THOR
ATENCIÓN: Esta crítica de la película Thor contiene numerosos OJOCUIDAOs (a.k.a. spoilers) que revelan aspectos básicos del desarrollo de la trama. Porque así de cabrones somos en LPD: hacemos una crítica de algo y la llenamos de OJOCUIDAOs, en lugar de limitarnos a especular sobre la poeticidad del intertexto subyacente al relato fílmico
Está claro que el género de los superhéroes es bastante ridículo. Pero en esto, como en todo, hay niveles. Porque no es lo mismo hablar de un superhéroe que se sabe ridículo, como Spiderman, o que hace el ridículo, como Iron Man, que de alguien que realmente se lo crea. Los que se lo creen son los más ridículos de todos. Y Thor está entre los peores. Porque Thor combina la rica tradición literaria de los cómics estadounidenses con la de las sagas de la mitología nórdica. Una mezcolanza particularmente horrible en su misma concepción: mancillar la mitología de los arcanos para obligarles a ponerse unos leotardos y enfrentarse a supervillanos que (es un suponer) los encierran en una diabólica batidora gigante de color naranja como culminación de sus malvados planes de venganza.
Por si esto no fuera suficiente, Thor tiene un segundo problema, que podríamos denominar “el síndrome de Superman”. Este síndrome consiste en: Superman es un coñazo de personaje porque lo puede hacer todo. Absolutamente todo. Es superfuerte, es invulnerable, vuela, tiene una visión calorífica de la leche, y además tiene poderes tan extremadamente ridículos como “el superaliento”.
El síndrome de Superman nos lleva a situaciones tan desalentadoras como la que vivimos al final de la película Superman I: Lois Lane muere en un terremoto. ¿Fin del partido para ella? Pues no: Superman se pone a dar vueltas a la Tierra, altera el giro de la rotación del planeta (o algo así; total, da lo mismo, el efecto que consigue es totalmente inverosímil) y logra volver atrás en el tiempo para salvarla.
A partir de ahí ¿qué sentido tiene seguir las aventuras de Superman, si ya sabemos que, en caso de duda, basta con volver atrás y empezar de nuevo? Por eso, la única manera de convertir a Superman en un personaje interesante es ponerle enfrente más Supermanes (como hacen en Superman II, la mejor de la saga) o quitarle sus poderes (como, en un alarde de inteligencia, hace el propio Superman en la mencionada Superman II).
Más o menos eso es lo que ocurre con Thor. Thor es un Dios superfuerte, invulnerable, que vuela y tiene un martillo muy gordo que suelta unas yoyah impresionantes y además puede lanzar rayos a mansalva. Así que la manera de que aquello tenga algún interés es despojarle de todo eso y ver cómo se las apaña.
La película tiene que explicar, además, un problema de inicio: qué hacer con Asgard. Asgard es el lugar de los dioses nórdicos, que se pasan la eternidad en el Valhalla, una especie de macrorrestaurante de polígono industrial en el que tanto dioses como héroes comen, beben, fornican con las valkirias y se atizan entre ellos a la espera de que llegue el Ragnarok, el Fin del Mundo de la mitología nórdica.
Pero, claro, esto implica asumir que hay dioses. Dioses que, además, no son nuestro Señor. Y esto obliga a todo director de prestigio (y Thor está dirigida por Kenneth Branagh; ahí queda eso. ¡Más cornás da el hambre!) a arbitrar una solución de emergencia que los deje a todos contentos. La solución es siempre la misma: los dioses son extraterrestres superevolucionados. Esto tiene la enorme virtud de que gusta a todo el mundo. A los ateos, porque “claro, Dios no existe”. A los creyentes porque “claro, sólo Él existe, y no esos dioses paganos absurdos”. En general, el comodín de los extraterrestres permite postergar el problema de Dios ascendiéndolo de nivel. Si hay un Dios, está también por encima de los extraterrestres superevolucionados. Así de poderoso es Dios, si es que existe; ¡como para que luego vayamos por ahí montando manifestaciones ateas!
La película propone un antagonismo harto novedoso. Los no-dioses de Asgard son los Buenos. Unos absurdos gigantes del Hielo son los Malos. Por si el espectador no se entera, Branagh nos lo explica con una metáfora de poderoso hálito poético. Al parecer, el Bien se relaciona con la Luz y el Mal con la Oscuridad. ¿Ustedes habían oído alguna vez algo parecido? Porque a mí, desde luego, jamás se me habría ocurrido. ¿El Bien ligado con la Luz y el Mal con la Oscuridad? Brillante. Desde el Señor de los Anillos que no veíamos nada parecido.
