Ladies of Spain – Andrew Morton (II)
Segunda parte:Corinna Zu-Sayn Wittgenstein y Letizia Ortiz, trepas sin fronteras
En la primera parte de esta inacabable reseña, comentábamos el perfil que hacía Andrew Morton, inglés especializado en biografías cotillas de miembros de la realeza, de las infantas Elena y Cristina, así como de sus cónyuges. Aquí nos centraremos en las otras dos “Ladies of Spain” que nos faltaban: la reina Sofía y Letizia Ortiz.
El libro comienza con la figura de SM la reina Sofía. Y comienza fuerte, relatando la profunda admiración de la madre de la reina, Federica de Grecia, por una figura histórica extraordinariamente relevante: Adolf Hitler. ¡Toma patada de Godwin en los huevos, para empezar!
La esposa del rey Pablo de Grecia era célebre no sólo por su naturaleza directa y dominante, sino por un patriotismo y un anticomunismo extremos, rayanos en el fanatismo. De niña, Federica había formado parte de un grupo de las juventudes hitlerianas, y se dice que, cuando iba al colegio en Italia, defendía a la Alemania nazi. Tres de sus hermanos sirvieron en la Wehrmacht” (págs. 62-63)
No cabe extrañar que, en 1967, Federica de Grecia fuese una de las principales urdidoras del golpe de Estado que acabó con la democracia en Grecia, y que, unos años más tarde, tuvo como resultado la pérdida de la corona por parte de su hijo Constantino, que desde entonces vive –él y su copiosa familia- de gorra a costa del erario público de un hermoso país mediterráneo… ¿Adivinan de cuál? En España, por el contrario, el Rey Juan Carlos I le demostró a su cuñado su enorme maestría en la teoría y práctica del borboneo en el magno evento del Golpe de Estado del 23F, que como es sabido,, desbarató valientemente.
Pero hablar de la reina de España es lo mismo que hablar de las amantes del rey Juan Carlos I. Nos dice Morton que Sofía es muy buena y muy sacrificada. Que estuvo enamorada mucho tiempo de Juan Carlos y que, aunque no le hicieran ninguna gracia, asumió todas sus amantes y su pasotismo. Y que eso es digno de admiración, o algo. Aunque, la verdad, viendo el ritmo asumido por Su Majestad el Rey, la verdad es que admirable, en cierto sentido, sí que resulta:
La lista de actrices que se murmura que el rey sedujo durante las décadas de los setenta y los ochenta se asemeja a un “quién es quién” de las películas de serie B. Está la legendaria Roswicha Bertasha Smid Honczar, más conocida como Nadiuska, que apareció en numerosas películas llevando puesto poco más que un corsé y una sonrisa. Nadiuska, que actualmente vive de la caridad ajena, apareció en televisión alegando que su actual situación de indigencia era consecuencia de lo que ella sabía acerca de personas famosas. Entre otras supuestas amantes reales se habló de la cantante italiana Raffaella Carrà y la jovencísima actriz Sandra Mozarowski, que falleció en misteriosas circunstancias. Hubo siniestras insinuaciones de que su aparente suicidio –lo único que se sabe a ciencia cierta es que se cayó del balcón de su apartamento mientras regaba las plantas- fue obra de personas que temían que la joven pudiera poner en un aprieto a la casa real.
Morton habla también de dos amantes más conocidas, Bárbara Rey y la mallorquina Marta Gayá, este último prolongado durante casi dos décadas:
La amistad entre ambos, que duró dieciocho años, provocó, según Jaime Peñafiel, periodista especializado en la realeza, “grandes broncas” entre el rey y la reina. “Te odio, te odio”, se dice que exclamó el rey. A lo que doña Sofía supuestamente respondió: “Ódiame, pero nunca podrás divorciarte de mí” (…) Cuando aparecieron dos reportajes sobre la relación del rey con la señora Gayá en la prensa francesa e italiana en 1992, el entonces presidente del Gobierno español, Felipe González, denunció que su publicación respondía a una conspiración extranjera. Eso no bastó para acallar los cotilleos. Se cuenta que durante un cóctel que se celebró en Mallorca, el rey le dijo a la reina que iba a saludar a “sus suegros”, una jocosa y astuta referencia a la familia de Marta Gayá (pág. 80).
Y, por supuesto, Corinna Zu-Sayn Wittgenstein, de la que curiosamente Morton tampoco es que cuente mucho. O, al menos, no cuenta nada nuevo, respecto de lo que ya sabemos de ella tras meses de artículos periodísticos y tras el espectacular tour de entrevistas que se pegó Corinna en lo que parece cada vez más claramente una estrategia para legitimar a la nueva amante del rey a los ojos de la opinión pública española, para oficializar paulatinamente el asunto:
“Corinna es joven y atractiva, pero es peligrosa”, dice un antiguo amigo del rey. “Es una bucanera”. Cuando vivía en El Pardo, antes de mudarse a un lujoso apartamento en Mónaco, a menudo se la veía tomando café en algún establecimiento de la zona. “Es como la situación que había entre Carlos y Camilla cuando Diana estaba casada con el “príncipe”, señala una persona cercana a la corte. “Nadie del palacio lo mencionaba jamás. Era un hecho aceptado”. (pág 292).
