How I met your mother, o como conocí a tus amigos perdidos
(Aunque por exigencias de WordPress no aparece, cabe destacar también como autor a Marc Martínez Fuster)
Hace ya cinco años que publicamos en esta misma Página las míticas críticas de Beverly Hills 90210: Sensación de Vivir y Friends, las dos series que revolucionaron las sitcoms americanas allá por los 90. Ya entonces se apuntó que la principal novedad consistía en sustituir la claridad narrativa- y ante todo repetitiva- propia de los 80, plasmada magistralmente en producciones como el Equipo A o el Coche Fantástico, por una narración posmoderna, donde se juntaban sin demasiado esfuerzo las preocupaciones adolescentes y post-adolescentes, y un incipiente liberalismo sexual combinado con buenos sentimientos cristianos: en definitiva un mundo donde nunca pasa nada, en contraste con las series de acción de la década anterior.
Para cuando, superado el año 2004, los directivos del audiovisual norteamericanos se dieron cuenta qde ue el fenómeno de Friends necesitaba un sustituto conceptual, las reglas del género habían cambiado y ya no todo valía como una década atrás: el inicio de la llamada Edad de Oro de las teleseries norteamericanas les había estallado en la cara. Cualquier nuevo producto ya no debería competir con el Príncipe de Bel-Air y Cosas de Casa, sino con series algo más elaboradas.
Primero fue Lost, que consiguió sorprender al espectador también bajo la premisa de que nada suceda en la pantalla más que largas esperas y flashbacks explicativos; años después, Héroes, que conseguía un fuerte éxito en la primera temporada tras meter en la batidora el argumento de Watchmen y el de X-Men hasta conseguir un producto mínimamente fresco. Ambas series, junto a otras concomitantes, consiguieron hacer creer al espectador- ese espectador medio al que en The Wire insisten en ningunear- que comprender productos de ficción narrados de forma no lineal le convierte en inteligente.
Hay que decir que el contexto- la emergencia de la web 2.0, entonces apenas en pañales- acompañaba. La gente podía ya comentar en los foros y generar sus propias teorías, participar en encuentros virtuales con los creadores y guionistas y sugerirles líneas a seguir, cosas todas ellas que promueven una imagen de cercanía con el proceso creativo.
How I met your mother (Cómo conocí a vuestra madre) aparece bajo estas premisas. A todo ello suma la peculiaridad de ser una serie de humor, con los diferentes manuales de estilo que ello conlleva, además de las inevitables risas de lata.
Resulta irónico que, con el tiempo, aquellas series 2.0 con argumento y formas narrativas innovadoras hayan acabado naufragando y cosechando, en sus finales, vómitos de público y crítica debido a sus estrambóticos argumentos cada vez más alejados del guión en el fondo sencillo que su audiencia reclamaba, es decir: que cualquiera con estudios básicos fuese capaz de atar cabos al menos al final de cada temporada. Se pasaron de rosca y por ello naufragaron. Pero HIMYM resiste. ¿Por qué?
1. Porque siempre hace reír. Aunque no es una serie brillante cuanto a gags ni se basa enteramente en el humor como otras producciones del momento como The Office o 30 Rock, suele haber uno o dos gags que arrancan alguna risa todos los capítulos. Aunque es un tipo de humor más visto que Pretty Woman en la 1, al menos no ofende a la inteligencia del espectador.
2. Su narración no es lineal. Se demuestra que no es necesario tener como personaje a ningún geek tipo Sheldon Cooper para atraer al público freak. How I met cuida a los amantes de calentarse la cabeza de forma moderada mediante el sistema de narración rota, permitiéndose la liberalidad de ofrecer capítulos de factura más convencional; así, el espectador nunca sabe si lo que está viendo es narración lineal del argumento o una historia imaginada por los propios personajes: todos ellos tienen acceso a sus minutos de gloria. Éstas mismas cabriolas narrativas se han convertido con el tiempo en el leit-motiv de la serie que, sin ir más lejos, es toda ella un descomunal flashback.
