Alberto Fabra da un paso hacia el pasado
Cuando llegó al poder, Alberto Fabra tardó poco tiempo en postular un cambio de estilo respecto a Francisco Camps, que se expresó desde tres puntos de vista. Por un lado, las personas: un nuevo equipo que sustituyera al de su antecesor, y que le permitiera desembarazarse rápidamente de algunos de los más significados exponentes de la “era Camps” y de lo que ésta representó. Como, por ejemplo, Lola Johnson, que abandonó enseguida la portavocía del Consell, y más adelante (diciembre de 2012) el propio Consell. En segundo lugar, las formas: Fabra mostró desde el principio un perfil más dialogante (lo cual, ciertamente, no es decir mucho si la comparación ha de establecerse con Camps), como abundaremos en ello a continuación. Por último, en lo que se refiere a la gestión, Fabra prometía alejarse lo máximo posible del despilfarro y el descontrol en las cuentas públicas tan habituales en los años anteriores [acceso al artículo completo]
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