“Söhne und Weltmacht” – Gunnar Heinsohn
Un tema delicado
La demografía es el hombre del saco de las ciencias sociales: solo aparece en público para generar alarmas, en las que, eso sí, hay consenso a lo largo y ancho del espectro político, si bien por causas diferentes: los unos preocupados por “quién pagará las pensiones de los pobres abuelitos”, los otros por “mira cómo se reproduce la morisma, en una generación nos colonizan”.
Personalmente, reconozco un cierto interés por el tema, de gran importancia para entender sociedades presentes y pasadas, y lo veo sistemáticamente ninguneado. Esto me lleva de vez en cuando a comprar libros que profundizan en él, como este que hoy comparto con ustedes. Está escrito en la lengua de Goethe y no hay traducciones, y dudo que las vaya a haber, es de 2003 (es lo que tiene comprar sistemáticamente libros en mercadillos de segunda mano) y ya han pasado varias cosas desde entonces, pero como demográficamente vamos unos 10 años por detrás de Alemania, intuyo que próximamente surgirán imitaciones y polémicas similares en nuestra piel de toro. Así que podemos abrir el debate demográfico aquí, usando como base un libro cortito (ni 200 páginas tiene) que además se centra en la morería acechante en formato histérico.
¿Por qué pasamos tanto de la demografía?
Esto conviene aclararlo al principio. Y creo que se responde fácil: porque el tener hijos, cuantos y en qué momento, es una de las cuestiones más íntimas y personales de la vida de cada uno. Y hemos decidido –al menos en Occidente- que sea un asunto totalmente privado, de ahí que apenas un 7% de españoles esté por prohibir totalmente el aborto.
La otra razón de peso son malas experiencias pasadas: dictadores varios emplazando o forzando a las mujeres a tener hijos como conejos por el bien de la nación/etnia/religión han dejado un regusto amargo, un poso de “parir por la patria”, que aún se nota. Por reacción adversa, ahora nos hemos ido un poco al extremo contrario e ignoramos la demografía casi por completo, y está bien que sea un asunto privado, pero no podemos obviar que la evolución demográfica de la población tiene implicaciones muy profundas y a largo plazo para toda la sociedad. El truco está en estudiar esta ciencia sin caer en histerias tipo “suicidio demográfico”. Pero eso precisamente es lo que hace Heinsohn.
¿Quién es Gunnar Heinsohn y por qué les doy la chapa con él?
Heinsohn es hijo de un comandante alemán de submarinos de la Segunda Guerra Mundial. Nació en 1943 en Gotenhafen, hoy Gdynia y situado en Polonia. Estudió sociología y economía (no demografía), vivió dos años en Israel (viendo un poco su obra, se nota que Israel y Estados Unidos son para él los “buenos” y un ejemplo de como hacer las cosas bien), fue muchos años profesor universitario en Bremen, y dirige un instituto para el estudio comparado de genocidios, fundado por él mismo. Vamos, que ha vivido muy de cerca lo más movidito de los últimos 70 años.
El origen de este libro es un artículo en el semanario Die Zeit, que generó mucha polémica (piensen que en 2003 Alemania iba tan mal que Aznar tenía que ir a Berlín a enseñarles, dedo didáctico en ristre, como gestionar un estado moderno; en aquella época de derrotismo y pesimismo germano un libro revolcándose en el suicidio demográfico alemán lo tenía que petar) y que desembocó en este libro, ya algo más matizado y con más datos y estudios. La polémica venía de párrafos como este:
En 1948 los árabes fracasan en la extinción del recién creado estado de Israel. Al contrario, son los palestinos los que – al igual que los alemanes [tres años antes] – se ven afectados por la derrota, la división y el desplazamiento. Pero, ¿han renunciado por ello a sus sueños de victoria y aniquilación? Si los alemanes se hubiesen multiplicado desde 1945 igual que los palestinos o incluso desde el año 1900 como el Islam en general, la humanidad se enfrentaría a una nación alemana de 600 millones -con 75 millones de jóvenes de 15 a 29. La mayor fuerza de invasión en la historia del mundo -el ejército de Hitler para la destrucción de la Unión Soviética en junio de 1941– contaba con 3,2 millones de hombres. ¿Exportarían 75 millones de jóvenes alemanes diez veces más pacifismo de Alemania al mundo que los 7,5 millones actuales? ¿O habría atentados a diario en Königsberg, Danzig y Praga, ya que la juventud alemana no debe ser castigada por los crímenes de los nazis? ¿El uranio seguiría en las minas de los Montes Metálicos o los países vecinos tendrían que considerar un ataque preventivo contra los reactores alemanes? ¿Se vende como noble virtud lo que es mera impotencia en la Alemania moderna?
Aquí se nota la influencia de su estancia en Israel, un país donde la demografía -especialmente la de árabes y palestinos- es una cuestión de estado, y se ve de qué va la cosa: la morisma es muy mala y se reproduce como conejos, y es solo cuestión de tiempo que nos ataquen. Aunque Heinsohn no cae en “defendamos nuestra superior cultura frente a las hordas asiático-africanas”, sino que matiza que lo que le espera a Occidente es lo mismito que Occidente lleva ya bastante tiempo haciendo a los demás:
Hasta la Primera Guerra Mundial, Europa produce continuamente “youth bulges”, protuberancias de la pirámide de población entre los 15 y los 29 años de edad. Entre 30 y 45 de cada 100 hombres pueden ser llamados a filas. Durante cuatro siglos, las tasas de natalidad son las de la Franja de Gaza o Uganda. Como una invasión de mongoles que nunca acaba, el Viejo Mundo obtiene con este excedente poblacional hasta 1918 nueve décimas partes de la Tierra. Y menos de 500 000 hombres se emplean para el sometimiento directo y matar, el número total de colonos entre 1500 y 1900 sólo alcanza cuarenta millones.
Tesis principal
En el libro, Heinsohn reinterpreta toda la historia de los últimos 500 años para adecuarla a su tesis central: que el principal motor de la historia y causador de casi todos los conflictos es el aumento explosivo y excesivo de población dentro de una sociedad, que crea grandes masas de hombres jóvenes (15 a 29 años, “la mejor edad para combatir”, no saben la grimilla que da leer eso en lengua alemana) que no encuentran trabajo decente ni pueden fundar una familia, viendo frustradas sus expectativas vitales. A partir de ahí, hay tres salidas: emigración, conquista de nuevas tierras con genocidio de los nativos, o guerra civil.
¿La conquista de América por los españoles? Necesidad de deshacerse de los Segundones. ¿El ascenso de Francia a primera potencia europea? Gracias a su demografía pujante. ¿El sorpasso de Alemania a Francia en el siglo XIX? Sorpasso demográfico, lo demás vino solo. ¿La colonización? Excedentes poblacionales europeos inundando el mundo. ¿La descolonización? Una huida del hombre blanco ante la explosión de la población nativa. ¿Mayo del 68? El baby-boom de la posguerra. Y así con todo. El origen estaría en la epidemia de Peste Negra de 1348, que redujo en un 30% la población europea y creó un miedo atroz a la despoblación en las clases dirigentes. A partir de ahí, se aplican a saco políticas natalistas –Heinsohn señala a la quema de brujas, que según él eran quienes facilitaban abortos y anticonceptivos- que crean burbujas demográficas cada pocas generaciones.
Contrariamente a lo que pensaríamos, el problema no está en las sociedades con pirámides de población “clásicas”, es decir, en forma de cono. Estas, por cierto, no son tan frecuentes como creemos. Las dichosas pirámides solo son fiables a partir de 1850 más o menos, que es cuando empieza a haber censos sistemáticos en todos los países europeos. Y justo en esa época, pues si, tenían la forma del cono, de modo que al ver series históricas es fácil caer en la tentación de pensar “antes estaba todo bien, ahora tenemos una pirámide amorfa e inestable, señal de que nuestra sociedad también lo es”.
