Bueno, pues ya está. Ocho puntos, a falta de ocho jornadas, parece más que suficiente para dar por finiquitada la Liga [1]. Ha sido echar ignominiosamente a Eduardo Inda [2] del Marca y que el Madrid bajase los brazos. Y además de la manera más ridícula posible: en casa y contra el Sporting de Preciado. Ya saben, el Sporting, un equipo que se dejó empatar contra el Barça y que luego ganó al Madrid, todo pensado para joder a Mourinho.
La temporada aún no puede calificarse de desastrosa para el Madrid, pero como no gane un título habrá que plantearse qué aporta exactamente Mourinho al Real Madrid: los mismos resultados que Pellegrini con peor juego y, sobre todo, peor imagen pública, que es de lo que hablamos aquí: de vender camisetas. Y con el aliciente añadido de que los títulos que quedan por jugarse pasarán por el Barça, inevitablemente en el caso de la Copa de SM Campechano I y posiblemente en la Champions. De manera que, si ganar un título en estas condiciones tiene más valor, puesto que se gana contra el Barça, pueden Ustedes imaginarse la dimensión del complejo y el fatalismo que conllevaría una nueva derrota, en especial si es una derrota humillante.
Con todo, lo peor de que el Madrid baje los brazos en la Liga no es que la fascinante lucha bipartidista carezca ya de interés, o que pongamos otra vez una competición española, ES-PA-ÑO-LA, en manos ajenas: no, lo peor es que ello nos obliga a hablar algo de los demás, a prestar atención a los ridículos 18 comparsas de la competición. Imagínense qué aburrimiento. Esperamos que, al menos, no nos veamos obligados a hacer muchas más incursiones en este lóbrego mundo, sin glamour ni ná.
En la zona europea todo está más o menos claro: las plazas sobrantes de Champions serán para Valencia y Villarreal, que para algo han logrado ubicarse en una cómoda zona intermedia entre los dos Elegidos y la masa. Las plazas que dan derecho a jugar en Europa, en lo que antes se llamaba la UEFA y ahora su absurdo nuevo nombre (“Europa League”) no logra ocultar ni por un momento el desinterés que suscita tal competición, serán previsiblemente para los dos clubs que las ocupan ahora: Sevilla y Athlétic de Bilbao. Los otros dos aspirantes son el Espanyol, que lleva casi toda la segunda vuelta cayendo en barrena, y el Atlético de Madrid, que en general se está arrastrando por los campos de España.
Así que lo único interesante que nos queda por ver, dilucidado el título, los puestos Champions y los puestos UEFA, es quién desciende. Y para esto, así de mala es nuestra Liga, hay candidatos para parar un tren. En primer lugar hay que destacar, una vez más, los positivos efectos de la quiebra y la subsiguiente intervención judicial: dos equipos que se encuentran en esa situación, Mallorca y Levante, están virtualmente salvados (ocho puntos por encima del descenso). Particularmente meritorio parece el recorrido que lleva el Levante, el equipo más modesto de Primera División, y que al menos logrará cobrar derechos televisivos de luxe una temporada más. ¡A ver si levantan la intervención judicial, dejan que se gasten el dinero en un proyecto que aspire a todo, y el Levante vuelve a Segunda con honor!
Más abajo hay un pelotón de seis equipos con entre seis y cuatro puntos por encima del descenso. De ellos, los más vulnerables parecen el Getafe y el Deportivo. El Getafe porque, al igual que el Espanyol, también está cayendo en barrena y, sobre todo, porque está gestionado por Míchel. Y ya recordarán Ustedes que hace un par de temporadas pronosticamos en LPD que, tarde o temprano, la apuesta del Getafe por Míchel le pasaría factura. Ese momento ha llegado. El Deportivo también es un firme candidato al descenso porque, por explicarlo con claridad, son más malos que Gadafi [3]. Los demás equipos de este “pelotón de los torpes” venido a más mantienen, en cambio, una trayectoria ascendente, sobre todo el Sporting de Gijón, que para algo se acaba de cepillar al Madrid.
Y por último, más abajo, abajo del todo, tenemos a cuatro equipos: al Real Zaragoza, muerto viviente derivado de la delirante gestión de su presidente, Agapito Iglesias, con 30 puntos; el Málaga, que no acaba de remontar el vuelo a pesar de toda la pasta que invirtió en fichajes en diciembre y de que tiene a un moro al volante, con 29; el Hércules, también con 29 puntos; y el Almería, hundido en la miseria con 26.
De estos cuatro podemos dar por descendido al Almería, que es el que peor pinta tiene, y no sólo por llevar menos puntos: sobre todo, porque el Almería cuenta con un as en la manga de similar dimensión que tener a Míchel en el banquillo. El Almería comenzó la temporada con Lillo, el poeta del fútbol, el de “La zona es un estilo de vida” y similares éxitos. Y las imprudencias, en el fútbol, se pagan.
De manera que nos quedan cinco candidatos para dos puestos: Zaragoza, Málaga, Hércules, Getafe y Deportivo. El Hércules probablemente se acabe salvando, porque si hay algún problema pues hacen como el año pasado, compran a un par de equipos para que se dejen ganar, y arreglado. Aunque parezca poco probable, vamos a meter en el pozo al Getafe, que, joder, es Míchel. Y nos queda un puesto libre para Málaga – Zaragoza – Deportivo. En ese fascinante dilema podemos concentrar las ocho, ocho, larguísimas e inacabables, jornadas que nos quedan. Por favor, que comiencen a hablar de fichajes del Madrid desde ya mismo.дизайнерские радиаторы [4]private parties new york city [5]