Aceptado, por supuesto, también por su mujer y sus hijos:
Como me dijo una persona próxima a la Zarzuela: “La reina está comprometida con el rey. Está en su ADN. Le aceptaría aunque su amante estuviera en la cama con él. Por supuesto que sus hijos están furiosos con su padre. Lo desaprueban, pero desde pequeños fueron educados en la idea de que el rey es el rey, y que es la persona más importante del mundo, no solo de España. El príncipe y las infantas saben que su padre no se casó con su madre por amor. Nunca ha estado enamorado de ella. La última vez que durmieron juntos fue hace quince años. Cuando viajan juntos, se alojan en suites diferentes. Sus hijos saben que cuando el rey se va de viaje a Suiza y a Polonia lo hace rodeado por una camarilla de amigos y amantes. Los hijos están acostumbrados. El rey se va mucho de caza. ¿Pero alguien se cree que lo que pretende es escalar montañas? No, lo que quiere es pasárselo bien con sus amigos y amigas”. (págs. 292-293)
Tras este breve y denso repaso a la figura, fundamentalmente pasiva, de la reina, Andrew Morton hace un perfil de las Infantas Elena y Cristina, que ya comentamos en la primera parte, y finalmente se detiene en las figuras del príncipe Felipe y Letizia Ortiz. Sobre el Heredero en sí, comenzamos con la letanía habitual sobre lo bien preparado que está y sobre su ausencia de carisma campechano, que le han merecido el apodo, atribuido por LPD hace unas semanas y hoy de alcance universal, de “Preparado I” o “Pre-parado I”, según qué variante prefieran. Pero… ¿qué significa exactamente estar “bien preparado” para esto? ¿Para cobrar? ¿Para vivir del Estado?. El breve perfil que hace Morton de S.A.P. (Su Alteza Preparada) Felipe de Borbón tal vez resulte esclarecedor:
Una persona que trabajó muchos años en el palacio de La Zarzuela se muestra rotunda respecto a los defectos de don Felipe. “Un niño mimado”, dijo tajantemente. “Un niño mimado. El príncipe es un niño, un niño caprichoso. Muy inmaduro” (…) Don Felipe tenía muy poco del carisma o de la naturaleza desenfadada de su padre. Tenía un carácter un tanto distante y, con sus 1,97 metros de estatura, altivo (…) Era, a juicio de quienes conocen a la familia, mucho más parecido a su madre que a su padre. A medida que se iba haciendo mayor, don Felipe se hizo más serio, reservado y un tanto frío, pero, como pretendía el rey Juan Carlos, estaba impecablemente preparado para su papel como futuro rey (…) El escritor José García Abad contaba que don Felipe es “como su madre. Hay un chiste que dice que don Felipe ha heredado la inteligencia de su padre y la afabilidad de su madre, lo que no es decir mucho” (págs 183-185).
A continuación, Morton se deleita en narrar sus líos con sucesivos pivonazos (Gigi Howard, Eva Sannum, incluso Isabel Sartorius), a cual más inadecuada, a ojos del rey. Y cómo, al final, llegamos a Letizia Ortiz.
El perfil de Letizia Ortiz es fascinante. Se supone que es cojonuda básicamente por dos motivos. El primero, porque es plebeya. Y, por lo visto, su condición plebeya es una ventaja para los Borbones, porque así se verán más cercanos al buen pueblo español. Morton se basa en la comparación con otras monarquías europeas, como la noruega, la británica o la holandesa, donde sus príncipes herederos se han casado con plebeyas (donde pone “plebeyas” dígase, en dos de los tres casos,”chicas de buena familia deseosas de trepar socialmente un poco más”, y en uno de los tres casos añádase “tras conseguir relevancia social cuando papá trabajaba torturando opositores en la dictadura”, caso de Máxima Zorreguieta). En España se supone que ocurriría lo mismo, particularmente dado que Letizia proviene de una familia de clase media sin particular abolengo social, con lo que el salto, y la historia del “príncipe azul”, es más bonito aún si cabe.
El problema, naturalmente, es que esa milonga no se la traga nadie, o casi nadie, en España. Los Borbones son una familia reinstaurada en el poder por Franco, por los vencedores de la Guerra Civil, tras su expulsión de España por parte de los que perderían la guerra. Años después de la II Restauración, puede decirse que poco ha cambiado: entonces y ahora, los Borbones basan su negociado en un pacto con las élites españolas, que les protegen y, a cambio, hacen negocio y tienen en la Monarquía una garantía de opacidad mucho más segura que la de un régimen electivo en la jefatura del Estado. Cuando se rompa ese pacto, adiós Monarquía.
