respetaba la ley a rajatabla, para nuestra desgracia.
Otra ucronía interesante es la de qué habría pasado si la Beltraneja gana la guerra. Castilla se habría unido a Portugal en lugar de a Aragón que se habría quedado solo entre Francia y el Turco. También se hablaría español en toda América de polo a polo y sería lingua franca en buena parte de África. Un español, por otro lado, que sería una mezcla de portugués y castellano, es decir, gallego.
Comentario de Lluís (23/02/2019 08:28):
#9
El problema que tenía Fernando es que en Castilla no lo tragaban demasiado. Fueron las fuerzas vivas de Castilla las que prefirieron a Felipe I antes que a Fernando, el “viejo catalanote” (se ve que hay cosas que vienen de lejos). Lo de casarse con Germana de Foix y buscarse otro heredero era más para librarse de los castellanos que de un heredero flamenco.
Ciertamente, la unión con Portugal se habría podido producir con la Beltraneja, aunque es arriesgado pensar que hubiese podido salir mejor que en la época de Felipe II. A fin de cuentas, el problema de Castilla es que durante los siglos precedentes había ido a la greña con todos sus vecinos, no digo que los vecinos esos fueran mejores o les asistiese la razón, pero unos cuantos siglos de guerras dejan ciertos posos. Especialmente en Portugal, que ya habían tenido que sacarse de encima a los castellanos en la época de Aljubarrota y, mientras los Trastámara eran aliados de Francia los portugueses lo eran de Inglaterra, y eso era en la época de la Guerra de los 100 Años.
No sé hasta qué punto la historia habría sido diferente. El problema de Castilla y Portugal era que, si bien lideraban los avances en navegación oceánica, su economía y sobretodo su demografía eran bastante endebles. El problema que tuvo Castilla es que no tenía una industria capaz de proporcionar todo lo que necesitaba el Nuevo Mundo ni fue capaz de desarrollarla. Que holandeses, franceses, ingleses y demás sacasen la patita ahí era inevitable, y los holandeses seguramente habrían podido hacer más daño si no hubiesen tenido que destinar recursos a contener a los Tercios que podían presentarse en cualquier momento delante de sus ciudades.
Por cierto, si a alguien le interesa, se puede encontrar por ahí una serie sobre Pedro I el Cruel que produjo y emitió RTVE a finales de los 80. En algunos momentos parece más un documental que otra cosa, y hay algún que otro error de bulto (al margen de las licencias de guión), pero aún así creo que merece la pena.
Comentario de Uno (23/02/2019 15:40):
A mí me parece bien que a los reyes los planes les salgan mal. Y que se mueran, de manera preferiblemente violenta, todavía mejor. Ellos y los que les jalean. Que los jodan a todos.
Esputos, vómito, etc
Comentario de antonio (23/02/2019 16:14):
Jalear no se si jalean a los reyes, pero expertos en ellos ….haberlos haylos.Lo que quiera. A ver Uno, de que rey, país, y época quiere saber algo, lo que se le ocurra, yo que se, saber p.ej. ¿sus señas y trucos en las partidas de mus vespertinas?. Pregunte, pregunte y se le responderá. Lpd (y Wikipedia, I suppose) es un poooooozo sin fin de sabiduría y aprendizaje. ¡Impezzzionante¡. Por otra parte,para que se mueran los reyes de forma ‘preferiblemente violenta’ todavía falta algo. No se apure, en el próximo ‘pantallazo’, quizás…
Comentario de antonio (23/02/2019 19:00):
Estos no le tienen mucho aprecio al Rey…. ni a Errejon.
http://www.elconfidencial.com/espana/2019-02-21/bronca-errejon-jovenes-hortaleza_1838874/
Todo es coña, risas y competitiva provocación. Sólo es el mercado,my friend.Osease, larga vida al El Rey, a Errejón y Lpd. Que son lo mejor,of course. Faltaría plus.
Unas risas:
”Felipe VI intentó cambiar a la reina Letizia por 14 camellos aprovechando la visita del príncipe saudí.FINALMENTE LLEGÓ A OFRECÉRSELA GRATIS COMO UN RECUERDO TÍPICO DE ESPAÑA”
”Despiden a un empleado de la Casa Real por preguntarle al Rey “¿Mucho curro o qué?”
https://www.elmundotoday.com/2018/04/felipe-vi-intento-cambiar-a-la-reina-letizia-por-14-camellos-aprovechando-la-visita-del-principe-saudi/
Comentario de antonio (23/02/2019 19:58):
Unas risas con los Reyes, Lpd, sus tertulianos, etc.. Larga vida a todos ellos. Los mejores, sin duda. Puede que no sea ‘lo mejor del mundo’ (decia en La Sexta un cliente -¿de la sección de vinos?- de Mercadona), pero se le parece…
El Mundo _Today,
”Felipe VI intentó cambiar a la reina Letizia por 14 camellos aprovechando la visita del príncipe saudí.FINALMENTE LLEGÓ A OFRECÉRSELA GRATIS COMO UN RECUERDO TÍPICO DE ESPAÑA”
”Despiden a un empleado de la Casa Real por preguntarle al Rey “¿Mucho curro o que?”
”Tras abandonar el trono, el Rey partirá en busca de oro y nuevas conquistas para España.”OS CUBRIRÉ DE RIQUEZAS O NO REGRESARÉ”, HA DICHO”
Comentario de Mauricio (25/02/2019 12:09):
Las cosas se están torciendo:
Por un lado, me parece desatinado el viaje de Arrimadas a Waterloo. Vergüenza ajena. En política como dijo Tarradellas se puede hacer todo menos el ridículo que es lo que hizo la buena de Ines. Por primera vez, después de varios errores, me planteo no votarles.
Por otro, me parece un error decir que no pactaran con el PSOE, como fue en su día un error no clasificarse explícitamente como social-liberales. No creo que Cs vaya a perder votantes en favor del PSOE (una vez se quita uno la venda muy difícilmente se la volverá a poner y cualquiera que da el paso ya está inmunizado a que le llamen facha) si no porque dejara de atraer votantes de centro-izquierda o socialdemócratas con sentido de Estado.
Sin crecimiento de Cs y con Podemos hundido, el PSOE es capaz de sacar mejores resultados y repetirse la situación de bloqueo actual. Hay que reconocerle a Sanchez que es un gran político en el peor sentido de la palabra.
Lluis,
La demografía no era un problema per se. Si acaso una desventaja respecto a Francia que acabo convirtiéndose en nuestro talón de Aquiles tras decenios de guerras. En relación con el tamaño del imperio cualquier “demografía” se quedaba corta.
Lo de las economía no tiene ninguna base. ¿A qué industrias se refiere que Castilla no pudo desarrollar? ¿En qué periodo? Porque 400 años dan para mucho…
“Que holandeses, franceses, ingleses y demás sacasen la patita ahí era inevitable”
¿Y por qué no sacaron más la patita? ¿Por un campo de fuerza proveniente del planeta Krypton; de chiripa o cabe atribuirnos algún mérito?
“los holandeses seguramente habrían podido hacer más daño si no hubiesen tenido que destinar recursos a contener a los Tercios que podían presentarse en cualquier momento delante de sus ciudades.”
Pobres holandeses, los españoles siempre jodiendo en lugar de dejarles fastidiarnos el imperio. No todos tenían las ventajas de los españoles de estar en guerra constante en diferentes frentes. Si es que no sabemos la suerte que hemos tenido.
