El Gran Colisionador de Hadrones
Hace más o menos un siglo, los científicos ya no sabían qué inventar. El mundo de la física, que se había movido durante milenios en el confortable contexto de “a ver quién la suelta más gorda” o, peor aún, de la combinación entre física y teología, había logrado llegar, merced a Einstein y su teoría de la relatividad, a una conclusión aparentemente satisfactoria. Pero un ingente número de científicos alemanes necesitaban conseguir, aunque fuera para décadas después, un visado para huir de los nazis hacia Inglaterra o EE.UU., así que decidieron sacarse de la manga el horripilante mundo de la mecánica cuántica, que sustituiría para siempre el confortable mundo anterior de “Si A, entonces B” por un sistema probabilístico plagado de gatos muertos en cajas y de “las cifras demuestran que el pueblo está con nosotros”.
La indeterminación aplicada a lo muy pequeño configuró el caldo de cultivo ideal para desarrollar el que supongo será, a juzgar por lo mucho que dan el coñazo en todo libro de divulgación que se precie, el campo más fructífero de la física moderna: el de las partículas subatómicas que interactúan continuamente entre sí con enorme promiscuidad. Campo pródigo en avances casi nunca demostrados del todo (recuerden: probabilística) y, sobre todo, en inventarse nombrecitos a cual más cómico para denominar cada uno de los descubrimientos susceptibles de subvención “para descubrir el origen del Universo”: priones, gluones, bosones, levedesaceleracionones, … la lista es larga, y cada vez lo es más.
Bien, como imagino que nadie que sepa algo de física habrá sido capaz de aguantar los dos anteriores párrafos, me siento más libre si cabe para tratar de explicarles al resto de Ustedes para qué cosa, que no sea utilizar tuneladoras en obras públicas, sirve un gigantesco circuito subterráneo de 27 km de longitud. Este circuito acoge el acelerador de partículas más grande del mundo, el denominado, como si la vida fuera un cómic y los científicos llevaran mallas de colorines, “Gran Colisionador de Hadrones”, cuya función será acelerar y acelerar partículas de toda clase y condición para que, como si fueran un honrado ciudadano de Oriente Medio tras disparar quinientas veces en un minuto su Kalashnikov, se pongan “a tope” y comiencen a hacer cosas raras, invocar al profeta, colisionar entre ellas, explotar, … Lo típico con las partículas, vaya. El objetivo es demostrar la existencia del ya mítico (son muchas notas de prensa reproducidas una y otra vez en los medios) “Bosón de Higgs”, la partícula subatómica primordial, la “superpartícula”, el nuevo Grial.
¿Por qué es tan importante el Bosón de Higgs? Teóricamente, porque se trataría de la partícula que permitiría cohesionar al resto de partículas fundamentales en un conjunto coherente, asociándolas entre sí y proporcionándoles masa. Sin el jodío Bosón, se supone que nada de todo esto funcionaría y la vida –y aún peor: España- jamás habría existido.
Imagínense una discoteca llena de maromos deseando, tal vez, quizás, mojar por una vez en su vida. De repente aparece la Jennifer, recién llegada del quirófano, donde se ha hecho una nueva tanda de implantes. Se ha teñido el pelo de rubio otra vez y va particularmente descocada. Encima, la Jennifer va por ahí revoloteando de grupo en grupo, calentando a todos los maromos de la disco, ya de por sí calientes, con las herramientas que todos Ustedes pueden imaginarse que posee la Jennifer. Esto genera un estado de gran excitación, y gran estupidez, en dichos maromos, que comienzan a comportarse de manera errática y, efectivamente, muy acelerada. Que si me pongo a hacer flexiones en mitad de la disco, que si compongo un reaggetón para la Jeni, que si intento quitarme de encima a un rival por un procedimiento propiamente físico (a hostia limpia) y un largo etc.
Lamentablemente, la Jennifer no sería un buen Bosón de Higgs, porque tarde o temprano la situación de todos estos individuos calientes estallaría, y no para bien. Desgraciadamente para el mundo, la Jennifer no puede estar en todas partes ni satisfacer a todos, aunque a veces así lo parezca, y esto genera una gran frustración en la gente, que, psicológicamente compleja como es, tiende a expurgarla a hostias. Y así ni se monta un Universo en condiciones, ni ná. Por lo tanto, para que lo entendamos, y para sacar a colación un ejemplo original, en absoluto manido y de importancia equivalente al Universo, trataré de ilustrar el meollo del asunto comparando el Universo con España.
España, como el Universo, es muy, muy grande. Está toda ella llena de partículas, que son, además, partículas españolas. Pero estas partículas, en tanto españolas, no están muy bien avenidas, acaban siempre chocando y hostiándose por cualquier fruslería, como por ejemplo la Jennifer. Cada cual va a la suya e intenta aprovechar los descuidos ajenos en su propio beneficio. Además, a poco que te descuides algunas partículas te salen con que son, en realidad, antipartículas (es decir, partículas antiespañolas) y que ellas van a otro rollo, que no tienen nada que ver con España y bla, bla, bla.