3. El gran misterio: la mother. La joya de la corona, que da nombre a la serie. Un arquitecto neoyorquino- al menos de adopción- llamado Ted Mosby relata a sus hijos, en el año 2030, de qué manera conoció a su madre, recurso narrativo claramente plagiado de la voz de Carlitos adulto en Cuéntame como Pasó. Esta búsqueda retrospectiva y la manera de narrarla constituye la piedra angular de la serie. Proporciona la dosis necesaria de soap opera corintelladesca- busca a la mujer de su vida, su amor, la madre de sus hijos… ¿hay algo más bonito?- que siempre constituye un gancho eficaz para el público en fase premenstrual y menstrual. Dramas amorosos eternos y exnovias siempre al acecho por si acaso los guionistas deciden meterla doblada presentando a la susodicha de forma prematura. Si a ello le sumamos la expectativa que nunca se cumple, la tántrica máxima ya experimentada en Lost en el sentido más eternizante y peyorativo, tenemos un aliciente para que el público post-adolescente siga las desventuras de los cinco amiguetes.
4. Los personajes, y en especial Barney Stinson. Si hemos de atenernos a la estructura narrativa que Friends nos legó, y de la cual Andrés Boix concluyó que Joey Tribbiani, el actorzuelo en paro inculto pero mañoso con las mujeres, era el único triunfador posible- puesto que dio origen a una spin-off de sonado fracaso en la que el personaje se trasladaba a California- podemos afirmar que en How I met your mother se limitan a clarificar la situación esbozada 10 años atrás y llevarla una década más adelante.
La diferencia principal es que en el tránsito de los 90 a los 2000 los principales protagonistas cuentan con estudios universitarios y tienen acceso a trabajos en principio mucho mejor remunerados: la más baja en la escala salarial es Lily, que es maestra de infantil, con el cómodo sueldo que ello conlleva. El perfil de la mayoría de los personajes- periodista, arquitecto, abogado- es de profesional liberal urbano, bastante mejor cualificado que los de Friends.
Aparte de ello, y de cambiar el café de por la tarde por un pub irlandés donde ligar y trasnochar, la estructura apenas cambia. Desaparece el personaje de Phoebe, que no aportaba apenas nada al desarrollo de la serie, y los otros 5 se mantienen. Desde el punto de vista del arquitecto Ted Mosby, teórico protagonista, que juega el mismo rol que Ross en Friends, tenemos al amigo de toda la vida emparejado y poco viril, al mujeriego exitoso, a la amiga buenorra a la que intenta ligarse des del principio, con una rica vida social y sexual; y a la otra amiga más ligada a un rol de cocinera y mujer hogareña, con alguna pulsión hacia el arte, emparejada con su mejor amigo y a la que considera como a una hermana. Sin apenas variaciones, vamos.
El mujeriego Barney Stinson constituye uno de los puntales de la serie. Representa al triunfador que el hombre posmoderno pretende ser, y consigue provocar admiración y no rabia como Charlie Sheen, demostrando que un personaje de estas características solo funciona bien como secundario en una serie coral. Barney consigue superar los principales escollos a los que Joey se enfrentaba como icono adolescente: no destaca por ser inculto o poco inteligente, sino que tiene una amplia gama de recursos a su alcance; viste de traje, en contraste con el pésimo gusto de Joey por los chalecos; es alto ejecutivo, de banca, no actor en paro, y como guinda no pertenece a ninguna minoría étnica: puro WASP. Con todo ello, el mismo target de macho zafio y grosero que en el Reino disfruta con el racismo y clasismo low cost de Aída y Rafa Mora se unen al público de la serie, haciendo que deje de ser producto exclusivo para las imprescindibles del folletín. Producto transgénero, vamos.
En definitiva, How I met your mother no resiste comparación con las series que hoy en día pueblan el panorama, pero es un producto que se deja ver. Parecido en la mezcolanza de estilos a productos como Las Chicas Gilmore, ha conseguido aguantar algunos años arriba en la parrilla, y parece que va para largo. Su gran mérito, haber llegado en el momento adecuado y hacer creer al público occidental que vivir en Manhattan es la hostia aún para otra década. Que no es poco.
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Comentario de Teodora (07/09/2011 16:50):
Pues a mi me parece un rollo de serie, esté ovulando o menstruando.