Comentario de emigrante (25/02/2019 17:03):
#10, no me estraña que hubiera muchos en Castilla que quisieran perder de vista al rey Fernando. El aragonés entró de ilegal, se casó con una infanta en contra de la voluntad del rey Enrique y de la Cortes, provocó una guerra civil y usurpó el trono a la legítima heredera. Nos trajo la Inquisición, la enemistad con Portugal, las guerras en Italia, la enemistad con Francia y al final nos dejó en herencia el Vietnam de Flandes.
“El problema que tuvo Castilla es que no tenía una industria capaz de proporcionar todo lo que necesitaba el Nuevo Mundo ni fue capaz de desarrollarla” Máxime si lo primero que hicieron los ministros flamencos que se trajo el Habsburgo fue destruir los telares y arrasar la indutria castellana que ya existía entonces. Mucho antes que la catalana. Que ya sé que sus prejuicios no le permiten concebir que los simios de la Messeta seamos capaces de hacer la O con un canuto. Lo que pasa es que los Comuneros perdieron la guerra. Aquí el pueblo, aunque gane las batallas, siempre ha perdido todas las guerras ya sean civiles, de sucesión o independencia.
Comentario de Lluís (25/02/2019 17:43):
#16
Oiga, para golpes de estado no necesitaban al aragonés ni a nadie. Los Trastámaras ya alcanzaron el trono un siglo antes a a base de encabezar rebeliones nobiliarias y asesinar al legítimo soberano, con ayuda francesa. Luego, durante un siglo las distintas facciones nobiliarias pelearon entre si y contra la monarquía cuando el titular de la misma aspiraba a ser algo más que un pelele. Nos han quedado para la posteridad actos como el Atraco de Tordesillas. Y los Infantes de Aragón (el padre y los tíos del Católico) intervinieron lo suyo.
Ciertamente, existía una industria castellana de paños, y Castilla era el reino más rico de la Península, y con diferencia, en el siglo XV. Aún así, no estaban al nivel de otras regiones de Europa. Y si busca la decadencia de la industria castellana, también puede echarle un poco la culpa a los que vendían lana (que por cierto era de muy buena calidad), que preferían ir a lo fácil y vender toda la producción a los mercaderes flamencos. Si hubiese existido un buen tejodo industrial, es dudoso que los cuatro vividores que vinieron con Felipe el Hermoso o Carlos I hubiesen podido acabar con nada. Pero supongo que siempre es mejor echarle la culpa a los demás.
Comentario de Lluís (26/02/2019 09:30):
#15
Doña Inés lleva tiempo haciendo el ridículo. Puede que sus declaraciones con voz quebrada diciendo lo que están sufriendo los unionistas en Cataluña consiga convencer a algunos de los que en su vida se han acercado por aquí, pero es ridículo. Luego, haciendo el ridículo en la prensa cuando le preguntan tres veces seguidas si van a pactar con Vox tras las generales y lo único que sabe decir es que no pactarán con Sánchez. Sabiendo que esa pregunta caería si o si incluso si el entrevistador fuese de tu cuerda, uno se la prepara. Que en los útimos meses se la haya visto más por Madrid o Andalucía (que parecía que la que se presentaba era ella) que en Cataluña (y sólo para protagonizar esperpentos) no sé si les va a ayudar demasiado. En fin, ellos sabrán. Es lo que pasa en los partidos políticos (en casi todos) cuando el Caudillo, para seguir siéndolo, considera que no puede permitir que los que le rodean sean demasiado brillantes. De ahí que tenga por escuderos a gentes como Girauta o Cantó. En fin, le animo a pasarse a Vox, ahí si que saben, que su candidato a la Junta de Andalucía fuese un ex-juez condenado por prevaricación (el TC lo único que hizo fue quitarle la condena a 10 años y rebajarla a la inicial de 2) y que ahora insista en forzar el reglamento para poder cobrar dos sueldos a la vez indica que ahí están los suyos.
Respecto al Imperio, la demografía es importante. Entre otras cosas, porque uno puede ver el mapa de lo que presuntamente era el imperio en el siglo XVI, cuando en realidad en amplias extensiones del mismo no se podía encontrar a un español en muchas leguas a la redonda. Si aquello hubiese estado a rebosar de gente, leal y comprometida con el imperio, igual se habría podido reclutar allí gente para los Tercios.
Mire, lo le las guerras constantes en diferentes frentes era algo, en buena parte, buscado. No sé qué negocio tenía el rey en intentar imponerse a súbditos que no lo querían y/o a querer reconvertir herejes a punta de sable. Seguramenre habrían salido algo mejor las cosas si de Fernando el Católico en adelante no se hubiesen comportado con agresividad. Luego, ya se vio cómo terminó todo eso, que cuesta entender porque un país puntero y dinámico a finales del siglo XV estaba arruinado a mediados del XVII y a mediados del XIX estaba, en casi todos los sentidos, jugando en LEB Plata, y eso sin necesiad de comunistas.
Comentario de Mauricio (26/02/2019 09:33):
Emigrante,
Está siendo injusto. Fernando no provoco la guerra civil, nada más ajeno a su responsabilidad; de haber una usurpadora sería su señora esposa la Reina; la enemistad con Portugal era previa, con él de rey se firmó el tratado de Tordesillas y casó una hija con su rey; ganó para el reino Granada y Navarra; el enfrentamiento con Francia era inevitable y lo de Flandes algo imprevisible que la tozudez de los Habsburgo convirtió en nuestro Vietnam.
Exagerado decir que los ministros flamencos de Carlos I arrasaron la “industria” textil castellana En cualquier caso ¿Lo hicieron por los siguientes 400 años? ni Atila…
…
Lo cierto es que España creo un imperio global y lo mantuvo durante 300-400 años aparentemente sin industria, sin gente, sumidos en la ignorancia y la incompetencia, etc contra los muy numerosos, industriosos y espabilados franceses, holandeses, ingleses y demás potencias. Las colonias americanas, excepto 4 islas, les duraron a los ingleses apenas 100 años y no tenían ni punto de comparación con las nuestras. Las del resto menos aun. ¿Tienen alguna explicación? ¿Suerte?
Comentario de Mauricio (26/02/2019 09:54):
Lluis,
Ciudadanos con Ines arrimadas ganó la últimas elecciones en Cataluña con un millón y pico de votos. Así que o bien su afirmación de que solo consigue convencer “a algunos de los que en su vida se han acercado por aquí” es una de esas cosas que usted dice sin pensar demasiado, una muestra más de sus prejuicios, o bien, un millón y pico de murcianos consiguieron votar en la últimas elecciones al parlament.
También, existe la posibilidad de que no considere catalanes a los votantes de Cs pero esa la descarto porque ustedes no son nada xenófobos, pero nada-nada.
Lo ridículo es que sigan que insistiendo que han pactado pero no sepan decir el que. Esta amortizado, sabemos que la campaña de la izkierda va a ser la derecha trifalica, vuelve franco, la España en blanco y negro, etc. No dan para más. Lo triste es que es suficiente para movilizar el voto perezoso de la izquierda. Sánchez conoce perfectamente los resortes que movilizan sus votantes.
La demografía es importante para todo. Fundamental para un mercado interno, algo todavía más importante entonces. Obviamente, España partía con desventaja pero solo eso. Lo de reclutar los tercios en América…en fin, sin comentarios.
