‘I am Cait’, nunca un cambio de sexo a los 65 años fue más útil a la sociedad
El siglo XIX tuvo a Tolstoi, el XX a García Márquez y el XXI a las Kardashians. Seguramente, la mayoría de los cultivados lectores que siguen esta columna gustarían de fusilarme al amanecer tras leer esta frase, yo también me fusilaría a mí mismo, pero si lo piensan detenidamente, el reality de las hijas de uno de los abogados de OJ Simpson, que está en su temporada undécima y lleva 160 episodios, en manos de un buen escritor sería una extraordinaria novela sobre nuestro tiempo. Solo tendría que transcribir lo que ve. Sin necesidad de gustarse. Los hechos hablan por sí mismos. Kim era la amiga tonta de Paris Hilton hasta que le dio fama mundial un vídeo en el que realizaba, entre otras cosas, una felación atornillando con las manos en sentido inverso el generoso miembro afroamericano de su compañero. Gracias a esos momentos de gloria su posterior reality ha dado de comer a una familia entera. Su madre, sus hermanas, sus hermanastros, los novios de los mismos, todos se están forrando gracias al pequeño impuso que dio Kim a sus vidas. Todo esto es conocido de sobra, pero el último giro que dio su reality es digno de mención. Su padrastro, Bruce Jenner, decidió a los 65 años cambiarse de sexo. Se operó el rostro y se puso pechos. También, inició su propio reality, ‘I am Cait’, para retransmitir toda la aventura. Podría parecer una frivolidad, pero no lo es. Este reality es uno de los programas educativos más importantes que ha podido retransmitirse en Estados Unidos. El único pero es que sus audiencias van a la baja en esta segunda temporada, de casi tres millones que vieron el estreno de la primera temporada en Estados Unidos, ahora solo quedan entre medio millón y ochocientos mil por capítulo. [[acceder al artículo]]
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