Una sociedad en pirámide pura no causa problemas. Alguien ocupado en criar cuatro niños a la vez no está precisamente para trabajar en maléficos planes de dominación mundial cuando al fin se han acostado todos a las diez de la noche. Los problemas, las guerras y todo eso, afirma Heinsohn, los causan los “angry young men”: las cohortes de hombres jóvenes sin perspectiva ni futuro. Porque tu puedes ser un pringado, pero mientras la pirámide se ensanche debajo de ti sabes que hay nuevos pringados a los que, algún día, gestionarás y mandarás. Habrá un sitio para ti, y ascensos, conforme se mantenga el crecimiento demográfico. Y en una sociedad así, obviamente fundar una familia no es un problema.
¿Qué pasa cuando ese crecimiento se para, por una crisis económica, o porque aparecen anticonceptivos, o por cambios sociales? Al principio nada. Los problemas vienen 15-20 años después, cuando los niños del último arreón llegan a la edad adulta y se dan cuenta de que no vienen más pringados por detrás a los que mandar. Que ellos sobran, que la mayoría nunca encontrará una posición en la vida ni un trabajo decente, y que consecuentemente no podrán casarse ni tener hijos (lo cual, en sociedades y culturas donde la familia es tan importante, resulta muy difícil de sobrellevar).
Estos jóvenes sobrantes son pasto fácil de demagogos y radicales. Según Heinsohn, las SA, Hamas o Al Qaeda habrían sido meros clubes de fanzineros de no ser porque explosiones demográficas en sus países de origen crearon unas inmensas canteras de jóvenes cabreados que racionalizaron su frustración con consignas político-religiosas. Y dado que el Islam ha pasado de 150 millones de fieles en 1900 a 1000 millones en 2000, pues tenemos ahí la principal amenaza del futuro: en los “youth bulges” de los países musulmanes.
Corolario social
Junto a la revisión histórica, Heinsohn además nos da una interpretación social muy economicista: le resta importancia al instinto de maternidad/paternidad y da como condicionante principal para tener hijos el económico. Afirma que tienen hijos, históricamente, quienes tienen propiedades que legar, no los pordioseros. Son las consecuencias del siglo XIV (entre 1300 y 1400 la población europea se reduce de 73 a 45 millones) las que llevan a los gobernantes, en santa alianza con la Iglesia, a perseguir a las brujas abortistas de la ETA y facilitar matrimonios, pues muchos pobres no se casaban por falta de dinero. El sistema se mantiene hasta el siglo XIX, cuando el incremento casi exponencial de proletarios asusta a los de arriba más que la amenaza de la despoblación o la invasión de las hordas negro-moro-asiáticas. Consecuentemente, se relajan los controles sociales y se permite un cierto control de la natalidad, con lo que los descamisados, siguiendo su natural inclinación a la molicie y a gastar en el bar la paguita del PER, se dedican a vivir la vida y al fornicio no reproductivo. Desde entonces la población empieza a caer hasta el día de hoy, en que los hijos han dejado de ser un factor económico para una población que ya no es emprendedora sino asalariada (“y unos putos perdedores” tiene uno la impresión que falta por añadir).
Refutación
Hasta aquí las teorías de Heinsohn. Pasemos a refutarlas, antes de que nuestra querida caverna traduzca el libro y lo enarbole como bandera de la alarma demográfica. Heinsohn selecciona ejemplos muy sonados, pero hay contraejemplos igual de sonados. Mientras en Ruanda hutus y tutsis se mataban, Botswana y Ghana, con demografías muy similares, vivían en paz. La India, uno de los países con mayor explosión demográfica en los últimos 60 años, no es un país particularmente belicoso. Y pasados once años de la publicación, la Primavera Árabe nos muestra que de las tres salidas a la crisis demográfica, los países árabes han optado por la tercera: guerra civil. Así que la islamización de Europa tendrá que esperar (y según el análisis de Heinsohn eso es una suerte, porque el choque entre “youth bulges” y armas de destrucción masiva puede arrasar países enteros).
Además, el análisis sistemático de Heinsohn se limita a conflictos posteriores a 1945, que en muchos casos eran guerras proxy entre la URSS y Estados Unidos, sus proyecciones demográficas siempre usan el escenario más radical, cuando lo cierto es que resulta imposible determinar la evolución demográfica con tanta antelación, no explica los numerosos conflictos que también hubo en países sin “youth bulges”, y además practica un determinismo social repugnante: cuando anuncia que para 2050 el Islam representará un determinado porcentaje (siempre “peligrosamente” alto) de la población europea, asume que los nietos aún no nacidos de los musulmanes de hoy serán todos igualmente musulmanes, como si esa fuese una condición hereditaria e inevitable. Como si un musulmán, a diferencia de un cristiano, no pudiese volverse ateo, o hacerse Hare Krishna, o seguir de boquilla una fe mientras en su vida privada hace todo lo contrario.
Heinsohn además siempre tiene que añadir alguna premisa adicional, y hace trampas con muchos de los ejemplos que pone. Cuando afirma que Mayo del 68 lo causó el boom de la postguerra, ignora que ese boom tardó algunos años -hasta mediados de los 50- en arrancar. Cuando esos jóvenes están en disposición de liarla, lo que se produce es la revolución pacífica de 1989. Cuando afirma que el boom de natalidad de 1900-1914 generó los excedentes poblacionales de los que se reclutaron las SA, nos la cuela porque tal boom no existió. Al contrario, la población alemana alcanzó el pico del youth bulge en la década de 1890 (última vez que tuvo un 20% de su población masculina entre 15 y 29 años, que vendría a ser la definición académica de un “youth bulge”), la tasa de fertilidad llevaba cayendo desde 1870 y estaba en 3.9 en 1914, para caer a plomo durante la guerra. Las guerras más devastadoras del siglo XX, las Guerra Mundiales, se libraron mayormente entre países con una tasa de fertilidad casi recesiva, mucho más parecida a la nuestra que a la de Uganda. Además, tener tasas de fertilidad como las de Uganda durante cuatro siglos no sirve de mucho si la mitad de los niños mueren antes de los 5 años durante casi todo ese tiempo.
Finalmente, la demografía histórica no es precisamente una ciencia exacta, pero si lo suficiente para desacreditar las fantasías poblacionales de Heinsohn: los dos siglos posteriores a la Peste Negra no fueron precisamente épocas de fuerte crecimiento demográfico en Europa; más bien, la población se estancó hasta la Edad Moderna, e incluso después su crecimiento fue anémico. Inglaterra ya había comenzado a crear su imperio colonial en 1700, pero tenía entonces casi la misma población que en 1300. España si que muestra un gran crecimiento en el siglo XVI, pasando de 5 a 8 millones, pero de 1600 a 1700 decrece a 7,5 millones, y hasta 1822 apenas sube otros 3 millones más.
Y aún así esto son crecimientos raquíticos, comparados con algunos países del siglo XX. Por ponerlos en perspectiva: Argelia triplicó su población entre 1960 y 2000, y no ha atacado aún a nadie (aunque Heinsohn apela al crecimiento de población en los 30 años anteriores como causa principal, por no decir única, de la derrota de Francia en la Guerra de Argelia; también me replicaría que los excesos de población de Argelia llevaron a una guerra civil en los 90).
Consejos LPD para tratar la histeria demográfica
En primer lugar, no hacer caso a los titulares. Siempre se centran en el número más impactante o alarmante cuando publican noticias demográficas. Empezando por la Tasa de Fecundidad, los famosos “x hijos por mujer” (a veces llamado Índice de Fertilidad, o similar; no confundir con la Tasa de Natalidad, que son los nacimientos por 1000 habitantes), que ahora en España ronda los 1.27. Este es uno de los indicadores de nuestra supuesta decadencia para los neocon, pues parece indicar que aquí somos hedonistas y las mujeres apenas tienen hijos porque prefieren irse a comprar trapitos con las amigotas, mientras en desiertos lejanos cada mujer pare de 8 para arriba, y así su población crece y en nada nos comerán. Pues no.
