“El fin de una época”, de Iñaki Gabilondo

Anda en los últimos tiempos conmocionada la profesión periodística en España por el cierre, hace un par de meses, de CNN+, el canal temático de noticias. El asunto ha adquirido un cierto cariz simbólico porque, a la despedida del equipo en antena le siguió el logo de su sustituto, el canal de Gran Hermano 24 horas: en resumen, un pitorreo y símbolo del periodismo derrotado por la banalidad televisiva del gran capital. Es evidente que los medios de comunicación igual que nacen, se mueren. Aparte de la putada que supone para los trabajadores, cuando cierra un medio siempre escuchamos la cursilada esa de “es malo para la democracia que cierre un medio de comunicación”. ¿Por qué es malo? ¿Fue malo para la democracia que cerrara, en los años 80, el diario El Alcázar? ¿Por qué es peor (desde el punto de vista de la pluralidad informativa en democracia) que cierre un canal temático de noticias de una empresa privada que un diario fascista en los 80? Sin embargo, en este caso, lo doloroso no era tanto el cierre como la absorción del canal por parte de la idiotez de “Gran hermano” en aras de la rentabilidad económica. Y, además, el cierre de CNN+ suponía el punto final a la carrera del anchorman español por antonomasia: Iñaki Gabilondo.

Gabilondo es un periodista de enorme prestigio, con una trayectoria avalada por figurar siempre en los puestos más elevados de los ranking de credibilidad de los comunicadores en España. Se trata, además, de un tipo que ha sabido muy bien labrar su carrera para dotarse de una notoriedad sin quedar demasiado expuesto al medio televisivo (dosificando mucho sus apariciones y programas en televisión) y trabajándose su condición de líder de opinión a través de su labor como director del programa “Hoy por hoy” de la Cadena Ser. Sólo los últimos años nos han dejado ver a un Gabilondo en retirada: como en el caso de José María Carrascal, se ha despedido de la profesión pasándose unos pocos años como presentador de informativos, primero en Cuatro y luego en CNN+. Tras el cierre del canal, Gabilondo sigue intentando no perder del todo su presencia en la arena pública, y para ello ha publicado a toda prisa un librito breve en el que pretende resumir su ideario sobre el oficio de periodista. El libro tiene un título testamentario: El fin de una época.

La obra es una mezcla entre una carta larga escrita a modo de hoja ruta para los nuevos periodistas y un intento de Gabilondo por ofrecer sus reflexiones teóricas después de tantos años de oficio. Y la primera duda que surge es: ¿cuál es el bagaje real de Gabilondo? Sí, ya sabemos que es un periodista por lo general ponderado, de maneras templadas, respetuoso y creíble (lo cual es muchísimo en nuestro país). Pero, ¿qué nos intenta decir en este libro?

En primer lugar, tenemos que considerar el país en el que vivimos, y que es cierto eso de que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Porque si valoramos el bagaje profesional de Gabilondo, no es para echar las campanas al vuelo en la medida en que se nos vende desde los distintos medios de comunicación. Porque, ¿cómo se forma un periodista? Los norteamericanos lo tienen claro, y así los grandes anchormen estadounidenses, las auténticas referencias de la profesión, se han convertido en líderes de opinión después de pisar mucha calle, trabajando tanto como corresponsales de guerra (así empezaron Walter Cronkite o Ted Koppel) o como responsables de delegaciones en zonas conflictivas (el caso de Daniel Schorr). ¿Cómo empezó Gabilondo? Como directivo. Se trata de un director de emisoras (lo dice en el libro: “Mi primer trabajo fue dirigir una emisora”, pág. 113) que un día decide ponerse delante del micrófono. Pero nunca ha perdido su condición de directivo, con lo que el ascendiente y el poder que ha ejercido siempre en su medio de comunicación, su condición de líder, se debe no tanto a haberse ganado un prestigio profesional como periodista, sino como gestor. El respeto que siempre se le ha tenido le viene del respeto que se le tiene en este país a los jefes.

