Elecciones Presidenciales Francesas: la votación y las comparsas

Hace algo mas de una semana que mi primera parte del análisis de las elecciones presidenciales francesas fue publicado en esta sacrosanta página. Desde entonces, la vida política francesa se ha acelerado, y hemos asistido a una lucha descarnada entre los dos candidatos por alzarse con la presidencia de la República.

La constatación más evidente en estas elecciones es que Sarkozy está solo. Ni un solo candidato a las presidenciales le ha apoyado. Sarko ha aprovechado esta circunstancia para victimizarse y, siguiendo la estrategia del FN, auto erigirse, desde su posición como presidente de la República, en el candidato anti sistema. Además, al albor de los resultados de la primera vuelta, por fin ha encontrado su discurso, y lo repite continuamente en cada mitin, en cada intervención pública, en cada piruleta que regala a un niño, y no es otro que el discurso del Frente Nacional.

En su primera intervención pública tras conocerse los resultados de la primera vuelta, Sarkozy se dirigió directamente a ellos, a los votantes del Frente Nacional. Con gesto sincero y voz quebrada por el arrepentimiento, afirmaba comprender su voto de descontento, pero que ahora, tras cinco años y a dos semanas de las elecciones de segunda vuelta, les había escuchado. Y así se lo ha mostrado durante esta segunda parte de la campaña electoral, en la que ha señalado la importancia de las fronteras, la necesidad de recuperar soberanía y aparcar el proyecto europeo, y hasta la inclusión de menús únicos en los comedores de las escuelas, en una clara alusión a los musulmanes y sus ritos religiosos.

La radicalización de su discurso ha hecho temer la pérdida del apoyo de los votantes gaullistas y más moderados. Algo improbable, ya que, como señalaba en mi primer análisis, para los votantes de derechas, Sarko es su hijo de puta. Otra cuestión diferente es si implosionará la UMP tras las elecciones. Hollande, por su parte, mantiene ese pulso con la normalidad, y camina con aparente seguridad en el alambre, afilando y encogiendo el discurso según los días y los sondeos, con el objeto de recoger votos en todos los caladeros ideológicos, desde el Frente Nacional al Frente de Izquierda.

Suceda lo que suceda este domingo, Sarko ya ha ganado. Sarko ha logrado convertir estas elecciones en las elecciones del miedo. El miedo a ser devorados por la crisis, el miedo a un mundo agresivo y globalizado que amenaza el estado del bienestar francés y su modo de vida. El miedo, al fin y al cabo, a que Francia sea absorbida sin capacidad de decidir. Sarko, como digo, ya ha ganado. Su única opción para poder ser reelegido estribaba en provocar este miedo, y polarizar a la sociedad francesa, de modo que en las elecciones no se dilucidara un candidato, sino dos formas de entender la vida. Y lo ha logrado. Hoy Francia es un país encogido por el miedo. Hoy Francia es una sociedad polarizada y dividida del modo más burdo y español entre la derecha y la izquierda. Cualquiera que sean los resultados de este domingo, Sarkozy ya ha ganado, y su impronta quedará reflejada en la sociedad y la política francesa durante varios años.

Sin más dilaciones, les presento al resto de los candidatos presidenciales de primera vuelta, a los que tanto Nicolás como François han lanzado sus cantos de sirena:

La Facha. Nombre: Marion Anne Perrine Le Pen. Alias: Le sourire, La chanteuse, Estado Civil: Divorciada. Hijos:3. Partido: Frente Nacional. Resultado Primera Vuelta: 17,9% – 6.421.426 Votos

Marine, esa confidente, esa amiga

Para comprender a Marine Le Pen, y al propio Frente Nacional, es necesario perfilar, aunque sea a grandes trazos, la figura de su padre, el gran Jean Marie, ex paracaidista y fundador del Frente Nacional.

