El encantador de perros
Dos condiciones lastran el desarrollo humano de los españoles: la honra -un peculiar sentido del honor- y las consecuencias derivadas de la Contrarreforma. Ejemplo de hace quince días. Un caballero circula con su vehículo por una incoporación. Detrás, en otro coche, una familia compuesta de padre, madre e hijo único. Cuando llegan al stop, el caballero que va delante se lo salta sin mirar. Indignado, el padre de familia que le sigue le da las largas un par de veces. Apercibido de la llamada al orden, el caballero que va primero se deja adelantar por la familia para, a continuación, pegar el morro de su coche al de ellos y dar acelerones. Pronto cunde el pánico en el vehículo familiar. Al grito de está loco, pero quién se cree que es, va a matarnos, el padre hace señales con la mano para que cese el acoso e intenta controlar su coche en las curvas pues tiene la sensación de que el otro se le echa encima. La cosa va a más. El perseguidor parece El diablo sobre ruedas, insiste e insiste, hasta que en una curva, las ruedas del coche familiar chillan un par de segundos. La mujer se pone histérica. Acusa a su marido de listo, por dar las largas, por meterse en líos, en donde no le llaman. El niño llora y llora. Al final se escapan metiéndose en un área de descanso atravesando el jardincito que da entrada al parking. Una vez a salvo, la señora trata a su marido de mequetrefe y payaso. El niño, traumatizado, decide ser de mayor community manager. Con la mano en el corazón y jadeando, el señor mira cómo se aleja satisfecho por la carretera hasta perderse en el horizonte el coche al que osó recriminarle que se saltara los stops. Ese hombre, el que se marcha victorioso, tiene un sentido del honor español: la honra.
Cuando ese hombre llega a su destino en un pueblo cercano comprobamos que se trata de un bar. Es mediodía y coge sitio, va a empezar la final de Rolad Garros. Es importante ponerse cómodo y tomar buen campo de visión porque la broma dura siete horas. No sé cuántos sets después y ocho cubatas y medio, termina el encuentro con la victoria de un jugador español, lo que se celebra con un noveno peloti junto a un desconocido que había al lado. Entonces comienza en otra cadena un partido de veteranos del Real Madrid, con el célebre ex integrante de un equipo italiano acreditado consumidor de EPO, Zinedine Zidane, como máximo atractivo. Nuestro hombre se traga el partido, aprovechando el interés de otro desconocido, con quien polemiza y discute sobre balompié hasta el decimocuarto gintonic. El encuentro concluye, y los desconocidos se evaporan. Sólo queda un anciano con la mirada perdida tomándose un café con leche en tazón. Pero cómo irse a casa ahora, con lo bien que sentaría otro cacharro, piensa el protagonista segundos antes de echarse las manos a la cabeza cuando ve que el camarero cambia de canal en busca de más deporte y le sale waterpolo femenino. Modera el consumo esperando pacientemente que acabe el partido y empiece otra cosa pero… golf. Quita Teledeporte y pon la Eurosport, suplica desesperado… y bádminton. Terror. A estas horas ya pasa de leer el Marca porque ve triple. Sale del bar. No hay ni dios en la calle, encima llueve. Nadie le espera en casa. En un parque se sienta en un banco, pone la cabeza entre las piernas y rompe a llorar. Venga y llora que te llora. Pues este cuadro, señores, es una consecuencia derivada de la Contrarreforma.
De modo que al son de los ecos de la honra y la Contrarreforma, en la España actual contamos con múltiples problemas. Está el problema del paro y el problema de las pensiones; el problema del terrorismo y el problema de los incendios veraniegos. Pero ¿y el problema perruno? ¿Acaso alguien ha escuchado a un tertuliano opinar sobre energía, alimentación, geopolítica, sociología y a continuación hacer referencia al problema perruno español? No. En España no hay problema perruno. Y eso se lo debemos a la honra y a la Contrarreforma.
