Keanu Reeves, con nostalgia de Matrix
Keanu Reeves conoció a Tiger Hu Chen en el rodaje de Matrix. Ahí surgió el amor y la idea de un negocio redondo. Porque el producto de los hermanos Wachowski fue todo un exitazo que provocó su conversión en una insoportable trilogía, con dos secuelas, Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, que constituyenuno de los espectáculos más pedantes que nos ha regalado el cinemainstream contemporáneo. Ahí queda para los anales la secuencia de los habitantes de Sion recibiendo la noticia de su extinción con una fiesta rave.
Con momentos así, no es de extrañar que la trilogía se convirtiese de inmediato en un clásico, en el DVD que todo pequeñoburgués usaba para alardear de la potencia del home cinema instalado gracias al préstamo hipotecario que completaba la compra del apartamento a cincuenta años. El despliegue de disparos, explosiones, sonidos de helicópteros, patadas a cámara lenta y atletas esquivando balas se sumergía en una historia absurda con videntes, arquitectos del universo y salvadores de la humanidad que no paraban de soltar pensamientos filosóficos a la altura de los libros de Paulo Coelho [acceso al artículo completo]
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