Jean Marie, como todo hombre de sólidas convicciones, es vehemente y, quizás, con un carácter algo fuerte, pero sin duda posee un corazón de oro. Sin embargo, este humanismo no ha sido comprendido por los jueces franceses, que le han condenado en dos sentencias por agresiones, en otra por amenazas de muerte a un policía, y en innumerables ocasiones por decir la verdad sin pelos en la lengua. Como por ejemplo en 1998, por haber afirmado que creía en la desigualdad de las razas, o en 2008, por declarar a una revista que la ocupación nazi no había sido particularmente inhumana.

Con un padre como Dios manda, la joven Marine solo tenía dos opciones: o fugarse de casa y hacerse hippie comunista, o ir a la iglesia todos los domingos, acatar las sabias enseñanzas de la familia y seguir el camino recto de papá. Gracias a Jean Marie, Marine ha esculpido un carácter duro y fuerte; imaginen, si no, cómo debió ser la primera vez que le presentó un novio a su padre, exparaca y con un parche en el ojo.

La vida de Marine Le Pen ha sido la típica vida sin sobresaltos de una niña de papá; terminó su carrera de derecho, se casó, y papá le buscó un hueco dentro del partido donde entretenerse. Esta vida agradablemente anodina, entre charlas de café sobre lo mal que huelen los inmigrantes, los viajes con el partido, y las labores propias de una ama de casa, se ve transformada cuando papá decide abandonar la política en abril de 2010 para, a continuación, en enero de 2011 imponer su dedazo y designar a su hija como su sucesora al frente del partido.

La designación de Marine ha supuesto, según los expertos, una moderación en el discurso, mas pulido y afinado, y una dulcificación en las formas. Del rostro constantemente enojado, la aguerrida masculinidad y el lenguaje claro y directo de papá, a la sonrisa de Marine. Un poco forzada, cierto, pero sonrisa al fin y al cabo.

Sin embargo, el programa electoral del Frente Nacional ha mantenido punto por punto sus propuestas constitucionales y tradicionalmente identificativas: Cierre de fronteras, expulsión de los inmigrantes ilegales de Francia, abolición del euro y abandono de la Unión Europea, política económica proteccionista, o restablecimiento de la pena de muerte. En esencia, Francia para los franceses, y recuperación de la Grandeur.

En realidad, la única diferencia real es que ahora la líder es Marine, y las mujeres siempre han sabido decir las cosas de una manera más edulcorada, con sacarina. Además, su figura ayuda a conectar con capas más jóvenes del electorado, a las que les resultaba difícil identificarse con un abuelo octogenario, gruñón y vociferante.

Otro aspecto, este sí de importancia capital, que ha cambiado en estas elecciones, se encuentra en que el votante del FN, siempre apestado, ya no se esconde. Durante estas presidenciales, y por primera vez, los votantes de Marine Le Pen se sienten orgullosos de su voto y sus ideas. Dos son las razones principales. En primer lugar, los medios de comunicación, que han querido ocultar una realidad a base de encubrirla, y caricaturizando y estigmatizando a sus votantes, lo que ha permitido a Marine instituirse como la candidata antisistema. En segundo lugar, Sarkozy, siempre Sarkozy. Tras un quinquenio con un discurso de derecha dura, consciente de que muchos de sus votantes de 2007 eran simpatizantes de Le Pen, Sarkozy ha acercado a la UMP a las propuestas del FN. De este modo, ha ayudado a dignificar el discurso del FN con respecto a los inmigrantes, y muy especialmente, gracias a medidas populistas como la prohibición del burka, que en nada remedian los problemas cotidianos que se viven en las banlieus, sobre los peligros que supone la religión musulmana para la sociedad francesa.

