Altered Carbon (Netflix, 2018)
El futuro es una mierda
¿Qué podemos decir del año 2384? Pues así y a bote pronto, que nos pilla muy lejos. Eso tiene la ventaja de que puedes hacer predicciones con la seguridad de que nadie verá que te equivocaste. Así que esta serie que hoy les ofrecemos, ambientada en ese año, puede jugar con ideas locas sin –demasiado- peligro de quedar expuesta. Y aunque los escenarios son muy estilizados, hay un punto donde los guionistas han atrapado el Zeitgeist a la perfección: el futuro es una puta mierda. Han pasado 366 años y todo lo que estaba mal sigue mal o peor. Que desastre. Qué mal todo. No para de llover a todas horas, y el Fully Automated Luxury Gay Space Communism brilla por su ausencia.
Lo que hay en su lugar es… bueno, la verdad es que no se distingue mucho de lo que tenemos ahora, es decir, una plutocracia camuflada, pero con más gadgets y chorraditas tecnológicas, la más importante de las cuales es un disco de datos, la “pila”, que te implantan en la nuca y que va haciendo copias de seguridad de tu cerebro/personalidad, de modo que si tu cuerpo muere simplemente le extraen el disco y lo insertan en otro cuerpo (en vez de cuerpo dicen “funda”), y ala, a vivir. Solo que si te revientan la pila te mueres de verdad de la buena, claro. La Muerte Verdadera. Un avance que tiene soliviantada a la Iglesia Católica, que abandona su papel de proa del progreso para exigir que la muerte siga siendo LA MUERTE, y que no te revivan por pila-en-funda al morir. No sé cómo es esto en las novelas originales, pero la serie aquí hace gala de un viejo cliché anti-católico anglosajón, considerando a la grey católica (por cortesía, los llaman neo-católicos) como primitivos supersticiosos controlados por su jerarquía. Y no es que la Iglesia no tenga algún ramalazo carca de vez en cuando, pero con el rollo este de la pila creemos que irían por la misma vía que ya han ido con el divorcio civil, la democracia representativa, la alfabetización de los pobres, el socialismo, la libertad de conciencia o la anestesia en los partos (y su implícito corte de mangas al “parirás con dolor” divino): atronadora condena inicial seguida de firme excomunión y expulsión a las tinieblas para el pecador… que luego se relaja por lo bajini hasta aguarla completamente a la vista de las iglesias vacías los domingos y que al tercer hijo ya ni la más devota señora del Opus renuncia a su chute epidural. Si se leen la saga de los Cantos de Hyperion verán un futuro mucho más creíble en ese sentido: una vez lograda la inmortalidad mediante los cruciformes, ¡es la Iglesia Católica la que la utiliza (tirando por la borda varios milenios de teología) para convertir a todo el mundo al catolicismo! Vida eterna for real, pero solo si pones la X en la declaración.
Otras mejoras tecnológicas son los viajes espaciales y la teletransportación (lograda, para humanos, por el sencillo proceso de retransmitir el contenido de un disco a una funda formateada en otro lugar). Todo ello logrado gracias a una misteriosa civilización alienígena, de la que sin embargo hablan poco. Pero sin duda para el público español el avance más inverosímil y loco es el hecho de que todo el mundo habla un porrón de lenguas y las usa indistintamente, sin que nadie salga a decir “en cristiano, coño”. ¡Eso sí que es inverosímil!
El caso es que, aunque parece que aquí se ha logrado la inmortalidad para todos, lo cierto es que sigue habiendo clases. Solo los muy ricos se pueden permitir clones de ellos mismos en los que re-enfundarse cada pocas décadas, llegando a edades matusalémicas (y siendo llamados, por ello, los “Mats”). La plebe tiene que comprarse cuerpos distintos, muchas veces en mal estado, y como que la inmortalidad enfundado en un decrépito viejales no mola nada. Además, vivir en un cuerpo ajeno te afecta al coco, y es muy fácil acabar psicótico perdido. Al cabo de unos cuantos re-enfundados, mucha gente lo deja. Y aunque la serie no entre en el tema, está claro que los sistemas sociales tienen que petar con tanto jubilado inmortal. Aquí la mente-colmena de LPD deduce que solo hay dos salidas: o el mentado Fully Automated Luxury Gay Space Communism, o sálvese-quien-pueda/ley-de-la-selva. Y obviamente la que triunfa es la segunda. Por otro lado, la alta tasa de reproducción de los ricos (un Mat y su mujer llevan como 21 hijos en tres siglos), combinada con la práctica inmortalidad de esta gente, tiene que llevar a una sociedad donde todos son ricos, si no vía herencias, pues al menos vía regalo/donación. Imagínenselo: ¡una sociedad donde todos son rentistas millonarios! ¡Ayn Rand aplaude desde su tumba!