El amor del pueblo, como puede verse en lo que dejan atisbar las encuestas de opinión respecto de la figura de Letizia, desde luego no se recupera, en España, con un cuento chino de estas características, entre otras cosas porque Letizia, que no cae mejor que los Borbones a su supuesta “gente” (el pueblo español), y probablemente la miren peor por su insufrible arribismo, desde luego no es aceptada por la carcundia monárquica de las clases dirigentes.
La segunda virtud de Letizia, según explica Morton, sería su “flexibilidad”. Aunque Letizia proviene de una familia supuestamente republicana, de izquierdas, laica, de “gente normal”, todo esto se tira por la borda, sin dudarlo ni un momento, para medrar. Todas esas sabias enseñanzas familiares no valen, a la hora de la verdad, absolutamente nada. Letizia se nos presenta como una persona dispuesta a absolutamente todo con tal de ascender socialmente. Está dispuesta a renunciar a sus supuestas convicciones republicanas, a ver la luz, como Enrique IV de Francia, y reconvertirse al catolicismo (“cuando conocí a Felipe vi la luz de la fe católica”, página 233), y a lo que haga falta, con tal de medrar.
Morton, en resumen, considera que poner tu vida al servicio de tu promoción personal, a costa de absolutamente todo lo demás, es un factor positivo. Pues oiga Usted, para echarnos unas risas seguro, como veremos ahora a continuación, pero como ejemplo moral, de reconciliación nacional, aduciendo que Letizia es republicana… Una republicana de las que molan, casada con el Preparado, que tiene que tragar con él, y con los Borbones, con tal de mandar ella. Hombre, si la perspectiva es que Letizia contribuirá, como ya está contribuyendo, al final de la Monarquía en España, entonces sí, justo es reconocer su compromiso republicano. Un poco alambicado, pero eficaz al fin.
La historia de amor entre Preparado I y Letizia es hermosa desde un principio: tanto ella como él combinaban su amor puro con sendas parejas, a las que seguían viendo mientras el Príncipe, acaramelado, le explicaba a Letizia en sus cenas íntimas cosas tan bonitas como “me han pagado a los mejores profesores, y por eso estoy tan bien Preparado y eso, no como los de la pública, jajaja!”:
Como mujer inteligente y experta en medios de comunicación, sabía que salir con el príncipe de Asturias podía significar un vuelco radical a su vida. “No sé qué hacer”, le decía con voz quejumbrosa a una amiga suya. Además, había que tener en cuenta el pequeño detalle de su novio, David Tejera (…) Letizia hizo bien en andarse con cuidado, ya que, según una persona próxima a la corte, don Felipe estaba saliendo con una mujer, cuya identidad se desconoce, más o menos en la misma época en la que estaba cortejando a Letizia” (págs 220-221).
Pero, al final, Letizia hizo lo que cabría esperar: asumir la divisa que parece haber regido su vida: trepar, trepar y trepar. Es decir: escoger al Preparado y dejar tirado en la cuneta a su novio. ¿Cómo hacerlo? Pues nada mejor que tomar ejemplo de la manera de comportarse en su nueva familia política. Y dicho y hecho; Letizia le hizo –bueno, casi- un “Iñaki Urdangarin”:
A medida que fue consolidándose su noviazgo con don Felipe, se hizo imprescindible que Letizia afrontara su relación con David Tejera. Empezó a distanciarse de él –ya raramente se quedaba a dormir en su apartamento- y al mismo tiempo intentaba ser cuidadosa y considerada. Era consciente de esa verdad universal que dice que a nadie le agrada que le dejen. Tuvieron una importante pelea, puede que orquestada de forma deliberada por Letizia, y ella salió como un vendaval del apartamento de David, llevándose sus cosas. Letizia le dijo que se iba a vivir a casa de una amiga, y que nunca más volvería a verla. Unos días después, unos amigos llamaron a David Tejera y le pidieron que encendiera el televisor. “Te va a dar algo cuando lo veas”, le dijeron. Allí, delante de sus ojos, estaba su novia, en una playa junto al futuro rey de España. Menuda novia (pág. 223).
Superado el incidente, Letizia se acomoda en su nuevo papel como consorte, en el que, por supuesto, no se priva de mandar todo lo que puede y más. La plebeya que iba a salvar a la Monarquía española se irrita si no se dirigen a ella como “Alteza” y se distancia totalmente de su familia y amigos en pos de ser aceptada por círculos más y más elevados, lo que le acaba generando opúsculos críticos como el libro de su primo, David Rocasolano, o el espectáculo del funeral de su hermana Érika:
Las emociones afloraron con toda crudeza tras el funeral celebrado en Tres Cantos, a las afueras de Madrid. Antonio Vigo, exmarido de Érika, estaba tan afectado que se encaró furioso con el rey y le increpó. Un miembro de la familia Rocasolano que presenció el altercado dijo que el rey no reaccionó (…) Por ilógico que fuera, algunos miembros de la familia, y otras personas cercanas, llegaron a la conclusión de que el abismo que separaba las vidas que llevaban doña Letizia y Érika resultó ser la gota que colmó el vaso de la hermana pequeña de la princesa (pág. 249).
