Hace once años, en las Elecciones Generales de 2000 [1], el PP comenzó a cimentar un dominio casi perpetuo de las mayorías electorales en España, basado en su fortaleza en Madrid [2], las dos Castillas, Galicia y el Levante feliz [3] (Comunidad Valenciana – Murcia) y en mantener más o menos adormecido al voto socialista. Cuatro años después [4], Aznar y el 11M desbarataron su propio proyecto a base de atizar, día tras día tras día, un españazo tras otro a los españoles.
Zapatero aprovechó el cabreo antiaznarista para subirse al sillón, apoyándose sobre todo en el voto joven, harto de Aznar, y en los dos grandes graneros electorales del PSOE: Andalucía y Cataluña. A lo largo de su primera legislatura, Zapatero mimó a los catalanes y legisló para satisfacer a los que le habían votado. En 2008 revalidó su mayoría.
Y entonces sucedieron dos cosas. Zapatero logró cabrear a los catalanes [5] con la eterna discusión con el Estatut casi tanto como el Tripartito, con su legendaria inoperancia, se enajenaba a sus votantes. Y la crisis económica se llevó por delante, para siempre, el ladrillo en el que se había basado el exitoso milagro económico español desde los años noventa (basado, recordémoslo, en que tú comprabas un piso y al día siguiente lo vendías más caro a alguien que lo vendía más caro a otro, y este más caro a otro, y este… La cosa sólo podía subir. ¡Milagro!).
El resto es historia. El PSOE perdió, por mucho, mucho tiempo, a muchos de los votantes de izquierdas-jóvenes que le habían aupado al poder en 2004 y 2008. Como ya había cabreado previamente a parte del voto de centro izquierda clásico (gente de orden, más mayor, que considera a Zapatero un petimetre) en la primera legislatura, merced a sus negociaciones con la ETA y, sobre todo, peor aún, con los catalanes, la verdad es que se ha quedado sin mucho donde pescar. La factura de la crisis, y de la derechización del PSOE como respuesta a la crisis, pesará durante mucho tiempo.
Con todo, lo más grave para el PSOE no es perder estos votos. Lo grave es perder la base de poder territorial. Cuando el PP perdió el poder en 2004, seguía gobernando en muchas CCAA y ayuntamientos importantes. El PSOE puede perderlo prácticamente todo en un año. Tras las Generales de 2012, es previsible que sólo esté gobernando en el País Vasco (y sólo por un añito más) y, si IU se baja los pantalones una vez más, en Extremadura [6]. No tendrá ninguna ciudad importante, salvo tal vez Zaragoza [7].
Andalucía, el ayuntamiento y la diputación de Barcelona [8], Castilla – La Mancha, lo que quedaba del cinturón rojo en Madrid y Valencia, … Es mucho presupuesto; mucha capacidad de gestión y contratación, incluso en tiempo de crisis. Muchos puestos chollo más o menos dedocráticos al servicio de un partido. Mucha gente que se va a quedar en paro ahora. Gente que lleva toda su vida sacrificándose por los ciudadanos. Es decir: gente que no ha pegado un palo al agua en toda su vida, y que no sabe hacer nada. Gente que formaba parte de tupidas redes clientelares que motivaban en parte el eterno dominio socialista de comunidades conservadoras como Castilla – La Mancha [6], o su imbatibilidad en Andalucía, a pesar de que el PP dominase casi todas las capitales de provincia.
Ahora esas redes clientelares se las va a quedar el PP. O, cuando esto no sea factible, desmontarán las que montaron los socialistas, en la medida en que puedan, y superpondrán las suyas. En abril de 2012 podemos tener a un PP que concentre la mayoría del poder municipal; casi todas las CCAA; y probablemente mayoría absoluta en el Congreso. ¡Esto no lo tumba ni la ETA en coalición con Marruecos y Rubalcaba! Al PSOE sólo le queda ver cómo el PP se estrella en la gestión de la crisis (si es que se estrella), habida cuenta de que la buena gestión del PP en los años del aznarismo consistió en privatizar y recalificar. Y ahora ya no pueden hacer ni una cosa ni la otra (al menos, en unos términos que les permitan tapar agujeros).
Por supuesto, el PP dirá que la culpa de todo la tiene Zapatero. Que él nos ha metido en esto, y ellos intentan sacarnos. Pero si la cosa sigue mucho tiempo así, si llegamos a 2015 con las brutales tasas de desempleo actuales, el mensaje no les va a a servir de mucho. En cambio, si en 2015 la situación ha mejorado de manera perceptible, el PP podrá ponerse de nuevo la medalla de la buena gestión, y de ahí no les moverá ni Dios en mucho, mucho tiempo.sports industry translation [9]дать рекламу [10]