De este modo, mientras cualquier periodista anglosajón se forma en conflictos bélicos o pisando mucha calle, la experiencia del contacto con la calle que tiene Gabilondo resulta ridícula. Tan ridícula que ni él mismo se da cuenta cuando presume de ser un tío en contacto con el pueblo. Leemos en la página 117 su experiencia como director de Radio Sevilla:

Durante la época que pasé en Sevilla fui todos los días, durante un mes, a un pueblo distinto. En cada lugar pedía a la gente de la emisora que reunieran a quince o veinte personas del pueblo para hablar con ellos, para que me contaran qué les parecía y cómo veían las cosas. Las mañanas las pasaba en el despacho y por la tarde me desplazaba a un nuevo pueblo para hablar y conocer a gente diferente. Y es que jamás he concebido mi trabajo sin el contacto con la gente.

Resulta enternecedor lo que entiende Gabilondo por “contacto con la gente”… está Gabilondo en su despacho, llama a un subordinado y le dice: “Oye, que quiero tener contacto con la gente. Móntame una reunioncilla para mañana por la tarde en el ayuntamiento de Utrera, que venga el alcalde por supuesto, y gente de esa que hay por ahí”. Y vuelta a la tribuna de cristal. Como vemos, se trata del aprendizaje del oficio de esos valientes periodistas crecidos durante el franquismo, que se jugaban el tipo a diario montando reunioncitas con la gente para ver cuáles eran sus inquietudes.

El segundo aspecto que resulta llamativo en el libro es la paradoja que existe entre un cierto desprecio disimulado que tiene Gabilondo hacia la formación académica del periodista (cita en varias ocasiones que es más importante el tesón y el esfuerzo personal que tener muchos másters) y su vocación docente. Tal vocación le viene por seguir impartiendo sus enseñanzas, y si no puede ser desde un ámbito mediático, cualquier otro vale. Tampoco se da cuenta en esta ocasión Gabilondo de lo cursi de sus planteamientos cuando explica su propuesta en este campo, sin entrar en que lo que propone son unos contenidos que se encuentran en cualquier plan de estudios de Periodismo de cualquier universidad española (págs. 57-58):

Si yo fuera profesor de periodismo, pondría a mis alumnos una asignatura llamada “Los demás”, cuyo contenido sería: “En la próxima estancia quiero que me deis un informe perfecto de lo que ha ocurrido en la barriada que habéis visitado. Quiero que me hagáis un estudio de diferencias de precios de los mercados en las zonas más baratas y más caras de la ciudad, de los barrios marginales, de los rumanos…”. Pero no para elaborar reportajes sociales, sino para que sean conscientes de que existe un mundo fuera de nuestro mundo, porque en la actualidad los chicos van circulando en una especie de trainera que les lleva siempre por el mismo río sin apartarlos nunca de su ámbito social, de su mundo.

Porque, ya se sabe, cuando un buen periodista pisa mucho tiempo una facultad, lo único que le puede pasar es que se estropee. Éste es el mensaje implícito que aparece en el libro, por mucho que lo disfrace y nos intente convencer de que dice lo contrario.  Página 60:

Me sorprende que haya quien trate de acreditarse a través de todas esas medallas que ofrecen los másters y que haya empresas que valoren esos méritos. En realidad al periodista que vale, al buen periodista en potencia, lo detectas porque emite una determinada radiación.

Gabilondo, así pues, arregla no sólo el oficio de periodista (una vez retirado, eso sí), sino también los estudios universitarios, que están mal hechos. Y trata de arreglarlos con una serie de obviedades convertidas en forma de teoría: la metáfora de los erizos de Schopenhauer o su concepto de “segunda voz”, en la que postula algo tan novedoso como que la voz del intermediario es secundaria con respecto a la voz del protagonista.

