Él

Estados Unidos, en su afán por seguir los dictados del cine, ya tiene un presidente negro. En su día se empeñó en tener una catástrofe espectacular y tuvo el 11-S (por cierto, que ha muerto recientemente el pionero de la idea, Nikola Kavaja, serbio, que en 1979 quiso estampar un Boeing 707 en los cuarteles generales del Partido Comunista de Yugoslavia y desistió porque se dio cuenta en pleno vuelo de que no sabía dónde estaban) ahora, tras cientos de miles de jueces negros en la tele, como el de ‘El Príncipe de Bel Air’, y algún que otro presidente en el cine -siempre en contextos muy particulares ya sea por el propio título ‘De incompetente a presidente’ o ‘Idiocracia’, o por la temática, ‘Deep Impact’, el fin del mundo ni más ni menos-, el caso es que de una vez por todas los estadounidenses tienen como presidente a alguien moreno. Países como el nuestro cuyas gentes miran a EE.UU. con condescendencia porque a estas alturas de la vida no se puede ser tan racista como los yanquis, podrían quedar retratados. Presenta un candidato gitano a la presidencia del Gobierno de España, ya verás qué bien le va.

Todavía hay que esperar, eso sí, a que no le maten. Haciendo uso del célebre libro ‘No pienses en un elefante’, parece que la prensa estadounidense ha hecho cuentas y ha calculado los ingresos que le supondrían las tiradas del día posterior al asesinato del presidente, a la vista de los ríos de tinta que ha gastado en darle vueltas a un hipotético magnicidio.

A la espera de que esto suceda, por ahora lo que hay que reconocer es que Obama viene pisando fuerte. De entrada, ha conseguido que la prensa mundial, El País en España por ejemplo, rescate del olvido un estilo periodístico en desuso, el de la Europa de Entreguerras y fascismos, donde inolvidables próceres de la política llegaron al poder gracias a artículos de pseudo información en los que se destacaba su “magnetismo personal”, “enérgico y convincente discurso” y demás formas de adjetivar muy lejanas de lo que tiene que ser un periodismo pretendidamente veraz.

Porque Obama todo lo puede. Ha logrado también que Esperanza Aguirre cambie su opinión sobre él en cuestión de quince días, como percibió la Cadena Ser y su hemeroteca, o que sujetos como Gustavo de Arístegui se laven la cara en público impunemente disfrazándose de persona al decir cosas como que le daba miedo que una mujer como Sarah Palin llegara al poder por haber manifestado que la guerra de Iraq es una “guerra de Dios”. Gustavo de Arístegui, el hombre que paseó el PP por todas las televisiones de España a vender las ‘verdades como puños’ que justificaban la guerra pornográfica que nuestro Gobierno quería alentar y con la que cooperó.

Otro hombre del que su prensa afín también subraya su gran “magnetismo personal” y “enérgico y convincente discurso”, el Comandante Fidel Castro, ha advertido de que será igual de perro que el resto de presidentes del Imperio. No se pueden adelantar acontecimientos, pero para que Fidel no lleve razón, Obama tendrá que jugar todo un papel. Un papelón, porque tiene el Imperio hecho un bardal.

Para empezar, su propio país, que este fin de semana, en elocuente alegoría, ardía por un costado. Obama tendrá que hacer frente a las consecuencias de la eclosión simultánea de unas cuantas decenas de Rumasas. La célebre crisis de las subprimes y los miles desahucios, paro y caída en cadena del entramado financiero del país. No tendrá muchos problemas porque cuenta con el dinero de todos los contribuyentes y el consejo de José Luis Rodríguez Zapatero, quien invitado por el ex ultra capitalista, de los ya extintos desde hace sólo meses de llamar pan al pan y al vino, vino, Sarkozy, ha acudido a la cumbre del G-20 ha explicarle al mundo las ideas del delfín de Mariano Rubio.

Otro que ha acudido a salvarle los muebles al Imperio ha sido Bernat Soria. El tema de la Sanidad en Estados Unidos ha sido un asunto de gran protagonismo en los programas de ambos candidatos. Y lo hubiera sido quince años atrás de no haberle callado la boca Clinton a su mujer en su día, que ya advirtió que el sistema que tenían era muy problemático y su transformación quiso que fuera el eje de su primeradamismo. Lo que se desconoce es de qué sistema sanitario de los diecisiete que hay en España les habló el ministro cuando acudió a dar su famosa conferencia el 17 de octubre. Tal vez del de Madrid, vendido en el Rastro por cuatro pesetas, tal vez del gallego, volviéndolo a comprar por un pastizal después de que fuera parcialmente privatizado.