Del galgo ahorcado porque ha perdido la punta de velocidad al cachorro abandonado tras el final de unas vacaciones, con los corredores de la muerte de las perreras incluidos, en España, por una vez y sin que sirva sin precedente, nadie le exige a ‘otro’ que resuelva un problema en su lugar. El español, gritando yuhu cuando le da vueltas como si fuese una honda a una bolsa de perros recién nacidos para lanzarlos al río, aborda y finiquita por sí mismo el problema perruno. Ni la mano invisible de los mercados, ni Dios en las escuelas, este asunto lo resolvemos solos. Y el trato de los que sobreviven tampoco reviste mayor dificultad. Cuanto más le pegues mejor perro será. Hay quien espeta a las nuevas generaciones que antiguamente al perro directamente no se le daba ni de comer, de ahí toda la literatura sobre ellos que jalona nuestra cultura y por tanto justifica para siempre esta forma de ser; que si encierras al perro todo el año en un establo porque sólo lo pretendes sacar para la temporada de caza y cuando abres la puerta el animal resulta que se ha quedado ciego, pues que en Cataluña el perro es uno más en la familia y en Castilla el perro es el perro. Qué le vamos a hacer si el mundo está lleno de maricones.
España es el país que más mascotas abandona de Europa, según los fabricantes de comida de animales. Un gremio que garantiza en la etiqueta que sus latas de pollo, buey o atún, contienen hasta un 5% de ese producto. Pero nuestros hermanos serbios abandonan tres veces más. Y no es cosa sin más de los países que cuajaron en la lucha contra el Islam. Parece que quienes profesan esta religión tampoco pueden ni ver a los perros porque uno mordió a Mahoma.
En Estados Unidos u otros países anglosajones es distinto. También hay gente que está sola, que no saben qué hacer y terminan adoptando animales. En su desesperación, como no conocen las mieles del matrimonio católico, el altar sagrado de la Patria o las gestas de la Armada y la Roja, se vuelcan en los bichos. Hasta un punto que acaban tratándoles como si fueran personas. Pero, ay amigo, no lo son, y los perros, Canis lupus familiaris, si les tratas así al final como acaban comportándose es como españoles sometidos a su peculiar sentido del honor -la honra- y las consecuencias derivadas de la Contrarreforma. Es ahí donde aparece entonces la figura del Encantador de Perros.
A Robert Reford le tradujeron una película como ‘El hombre que susurraba a los caballos’ por titularse con su oficio, ‘Horse whisperer’. César Millán, mexicano con pendiente, 1`50, es ‘El encantador de perros’ por ‘Dog whisperer’. Ancha es Castilla. Diríamos que en Cataluña las palabras tienen significado y en Castilla las palabras, palabras son y nos la pasamos por los huevos. Pero no hay refrán al uso todavía, que se sepa, sobre los traductores de títulos. El caso es que César es un fenómeno imposible de reproducir en España.
De acuerdo con que en nuestro país cada vez más familias tratan a sus perros como seres vivos. Esto sólo puede deberse a una causa: el Zapaterismo. Y este segmento de población, cuyas mascotas se españolizan y son imposibles de soportar, demanda adiestradores de perros, encantadores según Cuatro, que les devuelvan al rol que Dios Todopoderoso les asignó en la Creación. Pero, insisto, no puede haber un encantador de perros español. Y mira que César Millán cada vez que puede saca a su mujer en pantalla, en chándal ella, como haría cualquiera de nosotros. Pero no.
La cabecera de este programa es genuinamente de la Hora Chanante. El encantador sale de entre unas tinieblas, densos humos, rodeado de perros. Corre por la playa con ellos, pisando fuerte donde no cubre, y salta montones de ¿ropa sucia? a cámara lenta. Con una guitarra eléctrica de fondo, habla de que tiene un don, que lo llevaba consigo al nacer, y sólo quiere compartirlo con todos por el bien de la humanidad, como un superpoder de la Patrulla X. Empieza el programa y sale él bajando del coche. Con el pecho para fuera y los brazos en jarras entra en la casa del cliente. Ahí hay un perro que necesita ayuda. Qué quieren que les diga. A este señor en España se le arrojaría fruta podrida por la calle. Pero como hay un target de audiencia que no quiere que el perro se le cague en la boca mientras duerme, pues en esas estamos, comprando el programa de César Millán y replicando en los medios de Prisa que es un “servicio pedagógico” ¡gracias por hacernos mejores!