¡Cuidado que vienen números! La Tasa de Fertilidad se obtiene así: dividimos el número de hijos que tienen las mujeres de 15 años de edad, entre el total de mujeres de 15. El resultado, a su vez, lo multiplicamos por el peso de las mujeres de 15 años sobre el total de mujeres en edad fértil. Repetimos para todas las cohortes de mujeres fértiles (15 a 45 años, aunque algunos demógrafos usan hasta 49) y sumamos los resultados. El resultado final es el dichoso 1.27. Como ya intuirán, es un número bastante sensible a la edad en que las mujeres tienen hijos. Una mujer que tenga a su único hijo a los 15 años contribuye más a la Tasa de Fecundidad (porque ese hijo entra en el cálculo durante los siguientes 30 años) que aquella que se somete a una fecundación in vitro y tiene trillizos a los 46 años (porque según la metodología, puede que ni se refleje). En realidad la Tasa de Fecundidad es un mero cálculo de probabilidades, la única manera de saber con seguridad cuántos hijos tendrán las mujeres es esperar a que terminen sus años fértiles; para una cohorte se puede determinar entonces lo que en alemán se llama Kohortenfertilität y para lo que en castellano no encuentro equivalente así que lo llamo Fertilidad Final de la Cohorte. No tengo datos para España, pero para Alemania en el año 2012, con una Tasa de Fertilidad de 1.38, las últimas mujeres que habían salido del mercado reproductivo –las nacidas en 1963- tenían una Kohortenfertilität de 1.6 hijos.
Otra cosa a la que afecta la edad de maternidad (que, huelga decirlo, está condicionada sobre todo por la situación económica) es al crecimiento de la población: imaginen dos sociedades, llamémoslas, no sé, Marruecos y España, donde cada mujer tiene dos hijos, pero en Marruecos los tienen a los 15 años y en España a los 45. En España, las mujeres con 90 años son abuelas de cuatro nietos (tres generaciones), mientras que en Marruecos, a los 30 son abuelas de cuatro, a los 45 bisabuelas de ocho, a los 60 tatarabuelas de 16, a los 75 tatara-tatarabuelas de 32, y a los 90 tatara-tatara-tatarabuelas de 64 churumbeles (siete generaciones). Es decir, que partiendo de una situación de igualdad y misma esperanza de vida, y pasados 90 años, Marruecos tendría más del doble de habitantes que España (porque las generaciones se suceden más deprisa y se “acumulan”, por así decirlo) – y sin embargo todas las mujeres habrían tenido los mismos hijos, exactamente dos.
El problema de la natalidad en Europa no es que no queramos tener hijos –que queremos, las encuestas dicen una y otra vez que a la gente le encantaría tener más de los que efectivamente tiene-, es que simplemente no nos llega. Y en España con el agravante de que una emancipación tardía (29 años para dejar el “Hotel Mamá”; con 25 de media en EEUU ya tienen al primer churumbel) nos lleva a tener hijos pasados los 31. Vamos, que de decadencia cultural nada, señor neocon preocupado por el mantenimiento de la raza: son condicionantes sobre todo económicos, aquí y en la China Popular.
OK, dirá el neocon, pero seguimos en 1.27, muy por debajo de la Tasa de Reemplazo del 2.1, mientras en las madrasas andan por 4 ó 5, el doble de lo necesario (lo de tener 8 hijos, pues ya en ninguna parte, hoygan, todos los países salvo cuatro andan debajo de 6 hijos, incluyendo Uganda que, por cierto, es un país de mayoría cristiana, así que su elevada tasa no incrementa la morisma, estimada caverna). Me alegro de que lo mencione, caballero, porque el 2.1 también se las trae. Coloquialmente consideramos que eso es lo necesario para mantener una sociedad – “la parejita y un poquito más para por si acaso”. Pues tampoco. Lo “necesario” para mantener la capacidad reproductiva de una sociedad es que cada mujer en edad fértil tenga al menos una hija que a su vez alcance su edad fértil, y la Tasa de Reemplazo es el número de hijos para alcanzar esto, “dos y un poquito” porque nacen “un poquito” más de niños que de niñas. ¿Y por qué solo una hija? Pues porque las mujeres, hablando en lenguaje de barra de bar, son el cuello de botella de la reproducción humana. La muerte del 90% de los hombres no afectaría a la capacidad de reproducirse de una sociedad, siempre y cuando el 10% restante le eche suficientes ganas.
De lo cual se deduce que aquellas sociedades donde se practican abortos selectivos, o donde hay una elevada mortandad infantil –que por razones culturales suele además cebarse en las niñas-, la Tasa de Reemplazo tendrá que ser mayor, de hecho para el África subsahariana se calcula que está entre 3 y 3.5. Si allí tienen 4 hijos por mujer no es porque quieran colonizarnos… sino porque no quieren extinguirse. En China, solo con la relación de nacimientos (119 niños nacidos por cada 100 niñas) ya necesitarían 2.38, y eso sin computar la mortalidad infantil o las mujeres que emigran. En la historia de las propias sociedades occidentales pueden encontrarse siglos enteros con la población estancada, y eso en épocas donde cada mujer casada paría una media de siete veces a lo largo de su vida. Por cierto, la última cohorte alemana que logró cumplir con los dichosos 2.1 fueron las mujeres nacidas en 1935, y esas a su vez representan una anomalía –son las responsables del baby boom de posguerra-, pues ya las nacidas 1905 fueron las primeras en no llegaron al “mínimo”, normal habida cuenta de todo lo que les cayó encima en sus años fértiles.
Tranquilidad relativa
Podemos estar relativamente tranquilos en esto de la demografía. Si alguien insiste en la histeria natalista, yo me apuesto una cena a que en 15-20 años nuestra Tasa de Fertilidad vuelve a superar a la de Marruecos. Cosas de cómo se reflejan estadísticamente los baby-booms. Otra cosa es que los problemas que plantea sean reales. Claro que lo son. Pero son graduales, y se pueden resolver gradualmente (si, incluso en España; otra cosa es que se que efectivamente se resuelvan, o que se resuelvan de una manera justa y equilibrada). En el fondo todo esto viene de una concepción de la población similar a la economía capitalista, la bolsa o el precio de la vivienda: ¡siempre tiene que subir! Todo lo más, unos años de gripaje y vuelta al crecimiento. Pero no tiene porqué ser así. El estancamiento e incluso el retroceso no son en absoluto anomalías históricas, España ya perdió población durante un siglo entero, el XVII.
En cuanto a la morería y los emergentes, les listo las Tasas de Fertilidad de 2013 de algunos países escogidos: Egipto, 2.9. Argelia, 2.78. Marruecos y Libia, empate técnico sobre el 2.1. Y todos cayendo en picado, y aún con tasas de mortalidad infantiles que como mínimo cuadriplican la nuestra (y probablemente superiores si usan el viejo truco de registrar como abortos a los niños fallecidos durante el parto para así mejorar sus estadísticas sanitarias neonatales). Vamos, que el Magreb no está explotando de niños ahora mismo. Túnez, con 2.04, directamente tiene una natalidad “europea”. Turquía, ese país que no queremos meter en la UE para que no nos islamice, 2.1, lo justito. El propio Heinsohn dice que a este paso y puestos a rechazarlos, deberíamos hacerlo con la excusa de que no queremos tragarnos el marrón de tener que rescatar su sistema de pensiones en 30 años.
