SUIZA

Los rivales de España

Folklore: Hay demasiados países en Europa, eso está claro. ¡Y luego te vienen los catalanes con que quieren hacer más! ¡Pero si apenas damos de sí para contabilizar a las decenas de estructuras político – administrativas independientes y genuinas que ya hay por ahí! ¡Cuánto daño hicieron el Imperio Austro-Húngaro y la URSS!

Suiza es uno de esos países que, como no llaman la atención, uno olvida fácilmente. No participaron en ninguna guerra mundial, ni están en la UE, ni tienen una economía frágil de esas que hace que salgas en la tele para pronosticar que ha llegado el Armaggedón, al estilo húngaro. Los suizos bastante tienen con gestionar su absurdo sistema cantonal (en España estuvimos a punto de tenerlo; ¡qué envidia!), sus estaciones de esquí y el oro que los nazis expoliaron a media Europa.

Pero hay que reconocer que, en su momento, tuvieron su aquél. Los suizos se especializaron en un sistema de combate, allá por la Baja Edad Media, que le dio la puntilla a la caballería medieval. Los suizos montaban estructuras defensivas muy cohesionadas, impenetrables para la carga de los caballeros. Los caballeros, a los que ya les habían tocado la cara en unas cuantas ocasiones los ingleses y su arco largo (la Guerra de los 100 años duró tanto gracias a la profunda incompetencia bélica francesa y su caballería pesada), de repente se encontraron con que un grupo de sucios, mezquinos y ordinarios ciudadanos suizos les plantaban cara utilizando, al modo macedónico, largas picas.

La cosa sonaba bien. Un grupo de ciudadanos unidos en el igualitarismo, cuya eficacia residía en el entrenamiento y en la cohesión grupal (las unidades se formaban con soldados provenientes del mismo valle), cepillándose a la flor y nata de la aristocracia feudal. ¡Qué sueño del nacionalismo multicultural! Pero, por supuesto, una vez los suizos constataron que el sistema les funcionaba bastante bien, y que gracias a él habían logrado su independencia respecto de las potencias europeas, no se quedaron sólo ahí, sino que intentaron lucrarse, como es natural. Y hete aquí la característica consustancial del pueblo suizo: el afán de lucro mercenario y amoral como principio rector de su historia. Durante un siglo se vendieron al mejor postor, hasta que una serie de reveses bélicos a finales del siglo XV, coincidentes con la implantación de la pólvora, dieron al traste con su sistema. A partir de ese momento los suizos se recluyeron detrás de las montañas de su absurdo país, y hasta hoy.

Así juegan: Cabría esperar, de una nación que organizó un ejército en torno a los principios del sacrificio solidario y la cohesión grupal, que se comportase igual en los terrenos de juego. Y, en efecto, así es: Suiza es uno más de los muchos países cuyo fútbol se resume en: sudor, sudor, y más sudor. Aquí la cosa va de brega, de dejarse la piel, de disputar cada balón. Con estas condiciones, Suiza podría aspirar a todo en la Liga española (es decir, a la tercera plaza), y podría hacer un buen papel en el Mundial. Recuerden a EE.UU. en el Mundial 2002. ¡Un poco más y se cuelan en semifinales! ¿Y Corea? ¿Qué me dicen de Corea? ¡Les tocó la lotería de España en cuartos y en semifinales se plantaron, igualando la mejor clasificación de España en toda su historia!

El único problema es que hay muchos equipos como Suiza en el Mundial: apañados (no son Nueva Zelanda) pero sin brillo. Y, tarde o temprano, un equipo serio acaba dando buena cuenta de ellos.

La estrellita: ¿De qué jugador de la selección suiza debemos comprarnos la camiseta? ¿Alguien tiene allí un guante en su pierna izquierda? ¿Realmente podemos referirnos a algún absurdo jugador suizo con el sagrado apelativo de “estrellita”? La plantilla de Suiza es un ejercicio de multiculturalismo, con gente de raigambre alemana, francesa, italiana, y con unos cuantos oriundos medio sumados al gran sueño integracionista de la Confederación Helvética (era eso, o los extraditaban). Un pozo de mediocridad voluntarista que fracasó estrepitosamente en la última Eurocopa, organizada por ellos (y por Austria, que también fracasó, si bien es cierto que, en el caso de Austria, partían con la desventaja de los tres puntos otorgados al hermano mayor alemán).

Sin embargo, no todo es gris en Suiza. Su delantero, Alexander Frei, tiene cierto pedigrí en el fútbol europeo. ¡Si hasta logró salir de Suiza y jugó (y creo que aún juega) en el Borussia Dortmund, nada menos! Por alguna razón, las estrellitas de Suiza están abocadas a acabar en este equipo (hoy Frei, ayer Chapuisat), y como mucho a recalar sus mejores años en la Bundesliga. Nunca han llegado a estar en el punto de mira de Barcelona y/o Real Madrid. Es decir, son estrellitas de medio pelo, que no superarían la prueba del algodón de toda estrellita: que Florentino Pérez se encapriche de tu juego tras ver la repetición de un gol en el telediario y te fiche para su nuevo proyecto de Unidad del españolismo en lo Universal.

Pronóstico: Parece poco probable que Suiza pueda darle un susto a España. Como mucho, podría empatarnos el partido (y el empate nos vale, que con ganar a Honduras ya estaríamos clasificados; la grandeza de la victoria guardensela Ustedes para el maléfico cruce de octavos), pero lo normal es que España, sin jugar a nada, le meta un gol mediado el primer tiempo, Suiza siga defendiendo como desde el primer minuto, el árbitro nos pite un penalty riguroso a favor al principio de la segunda parte, Suiza siga defendiendo con mayor ahínco si cabe, España meta el tercero en el minuto 85 (gol de Sergio Ramos a la salida de un córner, “el mejor del partido” según la prensa española) y el partido se vuelva loco ante la primera llegada de Suiza a la portería española, culminada con el gol de honor (que me sirve para ganar esa parte de la Porra).

A partir de ahí, Suiza tendrá que salir a por todas (a empatar a cero) contra Chile y luego deberá jugarse el todo por el todo contra Honduras, a la espera de que España venza a Chile y la diferencia de goles les beneficie. Pero lo tendrán complicado, puesto que por entonces España lo normal es que esté clasificada y tire el partido a la basura contra los chilenos (“vamos sobrados”, titulará Marca ante la derrota por 2 – 0).оформление ваннойspanish to en

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