Y arregla más cosas. Dice en el libro que los intereses empresariales y los mercados dominan las lógicas de nuestras relaciones sociales, y que eso afecta también al periodismo. Y tiene razón. Pero, ¿por qué lo dice ahora? ¿Por qué no ha practicado nunca un periodismo novedoso que fuera más allá de potenciar valores como el respeto y la tolerancia? ¿Por qué no ha dado otro enfoque más novedoso a las noticias? Uno lee el libro y parece que estemos leyendo a un periodista que haya defendido siempre la lucha de clases, cuando es bien conocido su clasismo, las broncas legendarias que le mete a sus compañeros (incluso a los becarios) y sus maneras de jefe a la antigua usanza, de éstos que tienen el pensamiento tan progresista de que, cuanta más caña metes, más rinde el trabajador. Un periodista que lo ha tenido siempre todo en bandeja en su oficio (lo reconoce él mismo en el libro), que le traducen los artículos cuando están escritos en inglés, al que nadie ha tosido en su vida. Y todo por una trayectoria profesional cuyo punto más elevado de osadía periodística es haberle preguntado en televisión a Felipe González si era la X de los GAL. Si eso se llama osadía en la profesión periodística en España, si cumplir con los requisitos de la profesión (preguntar en lugar de hacer la pelota al entrevistado) es el súmmum del valor del periodista, no es de extrañar que la profesión sea tan cobarde en nuestro país.

Es una lástima que Gabilondo destruya su indudable prestigio profesional con libros de urgencia como éste. Porque lo interesante sería (como han hecho Cronkite, Schorr o Katharine Graham) contar de una vez por todas su vida. No en cápsulas autocomplacientes en las que siempre queda bien él (como sucedía con el libro Ciudadano en Gran Vía, de Carmelo Martín), sino en un análisis de su trayectoria profesional, en contar bien las presiones a que son sometidos los periodistas, pero no con generalidades (los mercados, el capital), sino con casos concretos, que él debe de saber más que ningún otro profesional de los medios de comunicación. Y ésa es la experiencia que tiene que transmitir Gabilondo, que resultaría en su caso la más interesante, antes de meterse en fregados como el de este libro. Porque los jóvenes periodistas que lo lean y lo comparen con lo que escriben sus colegas norteamericanos se llevarán las manos a la cabeza. Y es que el rasgo distintivo del periodismo en España también es ése: la carencia de reflexiones certeras desde la misma profesión, de autobiografías de los profesionales como un aprendizaje útil para el futuro. Porque manda narices que quien escribe los mejores libros explicando desde dentro los entresijos del oficio sea Federico Jiménez Losantos…special occassionsраскрутка сайтов в google самостоятельно


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  1. Comentario de Bunnymen (14/03/2011 12:41):

    Prestigio por dedicarse a un periodismo tibio en un país de tibios. Aquí lo que cuenta es no molestar mucho al entrevistado para que a su vez te conceda el privilegio de entrevistarle. Y a lo que Iñaki llama entrevista en mi barrio lo llamamos hacer la pelota.

  2. Comentario de popota (14/03/2011 13:16):

    Tengo entendido que no se retira, sinó que pilla un puesto directivo en PRISA. Por lo demás, interpreto las alusiones a los masters y a la formación como algo centrado exclusivamente centrado en el prestigioso master del periódico monárquico y nacionalista El País.

  3. Comentario de pescadilla (14/03/2011 13:31):

    bueno, al menos no ha culpado a su triada obsesiva “la iglesia*, los nacionalismos y los intereses empresariales y los mercados”, se ha centrado en uno solo

    *que manda huevos con lo curil que es

  4. Comentario de Carioco (14/03/2011 14:46):

    No sere yo quien compré su libro, prefiero a Perez Reverte.
    Que fué corresponsal de guerra, y tendrá sus defectos pero se fue de TVE con la cabeza alta…

  5. Comentario de Gustau Albert (14/03/2011 15:43):

    Hombre, el artículo no es una crítica literaria. Está claro que el Gabilondo no os cae bien. Lo que resulta infantil es mitificar el periodismo de guerra. El libro no lo leerá ni dios, però algunos hemos aprendido alguna cosa de él

