Episodio VIII – Los Últimos Jedi
AVISO DE EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD: la crítica de Los Último Jedi contiene varios OJOCUIDAOS (a.k.a. Spoilers). Además, ya está casi retirada de los cines, límite aceptable para que los destripes dejen de estar penados, así que nos lavamos las manos si le destrozamos su placer cinéfilo.
Kylo Ren y Albert Rivera: vidas paralelas
Hace dos años, a finales de 2015, se produjo el estreno de El Despertar De La Fuerza, con un reparto totalmente nuevo (aunque con los debidos homenajes a las viejas glorias) y la intención de cautivarnos, o así nos lo vendió Lucasfilm/Disney. Obviamente, todo esto no era más que una megaoperación de marketing para ordeñar la nostalgia por un relato nacido en 1977 que ya está en sus últimas bocanadas, algo que quedó claro clarinete en el intento de vendernos a Kylo Ren como “el Darth Vader de esta generación”. Kylo Ren traía consigo la Base Starkiller, un arma capaz de dejar en pañales a la Estrella de la Muerte, y el propósito de exterminar a la República e instaurar un gobierno basado en el Lado Oscuro. Aún más: Kylo Ren usaba La Fuerza, el misterioso campo de energía que le otorga unos poderes inalcanzables a un simple mortal. Pero MEH. Al final, como no podía ser de otra forma, una panda de andrajosos hippies comunistas triunfaba contra todo pronóstico y Kylo Ren quedaba expuesto como un niñato con una máscara y poco más.
Apenas cuatro días después del estreno mundial, tuvimos en España unas elecciones generales donde se produjo el estreno de Albert Rivera (si obviamos por un momento que C’s ya se presentó en 2008, logrando 45.750 votos), que traía un reparto totalmente nuevo (aunque con los debidos homenajes a las viejas glorias) y la intención de cautivarnos, o así nos lo vendieron los medios apesebrados del IBEX. Obviamente, todo esto no era más que una megaoperación de marketing para ordeñar la nostalgia por un relato nacido en 1978 que ya está en sus últimas bocanadas, algo que quedó claro clarinete en el intento de vendernos a Albert Rivera como “el Adolfo Suarez de esta generación”. Albert Rivera traía consigo el apoyo casi unánime de la prensa nacional, un arma capaz de dejar en pañales a la Estrella de la Muerte, y el propósito de barrer a republicanos y nacionalistas e instaurar un gobierno basado en DATOS. Aún más: Albert Rivera usaba Lae Tizia, el misterioso campo de energía que le otorga unos poderes inalcanzables a un simple mortal. Pero MEH. Al final, como no podía ser de otra forma, una panda de andrajosos hippies comunistas triunfaba contra todo pronóstico y Albert Rivera quedaba expuesto como un cuñado con unas encuestas trucadas y poco más.
Kylo Ren y Albert Rivera se habían llevado un costalazo del quince en su primera aparición, y 2016 vino para hurgar aún más en la herida. Viendo que era facilísimo hacer caja con la saga, Disney/Lucasfilm sacó Rouge One, una peli bastante pasable y en la que un Darth Vader recreado digitalmente le daba mil vueltas a Kylo Ren en sus tres contadas apariciones. El Rouge One de Albert Rivera fueron las generales de junio de 2016 (10% menos de votos), seguidas de las elecciones vasco-galaicas: unas elecciones en autonomías con fuerte presencia de malvados nacionalistas donde el-único-partido-que-defiende-a-los-españoles-de-los-malvados-nacionalistas sacó cero escaños cero. Un rosco como una galaxia. Cual Kylo Ren ante el Líder Supremo Snoke, Albert Rivera tuvo entonces que hincar la rodilla ante el mismo M. Rajoy del que se había choteado, y elegirle Líder Supremo de la Galaxia Española.
Aunque ambas producciones, la película y el Año Que Vivimos Peligrosamente Sin Gobierno, no carecieron de un cierto encanto palomitero, para nuestros personajes, Kylo y Albert -si nos permiten la misma familiaridad que con PABLO-, las cosas no habían salido como estaba planeado, y a finales de 2016 parecían destinados al cajón de los fracasos. Juguetes rotos de un hype que se fue por la culata. Pero la política española y Disney siempre dan una segunda oportunidad: en la Galaxia y en España, ha resurgido la Primera Orden, y con ella las fortunas de nuestras dos vidas paralelas.