Una cosa sí que es cierta de Letizia Ortiz y Preparado: su imagen pública, aunque nunca fue demasiado buena, hoy brilla con luz propia frente a la de cualquier otro miembro del clan, a excepción de la reina Sofía. Para ello, tanto el Preparado como su madre han aplicado las sabias enseñanzas que pasivamente imparte el presidente del Gobierno desde la sala de televisión de Moncloa, mientras consume sosegadamente Marca TV: en tiempos de tribulación, lo mejor es no hacer nada. Y, si lo haces, que no se te note mucho. O, si se nota (como sí se le nota a Letizia), que al menos los demás destaquen más, y la gente piense: “bueno, al menos no es como esos otros de ahí, que a esos sí que no los aguanto”.
Y, para ello, la cosa va de disimular, de ocultar la realidad. Lo mismo que hicieron Campechano y su mujer durante décadas, con el concurso de los medios de comunicación. Aunque ahora no parece que los medios estén tanto por la labor, sí es cierto que se afanan más con la figura de Preparado I. Pero, aun así, no es un escudo comparable al que disfrutó Juan Carlos I. Aparecen grietas por doquier. Por ejemplo, vean esta noticia que nos llega del Programa de Ana Rosa (no se pierdan la última frase. Bueno, ya se la digo yo: “la Princesa se enfadó cuando se acabó el vozka durante la celebración”. Letizia y Felipe no se soportan, dice la noticia, y disimulan como pueden. A imagen y semejanza del monarca. Montan show absurdos de impostada espontaneidad, que cada vez se cree menos gente, como esa maravillosa escena de Preparado paseando por la calle hasta llegar al puesto de la Cruz Roja donde está Letizia. Tan real como los dragones de Juego de Tronos
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Comentario de lovelesss (22/04/2013 23:34):
ufff, por los pelos, pero conseguísteis meter Juego de Tronos…
Comentario de Regularizado (23/04/2013 06:56):
Más que Juego de Tronos, esto es un Juego de Coños.
Impagable. Gracias, Guillermo.
Comentario de Facundo (23/04/2013 10:51):
Entonces tenemos a Campechano Baratheon, su hijo el preparado Joffrey y la arribista Marjorie Ortiz. ¿Corina Lannister? Son rubias…
Comentario de Andrés Boix Palop (23/04/2013 10:51):
A mí esa definición del Pre-parado como alguien que ha heredado la inteligencia de su padre y la afabilidad de su madre me parece, sencillamente, mítica.
Por lo demás, el tema ese de que la muerte de la hermana de Letizia tiene que ver con una depresión provocada por el trato dado por la Casa Real a la familia, algo que también sale por lo visto en el libro del desagradable primo, me tiene sinceramente fascinado. ¿Cómo puede tener que ver una cosa con la otra?
Comentario de mochuelo (23/04/2013 11:39):
Vaya collage más infame. Para eso no se mete uno en fregaos con el CNI y la CIA. De Felipe y Letizia no dice nada que no intuya toda España por otra parte, pero lo de David Tejera si que es un shock, imaginense que la escena que ve es la de los jardines de la Zarzuela mandando callar su novia al Principe con cara enamorada
Comentario de Otto von Bismarck (23/04/2013 11:44):
Yo también quiero Hopinar.
En primer lugar el artículo mola. Yo de estas cosas, como de las que trata Álvaro, corresponsal en Mordor, no me entero si no es por LPD. LPD enseña, LPD entretiene, LPD te permite dártelas de enterado en reuniones sociales.
Pero en segundo lugar creo que Guillermo se deja llevar por su odio visceral. A todos nos pasa que nos creemos más fácilmente aquello que queremos creer mientras que con lo que no nos gusta nos pasa como a Pedro J con el 11-M. ¿A qué me refiero? Pues aunque ciertamente muchas de las cosas que se comentan, caso de ser ciertas, no son precisamente para sacar pecho, tampoco son tan terribles. Quicir, a dia de hoy lo de zorrear mientras tienes pareja está muy extendido. De hecho mucha gente considera que si es al principio ni siquiera son cuernos. Que una mujer deje a su pareja porque ha encontrado otro mejor (entiéndase como mejor el que tenga mejor posición social) pues es tan normal como que un tipo le ponga los cuernos a la suya por otra con más tetas. Culpar a alguien del suicidio de otra persona porque no ha dejado de vivir su vida y eso molesta al suicida es indefendible. Más que nada porque yo he conocido algún caso, y a no ser que se deba a un shock externo muy fuerte, este tipo de personas tienen una personalidad muy endeble y suelen recurrir al chantaje emocional. Sé que soy un cabrón, pero es darwinismo puro. Se quitan de en medio porque no valen para vivir. Insisto en que sé lo cabrón que soy, pero qué coño haces, ¿condicionas tu vida para que cuadre con los gustos de otra persona? ¿para siempre?