La inmortalidad de los Mats, plantea la serie, está llamada a acabar con la sociedad libre y abierta tal y como la conocemos. Como me está saliendo la vena poeta, lo voy a decir en cursi: cuando Dios nos bendijo con la incesante acumulación del capital en el capitalismo, nos trajo también la acumulación ilimitada de estupidez para compensar. A cada John Rockefeller acumulando capital le sigue una Laurance Rockefeller quemándose la pasta en investigaciones alienígenas. A cada Conrad Hilton, una Paris Hilton. A cada Invicto Caudillo le siguen una Carmen Martínez Bordiú y un Pocholo (que es “algo” del Caudillo, ¿no?). Dios aprieta, pero no ahoga. Porque la muerte es una putada, pero también una solución elegante –por inapelable- a un montón de problemas. Imagínense un Caudillo inmortal por la Gracia de la Pila: ¡la de equilibrios que tendría que hacer toda la derecha española, trabajando durante ya ochenta años “desde dentro” para derrocar la malvada dictadura y traernos la democracia, pero incapaz de lograrlo porque Franco no les hace el favor de morirse en la cama!
Por supuesto, esto no se queda sin respuesta. Bien entrada la temporada le dedican un capítulo entero en flashback a una revuelta/rebelión que ocurrió unos 250 años antes, protagonizada por unas “Brigadas” comandadas por Quellcrist Falconer (la ingeniera que desarrolló en parte la pila, y que ahora se siente culpable) y cuyo propósito era hackear las pilas y limitarlas a 100 años de vida. La Revuelta –SPOILER- es aplastada como una manifestación donde no haya ni un solo votante del PP, y 250 años más tarde el prota principal puede visitar los restos en un museo, donde el muy humano e ilustrado gobierno del Protectorado practica la versión siglo XXIV de poner las cabezas de tus enemigos en picas sobre la muralla, solo que aquí se limitan a mostrar las pilas semifundidas de los Brigadistas.
Carbonatos Alterados
Takeshi Kovacs: el prota, revivido en 2384 por capricho de un muchimegamillonario que quiere que le resuelva un asesinato. Kovacs empezó dando yoyah desde niño, cargándose a su padre abusador con un disparo en la garganta. Las CTAC, unos GEO’s del espacio, entienden en consecuencia que tiene el perfil idóneo para entrar en el cuerpo, y allí se pasa un par de décadas limpiando la galaxia de okupas y otros terroristas, hasta que deserta y se une a las Brigadas Antikapi-Perrofláuticas de Quellcrist Falconer que luchan contra el superestado conocido como el Protectorado. Tras el aplastamiento de las Brigadas se recicla como criminal de pequeña monta, el Protectorado le pilla, se cepilla su funda y mete su pila en el congelador, en plan cadena perpetua revisable, pero como eres inmortal eso pueden ser unos cuantos siglos. Una vez revivido por el capricho del muchimegamillonario, Kovacs resulta ser un detective muy perspicaz, aunque el hecho de que le hayan enfundado en el cuerpo de un policía no muy popular en los bajos fondos entorpece un poco su trabajo.
Seguro que conocen la frase cuñada “si a los 20 no eres de izquierda no tienes corazón, si a los 40 lo sigues siendo no tienes cerebro”. La chavalada alemana de mayo del 68 replicaba a esto con un “no te fies de nadie con más de 30” (en nada empezarán a darnos la tabarra con el 50 aniversario, igual esta frase viene al dedo). Kovacs andará por los 280 años, así que se entiende que su ardor guerrillero-por-la-justicia-social haya decaído. En 2384 el Protectorado y el capitalismo gozan de excelente salud, y el muchimegamillonario incluso se permite presentar a Kovacs como “aquí mi juguete, el último comunista, ¿a que resulta mono?”