Prosigo: Irán, 1.86, menos incluso que el Gran Satán (2.06). Albania y Bosnia, los únicos países europeos con mayorías musulmanas, 1.49 y 1.25 (record negativo europeo) respectivamente. China, el gigante demográfico: 1.55. Para 2015 se espera que se cierre su ventana demográfica, es decir, que la población trabajadora entre 20 y 65 habrá llegado a su tope proporcional, y disminuirá, teniendo cada vez más jubilados y dependientes de los que cuidar. Algo que nunca antes había pasado en un país que para muchas cosas sigue siendo del Tercer Mundo, y que vaticina grandes cambios sociales y tiempos interesantes.
En Europa, tenemos evoluciones interesantes. Está Alemania, que en los últimos 100 años ha librado dos guerras mundiales con cierta probabilidad de ganarlas, se ha montado un milagro económico para reconstruir un país arrasado, ha logrado ser el escaparate de lo mejor del capitalismo y lo mejor del socialismo, se ha montado una reunificación económica que ríanse ustedes del Plan Marshall, y ahí está, mandando en Europa, y todo ello, salvando algunos años al principio y el baby boom de la posguerra – ¡con una demografía recesiva! Parece que no es tan importante eso de la natalidad pese a todo. También tenemos a Francia, que es de los países que más atención le prestan al tema, y lo cierto es que tienen una demografía pujante (2.08) para un país europeo. Siempre la han tenido, ya en la Edad Media era el país más poblado de Europa, pero se olvida que su siglo XIX, fue de crisis demográfica profunda, con la población pasando “solo” de 30 a 40 millones mientras Alemania pasaba de 23 a 56 millones, Italia de 17 a 32 millones, e Inglaterra de 8,5 a 30 (los tres países, además, mandando varios millones de emigrantes a Estados Unidos y a las colonias del Imperio, mientras Francia ya requería de inmigrantes para crecer). De hecho, en 1945 Francia tenía la misma población que en 1875. Pero solo fue un factor más, no el único, de su pérdida de influencia. Y su evolución posterior demuestra que esos supuestos “suicidios demográficos irreversibles” que denuncian los agoreros (el 90% de ellos, tertulianos varones de más de 50 años que a saber cuántos pañales han cambiado en su vida) se pueden superar, generalmente mejorando las condiciones sanitarias y económicas de la población.
En suma, que menos lobos. Las matemáticas de la demografía no son tan fáciles como sugiere un artículo de periódico, ni tan aterradoras como el Libro Negro de la Natalidad Musulmana de Herr Heinsohn. El exceso de hombres jóvenes a los que nadie necesita en sociedades inestables es un problema, no vamos a negarlo – pero uno entre muchos, no la clave de bóveda de la Historia Universal. El siglo XXI no verá muchas guerras convencionales causadas por “youth bulges” (aunque si unas cuantas guerras civiles), sino una competición despiadada entre países demográficamente recesivos robándose mutuamente población cualificada para sustentar sus economías. Competición en la que las armas ya no serán los tanques, sino los sistemas sociales y legales que logren ser más atractivos e inclusivos. Competición donde España, -¡pais!-, ha empezado besando la lona en el primer asalto.
Eso sí, en cuanto a las pensiones y la jubilación con 67 años… yo la firmo ya mismito.
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Comentario de Guillermo López García (20/10/2014 12:40):
He disfrutado mucho leyendo la crítica, felicidades por el pograma! Los especialistas monotemáticos, que constantemente ven la larga mano de “lo suyo” detrás de cada fenómeno social importante, siempre resultan divertidos. Y es difícil no darles algo de credibilidad, cuando excluyen todas las variables que no les convienen y te muestran un diáfano panorama de “estoesasí”.
Comentario de Teodoredo (20/10/2014 12:47):
“Afirma que tienen hijos, históricamente, quienes tienen propiedades que legar, no los pordioseros.” ¿Afirma éso? No sólo contradice toda la evidencia empírica al respecto, sino también su premisa de los angry young men sin futuro que la lían parda.
Comentario de Latro (20/10/2014 13:13):
Interesante. Lo que no sé yo es como se las arregla usted para leer un peñazo tal en alemán tan sólo para ponerlo a parir :P
En tono jocoso, un amigo hace años decia al respecto de todas estas cábalas de la horda de moros quinceañeros que nos asaltará en el futuro, una frase que iba mas o menos asi:
“Mi sobrino de 1 año ha crecido 25 centimetros. Debemos tomar medidas urgentes o en 10 años nos tendremos que enfrentar a niños de mas de dos metros”
Comentario de Gekokujo (20/10/2014 14:01):
Leí un libro norteamericano sobre el tema, siento no recordar ni el autor ni el título, en que se exponía la necesidad de frenar el crecimiento demográfico. La única razón para sostener que este es necesario es a cuenta de las pensiones, de nuestras pensiones. Más allá de eso, la realidad del mercado laboral, la implantación de la tecnología en todos los procesos económicos con la consiguiente mejora de la productividad, la disparidad en costes de mano de obra entre naciones desarrolladas y naciones rezagadas… todos esos factores indican que no es necesario traer más gente a estos mundos de dios. Y a pesar que todo esto presiona para que descienda el crecimiento demográfico, la realidad es que cada día somos más, cosa que sí puede acarrear funestas consecuencias.
Lo de España… en fin, no llevo las cuentas pero creo que ya ha perdido unos tres millones de almas desde que estalló la crisis, vale, muchos han sido forasteros como yo que han vuelto a sus madrigueras, pero muchos otros son apañoles de bien con su carrera bajo el brazo… Y aún así se las apaña para liderar el ranking de paro. Pero no seamos catastrofistas, a otros les ha ido peor, al menos hasta ahora:
http://www.economist.com/blogs/easternapproaches/2010/10/migration_and_latvia
Comentario de keenan (20/10/2014 14:05):
Su padre debe ser este:
http://www.uboat.net/men/commanders/449.html
Murió en mayo 43, asi que fue padre postumo del bueno de Gunnar. Por los cuatro parrafos que he leido en wikipedia, el bueno de Gunnar ya me parece un completo gilipollas:
“According to this view that is in some respects similar to a psychoanalytic view, antisemitic hatred has its origins in the feelings of guilt towards the sacrificed human or animal; turning those feelings of self-hatred towards those who do not take part in the ritual of sacrifice allows for continuing with the sacrificial practice”.
“Heinsohn suggested that Hitler wished to erase—physically, intellectually and spiritually—the meaning and heritage of Judaism and Jewish ethics from Germany and its European allies by literally destroying the Jews as a people”
Es un sionista recalcitrante que considerar que los judios son históricamente superiores moralmente a todo los demás, y por eso las demás alimañas sin moral nos empeñamos en exterminarles. Y todo porque ellos hace algún milenos decidieron -por lo visto- dejar de sacrificar animales. Tocate los cojones. Con perdón.
Comentario de Gekokujo (20/10/2014 14:07):
“La muerte del 90% de los hombres no afectaría a la capacidad de reproducirse de una sociedad, siempre y cuando el 10% restante le eche suficientes ganas.”
Viciosos, que sou uns viciosos.
Comentario de emigrante (20/10/2014 14:36):
Pues tendremos que hablar de las mujeres visto que los hombres somos prescindibles y son ellas las que llevan la responsabilidad sobre sus hombros (o mas bien sobre sus caderas)de mantener la tasa de natalidad.
Un colega argentino me dijo que la mejor forma de controlar la superpoblación era la emancipación de la mujer. Si las mujeres se ponen a trabajar les queda menos tiempo para criar hijos. Que hagan falta dos sueldos para mantener un hogar no se si nos hace más ricos que cuando sólo trabajaba el padre. Pero se me ocurre que uno de los motivos de la Guerra Santa del islam contra occidente pueden ser las “angry young women”. El choque de culturas entre Oriente y Occidente puede estar despertando conciencias en una sociedad donde las mujeres viven prácticamente como esclavas de sus maridos. Sobre todo entre las hijas de los inmigrantes que ven como las otras niñas van medio en cueros por la calle sin que las lapiden o violen a la vuelta de la esquina. Al final tenemos a una actriz turco-alemana como Sibel Kekili interpretando a Shae en Juego de Tronos (hacía mucho que no lo citábamos). Y claro, los tíos que hasta ahora vivían como faraones en su propia casa se rebelan contra la perniciosa influencia de occidente.
