La Hepatitis C y el Big Pharma
En las últimas semanas hemos asistido a un auténtico sainete político (por no decir tormenta) debido a la reciente publicación (reciente por decir algo, ya que se publicó en noviembre de 2014), por parte de la Agencia Española del Medicamento, de un “Informe de Posicionamiento Terapéutico” (algo así como un “aviso a navegantes”) relativo a la prescripción del nuevo fármaco contra la Hepatitis C Sofobusvir (Sovaldi ®) de la empresa farmacéutica Gilead. Parece mentira que un informe eminentemente técnico firmado por auténticos “popes” de la materia despierte tan enconado debate a un nivel no científico. No digo que no podamos debatir sobre si el informe es o no es correcto (algunos profesionales del ramo lo han tildado de “chapucero” y “obsoleto”), pero siempre sin perder de vista su contenido puramente técnico. Veremos el porqué.
Si tienen bemoles pueden leerlo completo aquí.
A grandes rasgos, y si usted la lee la prensa “seria”, todo parece indicar que el “pérfido” Ministerio de Sanidad no permite el acceso ecuánime a los nuevos tratamientos a todos los enfermos de Hepatitis C, justificándolo con oscuros criterios puramente económicos. De ahí que en sus recomendaciones restrinja la prescripción de Sovaldi ® a casos muy específicos. La reacción por parte de los principales partidos de la oposición (alguno de ellos incluso con antecedentes de coqueteo con una de las prácticas médicas de más reconocida eficacia médica, como es la homeopatía) no se ha hecho esperar. Así, el grupo parlamentario socialista ha abogado por desarrollar un plan de acción del Sistema Nacional de Salud frente a la Hepatitis C donde propone la creación de una nueva partida presupuestaria en el Fondo de Cohesión Sanitaria que “garantice tanto la aplicación de las medidas preventivas y de detección precoz de la enfermedad vírica” (como si esto no se estuviera haciendo actualmente), como “el acceso a las nuevas terapias sin discriminación alguna para todas aquellas personas afectadas que cumplan los criterios incorporados en el protocolo clínico”. ¿Cuál es ese “protocolo clínico”? Pues no sabemos con certeza a qué se refieren.
Aun así, todo parece indicar que existen desigualdades entre las distintas autonomías a la hora de prescribir los nuevos fármacos antivirales (aunque este asunto de las desigualdades sanitarias no es nada nuevo, por desgracia), como denuncia la Plataforma de Afectados de Hepatitis C (PLAFHC) en España. Para más inri, la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha anunciado (en plan “Capità Moro d´Alcoi – això ho pague jo!”) que en su comunidad autónoma “ningún enfermo de hepatitis C se quedará sin la medicación que necesite por causa económica”. No especifica, eso sí, a qué medicación se refiere y en qué términos.
La Federación Socialista Madrileña va más allá y así el pasado día 4 su secretario general, Tomás Gómez, anunció que su formación interpondría una querella contra el Gobierno y el Ministerio de Sanidad en la Audiencia Nacional si en un plazo de “cinco días el próximo Consejo de Ministros no asegura el medicamento para todos los pacientes de hepatitis C que lo necesiten”. Insisto. ¿Qué pacientes de hepatitis C lo necesitan señor Gómez? ¿Todos? Ni repajolera. Pero por si acaso metemos una querella, que esto es lo mismo que cuando quisieron privatizar la Sanidad madrileña. UPyD, en un alarde de creatividad, ha pedido al ministro Alonso que emita una licencia obligatoria para medicamentos genéricos de Hepatitis C. Tal vez desconozcan que para que ello se produzca en el seno de la Unión Europea deberíamos declararnos en emergencia sanitaria y, visto cómo se las gasta la Hepatitis C en el resto del planeta, sería una actitud exagerada a todas luces.
Pero sin duda la más “chupiguay” de las reacciones pancarteras ha sido la de Pablo Iglesias de PODEMOS que, cual mesías surgido de las aguas, se presentó el pasado día 5 en el Hospital 12 de Octubre junto a varios miembros de la PLAFHC. Iglesias realizó unas declaraciones en las que, mostrando una pericia impropia, logró meterse en una deliciosa contradicción en la que acusaba no solo a los laboratorios farmacéuticos, “que solo buscan forrarse y tener beneficios escandalosos” (algo completamente cierto), sino que también exigió al Gobierno que fuera “patriota, decente y responsable” y “asegure el tratamiento sanitario con los mejores medicamentos disponibles de todas las personas y que no defienda los intereses privados de una multinacional”. Chin-pon. Oye qué bien le ha quedado. Tú repartes a diestro y siniestro, dices que la culpa es de todos y a descansar.
Y hasta aquí lo que ha pasado. De un asunto eminentemente científico y económico hemos pasado a un debate político con tintes de verdulería de barrio y sobredosis de populismo todo a cien. Y en el ojo de la tormenta, los pacientes (y sus asociaciones), empleados (muchas veces sin quererlo) como instrumentos de los partidos políticos o como arma arrojadiza de las compañías farmacéuticas, que no dudan en usarlos como “ariete negociador”. Muchos de estos grupos de presión, con fuentes de financiación con claros conflictos de intereses que no garantizan su independencia (p.ej., sin ir más lejos, Gilead ha patrocinado gustosamente a varios grupos de enfermos de VIH y a la asociación catalana de enfermos de Hepatitis).
No se amohínen. Aunque el tema puede ser algo complicado y comprende ciertos conceptos más relacionados con la farmacología, la virología, la gestión sanitaria y la práctica médica basada en evidencias, aquí estamos para hacerle llegar al buen lector lo que el diligente asesor de turno debería haber hecho con el líder político de turno antes de que abriera esa bocaza. Antes que nada, déjenme presentarles al protagonista de nuestra historia. Es de buena familia, de la Flaviviridae sin ir más lejos. Con todos ustedes, el virus ARN monocatenario positivo de la Hepatitis C, causante, como ya podrán intuir, de la Hepatitis C.
Este virus siente especial predilección por nuestras células hepáticas o hepatocitos, y de hecho utiliza la maquinaria de estas células para poder replicarse. Su tasa de replicación, por cierto, es alta de cojones, pudiendo producirse un billón de nuevos virus al día en un individuo infectado. Si a ello sumamos que a la hora de producir copias de sí mismo, este virus introduce una tasa de mutaciones (o errores en su secuencia genética) excepcionalmente alta, explicamos el por qué este virus es un perfecto cabronazo a la hora de eludir las defensas del paciente y producir una vacuna en condiciones. En la actualidad se han descrito hasta 7 genotipos o “subfamilias” del virus distintas. La preponderancia y distribución de estos genotipos varía de modo global. En Europa predomina el genotipo 1b (casi un 70% en España) seguido del 2a, 2b, 2c y del 3a. En EEUU predomina el 1a. En África el 4 y el 5. Ya pueden hacerse una idea (malévola) acerca de los genotipos mayoritarios donde es capaz de actuar nuestro arsenal farmacológico.
El virus de la Hepatitis C como creo que ya sabrán, solo puede transmitirse a través de la sangre y de los hemoderivados (transfusiones), por lo tanto es de suponer que manteniendo unas mínimas normas de seguridad al manipular sangre y/o líquidos corporales la probabilidad de contagio es muy baja. Históricamente la transmisión de este virus estuvo asociada al consumo de drogas por vía intravenosa (60%) aunque nunca hay que dejar de lado la transmisión derivada del empleo de hemoderivados (cuando estos no se analizaban para la presencia de este virus) y que en nuestro país rondará el 10%, así como la transmisión sexual (mediante sangrado, no se transmite en el semen). Y es que este virus es relativamente moderno en cuanto a su conocimiento. A diferencia de otros virus hepatotrofos (que les “mola” el hígado), como el virus de la Hepatitis A o de la Hepatitis B, la existencia del virus de la hepatitis C se postuló en los años 70 y se confirmó en 1989. De hecho se le conocía como el virus “no A no B”.
Como íbamos diciendo este virus es ciertamente puñetero. Les cuento. Si tenemos a 100 personas infectadas con el virus mañana mismo, tan solo 20-30 desarrollarán ciertos síntomas agudos bastante inespecíficos (que van desde la disminución del apetito, cansancio, náusea, dolor muscular o de las articulaciones a la pérdida de peso). De esos 100, 75-80 desarrollaran una infección crónica y 60-70 tendrán una enfermedad hepática crónica, si bien años después (un par de décadas) desde la infección inicial. Entre 5-20 de los pacientes iniciales desarrollaran cirrosis hepática tras estos 20-30 años. Y tan solo 1-5 morirán de cirrosis y/o carcinoma hepatocelular. Les recuerdo que la Hepatitis C es la causa de una cuarta parte de las cirrosis y de los cánceres hepáticos a nivel mundial.
Si esto fuera como el Ebola, ya saben, metidito en su selva sin salir ni molestar a menos que lo metan en un avión y lo lleven a un Hospital “del primer mundo” sin el equipamiento adecuado y con un Consejero de Sanidad totalmente trasnochado, no nos preocuparíamos mucho, pero resulta que la hepatitis C es una enfermedad cuya tasa en España (y en Europa,) aunque baja, no es para nada despreciable (en torno al 1-2%). Se calcula que en nuestro país puede haber más de 500.000 afectados, pero (y aquí viene lo bueno) solo una tercera parte están diagnosticados con certeza. Estamos ante una epidemia silenciosa de libro. Puesto que los hemoderivados (bolsas de sangre para transfusiones) comenzaron a analizarse allá por los primeros años 90, tenemos un importante número de pacientes que fueron transfundidos en operaciones quirúrgicas rutinarias hace más de veinte años y que no saben que tienen la enfermedad (y un porcentaje importante de los mismos desarrollara una hepatopatía crónica, ojito). De ahí que el campo terapéutico de la enfermedad haya sido un bocado harto apetecible para las compañías farmacéuticas, lease el Big Pharma. Un 3% de la población mundial se considera infectado (150 – 200 millones). Hay mercado. Y tanto.