“lo le las guerras constantes en diferentes frentes era algo, en buena parte, buscado. No sé qué negocio tenía el rey en intentar imponerse a súbditos que no lo querían y/o a querer reconvertir herejes a punta de sable. Seguramenre habrían salido algo mejor las cosas si de Fernando el Católico en adelante no se hubiesen comportado con agresividad. Luego, ya se vio cómo terminó todo eso, que cuesta entender porque un país puntero y dinámico a finales del siglo XV estaba arruinado a mediados del XVII y a mediados del XIX estaba, en casi todos los sentidos, jugando en LEB Plata, y eso sin necesiad de comunistas.”
Efectivamente, todo formaba parte de un plan y, en cualquier, caso, nos lo teníamos merecido por españoles. Un análisis histórico brillante. ¿Esta conmiseración que muestra respecto al devenir histórico de España lo aplica también a las personas? Es que me ha encantado eso de que se lo han buscado. Es lo que diría un señorito al ver alguien menos afortunado.
Comentario de Lluís (26/02/2019 10:38):
#20
Pues es curioso que, habiendo ganado, el que esté presidiendo la Generalitat sea Torra, ¿no? Ah, claro, que no ganó con el 60 % de los votos, sino con el 25 %. Votos que, por lo que parece, salieron de votantes de otras formaciones unionistas, y que puede que unos cuantos regresen al ver dínde se habían metido, eso lo insinúan alguna encuestas. En su día el PP también llegó a sacar un 23 % (con Piqué en unas generales y en las que ganó el PSC, no ERC), y ya ve como están hoy, y no será por lamerle el ojete a Mas y Pugdemont. Pero según las encuestas, no parece que esos resultados vuelvan a producirse. En fin, de aquí a finales de mayo en Cataluña habrá generales, europeas y municipales para salir de dudas.
No, no ha habido ningún pacto con Vox. Gracias a eso, VOX no está ocupando ningún puesto en la Mesa del parlamento andaluz que no le correspondía por proporcionalidad (Podemos se ha quedado fuera con más votos y más escaños). Si Cs preside la Mesa y está gobernando con el PP es gracias a Vox, no al PSOE. También tiene la foto de Rivera con Abascal en Madrid, esa foto y el rechazo que parece que ha causado en algunos sectores del centroderecha (junto a las declaraciones de Abascal) han hecho que Sánchez convoque elecciones, pensando que es mejor ahora que dentro de 6 o 12 meses.
En fin, yo me pregunto por qué un partido que insiste en proclamarse moderado dice que aplicará un cordón sanitario al PSOE pero no a Vox. Si suman, en lugar de un “gobierno frankenstein” tendremos un “gobierno franconstein”, entre otras cosas porque Rivera no se está comportando como una persona moderada. Al final, tendrá que intervenir el IBEX, no sea que con tanta hiperventilación acaben no sumando y provocando que gane el PSOE. Que no es que meta demasiado miedo, pero igual le da por mantener el SMI a 900 €, derogar algunas cosillas de la reforma laboral o subir los tramos altos del IRPF.
Por cierto, el “imperio global” que aguantó 300 años se desmoronó en 20, lo que tardó en independizarse la práctica totalidad del continente americano, y de no ser porque en las colonias había gente interesada en mantener en imperio, no esos 20 años habría aguantado. Sorprende lo rápido que se desmontó el estado español en tiempos de Napoleón cuando en 1800 todavía era una gran potencia. Incluso la caída del Imperio Otomano fue más gradual, su desmantelamiento duró más de 2 siglos, y eso que entre sus enemigos se contaban el Imperio Austrohúngaro y Rusia.
De hecho, lo que si supieron hacer mejor franceses e ingleses fue explotar sus colonias. No es que España no lo intentara (cientos de miles de indígenas se dejaron la piel en las minas, y cuando hizo falta también se importó mano de obra esclava), pero algo falló. Quizá la revolución industrial, a la que llegamos tarde. O que los capitales obtenidos de las colonias apenas se quedaron en España.
Comentario de Pablo Ortega (26/02/2019 15:07):
Lluís, yo pensaba que en buena medida el Imperio había caído tan rápido fue por cosas como los méritos de los patriotas. Yo sé que usted tiende a infravalorar mucho a Bolívar, pero le guste o no, el tipo fue uno de los grandes de la historia humana, el único venezolano (y de los poquísimos latinoamericanos junto a Benito Juárez y poco más) que jugó la Champions League de los estadistas, y alguien que nunca se rendía ni capitulaba.
España tuvo mucha mala suerte de que Bolívar fuera del punto más estratégico de todo el Imperio: Venezuela y el virreinato de Nueva Granada, pues sin la Nueva Granada y Venezuela, las comunicaciones directas con el Perú eran casi imposibles. Argentina era una provincia periférica y por ende prescindible, incluso México podía serlo, pero no Venezuela-Nueva Granada.
Por algo aquí se luchó la guerra más cruel y devastadora de todos los conflictos de independencia. No logro dejar de pensar que la historia argentina habría sido muy diferente si Morillo hubiera ido para allá en vez de venir aquí, tal y como estaba en sus planes originales.
Súmele que a las tropas de Del Riego les daba miedo venir aquí, y ya tiene el resto. Se lo repito, algún mérito habrán tenido los patriotas para que venga a menospreciarlos tan alegremente.
Sobre el Imperio otomano, ya habría podido caer perfectamente en 1830, cuando el zar Nicolás I estuvo a punto de tomar Constantinopla. De no ser porque los rusos no querían -aún- llevarse el equilibrio europeo de poderes por delante, es harto probable que hasta allí hubiesen llegado los sultanes.
Lo que en todo caso tuvo mérito es que los turcos se las arreglaran aún para ganar batallas en pleno siglo XVIII -como cuando recuperaron Azov o Serbia-.
Sobre Arrimadas, no creo que de verdad usted crea que algunos de sus votos volverán a ser de Convergencia o ERC. El prucés obtuvo el 47,5% en 2015, y ese fue exactamente el mismo porcentaje dos años después. No veo porque ahora votantes de Ciudadanos pasarían a votar por la independencia, por más que Arrimadas pueda cagarla. La coalición del 155 -o constitucionalismo o españolismo o como lo quiera llamar, visto que no le gusta el término unionismo- creció fue a costa de los comunes, que poquísimo se menciona su bajada del 11% al 8% de 2015 a 2017. Como que Colau no tenía tanto liderazgo en Cataluña como vendieron algunos.
Como decía, que Ciudadanos, el PP y el PSC llegaron juntos al 44% de los votos, porcentaje histórico, y no veo ahora a nadie de ese 44% yéndose al prucés, por más que a usted le guste soñar lo contrario.
Por cierto, creía que Podemos había rechazado abiertamente ese asiento en la mesa del parlamento andaluz con ya no recuerdo qué excusa, por el fracaso de las negociaciones con Marín.
Comentario de Mauricio (26/02/2019 17:05):
Lluis,
No, no es curioso. El PSOE gano las elecciones en Andalucía y está en la oposición. Son cosas que pasan en democracia. Yo no he cuestionado la legitimidad de Torra (aunque no se presentara a las elecciones) ni la mayoría parlamentaria independentista, ni los resultados de Pique; usted ha dicho que los votantes de Cs no tienen ni puta idea de lo que pasa en Cataluña y ¿yo le pregunto hay un millón y pico de catalanes que no tienen ni puta idea de lo que pasa en Cataluña y por eso votan a Cs o es que usted no los considera catalanes?