La Primera Orden, que tras la entrega de 2015 parecía perder fuelle, ha vuelto a situarse en el centro de la contienda política con “el temita”. Con ello, Albert Rivera ha resurgido de sus cenizas, y Metroscopia ya le sitúa de nuevo en lo más alto, y subiendo como la espuma, mientras la Alianza Rebelde de LOS BUENOS, atrapada en un crucero destartalado comandado por una diva de pelo morado que aparentemente no tiene ni idea de lo que hace, huye hacia ninguna parte mientras el Imperio la persigue friéndola a tiros (en España, y por motivos de presupuesto, la Alianza Rebelde de PABLO tuvo que sustituir el crucero estelar por un polideportivo a las afueras de Zaragoza, y el Imperio patrio en vez de tropas de asalto envió a forococheros, pero por lo demás como dos gotas de agua).
Una de las cosas buenas de esta película es que –ya era hora, tras ocho entregas- empiezan a limpiar toda la morralla que dejó George Lucas: la Fuerza vuelve a ser la Fuerza (los midiclorianos, que vienen a ser una especie de microletizios de las galaxias, ya no han vuelto a aparecer), e incluso nos deleitan con una trama donde hablan de algo que nunca se suele hablar: ¿de dónde salen las armas que disparan unos y otros, imperiales y rebeldes? Pues del mismo sitio y de los mismos fabricantes, que se están inflando y que mantienen a planetas enteros subyugados en una especie de distopía dickensiana con Wookies e hipermotores. Lo de darle un papel importante a una chavala que parece una tanquista de las divisiones siberianas del Ejército Rojo y que fue trabajadora infantil en uno de esos planetas manchesterianos ya no sé si es intencionado, aunque con los uniformes imperiales tan reminiscentes de los nazis nos gustaría creerlo.
El caso es que –y con esto ya vamos con los SPOILERS gordos- Kylo Ren, para sorpresa de quienes esperábamos un refrito de El Imperio Contraataca con todos los protas sobreviviendo hasta el episodio final, se carga a Snoke y se proclama Líder Supremo en lugar del Líder Supremo, para disgusto del general Hux, el Pablo Casado de las Galaxias, que se ve que le hacía ilusión rellenar la vacante él mismo. Albert Rivera, en una maniobra similar (y también con la excusa snokeiana de “los rebeldes esos a los que tenemos que responder con todas las armas del estado de derecho”), amenaza con partir en dos a Rajoy: ya ha anunciado la rotura del pacto de investidura y presiona con las encuestas al Snoke de Pontevedra. El Snoke de las Galaxias, por cierto, pese a todo lo amenazador que se supone debía ser, la verdad es que no ha hecho nada en dos películas: un par de apariciones como holograma gigante, y una escenita de decrépito viejales. ¡Hasta Darth Maul daba más miedo! Menos mal que en seguida se lo cargan. La verdad es que no ha hecho nada… como Rajoy, por otra parte. Y la causa de su perdición es el haber decidido hacer algo, aunque fuese poquito, frente a la amenaza republicana. ¿Será esta la caída de Rajoy?
Inescrutables son los caminos de Lae Tizia
El triunfo de Kylo Ren, a su vez, es la desolación de su maestro, un señor mayor, canoso, barbudo y tirando a fondón, que le entrenó y le enseñó en los caminos de la Fuerza, pero que ahora ve con espanto como su alumno ha tomado el camino al Lado Oscuro. Aquí, de nuevo, la realidad hispana resulta mucho más creíble que la fantasía americana: los maestros son los primeros en desfilar por el Reverso De Los Editoriales De El País, paguita mediante. Igual cuando su padawan empiece a privatizar, recortar, regenerar y hacer regalitos a las clases pudientes basados en DATOS, el maestro empieza a darse cuenta de lo que ha desatado. Pero para entonces también será demasiado tarde.