Al final todo esto pasa porque las personas pues no somos más que un montón de mierda. Con algunos lapsus de grandeza, pero la mayor parte del tiempo egoístas y cabrones. Es triste pensarlo pero es lo que somos. A muy poca gente se le podría hacer un escrutinio de su vida y sus relaciones sin salir mal parado en un montón de cosas.
Comentario de Francesc (23/04/2013 12:04):
Don Otto, cierto que lo de zorrear no es un invento de los monarcas hispanos -aunque haya habido grandes expertos- pero no me dirá usted que no tiene que ser muy jrande que la que te acaba de dejar montándote un follón de mucho cuidao salga a los dos días en la tele como la futura reina de España. Y más, si como se comenta, la chica se las daba de republicana y izquierdista, puesto que se supone que entre polvo y polvo con el ex hablarían y se comentarían sus posiciones políticas y tal.
Comentario de Otto von Bismarck (23/04/2013 12:18):
#6 Muy cierto, pero una vez que se le pase el cabreo, a ver cuantos pueden ir diciendo por ahí que se han follado a la raina.
Comentario de Otto von Bismarck (23/04/2013 12:19):
a la reina
Comentario de de ventre (23/04/2013 13:19):
david tejera te mete una hostia y te deja apañao!
j
Pingback de Ladies of Spain – Andrew Morton (II) (23/04/2013 14:20):
[…] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Ladies of Spain – Andrew Morton (II) http://www.lapaginadefinitiva.com/2013/04/22/ladies-of-spain-and… por Vlemix hace nada En la […]
Comentario de leporello (23/04/2013 15:56):
Solo añadir dada mi condición de experto en el tema (hablé con la reina 5 minutos durante una inauguración, también estaba campechano pero no me toco en primera fila)que Doña Sofia en el trato esporádico es una señora muy educada, correcta y para nada me dio la impresión de altiva que se le adjudica, es verdad que el acento da la impresión de distancia. Creo más que la leyenda en cuanto a su falta de afabilidad estaría fomentada por tres razones.
Primero, no tiene pinta de tragar demasiado con la corte de pelotas y conseguidores que acompañan a campechano, éstos probablemente estarían resentidos si la Reina les ha puesto en su sitio en un par de ocasiones.
Segundo, esta corte de pelotas de campechano tiran mierda sobre ella para que los comunes de los mortales nos apiademos de campenchano,ya que no le queda otro remedio que acercarse a todas las rubias sucedaneos de actrices de serie B que parece que le han molado toda la vida.
Por último si campechano le hace frecuentemente feos como el de los ‘suegros’ no me estraña que dos minutos después de ellos parezca amargada y no tenga ganas de caer bien.
Comentario de haddock (23/04/2013 18:14):
Lo mejor de todo el artículo es el comentario 27 de la noticia del “vozka”. Por lo demás, no sé si el artículo es decepcionante o si lo decepcionante es el libro o que este grupo, sencillamente, no da para más.
Comentario de Guillermo López García (23/04/2013 18:36):
Oiga, don Otto, pues claro que me si me trago un libro como este uno saca lo peor que tiene, y claro que en LPD la cosa va de meterse con la Monarquía, como institución. Dicho esto, la verdad es que a mí lo de zorrear no me parece dramático en sí. No me haría mucha gracia que me lo hicieran, y desde luego no me haría ninguna gracia padecer un “Iñaki Urdangarin” en carne propia. Pero vamos, que tiene usted razón, no nos vamos a poner puritanos sobre la condición humana a estas alturas.
Pero sí creo que es relevante resaltar ese episodio de ¿bigamia? de SAR Letizia. El drama de la cuestión estriba, para mí, en que me tragué la primera parte de la TV movie de Tele5 “Felipe y Letizia”,en donde se esculpía en alabastro la pureza de su amor. No me entusiasma la hipocresía de personajes públicos que viven de hacer creíble una determinada milonga ante la opinión pública, eso es todo. Sobre el suicidio de su hermana: yo tampoco creo que se pueda establecer una correlación, que los Borbones seguro que son estirados, pero de ahí a que una sucesión de desaires campechanos sean el catalizador de un suicidio dista mucho.