  6. Comentario de Manuel de la Fuente (14/03/2011 16:05):

    Pues precisamente a mí Gabilondo me cae muy bien. Y creo que a cualquiera que le caiga bien Gabilondo y piense un poco, verá que es un sinsentido que un directivo escriba un libro poniéndose en la piel de un periodista de base. Pues no, él nunca ha sido un periodista de base y es absurdo que Gabilondo se ponga en ese papel, y que todos hayan asumido que es algo así como nuestro Walter Cronkite. Es absurdo porque el bagaje de Gabilondo es bien distinto, y por muy buenrollero y comprensivo que se ponga, nunca ha dejado de ser un jefazo que pega unas broncas de agárrate y no te menees a sus trabajadores. Un jefazo que, desde siempre, sólo ha pisado la calle para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Su concepto de lo que es “contactar con la gente” creo que no merece más comentarios.
    ¿Por qué es infantil mitificar el periodismo de guerra? ¿No será más infantil mitificar el periodismo de tribuna, sea quien lo ejerza Gabilondo, García o Losantos?
    Todos hemos aprendido muchas cosas de él. Por eso es tan triste que se haya animado a hacer un mal resumen de sus ideas en un libro lleno de obviedades y en que, por muy valiente que se crea, no dice ninguna verdad. ¿Por qué no menciona ni un solo nombre propio como responsable de la situación actual?
    Eso es lo que pretendía dejar claro con el artículo: la decepción mayúscula que supone el libro para quienes hemos seguido durante años a Gabilondo.

  7. Comentario de Bunnymen (14/03/2011 17:09):

    “El libro no lo leerá ni dios, però algunos hemos aprendido alguna cosa de él”

    Supongo que para quien cree que a los niños los trae la cigüeña de Paris, llega Iñaka y les explica como las abejas polinizan las flores, el tipo debe ser “lo más grande”.

    Pero tampoco hoy y aquí los periodistas destacan precisamente por ser precisamente compendios de sabiduría.

    A mi, que se poco de pocas cosas, la verdad que me resulta triste que este hombre, proselitista donde los haya, hombre de derechas de siempre con careta socialdemócrata, sea referencia de nada para nadie, y no habla muy bien de la profesión.

  8. Comentario de pinkfloyd (14/03/2011 21:23):

    Me parece que Gabilondo se referiere a los modernos títulos universitarios de periodismo, no en general a los títulos universitarios. Si es así, estoy de acuerdo, porque el periodismo que se enseña en las universidades, al menos las españolas, es de risa. Y esto me recuerda que uno de los criterios de la BBC para contratar periodistas es que NO tengan el título de periodismo, sino que tengan formación universitaria en general, pues la profesión de periodista ya se la enseñan en la cadena, pero la formación humanística es considerada como indispensable.

  9. Comentario de John Constantine (15/03/2011 00:23):

    “¿Por qué no menciona ni un solo nombre propio como responsable de la situación actual?” Pues hombre, porque quedaría feíllo echarles en cara a sus compis (Cebrian, Matias Cortés) del consejo de administración de PRISA que se van a embolsar decenas de millones de euros gracias al acuerdo de Liberty estroparles los almuerzos de empresa.O recordarles el ERE que van a llevar cabo. Y no creo que Gabilondo, siendo directivo, se vaya a ir de vacio del asunto, monetariamente hablando.

    Entiendo por una parte la necesidad de muchos de buscarse referentes en diferentes ámbitos de la vida. Tambien diré que, viendo como una persona del cinismo, la hipocresía y la blandura de Gabilondo es el referente de tanta gente, me explico a la perfección la situación social de nuestro país, en comparación con la de paises como Grecia o Francia (de Islandi me daría verguenza hablar). En eso hay que considerar a Gabilondo un triunfador en toda regla: en inocular a gran parte de la sociedad una mentalidad de conformismo fatalista e inexorable de la que no se puede escapar -como diciendo “si los nuestros , que tan buenos chicos son, se ven obligados a jodernos, en fin,¡Aguantémoslo! Imaginaos si vinieran los del PP..”

    A mi una de sus últimas entrevistas, a David Taguas, me terminó produciendo arcadas, la verdad.