Las posibilidades terapéuticas durante casi una veintena de años fueron bastante limitadas. A principios de los 90 se introdujo el Interferón (por vía subcutánea, es decir, pinchacitos). Este fármaco solo ofrece buenas respuestas sobre los genotipos 2, 3, 5 y 6. Actualmente el tratamiento una vez a la semana con las formas evolucionadas de interferón (llamado “pegilado”) debe prolongarse hasta las 24 semanas (para genotipos 2 y 3) y hasta las 48 semanas (en el genotipo 1 y 4) y no están para nada exentas de la aparición de importantes reacciones adversas (anemia, dolores musculares, problemas intestinales incluso caída del cabello). Una joya de fármaco, vamos. De ahí que a finales de los 90 se introdujera la Ribavirina como tratamiento complementario (vía oral). Aunque los efectos secundarios de este otro “veneno con marca registrada” no son mancos: anemia, alteraciones neurológicas, gastrointestinales, y como colofón es teratogénico. Es decir, que causa malformaciones fetales, de ahí que se prohíba quedarse embarazada hasta 6 meses después de finalizar el tratamiento.
Y así, con Ribavirina + Inteferon como columna vertebral inamovible del tratamiento, estuvimos controlando más mal que bien a los pacientes con Hepatitis C. No olviden nunca que nuestra meta es evitar como sea que los afectados crónicos desarrollen hepatopatía crónica, es decir cirrosis y cáncer hepático. Recuerden que la única alternativa que tenemos en estos casos tan avanzados es el trasplante de hígado, algo costoso, arriesgado y que no asegura que vaya a erradicar el virus por completo. Con los fármacos clásicos nuestro porcentaje de éxito estaba en torno al 50%. Con la introducción de Telaprevir y Boceprevir en 2011 empleando una terapia triple (junto a Interferón) alcanzamos un más que digno 75%. ¿Problemas? Más anemia como efecto adverso y tener que tomar del orden de 6 a 12 comprimidos diarios. Un tostón.
Y de repente, en Diciembre de 2013, Gilead Inc. lanza Sofobusvir (Sovaldi ®)…y todo cambia.
A diferencia del resto de fármacos existentes, Sofobusvir actúa inhibiendo una ruta metabólica diferente, es poco tóxico, puede emplearse en todos los genotipos existentes (con preferencia por el genotipo 2 y 3), puede ser administrado junto a interferón o no (evitando reacciones adversas e interrupciones del tratamiento) e incluso la FDA americana (Food & Drugs Administration ¡catetos!, los de “Walking Dead”) lo aprueba en los casos de coinfección Hepatitis C – VIH (Sida), bastante comunes dado el origen transmisor común de ambas enfermedades (más chutes no…). Parece que lo vamos a petar.Además, ese mismo año, otra compañía farmacéutica, Janssen Cilag, había lanzado Simeprevir (Olysio®) al mercado y la FDA lo aprueba en noviembre del 2013. Aparentemente es un fármaco en la línea de los anteriores de 2011, que no debe emplearse solo, sino asociado con los clásicos (ya saben Interferón y Ribavirina), pero con buenos resultados en genotipo 1 (los más frecuentes en Europa y Norteamérica, curiosamente).
Con todos estos nuevos actores, durante 2014 se ponen a punto una buena docena de ensayos clínicos (o estudios farmacológicos sobre pacientes reales infectados) donde se busca discernir cuál es la combinación mágica de antivirales que nos proporciona una mayor eficacia con una mayor seguridad: Estudio NEUTRINO, POSSITRON, SPARE, FISSION, FUSION, LONESTAR-2…(y nombres muy molones entre otros). Se prueban todas las combinaciones posibles de fármacos en poblaciones de infectados muy diversas (con distintos genotipos, con o sin cirrosis, trasplantados, en recaída, pacientes que no toleran el interferón, etc.). Como podrán comprender, no voy a explicarles los resultados de todos los ensayos que se han llevado a cabo. Esto es LPD. Los artículos largos (y coñazos) se los dejamos a las reseñas de libros sobre la economía agraria del Imperio Bizantino.
En Julio de 2014 (esto es, anteayer), se publican en The Lancet los resultados del Estudio COSMOS. En este trabajo se muestra una eficacia de más del 90% en el tratamiento de la hepatitis C si se combinan Sofobusvir, Simepravir y Ribavirina. La comunidad científica comienza a descorchar el cava…todo indica que la hepatitis C tiene sus días contados. Los medios de comunicación acogen este 90% con entusiasmo, lo publican con grandes titulares y los pacientes infectados con Hepatitis C de países del primer mundo exigen que se apruebe este tratamiento para todos los pacientes con Hepatitis independientemente de la fase de la enfermedad en la que se encuentren. Gilead y Janssen se frotan las manitas, pensando en la pasta que van a ganar. Algunos analistas de Wall Street estiman que Sovaldi ® (Sofobusvir) puede reportar unos beneficios a Gilead de 8 billones de dólares en un año, convirtiéndola en la compañía farmacéutica “más chanante in the world” y con mayores ventas.
Pero mucho me temo que, a pesar de que el Estudio Cosmos ofrece unos resultados espectaculares, hay ciertos aspectos del mismo que hace que tengamos que acogerlos con cautela a la hora de extrapolar conclusiones. Para empezar es un estudio realizado en EEUU, con un 78% de pacientes con genotipo 1a (no es el mayoritario en España, recordemos) y en el que no se incluyó paciente alguno con un genotipo diferente del 1. El número de pacientes es pequeño (n=167, si hay algún bioestadístico entre los lectores, por favor que haga alguna sugerencia al respecto) y lo que es más importante, sin un grupo control comparativo (requisito básico en todo ensayo clínico de calidad que se precie). ¿Estamos diciendo que estos nuevos fármacos no sean más eficaces? En absoluto. Es más, el estudio mostró menos reacciones adversas que tratamientos previos. Y aunque echo de menos más estudios que corroboren estos números (y que sean más rigurosos y mejor diseñados), bien es cierto que no tenemos alternativas tan exitosas hoy por hoy.
Bueno, dirán ustedes, ¿Y A QUÉ ESTAMOS ESPERANDO? El tratamiento triple parece que funciona, pero el ministerio no autoriza su uso en todos los pacientes infectados de Hepatitis C a la vista del “Informe de Posicionamiento Terapéutico”. ¿Qué es esto? ¿Una broma de mal gusto?
No, señores. La broma de mal gusto se la han marcado Gilead y Janssen. Tres meses de tratamiento con sus dos fármacos suponen un gasto de 50.000 euros por paciente y régimen de tratamiento (tirando por lo bajo). Llegados a este punto, uno tiene que dejarse de mandangas y hacerse las preguntas oportunas. La primera debe ser “¿es más eficaz que lo que tenemos?”. Si la respuesta es afirmativa, pasamos a la segunda: “¿es más coste/efectivo que lo que ya tengo?”, es decir, aparte de aportar en salud, ¿ahorro en costes? Y digo esto, porque yo no niego que deba pagarse esa “astracanada” por estos medicamentos, siempre y cuando me aseguren que pagando eso, vamos a ahorrar en futuras complicaciones, reingresos, tratamientos adicionales, trasplantes, etc. Es decir, si nos aportan un beneficio tanto en salud como económico. Las razones que esgrimen las compañías para justificar estos precios desorbitantes son las de siempre. Las típicas variables un tanto difusas como el riesgo financiero o los costes de desarrollo de un nuevo fármaco. Algo que cada vez cuela menos. Podríamos extendernos (y daría para otro post) sobre si el sistema de patentes que hemos instaurado realmente incentiva a las empresas a invertir en investigación y desarrollo o es un mero sistema compensatorio donde el I+D se dirige solo hacia aquellos campos donde hay un potencial negocio.
Y eso sin meternos de lleno en el dilema ético de aquello que algunos autores han calificado de “la privatización del esfuerzo común”. Tengan siempre en mente que las compañías farmacéuticas ni describieron la hepatitis, ni caracterizaron el virus, ni detallaron los marcadores serológicos para detectarlo en sangre, ni descubrieron sus diversos genotipos, ni secuenciaron su genoma, ni reconocieron las principales dianas terapéuticas… ni siquiera identificaron los primeros inhibidores enzimáticos del virus. Se limitaron a recopilar información, pulir la molécula y lanzarla al mercado aprovechando su posición de mercado…¡cuando no comprarla a otra empresa más pequeña! Gilead compró la patente del Sofobusvir a otra compañía, Pharmasset. La extrema riqueza del Big Pharma se debe en exclusiva a añadir una cantidad ciertamente pequeña de conocimiento (o de pasta) a todo un cuerpo científico disponible libremente, y de esta manera apropiarse económicamente del “todo”.
Con todo lo dicho, la pregunta del millón es… ¿Cómo sé yo, como gestor, que no se están “columpiando” Gilead y Janssen estableciendo esos precios? El eterno dilema de la bondad del proveedor.
Solo dos detalles antes de que me contesten:
• Sovaldi® cuesta 1100% más que el fármaco más caro que tiene Gilead en su cartera, que no es otro que Stribild®, un antiretroviral cuyo precio rondará los 50€ /comprimido.
• Gilead ha autorizado la fabricación de Sovaldi® en modalidad de genérico a países como Egipto o la India (con tasas de infectados superiores a la europea), entre otros, por un precio de 300$ por paciente.