Pero lo cierto es que no importa cuál eligiera, porque Estados Unidos ya cuenta con el mejor del mundo. De hecho, no hacía falta que Michael Moore en su documental ‘Sicko’ se fuera a Cuba a sacar un hospital para dirigentes del partido y el Ejército, detalle que omitió –a los que va el pueblo que es gobernado por sí mismo en la dictadura del proletariado carecen en muchos casos de lo más elemental, como que tienen las agujas romas, y no es una hipérbole-. Estados Unidos cuenta con un modelo sanitario ejemplar, la red de hospitales de veteranos. Es un sistema que se basa en el principio de equidad con una financiación pública y centralizada cuya relación coste / eficacia  es tan favorable al paciente que perfectamente se podría aplicar a escala estatal –en un cuento de hadas, claro, no con el negocio asistencial como sexta parte de la economía del país-. No difiere mucho de lo que quiso implantar en España Ernst Lluch con la Ley General de Sanidad del 86, un modelo que nunca se ha llegado a desarrollar del todo y al que la ley del PP del 97 ha dejado a merced del negociete, por muchos tocamientos que se quiera hacer Bernat Soria al explicar nuestro sistema como cuando defienden los franquistas la Seguridad Social o taller de reparación de obreros de José Antonio Girón de Velasco como si fuese la panacea de la filantropía.

No obstante, que nos perdonen los estadounidenses si decimos que sus problemas internos nos importan una mierda. La trascendencia de su llegada a la Casa Blanca depende sobre todo de la línea que lleve su política exterior. Teniendo en cuenta que la consigna que ha imperado hasta hoy ha sido la de ir por ahí prendiendo fuegos, de nuevo nos encontramos con otro papelón.

El incendio más reciente, relacionado con la propia campaña electoral por Putin, el de Georgia. Todavía nadie ha aclarado cuánta información tenían los rusos sobre el ataque que desencadenó Georgia contra Osetia del Sur. Pero lo que está claro es que el aliado de EE.UU. era Saakashvili, que atacó él y que el número de víctimas civiles que ocasionó en una mañana no anda lejos del que se imputa al súper villano Karadzic. Por mucho que los georgianos lograran situar su problema con nuevos países de nombre extravagante en todos los informativos occidentales, el resultado a quien ha terminado favoreciendo es a Putin. Si no, la prensa afín no se hubiera apresurado a decir, después, que resulta que en Abjasia y Osetia está el dinero de todas las mafias del mundo. Si quieren, miramos de quién es el que hay en Suiza y las Seychelles.

Además, si se tratase sólo de eso, difícilmente Estados Unidos apoyaría al mayor gobierno de terroristas que hay en el mundo, que es el de Kosovo. Financiado gracias a, entre otras actividades, el robo en España, y temas como el que levantó Carla del Ponte en su obra de corte garzoniano, ‘La Caza, yo y los criminales de guerra’, sobre el tráfico de órganos con prisioneros serbios –con desaparición física de los testigos, según Der Spiegel hace unas semanas-. Pequeños detalles que dan una idea de lo que hay ahí montado con la anuencia del Imperio y sólo tres españoles: Ibarretxe, Carod Rovira y Javier Solana.

Lo gracioso del asunto es que todos estos son problemas menores. Así como es una minucia que Rwanda, aliado de Estados Unidos e Inglaterra, esté armando y financiando a un tío encargado de que vuelva a bajar el precio de los móviles y la Play Station, es decir, invadiendo El Congo. Del mismo modo que provocar una guerra civil en Bolivia es un asunto secundario. Además aburrido ¡se ha miccionado tanto sobre Sudamérica de esta forma! O el muy mediático –con Miguel Bosé muy concienciado- del Tibet, donde por muchas arbitrariedades que hayan podido cometer los chinos, el conflicto a sangre y fuego hunde sus raíces en el día en el que, vaya, los estadounidenses armaron a un cacique local con ínfulas. Y no es una frivolidad situar en segundo plano todas estas disputas que llevan la firma de la Casa Blanca en letras de oro. Es inquietante, porque el problema de verdad al que tendrá que enfrentarse el Amo del Mundo está en Pakistán.