  10. Comentario de Manuel de la Fuente (15/03/2011 07:23):

    pinkfloyd, es que a mí me parece de risa el periodismo que se enseña en las redacciones de los medios españoles. Yo no veo adecuado que un periodista venga a enmendar la plana de los estudios de periodismo cuando la profesión periodística en España tiene poco que presumir. En las redacciones se enseña cosas absurdas como, por ejemplo, no citar nunca a otros medios o no hacer nunca notas de rectificación. No se enseña a investigar y se enseña que las noticias se publican o no en virtud de los intereses políticos y comerciales del medio de turno. A mí esa cantinela de que el Periodismo se estudia en las facultades pero se aprende en las redacciones me parece, en el caso español, de traca.
    En lo que comentas de la BBC es algo propio del sistema anglosajón (y europeo) para ciertas profesiones. Y la anormalidad se da en el caso español, con una clase empresarial totalmente cerril que considera que a cada profesión le corresponde un título específico cuando debería ser como tú dices: lo importante es la formación humanística, tener estudios superiores.

  11. Comentario de de ventre (15/03/2011 09:59):

    no voy a defender aquí a gabilondoorl, pero al mneos se le agradecía el sosiego.

    de todos modos, cuando salen estas cuestiones, ¿cuál es el referente de “buen periodista radiofónico” o “buen periodista” a secas?

    porque yo si no, no me aclaro

    j

  12. Comentario de John Constantine (15/03/2011 10:43):

    De ventre: Jeremy Paxman, p.e.

    Sólo de imaginarlo a Gabilondo en tesituras similares a las de este tío (repitiéndole 12 veces la misma pregunta a un ministro porque éste se iba por las ramas o acorralando a su mismísimo jefe en una entrevista a cuenta del cierre de una emisora) es que me meo de risa, la verdad.

  13. Comentario de John Constantine (15/03/2011 10:49):

    Por cierto: ¿sosiego o narcolepsia?

  14. Comentario de de ventre (15/03/2011 12:47):

    eh, constantine, no valen extranjeros, a ver si se cree que me paso todo el día enganchado a los media. si aún me hablara de actrices porno . . .

    cuál es el metro de platino iridiado nacional del periodismo para comparar?

    yo tengo dos propuestas (no por buenas, si no por decir algo): monica terribas en tv3, matías vallés que sacó lo de los aviones de la cia.

    bueno y luis del pino, claro ( :-) )

    j

  15. Comentario de popota (15/03/2011 13:06):

    Poch, Rico, Lapitz, Morán, Jové, Yoldi, por poner nombres. Eso sí, con la excepción de Morán ninguno tiene en el curriculum, como Gabilondo, haber sido expulsado de TVE por atreverse a lo increíble: decir públicamente el dato del paro.

  16. Comentario de de ventre (15/03/2011 13:42):

    poch, el de derribos arias?

    Rico, el de “no he fumado en mi vida”?

    disculpen mi ignorancia (no es broma), me refería más que redactores a (ejem, ejem) periodistas de “tribuna”. en fin, frontmans: conkrite (cronkite?, conkitre?, locktite?), gabilondo, losantos, cristina tárrega.

    hay algún frontman nacional que les merezca algún respeto?

    j

  17. Comentario de popota (15/03/2011 14:09):

    No, Manolo Rico del público, y Rafa Poch en LV. Más de frontmans, Vizcaíno o lapitz me valen más que gabilondo. En el TN de TV3 està Raquel Sans, que también es cachas.
    Pero sí, no está la cosa como para echar cohetes, snif.

  18. Comentario de charlie5 (15/03/2011 14:47):

    Pues yo no estoy muy puesto en temas de medios, pero la directora de TV3, Mònica Terribas y la de los desayunos de TVE, Ana Pastor, a mi me gustan ¿es pecado?

  19. Comentario de parvulesco (15/03/2011 14:58):

    A mí Terribas empezó gustándome mucho en La nit al dia pero cuando ya consagrada las entrevistas a Mas o a Zapatero en el sincrotrón fueron pésimas y muy poco trabajadas, hacía preguntas incómodas en el tono, pero fácilmente sorteables dialécticamente. En cambio Pastor parece y está buena.

    “poch, el de derribos arias?”
    De los orgasmos más intensos y duraderos que he sentido en mi vida han sido las lecturas de “La gran transición. Rusia 1987-2002” y “Actualidad de China”. El tío es un fuera de serie.