Lo simpático del tema es que César Millán puede ser mexicano pero su doctrina perrícola es netamente aragonesa. A continuación, una síntesis de sus enseñanzas:
Aragonesismo Primero. De perros que se rebelan y ladran al que no es su dueño: Engancharle bien la cabeza con las dos manos y aplastarla en el rincón más cercano. Aguantar veinte minutos y, a la que vuelva a gemir, hundírsela aún más en el sillón o lo que sea. Un genio este César.
Aragonesismo Segundo. De perros con miedos a superficies, espacios u objetos inanimados: Que al perro le da miedo la piscina, tíralo a bomba y que aprenda a nadar el hijoputa; que el perro no se atreve a entrar en el ascensor, enciérralo dentro dos horas al cabrón; que el perro le tiene miedo a las baldosas bicolor de un portal, entra con él a toda leche dentro; acaso le teme a una cámara de fotos, inmovilice su cuello y póngasela en el entrecejo hasta que se le fría el lóbulo del cerebro que emite las señales de pánico. Los marines no entrenan mejor.
Aragonesismo tercero. De perros con los que pasear por la calle es un auténtico tormento. Cógele la correa a tres centímetros del cuello y paséalo al trote, con sus patas delanteras levantado casi dos palmos del suelo. ¡Pero qué fácil es esto, cojones!
Lamentablemente, en España hemos logrado todas estas metas educacionales caninas dándole patadas en las costillas. Llueve sobre mojado. Sólo puede entenderse el éxito del programa porque casualmente no suele salir mucho chucho, más bien al contrario, protagonizan cada capítulo animales de unos pedigrís con el mejor acabado. Lo que sugiere que a la honra y la Contrarreforma hay que añadir el libre mercado como lastre del desarrollo humano español por la notable presencia entre los target catódicos más preponderantes de gentes que le lloraron a papuchi que les comprara un cocker cuando se lo vieron al presidente Aznar.
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Comentario de gottlieb (13/06/2011 02:03):
Tiene razón, si señó… El Millán este no tiene ni puta idea. Mira que recomendar que la gente saque mucho más a la calle a sus perros para acabar con la ansiedad que provoca tantos problemas… Si lo mejor es eso de meterlos en el establo. Además, el cabrón recomienda adoptar perros en vez de comprarlos, quitándole el sustento a los criadores. Incluso les dio bola a unos mierdas de perroflautas que pusieron vídeos de mal gusto con perros en jaulas minúsculas que les destrozaban las patas andando sobre sus excrementos, hembras convertidas en máquinas de parir ciegas y cojas… En fin.. Que el tío da bola a esta gente que se mete donde no la llaman, a parte del hecho de salvar a unos cuantos perros de morir en perreras, con lo que sólo consigue aumentar la población para favorecer al cartel de comida para perros.
Por mí que lo ejecuten cuanto antes. Sugiero el empalamiento. O la muerte de los mil cortes.
Comentario de campeon (13/06/2011 02:24):
shhhhhhhhhhh….shhhhhhhh….shhhhhhhhhh….hala por el cuello…tranquilo…tranquilo…shhhhhh…shhhhhhhhhh…Álvaro…buen chico….shhhhh…
Comentario de Karraspito for President (13/06/2011 03:00):
Joder, qué panzada de reír. Soy totalmente fan del programa, hasta el punto de tener todos los capítulos bajados de la hinternel. Análisis preciso y certero.
Brindo por su impecable prosa, y por el bueno de César.
Comentario de Garganta Profunda (13/06/2011 07:07):
Solamente la frase…
“Venga y llora que te llora. Pues este cuadro, señores, es una consecuencia derivada de la Contrarreforma”
…ya me ha alegrado el día.
Excepcional.
Comentario de Bunnymen (13/06/2011 10:10):
Extraño influjo el que causa en ustedes este tipo. Dos artículos dedicados al menda. Luego si Calvo Sotelo les llama para concederles una entrevista lo mandan a la mierda de fijo.
Comentario de Asín...nos va (13/06/2011 10:11):
Joder qué fino te estás volviendo en Madrí, Álvaro: bádminton.