Se vende Irán como amenaza espantosa de nuestro tiempo, pero no lo es. A este país se le está vejando con el tema nuclear como excusa. Todos los países tienen derecho a emplear la energía nuclear con fines civiles. Si se quiere evitar que termine fabricando armas nucleares, se le ayuda y se le supervisa, no se le acosa. Y además, no se venden motos. La imagen de Irán como un conjunto de barbudos muy peligrosos y muy cabreados no es sino un producto de la conciencia de Estados Unidos. Hay que pensar que si te cargas una democracia con su presidente electo incluido para colocar en el poder a un genocida, y el pueblo consigue derribarlo con los cojones necesarios como para secuestrar una embajada, un casus belli, para exigirte que les devuelvas al genocida, al cual tu dispensas una lujosa jubilación, que lo quieren juzgar por, tal y como relató a LPD el enviado de Televisión Española a la Revolución iraní, detalles como llenar camiones de gente, adultos y niños, para volcarlos y ametrallarlos en cantidades industriales, para después apoyar a Iraq quien tuvo la feliz idea de invadirlos en una guerra de ocho años, pues es normal que pienses que pueda que estén cabreados. Sin embargo, así las cosas, no consta que ataquen a nadie estas buenas gentes, los persas.

Otro doble rasero. Porque a Pakistán, que sí que tiene armas nucleares, y también son barbudos, se le apoya y se le mima. No obstante, no debe haber en el mundo ahora mismo un país donde mayoritariamente la población odie más a Estados Unidos que en Pakistán. Un estado con unos desequilibrios internos impresionantes, regiones enteras sin control del Gobierno, y lo más grave de todo, una pirámide de población amplia en su base como pocas. Esto es, un paro a la vuelta de la esquina tremebundo. De que Obama no se comporte como un pirómano en este polvorín por vaya Usted a saber los intereses de qué colega del colegio ahora en no sé qué consejo de administración, dependerá en buena cuenta que las esperanzas creadas en torno a la figura de este presidente salvador del mundo no se queden en lo mismo que se ha escrito sobre él hasta encumbrarle: humo.алюминиевая сковорода блиннаяанализ сайта по поисковым запросам


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  1. Comentario de lluis (18/11/2008 12:42):

    Dudo que Obama vaya a arreglar gran cosa.

    Anuncia el cierre de Guantánamo. Como efecto propagandístico, un 10. Pero, ¿qué harán con sus inquilinos? Apuesto a que no se les va a conceder ningún derecho adicional, ni siquiera el de un juicio con una condena. Lo que no ha dicho es que vayan a poner fin a ese sistema de zulos, cerrar Guantánamo y mantener el resto (que no sabemos donde los tienen), y seguir secuestrando ciudadanos en su país de origen no constituye un alivio demasiado grande.

    También se va a retirar de Iraq. Algo que incluso Bush tenía en mente hacer. Puesto un gobierno adicto (y que no se atreverá ni a ir al lavabo sin permiso del embajador norteamericano) y medio estabilizada la situación, se trata de dejar paso a las compañías que han patrocinado el tinglado para que puedan empezar a recoger sus beneficios.

    A grandes rasgos, continuarán patrocinando las mismas situaciones. El coma-andante o Chávez no tendrán demasiados motivos de celebración, ni en Israel se les nota preocupados por un presunto cambio de política.

    Esos cambios acostumbran a ser más de cosmética que de otra cosa. A fin de cuentas, mucho Kennedy en su día pero no dudó a autorizar lo de Bahía Cochinos, planificado por su antecesor.

  2. Comentario de Público (18/11/2008 13:19):

    Plas plas plas… LPD ha vuelto, señores.

  3. Comentario de Olivia (18/11/2008 16:18):

    “El tema de la Sanidad en Estados Unidos ha sido un asunto de gran protagonismo en los programas de ambos candidatos. Y lo hubiera sido quince años atrás de no haberle callado la boca Clinton a su mujer en su día, que ya advirtió que el sistema que tenían era muy problemático y su transformación quiso que fuera el eje de su primeradamismo.”

    Esa es una visión de la historia de la política sanitaria durante los mandatos de Clinton que igual va bien con el tono general del artículo, pero creo que se ajusta poco a la realidad.