El lector medio de LPD, dada su inteligencia y sabiduría superior a la del resto de mortales, no tardará en responderme que “hay que hacer números”. Incluso cualquier gestor sanitario mínimamente competente lo sabe. Pues bien, algunos números ya se han hecho. Y se sorprenderían al saber quién los ha hecho…
El California Technology Assessment Forum, un grupo de estudios afiliado a algunas compañías aseguradoras privadas norteamericanas, emitió un demoledor informe hará unos meses. Evaluando los resultados de los diferentes ensayos clínicos sobre nuevos fármacos en Hepatitis C presentes en la literatura médica y cuantificando el coste actual de los fármacos y los hipotéticos ahorros obtenidos de su mayor eficacia en 5 y 20 años, llegaron a una conclusión ciertamente interesante: “Sovaldi® y Olysio® constituyen herramientas terapéuticas superiores a las tradicionales, pero considerando sus costes y beneficios, estos nuevos fármacos tienen un bajo valor y se recomienda su uso solo en pacientes con complicaciones hepáticas graves (cirrosis)”. ¡Ostras! Miren estos numeritos que acompañaban al estudio:
• “Por cada 1000 pacientes tratados con la nueva combinación de fármacos se prevendrían 18 eventos hepáticos adversos en 5 años y 70 eventos hepáticos adversos en 20 años”. Eso está muy bien.
• No obstante “…los hipotéticos ahorros derivados de su implantación a los 5 años solo representarían el 10-20% del coste del tratamiento. En 20 años, se llegaría como mucho a tres cuartas partes del coste farmacológico.”
• “Si solo los pacientes con fibrosis hepática avanzada recibieran este nuevo tratamiento, en 20 años sí que producirían un ahorro neto al sistema de 1 billón de dólares.”
Tienen el estudio completo aquí.
Lo que de alguna manera nos está diciendo este estudio, y espero que el lector de LPD lo entienda de una repajolera vez después de marearlo con toda esta cháchara científica, es que EL BIG PHARMA DEBE BAJARSE DEL BURRO PUESTO QUE SE ESTÁ PASANDO TRES PUEBLOS. Y si algo me ha disgustado de todo lo que he ido leyendo estos días es que en muy pocos medios de comunicación se está incidiendo en la auténtica raíz del problema, que no es otro que las condiciones draconianas que están queriendo imponer las compañías farmacéuticas al Ministerio de Sanidad, y que sientan un terrible precedente, puesto que obligan a priorizar pacientes.
En todo proceso negociador las dos partes deben quedarse satisfechas. Tanto el vendedor como el comprador. Yo entiendo que el Ministerio esté negociando a cara de perro con el Big Pharma y que puede tener mayor o menor capacidad (y gracia) para hacerlo, pero lo que realmente no me entra en la cabeza es la actitud de parte de la opinión pública, la oposición política y los medios de comunicación, que lejos de apuntar con el dedito a quien realmente está abusando con claridad de su posición de poder, se limita a acusar al Ministerio de tener una nula sensibilidad y/o ser un antipatriota indecente, sin un conocimiento exacto de lo que se está cociendo. Si estos son los que quieren pillar el sillón de aquí a unos meses, han de hacerse a la idea de que van a tener que sentarse a negociar en muchas ocasiones rodeados de seres con cuernos y cola roja en una mesa que huele a azufre a la milla. Les guste o no.
Está claro que si en lugar de habérnoslo gastado en Aeropuertos para personas, Ciudades de la Luz o en Museos de las Caras de Bélmez lo hubiéramos destinado a otras partidas más importantes otro gallo nos cantaría, pero no duden por un momento que en ese caso el Big Pharma hubiera subido un poquito más la minuta. El precio depende de lo que el país pueda llegar a pagar. ¿Eso quiere decir que no hay soluciones?
Claro que las hay. De momento con Janssen se ha llegado a un acuerdo de máximos. Se ha dispuesto un techo de gasto de 70 millones de euros anuales y no se va a pagar ni un euro más. Desgraciadamente con Gilead no ha sido posible pactar un acuerdo de estas características. Aunque se ha establecido una especie de techo de 125 millones de euros el primer año de comercialización. Si antes de finalizarlo se prevé un aumento tocará sentarse a renegociar. ¿Problema? Si no se llega a un segundo acuerdo muchos pacientes pueden quedarse “desamparados” y sin tratamiento. Un detallito, en Alemania en tan solo 8 meses (Enero – Agosto 2014) ya se han pulido 123 millones solo en Sovaldi ®
Consejos: Contratos de riesgo compartido. Una especie de “proyecto Castor” a la inversa. Muy utilizados en el NHS inglés. Se hace asumir a la empresa productora parte del coste de compra de los productos si en un plazo determinado no justifican el valor añadido en términos de mejora de resultados, en salud y costes. Esto les obliga en cierto modo a ajustar sus precios y que no se suban a la parra. Pero claro, para ello has de tener muy claro cómo vas a medir estos resultados. La advertencia es clara: ni se te ocurra clavármela.
Espero que este artículo les haya aclarado algo el asunto. Yo sigo siendo un mar de dudas. Aunque si tuviéramos que resumir toda esta polémica en un par de frases, yo apuntaría que o cambiamos las reglas del juego y pensamos posicionándonos del lado del más débil, pero teniendo en cuenta que las decisiones que tomemos hoy deben favorecer a los débiles de mañana, o esto no se aguanta. Sencillamente porque la situación pre-recortes del “todo se financia al precio que sea” no va a volver. Y no debe.
Otro día hablaremos más sobre los Ensayos Clínicos y su diseño. Por lo pronto píllense el imprescindible libro del Dr. Ben Goldacre, “Bad Pharma”. No voy a comisión. No se preocupen.
PD. Y desde aquí todo mi apoyo a la gente de la PLAFHC. No dejen que les utilice nadie.
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Comentario de alfonsotwr (07/01/2015 14:21):
Me encantan los artículos que crean dudas, razonadas y con información, donde otros solo ven certezas.
Comentario de Teodoredo (07/01/2015 14:30):
Molto interesante.
Comentario de Latro (07/01/2015 14:45):
Excelente. Si es que el problema esta ahí.
¿Qué modelo deberiamos seguir para superar eso? Pues no se, el socialdemócrata que llevo dentro diria que el estado deberia financiar investigación científica de calidad en medicamentos de forma que a esos señores le saliese una competencia que les obligase a dejarse de extorsiones y ponerle un coste razonable a sus medicamentos. Pero desde que estamos en el paraiso neoliberal ya sabemos que esas cosas no, que son malas para el “progreso”, que por lo visto es el de la cotización de las farmacéuticas…
Comentario de Teodoredo (07/01/2015 15:07):
#3 Yo como soy un radikal populista-leninista bolivariano opino que debería directamente crear su propia farmacéutica estatal destinada a aprovisionar al malvado sistema sanitario del Estado Opresor de medicamentos a precio de coste y de paso reventar el negocio de cuantas más farmacéuticas de puta mejor. Pero claro, éso sería kruel, inhumano.
Comentario de Gregorio de la Casa (07/01/2015 16:44):
“Algunos analistas de Wall Street estiman que Sovaldi ® (Sofobusvir) puede reportar unos beneficios a Gilead de 8 billones de dólares en un año, convirtiéndola en la compañía farmacéutica “más chanante in the world” y con mayores ventas.”
¿Tienes referencias de ésto, o es simplemente confusión entre el billón yankee(millardo, 1 y 9 ceros) y el del S.I. (1000 millardos, 1 y doce ceros)?
Es que como trabajo en el sector, tengo éste libro:
http://www.marketwatch.com/story/global-hepatitis-c-market-2014-2018-2014-09-08
Y ahí se preveía un tamaño del mercado de Hepatitis C en 2.018 de 20.000 millones de dólares, de los cuales 11.000 serían para Sovaldi. Bajo el supuesto de que sigamos bajo terapias triple oral.
El artículo en general, bien. El libro “Bad Pharma” también tiene su buena dosis de demagogia. Pero bueno, eso para otro día.
Comentario de Gregorio de la Casa (07/01/2015 17:04):
“La extrema riqueza del Big Pharma se debe en exclusiva a añadir una cantidad ciertamente pequeña de conocimiento (o de pasta) a todo un cuerpo científico disponible libremente, y de esta manera apropiarse económicamente del “todo”.”
Esto es simplemente, un topicazo. Falso.
Tengo anécdota, además. Hace unos años tuve la suerte de asistír a una presentación del CEO de Pfizer y estuvimos toda la sala discutiendo largamente acerca del enorme caudal de conocimientos que por estrategia se mantiene como secreto industrial y no se publica como artículo ni como patente. Y que precisamente para evitar estos problemas de imagen es muy necesario buscar alguna manera de ponerlo a disposición general.
No llegamos a ninguna conclusión clara, por desgracia.
Comentario de Gregorio de la Casa (07/01/2015 17:05):
Aprovecho para comentar que el sistema de patentes sirve entre otras cosas para que esté a libre disposición el enorme valor añadido que asociado a lo que se descubre que funciona (y muchas veces, sobre todo en saber lo que no funciona).
La patente prohíbe que durante 20 años OTRO SIN LICENCIA haga negocio con tu invento. No esconde nada ni priva de usar el invento para usos particulares no lucrativos, sino todo lo contrario.
Esos 20 años en el caso de la industria farmaceútica se quedan reducidos a 5, 6 , 7 por lo general dado que se tardan unos 15 años en poner el medicamento en el mercado.
Pingback de La Hepatitis C y el Big Pharma (07/01/2015 19:04):
[…] La Hepatitis C y el Big Pharma […]
Comentario de JoJo (07/01/2015 19:58):
Así que, en términos políticos, podríamos decir que las negociaciones entre el Ministerio de Sanidad y las farmacéuticas son un duelo a lo Karpov y Kasparov… pues con estos gestores, la llevamos clara. Y eso que ya no está Ana Mato.