¿Y en el otro lado? Pues la Alianza Rebelde de la Diversidad, las Sonrisas y los Corazones, que está a verlas venir. Ni los truquitos espaciales de Poe’mos Dameron, ni la gravitas de Leia Anguita, ni los cameos del almirante Akbar (convertido en pulpo a feira por los malvados imperiales) sirven contra el poder del Lado Oscuro. Está claro que la Alianza Rebelde necesita a un Luke Skywalker como C3PO a R2D2. ¿Existe? ¿Existe en algún lejano planeta un jedi entrenándose en las antiguas técnicas, capaz de plantar cara al Lado Oscuro? Pues sí: en la peli es Rey, esa misteriosa chica de un planeta desierto, y en España, puede que sea Iñigo Errejón. Aunque Madrid (salvo por lo de ser una ciénaga metafórica) es más parecido a Coruscant que a Dagobah, parece ser el terreno propicio para que Errejón complete su entrenamiento y se gradúe como jedi.
Rumbo al Episodio IX
Una vez extintos casi todos los Skywalker (y cerrada aparentemente la vía “Rey es la sobrina-nieta del cuñado de Darth Vader”, que insinuaron en el Episodio VII y que aquí han dejado caer con todo el equipo), parece que Disney está preparando a la galaxia más cinéfila para funcionar sin ellos. O en otras palabras, que habrá películas para rato. En mayo sacan la precuela de Han Solo, y más tarde el Episodio IX. Y dada la fructífera labor de George Lucas en este campo, ¡ni siquiera les podemos acusar de cargarse la saga! ¡Si hasta han puesto 200 kilos de nada sobre la mesa (recaudando one billion, eso sí) para hacer una piniculilla que simplemente cierre los hilos sueltos del Episodio IV!
El Episodio VIII se puede resumir como una película mediocre muy bien hecha: es decir, que no te das cuenta de sus fallos hasta el día siguiente (o bueno, yo no me di cuenta, o igual es que no me quise dar cuenta porque simplemente fui a pasármelo bien, aspiración satisfecha, gracias Mr Disney, que para una vez que voy al cine tampoco voy a amargarme la existencia buscando fallos de guión). Que son muchos, pero que yo voy a resumir como “pablismo extreme”: el intento de agradar a todos y no ofender a nadie, llevado a lo absurdo. Como que, buscando un personaje femenino “fuerte”, hayan convertido a Rey en una especie de factótum que pilota como Ayrton Senna, arregla cacharros que ni Rick Sánchez, habla más idiomas que un político español en su CV, maneja el sable láser como si se hubiese criado con él y seguro que hace unas paellas para chuparse los dedos. ¡Y ahora ni siquiera tiene el “comodín monárquico”, algún “es que sus padres son X e Y, y claro, la Preparación le viene de casta”, tan querido por esta saga! Supongo que este enfoque feminista es también el responsable de que Snoke, en su única escena, aparezca con el guardarropa de Hugh Hefner y unos guardaespaldas que parezcan salidos de una fantasía de Pedro Almodóvar.
Pero quizás el momento más cantoso es cuando Finn acelera para inmolarse contra el supercañón terrestre de la Primera Orden, y Rose le embiste para salvarle, argumentando que “nosotros no hacemos esto”. Pero a ver, tovarish, ¡que tu hermana renunció a salvarse para cumplir una misión de bombardeo! ¡Que no hace ni cinco minutos cinematográficos que la vicealmirante Holdo estrelló un crucero rebelde contra la nave imperial! ¡Claro que hacéis eso! Eso es lo que hacen LOS BUENOS, sacrificarse por el Bien Superior. Lo hizo Obi-Wan Kenobi en el Episodio IV, lo hizo Luke al irse a luchar contra Vader en el Episodio V, y en Rouge One lo hizo todo el reparto y el apuntador también. ¿Que queda muy kamikaze-terrorista? Y qué le vamos a hacer.