Comentario de Francesc Miralles i Borrell (07/09/2011 17:07):
Això que t’estalvies doncs… xD
Comentario de CusCus (07/09/2011 17:19):
Vaya, un nuevo escritor. Parece que la plantilla LPDera se amplía.
Comentario de BunnyMen (07/09/2011 17:43):
Como reputado experto en productos factoría “Aaron Spelling” me veo obligado a protestar, y protestar enérgicamente ademas. “Sensación de vivir” no era una sitcom, era una telenovela adolescente, usease, culebrón de niñatos.
Comentario de karpov (07/09/2011 17:45):
y viendo ‘al salir de clase’ me he ahorrado todas las entradas de cine español para unos treinta años. dicho esto, la serie comentada no la he visto hasta que no la han puesto en horario ‘antes del telediario’ como dios manda. bien. la muchacha, la presentadora canadiense, ojo cuidado.
Comentario de Pucelano (07/09/2011 17:58):
No he seguido la serie con continuidad porque me aburriría, pero yo pensaba que el enigma de la madre sería una repetición del caso Ross-Rachel (es decir, hasta Pepiño Blanco sabía que acabarían juntos, pero marearon la perdiz durante cien mil capítulos) con la amiga canadiense. En capítulos de temporadas posteriores parece que esa opción queda descartada, pero dado que una serie de estas características no puede tener un final realmente sorprendente sigo creyendo contra viento y marea que ha de ser ella, sí o sí.
Comentario de sangonereta (07/09/2011 18:05):
la 2ª temporada tiene capítulos graciosetes, que muy fumao igual te ríes, y sí, de la serie salvaría al Mèdico Precoz que tiene sus puntos cachondos pero que para reírme fumao todavía me quedo con Family Guy o American Dad… ah! i Benvingut el nou corresponsal LPD! Bon inici, s’ha de dir.
Comentario de josé (07/09/2011 18:14):
la serie mala, y el artículo muy soso
Comentario de Manuel Haj-Saleh (07/09/2011 18:28):
Qué comentario tan salao :P
Comentario de parvulesco (07/09/2011 21:50):
A mí me disgusta enormemente la ñoñería de los guionistas, parecen monjas católicas sermoneándote sobre lo buena que es la sacrosanta institución del santo matrimonio católico, apostólico, romano. El personaje de Barney no deja de ser la apoteosis automasturbatoria que todo macho americano quiere ser en plan québuenosoy pero que en el fondo la chica sensible y el chico pagafantas ven triste por dentro, como excusa para no darse golpes de cabeza contra la pared porque él folla más y el otro no se come ni un rosco.
Comentario de Langenschwert (07/09/2011 22:15):
Puesto, que no veo la obligada referencia a Juego de Tronos, ahí van mis dos céntimos: Barney no le llega ni a la suela del zapato, a Ned Stark. La polémica está servidaa. Ego dixi
Comentario de rayario (07/09/2011 22:53):
Esta serie tiene casi tantos frikis-fans-talibanes como Juego de Tronos, así que auguro otra tormenta de comentarios implacable.
En cuanto a mi piedra para la lapidación, coincido con el veredicto del autor: no va a revolucionar la literatura moderna, pero la serie se deja ver y entretiene un ratito. Y en cuanto al personaje de Barney, el gesto de chocarsela a si mismo es paradigmatico. Yo me he pegado horas y horas de capitulos de esta serie y no es el tiempo más desperdiciado de este año.
Comentario de Nestor Marts (07/09/2011 23:10):
Las primeras temporadas (de la 1 a la 3) son estupendas. La última, la sexta, es la más floja. Seguramente una de las razones sea porque Barney toma demasiado protagonismo y como muy bien se ha dicho Barney es un gran secundario.
Ahora, si quereis reiros con humor nuevo, inteligente, sorprendente y delirante COMMUNITY. Vamos que dan ganas de volver a estudiar.
Comentario de parvulesco (08/09/2011 00:07):
Barney Stinson es el Sheldon Cooper de HIMYM.
Comentario de Solidamente (08/09/2011 02:32):
He visto las primeras 5 temporadas (o cuatro, poco importa), y creo que la razón de haberme enganchado viene bien expresada en “Aunque es un tipo de humor más visto que Pretty Woman en la 1, al menos no ofende a la inteligencia del espectador.”