El resultado de ambos factores ha sido una identificación progresiva del votante del FN, que no se siente representado por los partidos políticos tradicionales, con un partido rechazado ampliamente por los medios de comunicación y el resto de fuerzas políticas, pero cuyo discurso ha dejado de chirriar en los oídos de gran parte de la sociedad francesa. El FN ha aprovechado la orfandad política y la incomprensión que han sentido ciertos ciudadanos, principalmente de clases bajas y obreras, para acogerlos como pichones desvalidos, bajo su caliente, protectora y siempre muy francesa ala. Como digo, el votante del FN se ha despojado de la clandestinidad del voto, y es precisamente, este aspecto lo más preocupante.

A pesar de que Marine ha declarado que votará en blanco este domingo, dejando en conciencia el voto a sus electores, su deseo es que Sarkozy sea derrotado en las presidenciales. Con la derrota del actual presidente, las posibilidades del sorpasso a la UMP constituyéndose en el partido referente de la derecha en Francia aumentan exponencialmente. Por ello, tras el debate entre los dos candidatos finales, Marine declaró que mientras Hollande había cumplido su rol y mostrado una firmeza inesperada, Sarkozy había sido errático y poco claro en su discurso. A pesar de los guiños cada vez más evidentes de Marine a Hollande, su electorado parece no haberlo comprendido, ya que los últimos sondeos señalan que el 55% de los votantes del FN votarán por el actual presidente, el 19% por el socialista y un 26% se abstendrá.

El rojo. Nombre: Jean-Luc Mélenchon. Alias: El illuminati, L’aboyeur, La bête. Estado Civil: Divorciado. Hijos: 1. Partido: Frente de Izquierda. Resultado Primera Vuelta: 11,1% – 3.984.822 Votos

Los Camaradas Mélenchon y Lenin mirándose frente a frente

Al igual que Héctor tuvo a Aquiles, Magneto al Profesor Xavier, Borrell a Almunia, y ZP a Bush, Marine Le Pen tiene a Mélenchon. El camarada Jean Luc aporta la nota de españolidad a estas elecciones, ya que sus dos abuelos son de origen español, y, como es natural, un español allí donde va se hace notar.

Nacido en Marruecos, y licenciado en filosofía, ha devenido en comunista a los 56 años de edad. Hasta entonces había militado en el Partido Socialista, que abandona el 7 de noviembre de 2008 para fundar su propio partido. 15 dias después se alía con el Partido Comunista para crear el Frente de Izquierda. El partido rojo de verdad, sin mariconadas socialdemócratas ni indigesto gauche caviar.

Entre las ambiciosas propuestas de este nuevo partido destacan la subida del salario mínimo a los 1.700 euros, la regularización de inmigrantes, establecimiento de un salario máximo, creación de una banca pública, y para finalizar, ni más ni menos que la constitución de una VI República. Debajo de los adoquines, esta la playa. Además, durante toda la campaña, ha atacado sin descanso, con la inquina y la codicia que solo la genética española es capaz de conceder, a Marine Le Pen y al Frente Nacional, advirtiendo del peligro que suponían para la democracia francesa.

Sin duda, Mélenchon se ha erigido durante esta campaña presidencial en auténtico caudillo de la izquierda francesa, logrando revivirla, tarea que se vislumbraba quimérica. Mélenchon tiene el brillo en los ojos de los iluminados, y, como todos ellos, es un magnífico orador que ha logrado convocar aproximadamente a 70.000 personas en Toulouse, 100.000 en la Bastilla de París y cerca de 120.000 en Marsella. Todo este entusiasmo, encauzado por un candidato que ha conseguido aunar a una izquierda disgregada y enfrentada por cuestiones que ni ellos mismos entienden con claridad, ha derivado en un culto a su figura, y Jean Luc, como buen español, por mucho que lo niegue está encantado con ello.