Ese parón de la demografía española a partir del siglo XVII no podría deberse al clero? No me refiero a que los curas protestantes puedan casarse ya que los tíos son prescindibles, pero y las monjitas? Es que curiosamente el frenazo demográfico abarca desde que Sta. Teresa se recorrió toda la penísula fundando conventos hasta la desamortización. También leí una biografía del Conde-Duque en la que se quejaba que el porcentaje de población religiosa en España era excesivo.
Y para terminar, que me estoy extendiendo mucho, dónde estaría China ahora sin control de natalidad si llevan desde los 70 con la política de un hijo por mujer y desde entonces su población no ha dejado de aumentar?
Comentario de Trompeta (20/10/2014 15:01):
“angry young women” ¡Peroooo que bonitoooooo!
Jo, eso ya lo oí en el club de la lucha y tenía más gracia, enjundia y salero:
La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.”
Comentario de Trompeta (20/10/2014 15:03):
Perdón queía decir angry young men, pero que más da ,total, es como todas estas teorias que demuestran que el abejorro no puede volar http://www.lafelicidadestadelante.com/es-imposible-que-el-abejorro-pueda-volar-solo-que-el-no-lo-sabe/
Comentario de Carlos Jenal (20/10/2014 17:12):
@Latro. Admito un cierto masoquismo de tener que acabar los libros que empiezo. El libro es cortito, e incluye numerosos datos históricos de población q me resultaron interesantes. Otra cosa es el uso que este hombre hace de ellos.
@keenan. Resultaría interesante hacerle un perfil psicologico al autor para saber hasta que punto le ha afectado crecer sin padre. No es un hombre q vaya ganando muchas simpatías, pero en todas partes hay cavernas que creen que el rol de las mujeres es “parir y callar”, y un catedrático con las teorías de Heinsohn les viene muy bien.
Comentario de Teodoredo (20/10/2014 17:35):
Sobre las pensiones y la jubilación a los 67… ¿en serio cree el autor del artículo que las propuestas en este sentido se hacen con otra intención que no sea la de excluir a cuantos más cotizantes mejor o, cuando ésto resulte imposible, reducirles todo lo posible la pensión?
Comentario de Carlos Jenal (20/10/2014 18:09):
@Teodoredo. lo que quiero decir es que jubilarse con 65 o incluso 60 será una quimera, dada la evolución demográfica y de la esperanza de vida. Trabajaremos mas… o cobraremos menos, o ambas cosas, pero esto ya entra en el terreno de las políticas sociales y no de la demografía, y da para otro debate. Personalmente, creo que yo ( y toda mi generacion ) seremos afortunados si nos jubilamos con 67.
Comentario de Oliveral (20/10/2014 18:48):
¿Que cuando tenga 67 voy a estar obligado a trabajar? ¿Que voy a tener curro? ¿De verdad me lo prometen? ¿Pero de verdá, de verdá, de verdá? ¡Alabado sea el Creador!
Comentario de JoJo (20/10/2014 18:50):
Felicidades por el artículo. Me interesa el tema de la demografía. Pero tengo una duda, ya que el autor es sionista ¿habla en su libro de la altísima tasa de natalidad de las mujeres judías ortodoxas o hasídicas o como se llamen? Creo es la más alta del mundo, aunque no es fácil encontrar información porque es una comunidad social, no un Estado ni división administrativa.
Lo que hace que la gente se plantee tener hijos es la estabilidad económica y unas condiciones de vida que permitan no sólo la crianza, también el disfrute de los hijos, por ejemplo, racionalizar los horarios escolares y laborales, el teletrabajo, una amplia red de guarderías… y todo lo demás son gilipolleces. Ése es el secreto de Francia, aquí todos los niños pequeños van a la guardería: los padres no se los encaloman a los yayos como hacen muchos en España. Y existen unas amplísimas ayudas sociales que, ejem, Valls ahora quiere recortar y de las que se benefician incluso los mejor situados económicamente. Y Francia siempre está como primero o segundo país con mayor tasa de natalidad de Europa. Creo que fue en la época de De Gaulle cuando se empezó con estas ayudas porque Francia estaba estancada a nivel de población y porque, en caso de guerra en Europa, Francia suele ser uno de los países más arrasados.
Por otro lado, no sólo se tienen cada vez menos hijos por la emancipación de la mujer sino porque ahora los hijos son más caros: hace cincuenta años (no estoy hablando de la edad media) a un hijo había que alimentarlo, vestirlo, llevarlo al colegio y meterlo en una cama que, a veces, era compartida con otros hermanos. Ahora a un hijo hay que darle todos los caprichos suyos y los caprichos de los padres hasta que cumple los 30. Por eso la gente tiene uno y vale.
#Emigrante, compro su argumento de sta Teresa. En España, la población eclesiástica siempre ha sido muy numerosa por muchos motivos, aunque no siempre ser monja o monje era voluntario, a algunos y, sobre todo, a algunas las obligaban a entrar en el convento. En muchos lugares, tener un hijo cura o una hija monja era casi obligatorio. Y para muchas familias pobres también era una manera de colocar a los hijos en un país donde el trabajo era una de las pocas actividades que pagaba impuestos.
Comentario de Trompeta (20/10/2014 19:10):
Sobre la vocación religiosa en España cito:
“En este mundo si uno no quiere
morirse de hambre,o se hace fraile,o se hace bandido. ”
Tucco Benedicto Pacifico Juan Maria Ramirez
Vamos que de acuerdo con JoJo en este punto y en lo que cuesta un hijo hoy día, a no ser claro que seas de la casta que lo pagamos entre todos , vease el clan Pujol presuntamente.
Comentario de Abogangster (20/10/2014 19:54):
Desde mi experiencia (varón madrileño universitario y con trabajo) a mí lo que me asusta de la demografía es la diferencia de edad que en unos años habrá entre chavales de alrededor de 20 años y sus padres que ya tendrán alrededor de 60. Hablo desde mi experiencia personal, pero que me parece que es extrapolable a muchos otros casos de estos momentos; mientras nuestros padres tuvieron al primero de sus hijos entre los 25-30 años -quizás antes- ahora hemos tenido al mayor de nuestros hijos pasados los 35. Y no es lo mismo enfrentarte a una persona de 15-20-25 años teniendo tú 40-45-50 años que teniendo 50-55-60 años. Mi sensación es que muchos de nuestros hijos van a tener padres “mayores”, con todo lo que eso implica; lo que en nuestra generación, la transición, era extraño (con 10 años, si eras el hermano mayor, tus padres no tenían mas de 40 años) en las actuales va a ser lo normal: niños con 10 años y padres de 45 o de 50, adolescentes rebeldes feromonados conviviendo con sus padres de 55-60, universitarios con padres de 65-70 años… Y las fuerzas no son las mismas.
Respecto a lo que alguien dice de “caprichos” de los niños de ahora, no estoy de acuerdo. Caprichos se los das si tú quieres, no por obligación. Si llora, así se le ensanchan los pulmones y a otra cosa, mariposa. Y lo dejo porque si seguimos la conversación por ahí parecerá que estamos en un blog de mamasydepapas, de crianza natural y de esas cosas.
Comentario de Perri el Sucio (20/10/2014 21:10):
Hola hamijos, veo que han mentado a la bicha.
En primer lugar, respecto al retroceso demográfico en España en el XVII, antes que tirar de titular de Público, merece la pena mirarse el contexto: recesión económica galopante, emigración de lo más florido de las “clases medias” (por llamarlo algo) a las Indias, hambrunas y sequías, y por supuesto, para que no falte en nuestro país, los ricos haciéndose con todos los medios de producción para tenerlos ahí y que hagan bonito y si eso que den alguna renta, y corrupción a mansalva. En todo caso, el altísimo número de “vocaciones” era consecuencia del desastre económico cara a la demografía, y no la causa.