Por eso, desde el principio de la película tenemos claro qué va a ocurrir. Odín tiene dos hijos, Thor y Loki. Cuando ambos son niños, hace apenas mil años, Odín, en su infinita sabiduría, les suelta este comentario destinado a estrechar lazos familiares: “los dos tenéis idénticos derechos para sucederme en el trono de Asgard, pero sólo uno de vosotros podrá hacerlo. No sé, no sé… ¿Por quién habré de decantarme?”.
La respuesta, obviamente, está clara. Thor es rubio. Loki moreno. Y como avieso moreno que es, uno no puede fiarse de él. ¡Es tan oscuro! Ítem más, nos enteramos más adelante de que Loki no sólo es moreno. También es algo mucho peor: extranjero. En realidad es hijo del rey de los gigantes del hielo. Odín, en su infinita sabiduría, decide adoptarlo cuando sólo es un bebé (un bebé gigante-oscuro particularmente horrendo). Y, claro, moreno extranjero = problemas y Ley de Extranjería.
Como Loki quiere el trono, urde un malvado plan para provocar la caída de Thor. Y como, dicho sea de paso, Thor es bastante arrogante, irreflexivo y, en definitiva, un zopenco, pues cae en la trampa. Odín se agarra un rebote que cualquiera diría que es sabio entre los sabios, despoja a Thor de su poder y le depara el peor de los destierros: le destierra a un planeta llamado… ¡La Tierra!
Allí Thor cae en manos de dos supuestas científicas morbosillas que se ponen enormemente cachondas ante Thor y se les nota una barbaridad hasta qué punto desean tirárselo. Y, por supuesto, no importa que Thor se les aparezca como un pedazo de animal, egoísta, cretino, etc. ¡Está bueno, así que todo eso sólo aumenta su atractivo! ¡Nosotras le cambiaremos!
Thor intenta recuperar su martillo, sin demasiado éxito. Pero, por si acaso, Loki envía a la Tierra a un Supermonstruo muy, muy, muy macarra encargado de cepillárselo. Y entonces asistimos al momento más ridículo de toda la película (que ya es decir), que, para aclararnos, denominaremos “momento ZP”: Thor se da cuenta de que no pueden acabar con el casi invulnerable Supermonstruo con la fuerza y decide intentar otra vía. Decide intentar… ¡El Diálogo! Y así, se pone enfrente del monstruo, un bicho que no suelta prenda y que se limita a lanzar fuego por la boca, y le comienza a soltar un rollo buenista. Que si con la violencia no llegaremos a ningún sitio; que si tómame a mí, pero déjalos a ellos en paz; que si todos somos hermanos; …
Ante tal prodigio de elocuencia, el monstruo se queda parado, vacila y… ¡Le suelta una hostia a Thor que casi le arranca la cabeza! Thor cae a veinte metros de distancia, pone cara de “si vuelvo a cruzarme con ZP le diré dónde puede meterse su puñetera Alianza de Civilizaciones” y muere. Y entonces asistimos a un momento muy, muy, muy metrosexual, o “momento ZP II”. Thor ha aprendido la lección: ha comprendido que la violencia sin control no sirve de nada, o algo así, de manera que su martillo le llega volando y Thor recupera la vida y el poder. Se levanta como Dios en la Tierra, imponente, y la morbosilla principal (interpretada por Natalie Portman) le mira con cara libidinosa de “con lo buenorro que estaba ya antes, y míralo ahora que se ha arreglado. Y además, lleva un martillo pilón que es para verlo”. El resto de la película es previsible, tanto que ni lo contaremos (la verdad es que según este principio de la previsibilidad no deberíamos haber contado absolutamente nada de esta película, pero ya ven Ustedes, a estas alturas tampoco vamos a dejar de publicar la crítica).
A todo esto, ¿está bien la película? ¿Merece la pena? Pues la verdad es que sí. Resulta entretenida y tiene momentos bastante buenos. Sobre todo es divertido todo lo que se refiere a “Thor en el siglo XXI”, plagado de los clásicos chistes sobre el buen salvaje insertado en un entorno moderno para él incomprensible. También es verdad que la cosa resulta por momentos bastante ridícula, especialmente al principio. Pero alguien que va a ver una película sobre un superhéroe del cómic debería saber ya a qué se está enfrentando, por mucho que la dirija Kenneth Branagh.