Como a Kovacs, tecnología de las fundas mediante, le interpretan tres actores a lo largo de la serie, construir al personaje era todo un reto. Reto superado notablemente por la simple vía de indicarles a los tres actores que lo interpreten de la forma más lacónica, fría e inexpresiva posible. Dado que la serie requiere a un detective hard boiled para casar con el ambiente, es normal que el actor que más metraje recibe provenga además de la academia sueca de actores.
Laurens Bancroft: el muchimegamillonario/plutócrata que quiere que le resuelvan un asesinato. En concreto, el suyo: alguien le volatilizó la cabeza en su propio despacho. Con lo que no contaba ese alguien (o sí) es con que Bancroft tiene su propio satélite militar donde hace una copia de seguridad de su pila cada 48 horas, así que a las pocas horas un Bancroft revivido (pero que no recuerda nada de las 47 horas y 50 minutos anteriores) está moviendo los hilos para encontrar a quien le volara la cabeza. Como en toda novela negra que se precie, todos sus allegados resultan sospechosos, y todos los sospechosos resultan interesantes y tienen mierdas ocultas para tres cadenas perpetuas revisables. Que es lo que pasa cuando te sobra la pasta y tienes siglos y siglos: que te aburres y empiezas a meterte en vicios y hobbies malsanos.
Kristin Ortega: agente (o agenta, que estamos en el siglo XXIV, pardiez) de policía de la ciudad donde todo esto pasa, Bay City, que es una especie de mega-San Francisco donde el edificio más bajo mide 70 plantas. Como no creo que para 2384 hayan logrado sellar la falla de San Andrés, hemos de suponer que la arquitectura va a mejorar bastante en los próximos tres siglos. Pese a la profusión de vivienda en altura en Ciudad Bahía, Ortega vive en un semisótano, lo que facilita que su madre (neocatólica-pero-con-buen-corazón) esté siempre allí, que igual le parece que los ascensores son un invento del demonio.
El caso es que Ortega se mueve por la ciudad como pez en el agua, lidiando alternativamente con su jefe, con el muchimegamillonario y con su madre, que es probablemente la peor de los tres. Sale airosa gracias a sus habilidades y por su cara bonita, porque creo que si lo hiciera yo, al final del día estaba limpiando letrinas. Ortega, además, estaba liada con Ryker, el agente en cuya funda resucitan a Kovacs.
Reileen Kawahara: La hermana de Kovacs, que se quedó un poco tocada cuando –a raíz de la muerte de sus padres a manos de Kovacs – los servicios sociales la vendieron a los Yakuzah. Tiene una obsesión edípico-eléctrica con Kovacs, que la lleva a mover cielo y tierra para sacarle del congelador. A esto ha dedicado los últimos dos siglos y medio. Como esto implica un gasto brutal en fundas y clones, monta un lucrativo negocio con un burdel flotante sobre Ciudad Bahía donde los Mats pueden hacer realidad sus más íntimas fantasías (generalmente, matar alguna funda). Finalmente se monta una sofisticada trama para que Bancroft se pegue un tiro y posteriormente amnistíe a Kovacs para resolver el caso. Aunque Bancroft parece ser el Mat por excelencia de la serie, es Kawahara la que suelta las frases realmente sociópatas y a la que una vida humana le parece insignificante.
Poe: una IA que lleva el hotel donde se aloja Kovacs. Supuestamente es el contrapunto humorístico a Kovacs, por su interés en los humanos y las confusiones que sufre.
Oumou Prescott: abogada de Bancroft, y un caso destacado de Falsa Conciencia. Asiste a su jefe en todas su salvajadas, lo que incluye ponerse fundas de jóvenes rubias para que Bancroft realice alguna sádica humillación seguida de asesinato. Todo porque algún día quiere ser un Mat también. En esto hay que decir que han captado a la perfección a gran parte de la sociedad actual.
Valoración
Como thriller noir futurista-cyberpunk, la serie está muy bien, la ambientación futurista es muy vistosa y constituye un homenaje descarado a Blade Runner, y la tecnología no resulta demasiado “mágica” para desvirtuarla. Hay que prestar un poquito de atención porque te puedes liar con los actores, ya que en un momento dado puede ser otro personaje con una funda ajena, pero esa parte está bien llevada. Otra cosa es que la trama del asesinato del Bancroft, compleja de por si, quede sepultada por tramas y subtramas.