Por cierto, mi mensaje censurado en la página del Sr. Boix aparece y desaparece. Voy a dejarlo aquí, aprovechando que el tema va de perros, decía asín:
“Que cierren todas las putas televisiones, que estoy hasta los cojones de pagar las vacaciones de todo tipo de españoles y subespañoles (léase comunidades autónomas) por el mundo. Bueno, que dejen La 2 y la ETBSat, que es donde veo la pelota y concursos de ovejas, perros y pastores, y eso me gusta (lo digo en serio).”
Comentario de pescadilla (13/06/2011 10:30):
de los traumas infantiles, cap. 32: pamplona, 1984: mi madre, ferviente admiradora de la escuela castellanovieja de trato al animal y al púber o infante, decide unilateralmente que un perro y el parquet ultra-brillante son incompatibles, y entrega mi bella braco francés a un (sucio) cazador, el cual, la tiene todo el día atada y encerrada en un barracón oscuro e insalubre y no sale más que para lo que viene siendo ganarse el sustento con el resto de la jauría; la cánida gime, llora, se arrastra y pone su cabeza en los pies de mi madre cuando la visita, como tuvo a bien contarnos con lujo de detalle
espero que en las residencias de ancianos también giman y lloren
Comentario de Álvaro (13/06/2011 10:39):
joder, no me había dado cuenta de que ya estaba hecho!! alfredo, considéralo una reedición como los discos de los beatles en stereo
Comentario de sangonereta (13/06/2011 12:40):
no, si no importa, de hecho os animo a que os repitáis en los contenidos, hacer una versión Reloaded de algunas series, libros o pelis vale la pena, innovar està sobrevalorado, en serio. me ha encantado sobretodo el episodio del coche y los cubatas, me he visto asquerosamente reflejado.
Comentario de pululando (13/06/2011 13:20):
“joder, no me había dado cuenta de que ya estaba hecho!!”
Joher,… ¡si es que ni se leen ustedes los unos a los otros!
Comentario de Asín...nos va (13/06/2011 15:10):
Lo bueno es que los enlaces de ida y vuelta funcionan perfectamente bien y uno puede leer los dos artículos por el precio de uno (un 2X1 como en bar cutre cualquiera). También se pueden aplicar distinats modalidades de lectura, como leer el primer párrafo del de Alfredo, seguir con el segundo párrafo de Álvaro,…, vamos, hacerse un Rayuela, ese tipo de juegos que tanto le gustan a Alfredo y sus críticas invertidas.
Nota: Aunque se hable de invertido y hacerse un Rayuela, como ustedes saben, no es meneársela.
Comentario de Álvaro (13/06/2011 15:51):
En 2007 no había crisis siquiera, a ver quién recuerda nada
Comentario de bacus (13/06/2011 16:04):
a un perro se le entrena a palos, para que caguen y meen en los periodicos viejos puestos a su disposición solo hay una manera….. si cagan en otro sitio se le coge se le lleva al sitio en qüestión donde tienen que defecar y se le da un par de patadas.
Comentario de casiopeo (13/06/2011 16:42):
A ver si nos habla Mr.Alvaro del reality de 4 que acabó ayer, el de las tribus de mentawai e himbas convertidos en españoles como dios manda. Para muestra un botón, un dia, entre otras muchas perrerias, los reunen y comparten un par de cañas y unas bravas, ¿ y que hacen estos buenos salvajes cuando se separan? los himbas hablan mal de los mentawais y los mentawais de los himbas,lo que es una aculturación exitosa en las virtudes patrias.
Comentario de Álvaro (13/06/2011 16:59):
Sólo he visto un capítulo. En el que se llevan de putas a los indonesios y una negra llora al ver un busto de Franco en el Museo de Cera. Lo que pasa es que estos realities en su afán filantrópico no tienen gracia. Estarán mejor hechos, tendrán más ‘calidad’, pero yo con los amigos me junto a ver Gran Hermano y no hay color.
Comentario de Rocamadour (13/06/2011 18:09):
Hombre, si llama Calvo-Sotelo le atenderían encantados. Un respeto a los muertos.
La honra y la Contrarreforma. Grande, muy grande.