Y volviendo a hablar de mi libro, si quieren ver un caso modélico de cómo los Onvres servimos para dar yoyah y poco más, echen un vistazo al Paraguay después de la guerra de la triple alianza, país donde apenas quedaron varones adultos (el librecambio y la modernidad, que tienen unos prontos algo bruscos).
Y pregunto a los expertos, ¿qué pasa con el sureste asiático, que es el gran coco de los que estamos emperraos en reducir la población mundial, por eso de que no parece muy atractiva la perspectiva de vivir en un páramo arrasado lleno de desocupados? (vamos, como la puerta del sol pero infinitamente mayor)
Comentario de Yehuda (20/10/2014 22:25):
Un racialista/tribalista entusiasmado con Israel, normal, y preocupado porque su Alemania ya no es su HerrenVolk soñado
¡Qué ascazo de alemán, pedazo de “bestia rubia”!
Los más puros anti-semitas admiran a los israelitas, esto es una brutal realidad. Para colmo el Estado de Israel no reconoce a los israelitas.
Comentario de Yehuda (20/10/2014 22:54):
De paso
Bahaa Samir Badir, 13 años, le han metido tres tiros
hace el número cuarenta y dos este año en los territorios ocupados bajo dominación militar israelita. Es imposible tener sometida a una población años y años, década tras década, bajo dominación militar sin que la sociedad dominante no se convierta en una brutal sociedad racista
se les mata, de uno en uno, de diez en diez, y si responden, entonces se les mata de cien en cien, y si patalean y manifiestan su cabreo y su desesperación, entonces se les mata de mil en mil
esta es la triste y brutal realidad; pero a todos los racistas y supremacistas y a todos los que dan culto al Dominus y al dominante les parece lo más natural del mundo, y tienen razón
Comentario de Gekokujo (20/10/2014 23:35):
Pues en el sudeste asiático para ahuyentar el hambre se están dedicando básicamente ha cepillarse todo lo que encuentran. La deforestación va a buen ritmo en Indonesia, se están implantando monocultivos para los que el suelo tropical no está preparado, es decir es pan para hoy y hambre para mañana. La contaminación en China es algo que no necesita confirmarse. Sobrepesca en el Mekong. De la India y Bangladesh ya podemos imaginarnos… bueno, aquí algo cazado al vuelo: http://www.mapsofindia.com/my-india/india/overpopulation-in-india-causes-effects-and-how-to-control-it
En fin, el infierno está cerca.
A mí me parece, hablando de otro hilo, que el problema de la distancia generacional entre padres e hijos no debería ser grave. Todo depende de lo que signifique culturalmente tener 20, 40 ó 60 años. Si tener 20 es reventar guitarras en el escenario, o en casa, y tener 60 es acoplarse a un banco en el parque, pues sí, es un problema. Pero dudo de que los que ahora se estrenan con 40 años sean así con 60.
Comentario de Teodoredo (21/10/2014 08:39):
#12 #13 Efectivamente Oliveral, ésa es la cuestión. Si *existiera* la posibilidad, y ya de paso la *necesidad* de trabajar hasta los 67 o los 70, nada tendría que decir. Pero es evidente que muy pocos van a trabajar más allá de los 40-50. Sencillamente no hay trabajo para ellos. Ni para nadie. Las empresas se deshacen de los trabajadores en algún punto entre los 40 y los 50 y más allá no vuelve a haber empleo para ellos, de ningún tipo, salvo de alta dirección, que ahí si que se aprecia la edad provecta. Por éso cada vez que vienen con lo de que “hay ke trabajar más i kobrar menos poke si no et·to no se sostiene” lo que quieren decir es “hace falta que los que han cotizado durante veinte o treinta años luego no reciban la prestación o que si lo hacen sea tarde y en una cantidad ridícula que no llegue para vivir”.
Comentario de pululando (21/10/2014 14:37):
Como gallego de interior que soy (noticias como estas se publican cada seis meses por lo menos desde que sé leer: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2014/10/07/lugo-ourense-quedan-ninos/0003_201410G7P10998.htm), a mi esto de la demografía siempre me ha interesado y es que el “problema” me parace que se suele enfocar mal: no es la cantidad sino la distribución. Ya pueden venir al mundo 1,1 o 5,2 futuros parados por mujer que al final el resultado será más “madrileños” (un decir, cualquier ciudad grande vale) y menos “aldeas” (también es un decir: las aldeas se vaciaron en los 60-80, los pueblos en los 80-90 y ahora le taca a las villas como antesala de las ciudades de provincias que ya apenas crecen). Y es que a mi el modelo americano hacia el que caminamos me asusta: la megalópolis contra descampados. En el mundo en el que crecí había una tasca cada 2km de nacional… ¡Y ahora ya hay huecos!
@Abogangster, ya que estamos con percepciones personales, yo he observado que los nacidos a finales de los 70 y principios de los 80 se han “lanzado” (finalizando la veintena o iniciando la treintena) a tener hijos antes que los de principios de los 70, vamos que hermanos que se llevan 6-10 años están dando nietos a sus padres a la vez.
Comentario de parvulesco (21/10/2014 15:15):
Hey, que esto del problema demográfico no lo es si tienes un trabajo estable y ayudas de maternidad y paternidad como en los muy soviéticos países escandinavos, ahí tienen unas tasas de fertilidad mucho más altas que los pelacañas del sur. Y no hace falta retrasar la edad de jubilación ni qué niño muerto. Si el problema es el Estado de bienestar y la estructura productiva del país.
Comentario de Teodoredo (21/10/2014 15:47):
Buah pero esos países ke tu dizes sufren de una profunda krisis de innovazión en de ke su rígido systema de protekzión sozial le kita a la jente el hestímulo ke nezesitan para ser henprendedores.
Comentario de Otto von Bismarck (21/10/2014 16:26):
Oiga Carlos, yo de esto ni puta idea. Pero por lo que comenta, el cálculo de la tasa de Fertilidad parece una forma excelente de hacer una foto fija de cual está siendo el crecimiento digamos “instantáneo” de la población. Precisamente el Kohortenfertilität ese que comenta es de mujeres que nacieron antes y tuvieron hijos “como los de antes” no como la media de mujeres que está midiendo en ese momento la tasa de fertilidad. Aparte de ser una medida esencialmente inútil para trabajar con ella, es como si en vez de un cuentaquilómetros para medir la velodidad instantánea de tu coche, lo que haces es esperar a llegar al destino y dividir la distancia entre el tiempo para calcular la media. Muy poco operativo lo veo yo. Además, si los hijos de los moros paren a los 20 eso se tendrá que expresar a su vez en un aumento de la tasa de fertilidad ¿no? (mas gente de 20 y pariendo más, subirá la ratio digo yo) Pero vamos, que lo que sé del tema es lo que le he leído a usted.
Aparte de eso, echo de menos que comente la importancia de los flujos migratorios, en los países ricos creo que pesa más que el crecimiento vegetativo y va a ser el que lo condicione todo. Además daría para un debate sobre inmigración, porque a mi me empieza a parecer que la inmigración masiva ha sido un desastre para España. Mucho “garantiza la sostenibilidad de las pensiones” (como si esas personas no adquirieran derechos a su vez) pero nada de hablar de que ahora mismo en España podríamos tener dos millones de parados menos y salarios reales más altos que fueron presionados a la baja por el aumento de mano de obra no especializada. Porque hacían los trabajos que los españoles no queríamos hacer POR EL SUELDO QUE PAGABAN.
No sé los demás como lo ven.
Por lo demás muy bien el señor Jenal en lo de quitar dramatismo al tema y lo de comerse estos libros y dárnoslos masticadistos para poder ir de “enteraíllos” por la vida. Es más, en nombre del kaiser le otorgo la cruz de hierro por el artículo de Hairon quindon de forma retroactiva. Viva usted.