Comentario de Arrop i Tallaetes (07/01/2015 20:34):
Estimado Gregorio (me permito tutearte, pues estamos en familia):
1. La referencia es un artículo de NYT de hace unos meses y estás en lo cierto. No he especificado con claridad que me refiero al billón americano (9 ceritos). Disculpas y gracias por la anotación.
2. Antes que nada déjame decirte que a diferencia de otras opiniones aquí vertidas yo considero que el “Big Pharma” es necesario. Es más considero que está en su perfecto derecho de obtener los mayores beneficios posibles (es algo lícito) como empresa privada. Pero déjame que como trabajador de la Sanidad Pública y garante del dinero de mis pacientes yo intente obtener más por menos y quiera pagar a las farmacéuticas lo menos posible. Esto funciona así y creo que a veces no se entiende. La demagogia barata la práctica la presidenta de la Junta Central de Andalucia diciendo que lo va a pagar todo sin rechistar por el bien de los andaluces. Y estarás conmigo que esas políticas al final no acaban beneficiando a nadie y me atrevo a decir que a vosotros tampoco. Los días de vino y rosa no van a volver. Y lo sabéis. Tenemos un gasto farmacéutico hospitalario sencillamente despendolado porque hemos aceptado, en más ocasiones de la cuenta, principios activos de dudosa eficiencia e insuficientemente probados a unos precios astronómicos sencillamente porque nos hemos basado en evidencia bastante pobre y sesgada.
3.Estaras conmigo que el estudio COSMOS es un petardo hablando en plata. Y a partir de el y de su presentación en el congreso Americano parece que nos hemos vuelto locos. N=170 (aprox). En cualquier estudio de casos y controles en el que quieras alcanzar una significacion estadística razonable con una buena potencia el N no te baja de 300…en cada grupo. Pero es que este estudio NO TIENE GRUPO CONTROL. Si tienes cojones presenta una tesis en la Universidad Española más perrunera que quieras sobre un estudio de eficacia SIN GRUPO CONTROL. Te puedo asegurar que si estoy de tribunal te follo inmisericordemente. Por mucho 90% de eficacia. No digo que el fármaco no sea bueno (que lo será)…pero por favor no perdamos de vista el rigor científico!
4. Todo esto pasa porqué tenéis prisa. Lo entiendo. Tenéis 20 años de patente que pasan rápido y al final la vida media de una patente no va más allá de lo 8-9 años con suerte y hay que recuperar la inversión y sobre todo ofrecer dividendos a los accionistas. Pero las prisas a veces son malas consejeras. No pongo en duda el sistema de patentes, pero ¿en serio no podemos establecer otro sistema para recompensar a la compañía que innova que no os conduzca a ir a toda leche buscando la aprobación del fármaco y/o poniendo un precios ciertamente abusivos o lo que es peor torpedeandoos entre vosotras bloqueando fármacos concurrentes? Ojo!Que no solo lo digo yo. Aquí hay economistas de renombre que consideran el sistema de patentes en el mundo del medicamento como claramente anti-innovador.
http://lasindias.com/un-mundo-sin-patentes-la-industria-farmaceutica
¿Te imaginas internet patentada? ¿Crees que hubiera favorecido la innovación y el desarrollo?
5. Dejame ponerte un ejemplo del topicazo que consideras falso, lo de la riqueza del Big Pharma (yo tengo mis dudas al respecto). Natalizumab es un anticuerpo empleado en el tratamiento de la Esclerosis Múltiple. Muy efectivo. 25.000 Euros/año/paciente. Su aparición en el mercado no es (sólo) mérito de Biogen. Alguien ha tenido que descubrir el papel de linfocitos T en la EM, ver que necesitan de una proteína integrina para penetrar en el cerebro, estudiarla, identificarla, elaborar un anticuerpo que la detecte, probarlo en ratas…y que una empresa con una capacidad de comprar todos estos derechos, integrar toda esta información, ensayarlo y comercializarlo . La empresa obviamente utiliza una posición de superioridad industrial en la que no solo se ha requerido de su inversión, sino de la colaboración de muchos centros de investigación, la mayoría de ellos sufragados con dinero público (impuestos).¿Esa posición se la da el hecho de haber sido innovadora? No necesariamente. Simplemente tiene una capacidad mayor en un mercado muy cerrado. A ver quien es el guapo que monta una farmacéutica por crowfunding. Acuerdate como les salió el tiro por la culata a los de Zeltia. El sistema público recoge su idea en forma de superfármaco pero a un precio carísimo (más impuestos).
6. Por ultimo. La generación de conocimiento y no compartirlo manteniéndolo como secreto industrial me parece de una falta de ética flagrante. Es más, sabes mejor que yo que cuando un ensayo clínico no obtiene los resultados esperados sencillamente se pierde en la noche de los tiempo y no se publica (sesgo de publicación). El saber que las cosas NO FUNCIONAN también es saber algo.
Es un tema interesante donde me surgen más dudas que respuestas. Me podría extender mucho, pero aburrire a los lectores de LPD de toda la vida, esos que leen reseñas sobre estrategias militares etruscas…
Comentario de square82 (07/01/2015 22:00):
Dios, más drogaina. Por favor, señor Arrop, que me releo la serie sobre Sanitat Valensiana una vez cada 3 meses
Comentario de ocnos (07/01/2015 22:20):
#9 Continúe,continúe. Siga con los sesgos en supuestos estudios bien diseñados,destacar endpoints secundarios cuando se ha fracasado o no se ha observado nada significativo en los primarios, el cachondeíto de “per protocol” “intención de tratar” o pacientes reales, los estudios dignos de los mejores trileros de la calle Sierpes cuando se comparan distintas moléculas de una misma familia, las alegres confusiones entre riesgo absoluto o relativo, las moléculas “me too”, la estadística creativa…
No sólo de historias de decadentes imperios o curiosidades de la Werhmacht vivimos los que frecuentamos LPD
Comentario de galaico67 (07/01/2015 22:51):
Antes de que se enreden más en la ética del medicamento, ¿No les resulta triste que en el Ministerio no haya un “Arrop” que sepa contar y explicar, el el PsoE un “Tallaetes” capaz de delimitar y en Podemos un “i” para no quemar a Iglesias convirtiendolo en todologo?
Hace ya muchos, muchisimos años que alguien definió la economía con el arte de atender necesidades infinitas con recursos finitos. No debería ser tan díficil que alguien tuviera capacidad de explicar esto y hacerlo llegar al público.
Comentario de algara4 (08/01/2015 01:13):
Muy interesante el artículo.
Lastima que tengamos unos medios de comunicación que no quieran profundizar más en el tema y que expliquen cual es el verdadero papel que están jugando estas empresas en este caso. Para así la sociedad critique a este juego de empresa y en última instancia se pregunten por si el modelo actual de investigación/patente/fármaco es el adecuado.
Solo los titulares se llenan de los pacientes/muertos de hepatitis C y el populismo de nuestros políticos.
Comentario de Nacho Pepe (08/01/2015 03:21):
Me sumo a la petición de más droha y al comentario #13.
De hecho, señor Galaico, yo diría que ese es el trasfondo más interesante y que más aporta del artículo.
Comentario de Latro (08/01/2015 09:03):
Si no me equivoco, ha habido planes, creo, en ciertos medicamentos, de decir vale, si, patente. Tienes que licenciar obligatoriamente y por este precio.
Y las farmaceuticas por supuesto lo calificaron de insoportable abuso comunista.
Comentario de mictter (08/01/2015 09:49):
Qué bonito tiene que ser representar a la Consejería de Salud, Ministerio, etc. en una negociación a cara de perro con la farmacéutica y que llegue la Susana de turno en plan “será por dinero” y eche por tierra todo el trabajo, como en los peores tiempos de Zapatero. Para eso, mejor no sufrir demasiado y decir a todo que sí desde el principio, que la farmacéutica te lo sabrá recompensar cuando tengas que buscar otro trabajo.
Arrop i Tallaetes, cuán soberbio artículo nos ha regalado usted. Muchas gracias. Ya me hubiera gustado encontrar algo así antes, en lugar de tanto “El PP asesina a un enfermo de hepatitis C”, cosa que tiene una utilidad indudable a la hora de borrar descerebrados de la lista del twitter.
Comentario de Andrés Boix Palop (08/01/2015 10:11):
Me uno a la ovación generalizada a nuestro querido Dr. Arrop, que una vez más nos ha logrado ilustrar y generar dudas a la vez que nos hacía hasta reírnos de vez en cuando con la explicación de un tema complejo pero apasionante. Así que PLAS, PLAS, PLAS.
Hay muchísimas cosas que se pueden comentar, pero la mayor parte de ellas incidirían en cosas ya comentadas por Arrop i Tallaetes que él explica mucho mejor que yo, así que me callo. Pero no me resisto a dos reflexiones rápidas:
– La primera, sobre el populismo. ¿Alguien imagina qué pasaría si estuviera gobernando ZP? Porque yo, en esa tesitura, veo perfectamente a Esperanza Aguirre de garbeo por las concentraciones de afectados exigiendo que el “gobierno socialcomunista” pague los medicamentos necesarios para los enfermos y a todos los que ahora jalean a Pablemos acusándola de hacer el juego (populista) a las grandes farmacéuticas. Dicho lo cual, también es cierto que estas son las reglas del juego, nos guste o no, para bien o para mal, establecidas por los grandes partidos “no populistas”, así que ahora poco pueden quejarse de que les apliquen el mismo tramiento. Al menos, mira, tenemos cosas como estos artículos del Dr. Arrop para compensar y espacios como este para leerlos y debatirlos.