  20. Comentario de John Constantine (15/03/2011 15:00):

    Lo que está quedando muy clarinete , y mas con lo de Japón, es de la imposibilidad de informarse eficientemente a través de los medios tradicionales que tanto añora Gabilondo. Lo que a él más le jode es que ahora puede saberse en dos minutos si un medio te la está metiendo o no, y en sus tiempos eso podía tardar hasta meses si es que se terminaba sabiendo.

  21. Comentario de charlie5 (15/03/2011 15:45):

    No conocía a Rafael Folch. He estado leyendo alguna cosilla de China y me ha parecido muy bueno, nada convencional.
    Ahora, no sé si Folch tiene el perfil de periodista tocahuevos o es más bien un narrador.

  22. Comentario de Karraspito for President (15/03/2011 16:07):

    Parvulesco, Pastor está mega-re-buena. Por matizar…

    Constantine, gracias por mencionar a Paxman, que león, joder. He encontrado este vídeo, en el que incluso cuentan las veces que repite cada pregunta. No se corta un pelo en interrumpirlos porque se van por las ramas, incluso llega a decir “como no me está respondiendo a la pregunta, me temo que voy a tener que ser maleducado…”. Impagable.

    http://www.youtube.com/watch?v=sCo7qbzEX3c

  23. Comentario de popota (15/03/2011 17:12):

    No tengo sintonizado el No-Do, ¿algún link a una entrevista de Pastor cachas?

  24. Comentario de de ventre (15/03/2011 17:43):

    veo que por fin podemos empezar ya a hablar de tías sin más ambages. es que no quería ponerme en evidencia.

    j

    pd: la presentadora de antena 3 es una barbaridad.

  25. Comentario de parvulesco (15/03/2011 17:48):

    Justo ahora veía una entrevista suya a Ahmadinejad,
    http://www.lavanguardia.es/comunicacion/20110315/54127441984/ana-pastor-heroina-de-twitter-tras-su-entrevista-a-ahmadineyad.html

    pero me tendré que retractar, porque la tía le asegura a Satán que “en España no existen delitos ideológicos”, justo el día en que el TEDH condena al Supremo por fabricar un delito de opinión contra el preso político Otegi.

    charlie5, Rafael Poch de Feliu, no Folch. Su blog, http://blogs.lavanguardia.es/berlin

  26. Comentario de Manuel de la Fuente (15/03/2011 18:07):

    Yo estoy con j/de ventre: se le agradece el sosiego a Gabilondo, sobre todo teniendo en cuenta que, durante un porrón de años, ha tenido como competencia directa en la radio a gente tan poco sosegada como Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera o Antonio Herrero. Aunque también comparto el cabreo de John Constantine porque, si pensamos en un mundo (en una Ejpaña) no posible sino deseable, pues da muy mala leche pensar en el nivel del periodismo español, plagado de cobardes incluso en sus representantes más respetables. Que vamos, aquí siempre tenemos que conformarnos con muy poco.
    Esto es como si te gusta Buenafuente. El día que ves un programa de David Letterman o Conan O’Brien te entra entre mala leche y tristeza. Porque descubres que Buenafuente, el referente del late-night en España, hace un humor muy blandito, que no incomoda, y unas entrevistas pelotas a más no poder. Todo lo contrario de Letterman u O’Brien, de quienes se confiesa discípulo.
    Y ahora no hay anchormen de referencia en España por eso que estáis comentando precisamente, porque es gente que no ha vivido más que comodidades en su oficio. La nueva generación de periodistas sí se ha fajado en redacciones y ha estado puteada como becarios cobrando una porquería al tiempo que tenían una formación no sólo de un mogollón de másters (mal que le pese a Iñaki), idiomas y experiencia en el extranjero, no como los Gabilondo, Matías Prats y compañía. El ejemplo que ponéis es bien indicativo: Ana Pastor es una tía muy muy preparada y con mucha mili (fue becaria en el “Hoy por hoy” de Gabilondo, precisamente).
    Gracias también por la mención a Paxman y gracias Karraspito por el enlace, es acojonante.