VOX pacto con el PP que le cedió un sitio. El PSOE no quiso hacerlo con Adelante. Bildu también voto a favor de la moción de censura y no me oirá decir que tiene un acuerdo con el PSOE. La foto de Madrid, a diez metros el uno del otro pero aunque fuera hombro con hombro ¿y? Eso no es un acuerdo y las acusaciones de trifachas, etc, están más que amortizadas. Mas daño hacen las foto de Otegui con los líderes catalanes que lo recibieron con alborozo en el parlamento. Entre una foto con Otegui o Abascal no tenga ni la menor duda de cuál prefieren la mayoría de españoles.
Los cordones sanitarios los invento la izquierda, la izquierda encabezada por el PSOE junto a los separatistas en el Pacto del Tinell, así que no se pongan exquisitos. Es posible que el gobierno francostein (muy ingenioso) estalle pero el patriotismo une mucho más que el sectarismo izquierdista así que a lo mejor no es necesario que intervenga el IBEX35. Algo que ya sería hora que hiciese porque llevan 10 años diciéndolo y no aciertan ni una…
Se desmorono en 20 pero duro 300 años ¿20 le parecen poco? ¿En cuánto de “desmorono” el imperio americano inglés?¿en cuánto cree que se tendría que haber desmoronado?
“porque en las colonias había gente interesada en mantener en imperio, no esos 20 años habría aguantado” claro y porque había gente que no estaba interesada en mantenerlo, que si no…¿Qué clase de argumento es ese?
El imperio otomano no tiene ni punto de comparación con el español. La verdad irrefutable es que el imperio español se mantuvo durante 300-400 años en guerra con el imperio inglés, francés, holandés, portugués, el sacro-imperio, el otomano, las revueltas internas, etc.
Para la época de la revolución industrial ya llevábamos 300 años de imperio y no, nadie saco tanto provecho como nosotros de su imperio aunque el fruto se malograse despues, tal vez a excepción de los ingleses ya entrado el siglo XIX con unas condiciones evidentemente muy superiores a la de los S.XVI-XVIII.
Por cierto ¿Qué hubiera sido de la revolución industrial catalana sin las colonias? las famosas indianas…
Pablo Ortega,
Bolivar no llega ni a ilustre americano. Un megalómano asesino al que favorecieron las circunstancias y principal artífice de cargarse su propio sueño de una Gran Colombia.
España tuvo la mala suerte de una invasión francesa que devasto el país y la inestabilidad política posterior.
¿Riego miedo?
Da igual, la independencia era inevitable con Bolivar o quien fuera. Ojala España hubiera sabido gestionar todo aquello mejor y llegado a acuerdos que hubieran permitido una Commonwealth hispana. Creo que algo parecido llego a plantearse en el XVIII. Supongo que eso era algo impensable para la mentalidad de la época.
Comentario de Mr. X (26/02/2019 21:19):
Quién me lo iba decir, pero por una vez voy a estar de acuerdo con el Sr. Ortega. Indudablemente, Bolívar y Juarez fueron los dos grandes estadistas de la historia decimonónica de América Latina, y ambos en cierto modo fracasaron, ya que sus planes para sus respectivos países se desmoronaron a su muerte, pero no cabe duda de que la historia hubiera ido a mejor en la región de haberse cumplido, así que podríamos decir que fueron dos fracasos gloriosos. Desde luego, Bolívar no fue más carnicero que cualquier otro líder militar de la época. por otro lado, y bastante menos que Napoleón o Ulysses Grant.
Comentario de Mauricio (27/02/2019 09:33):
Mr. X,
¿Y que convierte a Bolivar en, según definición de la RAE, una “Persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”?
Experiencia en asuntos de estado poca y fracasó en todos sus proyectos políticos. Claro que a ustedes el fracaso como que no les dice nada; como esos periodistas del Atlético que te intentan convencer que es mejor perder una final que ganarla.
Napoleón o Grant no firmaron ningún decreto de “Guerra a muerte” no ejecutaban prisioneros de guerra, y, desde luego, no asesinaban civiles, incluidos los enfermos de los hospitales, ancianos, mujeres por miles. Esta era la catadura moral del tipo, capaz de entregar al líder original de la independencia (Miranda) por un salvoconducto o de fusilar a un compañero de armas (Piar) por eliminar competencia. Y eso sin entrar en su vida privada.
Napoleon y Grant eran, además, grandes militares algo que nunca fue Bolivar.
Comentario de Lluís (27/02/2019 17:58):
Mauricio,
Me expresé mal. Los que tienen una visión muy distorsionada de lo que pasa en Cataluña no son los catalanes que votan a Cs, sino los de más allá del Ebro que se creen todas las tonterías que dicen Rivera o Arrimadas y ciertos medios de comunicación.
Por ejemplo, vendían que gracias al separatismo y el 1-O había profundas divisiones en la sociedad catalana e incluso familias rotas. No sé de dónde sacan eso, quizá en casa de vd. sean un poco raros, pero en la mía, y en mi entorno, hay de todo (desde unionistas a separatistas) y nadie se ha peleado con nadie. Por mi trabajo voy a muchos sitios y trato con mucha gente, puede que haya un poco de polémica pero de ahí no pasa, la gente es bastante civilizada y no terminas a golpes con tus compañeros de trabajo, con tus amigos o con tus primos por si uno es del PP o de ERC. Pero como siempre, si los hechos descartan su teoría, es que los hechos son incorrectos. En resumen, esto no es el Ulster ni la Bosnia de 1992.
Hombre, que se desmoronase en 20 años es poco, y si compara con la extensión de las colonias inglesas en el norte (y que se mantuvieron en Canadá) es ridícuño. De hecho, casa con la realidad que el estado español saltó por los aires a la que Napoleón le sacudió un par de garrotazos (mientras Austria, Prusia o Rusia, pese a que sufrieron enormes derrotas, aguantaron). La resistencia al independentismo americano fue gracias a los realistas que había allí y se mantuvieron, de tener que mantenerse exclusivamente con los ejércitos enviados desde España, no duraba 10 minutos.
El Imperio Otomano tampoco estaba aislado. Su dominio en las Balcanes nunca estuvo demasiado consolidado, y además de a rebeldes y sediciosos (el famoso Vlad Tepes, que no le llega a las suelas de los zapatos a Mihai el Valiente, hizo huir al mismísimo Mehmet II, el conquistador de Constantinopla) se enfrentaban a austrohúngaros, polaco-lituanos y posteriormente a rusos. También tuvieron que luchar contra los iraníes o los venecianos, además de los propios españoles, resulta que nadie se deja conquistar fácilmente y la gente de las Balcanes o Persia estaban algo mejor armados que los nativos americanos en la época de Cortés y Pizarro.
Comentario de Lluís (27/02/2019 18:05):
Pablo,
Yo no creo que los votos de Arrimadas vayan a ERC o el PDCAT, de hecho no insinuaba eso. Se irán a otras fuerzas unionistas, léase el PSC, a Vox y puede que alguno regrese al PP. Eso, si no se quedan en casa si llegan a la conclusión que el peligro separatista ya ha pasado y que para el resto de cosas que importan (pensiones, derechos laborales,…) los de Cs son tan nefastos como cualquier otro.
La cuestión sería que también lograsen desmovilizar el voto separatista, pero con numeritos como el de Inés Arrimadas en Waterloo o el papel de los muchachos de la fiscalía del supremo, me temo que no.
Comentario de Mauricio (28/02/2019 15:30):
Lluis,
Entonces ¿los votantes de fuera votan a Cs porque se creen “todas las tonterías que dicen Rivera o Arrimadas” y los de dentro, por qué? Déjelo que se lía más. Todos sabemos que Cataluña no es de este mundo y precisa de exegetas para su comprensión.