– Comparto la idea general del autor de que el sistema de patentes tiene sentido pero que los Estados llevan décadas haciendo el pringado. Si aceptas un sistema así, vale, recompensa el valor de invertido y del riesgo asumido… ¡pero no te hagas a ti mismo la cama, joder! Hay ejemplos múltiples de eso. Por ejemplo, la cada vez más generalizada e impresentable imposición, aceptada por el Estado (de hecho en los recientes decretos de regulación de doctorado ya se permite expresamente) de “tesis doctorales secretas” para salvaguardar patentes. Pues no, oiga. Si Usted quiere pagar menos a alguien que investiga para su laboratorio y la forma de hacerlo es que parte del salario será el “título de Doctor” asuma las reglas del juego, porque esto es un sistema de títulos públicos y tiene unas reglas. Pero no, aquí las farmacéuticas quieren tener a gente currando y que parte del “salario” se lo paguemos entre todos a cambio de nada. Pues no, oiga. Y, como eso, cientos de ejemplos (ya comentados a lo largo de este debate).
Comentario de keenan (08/01/2015 10:13):
Me extraña que nadie haya crucificado todavía a mister Arrop. Lo digo por frases como “¿es más eficaz que lo que tenemos?. Si la respuesta es afirmativa, pasamos a la segunda: ¿es más coste/efectivo que lo que ya tengo?, es decir, aparte de aportar en salud, ¿ahorro en costes?”.
Ojo, no me fusilen todavía. Que no digo que no tenga razón. Digo que ahora mismo, hay un segmento de población que se identifica con ciertos principios crístianos (que en parte están presentes en el Bolivarianismo). Ojo, que no hablo solo de Podemos. Hablo también de gente de Cáritas, incluso gente que típicamente ha votado derecha.
Y estos principios crístianos son los de no guardarse nada, y ayudar al necesitado ni pensar en el futuro: tu pagas lo que se te diga, proporcionas acceso gratuito al medicamento a quien lo necesite, y si dentro de 10 años no hay ni para tiritas, mala suerte. Ya arderán las farmaceúticas en el infierno, pero eso ya es cosa del jefe de arriba. Nosotros hemos cumplido, y ahora habrá que apechugar con lo que venga, que será lo mismo para todos: miseria.
Lo digo porque no sé que me dá que este incidente ha revelado más sobre Podemos que toda la retorica casposa de los mass media del país. A ver si su idea es repartir lo que hay, y cuando ya no haya nada que repartir, Dios proveera. Y siempre nos quedará culpar al Demonio/Capital.
Comentario de Teodoredo (08/01/2015 10:56):
Ah el big pharma, con sus legiones de comerciales hiperremunerados sobornando a médicos de cabecera, su encomiable labor de lobbying en contra del interés común y a favor del propio, su infinita capacidad de albergar políticos retirados que de otra manera se verían obligados a llevar un nivel de vida no-millonario… sí, en verdad es imprescindible.
Comentario de galaico67 (08/01/2015 11:12):
Keenan, Jodamos-los aun tiene que demostrar y tiene que tener la oportunidad, pero si de gentes que llevan americana y corbata desde el colegio, siempre quejandose de lo mal pagados que están para los méritos que acumulan, atesoran y malemplean en la función pública, solo podemos esperar balbuceos varios y populismos dignos de Podemos, pues que quiere que le diga…dejemos que Jodamos-los sea la espada del Señor y devuelva a los abogados del estado – eso si, con el máximo nivel retributivo consolidado ad-eternum…- a su despachito y deje a unos cuantos grupis de la política seria y bipartidista, de la polítca como-debe-ser cobrando el paro.
Aquí estamos en el caso que alguien comentaba en el monográfico sobre la Sanitat Valensiana: gestores de la Salud Pública que ni saben ni quieren gestionar y aspirantes a gestores que ni saben ni se preparan. Tambien es paradigmático el caso de Susana Diaz. Iglesias, el de Jodamos-los nos demuestra con su oportunismo que es el demonio con coletas,mientras que la ni-ni que gobierna Al Andalus es una política seria a la que la pierden sus ganas de meterle el dedo en el ojo al PP….amos, anda. Si esa va a ser la aspiranta del PsoE a presidir el Gobierno, me apunto a Podemos mañana.
Y en cuanto el tema del Big Pharma: estamos jodidos. Los EEUU llevan una campaña sin prisa pero sin pausa – con con prisa, según vean las debilidades de sus compañeros de cama- para que TODO sea patentable y para extender el periodo de patente hasta el infinito. Y van camino de lograrlo, al menos mientras el dolar se acepte como moneda porque ellos lo valen. Solo hay que fijarse en la guerra Apple -Samsung y en los Tratados de libre comercio. Con lo que tenemos en Europa, solo nos quedan dos opciones: que nos monte Alemania o nos monte USA, pero sin montar no quedamos.
Comentario de ocnos (08/01/2015 11:58):
#19 Es que lo que vd. señala es la clave del problema. Existe una minoría (forrada de pasta como identificador de grupo) que cuestiona no sólo la financiación del sistema o sus prestaciones, sino su misma existencia, y cuestionándose porque pagar impuestos si después no hacen uso del sistema. Incluso algunos más osados no hablan de reducir o eliminar esos impuestos. Directamente pretenden abolir el sistema. Y tienen una proyección mediática muy superior a lo que por número merecerían. Nuestras queridas élites.
Estos debates,sobre prestaciones del sistema o financiación de distintas especialidades farmacéuticas que aparecen de forma periódica, no son más que síntomas del problema arriba comentado.
Y a pesar de distintos intentos de privatización más o menos encubiertos, y que por sostenibilidad la colaboración público-privada es casi obligatoria, no creo exagerado decir que una amplia mayoría de la población está por mantener el sistema. Con mucho que mejorar en su gestión y distribución de recursos. Y la colaboración con el Big Farma es lo que hay, a pesar de sus chanchullos. Un único comprador, el Estado (más del 80% del gasto sanitario en España) genera un mercado muy particular.
La exposición del Sr. Arrop me parece impecable. Su esquema de decisión:
“¿es más eficaz que lo que tenemos?. Si la respuesta es afirmativa, pasamos a la segunda: ¿es más coste/efectivo que lo que ya tengo?, es decir, aparte de aportar en salud, ¿ahorro en costes?”
es algo que siempre debería estar presente en el Ministerio de Salud, que es el que al final aprueba la comercialización, indicaciones y precio de los medicamentos.
Es jodido pero gobernar es tomar decisiones. Siempre habrá alguien fastidiado cuando se decida, pero el criterio es lógico. Con recursos finitos y menguantes, intentar favorecer al máximo de población y que se pueda financiar. Lo demás son deseos irrealizables; nobles, pero irrealizables.
Comentario de Teodoredo (08/01/2015 12:26):
A mí me parece que cosas como “sin BPh el sistema no se sostiene”, “el BPh es necesario”, “la colaboración público-privada es casi obligatoria” son síntomas de un pensamiento cautivo del güeno, mil veces más auténtico que el original, que en el fondo sólo era el producto de estómagos agradecidos y corazones acojonados.
Comentario de tabalet i dolçaina (08/01/2015 12:36):
Me uno al coro de alabanzas al Sr. Arrop i Tallaetes, brillante artículo que demuestra que esta página esta muy por encima de los contenidos de los mass-media patrios. Sr. Arrop espero que ya haya sido fichado por algún partido del Tripartitruina-Pablemos para gestionar la Sanitat Valensiana a partir de junio próximo. Por otra parte que las multinacionales farmacéuticas se comporten como mafias no me escandaliza, esta en su ser. Que el Estado con sus ministerios, consellerias departamentos de salud, ministros, directores generales, etc…. se comporten como auténticos gilipollas es lo grave, porque deberían de tener en cuenta el principio enunciado por alguien en comentarios anteriores, tenemos necesidades infinitas en un mundo de recursos finitos, y por tanto se deben gestionar los recursos de la manera más eficiente posible.
Comentario de ocnos (08/01/2015 13:39):
#23 Me doy por aludido D. Teodoredo. Pensamiento “cautivo y desarmado”. Me gustaría estudiar otras alternativas entrañables, de espíritus indómitos, de superhombres niztchenianos y no de “estómagos agradecidos y corazones acojonados”. En serio. Pero es que no las veo.
Ahora bien, a los datos. Ideas sobre el papel todas, pero despertemos a la cruda realidad. Si observa los datos del informe (!!y ojo¡¡ sobre presupuestos. Habría que ver lo que se ha ejecutado realmente):
http://www.sanidad.ccoo.es/comunes/recursos/30/pub130464_ANALISIS_DEL_PRESUPUESTO_SANITARIO_2014.pdf
Resulta que la inversión real de las distintas comunidades oscila en un 9 – 11% de media (aunque con fuertes diferencias como el 23% en Murcia)
En Andalucía (con un 5,36% de inversión presupuestaria), la Orden de San Juan de Dios construye un Hospital y el SAS hace un concierto con él.Ell SAS está prestando el servicio obligado a los usuarios y la Orden haciendo negocio. ¿Que es injusto? Pues hablemos de ello. Pero de momento cubre la demanda asistencial (al menos de cara a la galería). Y en esa situación tenemos unos cuantos centros hospitalarios en Andalucía. Colaboración público-privada. Otra cosa es cuando esa colaboración degenera (como se nos ha ilustrado en el espectacular documento “Sanitat Valenciana”) pero eso es política. De amiguetes si me apura, pero política.