Al final –SPOILER- Kovacs encuentra al asesino y resuelve la trama… que en un giro totalmente inverosímil (y que para mi se carga media serie) acaba con los muchimegamillonarios en chirona por varios asesinatos, a pesar de que tienen en nómina a media policía y seguramente a unos cuantos jueces. Pero a ver, ¿realmente esperan que nos lo creamos, después de toda la corrupción mostrada? Donald Trump ya cree que podría matar a gente en plena Quinta Avenida sin que le pasara nada, ¿y acaso eso va a ir a mejor en los próximos tres siglos? Si Bancroft organiza luchas a muerte (muerte “falsa”, claro) entre familiares para divertir a sus invitados. Es más, ¡podría argumentar que el crimen lo cometió una funda que ya no vive, y una conciencia que fue borrada! En puridad, ¡él no cometió el crimen! Hasta un abogado mediocre podría montar una defensa decente ahí. Si Emilio Botín queenpazdescanse, lo más parecido a un Mat que tuvimos por aquí, se quitó de encima unos problemillas con la justicia con una doctrina ad hoc, ¿acaso Laurens Bancroft no podría pagarse directamente una Ley Orgánica? Nada, con este optimismo buenista aquí para mi se han cargado todo el espíritu de la serie, ese “vaya mierda el futuro”. Para eso no te gastes millones y millones en hacer una serie. Gástatelo en clonar la pila de Dashiell Hammet, que a lo mejor escribía en revistas de pulpa tan barata que no podías ni limpiarte el culo con ella, pero al menos no intentaba decirle al lector que esto era el mundo de la piruleta.
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Comentario de keenan (24/03/2018 17:59):
Eso es lo que me gusta de LPD, nunca faltan las referencias a Dan Simmons o a Ayn Rand. Así da gusto, oiga. La serie no la he visto y no me llama mucho. Siempre veo un grave fallo en la inmortalidad concebida como un mero transvase de datos, y es que la conciencia es otra cosa. Una persona con tus recuerdos, incluso con tu personalidad, no será nunca tú. Será una copia, mejor o peor, pero una copia. Creo que la conciencia es tan intrinseca a la biología que no se podrá separar nunca del cuerpo, o del cerebro al menos.
Comentario de Rafa (25/03/2018 01:09):
La he visto y me gustó bastante. Me gustó el personaje de E.A. Poe y, además, salen tetas!
Comentario de Mr. X (25/03/2018 08:51):
A mí me ha parecido muy mala. Rodada en plan videoclip chungo de los noventa, y estropeando dos o tres ideas medio interesantes de la novela en la que se basa (que no es más que una copia más de las obras de William Gibson).
Comentario de emigrante (25/03/2018 13:52):
Otro off topic.
Pobre Puchi, le han ido a cazar en un país donde el nacionalismo es delito
Comentario de E. Martín (25/03/2018 16:14):
Las dos más mejores cosas de todo es que lo de asesinar a putas impunemente porque le puedes comprar funda nueva YA lo hacen en los puticlubs a ras de suelo, con lo que no llego a entender qué es peor de hacerlo en Bespin. Perdçon, quería decir el puticlub flotante. La otra es que Kovacs mata hasta a la telefonista de Torturas S.A. porque cómplices y bla bla y A LA PUTA DUEÑA QUE FUNDÓ EL NEGOCIO la quiere rehabilitar porque, eh, es su hermana y eso.