  27. Comentario de charlie5 (15/03/2011 18:41):

    Ok, parvulesco, gracias.

  28. Comentario de John Constantine (15/03/2011 18:42):

    Pues si les interesan estos temas, busquense la entrevista que le hicieron los de Crossfire (CNN) a Jon Stewart -teórico cómico-. El vapuleo dialéctico que les dió fue tal que cerraron el programa.
    http://politicalhumor.about.com/library/bljonstewartcrossfire.htm

    Más o menos el momento épico fue cuando le “acusan” de escojonarse en su programa de los invitados y el les tuvo que recordar que el trabajaba en Comedy Central (canal casi exclusivamente de humor) y que los programas que le precedían y seguían eran de muñegotes haciendo bromas por teléfono… Y , más tarde en su programa, con los tipos intentando hacer polémica, puso ya el clavo en su atatud cuando dijo que si Comedy Central iba ser juzagada como el baremo de los informativos allí es que la cosa estaba muy jodida.

  29. Comentario de popota (15/03/2011 18:48):

    Hombre, meterle el dedo en el ojo a un malo maloso -que además se presta a ser entrevistado por los medios públicos de un estado enemigo, habría que ver al Campechano en la tele venezolana- no impresiona mucho, la verdad.

  30. Comentario de LadyJane (15/03/2011 21:53):

    ¡Gran idea, Popota! Trabajemos duro para que un movimiento ciudadano siente al Campechano en el plató de entrevistas de la tele de Chávez.
    Iba a dejar en mantillas al , de hecho, no habría suficientes, no ya Oscar, sino Pullitzer, para semejante espectáculo periodístico.

  31. Comentario de LadyJane (15/03/2011 21:54):

    En mantillas: me refería a El Discurso del Rey.

  32. Comentario de Greñas (16/03/2011 01:19):

    Estimado Don Manuel de la Fuente:
    Tras años de seguir fielmente LPD y recomandarla entre amigos (ahora ex-amigos), RBBE (gloriosa), Maketo power, Danuto y Martingo (“!Nos manifiestamos en blanco!” quedará en mi corazón)e incluso La Paella Rusa (un castellano de pro como yo, ¡sera leonés!, ¿quien cojones es Alarte?) y siendo este mi primer comentario a mayor ego del autor (ojo, alguna vez he participado en las porras, mi biblioteca esta coja sin Vizcaino Casas), solo puedo decir que lo que usted quiere es quye algun dia Ramon Arangúena le pregunte: “¿Y QUE FUE DE SU AGRIA POLÉMICA CON IÑAKI GABILONDO?”
    He dicho.

  33. Comentario de pio baroja (16/03/2011 11:29):

    Os habeis olvidado de Pascual Serrano, su libro desinformacion es muy bueno, (bueno igual que el de traficantes de informacion, pero como ya esta comentado en esta pagina no digo nada mas).
    Respecto a Gabilondo, es verdad que transmite mucha serenidad, pero en general, cuando yo lo he escuchado me he quedado mas o menos igual que antes, y no recuerdo ninguna entrevista suya en la que haya puesto en un brete a un politico que no le ha respondido a lo que le preguntaba (aunque quizas la explicacion sea que quizas estaba mas el problema en las preguntas que en la respuesta).
    y por ultimo que podemos esperar de la profesion periodistica si encontrar el menor comentario desfavorable a la monarquia es un acontecimiento, y eso que motivos los ha habido. recuerdo cuando salio la noticia de que Felipe de Borbon (o su acompañante) habia tenido un problema en el aeropuerto de Miami, y que era porque volvian de la despedida de soltero, y eso que habian dicho que por el 11-M no hla iban a celebrar, pues nada el tratamiento informativo fue que pena con los problemas que habian tenido.
    en todo caso yo voto por una entrevista chavez el campechano, y como animadora Belen Esteban.

  34. Comentario de Judge Dreed (16/03/2011 12:13):

    Un curilla, el profesor enrollado de El Club de los Poetas Muertos Eso es lo que era Gabilondo.