¿Historias del Big Pharma? A mogollón. Las que vd. repasa en su comentario #20 y muchas más que no trascienden. La capacidad económica del Big Pharma es acojonante. Sólo un detalle. En cualquier sector económico, un incremento de beneficios del orden del 3 o el 4% se considera un notable éxito. Si ese crecimiento fuese mantenido en el tiempo, cualquier CEO le preguntaría que dónde hay que firmar. Sin embargo en la industria farmacéutica un crecimiento de menos de dos dígitos hasta hace muy poco se consideraba un fracaso. La capacidad de lobby hacia decisores es tremenda. Eso por un lado. Pero su capacidad para el descubrimiento de nuevos fármacos, por mucho que moleste, ahora mismo no tiene rival. Dominan todos los resortes del mercado, son colosos económicos transnacionales y salvo petardazos cada vez más improbables tipo talidomida, son junto a los bancos, las típicas empresas capitalistas con la etiqueta “too big to fail” abusando claramente de la posición dominante que poseen. El ejemplo de Zeltia nombrado anteriormente es muy esclarecedor. La industria dispone de capacidades muy superiores a las que un estado podría intentar tener o desarrollar (no le digo nada del estado español). Ya me gustaría a mí, y a todos supongo, una alternativa al sistema de patentes y la financiación de la investigación sanitaria.
No crea que no me siento un poco mal por adoptar una posición “arrugada” y aceptar como mal menor la actual situación, pero veo mas factible pelearse con la industria, eliminar sus excesos y retribuir sus productos con los famosos outcomes reales de la medicina basada en la evidencia tras años de uso y datos contrastados.
Comentario de Teodoredo (08/01/2015 14:45):
#25 Pues no sé dé usted por aludido. O al menos no tanto. En todo caso no en lo que respecta a los estómagos y los corazones, que lógicamente iba por los poseedores originales de un “pensamiento cautivo” para mi gusto bastante descafeinado en su argumentación primigenia.
Cuando hablo de pensamiento cautivo me refiero a la creencia (no únicamente manifestada por usted a lo largo de este hilo) en que sin BPh no hay quien nos cure el reúma, llevada hasta el paroxismo en su última aportación.
O mucho me equivoco o un BPh es un equipo de cientificos e investigadores + un corpus científico disponible con anterioridad y producto del cuerpo social + una legión de comerciales y cabilderos al mando de unos pocos ejecutivos sin escrúpulos. Una sociedad organizada o un estado seguramente no podría o querría aportar el último elemento. ¿Alguien honestamente cree que es precisamente esa parte (comerciales, cabilderos y ejecutivos con un ansia infinita de beneficios) lo que posibilita el descubrimiento de nuevos fármacos? La respuesta es “sí, contra toda lógica lo creen”. Lo que no entiendo es por qué.
Comentario de andresrguez (08/01/2015 23:21):
Muy muy recomendable la nota. Hice algo a inicios de semana más centrado en cómo se estaba tratando a los pacientes http://cienciasycosas.com/2015/01/05/hepatitis-c-y-los-pacientes-rehenes/ pero con las dudas del funcionamiento del medicamento y esta nota está MUY bien explicada aunque quizás algo larga
Comentario de Jesús (08/01/2015 23:24):
Un artículo muy ameno Sr. Arrop i Tallaetes, al menos en lo que respecta a la forma y el tratamiento a alto nivel de un tema complejo. Coincido con muchos de sus comentarios sobre la de nuevo vergonzosa actuación de la clase política en este tema, lo diferente que seria la situación si se emplearán los dineros públicos en cosas realmente importantes, o como, según el estudio de las aseguradoras que menciona, parece que Gilead se ha pasado 20 pueblos en la valoración de su molécula. Lo que me gustaría preguntarle es porque en numerosas ocasiones, incluido el titulo, ha escrito Big Pharma en lugar del nombre de la empresa involucrada en el caso, que yo sepa no hay muchos más casos como este que hagan pensar en el abuso generalizado que usted sugiere. Lo cierto es que en España la industria farmacéutica ha asumido una serie de decretos ley en los últimos años que le ha hecho ser el principal actor contribuyendo a los ahorros generados en la sanidad. Tampoco entiendo porque dice que ya no cuela que, excluyendo casos sangrantes como el que nos ocupa, las farmacéuticas (big o small, parece que lo de big ya de por si implica maldad) deben compensar el gran riesgo que asumen así como los costes de investigación. Ha cambiado algo para que eso no sea así? Porque la tendencia es que cada vez hay exigencias reguladoras más fuertes para que lleguen al mercado solamente fármacos que mejoren el estándar de cuidado significativamente, y costes crecientes. En que se fundamenta su ‘cada vez cuela menos’?
Por cierto, tampoco estoy de acuerdo en su afirmación extrema de que la industria farmacéutica no se entera de la ciencia y simplemente recopila conocimiento público y ‘pule’ moléculas. Hay mucho talento científico en la industria, los mejores en sus campos por lo general, y créame que no se pasan el día jugando al busca minas en el ordenador.
saludos
Comentario de Lluís (09/01/2015 10:10):
#28
Es cierto que la industria farmacéutica ha tenido que asumir algunas cosas en España, pero no tantas como se cree.
Para empezar, en todos los fármacos que no costea la Seguridad Social, el laboratorio puede determinar libremente su precio. Caso de las aspirinas, por ejemplo. Y le puedo asegurar que, en el caso de ciertos productos, el margen es bestial. Y muchas veces se trata de productos cuya I+D ya está amortizada (la aspirina, sin ir más lejos, tiene más de 100 años). Hablo de la aspirina porque es algo que todos conocemos, pero lo mismo se podría aplicar a cosas como la viagra, las cremas esas que se ponen los deportistas para relajar los músculos, tratamientos de estética,… Vamos, que ahí el mercado es libre.
Y por otra parte, que la seguridad social financíe muchos productos significa que se van a vender, de lo contrario muchos usuarios no se lo podrán permitir. Algo de eso ha pasado con algo tan nimio como el euro por receta, para los colectivos más desfavorecidos económicamente ha sido un obstáculo que no siempre se ha podido salvar. Y al final eso también representa menos ventas para la farmacia, el mayorista y el laboratorio, por lo que todavía pierden más. De ahí que, en el caso que nos ocupa, estén tan interesados en colocar 50.000 € (o la cantidad que sea) por tratamiento a la sanidad pública europea y española, porque con esos precios, en el mercado, venderán muy pocos, el porcentaje de población que puede permitirse eso, en EEUU, España o Alemania no llega ni al 10 %.
Y otra cosa, en España, son las famosas “puertas giratorias”. Difícilmente un responsable político va a ponerse duro con los laboratorios cuando, tras cesar en el cargo, aspira a una buena jubilación en un consejo de administración o a un buen cargo en Farmaindustria. O si no es él directamente, quizá tenga interés en que algún laboratorio coloque a su hijo, su primo o su subrino, que se han sacado el máster en ESADE y no es plan que le pongan en una sala con otras 10 personas a descolgar teléfonos y procesar pedidos.
Comentario de Otto von Bismarck (09/01/2015 12:56):
Hola corazones, yo del tema no tengo ni puta idea más allá de pinceladas sueltas que he ido recogiendo, así que lógicamente voy a opinar.
Si alguien sabe del tema estaré más que encantado de que corrija mis errores, pero a día de hoy, el coctel de “facts” sobre, digamos farmaindustria, que yo he oído viene a ser este:
-La industria no dedica tanto dinero a investigación como pretende hacernos creer, sino que la mayor parte se dedica a marketing y departamento de ventas, y además lo hace de una forma que raya con lo que podríamos llamar comprar voluntades.
-Entre las prácticas estupendas destaca el hecho de patentar moléculas, exprimirlas hasta el fin de la patente y luego sacar una ligera modificación de la misma que la mejora un poco pero que puede volverse a vender por el precio que quieran en lugar de conformarse con lo que ya había.
-Cada vez que un investigador renegado (llamémoslo asín) sale de la industria, dice que se está mintiendo con los estudios a base de sesgos interesados. Cosas como no publicar los estudios negativos y toquetear los positivos. La defensa de la industria es que los organismos reguladores les dan el visto bueno y cumplen todos los requisitos exigibles y algunos más de oferta (que diría gomaespuma). Pero los organismos reguladores están formados por ellos mismos y los estudios no son independientes sino que también los hacen ellos. Es solo más tarde cuando los estudios verdaderamente independientes les empiezan a buscar las cosquillas. Si eso ocurre, boicotean a los que los hacen.
-Lo que ocurrió con el coste de los tratamientos de SIDA cuando los indios empezaron a producir genéricos solo por el coste de los ingredientes (las empresas siguieron ganando dinero, solo que un margen razonable en lugar de todo lo que los consumidores pudieran pagar) debería abrirnos los ojos.
-En el caso de los transtornos de ansiedad, déficit de atención y demás transtornos psiquiátricos se nos está medicando indiscriminadamente gracias a una excelente campaña de las farmacéuticas. Muchas de esas enfermedades desaparecerían simplemente HACIENDO EJERCICIO.
-También he oído decir varias veces que el margen de beneficio industrial en este sector es bastante superior a la media de las empresas. ¿Alguien sabe hasta qué punto es cierto?
En fin, por resumir, la impresión que tengo yo desde la ignorancia, y visto que a veces son las mismas empresas haciendo las mismas prácticas en el sector agrícola y en el de la salud (y ojo a la industria cosmética), es que el sistema de patentes solo sirve para crear situaciones de monopolio que cada vez resultan más caras. Más aún si tenemos en cuenta la tendencia a la concentración en gigantes del sector. Puede que otros sistemas como por ejemplo, la existencia de premios a empresas que hicieran descubrimientos útiles fomentara la competencia y redujera los costes del sector sanitario que con el envejecimiento poblacional puede terminar hundiendo el estado de bienestar.