Gracias a los autores por dejarse ver por aquí.
Comentario de Regularizado (08/09/2011 08:33):
Diez razones por las que HIMYM es mejor que Friends:
1. Barney Stinson
2. No hay que soportar a la pesada de Rachel (en serio, no la soporto)
3. Barney Stinson
4. Mucho mejor McClarens que Central Perk (ya era hora de que en una serie de gente rondando los 30 los protas se emborracharan de vez en cuando)
5. Barney Stinson
6. Narración no lineal, últimamente lo tienen descuidado pero en las mejores temporadas (de la 1 a la 3, coincido) había episodios muy currados
7. Barney Stinson
8. No se si le pasa a alguien más, pero yo Friends no la vi en su momento sino en reposiciones, y aunque es de hace solo 15 años, parece de la prehistoria ver un mundo sin móviles ni Internet
9. ¿He mencionado a Barney Stinson?
10. Algo de suspense: lo de Ross-Rachel se veía venir de tan lejos que la serie podría haberse llamado “Como Ross conoció a Rachel”, pero aquí cabe aún cierto suspense (y no, Robin no va a ser la madre)
11. Las tías que salen en HIMYM están más buenas (ya sé que son 11, pero el punto me parece lo bastante importante)
No quiero ponerme juegodetronero, pero creo que, aunque haya perdido frescura, es una serie bastante buena, probablemente de lo mejor que hay en series de 20 minutos (no he visto COMMUNITY, pero lo tengo pendiente), y yo pienso seguir viéndola.
Comentario de emigrante (08/09/2011 09:58):
#11. No, perdón, si hay un alter ego de Barney en Juego de tronos, ese no pueder ser otro que el enano, Tyrion. Ned Stark es el capullo felizmente casado con su mejor amiga. Con el resto de las críticas estoy esencialmente de acuerdo.
Comentario de Alb (08/09/2011 10:13):
Otra de las razones del éxito de la serie es que sabe crear una mirada nostálgica sobre los capítulos. El narrador, nos está contando un mundo, el de la juventud que pasó con sus amigos, que para él ya no existe, y eso se refleja en el tono de la narración, que no es neutro, sino que refleja la simpatía por aquello que nos está diciendo. Sí, la obra es un continuo flashback, pero un flashback sentimental de Ted Motsby.
Muchas frases introductorias como “Aquel fue un buen año”, o “esas fueron las mejores navidades” sitúan la serie como si fuera una reunión de viejos amigos que recuerdan los buenos ratos que pasaron juntos,y hace cómplice al espectador de esa amistad. Así,la voz del narrador es importante, y una novedad en este tipo de sitcom. Parecé que Ted le está contando la serie no a sus hijos, sino al espectador; es una forma de dirigirse directamente a éste para meterle dentro de la narración.
Comentario de de ventre (08/09/2011 11:38):
a mí la serie me divierte bastante y de hecho algunos gags me matan. la mayor parte, claro, los que aluden a barney, impresionante personaje. destaco el momento en que el barney adolescente jipi se convierte en el barney adulto pijo-trajeado con homenaje a darth vader incluido. ya sé que suena freaky, pero si puedes verlo sin reírte tienes un problema muy serio.
lo único que me disgusta es que es … blandita en el sentido de ñoña, si bien tiene tres cosas que lo compensan:
– abundancia de tacos de alta intensidad (hijodeputa, saca la cabeza de tu culo, follar). sí, esas cosas me hacen mucha risa, qué pasa?
– propensión y homenaje a las borracheras salvajes con amigotes (en friends creo que nadie pasó de un té tocado con casera).
– apelación a las malas costumbres como algo bueno de vez en cuando: porros, tabaco y cosas así.
estoy en la temporada 5 y se la recomiendo vivamente.
j
Comentario de Otis B. Driftwood (08/09/2011 11:42):
HIMYM tiene dos temporadas buenas (y digo buenas de principio a fin) y luego se deshincha malamente. Y el problema paradójicamente es su principal activo, es decir, Barney Stinson: un personaje que entra con tal fuerza que al final el reparto coral (y la serie, por ende) acaba gravitando en torno a él y absorbiendo mucho de éste, casi nada bueno. La única excepción es Ted Mosby, que entre los fans de la serie acaba siendo el personaje fostiable, cuando en realidad es el único que se conserva medianamente cuerdo. Jason Segel (Marshall) digievoluciona hasta un nivel de tontolahaba por debajo casi del Joey de las últimas temporadas de Friends. Lily se vuelve directamente una psicópata (y le crecen las tetas de un capítulo al siguiente sin que nadie explique nada), y Robin, pasada la fascinación del principio, no da un sólo matiz nuevo a su personaje más allá de que folle más que al principio y con menos contemplaciones.