    ¿Que era templado? Pues sí, y por eso destacaba en medio de alimañas radiofónicas y telepredicadores baratos. Pero si ese es el bagaje para convertirlo en faro del periodismo, apaga y vámonos.
    Compro todo el comentario #20 de John Constantine: lo que le jode ahora es que más o menos te hueles cuando te están tomando el pelo con un simple click y la cosa ya no es como antes, dónde uno impartía su verdad desde la tribuna de oradores y todos se la creían sin rechistar.

    Por cierto, yo también soy seguidor de las crónicas de Poch. Las que escribía desde Moscú cuando era corresponsal de La Vanguardia son acojonantes.

  35. Comentario de Karraspito for President (16/03/2011 13:14):

    Sr. Judge Dreed, si lo ha hecho usted a propósito, entonces me callo, pero por si acaso, me permito recordarle que el nombre del popular personaje de cómic al que usted sin duda alude con su nick es “Judge Dredd”, con dos dés pero una sola e:

    http://www.consoleclassix.com/info_img/Judge_Dredd_GEN_ScreenShot1.jpg

  36. Comentario de Judge Dreed (16/03/2011 16:07):

    Lo sé, lo sé… pero son muchos años así como para cambiar ahora.

  37. Comentario de Manuel de la Fuente (16/03/2011 19:39):

    Greñas:
    Celebro que te animes a comentar y espero que los amigos no se hayan convertido en ex-amigos por las recomendaciones.
    Madre mía, lo que me dices suena a maldición gitana… con Ramón Arangüena nada menos! No te creas, para agrias polémicas casi prefiero a Joaquín Sabina!
    Un saludo.

  38. Comentario de John Constantine (16/03/2011 19:41):

    Pues lo de Dreed queda bastante chulo, la verdad. Recuerda a “Dread” mas que el original.

  39. Comentario de Karraspito for President (16/03/2011 21:05):

    Hombre, Constantine, quizás a un españolito sí, pero un anglosajón pronuncia ambos términos (dread y dredd) exactamente igual, de ahí el juego de palabras que, por cierto, no había captado aún, gracias por el dato…

  40. Comentario de alex (20/03/2011 21:12):

    Es que los libros de Federico sobre periodismo son buenos porque él dice nombres, lugares y fechas. Mojándose, vamos.

  41. Comentario de jsoe (22/03/2011 08:21):

    Tiene usted razón, Don Manuel. Haber estado en una guerra te capacita de verdad para el análisis de cualquier situación, igual para criticar un libro que para pelar una cebolla. Y si además has pasado hambre, entonces ya ni te cuento, el pullicher ese por descontao. No tiene usted más que fijarse en lo altamente cualificado para la lectura crítica objetiva que está don Perez, el trendtopic spanish. Mcuho mejor le hubiese ido a este país si en la segunda legislatura de Aznar hubiese estado don Perez haciendo el “hoy por hoy”, ganas me dan de colgarles un par de artículos de don Perez que bien ilustran hasta que punto una buena guerra es el mejor master que hacerse pueda, pero no creo que haga falta. A veces me cuesta seguir leyéndoles.

  42. Comentario de Manuel de la Fuente (22/03/2011 12:09):

    jsoe:
    No he dicho, sino más bien todo lo contrario. No soy yo quien desprecia, para empezar, estudiar másters, como queda claro en la reseña. Y, por otro lado, lo único que indicaba era la distancia tan abismal entre una tradición periodística de unos profesionales que adquieren prestigio después de patear mucha calle o mucho terreno (sea guerra o sea una corresponsalía, por ejemplo) y otra tradición (la nuestra) en que el prestigio se gana a base de hacer despachos. Así nos va.
    Saludos.

  43. Pingback de Rajoy, sus amigos narcotraficantes, Reservoir Dogs y la prensa en crisis « Apunts sobre l'abisme (04/04/2011 18:36):

    […] de comunicación son empresas, estructuras esencialmente jerárquicas que únicamente se deben a la maximización del beneficio económico; pedirles que cumplan su función democrática de fiscalizar el poder es pedirle peras al olmo. Son […]

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