Walter Mitty, el reverso de Lars von Trier

Érase una vez un cineasta de Dinamarca. Desde jovencito, tenía muy claro que quería dedicarse al cine, así que siguió todo el ritual: se pilló una cámara de Super 8 y empezó a filmar a los amigos para después estudiar cine y tomárselo en serio. El cineasta pasó a hacer largometrajes que despertaban la admiración de todos, triunfando en festivales y desarrollando una celebrada carrera artística. Pero como el danés estaba en Dinamarca y no en Hollywood, tuvo que inventarse una vida privada atormentada de tics y manías porque su objetivo no era demostrar que era un director accesible y triunfador, sino un genio controvertido y paradójico. El danés lo entendió muy bien: “Estoy en Europa y tengo que actuar como un artista europeo”.

Vaya si lo consiguió. Sus películas cada vez eran más serias y sus dramas más profundos y se prodigaba poco en actos públicos porque decía que tenía fobia a viajar. En definitiva, era todo un genio con un complejo mundo interior. Para rizar el rizo, reunió a un grupo de amigachos y fueron más allá: fundaron un movimiento cinematográfico, con el modesto nombre de Dogma, y se inventaron unas reglas que reivindicarían la pureza del cine frente al artificio industrial. Las reglas consistían en hacer pasar por amateur los productos profesionales y así crear la ilusión en la cinefilia europea de que cualquiera puede hacer películas, que basta con ser un genio y todo vendrá rodado. La cultura gafapasta, huérfana de referentes desde la muerte de Andy Warhol, ya tenía un nuevo gurú. Su nombre resultaba además muy sonoro: Lars von Trier [acceso al artículo completo]


Compartir:

Nadie ha dicho nada aún.

Comentarios cerrados para esta entrada.

В 1вин зеркало каждая ставка может стать выигрышной. Простая регистрация, зеркала для безопасного входа и щедрые бонусы ждут всех азартных игроков!