Ines Arrimada es la nueva máquina de hacer independentistas, como en su momento el PP. Da igual que lleven 8 años sacando los mismos resultados electorales y salgan los mismos porcentajes en todas las encuestas año tras año. Menudas maquinas.
Sí, es cierto aquí no hay tensión, ni división, som un sol poble, todos a una, la revuelta de las sonrisas… No es solo que los catalanes estemos divididos es que percibimos la realidad de forma diametralmente opuesta y, como le decía hace poco a un amigo independentista, hemos perdido cualquier tipo de empatía, de nexos, tan solo aquellos personales.
El imperio americano inglés se desmorono en 8 años y eso que ellos no estaban manteniendo una guerra simultanea durante 7 años que arraso el país. España fue el primer país en vencer al ejército francés en el campo de batalla y, sobre todo, a diferencia, de Austria o Prusia, jamás se rindió aunque pagásemos un precio altísimo. Lea a Napoleón.
La guerra de independencia americana fue, básicamente, una guerra civil y no la guerra de unos nativos contra la potencia colonial. Es descacharrante que el hecho de que la mayoría de los americanos se mantuvieran leales a España lo vea como un demerito de…¡España!
El Imperio Otomano tenía continuidad territorial, no es comparable en extensión al español y austrohungaros, polaco-lituanos, etc (a los que ayudamos) no son comparables a Francia, ni Inglaterra, ni holanda en poderío naval, económico o militar. Pero no se trata de un quien la tiene más larga si el imperio otomano o español. Lo innegable, por mucho que lo intente, es que el imperio español, un imperio global, el primero, duro 300-400 años. Y es así, cayera en 20 o 50 (100 en realidad) ¿habría sido mejor perderlo progresivamente, Nueva España primero, en 30 años Filipinas, al cabo de 50 años Perú? ¿es un demerito haber mantenido la integridad del mismo tanto tiempo, contra tantas adversidades? Su odio no les deja ver, bueno, en su caso, el odio es un más a más.
Comentario de lalo (28/02/2019 18:52):
Que riego y el ejecito destinado tenian miedo, hay que tomarselo a risa, como casi todas las intervenciones del susodicho
No entiendo por otro lado esa continua penitencia que tienen algunos por ser espanol. Como si fuera un castigo, una desgracia. efectivamente ha habido enromes errores, etc.. pero por un lado juzgar la mentalidad de aquella epoca desde el siglo XX es ciertamente absurdo, y por otra, creer que inglaterra y francia, por citar las dos potencias rvivales del moimento, eran democratas y pro derechos humanos es ridiculo. De hecho, curiosamente, la colonizacion en america por parte espanola, pese a todos los desmanes realizados, fue mucho menor que la realizada por franceses e ingleses, y de hehco, los espanoles crearon vinculos con la poblacion local dandose el mestizaje, hasta el punto que la independencia en su mayoria proviene de descendientes de espanoles, casi todos criollos.
Esta estupida mania de flagerlase, por otro lado muy hispana ambien, con el concepto de espana o del pais al que uno pertenece, les aseguro que hurta votos, como se va a votar por partidos y dirigentes que parece que odian su propio pais y quieren convertirse en otro?
Comentario de Lluís (28/02/2019 19:48):
Mauricio,
Yo no sé si Arrimadas es una máquina de hacer independentistas o no. Pero algunos genios se pensaban que con encarcelar o echar del país a los que iban delante, el rebaño volvería a su sitio. Pero resulta que no. Ahora la táctica es el 155 perpetuo, o por lo menos hasta que ganen en las urnas los que deben ganar. Mire, el independentismo no ha llegado al 50 %, eso es un hecho, pero el unionismo puro y duro no ha llegado al nivel del independentismo.
Mire, divididos políticamente lo estamos, eso está claro. Pero es que cada vez que hay elecciones cada uno vota según sus ideas, no sé porque un ERC-Cs es “dividir a la sociedad” y un “PSOE-PP” no lo es. La cuestión es cómo se lleva eso. Aunque no lo crea, aquí no ha habido muertes ni gente que se esté liando a puñetazos cada vez que se cruzan por la calle. Algún incidente si lo ha habido, eso es verdad, pero si oyen a ciertos elementos se diría que esto es peor que el Ulster en los años 80. ¿Que abroncan a políticos? También lo hacen en Madrid. Los insultos que se han dedicado a Inés Arrimadas no son peores que los que le han dedicado a Pedro Sánchez en la capital del reino, y no más bocachancla Torra que Pablo Casado.
Los independentistas americanos contaron con el apoyo de franceses y españoles, que aprovecharon para ajustar cuentas con Inglaterra, entre otras cosas España recuperó Menorca, por ejemplo.
Yo no digo que sea un demérito de España que buena parte de la población luchase contra la independencia. Lo que le digo es que, sin eso, ni siquiera habría habido lucha, y que España no habría podido hacer gran cosa.
Por cierto, la primera derrota de Napoleón llegó en Egipto. Ganó batallas, perdió la guerra y de su ejército regresó poca gente. En España, aparte de Bailén (donde no estaba él), el resto de acciones las desarrollaron los paisanos, desde Cádiz el control era más teórico que real y las victorias finales contra un ejército que ya se retiraba las consiguió el ejército inglés. España fue para Napoleón una sangría constante, pero donde cambiaron realmente las tornas fue en Rusia. Que tampoco perdió allí ninguna batalla, pero las bajas entre muertos, desertores y prisioneros rondaría el 90 %.
Lo de la falta de continuidad territorial en el imperio español se daba también en el inglés o el francés, que EEUU o Canadá están igual de lejos de Europa que Argentina. Y la continuidad territorial de la que disfrutaba el Imperio Otomano también la tenían sus principales enemigos, y estuvo en guerras bastante constants. De hecho, cualquier imperio suele ser un estado agresivo (de lo contrario no se conquista imperio) y el recelo que despierta en sus vecinos menos poderosos hace que se alíen contra él.
Recordarle también que las distintas cancillerías europeas, a finales del XVII, ya estaban planeando cómo se repartían el botín a la muerte de Carlos II.
Pero no es eso a lo que iba. A lo que iba yo es que franceses, ingleses, holandeses,…, por lo menos supieron aprovecharse de lo saqueado. Aquí no. La diferencia es dónde estábamos unos y otros en 1900. Igual nos habría ido mejor sin tanto imperio, dedicando energías a hacer crecer el país y no a intentar mantener territorios en Europa donde no nos querían.
Comentario de Mauricio (01/03/2019 15:34):
Lluis,
Si algo ha demostrado el proces es que el rebaño hará lo que digan sus pastores y estos no están muy por la labor de otra DUI. La solución no es el 155 perpetuo, es un 155 que acabe con las redes clientelares del independentismo. Hay gente que vive muy bien gracias al proces continuo. A 500 mil euros la butifarrada…
No tengo nada que creer, aquí no ha habido muertes y sí muchos incidentes violentos y si no hay más es porque dos no se discuten si uno no quiere. Mientras los no separatistas nos sintamos amparados por el Estado no pasara nada demasiado grave. Hasta Rahola es incapaz de discutir cuando no le llevan la contraria.
Nadie ha dicho que esto sea el Ulster excepto ustedes para desmentir que esto sea el Ulster…y para copiarles lo de “unionistas”.
