Dejamos el mes de julio obnubilados por la responsabilidad de ser campeones del Mundo [1]. ¡Cuatro años enteros plenos de esa mezcla entre insultante superioridad y revanchismo guiado por las bajas pasiones tan propios del español! Pero, para insultar a los demás, para explicar a todo el mundo que ser español es lo más mejor que ha habido nunca, hay que ser constantes. ¡No se me duerman en los laureles del Mundial, queda mucho fútbol del que hablar, y aún más referencias futbolísticas al hilo de cualquier otro tema! ¡Aprendan de LPD y su compromiso con los sagrados valores del deporte!
Y así, tras la travesía del desierto de agosto, un mes lleno de absurdos partidos de pretemporada, por fin volvemos a la normalidad: al trabajo, al curso académico, al debate político de campanillas, a la cotidianidad social que sólo España puede proveernos. Afortunadamente, también vuelve la Liga. Una vez más, España tiene ante sí el reto de responder a las expectativas que los pérfidos extranjeros tienen de nuestro país. ¿Seremos capaces de ganar más títulos o, en su defecto, de hacer fichajes aún más espectaculares que en el pasado? Esta es la responsabilidad de Barcelona y Real Madrid, así como de los dieciocho comparsas necesarios para que la Liga dure 38 jornadas.
Comencemos hablando de lo más importante: el Real Madrid. Mourinho ha comenzado su revolución táctico – estética cumpliendo la mitad de lo prometido: el Madrid, que el año pasado llegó a jugar medio bien con Pellegrini, ahora practica un fútbol infame, y más infame que se volverá con el paso de las jornadas. Lo que no sabemos es si cumplirá la otra parte de la ecuación, lo de ganar títulos y eso, que el glamour de Florentino Pérez está muy bien, pero que yo recuerde con el añorado Ramón Calderón el Madrid, muy de cuando en cuando (dos de cada tres años), ganaba la Liga. Al respecto, no sé por qué decantarme. Por un lado, Raúl y Guti ya no están en el Madrid, y Florentino ha moderado algo sus ansias de fichar a las estrellitas vendecamisetas de turno. Por otro, a mí me da que el Barcelona sigue teniendo mejor plantilla y mejor equipo. Y, lo que es más importante, ya le lleva dos puntos de ventaja, dos, todo un mundo, al Madrid.
¿Será capaz Mourinho, con el poco margen de maniobra que le queda, de alcanzar al Barcelona, que va como un cohete a por el título? Pues no sé decirles. Se supone que las Ligas se ganan empatando fuera y ganando en casa, y eso, exactamente, es lo que ha comenzado a hacer el Madrid (y el Zaragoza, ya puestos). También es verdad que con ese ritmo acabas con 76 puntos, más o menos lo que hizo el Valencia el año pasado (71), es decir: a veinte puntos del líder, o más.
Enfrente estará el de siempre, el Barcelona. El enemigo a batir. La siniestra Antiespaña que nos ha dado un Mundial. En su contra juega lo de siempre: que alguna vez dejarán de ganar, digo yo. A su favor, la nueva directiva por fin se ha dado cuenta de que Guardiola es un tipo muy majo, muy listo, muy buen entrenador y con un gusto exquisito para vestir (¿quién ganará el trofeo “entrenador bonito 2011”, ‘Mou’ o Guardiola? ¡Hagan sus apuestas!), pero que no tiene ni idea de fichar. Con Guardiola lo que hay que hacer es traerle los fichajes ya hechos, pasar de sus caprichitos con una sonrisa y darle una plantilla corta para que tenga que completarla con nuevos chavales del filial que Guardiola descubre, pone a jugar y convierte en superestrellas de la Selección Española. Por eso se han desembarazado del Chigrinsky ese con cajas destempladas y pasando de Guardiola, por no hablar de Ibrahimovic, el fichaje estrella en el que se empeñó “el filósofo” el año pasado.
Lo demás es morralla. Y cada año peor. La principal alternativa de la temporada pasada, el único equipo que logró terminar a menos de treinta (30) puntos del líder, el Valencia, ha vendido a sus dos mejores jugadores. El Sevilla y el Villarreal están de capa caída. Queda el Atlético de Madrid, con un buen equipo dirigido con inteligencia por Quique Sánchez Flores. La prensa de Madrid ya está entusiasmada ante la perspectiva de que sea este año el comparsa que quede en tercer lugar.
Fuera de esto, a mí los únicos equipos que me da que pueden ofrecer algo distinto son el Levante, que para algo ascendió desde Segunda División merced a la sabia gestión del interventor judicial, y el Hércules, que en cualquier momento te hace una llamadita y… ¡Tote selección! Nos queda eso y la guerra de las ondas [2], un nuevo Madrid – Barcelona para complementarlo con el de siempre.
No me interpreten mal; no es que a mí no me parezca bien una Liga similar a la holandesa o la escocesa, que como todo el mundo sabe son las mejores del mundo junto con la española. Pero me da que competiciones como la liga inglesa, e incluso la italiana, hoy por hoy son no sólo más emocionantes, sino mejores. Piensen en los pobres japoneses y qataríes que se acercarán a la Liga española pensando que van a asistir a espectaculares partidos de 1 – 0 como los que firmó la selección española en el Mundial [3]. Imagínense a un japonés, con su vuvuzela, su trapito en la cabeza, sus absurdas tradiciones y costumbres, tragándose en su único día de asueto semanal un Hércules – Osasuna seguido por un Almería – Getafe. ¡Renunciar al suicidio no es una opción!
La verdad es que visto lo visto, a la luz de la infame temporada anterior, y la anterior, y las que nos esperan, quizás, sólo quizás, habría que replantearse lo de los derechos televisivos [4]. Porque, por si Ustedes no lo saben, estas son las cifras que se están pagando en España: Real Madrid y Barcelona, 140 millones al año. Valencia y Atlético de Madrid, 45. Villarreal y Sevilla, 25. Todos los demás, entre 18 y 12.
Normal, ¿no? A fin de cuentas, Real Madrid y Barcelona son lo que el público quiere ver, y por los que paga. También son los que más molan y mejor fútbol hacen, y alguien tiene que pagar los fichajes de las estrellitas, ¡tampoco vamos a arreglarlo todo a golpe de recalificación y créditos cautivos de las cajas de ahorro!
¿Qué pasa en otros países? Pues pasa esto: en Inglaterra, el que más cobra, el Manchester United, cobra 59 millones de euros al año. El que menos (el Middlesbrough) 35. En Alemania, el que más (el Bayer de Munich) 28, y el que menos 13. En Francia, el que más (el Olympique de Marsella) 50, el que menos 13.
En otros países la Liga ha creado un fondo de compensación para los equipos modestos, o negocian colectivamente, con el resultado de que las cosas están más equilibradas. El objetivo, fomentar la competitividad y que el campeonato sea más interesante. Que no haya un partidazo cada cinco meses, ocho partidillos y lo demás, paseos militares de los grandes y partidos horribles entre equipos que hace diez años lo habrían pasado mal en Segunda División. Pero ya se sabe, los extranjeros siempre quieren jodernos. ¡Que tenemos al mejor club del mundo y, además, al Barcelona!fldjrfn rbtd [5]website to translate english to spanish [6]