Bueno, otra cosa que mola mucho es cómo en el último episodio se dan cuenta de que tienen muchos secundarios y matan deprisa y corriendo justo a los que mejor me caian :/
Comentario de devilinside (27/03/2018 17:09):
Buena crítica, Mr. X. Sólo le falta decir algo sobre Días Extraños
Comentario de Y (27/03/2018 19:09):
Ya era jrande mi hamor por la reserva espiritual de occidente: la hélade que se empeñan en llamar grecia, y portujal, y ahora me acabo de enterar que son las dos únicas provincias del angloesférico imperio de los romanos que no han expulsado a diplomáticos rusos, ah vaya resulta que también austria que no me caen bien, bueno qué más da, es una alegría ver a grecia y portujal defendiendo la ciudad perdida de Numancia
Qué espantoso imperio angloesférico, qué vergüenza de caraduras sinvergüenza, qué títeres los emperadores romanos ¿desde 1963? Y eso que Trump era el mal menor frente a tita killary la pistolera neocon, pero da igual: los romanos solo tienen un partido político con dos equipos de comerciales
Comentario de Y (18/04/2018 11:00):
Recapitulemos
(I) El Emperador de los romanos, Donald, agarra el telefonino y va y dice: las tropas vuelven a casa, nos vamos de Siria, “pronto”
(II) Arrecia la campaña de presión con la mentira y tontería que dice que Donald conspiró con los rusos o que los rusos lo tienen trincado con lo de las putas de Moscú, al parecer Donald contrató en Moscú unas prostitutas para que entre otras cosas (cito) “mearan en la cama donde había dormido Obama” (fin de la cita) [al parecer él también meó] Y este tipo de cosas les impresiona mucho a los torpes y torpas desnortadas y desnortados progres de la Angloesfera
(III) Gerasimov dice que los norteamericanos quieren bombardear Damasco, y que van a usar como excusa una supuesto ataque químico, que será filmado por los cascos blancos [que es una sucursal del servicio exterior británico y es una conocida compañía de teatro, sus montajes son innumerables y bien conocidos por los que nos hemos tomado la molestia de estudiar y hacer la tarea]
Y tal como lo dijo el general Valery Gerasimov ocurrió, y vimos el video emitido por Al Jazeera (emitido por Al Jazeera como es lógico y natural)
(IV) Franceses, británicos y norteamericanos (atención a un nuevo acrónimo F/UK/US [que además de lo evidente quiere decir que estamos todos jodidos, cosa que es bien cierta] pues lanzan 105 misiles, y el Pentágono nos miente con los blancos
(V) Sorprendidos muchos del teatro imperial, presenciamos con asombro un colosal ataque de histeria ante la ya clara derrota de los muchachos de Bin Laden y del así llamado estado islámico (esto es: los matones subcontratados para destruir Siria)
Y de repente
Espectacular pataleta y ataque de histeria de …
De Guardian, Washington Post, The New York Times, y feroz ha estado The Wall Street Journal
Ya no sé si me cabrea más la ziocaina rosa para hembritas y guays o la ziocaina azul pa machirulos
En fin, vaya tela, vemos con estupor que grande, muy grande, era el amor al estado islámico entre los medios de intoxicación, engaño y ocultación de la Imperial Angloesfera nacida de la pérfida Albión
Y ya están preparando la siguiente guerra, y para colmo son -perdón pero esto hay que dejarlo bien claro- son tontos del culo
¿Para qué sirvió destruir Irak?
Comentario de Y (18/04/2018 12:32):
Los franceses dijeron que habían comprobado que las imágenes de “youtube” eran actuales y verdaderas (y no recicladas); pero probablemente lo que ocurrió fue …
https://www.independent.co.uk/voices/syria-chemical-attack-gas-douma-robert-fisk-ghouta-damascus-a8307726.html
… que se estaban asfixiando por una nube de polvo, y llegó un “casco blanco” y gritó -“gas”, y cundió el pánico
Pero los detalles son lo de menos, recordemos el teatro de “las armas de destrucción masiva” en Irak, quiero decir que cualquier cosa les vale, ven el mundo a partir de una gigantesca empanada mental hecha de (1) clasismo (2) imperialismo y (3) fantasías bíblicas
fantasías bíblicas que les sirven para desencadenar el terror sobre los demás y encima sentirse de los buenos
Comentario de Y (18/04/2018 12:48):
Toda identidad/religión -toda mente colectiva- cumple la función de producir ceguera, en el caso de Tony Blair y Jose Maria Aznar, dos casos paradigmáticos de ciega ceguera, pues los dos se habían tomado garrafa y media de identidad/religión -mente colectiva- imperial romana, que podía ser caldea o asiria, es igual, los que arrasaban poblados en nombre del gran diosito Assur se sentían participar en una plan divino como el mismísimo Bush Junior cuando citó al Altísimo antes de desencadenar el terror sobre las gentes de Irak