Y los independentistas hispanoamericanos contaron con el apoyo de Inglaterra ¿y? Bolivar les prometió territorios, a cambio de su ayuda. Incluso, he llegado a leer que ofreció convertirse en súbdito de su graciosa Majestad.
“Yo no digo que sea un demérito de España que buena parte de la población luchase contra la independencia. Lo que le digo es que, sin eso, ni siquiera habría habido lucha, y que España no habría podido hacer gran cosa.”
Y si España no hubiera sido invadida por Napoleón, poco habrían hecho los independentistas. ¿Y? ¿Se da cuenta que estos “y si” no aportan nada?
Lo de Egipto fue antes de que Napoleón ocupara el poder y se lanzara a la conquista de Europa. No me cuente la vida de Napoleón, ni la guerra de Independencia que me la conozco bastante bien, céntrese en sostener su afirmación de “el estado español saltó por los aires a la que Napoleón le sacudió un par de garrotazos (mientras Austria, Prusia o Rusia, pese a que sufrieron enormes derrotas, aguantaron” que es lo que le discuto.
Prusia llego a colaborar con Napoleón en la invasión de Rusia y los españoles resistieron tenazmente, sin rendirse jamás. Es así y para el caso da igual si las tornas cambiaron en Rusia o porque Napoleón tuviera un ataque de almorranas.
Nombro la continuidad territorial para diferenciar el Imperio Otomano del Español y ahora me sale con que si Francia o Inglaterra ¿Es involuntario o lo hace aposta?
El “imperio” francés es muy posterior, como el inglés, las únicas colonias que tenían estos durante nuestro imperio, les duraron dos telediarios comparado con el nuestro. Por no hablar del tamaño. Siendo lo principal los adelantos tecnológicos, no es lo mismo un imperio “discontinuo” en el S.XVI que en el XIX ¿es obvio, no?
“Recordarle también que las distintas cancillerías europeas, a finales del XVII, ya estaban planeando cómo se repartían el botín a la muerte de Carlos II.” De nuevo ¿Y?
¿Y por qué nos debemos fijar en 1900? Si nos comparásemos con Jamaica seguro que usted solo consideraría las medallas de oro en 100 metros…
El S.XIX fue un verdadero desastre para España. Llegamos tarde a la revolución industrial pero para 1975 éramos la octava potencia industrial del Mundo, ahora la 13va. ¿Se hicieron cosas mal? Obviamente ¿Se hicieron cosas bien? Igual de obvio y el resultado es el que es:
Tenemos una alta renta per cápita (la 26ª del mundo, 20ª sin contar los países del golfo y Liechtenstein), la 4ª economía de la Unión Europea, miembro del G-20 y del consejo de seguridad de la ONU, somos una de las apenas veinte democracias plenas del mundo, tenemos una calidad de vida excelente (miren en cualquier ranking), un estado del bienestar que se sostiene, un patrimonio artístico y monumental entre los más importantes del mundo (actualmente somos el tercer país con mayor número de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad), el Passport Index 2018 España tiene (empatada con otros 6) el tercer pasaporte más poderoso del mundo pudiendo acceder sin visa a 178 países (a dos de Japón y Singapur, los primeros, y a uno de Alemania segundo), tenemos una industria turística poderosísima, una excelente red de infraestructuras, 2do país en reservas de la biosfera, hemos disfrutado de éxitos deportivos de todo tipo, tenemos empresas líderes mundiales en el sector de la telefonía, del textil, la banca, el español es la lengua oficial en más de 20 países, cuenta con 550 millones de hablantes y es una de las 6 lenguas oficiales de la ONU, con unas instituciones antiquísimas, un país plenamente integrado en la Unión Europea, el euro y todas las instituciones internacionales habidas y por haber.
Y usted no puede negar nada de lo anterior porque es estrictamente cierto. Como yo no negare los problemas que tenemos o aspectos en los que deberíamos ir mejor, pero, siendo objetivos, no está mal, nada mal, de hecho, tenemos una excelente base sobre la que poder mejorar.
Comentario de Lluís (01/03/2019 18:28):
Mauricio,
Le guste o no, la Guerra de la Independencia la disputaron los civiles. El estado borbónico, simplemente, desapareció. El ejército regular, también. Arapiles y demás las ganó Wellington. Que tiene su mérito lo que se hizo, no se lo niego, pero los estados austríaco o prusiano no saltaron por los aires pese a que en 1800 no eran potencias imperiales del nivel de España.
Mire, lo de que las cancillerías europeas querían repartirse España a la muerte de Carlos II indica que el Imperio estaba prácticamente inerme. Eso suele pasar con estados que se considera incapaces de resistir. Es la misma situación en la que se encontraba el Imperio Otomano a partir de mediados del siglo XIX, que si aguantó medio siglo más fue porque no se ponían de acuerdo en cómo repartírselo.
No hace falta llegar al siglo XIX para ver la pujanza del imperio inglés. Se puede quedar en ei XVIII. Si, los ingleses sufrieron un fracaso monumental en Cartagena de Indias, pero retuvieron Gibraltar y, en general, durante todo este siglo España necesitó la alianza francesa y se luchó a la defensiva.
Y si busca en el XIX, ¿de quién es culpa lo que pasó? Yo diría que de una sociedad atrasada, donde a diferencia de otros países no había surgido una burguesía próspera ni se apostaba demasiado por el desarrollo técnico o científico. Vd. puede estar orgulloso de los logros españoles (aunque eso de ser la octava potencia industrial en 1970 es una falsedad, pero si le hace feliz creerlo, allá vd), pero desgraciadamente en muchos aspectos vamos a la cola de los países desarrollados. Pone muchas estadística, pero ahí tiene la inversión en enseñaza, I+D, paro juvenil, paro estructural,… Si, realmente hay mucho margen de mejora, la pregunta es si,a ahora mismo, vamos hacia delante o hacia atrás. Yo soy más bien pesimista al respecto.
Por cierto, ¿cuántos premios Nobel o equivalentes en áreas científicas o técnicas aportamos? Si, vale, ahí está Severo Ochoa, que si no se va fuera seguro que no gana. Medallas Fields, ninguna. Pero nada, por suerte tenemos a Andrés Iniesta, Rafa Nadal, Fernando Alonso y Jesulín de Ubrique.
Comentario de Tipo Distante (01/03/2019 19:40):
Somos la 4ª economia de la union. Gracias polonia por ser tan pobre. Como siempre, spain no es grande por si misma, sino por la mediocridad de sus competidores. Menos mal que paises bajos y puchdemonlandia son paises enanos, sino pasariamos al 6º puesto de forma fulminante. Y a UK. Si se va italia pasamos al podio…
España en el 75 era una gran planta de montaje barato. Como mexico hoy en dia. Y aun asi sus vecinos y no tan vecinos estaban aun mas industrializados. Tenemos a USA, la urss, china, uk, alemania del oeste, incluso la del este tenia mas fabricas que la españa del 75, yugoslavia tambien era un pais enormemente industrializado, italia, francia la india, japon…pero de verdad que eramos la 8ª? Si paquito levantara la cabeza eh…
Espero que vayas por la calle a lomos de un caballo y una capa con la cruz de borgoña y una camiseta con un “Felipe II did nothing wrong”. Asi por lo menos nos reimos un rato.
Comentario de Lluís (04/03/2019 08:15):
Por otra parte, y volviendo al tema del poder de la economía española, basta que uno dé un vistazo a su entorno.