Comentario de emigrante (21/10/2014 18:04):
#22 Pululando, la Burbuja, la Burbuja. Yo soy de la cosecha del 70 y los de mi generación a la hora de independizarnos nos topamos con la crisis post-centenario olímpico. Los que son diez o quince años más jóvenes se encontraron al salir de la escuela en plena fiesta del ladrillo. Y como cantaba Mecano, en tu fiesta me colé, hipotecas para todos y algo de currar.
Comentario de JoJo (21/10/2014 23:19):
#22 De acuerdo con el primer párrafo. Estuve viviendo en una pequeña capital de provincias que ha perdido casi toda la industria en los últimos años. Sin industria y sin burbuja inmobiliaria, los jóvenes se han largado. ¿Quiénes quedan? Funcionarios y viejos.
Comentario de Carlos Jenal (22/10/2014 10:00):
#25 Herr Otto, siempre agradecido de poder ayudar. Efectivamente, la Tasa de Fertilidad es una instantánea que puede variar muchísimo en pocos años (España bajó de 2.8 en 1975 a 1.6 en 1985, y Francia pasó de 2.3 a 1.5 entre 1914 y 1915), y la Kohortenfertilität una “foto finish” que nos dá un dato que sirve de bien poco, salvo para tranquilizar a los agoreros. Son datos que hay que tomar con cuidado, cosa que la prensa no suele hacer. De la migración hablo un pelín al final, creo que a largo los paises europeos van a “competir” por robarle población formada y joven al vecino. Ese es el secreto de Alemania, aunque hay proyecciones de que Francia puede superarla para el 2050.
Sobre el estancamiento de la población española en los siglos XVII-XVIII, la tesis “demasiadas mujeres se meten a monjas” tiene bastantes adeptos. De hecho, antes de la edad moderna la forma de “controlar” la natalidad era limitando el número de matrimonios mediante toda una serie de mecanismos sociales. Añadir que el dato de población de 1822 engaña porque la Guerra de Independencia pudo costarnos medio millón de muertos, sin contar el déficit de nacimientos.
Gracias a todos por sus comentarios. La demografía a veces me resulta similar a la economía: un tema sobre el que discutir durante horas y que se ramifica en docenas de campos “menores” (pensiones, servicios sociales, distribución de la población, migraciones, sistemas políticos, justicia intergeneracional…), que por supuesto no podemos cubrir con un simple post. Yo me he concentrado más en la natalidad porque es de lo que va el libro de Herr Heinsohn, con un discruso “occidentales decadentes, fabricad hijos o vendrá el hombre de negro a poneros un delantal naranja y hacerse una snuff movie con vosotros” que me repele pero que no tardaremos en ver por estos lares, me temo.
Comentario de casio (22/10/2014 10:08):
Yo es que creo que sobra gente. De hecho si miramos la historia con una perspectiva puramente zoologica no ha habido especie más dañina para el mundo que el ser humano. Somos el ébola planetario. Hace 15000 años en Europa habia leones,y leopardos, uros, y caballos salvajes, los bosques se extendian hasta el borde del mar y olía bien. Ahora por el campo sólo hay bichos que si aún existen se dbe a su utilidad para una industria de entretenimiento, la de la caza.
No entiendo ese furor, ese entusiasmo por la existencia de nuevos humanos. La presión demografica agota el medio, presiona a la pobreza, favorece la explotación del capital, nos coloca en dilemas morales innecesarios, aumenta el stress de mil formas diferentes. Sobra gente.
La mayoria de los que conocemos, quizá nosotros mismos, no aportaramos gran cosa a la historia del planeta, además de consumir espacio y bienes escasos, sólo el amor de los afines justifica realmente su existencia.
El derecho a la vida es sólo tolerable para los ya nacidos, porque no hay convivencia que resista poner esto en cuestión, pero sobre los que aún no lo han hecho, si se quedan en su limbo de no existancia, nos hacen a todos un gran favor.
He dicho.
Comentario de Kekkonen (22/10/2014 15:23):
Apunte nordico para parvulesco e interesados. No tengo claro como llevan la demografia por aqui, lo cierto que pese,a las ayudas la poblacion esta envejeciendo, mi hipotesis es que sobramos gente. El meecado laboral esta en crisis, no hay puestos de trabajo, en todos los sectores hay ERE especialmente en la industria. En esta situacion de no future aunque te paguen por estudiar o den ayudas mensuales por hijo pocos se plantean traer a nadie al mundo si ni siquiera su situacion esta asegurada.
Que estan haciendo?si facil de adivinar, recortes y reforma radical de pensiones, si hace falta retrasar la edad de jubilacion, ya se hizo en Suecia a 67. Ahora tb en Finlandia para los nacidos a partir del 55 jubilacion a los 67, y aumentando hasta los 69 para los nacidos a finales de los 80. Esta propuesto asi e incluso incrementarla hasta los 71 anyos, para los nacidos en los 90, falta definir a que grupos profesionales se les respetara mas.
Si con los impuestos que se pagan aqui estan asi de radikales, que no harian en Ejpanya.
Comentario de emigrante (22/10/2014 15:45):
Pues a mí la tasa de reemplazo me parece mucho más importante que el número de hijos. Siguiendo con el mismo ejemplo, una tatarabuela de 60 años puede tener hasta 14 descendientes cotizando cuando empiece a cobrar la pensión y la madre a los 45 se jubilará con sus “criaturas” todavía en casa. Y todas habrán tenido dos hijos cada una.
Y luego está el hueco que hemos dejado entre la generación de nuestros padres y la nuestra por el retraso de unos diez años en la edad de comenzar la paternidad. Que supongo que visto en la pirámide se parecerá mucho a los efectos de una guerra unisex.
Comentario de Teodoredo (22/10/2014 15:56):
“Una nación cuyas mujeres tengan de media cuatro hijos se puede permitir una guerra cada 20 años: dos de ellos caen en el campo del honor y otros dos perpetúan la raza”
Comentario de emigrante (22/10/2014 16:45):
He estado mirando las gráficas, y en casi todo el mundo menos en África se está frenando el creciento. El problema de España y Europa en general es que la base se ha estrechado de repente. Y el problema vendrá cuando los de la parte más ancha lleguemos a la jubulación. Una vez “pasado el mal trago” la cosa se estabilizaría de nuevo.
http://populationpyramid.net/es/espa%C3%B1a/
Aquí un ejemplo de un país que ha sabido estabilizar su población de una manera casi perfecta. Sin dejar a una generación colgada.
http://populationpyramid.net/es/botsuana/
Y hablando de angry young men, la vida en este país tiene que ser tristísima.
http://populationpyramid.net/es/emiratos-arabes-unidos/
Comentario de Carlos Jenal (22/10/2014 17:29):
#31 Herr emigrante, si se refiere usted a mi ejemplo Marruecos/España, tenga en cuenta que un grupo de 16 tataranietos (recién nacidos y que tardarán 15 años en cotizar en el mercado de trabajo marroquí, pero explicar esto con los 14 de las tres generaciones anteriores sería un lío) tienen entre todos ocho tatarabuelas y ocho tatarabuelos. Es decir, que al final tocan a 1 trabajador para un jubilado. Temporalmente la “acumulación” de los 14 permitiría pagar más pensiones… pero es que también tienen que mantener a los 16 que vienen por detrás. Al final, lo comido por lo servido, porque la ventana demográfica no se abre hasta que la gente deja de tener hijos o los tiene más tarde, y entonces al cabo de unos años Marruecos está como España. La única forma de sobrevivir es usar esa ventana (cuando aún hay pocos viejos pero ya no hay muchos niños) para montarte una economía productiva chachiguay de alto valor añadido y todo eso, y con eso y una inmigración sabiamente seleccionada ir jubilando pausadamente a tu “cuarentones bulge” buscando algún tipo de equilibrio a largo plazo entre tu demografía nativa y tu inmigración.
