Prison Break

Haciendo manitas en las duchas de la prisión

Ponerle “Huida de la prisión” como título a una serie no parece, en principio, una gran idea: si se supone que tenemos que generar tensión en el espectador, ¿para qué contarle el final? Este sencillo axioma, sin embargo, no funciona igual en el género carcelario, en el cual, por las propias características de dicho género, está claro que lo que nos van a contar es cómo ha entrado en la cárcel el protagonista pero, sobre todo, cómo va a salir. Como la llegada de la caballería en las películas del Oeste, como la llegada del hilo musical en una película pornográfica, la entrada en prisión prefigura la salida posterior.

Así que, si sumamos esta especificidad de las películas “de cárcel” con la fascinación por lo que implica la privación de libertad, por el mundo carcelario y el peculiar sistema de jerarquías y alianzas que se crea en su interior, después de todo es posible que no sea una idea tan ridícula titular “Prison Break” a una obra de ficción. Magníficas historias como “Cadena perpetua”, “La gran evasión”, “Encerrado” (con Silvester Stallone: magistral el momento, entre muchos otros, en que el malo –uno de ellos- hiere a Stallone con un pincho, un policía le pide que delate al agresor y Stallone le dice, medio muerto: “vosotros tenéis unas reglas; nosotros, otras”) y “Agárralo como puedas 33 y 1/3”, entre muchas otras, avalan la solidez del género.

Y hay que decir que la primera temporada de Prison Break se aguanta bastante bien: Michael Scofield es un exitoso ingeniero de estructuras que ve cómo su hermano mayor es condenado a muerte por un asesinato que, a pesar de todas las apariencias, él asegura no haber cometido. Así que Scofield, ni corto ni perezoso, comete un atraco con el único objetivo de que le encierren en la misma prisión que a su hermano, para, a partir de allí, urdir un plan de fuga. Tan previsor es Scofield que, en realidad, lleva puestos (literalmente) varios planes de fuga tatuados en el cuerpo (pero no en plan “y entonces voy a la sala de guardia, le pego un puñetazo al guarda y consigo las llaves de la moto”, que esto no es el CNI, sino disimulados en plan “artístico”).

Una vez en prisión, Scofield y su hermano (que se llama Lincoln Burrows, aunque no son hijos de padres diferentes; no me pregunten el porqué, no me acuerdo) buscan aliados en su fuga, o se los encuentran de sopetón, hasta formar un grupo de freaks carcelarios (la locaza sodomita, el negrata que trapichea con drogas, la vieja gloria carcelaria, el psicópata flipao, el mafioso italiano, el joven quinqui aprendiz, el latino simpático,…) bastante aparente. Por si esto fuera poco, Scofield consigue ligarse a la médico de la prisión (que da la casualidad, ya ven Ustedes qué cosas nos depara la vida, de ser también la hija del gobiernador de Illinois, donde transcurre la acción) y se convierte en el ojito derecho del alcalde.

Naturalmente, las cosas tampoco son fáciles, no en vano el hermano de Scofield está en prisión merced a una conspiración que ríase Usted del ácido bórico, en la que están implicadas las más altas esferas de la economía y política de EE.UU. y en cuyo centro se ubica una siniestra organización denominada, en un alarde de imaginación, “La Compañía” (en la línea de la A.B.U.E.L.A. de Mortadelo y Filemón). Pero la inteligencia y capacidad de Scofield, a pesar de los constantes cambios de planes, varapalos y situaciones límite, acaba prevaleciendo, y la primera temporada finaliza con su huida de la prisión.