De mi vestimenta, lo único que hay de fabricación nacional son los zapatos, el cinturón (supongo) y la indumentaria de mi club deportivo, esto último gracias a que a ningún oriental le sale a cuenta preparar y serigrafiar un centenar escaso de sudaderas, parkas y chándales, encima de distinas tallas.
En la cocina, nada. Nevera, horno, cafetera, lavadora,… En nada hay un made in spain. El calentador, la plancha, o la maquinilla de afeitar, tampoco. Antes, por lo menos el gas, pero resulta que los que mandan en Endesa ya no son españoles. Y en el mobiliario, es cuestión de tiempo que el sr. Ikea plante una pica en mi domicilio.
La tecnología informática que me permite ganarme la vida, descargar pornografía e insultar a don Mauricio no tiene nada de española. El PC es japonés. Las herramientas software, americanas o alemanas. El proveedor de Internet si que es local, pero los equipos (routers, puntos de acceso, patentes,…), más bien no, y las patentes o desarrollos técnicos tienen poco de españolas. El móvil, chino.
Mi coche, japonés. Si, España es una potencia mundial en la industria de la automoción, pero a día de hoy es imposible comprar uno de una marca de capital español, y eso no es demasiado tranquilizador. Tampoco lo son la tecnología y los diseños. Y tres cuartos de lo mismo se podría aplicar a la industria farmacéutica.
Comentario de Mauricio (04/03/2019 09:44):
Lluis,
Discutiendo con usted tengo la sensación de estar pegando a un parapléjico. Aunque tengo que reconocerle que tiene una capacidad asombrosa para sacarse conejos de la chistera. ¿Qué será lo siguiente, comparar la extensión del imperio español con el mongol?
El peso de la Guerra de Independencia lo llevo el ejército. No es una cuestión de gustos. De derrota en derrota, sin rendirse jamás, hasta la victoria final. Tan mal estábamos que siendo un estado descabezado, invadido, se las arregló para crear juntas de defensa, levantar ejércitos, partidas de guerrilleros, convocar Cortes, con españoles de “ambos hemisferios” y sacar adelante una constitución. Desde luego, habernos rendido, como Prusia y Austria, y puesto nuestros ejércitos a disposición del corso hubiera sido menos lesivo.
Puigdemont y Junqueras también planeaban muchas cosas y ya ve. La cuestión no es que planeaban las cancillerías europeas a la muerte de Carlos II, es que consiguieron.
El momento de máximo esplendor de nuestro imperio es el XVI y el inglés el XIX pero estoy seguro que escoger ese siglo por su parte es del todo “inocente”. En el x. XVIII Inglaterra perdió su “imperio” en 12 años. ¿España estaba a la defensiva? ¿Acaso debíamos expandir nuestros “escasos territorios”, hacernos con el Canadá tal vez? ¿Lo de ayudar a los independentistas americanos, Galves, etc le parece defensivo?
Lo que paso en el s.XIX fue culpa nuestra y de una invasión francesa y “ayuda inglesa” que, sin exagerar, devasto el país. A la que siguió un periodo de inestabilidad política, incluidas 3 guerras civiles, la pérdida del imperio y una guerra final contra la futura súper potencia mundial. Llegamos tarde a la revolución industrial, con un mercado interno muy débil, el principio del S.XX no fue mucho mejor pero el último cuarto lo empezamos siendo la octavo potencia industrial. El único enlace neutral que he encontrado es de Wikipedia; el dato de 1975 en que aparecemos 10mos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_(nominal)_en_1975
Si busca en internet, encontrara un montón de artículos sobre el “milagro español” , España como 8va potencia industrial, etc. pero me da igual reconocer que me he equivocado y que éramos la décima.
Efectivamente, no hemos ganado muchos nobeles en ciencia pero tampoco es que esto sea un erial científico, las cifras del paro juvenil son elevadísimas y todo lo que usted quiera pero no puede negar ninguno de los datos que le he dado. Que cada uno saque sus conclusiones, la suya, dado su odio por nuestro país, está clara. Pero que usted no tenga nada fabricado en España, no cambia el hecho que España sea el 13 en PIB. El mundo, la realidad, no se reduce a sus prejuicios.
Tipo Distante,
España, sin duda, ha contado con la ventaja innegable de que otros cientos de países lo hicieran peor, en cambio a usted le ha pasado todo lo contrario: Todos lo hacemos mejor. Pobre…
“Menos mal que paises bajos y puchdemonlandia son paises enanos” mucho menos que si comparamos España en población y tamaño con prácticamente todos los países que nos superan en PIB.
Yugoslavia dice…mientras haya burros, efectivamente, iremos a caballo.
Comentario de Lluís (04/03/2019 12:42):
Mauricio,
Sus ínfulas imperiales y sus argumentos se las puede guardar para la barra del bar y para cuando sus contertulios lleven unos cuantos carajillos de más, de lo contrario no se aguantan ni con pinzas.
¿La 8ª potencia mundial? ¿Con barrios de chabolas en las principales ciudades? Pues a saber cómo estarían países que iban por detrás, como Bélgica, Holanda, Austria, Dinamarca,…
Curiosamente, la 8ª potencia mundial no atraía emigrantes. Eso debería darle que pensar. Por lo menos, su supiera hacerlo.
En la guerra de independencia, las “juntas locales” eran la mejor constatación que el estado era poco menos que inexistente, incapaz de articular una estrategia global. Supogo que sabe de Bailén, pero también de Tudela o Somosierra. Luego, a partir de allí, suerte de los ingleses o de que los franceses tenían problemas peores en otros sitios.
Comentario de Mauricio (05/03/2019 12:28):
Mauricio,
¿Por mis ínfulas imperiales y argumentos que solo se aguantan con carajillos de más se refiere a la entrada de Wikipedia que incluye los datos de la ONU?
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_(nominal)_en_1975
Yo hablo de “potencia Industrial” o posición por PIB.. Pero bueno como no le gusta la realidad, como esta no encaja con sus prejuicios, ignórela. Lo hace siempre.
Por cierto ¿Cómo creen que viven los chinos con una renta per capita de 9000 $ por mucho que lideren el ranking de PIB mundial? En fin, si no tiene ni idea ni de lo que representa el PIB, ni la renta per capita, ni cómo influye en ellos la demografía
Se creó una Junta Suprema Central que contaba con representantes de prácticamente todas las provincias y que coordino el esfuerzo de las diferentes juntas que surgieron inicialmente. Además, hicieron lo posible por asegurar los territorios de ultramar, negociaron una alianza con Inglaterra, organizaron la resistencia, consiguieron financiación, armaron ejércitos y convocaron cortes que acabaron proclamando una constitución. Dando luego paso a la junta de regencia. Todo esto en un reino sin rey, invadido y arruinado, mientras prusianos o austriacos se rendían a la primera derrota.
“Suerte de Inglaterra” y estos suerte de españoles, portugueses, franceses, diversos reinos alemanes, prusianos, austriacos, rusos, holandeses, etc.
Sigan ignorando la historia, sigan menospreciando España y sus logros, sigan mirándose el ombligo y así seguirán sin entender porque su republica que no reconoció nadie duro 10 ridículos segundos.
Comentario de Lluís (05/03/2019 16:26):
Mauricio,
A mi, en 1980-81, en los libros de texto que usaba definían España como un país “en vías de desarrollo”. Y Pujol todavía no había tenido demasiado tiempo en el sistema educativo, o sea que no me venga con eso. Y esa era la realidad, el PIB general sería el que sería, pero si busca el PIB por cápita, que da un índice mejor del bienestar del país, España estaba entre las posiciones 20 y 30, y eso antes de la crisis del petróleo.