Y luego que la serie acaba cayendo en la trampa de intentar estirar lo inestirable: una trama que habría dado para cuatro temporadas como máximo va ya por la séptima y ya ni se molestan en usar lo de la madre como excusa (por cierto: los Mosby kids seguramente están ya independizados y estudiando en una universidad de California, porque más lejos del coñazo de padre no habrá). Además cae en trampas muy feas en los cliffhanger de final de temporada, “olvidándose” del hilo suelto en la siguiente, que ni siquiera Friends o 24 se atrevieron a tanto.
En fin, que una serie que podría haber quedado como sitcom de enlace entre el principio de la década de 2000 y las nuevas comedias que surgen al final de ésta, acaba ahogándose en sus propias expectativas por no saber concluirla a tiempo… y eso que ya venían con el final puesto, que no había ni que pensarlo!
La comparación con Friends es inútil, porque no son series comparables: HIMYM bebe de Friends en muchos aspectos y perfecciona otros, pero nunca pretende ser una “émula” de aquella. Y, de hecho, se la pega mucho antes: Friends tiene al menos las cuatro primeras temporadas buenas (y alguna de ellas, redonda), y a pesar del desplome sigue teniendo momentos brillantes incluso hasta la octava, que es donde tendría que haber terminado como mucho. Pero esto requeriría un análisis mayor que no cabe en este espacio. Baste decir que HIMYM hace mucho más tiempo que no me hace soltar una carcajada.
Saludos.
Comentario de Langenschwert (08/09/2011 11:46):
#17 Toda la razón. Me perdieron mis ansias de sembrar polémica y no caí en el enano.
Comentario de pescadilla (08/09/2011 11:51):
Me ha dado hanas de verla, apuntómela
Comentario de Marc Martínez (08/09/2011 12:36):
Hay que decir que si bien HIMYM entretiene bastante, las sitcoms americanas de la NBC, el cuarteto, y cito por orden de mis preferencias: Community, 30 rock, Parks and recreations y de Office; le han tomado ventaja.
Parece que las de la NBC hacen mucha gracia pero la CBS se lleva todos los fans con HIMYM y The big bang theory.
Digamos que mientras la NBC trata de meter buenos guiones, con mayor o menor fortuna, su competidora machaca al espectador con una misma fórmula clásica una y otra vez.
Otro cantar sería la joya de la corona de la ABC, Modern famity, donde, gracias a Gloria, en cada capítulo hay un par de gracias, sin guiones de por medio.
Comentario de Francesc Miralles i Borrell (08/09/2011 13:12):
Compro la mayoría de observaciones que se hacen por ahí arriba. Otro aspecto que también es importante y diría que señero en las series de la CBS y que se nos pasó comentar en el post original son las constantes referencias a cultura pop: los videojuegos, las películas y series, incluso algún libro, que coincide generacionalmente con los espectadores. Tanto en HIMYM como en The Big Bang Theory se abusa especialmente de éstos referentes para crear identificación con el espectador.
Por otra parte, y en cuanto al 2.0, el hecho que las paridas que sueltan los personajes- singularmente las ocurrencias de Barney en forma de webs- existan realmente le da mayor entidad y aspecto participativo. La NBC lo hizo también con Héroes- con la web de la famosa Compañía- y Lost colgando información sobre la Iniciativa Dharma.
Por lo demás de acuerdo, especialmente con Otis.
Comentario de Otto von Bismarck (08/09/2011 14:10):
Pues yo también opino. La serie está muy bien hecha, y creo que tiene los mismos problemas que cualquier serie cuando se empieza a estirar más de la cuenta. De hecho hay una forma infalible para saber que esto está ocurriendo, que los personajes empiezan a enrollarse entre ellos de forma cada vez más injustificable. Piensen en todas las series largas que hayan visto y verán que tengo razón en ese punto.