El resultado final de Mélenchon ha sido un coitus interruptus de los que provocan dolor. Los sondeos llegaron a augurar hasta un 17% de los votos, desplazando incluso a la odiada Marine Le Pen a la cuarta plaza, de modo que el 11% final de sufragios ha supuesto un duro choque con la realidad. Tras conocer los primeros sondeos oficiales de la primera vuelta, Mélenchon solicitó a sus simpatizantes en su primera intervención el voto para Hollande “como si fuera para el mismo” finalizando la arenga a sus tropas con un “todos a las urnas para castigar a Sarkozy”. No hay que votar para Hollande, sino contra Sarkozy.

La llamada de Mélenchon parece haber hecho efecto en sus votantes, normalmente poco proclives a movilizarse por los candidatos socialistas, ya que se espera que el 84% ciento de sus simpatizantes vayan a votar este domingo por Hollande, mientras que un 14% se abstendrá. El 4% restante de cachondos mentales ha afirmado que votará por Sarkozy.

El de Centro: Nombre: François René Jean Lucien Bayrou. Alias: Le paysan, Le gifleur. Estado Civil: Casado con Élisabeth Perlant “Babette” . Hijos:6. Partido: Movimiento Demócrata. Resultado Primera Vuelta: 9,13% – 3.275.122 Votos

Bayrou, tu alcalde

Sin duda, el gran derrotado en estas elecciones presidenciales. Pasar del 18,57% de los sufragios al 9,13%, dejándose tres millones y medio de votos por el camino, y pasar de ser la tercera fuerza política, amenazando con dar el sorpasso, a la quinta, es, siendo generosos, decepcionante.

Al contrario que el resto de candidatos, y con la excepción de Poutou, François sabe lo que es trabajar. Hijo de agricultores, se crió en un pequeño pueblo al pie de los Pirineos del que su padre era alcalde, en la región de Bearn, fronteriza por Vascongadas con España. Tartamudo, se centra en el estudio. Se casa con 20 años y se licencia en literatura antigua. Tras la muerte de su padre en un accidente laboral, se hace cargo de la granja familiar, mientras comienza una vida profesional como maestro.

Como buen agricultor, es católico y de centro. Todo alcalde de un pueblo pequeño de agricultores sabe que la única opción es ser de centro, nadar y guardar la ropa. De modo que se afilia al único partido francés centrista, el UDF, siendo nombrado Ministro de Educación con Balladour.

Su origen campesino es patente. En su presencia física, en su modo de expresarse, en su incapacidad para mentir de forma torticera, en su carácter pausado, en su incomodidad y falta de naturalidad ante los medios, en su capacidad de nadar entre dos aguas, o en su zorrería. Alcanzó la fama en Francia durante la campaña presidencial del 2002, al mostrar ante las cámaras los sólidos valores de un maestro católico de escuela rural.

Una de las razones de la caída de Bayrou en estas presidenciales se debe a su programa electoral. Mientras el resto de candidatos han prometido todo lo inimaginable para atraer a sus potenciales electores, el vértice del programa electoral de Bayrou descansa sobre temas tan apasionantes y motivadores como la austeridad económica y la necesidad de una regeneración de las instituciones y la política francesas. El resultado, 3 millones y medio menos de votos. Pese haber concurrido ya a tres elecciones presidenciales, François aún no ha entendido que una campaña electoral está para prometer cosas, mentir, y aprovechar la corta y selectiva memoria de los ciudadanos para engañarlos.

Desde el principio de la campaña electoral, Bayrou, como buen campesino, ha jugado a la ambigüedad, declarando pomposamente, como buen francés, que la cabeza le hacía apoyar a Sarkozy, pero el corazón a Hollande. Finalmente, y a tres días de la segunda vuelta, el corazón parece haber podido con la cabeza, y aunque François no ha dado consigna de voto a sus electores, ha anunciado que votará por Hollande. A pesar de su desacuerdo manifiesto con las propuestas económicas del socialista, el líder centrista considera que la radicalización del discurso de Sarkozy hacia la extrema derecha en esta segunda vuelta pone “en peligro la Francia liberal, gaullista y Europea”. Sin embargo, en el último sondeo realizado sus votantes parecen inclinarse mínimamente por revalidar la confianza a Sarkozy, con un 37%, frente al 31% que apoyarían a Hollande y el 32% que, centristas hasta el final, se abstendrían.