Comentario de Lluís (23/04/2013 19:47):
De momento, el presunto aborto de Letizia (y su posterior intento, con su principesco consorte, de borrar todas las huellas del mismo), conseguirá enajenarle a los apostólicos, que por ahora eran un firme apoyo de la monarquía. Luego, el papelón de Rouco y sus muchachos cuando tengan que coronarles, más que nada porque según sus doctrinas, la que aborta debe ser excomulgada, y claro, a ver como consiguen compaginar eso con la “reina cristianísima”. Desde luego, entre eso y que Urdangarín y Cristina igual tiene que solicitar un permiso especial a Instituciones Penitenciarias para poder asistir al evento, la cosa promete…
Comentario de Lluís (23/04/2013 20:03):
También creo que sería interesante que alguien con tiempo y ganas hiciese un paralelismo entre el final del reinado de Isabel II y los tiempos actuales.
Lo digo porque Isabel II también tenía bastantes líos de alcoba. En la corte, pululaban personajes variopintos y de lo más dudoso, y se realizaban también todos los trapicheos posibles (era la “corte de los milagros”), y alrededor del trono se hacían turbias especulaciones financieras. Durante la década de 1860, se produjo también una fuerte burbuja especulativa, que acabó estallando, entonces en lugar de AVEs construían ferrocarriles, igual de ruinosos, y eso arrastró también a la banca y, curiosamente, también hubo problemas con el ladrillo, aunque más limitados a Madrid. La clase política del régimen no estaba mejor considerada que Zapatero, Rubalcaba, Rajoy o Mas. No había primas de riesgo, troikas ni comisarios europeos, lo más parecido a la intervención foránea era que los contrarios al régimen se habían tenido que exiliar y conspiraban desde el extranjero. Y los republicanos crecían y se multiplicaban…
Si el Pre-parado tiene prisa por ocupar el trono, sólo tiene que hacer un informe resumido con todo eso y conseguir que se lo lea (esa es la parte más complicada del plan), seguro que le da un patatús.
Comentario de lalo (23/04/2013 20:44):
al final el ratzinger tenia toda la razon. el relativismo moral es una lacra, ahora resulta que bueno que la naturaleza humana es asi y eso, pues nada, me gustaria ver si soltaria el mismo discurso herr otto si apareciera su senora en la tele colgada del brazo de otro. lo que esta mal esta mal, y encima para justificar puro arribismo. pues nada. todavia termino convirtiendome al catolicismo viendo lo que se destila
Comentario de Otto von Bismarck (24/04/2013 11:27):
Deseo puntualizar un par de cosas.
En primer lugar, cuando en el comentario #8 cito al 6# (que también es mío) para decir “muy cierto”, me refiero en realidad al #7, quiero creer que los comentarios se han deslizado una posición desde que lo escribí y no que soy tan inútil que ni siquiera vi bien los números ayer. Aunque por desgracia no puedo descartar esta segunda opción.
En segundo lugar, lalo, (no pondré números para no pillarme los dedos) por supuesto que esas cosas joden. De hecho conforme uno va viendo esas cosas se le aflojan todas las ganas de comprometerse en relaciones estables. Pero tiene usted (y el señor de ventre) que tener en cuenta una combinacion de cosas:
Cosa A: (y esto va también por Guillermo) que alguien me explique a mí quien cojones se va a casar con alguien de una casa real si no tiene una vertiente de trepador social. Aunque “aiga” amor, a qué persona con dos dedos de frente se le ocurriría meterse en semejante berenjenal teniendo suficiente para comer. Te tiene que tirar mucho el oropel. Porque primero uno pensará en el cuento de hadas de tengo dinero y la vida resuelta. Pero luego piensen en familias desestructuradas expuestas al examen público, siempre rodeadas de pelotas y trepas que quieren pillar cacho, sin saber quienes son de verdad tus amigos y donde tienes que dar imagen de mundo feliz aunque acabes de tener una bronca con tu pareja porque anoche se fue a cenar con su monitor de pilates/actriz favorita. Que no estoy diciendo que sea una vida dura pobres-borbones-subámosles-la-asignación. Estoy diciendo que es una vida que, al menos yo, no querría ni regalada.
Cosa B. Sabiendo como son las tías, a poco que el ex de la leti no sea un gilipollas, tiene los coños asegurados por una buena temporada solo por haberse tirado antes a la princesa. Que no tienen ustedes visión estratégica, joder.
Comentario de Pacou (24/04/2013 13:08):
No viene demasiado a cuento pero recordaré que Sandra Mozarowsky protagonizó “Abortar en Londres” (de Gil Carretero, 1977), un tema que está a punto de volver a ponerse de moda.
Comentario de mismendas (24/04/2013 20:10):
Oh Nadiuska, que gran actriz!
aunque para mi gusto se le descolgaba demasiado la nalga izquierda.