Con todo, hay que tener en cuenta que para ser generalista tienes que ser ñoño. Tengo entendido que una de las series más vistas en USA es Dos hombres y medio, que es una mierda como una casa en la que se ven venir los chistes con luces de gálibo. Lo resumieron perfectísimamente en Futurama, en el episodio ese en el que tenían que rodar un final para una copia de Ally Macbeal porque se habían enganchado los extraterrestres esos que quieren destruir la Tierra cada dos por tres y la serie estaba inconclusa. Rodaban un final nuevo e inesperado y Fry les decía algo así como: “A los espectadores lo nuevo les hace sentirse tontos y lo inesperado les asusta. Lo que quieren ver es la misma basura que ya les han contado chorrocientas veces”.
Vamos que las series estas de culto que todos citan ajustándose el monóculo las hacen en EEUU porque en un mercado tan grande un nicho minoritario resulta significativo. Precisamente por lo mismo yo soy bastante comprensivo con tostonazos como Cuéntame, que no me gusta pero hacen algo muy digno con tramas dirigidas a todas las edades para aumentar el target. Resumiendo, que lo de ser guay consumiendo cultura cuanto más minoritaria mejor está muy bien, pero tiene un mérito enorme hacer cosas neutras que gusten a bastante gente como esta serie, y eso que esta no es precisamente generalista.
Comentario de Otis B. Driftwood (08/09/2011 16:11):
@Otto: en el caso de la CBS, que es donde se emite, además tiene un extra de ñoñez porque el público mayoritario de esa cadena pasa de los 50 años. Creo que tanto HIMYM como TBBT se pensaron con idea de ganar un público más joven, y de ahí, quizá, que los primeros capítulos sean más arriesgados que lo que vino detrás.
Comentario de de ventre (08/09/2011 16:57):
gran episodio el de futurama que menciona herr bismarck! con su supersintonía para ally mcbeal: “abogada soltera, quiere pescar marido, abogada soltera, disfruta con el sexo”.
lo de “dos hombres y medio” es verdad que no tiene nombre de malísimo que es.
levanto una vez más una lanza a favor de cuen-tA-MÉEE: yo sólo lo veo desde hace 4 temporadas y cada vez me resulta más buena. desde luego, costumbrista es, pero los puntos de amargura cada vez les salen mejor: y no es en plan “bueno a veces tiene que salir algo mal para saborear todo lo que sale bien”, sino verdaderos puyazos a los personajes (echanove dandose cuenta de que su mujer se ha dado cuenta de que se ha casado con un carcamal, imanol ordenando una carga policial contra sus empleados sabiendo que es de ser un hijoputa, la gran metida en drogas de la hija – que acabó bien, sí, pero no fue un episodio de un día, sino que se alargó toda la temporada).
ahora, si quieren ver una cosa rara, les sugiero que le echen huevos y vean “amar en tiempos revueltos”: cada temporada empiezan con nuevos personajes y un bosquejo de guión y nada más. así, la serie siempre engancha al principio, pero acaba con menos coherencia que un cruce Perdidos y 300 millones. no llegan a los extremos de meter ovnis como en dinastía, pero casi, casi.
j
Comentario de How I met your MILF (08/09/2011 20:41):
“Representa al triunfador que el hombre posmoderno pretende ser, y consigue provocar admiración y no rabia como Charlie Sheen”
Desde luego no vemos la misma serie. No hay un personaje en la historia de la televisión al que sus creadores y/o guionistas odien más que a Barney Stinson. Aprovechan cada ocasión que tienen para humillarlo y ridiculizarlo hasta extremos patéticos, lo que sea para demostrarnos lo triste y penosa que en el fondo tiene que ser una vida que huye de la monogamia romántica, según la ideología ultrarreaccionaria de la serie.
Ejemplos paradigmáticos:
El episodio donde se nos narra su “origen superheroico”. Descubrimos que de joven era un perroflauta seudohippy que pierde la virginidad tardísimo, a los veintitantos, después de que su novia formal le abandone por un yupi, y de su profunda vergüenza y humillación surge el Barney que conocemos. El tío es así porque era un imbécil al que jodieron vivo, y el brutal odio y misoginia con los que reacciona le convierten en este deshecho humano.