    Por partes: “lo hubiera sido quince años atrás..” ¿¿Lo hubiera sido?? Lo fue. Para mal, porque sólo se recuerda la gran cagada, pero lo fue. La Health Security Act (HSA) fue una de una de las más (o incluso la más) ambiciosas iniciativas de la Administración. Una cosa, en su contexto (¡que no es el nuestro!), revolucionaria. Falló estrepitosamente, sobre las causas de este fracaso se puede discutir durante horas. No pasó en el Congreso, batacazo descomunal y rémora para Clinton durante el resto de sus años en el poder. Este es considerado el fracaso más espectacular de la era Clinton. Una lee el artículo y parece que fue la cosa una anecdotilla a la que no se le dedicaron esfuerzos y sin coste político alguno, con Hillary entregando flores a una viejita en un hospital y Bill diciéndole, anda, quita, ya está, ya te sacaste la foto.

    Lo de “callarle la boca a su mujer” es dudoso también. Le encargó ocuparse de la propuesta y de hecho uno de los errores políticos de aquel momento fue la escasez de debate interno y el aquí vamos a hacer lo que me de a mí la gana. A Ira Magaziner, arquitecto de la propuesta, se le ha calificado muy a menudo de intransigente. Una reforma como la que planteaba la HSA requería un trabajo y un diseño descomunal, el debate y la crítica internos eran necesarios, no podían quedar cabos sueltos. Quedaron y los republicanos (+ lobby de empresarios, se aseguradoreas y toda la tropa) fueron directos a la yugular. Hillary, Ira & co. no tuvieron la boca cerrada ni en broma, más bien se la jugaron de una manera sin precedentes. Yo entiendo que pecaron de soberbia.

    Además, se les echó el tiempo encima. AL comenzar a diseñar el plan el 70% de la gente aprobaba lo que leía al respecto. Esto es 1993. A mediados del 94 el apoyo está al 30%. El paso a la cobertura universal implica redistribución de muchos tipos y cómo no, también de la renta. El principio de los 90 fue una mala época. La clase media temía perder su empleo, y con el empleo, en EEUU se pierde la cobertura sanitaria, pues va unida a éste para la mayoría de la gente. Les moló la idea de la HSA porque se veían debajo del puente. Para mediados del 94 la situación económica ya era mejor. La gente ya tenía su currete y menos miedo a perderlo. Ante la perspectiva de tener que aportar más para que “todo el mundo” (poca ropa) pudiera acceder y sintiendo que ellos ya no corrían el peligro de convertirse en “todo el mundo”, la clase media dijo: que pague Rita. Y este cambio de actitud se reflejó en las encuestas de una manera brutal.

    Después de que la HSA fallase, la Administración salió escaldada con el estilo “reformas a lo bestia” y se pasaron al “incremental approach”, es decir, la base del sistema es la que es, y aquí no hay ni dios que la cambie, ampliemos cobertura y portabilidad de otras maneras. Las iniciativas fueron muchas y las que se aprobaron también bastantes (HIPAA, a medida de la clase media, el programa CHIP para críos, alguna expansión de Medicaid, incentivos fiscales, etc.).

    Yo creo que la dificultad de la refoma sanitaria en EEUU es algo estructural, no es una cuestión de ciclo político y creo que da igual que Obama sea negro, que la prensa se haya hecho fan de este señor (el artículo era sobre todo una crítica a los medios, ¿no?) y que pinten bastos con Pakistan. Para tener más hay que aportar más y eso no acaba de triunfar entre los votantes, como si aquí nos dicen que dejemos de ir al bar o algo así. Las interacciones del sistema sanitario son demasiadas, con el mercado de trabajo, con el sistema fiscal… A mí me muy pone nerviosa cuando la gente dice que algo es una cuestión cultural porque eso suele significar que no se tienen ningunas ganas de analizar algo en serio pero sí muchas ganas de ser panfletario o bien ponerse en plan derrotista-de vuelta de todo (una cosa muy europea), pero vete tú a saber si en este caso no será cierto y no nos quede más que meter la cabeza en el horno y darle la mano vencidos a la Parca.

  4. Comentario de Álvaro (18/11/2008 17:10):

    Me refería a que, tras el fracaso y la campaña que se hizo contra ellos por promover ese cambio, tuvieron que tirar el plan inicial del que ella era abanderada. Lamento que expresarme en español étnico pueda inducir a error.

  5. Comentario de Olivia (18/11/2008 17:37):

    Aaah, era eso… ladrillo evitable pues.