Respecto a las guerras napoleónicas, crear una Junta Central y Juntas Provinciales es algo relativamente fácil, incluso Puigdemont lo hizo. Otra cosa es que eso sirva de algo, la junta de Madrid pintaría muy poca cosa mientras José Bonaparte estuviese afincado ahí. Por esa época fue cuando en algunas regiones de América del Sur empezaron a trabajar en serio para independizarse. A Cádiz acudiero algunos diputados de las colonias americanas, pero batallones armados para sumarse a la lucha contra el invasor, ninguno que yo sepa.
Los españoles no se rendirían, pero la derrota de Arapiles no se produjo hasta que las principales fuerzas francesas no estuvieron metidas de lleno en la campaña de Rusia. Y lo que acabó con Napoleón fue esa campaña, junto con la posterior derrota de Leipzig y la llegada de los coaligados (los mismos que se habían rendido tantas veces) a la mismísima Francia. Sin la campaña de Rusia y a la que Napoleón se hubiese mostrado tozudo, hoy vd. y yo estaríamos hablando francés, entre otras cosas porque la idea inicial de Napoleón era poner la frontera con Francia en el Ebro.
Mire, yo no es que menosprecie los logros de España. Simplemente los comparo con otros que en su día estaban en el mismo nivel o por debajo. La Inglaterra del siglo XVI o principios del XVII no era precisamente una gran potencia. Durante el siglo XVII, grandes zonas de Europa, por la Guerra de los 30 Años, el “diluvio” o las guerras del norte, quedaron arrasadas a un nivel similar al de la II Guerra Mundial, la mayor parte del país por lo menos se ahorró tener a grandes bandas de mercenarios saqueando su propio territorio, pero ahí quedó la cosa. No es que en el siglo XIX no hubiese un mercado interior potente, es que tampoco lo había 2 siglos antes, de hecho España entró en el siglo XVI con una burguesía mucho más débil que otros países, no fue a la Revolución Industrial a lo único que llegó tarde España.
Si, en España se vive muy bien, mucho mejor que en Marruecos o Nigeria, sobretodo si tienes dinero. Pero francamente, si se pudiese elegir no habría elegido nacer español (ni catalán).
Comentario de Mauricio (06/03/2019 09:39):
Obviamente, entre lo que usted estudió y los datos de la ONU no hay color pero no sé contradicen. China también es un país en vías de desarrollo pero eso no le importaba hace unos pocos días cuando ponía a China como ejemplo de éxito económico. Yo le intente hacer ver que se trata de un equilibrio entre PIB y renta per capita pero entonces no le servía. Sin embargo, ahora que hablamos de la “industrialización” pura y dura, a la que España llego tarde pero a la que se incorporó de tal manera que en la década de los 70 estaba entre los 10 primeros países, entonces el dato no le gusta, lo minusvaloramos y lo ignoramos.
Habla de PIB per capita y de Inglaterra pues mire:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_(PPA)_per_c%C3%A1pita
Reino Unido está en la posición 24, Francia 25 y España 29. Esta es la diferencia pero comparto su “ambición y patriotismo” sobre que España debería estar mejor, por lo menos intentarlo pero en un mundo globalizado España, ni Francia y pronto, se darán cuenta los británicos no tienen nada que hacer por su cuenta. Nuestro único futuro es en la UE porque, como en todo, el tamaño importa. Desde luego, importa muchísimo más desde la globalización y la primera revolución industrial, en el S.XVI los mercados internos no eran relevantes. En fin, no tengo paciencia para corregir todos sus absurdos.
A mí la nacionalidad que hubiera escogido me resulta irrelevante, para mí es un accidente y allí donde hubiera nacido hubiera intentado hacer lo mejor por mi país pero entiendo que para un nacionalista, a falta de cualidades personales, le convendría nacer en un país con una alta renta per capita, pib, nobeles, lo que fuera para que pudiese diluir su falta de logros personales con los conseguidos por sus compatriotas.
Su divagación sobre la Guerra de Independencia es todavía más patética. Usted comparo España con Prusia y Austria ¿Acaso alguno de estos países habría vencido a Francia sin el fracasó de este en Rusia? ¿Se enfrentaron alguna vez solos contra Francia? ¿Lo hizo algún país? Está claro que su única intención insistiendo con lo de “sin Rusia”, “sin la ayuda de Inglaterra”, además de desviar la atención sobre otra cagada suya, es minusvalorar el esfuerzo de guerra español y lo que hizo un reino sin rey, invadido y arruinado. Ningún país hizo algo ni remotamente parecido, ni desde luego un país acabado podría haberlo hecho. Y mete al pobre diablo de Puigemont que se echó atrás dos veces en sus convicciones por un puñado de tuits, una manifestación de adolescentes y acabó huyendo en el maletero de un coche…
De verdad, si lo suyo no es pura obtusidad es de una deshonestidad tan burda que me repugna
Comentario de Tipo Distante (06/03/2019 16:58):
Tan pobre era yugoslavia que hicieron lo posible por desmenbrarla, no fuese un competidor en el este.
Pero oyes, que viva españa, que derroto a napoleon, y se vivia de puta madre hasta que llegaron los sociatas. Viva fraga tambien. 8ª potencia. Los burros sois vosotros, soy un expertens. NO?
Mauricio, eres una caricatura del votante de vox. Se ilustra en las letrinas y de su boca solo sale mierda.
Comentario de Lluís (08/03/2019 11:26):
Mauricio,
Creo que se confunde, cuando he hablado de China ha sido para contrarrestar su ignorante afirmación de que el socialismo es incapaz de generar riqueza.
El tamaño de un país no es tan importante. Lo que importa es lo que es capaz de hacer. Hay países con mucha menos población que España, incluso fuera de la UE (léase Suiza o Islandia) y que no son precisamente pobres, o por lo menos hay bastante menos desigualdad, no encontrará ciudadanos islandeses en el Forbes pero tampoco buscando comida en los contenedores de basura. Igual es que van por ahí los tiros.
Que España era un país en vías de desarrollo en 1970 era una realidad. Lo de 8ª/10ª/12ª potencia industrial no cuadra por demasiados sitios. Pero tenía déficits importantes en infraestructuras, sanidad o educación, aunque en los años 60 se hiciesen grandes progresos estábamos bastante lejos de Holanda, Bélgica o Francia.
Y en la Guerra de Independencia, la diferencia es que Napoleón, pese a derrotarlos infinidad de veces, no consiguió terminar con la estructura estatal de Prusia ni Austria (y eso que se llegó a instalar una guarnición francesa en Berlín y los reyes prusianos tuvieron que irse). Fue en esa parte de Europa donde Napoleón dedicó sus esfuerzos, y cuando se habla de sus victorias, a uno le viene en memoria Austerlitz, Jena, Wagram,…, no Somosierra. En ningún momento pudo plantearse poner a un pariente en el trono austríaco, en cambio puso a España, que en teoría era la tercera potencia europea en a finales del XVIII, al nivel de Nápoles.
Y resulta que la culpa de que España se hundiese en el XIX es de Napoleón. Otras regiones de Europa habían sufrido el paso de sus ejércitos (por no hablar del coste que tuvo para la propia Francia) y levantaron cabeza mejor y más rápido. Igual es que aquí había problemas que venían de más lejos y ahora salían a la luz. Creo que costaría mucho encontrar otro ejemplo de un país que era una potencia mundial y 30 años después era un paria.