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Comentario de Ksiaze (01/05/2011 11:32):
Hombre, lo de los dioses mitológicos como extraterrestres se lo han copiado a Jan (Superlópez nº 8, La caja de Pandora, 1984)
Comentario de Guillermo López García (01/05/2011 11:37):
Y Jan tenía además el mérito de que metía a un montón de dioses, de diversas tradiciones mitológicas. ¡Por fin se explicaba todo!
Comentario de Pogrom Pom Pom (01/05/2011 11:40):
Sobre el título: Querido Guillermo, no subestime usted a la industria del porno. Prácticamente no ha habido éxito taquillero que no haya contado con su correspondiente versión, y esta es una ocasión demasiado buena para dejarla escapar. La unica duda que tengo es si será para Onvres o para seguidores del curling.
Comentario de Andrés Boix Palop (01/05/2011 11:44):
La verdad es que tiene buena pinta este homenaje a Mourinho en forma de película. ¡Imaginad que el día que Mou se dé cuenta de que la humildad es el camino recupere su martillo!
Comentario de controlce (01/05/2011 12:42):
Es verdad, ¿para cuando Superlopez a la gran pantalla?.
Sobre Thor, es lo mismo que Iron Man y el capitán America, preparar una pelicula de los vengadores, y no me refiero al britanico del paraguas y el bombin, ni a esa pelicula en que metieron a Sean Connery.
Y sobre la critica lo de los momentos cejas, esta muy logrado.
Comentario de Álvaro (01/05/2011 17:21):
Tan sólo reivindicar Superman III, cuando se vuelve malo, se deja barbita de George Michaels y, no contento con enderezar la Torre de Pisa, se folla a una rubia casquivana sin ponderar sus valores morales y vida interior. Un canalla.
Comentario de Guillermo López García (01/05/2011 17:41):
Me parece a mí que los seguidores del curling tienen todos los números para llevarse el gato al agua, que estamos hablando de “dioses nórdicos”.
En cuanto a Superman III, sólo puedo decir que es entrañable cómo se veía al Mal en los años 80. Ahora Superman se habría aliado con algunos malvados sindicalistas que reivindican derechos sociales
Comentario de Danuto (01/05/2011 18:50):
Y del Heimdall negro qué, Guillermo.
Comentario de Guillermo López García (01/05/2011 19:12):
A mí me parecía incluso más gracioso el Dios chino sin nombre (si lo tiene, yo no lo oí); sobre todo porque los otros Dioses comparsas de Thor mostraban un estilo propio al pelear, pero de este jamás se supo. Habla juiciosamente con acento chino y ya está.
Comentario de SinanPacha (01/05/2011 20:48):
Joder, hay que decir que sus gustos cinematográficos resultan del todo improbables. No obstante, estoy absolutamente de acuerdo en el apunte Superlópez: a mí me sirvió para entender de qué iban de verdad las religiones con apenas nueve añitos. A partír de ahí he sido carne de ilegalización, gracias a Jan.
Comentario de John_Spartan (01/05/2011 23:57):
Heimdall es Stringer Bell… casi nada.
Comentario de Pablo (el falso) (02/05/2011 00:57):
¿pq se dirá “ciclado”? ¿de qué ciclos se habla?
Comentario de Pablo (el falso) (02/05/2011 01:10):
Sobre la identificación de los “númenes” (lo que desembocará en los dioses; “númenes” es una denominación genérica) con los extraterrestres como fenómeno contemporáneo:
http://fgbueno.es/med/tes/t077.htm
http://fgbueno.es/med/tes/t006.htm
y la interpretación opuesta:
96/120 – La naissance des dieux (entretien).pdf (paru en 1996 dans la revue Poliphile):
http://www.laphenomenologierichirienne.org/Marc_Richir/Articles_de_MC_files/96%3A120%20-%20La%20naissance%20des%20dieux%20%28entretien%29.pdf
Comentario de Pablo (el falso) (02/05/2011 01:21):
“Particular interés ofrecen las referencias que en el libro se documentan sobre la pervivencia en nuestra sociedad de las fases primaria y secundaria, y los indicios de un renacimiento, que se abre camino al mismo tiempo que retrocede la religión terciaria, de las fases anteriores, en la forma de los sentimientos de interés por los animales (la Etología es presentada como la Teología de nuestros días) que se manifiesta, por ejemplo, desde el hecho de la constitución de frentes de liberación animal, sociedades protectoras de animales, buena parte de movimientos ecologistas, hasta la visión demoniaca de los animales en la literatura o el cine («Los pájaros», «V»). Se interpreta el creciente interés por los extraterrestres, ovnis… como un renacimiento de la religión secundaria, pues los extraterrestres tienen los mismos caracteres que los démones del helenismo. ”
respecto del libro “El Animal Divino”. http://www.fgbueno.es/gbm/gb1985ad.htm
Comentario de Rocamadour (02/05/2011 03:50):
Y encima va el Bin Laden y se muere. Pues vaya…
Comentario de Nacho Pepe (02/05/2011 06:33):
Ya ve, Rocamadour, y además Bush ha dicho:
Curioso que una ejecución in situ ahora se denomine “llevar ante la justicia” a alguien.