El episodio donde se descubre que, como no, tiene una lista de todas las tías que se ha follado, y son sólo 200. A sus treinta y tantos, cerca de los 40, con un estilo de vida enfocado exclusivamente a eso, y no llega a las 200 tías. Charlie Sheen se ha follado a 5000 en el mundo real. Hugh Jackman a 750.
Y no me hagáis hablar de Marshall y Lily, el sueño húmedo de la monogamia perfecta. Se conocen a los 18, vírgenes inmaculados, y ya no vuelven a follar con nadie más en sus vidas. Lo normal en estos tiempos, vamos.
Comentario de karpov (09/09/2011 09:37):
#27 veo lo que dices de amar en tiempos revueltos. la serie por lo que me invento, es de los mismos responsables que buena parte del material teleserial de la tv3, de la que mantienen puntos fijos como ‘el del bar no se mueve nunca’. como dios manda.
Comentario de NMJ (09/09/2011 12:27):
HIMYM me entretiene porque la veo como una serie sin muchas pretensiones. Es algo cursi pero es que joder, si quiero ver a gente decapitada y sexo sin venir a cuento me pongo Spartacus o Juego de Tronos (dos obras maestras del género sangre-muerte-destruccion-follaresco).
Comentario de NMJ (09/09/2011 12:27):
Tyrion Lannister es dios, por cierto
Comentario de galaico67 (09/09/2011 13:59):
Alguien que cree que Marshall y Lily se muestran como ejemplo de algo, es alguien que se toma la vida con demasiada literalidad.
Vamos, como si alguien se creyera que un rubito canijo va a follar a saco solo por vestir traje.
Son el alfa y omega de las caricaturas de la serie, dos modelos de friki.
Por cierto ¿ No hay nadie al que la serie le parezca un lienzo donde se retratan las pulsiones de la sociedad urbana a prncipios del siglo XXI y de donde extraer modelos de comportamiento y comprensión de la realidad, un “Juego de tronos” urbanita?
Comentario de Francesc Miralles i Borrell (09/09/2011 14:01):
En cierta manera a How I met your MILF no le falta razón: la serie no deja de ser el supuesto camino de Ted Mosby hacia la madurez que supone la monogamia. En éste sentido no se aparta demasiado de las producciones norteamericanas que bajo sus capas de humor acaban alabando la solidez del modelo de familia tradicional. Pero en este artículo más que analizar este trasfondo ideológico- que ya está muy trillado y del que Manuel de la Fuente, como experto en el ramo, puede hablar más y mejor de lo que Marc o yo podamos hacer- tratábamos de explicar porque triunfa y se mantiene esta serie cuando se enfrenta a otras de similar mensaje.
Y aunque pueda pretender ser moralizante no cabe duda de qué a tipo de público atrae Barney Stinson.
Comentario de Francesc Miralles i Borrell (09/09/2011 14:06):
Sobre lo que expresa Galaico, no cabe duda de que en cierta manera es así, y puede que sea su principal mérito. Hacer una fotografía de lo que es- más bien de lo que pretende ser- la vida de los jóvenes urbanos occidentales a caballo entre las generaciones X y Y: trabajos bien remunerados aunque sin excesivo sueldo, una cuadrilla de amigos con idénticas inquietudes, algunos romances, una extensa oferta de ocio y cultura de masas, y más bien poca inquietud política o social. En éste sentido es un retrato generacional- al menos de expectativas- tal y como lo fue Friends hace una década, y posiblemente ése sea su principal mérito como producto cultural.
Comentario de El hombre invisible (10/09/2011 18:03):
“producto cultural.”
Y yo soy el hombre opaco, vamos no te jode
Comentario de El hombre invisible (10/09/2011 18:05):
Y que alguien os diga (yo mismo) que las referencias al folletón de juego de tronaos del ala, tienen menos gracia que originailidad el tostón ese. Cansinos, que sois unos cansinos.Hala a cascarla a la puta calle.
Comentario de Otis B. Driftwood (13/09/2011 09:23):
http://instantrimshot.com/