¿Cómo? ¿Que hay una segunda temporada? ¿De una serie denominada “Prison Break” cuya primera temporada termina, como estaba previsto y resultaba a todas luces evidente, huyendo de la cárcel? ¿Qué es esto, “No sin mi hija 2”? Pues sí, amigos, los designios de la programación televisiva son inescrutables, y, si en España tuvimos “Hostal Royal Manzanares”, en la Fox consideraron una gran idea continuar una serie de cárcel sin cárcel. Así que no sólo hubo una segunda temporada de Prison Break, sino que ésta se dedicó en su conjunto a explicarnos la larga y farragosa huida de cada uno de los presos, perseguidos por la policía, por el FBI y también por siniestros agentes a sueldo de la Compañía, que no sólo amenazan la vida de los presos, sino también la de sus seres queridos (especialmente, a “TJ”, o “JT”, que no me acuerdo, el hijo de Lincoln Burrows, un mocoso llorón verdaderamente insufrible).

La segunda temporada es un auténtico despropósito, basado en constantes ramificaciones de la trama y “sorprendentes” giros de guión (al estilo de 24, pero en cutre) basados fundamentalmente en lo mala que es “La Compañía”, que podria decirse constituye, si me permiten la original, meditada y luminosa metáfora, una auténtica “Prisión” de la que nuestros protagonistas tratan desesperadamente de escapar (¿lo pillan? ¿Lo pillan? ¡Cuidadito con esto, que tiene mucho intríngulis!). Tan mala es la historia que la segunda temporada acaba con los principales protagonistas en Panamá, todos reunidos de improviso para… ¿Lo adivinan? ¡Meterlos otra vez en prisión! Y en una prisión… ¡Panameña!, para así reproducir, casi exactamente, la primera temporada de nuevo, pero “en panameño” (o sea, que hace calor, la prisión es mucho más cutre y los guardias sólo están en el perímetro exterior, vigilando que nadie escape, mientras que los presos pueden ejercer su propia ley en el interior).

Naturalmente, al final (de la tercera temporada, se entiende) los protagonistas logran escapar de nuevo de prisión, viéndose abocados a una cuarta temporada en la que (dado que están en Panamá, son libres, y alguna excusa había que poner para continuar la serie), en lugar de tomar el sol en la playa, Scofield decide “vengarse de La Compañía”, en plan macho alfa de antro nocturno. Los demás personajes, con cuya trayectoria vital se dedican a jugar los guionistas en un afán por eliminar cualquier rastro de verosimilitud, acabarán por acompañarle en una nueva temporada “fuera de prisión” que podría haberse convertido en la confirmación de una exitosa estructura dramática: ora en prisión, ora fuera de prisión.

En las temporadas pares podrían visitar una prisión nueva (por ejemplo, alguna prisión en Rusia, imagínense la de juego que daría eso, o una prisión española, “con piscina, DVD y aire acondicionado”, características que tienen las prisiones en Europa, particularmente para los etarras, según dicen muy dignamente señores de toda la vida, indignados con lo blandito que es el sistema penitenciario, a pesar de que no se hayan acercado en su vida a menos de un kilómetro de los muros de cualquiera de esos palacetes), y en las impares explicar cómo acaban capturándoles y metiéndoles en una nueva prisión. Incomprensiblemente, los malos resultados de audiencia han impedido prolongar tan novedoso sistema narrativo, con lo que la cuarta temporada de Prison Break (sin duda, la peor de todas, que ya es decir) ha sido la última.запросы в яндексерекламное продвижение сайтов цена


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  1. Comentario de Garganta Profunda (13/07/2009 09:34):

    ¡Que lástima de serie “Prison break”!

    La primera temporada es excelente en todos los sentidos (originalidad, realización, argumento, ritmo…) y aunque disiento con usted en lo de la segunda (que podría haber sido un bonito punto y final, con un personaje tan interesante como Mahone, el detective federal adicto a los ansiolíticos), la cosa degenera bastante en la tercera (la carcel panameña parece el “Corazón de las tinieblas” al principio y “El Jardin de Infancia de la señorita Pepis” al final). De la cuarta ni hablamos por mala (yo pasé de verla)

    Lo de siempre. Se intenta estirar el chicle y pasa lo que pasa…

    PD. Cuatro años dando tumbos por ahí y a los hermanísimos sigue sin crecerles el pelo…¿qué tipo de alopecia hereditaria sufren los Barrow/Scofield?