El resto: A continuación, hare un brevísimo comentario de los cinco candidatos restantes. Pensarán que esta brevedad es incluso un exceso, al no sumar entre todos más que el 6,06 por ciento de los votos. No obstante, ese nimio 6,06% representa a 2.175.505 electores, y en una segunda vuelta, que en mi modesta pero siempre acertada opinión va a ser muy cerrada, no conviene desechar su importancia y peso en el resultado final. Lo siento, sufridos lectores. Por orden de sufragios les presento a:

La abuelita de Affelou. Nombre: Eva Joly. Partido: Europa Ecologia Los Verdes. Resultado Primera Vuelta: 2,31% – 828.345 votos.

De verdadero nombre Gro Eva Farseth, esta menopáusica noruega, tal y como ella misma se ha definido, llega a Francia a la tierna edad de 18 años para trabajar como au pair tras quedar en una honrosa tercera posición en el concurso de belleza Miss Noruega; Tanto empeño puso en su trabajo, el cuidado de los enfants, que al final le brindó a uno de ellos su primera experiencia sexual, que, impactado, y confundiendo el sexo con el amor como todo adolescente no pervertido aún por la vida, se enamora de ella e inicia una relación con la noruega con la oposición de su familia. A partir de este momento, los acontecimientos se suceden, Eva toma su apellido, se casan, tienen dos hijos, se divorcian y, finalmente, su reciente ex marido se suicida.

Este empeño en hacer siempre bien su trabajo y hasta el final es un fiel reflejo del carácter de Eva. Juez a los 38 años, su magistratura se caracterizó por una lucha incansable contra lo que ella consideraba injusto. El principal ejemplo fue el caso que instruyó contra la petrolera Elf, y que desveló uno de los mayores casos de corrupción de toda Europa. Su último trabajo antes de embarcarse en la carrera política francesa fue entregar un pequeño informe, en calidad de consultora del gobierno islandés, de tan solo unos 2000 folios sobre la existencia de delitos financieros que habían podido agravar la crisis del país.

Su elección como candidata a las presidenciales del partido ecologista tras la celebración de las primarias fue una sorpresa, y, al mismo tiempo, una gran decepción para la prensa y la mayoría de los franceses simpatizantes de izquierda. La noruega había batido a Nicolas Hulot en las primarias del partido. Nicolas Hulot, una especie de Frank de la jungla a lo gabacho, es uno de los franceses más queridos del país, tal como se desprende de su continua aparición desde hace años en todas las ridículas listas de popularidad.

Tras ser nombrada candidata oficial, Joly ha sufrido numerosas y persistentes críticas. La más recurrente, la forma de llevar la campaña electoral, que se ha definido, como forma más benevolente, de “desastrosa”. Pero sin duda la crítica más injusta, dura e intrínsecamente francesa ha sido el debate sobre su acento. Para los franceses, nunca racistas ni xenófobos, pues recuerden que ellos son el pueblo de la fraternidad y la solidaridad, el acento es un símbolo de no integración. Lo olfatean a kilómetros como un buen perro carea, y la máxima muestra de conmiseración que se puede obtener de un francés es que defina condescendientemente el acento extranjero como rigolo. Joly ha sufrido por esta cuestión el rechazo de parte de su electorado potencial, además del desprecio más absoluto, soberbio y despectivo de la derecha o de algunas de las voces autorizadas de la gauche divine.

A pesar de estas críticas, y con una imagen más cercana a la de una abuela despistada y permisiva a la que se le empieza ir la chaveta que a la de una candidata presidencial, enérgica y con dominio de la escena, ha conseguido unos resultados bastante aceptables.