Comentario de Beltza (24/04/2013 21:47):
“claro que en LPD la cosa va de meterse con la Monarquía, como institución”
¡Ah bueno! si se trata de eso para muestra un botón:
http://contenidosrebelantes.wordpress.com/2013/04/20/felipe-de-borbon-principe-del-neoliberalismo-i-las-amistades-peligrosas/
Comentario de JoJo (24/04/2013 23:17):
#18 Otto, ¿cómo somos las tías? Es mejor no empezar con tópicos porque si las tías son tal, los tíos son cual. Yo he conocido gentuza de los dos sexos. Aunque estoy de acuerdo contigo en que el hijoputismo sentimental está en alza y con las nuevas tecnologías, más. Conozco por lo menos cinco personas a los que sus parejas les han dejado vía SMS. Y a una amiga mía, su novio le hizo un “Iñaki-Urdangarín” vía Facebook porque, claro, como no son famosos no podía ser vía televisión. El tío anunció su compromiso matrimonial con otra en su muro y se quedó tan ancho.
#21 Beltza, con amigos como estos, el Príncipe no necesita enemigos.
Respecto a Letizia, su vida privada me da igual, lo que me molesta es que sólo sea princesa de lunes a jueves en horario matinal y el resto del tiempo esté por ahí, no se sabe dónde.
Respecto a Andrew Morton, intuyo (igual me equivoco) que da a entender que el Príncipe y las Infantas son muy obedientes y respetuosos con su padre pero yo creo que no siempre ha sido así. En los últimos tiempos se ha visto que la infanta Cristina ha hecho lo que ha querido y el 12 de octubre de 2003, el Príncipe no asistió al desfile de las FF.AA. porque le estaba echando un pulsito a su padre (dicen los cotillas http://verosimiles.over-blog.es/article-la-noche-de-felipe-letizia-punto-y-fin-59811126.html) para casarse con Letizia.
Comentario de Teodoredo (25/04/2013 17:35):
Joder, no os enteráis de nada: lo que pasa es que es una monarquía moderna, del siglo XXI. ¡Una monarquía de hoy! Que hay que explicároslo todo.
Saludines
Comentario de Asín...nos va (26/04/2013 22:58):
Mi duda es si los reyes y reinas, príncipes y princesas follan con la luz apagada y camisón, como Dios manda.
Comentario de emigrante (27/04/2013 11:00):
#24, con luz y taquígrafos. En tiempos más lejanos follaban ante notario, de no hacerlo al heredero podía pasarle lo que a la Beltraneja.
Comentario de Lluís (28/04/2013 17:00):
#22
Respecto al comportamiento “obediente” del príncipe y las infantas, el problema es que Su Majestar tampoco puede exigir que se comporten de forma honesta y responsable cuando él es el primero que no lo hace. Quizá eso podría funcionar con preadolescentes, pero es que príncipes, infantes y yernos pasan todos de los 40 tacos.
Comentario de John Constantine (28/04/2013 20:06):
Podríamos añadirle al Sr Morton, para su información, que la obsesión de Letizia por la cirugía estética -imposible ya de negar a todas luces- no le granjea precisamente simpatías entre aquellos españoles que utilizan la neurona para algo mas que mandar whatsapps o encender la tv para ver el progrma de Ana Rosa.
#4; En cuanto al tema de Erika, he leído un par de entrevistas bastante interesantes con el primo -debo añadir que con buenas dosis de amargura y autocrítica por su parte- y presumo a partir de ellas que Erika debía estar bastante unida a su hermana mayor y cuando esta paso a PrinZesa de Asturias como que pasó también bastante olímpicamente de su hermana, salvo para tirarle los trastos cuando cometío la inborbonidad de divorciarse en que en vez de apoyarla le debío tirar los trastos. Le dejo aquí el link a dicha entrevista:
http://www.vanitatis.com/casas-reales/2013/04/06/david-rocasolano-no-es-un-libro-contra-letizia-ni-le-guardo-ningun-rencor-23738/
http://www.vanitatis.com/casas-reales/2013/04/06/erika-ortiz-a-su-primo-me-han-dejado-sola-david-me-siento-sola-23736/
Comentario de John Constantine (28/04/2013 20:09):
Recuerdo con enorme simpatía el twit del teleoperador en respuesta a la noticia , tiempo ya ha -antes de Botswana-, de que el Rey había comunicado a sus hijos en una comida su relación con la ¿aristócrata? te(u)tona:
“Hijos míos, me estoy tirando a esta jaca. Camarero, una de bravas”
Comentario de John Constantine (28/04/2013 20:26):
#22 Por puro morbo ¿Su amiga y el ex-novio lo eran formales? Y en ese caso ¿no hubo amigos que declinaron la asistencia al enlace dado el contumaz hijputismo del novio? Me disculpe la chafardería, pero es que la psicosociología es mi debilidad.
Comentario de JoJo (28/04/2013 21:05):
O# Emigrante, eso de consumar ante testigos motivó la invención de las camas con dosel, que daban un poquito de intimidad. De aquellos polvos, vinieron estas horteradas.