    ¿Por que no ve una serie buena, buena como “The Wire”?

  2. Comentario de Montecristo (13/07/2009 15:41):

    Has olvidado mencionar el subgénero carcelario por excelencia: “cárceles de mujeres”. Películas que, por cierto, siguen siempre el mismo patrón:

    1) Detención injusta.
    2) Llegada a prisión y revista a las presas (en pelotas #1).
    3) Contacto de la protagonista con sus vecinas de celda, todas ellas víctimas de la sociedad machista y opresora que les ha tocado vivir, la cual les obligó a atracar un banco o delito similar.
    4) Duchas (en pelotas #2).
    5) Plan de fuga.
    6) Plan de fuga abortado por funcionario/a de prisiones lascivo (en pelotas #3).
    7) Crisis psicológica muy introspectiva, muy femenina.
    8) Plan de fuga 2, chapucero pero con éxito.

  3. Comentario de rambo (13/07/2009 15:50):

    gracias por decir que encerrado es buena peli, yo nunca me atrevi a reconocerlo en publico.¡que cojones tienes!!!!

  4. Comentario de JEJEJE (13/07/2009 16:06):

    ¿Escribes ahora sobre esta serie debido a que has terminado la cuarta temporada? Menudas tragaderas tienes en tal caso, yo sufrí la cárcel de Panamá como un cáncer de testículo y cuando vi a Scofield cogiendo el coche para ir a matar a los malos (después de hacer gala de no querer matar, ni aún a los malos, durante toda la serie) me dije que por los cojones veía yo un capítulo más.

    A mi me pareció razonable que tuviese una segunda temporada. Una fuga carcelaria no termina con traspasar los muros, después hay que tomar las de villadiego, esquivando a los nobles fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Aunque forzaron un poco las situaciones ya en esa temporada, si le hubiesen dado un final digno la serie hubiese quedado muy decente. Oh hambre de oro, ¿a qué no incitas?

  5. Comentario de JEJEJE (13/07/2009 16:15):

    Para mí la mejor película de fugas es “La fuga de Alcatraz”, del siempre buenecillo de Clint, por más que aquí os guste rebajarle los humos por llevar la contraria. Impagable la escena en que demuestra su virilidad con un mocetón que requiere su amor en las ducha de la prisión (dandole una paliza de muerte, desviados). En versión española cabe mencionar “La fuga de Segovia” en la que un grupo de gudaris escapa heroicamente de las cárceles del estado español. A ver quien tenía cojones de hacer una película así con El Mundo, la AVT y Federico vigilando.

  6. Comentario de Jaime de Andrade (13/07/2009 17:22):

    Me acabas de ahorrar dos temporadas, unas 30 horas de mi vida.

    El formato era algo arriesgado y añadiendo a eso “la compañía” y la conspiración del gobierno de los EE.UU, parecía que el guionista hubiera sido Iker Jiménez.

    Te propongo que hagas la reseña de Los Soprano y El ala Oeste de la Casa Blanca. Aquí no habrá discusión posible.

    Por cierto, que no me acuerdo ¿se acaba tirando Scofield a Tancredi?

  7. Comentario de asertus (13/07/2009 17:39):

    Tampoco hace falta hacerla con gudaris.., basta un par de atracadores, uno marroquí para darle color, que se escapan trepando por la tapia, mientras la benemérita mira, sin disparar, que sólo les pagan para vigilar…, mientras los ex-reclusos toman las de Villadiego…, en España siempre se da mejor el esperpento….

    http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/12/valencia/1247411213.html

    Saludos

  8. Comentario de Rocamadour (14/07/2009 07:43):

    THE WIRE.

    Repito: THE WIRE.

    De nada.