  6. Comentario de Álvaro (18/11/2008 17:49):

    No, no, está bastante bien porque expone impecablemente la necesidad de un marxismoleninismo de acción directa que a sangre y fuego imponga un sistema público que se complente con el privado y no al revés. Como dijo el Padre Vladímir: “para hacer una tortilla hay que romper huevos”.

    Hablando en serio. Obama seguirá la senda de Clinton, que no de Hillary. El moreno quiere introducir reformas y ella tenía en el programa sentar las bases de un sistema universal.

    Supongo que tendrás cantidad de literatura sobre la viabilidad de los sistemas sanitarios universales de financiación pública. La tal vez utopía que barajan los que creen en ellos es que con una Atención Primaria potente y agentes de información no es que resulte insostenible, sino más barato y eficaz que cualquier otro.

    Lo que no se puede negar, en cualquier caso, es que poner el dinero público en manos de empresas que cotizan en bolsa para que den la asistencia sanitaria a la población es, por su propia naturaleza, derrochar, porque la plusvalía sale del dinero aportado por los ciudadanos. Entre otros detalles que ahora no vienen al caso, como recortes y devaluación de la asistencia en múltiples aspectos.

    otra guerra es lo que hace falta

  7. Comentario de Teherán (18/11/2008 19:25):

    Tienes una idea bastante parcial de la revolución iraní, Álvaro. Es cierto que los iraníes (persas, turcos, kurdos, guilakíes, baluches, árabes…) no atacan a nadie desde hace tiempo; es cierto que el resentimiento entre ellos está motivado históricamente por el repetido sabotaje del proyecto nacional modernista iraní (repartición traicionera del país entre Inglaterra y Rusia en 1909 tras la revolución constitucionalista, derrocamiento de Reza Shah, golpe de estado contra Mosaddeq, apoyo de EE.UU. a la represión salvaje del partido comunista Tudé).

    Pero carece de sentido calificar de genocida a Mohammad-Reza Shah y defender al tiempo al régimen actual, que mata igual o más, como producto de la voluntad popular. Pero claro, tiene más negocios con Irán la UE que EE.UU., y por eso en Europa apenas se habla de la represión. Pásate por Irán. Pero más de dos semanas, o dificilmente entenderás nada más allá de que es gente muy hospitalaria.

    La guerra comenzada por Irak duró ocho años porque le vino al pelo al nuevo régimen para imponerse en el interior. Al segundo año, Irán ya había recuperado su territorio y se lanzó a tierras iraquíes.

    Pero no te preocupes: es mucho más posible de lo que da a entender la prensa que EE.UU. y la República Islámica hagan unas paces poco publicitadas, y las clases activas no-fundamentalistas del país, que ya huyen por decenas de miles al año de un país rico como es Irán (su país), puedan ser de nuevo machacadas con bríos renovados y total impunidad.

    Con Irán como con cualquier otro país habría que encontrar una vía distinta a apoyar las masacres yanquis o pasar por alto la brutalidad de sus enemigos.

  8. Comentario de Álvarez (18/11/2008 19:34):

    No defiendo su régimen. A finales de los ochenta fue igual de salvaje que el Sha y su policía secreta. Mi línea es que de aquellos polvos vinieron estos lodos. Así como que la actuación actual con respecto a la energía nuclear es impresentable, aunque habrá que ver lo que tú comentas. Por lo demás, espero visitar el país antes de verano.

  9. Comentario de Teherán (18/11/2008 21:35):

    En la cuestión nuclear, yo temo más por los propios iraníes. No creo que las presiones de los estados occidentales al programa nuclear iraní tengan justificación legal ni respeten un mínimo principio de equidad, aunque si vieras a las autoridades gritando consignas de muerte todas las semanas y refiriéndose sistemáticamente a Occidente como “el Enemigo”, tal vez te parecieran justificados algunos resquemores. ¿Son consignas puramente retóricas? Tal vez, sobre todo en ausencia de medios materiales. Aunque yo no creo que la República Islámica utilizase armamento atómico contra Israel. No creo que lo hiciese primero, en todo caso.

    En cualquier caso, de lo que no veo hablar a nadie, tampoco aquí en Irán, y a mí me preocupa aunque no soy especialista, es la poca fiabilidad de las medidas de seguridad en general en Irán. El mantenimiento es muy deficiente, la corrupción generalizada, la transparencia nula, la posibilidad de crítica extremadamente limitada, la explotación ideológica-mafiosa de cualquier proyecto estatal abrumadora…

    Irán es un país mayormente árido. Son pocas las regiones bien aprovechables para la agricultura y la vida humana en general. Esas zonas donde hay agua y donde pueden por tanto construirse instalaciones nucleares están además situadas en forma de anillo en torno a la desértica meseta central. Temo que en caso de accidente y contaminación en una de ellas, las pérdidas y la alteración del espacio vital serían muy graves. Por si fuera poco, Irán es un país de gran actividad sísmica.