La película que se ha montado Albert Rivera con “el temita” cae en la misma mediocridad, pero también está bien hecha: lo suficiente para que mucha gente no se de cuenta de los fallos de guión hasta después de las elecciones. Si estas fuesen ahora, C’s seguramente aumentaría su influencia. Por suerte siempre podremos confiar en Rajoy (que es un verdadero Maestro jedi – ¡qué cojones, es la Fuerza misma!) y su capacidad de estirar los tiempos políticos hasta el infinito y más allá. Tiempo de sobra para que alguien en la Alianza Rebelde haga algún sacrificio. En diciembre de 2019 –estreno del Episodio IX- Íñigo E’Rey-Jon habrá terminado su entrenamiento en la ciénaga de Dagobah, aunque me temo que habrá un último homenaje a las viejas glorias en las elecciones de 2020. Y a ver qué pasa. Qué quieren que les diga: I have a bad feeling about this.
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Comentario de Ksiaze (15/02/2018 22:33):
Bravo.
Un apunte más para redondear el paralelismo: al igual que la política española, la pinícula es una puta mierda. Y, al igual que ha hecho la política española, la saga lleva años -no, décadas- afanándose por convencernos de que no hay alternativa a que todo siga siendo una puta mierda.
Comentario de Iván (16/02/2018 10:10):
Hola.
Cuando se comienza a ordeñar demasiado la vaca, comienzo a perder el interés. Cuando la vaca ya está menguando grávemente, comienza la angustia. Cuando la vaca sufre anorexia inducida, ya ni recuerdo de qué estamos hablando.
Capitalismo vacuno aderezado con técnicas comerciales usanazis.
Saludos de uno del 77.
Comentario de Iván (16/02/2018 10:28):
Ah, perdón, hablaba de las pelis, no del pararelismo y el artículo en general, que ha quedado curioso y se plantea uno cómo puñetas existe un pararelismo entre los despachos de Disney y la piel de toro… ¿será por Eisenhower?, ¿o es que estamos todos conectados llámalo dios, llámalo energía, llámalo karma, llámalo estupidez sapiens?
Comentario de Oliveral (16/02/2018 12:03):
Miren quién se lo dice. Creo que es significativo. Por primera vez Mariano Rajoy está tocado. No hundido. Pero sí tocado. Se lo adelanto… las posibilidades de que se presente a la reelección están al… 75%. Y esta vez podría perder.
Comentario de dalek_fan (16/02/2018 12:13):
Hoyga, lo del supuesto factotum en que han convertido a Rey es clavado al que era Luke en su tiempo.
La diferencia es que Rey lleva desde los 8 años obligada a vivir sola, trabajando de chatarrera para un señor de esos emprendedores que tanto valoran en Cuñadanos con lo cual sabe de mecánica y también de buscarse la vida y defenderse.
Si acaso, Rey y sus habilidades están mucho más justificadas que las de Luke.
Comentario de Uno (16/02/2018 12:16):
El PP está en peligro. ¡Españoles, acudid a salvarlo!
Comentario de emigrante (16/02/2018 12:25):
Genial, ovación y vuelta al ruedo, fiel al estilo clásico de LPD como en tiempos de la Histeria de España.
Por ahí ya circulan rumores de que el personaje de Benicio del Toro es el padre de Rey, cómo encajamos este detalle en la política hispana? Con el procés? Pedro Sánchez? Alguien que al principio parecía estar de tu parte pero luego te traiciona apoyando los presupuestos a cambio de una recompensa?
Una pregunta, los detalles frikis de “un crucero destartalado comandado por una diva de pelo morado” (clara referencia a Futurama) y “hasta el infinito y más allá” (Toy Story) son intencionados o le han salido sin querer?
Comentario de Pablo Ortega (16/02/2018 19:11):
Yo esperaba algún comentario de cómo se llevaron por delante todo el rol de Luke Skywalker respecto a lo que era en el viejo Universo Expandido: el gran Jedi que se supone era Luke. Aquí ni siquiera son capaces de darle una muerte digna, como la que tuvo Obi Wan (por ejemplo), y por lo visto 30 años de paz ni siquiera sirvieron, a diferencia del viejo UE, para entrenar a dos o tres Jedis medio buenos que fueran capaces de plantarle cara a un niñato como Kylo Ren. En el UE original ya para esa época existía toda una poderosa Nueva Orden Jedi que no dependía para todo de los Skywalker.