  9. Comentario de de ventre (14/07/2009 10:37):

    el otro día echaron “Papillon” y no estaba nada mal.

    aunque si os soy sincero, mi favorita es “chicken run”

    j

  10. Comentario de JEJEJE (14/07/2009 11:00):

    Hostia se me olvidaba “La leyenda del indomable” con un Paul Newman en estado de gracia. Las de campos de prisioneros (de guerra occidentales, que los otros…) de la Segunda Guerra Mundial yo las pondría en el género bélico, es mucho más fácil empatizar con los protagonistas y así no vale.

  11. Comentario de de ventre (14/07/2009 13:15):

    “la leyenda del indomable” no es exactamente de fugas, no?, es más bien de vida carcelaria.

    tampoco olvidemos “el día de los tramposos” donde kirk douglas se sale.

    y en plan clasicote, “la gran escapada” de renoir.

    j

  12. Comentario de Karraspito for President (14/07/2009 21:38):

    Con permiso de JEJEJE, mi favorita de fugas (aunque de campos de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial) es “La Gran Evasión”, la cantidad de actores que salen y lo bien que lo hacen todos, rediós…

    Y al hilo de lo que comentaba Asertus, me acuerdo de una historieta de Makinavaja en la que para conseguirle un regalo al Maki, Popeye y Mustafá rompían el vidrio de la fundación Miró con un pedrusco, entraban y se llevaban 5 o 6 cuadros que al final acababan en la basura. Nadie los detenía porque el perro tenía el moquillo, la alarma estaba desconectada y el vigilante no portaba armas. Me hizo mucha gracia, hasta que me percaté que estaba basada en una noticia real:

    http://www.elpais.com/articulo/cultura/CASTELLET/_EDUARD_/LITERATURA/MUGA/_JOAN_DE/MIRO/_JOAN/FUNDACIoN_MIRo_/BARCELONA/desconocidos/roban/cuadros/Miro/fundacion/Barcelona/dedicada/artista/elpepicul/19880406elpepicul_5/Tes/

  13. Comentario de H.Flashman (15/07/2009 12:44):

    Y otra francesada que no estaba nada mal era “le Trou”, titulada en españa “la evasión”. Es que la traducción literal era “el agujero” y, bueno,prisiones, cuatro mocetones en una celda, mucho tiempo libre, gente con la mente sucia. Pues eso que quedaba más de hombres y gente de orden llamarla “la evasión”.

  14. Comentario de de ventre (15/07/2009 17:38):

    hhhhhm, tampoco olviden “cadena perpetua”, viva ziguatanejo!

    j

  15. Comentario de moander (16/07/2009 14:06):

    Yo, que aguanté la segunda temporada por inercia y no pude ver maś de 2 capítulos de la 3ª temporada por higiene mental, reconozco que la cuarta temporada(a partir del capítulo 6 o 7 que fue cuando enganché), ya sin ningún tipo de espectativa, me resultó entretenida. Y es que es evidente que lo que nos meten en este último año no es prison break sino una temporada piloto del Equipo-A, que ya tardan en resucitar tras la vuelta del coche fantástico.

  16. Comentario de Camarada Bakunin (17/07/2009 12:42):

    Aparte de varias de las mencionadas, recuerdo con cariño “Brubaker”, historia carcelaria con Robert Redford muy reconmendable.

  17. Comentario de de ventre (20/07/2009 13:49):

    brubaker era fenomenal.

    curiosamente el director es el mismo que el de “la leyenda del indomable”, stuart rosenberg.

    el probe ha quedado en el olvido y eso que yo le recuerdo otra gran peli “the pope of greenwich village” que aquí se llamó “sed de poder” y que está a la altura de las grandes pelis de mafiosos de tres al cuarto. encima daryl hannah enseña el búlgaro

    j

  18. Comentario de Ricard (04/09/2009 09:14):

    “Evasión o Victoria”, con Pelé frente a los Nazis, y un memorable Stallone jugando de portero.

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