Echo de menos a Mauricio diciendo que somos unos cabrones por no dejar que una empresas en situación de monopolio nos exploten todo lo que puedan por nuestro propio bien (en una situación que va totalmente en contra de los postulados de un tal Adam Smith). No es nada nuevo lo que comenta Galaico en #21 de que patentarlo todo hace bastante tiempo que es un peligro real de acabar constituyendo un freno al crecimiento, al menos según algunos economistas. Nos están tratando de convencer de que este es el único sistema posible y parece que hay otros cuyo único efecto secundario sería que las empresas ganarían menos dinero.
Comentario de Arrop i Tallaetes (09/01/2015 13:00):
Observación enternecedora del amigo Jesús (se lo digo con todo el cariño):”que yo sepa no hay muchos más casos como este que hagan pensar en el abuso generalizado que usted sugiere.”
¿EN SERIO? Tras las empresas armamentísticas y el narcotráfico, el negocio más floreciente a nivel mundial es el farmacéutico dónde si los beneficios no son de dos cifras anualmente, corren cabezas. Déjeme llamarles BIG, por favor. ¡Pero si a nivel de la FDA americana o la Agencia Europea del Medicamento son un lobby que directamente dicta algunas leyes!
Las empresas globales que se enfrentan a las mayores demandas por fraude, prácticas defraudatorias, engaños, marketing y promoción ilegal, obstrucción a la justica, etc son farmacéuticas. De las “majors” no se salva ni una. Pfizer, Novartis, Sanofi, Janssen, GlaxoSmithKline, Roche, Astra-Zeneca, Merck, Eli-Lilly…y las multas que han tenido que amochar son BRU-TA-LES. Solo Glaxo pago 3.000 millones de dolares en 2011 por promocionar ilegalmente fármacos para usos no probados. El timo mundial al que nos sometió Roche con Tamiflu a los gobiernos europeos de miles de millones de euros sigue sin haber sido denunciado. De hecho Roche se ha negado en presentar las “supuestas evidencias” que demuestran que el antiviral es “el recopetín” a la hora de tratar esa gripe que luego no fue nada. Y puedo seguir contándole batallitas pero no es cuestión de aburri.
El problema es que estas empresas ya han aceptado que el importe de esas multas son gastos de producción inseparables del desarrollo de un producto. Se paga la multa y ya esta. Astra Zeneca tuvo que pagar 500 millones de dolares en 2010 por promoción ilegal de fármacos. ¡Pero es que le generaron beneficiós de 4.900 millones! Que vengan las multas a mi.
“la industria farmacéutica ha asumido una serie de decretos ley en los últimos años que le ha hecho ser el principal actor contribuyendo a los ahorros generados en la sanidad.”
Compro lo de que hemos ahorrado en gasto farmacéutico en atención PRIMARIA (y no en todas las comunidades por igual), sobre todo gracias a la introducción de GENERICOS. Otra cosa es el debate abierto y MUY INTOXICADO sobre si son bioequivalente a las presentaciones tradicionales comerciales. Aquí el BIG pharma ha hecho todo lo posible para desacreditarlos cuando le ha convenido.
Por el contrario a nivel HOSPITALARIO, los costes han crecido desbocadamente. Y a nivel europeo, España está en los puestos de cabeza. Es lógico, son los fármacos mas “modernos” y por tanto los más caros.
Lo de que cada vez “cuela menos” es porque yo personalmente ya no me creo lo de los gastos en investigación. Lo siento. Como dije en mi post, las empresas estan para repartir dividendos en sus accionistas y sobre todo mantener una inmensa y vastisima red comercial y promocional que es lo que realmente absorbe recursos económicos. Todo a mi entender completamente lícito, ojo. Pero por favor, no me diga que lo hace por mantener centros de investigación. Pfizer (la más grande, como la Rocio Jurado) no invertirá más de un 15-20% de sus ingresos en I+D. Palabrita del niño Jesús.
Con respecto al tema COSTES:
Un detallito sin importancia. El coste de producción de Sofobusvir no supera los 130€. De nada.
Si hasta en EEUU donde el tema de la pela, se la pela (la solución de las aseguradoras privadas es fácil, suben la cuota al cliente y a correr), se han echado las manos a la cabeza con el precio de algunos fármacos de nueva generación y de hecho haciendo numeritos como ya hemos visto no les salen las cuentas, imaginese aquí.
“Porque la tendencia es que cada vez hay exigencias reguladoras más fuertes para que lleguen al mercado solamente fármacos que mejoren el estándar de cuidado significativamente”.
¿Exigencias reguladoras? Otro día prometo hacer un buen post sobre los ensayos clínicos y va usted a fliparlo. Los golazos que nos cuelan son antológicos.
Y por último.
“Hay mucho talento científico en la industria, los mejores en sus campos por lo general, y créame que no se pasan el día jugando al busca minas en el ordenador.”
Jamás he puesto eso en duda. Ni que fueran todos unos “ogros” los que trabajan allí. Que tengo amigos en el Big Pharma, leñe, y son excelentes personas y profesionales. Pero es de recibo que cuando se hacen las cosas “a mala folla”, se denuncien.
Comentario de loSUPREMme (09/01/2015 13:15):
Joder, la tira de comentarios en uno de los artículos más técnicos de lo que se entiende como divulgación es bien.
Mi recomendación, y como he venido a este artículo a colación de lo que comentaron en el Intermedio anoche sobre lo de la Hepatitis C, seria enviar-les el artículo y si eso que ellos lo expliquen o que te paguen el viaje a Madrid para que lo expliques.
No és algo muy común, pero alguna vez lo han hecho en el Intermedio
Comentario de Responsable (09/01/2015 13:21):
Gracias por el artículo.
Trabajo en “Big Pharma”. Leo prácticamente todos los protocolos de los estudios clínicos que llevamos a cabo y algunos comentarios escritos previamente tienden a la exageración. Nada de adaptative design, cambios en los endpoints, estudios underpowered, etc.
Que hay clinical trials que son una basura? Seguro. Que esa es lo habitual? Rotundamente no – y no existe hoy por hoy, nada mejor como tool en Clinical Research.
En cuanto al precio de Sovaldi no me pronuncio. Invito a los interesados a buscar información sobre cuál es el return (on average) por producto registrado.
Saludos
Comentario de Santi (09/01/2015 14:51):
Ese ‘hacer frente a necesidades infinitas con recursos limitados’ es un axioma a partir del cual se construyen los postulados de la ciencia económica, ¿no? Que venga D. Otto y me pruebe a la sajona manera que el axiomita es V o F.
Comentario de galaico67 (09/01/2015 18:08):
Por principio un axioma es verdadero.
Y por otro lado, dado que el mundo, en este punto de la ciencia ( a no ser que nos haya descubierto el stargate y/o unos agujeros de gusano para pasar de un mundo a otro y poder explotarlos y nosotros aquí, tan ricamente, sin enterarnos) es finito y que somos una horda/plaga numericamente creciente, no creo que axiomita necesite que se le dedique mucho tiempo ¿No cree?
Comentario de galaico67 (10/01/2015 14:31):
Feliz año electoral:
Haciendole caso a Arrop i Tallaetess, el registrador de la propiedad que nos gbierna, supera los balbuceos de si lacayo de Sanidad y nos brinda esta perla , en castellalego:
“Ningún ciudadano español al que un médico le prescriba cualquier medicamento se va a quedar sin ellos”, ha reiterado hasta en dos ocasiones el presidente del Gobierno. “Se lo garantizo”, ha concluido.
Aunque , en realidad, no hay problema. Como son un partido serio, pueden mentir. Y como son un partido de gobierno, pueden poner todas las trabas administrativas para que la prescripción no llegue a término. Pero es que a la gente se la hace feliz con tan poco…
Pingback de Lecturas de Domingo (59) | Ciencias y cosas (10/01/2015 19:58):
[…] La Hepatitis C y el Big Pharma […]
Comentario de galaico67 (10/01/2015 22:43):
Andrés, acabo de leer tu entrada explicando el tema. Se complementa con este texto. Y son bastante tristes la mayoría de los comentarios…
Pingback de Causas y azares 48 - Error 500 (11/01/2015 09:54):
[…] Dos más sobre el tema, Ciencias y cosas con “Hepatitis C y los pacientes rehenes” y la página definitiva con “La Hepatitis C y el Big […]
Comentario de JaviG (11/01/2015 19:41):
Un post magnífico!! Enhorabuena al autor, que se nota que sabe de lo que habla. Da gusto encontrar algo así… y qué raro es!
Comentario de Afertra (11/01/2015 19:54):
Felicitaciones sinceras por el artículo, es excelente,no puedo hacer otra cosa que aplaudir hasta con las orejas, Dr Arrop.
El único “defecto” es que es un pelín largo pero se entiende perfectamente y hace llegar al público conceptos para nada fáciles…he trabajado en evaluación de tecnología sanitaria y le doy toda la razón en cuanto a los estudios molones con “n” imposibles o bien la tortura sistemática d datos hasta que confiesan la conclusión deseada ya que el Pisuerga pasa por Valladolid.Y si no que le pregunten al sr Richard Smith,ex BMJ (creo recordar).
Respecto al “return on average” que sale en un comentario: lo que me pregunto yo es por qué un medicamento que se produce por 130 euros la dosis, el tto completo?se ha de comercializar con un margen de beneficio tan alto (50.000 euros un tto individual durante tres meses!)…no me salen las cuentas..