Tras conocerse los primeros sondeos oficiales de la primera vuelta, la ex juez, al igual que Mélenchon, requirió en su primera intervención el voto para Hollande. Un acuerdo pactado de antemano, ya que el Partido Socialista y el Partido Ecologista habían firmado una alianza para las legislativas a cambio de que el cierre de las centrales nucleares formara parte del programa electoral a las presidenciales de los socialistas. Este acuerdo ha sido uno de las principales puntas de lanza de los ataques de Sarko y los líderes de la UMP contra Hollande. A pesar de los mismos, el candidato socialista, aunque suavizando el discurso, ha mantenido su promesa de cerrar durante su quinquenio la central nuclear más antigua de Francia, por lo que se espera que todos los votantes ecologistas apoyen a Hollande en esta segunda vuelta.

El Galán otoñal. Nombre: Nicolas Dupont-Aignan. Partido: De Pie la República. Resultado Primera Vuelta: 1,79 % – 643.907 votos.

A pesar de que cualquier hombre, mujer, perro, o loro con un guión en el medio de sus apellidos no puede ser más que un niño pera -como decían en tiempos de mi padre-, he de confesar que tengo cierta debilidad por Nicolás. Nicolás me inspira ternura. La ternura que inspiran los antihéroes, aquellos a los que siempre que algo les puede salir mal, les saldrá mal.

Nicolas Dupont-Aignan ha sufrido la ira de su asesor de imagen, al que, o bien ha pagado poco, o bien se ha tomado unas setas y no ha aterrizado aún. En cierto sentido, tiene algo de mérito, pues ha logrado transformar a un hombre con buena presencia, con experiencia política y con unas aceptables dotes como orador, ya no en una figura cómica, sino en un verdadero esperpento andante extraído de Luces de Bohemia. La idea para lanzar la imagen de Dupont y aumentar su popularidad, fueron las denominadas actions coup de poing, acciones de protesta que pretendían poner de manifiesto injusticias que sufrían los ciudadanos en su vida diaria. Dos han sido las más llamativas: Sabotear durante unos minutos los peajes de las autopistas y echarse gasolina gratis. El resultado, un 1, 79% de los votos.

Nuestro niño pera no ha dado consigna de voto a sus escasos votantes, y ha manifestado que votará en blanco pues ambos candidatos finales son unos “charlatanes”, si bien ha criticado de forma abierta a Sarkozy. No obstante, como la mayoría de los votantes de Dupont -Agnan son gente de bien, y por tanto de derechas, su voto ira para Sarkozy, aunque dudo que de forma mayoritaria.

El colega del curro. Nombre: Philippe Poutou. Partido: Nuevo Partido Anticapitalista. Resultado Primera Vuelta: 1,15 % – 411.160 votos.

Todos aquellos que concurren en unas elecciones se enfundan en una apariencia de persona importante, cultivada, de hombre de estado. Philippe ha hecho todo lo contrario, pues en ningún momento se ha despojado ni avergonzado de su condición de obrero sindicalista. Consciente de que su partido es en suma un grupo de amigos nacido de una escisión de Lucha Obrera, ha utilizado esta campaña presidencial, aprovechando la ley electoral francesa que obliga a que todos los candidatos tengan el mismo tiempo en los medios de comunicación y la misma publicidad electoral, para, como él mismo ha declarado, hacer llegar sus ideas a la gente.

Al final de la primera vuelta de las presidenciales reconocía estar exhausto, y afirmaba desear la finalización de este periodo excepcional de su vida para retomar su vida normal. Reunirse con los compañeros de trabajo de la fábrica Ford en Blanquefort, donde trabaja como reparador de máquina herramienta, quedar con los amigos los fines de semana, y levantarse el sábado por la mañana con la agenda blanca inmaculada.

Antes de retirarse a la vida eremita y tranquila de un ciudadano mas, Poutou ha dado una consigna de voto a favor de Hollande, para, en sus propias palabras, “largar a Sarkozy y toda su banda”. El lenguaje normal de un candidato normal; quizás, excesivamente normal.