# Lluís, tienes razón. El ejemplo a seguir es el que es.
# John Constantine, con el tiempo hablé con un amigo del “novio” y resultó que mi amiga era la “otra”. Ella creía que estaba empezando una relación con posibles pero él se estaba tomando un descanso con la novia formal. Si veía la serie Friends, lo entenderá si le digo que los que se casaban serían Ross y Rachel y mi amiga, la chica de las fotocopias pero con continuidad en el tiempo y sin enterarse de nada. Además fue hace años cuando no todo el mundo tenía FB. Lo importante es que a nivel sentimental cualquiera puede ser un cabronazo.
Comentario de John Constantine (28/04/2013 21:45):
#30 Agradecido por los detalles -aunque nunca fui de Friends sino mas bien de Frasier… -.
Eso si, a su último comentario de que a nivel sentimental cualquiera puede ser un cabronazo, cualquiera puede serlo no sólo a nivel sentimental sino a cualquier nivel. Otro caso es que decidas no serlo por puro karma, osea, que actues según la sencilla idea de no hacer a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
Y, como he dicho, ejerciendo de psicosociólogo de pacotilla, un servidor no tiene nada claro que quien se comporta como un cabronazo a nivel sentimental no lo haga mas o menos veladamente a todos los niveles. Cuando los sentimientos de los demás te importar un carajo a nivel sentimental te lo importan a todos los niveles (comportamiento psicopático de manual) asi que, disgusto aparte, su amiga salío pero que muy bien parada del asunto. Y no le arriendo la ganancia en absoluto a la legítima.
Y reconectando con el post, si esta gentuza borbónica se comporta como se comporta en su vida familiar, nos da una medida bastante chachi de lo elevados de sus valores y de su catolicísima ética.
Comentario de E. Martín (30/04/2013 17:06):
¿Gigi Howard? ¿Y de su hermano no cuentan nada?
Bueno, me voy un rato a regar las plantas del balcón que hace mucho sol y…
Comentario de bofifa (02/05/2013 19:21):
En primer lugar, yo no creo que el adulterio-cuernos sea algo tan común. Una cosa es que no sea anormal, seguramente quien más y quien menos conocemos casos, pero otra es que sea la norma.
Por otra, no estamos hablando de echar una cana al aire o de un momento de debilidad por parte de SM, sino de algo completamente sistemático, de empalmar una con otra (las que se conocen) durante décadas, si no es con varias a la vez; casi de un modo de vida o una visión del mundo, evangelizando por el mundo esta particular idiosincrasia a base de pollazos. Aunque puedo haber oído hablar de algún caso en mi vida, yo no conozco a nadie con pareja estable que haga eso.
Además, aceptando incluso el hecho de que esto no sea algo anormal o moralmente reprobable, una cosa es hablar del gran Julio Iglesias y otra del Jefe del Estado. Aparte del hecho de que se pueda permitir ese tren de vida y bacanal orgiástica de por vida gracias a nuestro dinero, hablamos de una institución asentada en el conservadurismo, históricamente vinculada a la Iglesia y sus valores, por lo que la jeta y la hipocresía me parecen de juzgado de guardia. Y eso me parece lo más paradójico e incomprensible, le hemos visto las vergüenzas al traje nuevo del emperador y… no pasa absolutamente nada. En el cara a cara todo el mundo hace como si nada, mirando al cielo silbando y diciendo “oh, sí, si va vestido, sí”.
Otra cosa que también me choca mucho es que, aunque no estoy muy informado de estos temas, me da la impresión de que sólo desde hace muy poco (quizá con la incursión de Corinna, candidata a milf del lustro), aunque ha sido comidilla off-the-record desde siempre, ahora estos líos de faldas están mucho más difundidos y son de dominio mucho más público, si cabe. Me pregunto si saliera alguien ahora rompiendo o quemando la foto del Rey, si se lo llevarían al talego…
Para acabar, siempre me ha resultado muy inquietante la figura de la Reina. Aparte de no tener claro para qué sirve exactamente, si la mayor humillación y escarnio público que puede tener alguien es ser un cornudo… me gustaría saber en qué piensa ella cada día al levantarse de la cama.
Comentario de Belisario (06/05/2013 17:18):
A mi, entroncando con la opinión de Otto, me parece de lo más normal que una chavala elija al tipo con más pasta o socialmente con más lustre, lo que en el caso de los hombres se suele resolver con la que está más buena. Por lo que he podido ver es esta una norma “arraigada” en España.
Por tanto si tu estas saliendo con pepito, y te hace proposiciones el hijo del presidente, es casi seguro que aceptarás y a pepito que le den morcilla, y si él esta saliendo con su novia del instituto, y se cruza, que se yo, Mar Saura por poner un nombre conocido, pues la pones cornamenta y seguramente dinamitarás la relación.
Otros comportamientos corresponden más a las películas de Disney, y algún que otro despistado que haberlos los hay.
Y también estoy de acuerdo en lo de que para estar con un príncipe hay que tener una faceta trepa a la fuerza, por que sino es una vida poco envidiable, si no te interesa figurar en los libros de historia.