Comentario de pelandruska (13/06/2011 19:08):
perquè em borreu? ip… haig de canviar denick
Comentario de uno (13/06/2011 20:29):
Pues el bueno de César algún poder debe tener, porque consigue domar al indomable Cartman en un episodio de South Park a base de aragonesismos.
Y eso no es moco de pavo: http://i50.photobucket.com/albums/f328/Brutis8/south-park-cartman-hitler.jpg
Comentario de Alfredo MG (14/06/2011 10:23):
Pon “El encantador de perros” reloaded o algo : )))
También hay otro parecido, no sé si lo has visto, protagonizado por una mujer dominatrix que da mucho miedo. Se llama “El perro o yo”.
Comentario de Álvaro (14/06/2011 10:39):
Y me han dicho en facebook que ya hay un español que encanta perros en Cuatro, se llama ‘Malas pulgas’ o algo así. Qué poco en la onda estoy.
Comentario de Alfredo MG (14/06/2011 10:45):
Sí, pero el español no me gusta nada. Va de guaperas enrollado estilo “sé que soy guaperas pero voy a mostrar que soy más enrollado que otra cosa, no lo muestro pero sé que soy la hostia en verso”.
La otra es la réplica inglesa. La chica se llama Victoria Stilwell y trata con dureza a los dueños, con unas broncas de quitar la moral que dan hasta congoja. Y no duda en sacrificar a los perros la muy hija de puta. En cualquier momento parece que va a atar a los amos, a sacar la fusta y el strap on y a darles su merecido.
Lo bueno de “El encantador de perros” en comparación con los otros es que tiene sentido del humor. Ahora están haciendo unos episodios en España, a ver qué tal salen.
Comentario de Belletti bajo la lluvia (14/06/2011 12:02):
Un buen ejemplo de pedagogía canina aragonesa a la inversa sale en un episodio de family guy, cuando el marido confiesa que le ha mentido a su mujer, y el perro enrolla una revista, y le da tres golpes secos en la nariz, sincronizados, a la voz de “no.No.NO!”
Comentario de jose (18/06/2011 10:29):
Muy buen artículo jaja, patadas en las costillas no que puedes hacerte daño, siempre mucho mejor un buen garrote de acebuche en la columna, aún verde pero no seco del todo. Mi familia materna han sido perreros (para las monterías de los señoritos) desde tiempos inmemoriales, y me he críado entre perros (algunos de cuatro patas…), por lo que se del tema y mi conclusión es que ese es un encantador de dueños y no de perros. Los perros, para empezar, son muy diferentes porque hay muchas variedades, y algunos no aprenden (es decir, aprenden a la aragonesa, los de presa en general)y otros sí casi hablándole nada más (pastores en general). Por otro lado, debían multar a quien tenga perros metidos en los pisos (nuevamente salvo a sus hijos o hermanos menores)si no es por motivos de seguridad, lazarillos o algo así.¡The Dogs to the camp! jaja. Saludos y excelente página que combina muy bien la ausencia de criterio con la prepotencia, lo cual me identifica como español y me hace sentir parte de este gran País, donde por suerte, los perros aún no tienen la categoría de personas o seres con capacidad de sufrir, como en Catalugna o Inglaterra, donde una vez ví tres policías más grandes que el Cristo ese de Brazil detrás de un perro hasta que éste decidió democráticamente irse del recinto donde no debía estar -cafetería-, sin que los policías intervinieran en su libre decisión. Si esto pasa aquí ya saben, lo menos que se lleva el perro es dos estacazos en el lomo, se esté yendo o se esté quedando.
Comentario de orden judicial. (26/06/2011 21:17):
“excelente página que combina muy bien la ausencia de criterio con la prepotencia…”
Una frase genial. La podrían poner en el lugar de esa de: La red está llena de basura… Que ya es muy vieja.
Comentario de Departamento de basuras propias (22/07/2011 11:14):
Vamos que vaya tostón nos has soltado, grande y triste lo que genera el asueto y aburrimiento en nuestra sociedad, eso me pasa por zapear la red en igualdad de aburrimiento. Hasta nunca Einstein sin relatividad y recuerda ” Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. “