La roja estrecha. Nombre: Natalie Arthaud. Partido: Lucha Obrera. Resultado Primera Vuelta: 0,56 % – 202.548 votos.

No hay mucho que comentar sobre la camarada Arthaud: feminista y roja. Poco más hay que añadir. Con un programa electoral calcado al del Nuevo Partido Anticapitalista, sus potenciales votantes se han decantado por Poutou. Entre alguien con quien puedes tomarte un par de cervezas, y ella, Natalie, que ya en la foto del cartel electoral parece amenazar con soltarte un monólogo de tres horas sobre la dialéctica marxista, para al final dejarte que la acompañes a casa para no invitarte a subir, los votantes se han quedado con el primero. Natalie, comunista de pata negra, no ha dado consigna de voto, ya que para ella se elige entre “un enemigo declarado de la clase obrera y un falso amigo”

Se supone que los votantes de ambos partidos anticapitalistas votarán en masa por Hollande. Sin embargo, tan solo el temor a una reelección segura de Sarkozy movilizaría a estos votantes indisciplinados y perezosos, pues ven a Hollande como otro peón al servicio de la oligarquía. Por tanto, no encuentran la suficiente motivación como para apagar el peta, acercarse al colegio electoral, hacer la cola, coger el sobre, abrir la cortina del cubículo, meterse en el cubículo, meter el papel en el sobre, cerrar la cortina del cubículo, hacer cola hasta la urna, dar el dni, meter el sobre en la urna, y regresar a casa. En todo este proceso al menos se pueden haber fumado dos porros, así que no renta para un cómplice del sistema como François.

El Fan de Juego de Tronos. Nombre: Jacques Cheminade. Partido: Solidaridad y Progreso. Resultado Primera Vuelta: 0,25 % – 89.545 votos.

El programa de Jacques Cheminade aúna un mundo sin Wall Street ni la City con la exploración espacial y la búsqueda de otras formas inteligentes de vida.

Aunque les parezca incomprensible que un tipo así pueda haber llegado a ser candidato a la presidencia francesa, logrando obtener la firma de 500 grandes electores, yo les daré la clave, un pequeño detalle en el que ningún medio de comunicación francés ha reparado. Jacques Cheminade es argentino. Aunque hijo de franceses, vivió en Argentina hasta los 18 años, tiempo suficiente para adquirir tanto la capacidad de vender humo y enredar a cualquier ser vivo unicelular, como para absorber toda la profunda sabiduría psicolo-filosófica argentina.

Cheminade ha pedido el voto para Hollande; ¿pero qué se puede esperar de individuos que han votado por él en primera vuelta?? Nadie lo sabe. Quizás, un dibujo de Naruto, o un poema élfico en la papeleta.

Pese a que todos los sondeos dan por ganador a Hollande con una ventaja entre los 4 y los 6 puntos, yo apuesto por horas extras en los colegios electorales contando papeletas hasta las 2 de la madrugada. Si Sarkozy hubiera ganado el debate contra Hollande, no tendría ninguna duda de que habría ganado las elecciones, pero a pesar de que durante la primera media hora el nain salopard, con un discurso agresivo, demagógico y salpicado de mentiras y medias verdades, siguiendo su mejor línea, dejo grogui al socialista, François logro rehacerse, y a base de puyitas e ironías de gordo gracioso, terminó por agotar a un Sarko que al final del debate parecía cansado y frustrado.

Lo que resulta más evidente es que ,si Sarkozy pierde las presidenciales, la UMP se disgregará. Puede que aguanten hasta las cercanas elecciones legislativas ante la amenaza del Frente Nacional, pero un partido no puede soportar las tensiones internas de una estructura que alberga corrientes ideológicas que van desde el gaullisme a la derecha nacionalista. Hagan sus apuestas. La mía:

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