Debe de ser una mala traducción y se refieren a La Justicia (vamos, la diosa Temis), por aquello de que lo han mandado a donde moran los dioses antiguos esos que ahora resulta que son extraterrestres…
Comentario de BunnyMen (02/05/2011 14:29):
Justicia OK Corral style.
Y sobre la peli, el que es un ZP de la vida es Loki, que si lo hago por mi país, que si cuanto os quiero, que si mírame que bueno soy contentando a todos hablando con los sindicatos del país de hielo y los empresarios de Asgard, y luego la cuela doblada a todos.
Comentario de elwing (02/05/2011 17:09):
¿Pero os dais cuenta? ¡Estáis recomendando una simple película “para pasar el rato”! ¡Como si no hubiera millones! No tengáis prisa por verla, ya os la encontraréis más adelante en cualquiera de vuestros viajes en Alsa.
Comentario de Garganta Profunda (02/05/2011 21:02):
Leñe! ¿Y Superman IV:”En busca de la Paz”?
Dios, si da “tiricia” solo recordar a un Superman luchando por el desarme mundial…y dando un discursillo de Miss Montana 1987…
Juas, juas…
Comentario de Andrés Boix Palop (LPD) (03/05/2011 08:20):
Pablo (el falso) acaba de demostrar que siempre se puede ir más allá que el el propio G. Bueno comentando Gran Hermano al vincular sus reflexiones sobre Dios con Thor, the movie.
Comentario de Pablo (el falso) (04/05/2011 00:34):
Es que – no he visto la película aunque en Colonia, Alemania, están los carteles por todos los lados (única forma políticamente correcta de ensalzar lo ario) – me ha sorprendido muchísimo lo de resolver el tema de los dioses recurriendo a identicarlos con extraterrestres – Guillermo lo expone muy bien, y cómo la solución contenta a todos – y eso lo recoge muy bien G. Bueno en su teoría materialista de la religión. Es una regresión a estadios anteriores (al cristianismo o islam por ej.) que, en el fondo, representan el origen de las religiones: los animales como entidades reales y “subjetuales” más o menos “inteligentes”. Y eso son los extra-terrestres, o los españoles vistos por los habitantes del Nuevo Continente (pero no viceversa, al menos no de la misma forma, y por razones relativamente relevantes: el relativo universalismo del cristianismo, y que dio en la locura -altamente benéfica: es el único capital que, hoy en día, tiene ese paisucho llamado “España”- de querer convertirlos al cristianismo y obligar, siglos después, a Piqué, a comunicarse con Shakira en la lengua de los colonizadores de ambos).
Comentario de Pablo (el falso) (04/05/2011 00:40):
En cualquier caso, este vínculo explica lo inexplicable. Los avances en ingeniería aeornáutica y espacial de los soviéticos son a los extraterrestres lo que Guardiola a Luis Aragonés. Esto: las prebendas bajo forma de monumentos a la gloria de quienes les soplaron lo que ellos jamás hubieran hallado solitos (aquí se rompe el paralelismo… y seguirá roto pq parece improbable que pongan un busto de Luis Aragonés a la entrada de la sala de trofeos del Nou Camp):
http://www.cracktwo.com/2011/04/25-abandoned-soviet-monuments-that-look.html
Comentario de Karraspito for President (05/05/2011 14:29):
“Es verdad, ¿para cuando Superlopez a la gran pantalla?.”
Espero que nunca. Madre de Dios, qué idea más tenebrosa…
Comentario de Gekokujo (12/06/2011 16:28):
Apunte elfo-friki, elwing significa “espuma de estrellas”. Y Lócë (loqe) significa “serpiente”…
Por lo demás, a un friki-puretas como yo creo que este film se me atragantaría de mala manera. Acabaría insultando al guionista, al de los vestuarios, etc. Mejor me espero a la versión porno gay que seguro que es más divertida.