    Creo que en las condiciones políticas imperantes en Irán es muy difícil prevenir accidentes debidos a una mala organización. La prensa tiene prohibido fiscalizar la cuestión. Ves en ella (en la prensa que todavía no ha cerrado este gobierno) críticas a otras cosas, pero a la gestión del proyecto nuclear, nada; sería motivo de cierre fulminante del periódico o revista. Para el gobierno, el proyecto nuclear es fundamentalmente un instrumento propagandístico: puesto que los malos (Occidente) quieren impedirnos realizar el proyecto, el proyecto es bueno, y quienes lo critiquen en Irán son unos miserables agentes de los malos.

    También me preocupa que, aunque estuvieran plenamente minimizados los riesgos ambientales y de seguridad técnica, el modo en que este gobierno conduce el asunto genera un riesgo de guerra que a Irán no le interesa, y en todo caso facilita el cierre del espacio político y la persecución de disidentes. Y ser disidente aquí es muy sencillo aunque seas musulmán, porque la ideología oficial se mete en todos los aspectos de la vida diaria.

    Yo critico la política iraní y no la occidental porque es Irán el país que amo y que conozco mejor. Si veo la amenaza israelí-estadounidense como un factor con el que hay que contar y neutralizar, y no como una política correcta o errónea, es porque me identifico con Irán, y no con EE.UU.

    Y sí, de aquellos polvos vienen estos lodos, como siempre. Pero como siempre también, es con estos lodos con lo que hay que lidiar, y si se puede, con los lodos por venir.

    Mándame un correo y aunque no creo que siga en Teherán en primavera, sí te puedo presentar gente, si te interesa. Es lo menos que puedo hacer después de lo que me has hecho reír en estos años pasados aquí. ;-)

  10. Comentario de Jaime de Andrade (19/11/2008 05:02):

    Leo que el negro ha nombrado a un hermano para que dirija la justicia en el país.

    Ya sólo falta que nombre a Michael Jackson como Secretario de Estado y ponga a los Panteras Negras al mando de los Marines.

    No hay que descartar a un romaní como presidente en España. El caló pasaría a estudiarse en Cataluña como lengua vernácula y desaparecería educación para la ciudadanía por clases de cómo cortar la leña y encender la lumbre para que cuando el hombre de la casa se levante a las 11 de la mañana tenga el chavolo calentito. Aumentaría la actividad laboral femenina y se acabarían el atasco crónico de los juzgados españoles poniendo en cada barrio de cada ciudad de España a un patriarca que impartiese justicia y resolviese los pleitos con un sombrero en la cabeza, un palillo en los dientes, una cachava en la mano y un vaso de vino en la otra que un hombre con una toga, 5 años de universidad más otros tantos de oposición no es capaz de resolver en horario de oficina. Además no haría falta informatizar los juzgados. Por no hablar que sería obligatoria la virginidad en las mujeres para llegar al matrimonio puras (los hombres pueden ir aprendiendo con putas de ese país donde salen los vendedores de pañuelos de los semáforos). También seguro que desaparecería el problema vasco, ya que todos sabemos que los de la boina que ponen bombas vienen del mismo grupo étnico que los gitanos, de la zona de las Indias y que fue Colón en uno de sus viajes quien se los trajo para que repoblaran el País Vasco, que por aquella época se había quedado vacío porque en la Extremadura Castellana los reyes católicos habían prometido que los nuevos pobladores tendrían un cupo fiscal, y como son todos familia, no pueden entrar en disputas cuando se ostenta el poder.

    Pensadlo, ya hemos tenido suficientes presidentes payos, aunque ahora Aznar se empeñe en dejarse el pelo como un gitano. Podríamos probar con uno. Y si nos sale malo, pues que el Borbón lo destierre.

  11. Comentario de Alemania (21/11/2008 12:49):

    Lo del gitano está muy bien y tiene mucha razón, pero también habría que ver qué tal quedaba el gitano si enfrente le pusieran a un insigne representante de la generación anterior. A Fraga, por ejemplo. O a Carrillo.

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