Una (entre otras cosas) preventivista agradecida
Pingback de Patentes y salud pública: hepatitis C | Información en materia de patentes (12/01/2015 18:28):
[…] Se trata el caso del sofosbuvir, medicamento patentado y muy politizado en este año electoral que comienza. El asunto tiene bastante miga y no es conveniente aproximarse a él con una visión simplista, ya que se combinan numerosos aspectos muy especializados (investigación sanitaria, patentes, economía, ¿política?), por lo que es sumamente fácil meter la pata. Sírvanse de los comentarios si así fuera. Una primera aproximación que a mí me ha gustado es la de “La Página Definitiva“. […]
Comentario de pepito (17/01/2015 17:33):
Muy bueno.
Comentario de Anton (19/01/2015 01:24):
Buenas, soy Hepatólogo y no entiendo este debate que se ha montado en torno a la hepatitis C, mas allá del precio absurdo de salida del Sofosbuvir (la Gilead exageró, sin duda). Todo esto es una gran hipocresía cuyas víctimas son los pacientes con HCV.
El tratamiento para el VIH cuesta unos 6.000 euros/año y no cura la enfermedad ni evita muchas de las complicaciones asociadas. Tratar la infección por VIH puede costar en torno a los 380.000 eu en toda la vida del paciente, pero nadie lo cuestiona.
Como ya ha comentado Arrop, el tratamiento de la esclerosis múltiple com Nataluzimab cuesta unos 25.000/año (durante toda la vida del paciente), pero no estamos aquí discutiendo sobre EM y si lo hacemos sobre HCV.
Por no hablar del cáncer (en general, aunque haya casos muy diferentes en este terreno), donde a veces se gastan millares de euros en quimioterapias que prolongan la vida unos meses, con dudosa calidad de vida e incluso se hace lo que se llama “uso compasivo” del tratamiento.
Las negociaciones con la Gilead han sido secretas (la compañia negocia de forma individual y “secreta” con cada pais) pero se ha filtrado un precio final en España de 25.000 eu por tartamiento… y estamos hablando de tasas de curación en torno al 90% en 3 o 6 meses.
Creo firmemente (aunque a ojo) que el tratamiento es coste/efectivo a pesar de haber estudios en ambos sentidos. Incluso con su precio inicial de 100.000 euros cumplia los criterios del NHS británico (precio/Qaly). Además existen otros costes asociados que no entran en los estudios, como la baja de tres meses que tuvo que meter uno de mis pacientes para poder combatir los efectos secundarios del viejo interferón pegilado, o los 10 dias de ingreso en una Unidad de Cuidados Intermedios de otro paciente para resolver una insuficiencia renal provocada por el, ya pasado de moda, Boceprevir (que tenia el módico precio de 17.000 euros). Por no hablar de los costes psicológicos, familiares, etc.
Que las compañias farmaceuticas son unas grandes máquinas de hacer dinero sin sentimientos ni corazón ya lo sabemos hace mucho tiempo. A qué viene esto ahora? Por qué?
El problema es de fondo y, en gran parte, como ya apuntó Luis#29, tiene que ver con la relación política /industria farmaceútica, representada por las llamadas puertas giratorias, exactamente igual que ocurre con otros bienes básicos como la energia.
Al final voy a estar de acuerdo con Pablo Iglesias en sus aparentes contradicciones: las farmaceúticas son malignas y/pero tenemos que tratar a todos los pacientes con hepatitis C ya. Ambas afirmaciones no son mutuamente excluyentes.
Comentario de Latro (19/01/2015 10:46):
“A que viene esto ahora? Por qué?”
Hombre, principalmente porque si no se resuelve eso, tendremos mas cosas como esta situación en el futuro. Porque, por ejemplo …
http://www.eldiario.es/economia/millonarios-intereses-farmaceuticas-aumentaron-riqueza_0_346466035.html
Cuando te sale que el sector farmacéutico se mete un 47% de crecimiento en un año, te preguntas cuanto de eso viene por negociar “secretamente” con los gobiernos unos precios absolutamente abusivos.
Comentario de galaico67 (19/01/2015 11:14):
Antón, quizá el tema viene de lo de administrar recursos y tal. Quizá, solo quizá, la carrera para administrar 300.000 ( o hasta 900.000, a poco que afinemos diagnosticos y, a ese precio, afinaremos los diagnosticos, ya verá) tratamientos y sacarse del bolsillo 7.500 millones de euros sea un poco excesiva en este momento, contando , además, con ¿10.000? ¿20.000? casos más anuales. Quizá no sea buena política para gestionar unos recursos no muy abundantes el recurso a la negociación bajo presión popular, de cara a milaagrosos tratamientos futuros.
No lo sé, no conozco al detalle más que las enfermedades – pocas- que he sufrido y las que han sufrido mis familiares, pero, de todas formas, le agradecería, para seguir formandome opinión, los datos que – como especialista-dispone sobre el número de tratados/curados.
Comentario de gus (19/01/2015 16:16):
No quiero pensar mal de nadie pero ¿alguien tiene razones fundadas para pensar que la cronificación (¿existe el palabro?) de ciertas dolencias es una meta prioritaria para las farmacéuticas antes que la curación? Al fin y al cabo cuanto más dura la vaca más puedes ordeñarla, y comparado con palmar siempre es un alivio.
Me viene a la cabeza, y al pancreas, la diabetes tipo I, que desde los años 20, digan lo que digan,no ha avanzado un carajo más que en aparatitos de análisis de glucemia (una mina los consumibles) en toquetear un poco la molécula de insulina para modificar la curva y cosas así. Lo que se dice un mercado cautivo que dura practicamente una vida.
Comentario de JoJo (19/01/2015 17:57):
#47 completamente de acuerdo, ése es el objetivo de las farmaceúticas: tener clientes dependientes durante décadas.
Comentario de Anton (19/01/2015 21:56):
#45 y #46: estoy de acuerdo, lo que decís es evidente. Lo que no entiendo es porqué se discute la hepatitis C y no el VIH, el cáncer o la esclerosis múltiple (por no cambiar de ejemplos). Repito: es un problema de fondo y no de la hepatitis c. A estos pacientes les ha tocado la china.
Hay que establecer medidas de control sobre las farmacéuticas y no dejar a un grupo de pacientes “curables” sin tratamiento, viviendo con la amenaza constante de una cirrosis o un cáncer de hígado…
… y he aquí la paradoja, cuando desarrollen cáncer de hígado nadie les va a discutir un tratamiento (Sorafenib) que cuesta unos 3.500 euros por mes y que apenas les va a prolongar la vida unos 3 meses, en media.
Sobre el potencial coste de tratar a todos los pacientes con hepatitis, este es, sin duda muy alto. El post de Arrop contiene información útil:
“Se calcula que en nuestro país puede haber más de 500.000 afectados, pero (y aquí viene lo bueno) solo una tercera parte están diagnosticados con certeza. Estamos ante una epidemia silenciosa de libro.”
España no tiene datos precisos sobre la enfermedad y no existen estudios comparando coste beneficio de los antiguos tratamientos con los nuevos, que aclaren el dilema. Los viejos tampoco son baratos (no sé el precio exacto pero un tratamiento completo puede costar entre 2.000 y 5.000, siendo que se ha abaratado recientemente), tienen un montón de efectos indeseables potentes y la eficacia es baja (puede variar desde un miserable 10-15% hasta un 80%, siendo, en media <50%).
Si tiene curiosidad, en mi consulta (datos de los últimos 5 años): 44.7% tasa de curación global (con los tratamientos clásicos) entre los pacientes que consiguieron acabar el tratamiento. El 18.3% de pacientes que lo iniciaron abandonaron por intolerancia o suspendieron por efectos secundarios significativos, lo que hace bajar la tasa "real" para 36.5%.
#47 y #48: en eso la hepatitis c es una maravillosa excepción. Sin tratamiento es una enfermedad crónica, pero el tratamiento es curativo, al contrario de lo que ocurre con otras enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, que se tratan pero no se curan.
Comentario de galaico67 (19/01/2015 23:29):
49# ¿ Y no le parece el momento para plantearse una retribución sería y justificable para las medicinas de este nivel? además, en este caso, sabemos el precio de la broma : 11.000 millones de dolares, que es lo que ha pagado Gilead, vamos a suponer que otros 5000 – que es mucho suponer- para desarrollo. Solo en España la fiesta puede costar esa cantidad, a poco que se plantee seriamente la lucha contra el virus.
Ahora deberiamos plantearnos una retribución justa -y generosa- para los inversores y una forma de repartir costes de esta retribución entre todos los paises, aunque fuera, como en el enlace sobre patentes, basandose en el indice Big Mac. Y tambien deberiamos plantearnos si debería haber algún organismo supranacional encargado de buscar estos chollos y de coordinar la investigación pública, para no acabar como en Estados Unidos: con las medicinas a precios de beluga iraní y los beneficios blindados.
Comentario de galaico67 (19/01/2015 23:40):
Otras cosas:
¿Ese 90% está ya verificado sobre una muestra de miles? ¿Hablamos de curación o de no detección del virus? ¿Necesitariamos un periodo de X años para asegurar la curación definitiva o la “no detección” es equivalente?
En lo que respecta al SIDA, cuesta 800 millones de euros/año, 130.000 enfermos. Ponga ahora sobre la mesa otros 800 millones y reparta. Establezca los criterios, elabore listas transparentes para el acceso y que la suerte le acompañe.
Sigo viendo falta de gestión. Afortunadamente yo siempre he tratado con máquinas y equipamiento y si una máquina se me “muere” la sustituyo. Con personas eso no es posible, pero la limitación de capital es la misma.
Pingback de ¿Es posible expropiar la patente de un medicamento? La cuestión Sovaldi | Víctor Martínez Abogado - Especialista en Derecho de Internet y Nuevas Tecnologías, Propiedad Intelectual e Industrial en Murcia (27/01/2015 19:52):
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