Por algo el mismo Hamill abominó de lo que le hicieron a su personaje.
Y eso por no hablar de que ahora por lo visto ni habrán Jedi o Sith, ahora el que quiera entrenarse solito lo podrá hacer sin ayuda de nadie.
Si es por secuelas que rompen con el viejo status quo sin llevarse la vieja esencia por delante, me quedo con Legacy, del viejo UE. Ver a un tataranieto de Luke Skywalker drogándose hasta las trancas para evitar que el espíritu de su abuelo lo sermonee sobre su deber es mucho mejor que esto.
Comentario de Bartolín (19/02/2018 21:33):
El mamarracho de Riverita es el líder que España necesita… para hundirse definitivamente en la miseria.
Comentario de Yo que se (20/02/2018 13:20):
¿Errejón es de los malos? ¿Ha perdido pureza?
Comentario de M (26/02/2018 01:31):
¿Rouge?
Comentario de Llou (27/02/2018 19:28):
Vayamos por partes:
1.- Hola a todos, leo los artículos desde hace mucho (desde la serie de “sanitat valenciana” en la paella rusa). Son una fuente de alivio y de sabiduría.
2.- #8 Luke tiene un final merecidísimo, de hecho guarda muchos paralelismos con el final de Obi-wan. Entretener al “malo” para ganar tiempo, desaparecer…
3.- Luke no renegó del personaje, el mismo dijo que tuvo diferencias creativas entre otras cosas porque le sacaron de su “zona de confort” pero de ahí a lo otro hay un trecho. Como se puede ver en https://www.espinof.com/actores-y-actrices/mark-hamill-se-disculpa-por-su-opinion-sobre-star-wars-los-ultimos-jedi
4.- Me huelo que por aquí hay alguno que hubiera deseado que el episodio VIII fuera ese cosa cutre-casposa que han hecho los del alt-right al quitar a todas las mujeres de su “versión” de la película (dura 45min y cambia todo el sentido hasta el ridículo).
Comentario de Pablo Ortega (28/02/2018 18:04):
@Llou: la diferencia entre este final de Luke y el final de Obi-Wan es que Obi-Wan moría peleando en persona. Aquí vemos a Luke proyectarse sin salir de su cómoda isla, sin pelear realmente ni cargarse a nadie, solo se proyectó y luego murió por el extremo esfuerzo de la dicha proyección. Al final lo que hizo no le sirvió de mayor cosa a los rebeldes.
Y ni hablar de lo que ya dije de la Nueva Orden Jedi. Y más aún con la churri discusión sobre si el título del ep VIII era “Los últimos Jedi” en plural o no. 30 añitos para nada.
No, eso no es ni remotamente comparable con el final de Obi-Wan. Por no hablar del Luke del UE original, que podemos reírnos y mucho de sus tonterías (como los clones de Palpatine), pero al final solían ser obras que pasaban por algún control de George Lucas.
Lucas nos podrá caer bien o mal, pero él fue quién parió Star Wars, obviamente la saga le va a importar mucho más que a unos ejecutivos de Disney que lo mismo les da Han Solo que Iron Man.
De paso no entiendo porque asumir que los que nos quejamos del ep VIII queríamos quitar a las mujeres, cuando Star Wars siempre fue una saga de mujeres fuertes.
Comentario de keenan (04/03/2018 16:11):
A mi me parece una peli relevante y que no falla en su intento de trazar paralelismos entre nuestra realidad del siglo XXI y el universo ficitico de SW. Los nuevos usos “sociales” de la fuerza (con Kylo y Rey “wachapenado” telepáticamente, y haciendo mofa de el antiguo uso de la fuerza para “mover piedras”) estan muy bien traidos y aprovechados. La irrelevancia del malo Snoque también es lógica desde esta óptica contemporanea. El referente que es Luke, incomprendido, cínico y zen, muy actual también. Todo correcto. La peli tiene un subtexto brutal que propicia multiples lecturas. La mejor de SW que se ha hecho últimamente, sin ninguna duda.