Por cierto, una ventana demográfica suele durar unos 30-40 años. La nuestra se abrió aproximadamente en 1980 y tuvo su pico en 1995-2005, se extendió un poco más con la inmigración, y ahora con la crisis la podemos dar por cerrada. Adivinen en qué la empleamos…
Sobre las pensiones, y descartando el comodín de “Revolución Socialista Que Pone La Economía Al Servicio Del Pueblo”, jubilarse a los 60 pudo ser una posibilidad para las generaciones anteriores (ellas en casa criando 2-3 hijos, ellos entrando a currar con 20 y jubilándose 40 años después en la misma empresa; ambos cuidándose poco y muriéndose con 70ypocos). Para cualquier “joven” actual (entiéndase menor de 45), lo más probable es que -entre años de estudios, de prácticas, de contrato basura, de paro, de reciclaje, de maternidad, sabático y algún intento de emprender- llegue a los 60 con apenas 30 cotizados, o seguramente menos. Y hoy el que llega a 60 lo tiene fácil para llegar a 85-90. Cotizar malamente 30 años para cobrar pensión 30 años y sin que vengan tres hijos por barba por detrás para pagar… pues eso no se sostiene.
Comentario de Teodoredo (22/10/2014 17:49):
#33 Efectivamente, en función de qué pensiones hablemos, de cuánto se aporta a la caja y de si se complementa o no con impuestos, pues no se sostiene. El sistema se puede hacer más racional, sostenible y equitativo de muchas formas. Formas que por supuesto no incluyen el tan ansiado paso a pensiones de capitalización, que como se ha demostrado empíricamente en los últimos años básicamente son un instrumento para transferir riqueza a unos tipos listos que van con corbata y gustan mucho de la gomina, la cocaína y las putas.
Lo que desde luego no se puede hacer es decirle seriamente a alguien que se va a tener que apretar el cinturón y trabajar hasta los 70 cuando se sabe muy bien que a partir de los 45 no va a tener, nunca jamás, empleo. Quiero decir que no se puede hacer sin ser un sociópata con una jeta enorme o ser del pp, que básicamente viene a ser lo mismo. Lo honesto sería decirle “necesitamos que vivas en la indigencia a partir de tal edad; te ha tocado; y no, los nuestros no entraban en el sorteo”.
Comentario de Eugenio M. (22/10/2014 19:55):
Fascinante tema. Espero que el debate dé para más.
Hoyga, Emigrante, muy entretenida la página cuyos links ha apuntado en #33. Tiene cosas tan interesantes como ésta:
http://populationpyramid.net/es/nigeria/
Por otro lado, aplausos Casio (#29) hasta que me sangren las manos.
Comentario de Baturrico (22/10/2014 23:32):
Para seguir en esta línea, Herr Jenal, para cuando la crítica al “Deutschland schafft sich ab” del Sr. Sarrazin.
Hablando de demografía a mí me gustó mucho el artículo de Die Zeit del Sr. Klingholz, interesante y con varios apuntes muy inteligentes, de hace unos meses, en http://www.zeit.de/2014/07/szenario-schrumpfende-weltbevoelkerung/komplettansicht. Artículo que recomiendo a los lectores que entienden el tudesco y que bien merecería su traducción al castellano, como muchos otros de este brillante semanario.
Comentario de Perri el Sucio (23/10/2014 02:54):
ojo con la trampa de la esperanza de vida… porque
a) lo que más colabora a su aumento es el descenso de la mortalidad infantil, no las décimas de los pensionistas viviendo un pelo más o menos.
b) mayor esperanza de vida no significa en absoluto tener menos enfermedades y tratamientos acumulados a los 70 que hace 30 años.
Dicho lo cual, yo coincido totalmente con casio, sobran humanos, pero no digan que por el paro, porque por esa regla de tres sobramos todos menos la patronal, los robots, y dos o tres humoristas que distraigan a la jet set. Es obvio que a medio-largo plazo hay que replantearse el reparto de la riqueza, dado que el trabajo productivo en sí (y una parte nada despreciable de los servicios) es realizado por máquinas, y por tanto pretender que haya que tener un empleo para acceder a bienes y servicios crea ecuaciones que no salen.
Comentario de Lluís (23/10/2014 16:55):
#35
Oiga, hay bastante gente con más de 45 que está trabajando. Incluso de camareros o fregando escaleras, que quizá no es en lo que uno sueña cuando tiene 20 años pero es mejor que nada. El problema, ahora, es que no hay trabajo para nadie, jóvenes o viejos, y las estadísticas que dan auténtico miedo son las de desempleo juvenil
Comentario de Teodoredo (23/10/2014 18:11):
Sí, hay gente de más de 45 que trabaja, efectivamente. El problema es que si no consiguen conservar el trabajo hasta los 67 o se da la casualidad de que trabajan en algún antiguo monopolio con la suficiente capacidad de extorsión como para apretarle al estado para que les apoquine por la patilla una prejubilación, tienen un problema.
Comentario de Gekokujo (24/10/2014 08:50):
#38 Eso es exactamente lo que plantea Stanislaw Lem en “Viaje a la Estrellas”. Yo trabajo como asalariado y como autónomo, 50 horas, o más, a la semana, eso no tiene mucho sentido en una sociedad con más gente cada día que pasa con una pata fuera del sistema.
Comentario de emigrante (24/10/2014 12:46):
Pues sí en el futuro sólo trabajará una minoría. De hecho en la actualidad los países ya compiten por quedarse con los puestos de trabajo, menos España que está a otras cosas.
#41, otra de las premoniciones más acertadas de hacia donde camina nuestro sistema económico es la que muestra la pelicula de “Robocop”, la original de Verhooven. Un estado policial con la mitad de la población en paro, un consorcio todopoderoso que ofrece todos los servicios (se privatiza hasta la policía)… Hasta acierta con la localización, la ciudad de Detroit está hecha un erial. Hoy en día parece la versión metroplitana de un pueblo minero abandonado.
Hace cien años los futurólogos decían que la tecnología nos libraría del trabajo, pero se equivocaron al creer que eso sería una bendición. Al final lo de la renta básica de Pablemos se va a convertir en una necesidad global.
Comentario de Epicureo (26/10/2014 14:47):
Mejor que Robocop lo dijo el británico juez Dredd:
http://s2.subirimagenes.com/otros/8709299dreddpuestostrabajo.jpg
La tecnología nos está liberando del trabajo. Pero no nos está liberando de los dueños de la tecnología. Eso tiene que hacerlo la política.
Comentario de Gekokujo (27/10/2014 15:34):
#42 Emigrante, la mejor proyección del futuro que he visto en el pasado la traia un juego de rol, en serio. Creo que esto ya lo mencioné en otro post, pero resulta asombroso ver que cada vez el mundo se parece más al universo Cyberpunk. http://en.wikipedia.org/wiki/Cyberpunk_2020
Comentario de Gekokujo (27/10/2014 15:40):
Por cierto que lo de la renta básica se impondrá en las naciones civilizadas y con posibles. Esto va muy unido a las proyecciones sobre la demografía, se impone una planificación soviética para superar el bache que este siglo va a suponer, ya está suponiendo, la suma de los problemas demográficos y laborales. Claro, esto representa el reparto de la riqueza, vamos a ver cuanto tiempo aguanta el modelo actual hasta que reviente algún estado.
Comentario de Lluís (28/10/2014 16:37):
#40
El probleme principal, ahora mismo, creo que es el paro juvenil. Porque representa la gente que, en teoría, está medianamente formada.
Y si, si uno se queda en el paro a los 50 años, está jodido, muy jodido. Sobretodo si durante los 25 años anteriores, en los que ha estado viviendo más o menos bien, no se ha preocupado de aprender nada nuevo.