En resumen, las constantes tensiones territoriales de nuestro país, unidas al natural egoísta y chulesco del individuo español, habrían dado al traste con España hace mucho tiempo, de tal forma que ésta nunca habría llegado a existir, o se habría desvanecido de inmediato, como de hecho ha estado a punto de ocurrir en un sinfín de ocasiones, para horror de todo lo que es bueno y decente. Sin embargo, apareció un hombre fundamental, un individuo tocado por la grandeza que, con su saber hacer, su campechanía y su don de gentes, ha sabido administrar todos estos años tantas dificultades como arrostra un país, uniforme en su complejidad diversa y multicultural, con las características del nuestro.
Me refiero, claro está, a SM Juan Carlos I, el Bobón de Higgs (aunque algunos prefieren denominarlo “Caudillo de Higgs”), que durante más de treinta años, ahora y siempre, ha atraído para sí a las fuerzas vivas de España, las ha integrado y les ha enseñado a sumar en lugar de matarse a hostias, como siempre hacían. Miren cómo a todo el mundo le cae bien SM -pues nadie le critica ni cuenta aspectos incómodos de su trayectoria- cómo todos tratan de acercarse a él, siempre revoloteando en plan pelotillero. Tan atractivo resulta el Bobón que la única manera de que lo alejen de uno es entrar en la cárcel, como Mario Conde, Javier de la Rosa, Manuel Prado, … Está claro, Juan Carlos I es el individuo primordial, la Argamasa de España. Sin el Bobón España nunca podría existir y, lo que es peor, no habría ganado ninguna Eurocopa. A ver si nos enteramos, coño.
Si quieren que les diga la verdad, y desde el más absoluto desconocimiento (sobradamente acreditado a estas alturas), a mí todo el rollo este de los bosones y las partículas fundamentales me huele a chamusquina, por contrario al sentido común. ¿Qué es eso de las leyes de la probabilidad y de que la respuesta sea “tal vez”? ¿No estaremos creando entre todos un nuevo bluff, como el “éter” del siglo XIX –que, supuestamente, lo explicaba todo, y luego se acabó demostrando que no existía-? ¿No deberían gastarse todas las subvenciones públicas que ahora se otorgan pródigamente a los depositarios de la ciencia dura para cuadrar los porcentajes de “mira cómo gasta España en I+D” en algo más útil, por ejemplo en mí?
Y luego está, claro, el terrible peligro de que accidentalmente, como en las mejores películas de serie B, el atrevimiento científico llegue al habitual extremo de destruir la Tierra. El procedimiento, indudablemente imaginativo, se basa en generar un agujero negro que engullera todo el planeta y quién sabe qué más, como ya han avisado no uno, ni dos, sino hasta ¡tres! científicos desconocidos y con ansia de notoriedad. Ándense con cuidado, no vaya a ser que por la gracia del jodido Bobón un agujero negro engulla su piso y se enfrente Usted al pago de una hipoteca de 50 años más una segunda hipoteca del nuevo piso que indefectiblemente tendría que adquirir. ¡Científicos, dejad de jugar a ser dioses, dejad de crear agujeros negros, de practicar abortos y de impartir Educación para la Ciudadanía!
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Comentario de emigrante (11/09/2008 12:42):
Yo creía que la fuerza que mantiene cohexionado el Universo Español no es el Borbón de Higgs sino la Liga de Fútbol Profesional que nos proporciona dos partidos del siglo al año (toma paradoja cuántica). Sin estas manifestaciones de energía el Universo sería tan oscuro y frío como algunos predicen que será al final de los tiempos.
Y ahora en serio, si hay algún físico en la sala que me corriga porque yo lo he entendido así: Según la teoría de la relatividad de Einstein, la masa se puede convertir en energía y viceversa. A veces se forman en el vacío pares de partícula/antipartícula que se desintegran instantáneamente. Si uno de esos pares se forma en la frontera de sucesos de un agujero negro puede que una de las partículas quede atrapada en él mientras que la compañera logra escapar. A esto se le llama radiación de Hawking y ya ha sido observada. Como consecuencia de la radiación de Hawking el agujero irá perdiendo masa hasta desaparecer. Copio y pego de la Wikipedia: “Según esta teoría, un agujero negro va perdiendo masa, a un ritmo inversamente proporcional a ésta, debido a un efecto cuántico. Es decir, un agujero negro poco masivo, desaparecerá más rápidamente que uno más masivo. Concretamente, un agujero negro de dimensiones subatómicas, desaparecería casi instantáneamente.”
Precisamente esto es lo que tratan de ver en el LHC: la radiación emitida por los agujeros negros microscópicos conseguidos al desintegrarse. También dicen que la probabilidad de que uno de estos microagujeros no se desintegre y se trague el planeta es tan remota como que te toque diez veces seguidas la primitiva (o eran cien?).
Comentario de qylicos (11/09/2008 15:19):
Pues a mí, si me va a engullir el piso un agujero negro que me avisen, que dejo de pagar la puta hipoteca desde ya y dedico mi exiguo sueldo a otros menesteres que me proporcionen más placer y menos cabreo cada mes y también menos llanto y rechinar de dientes cada revisión semestral, que lo que me está engullendo ahora mismo es el Euribor, que como no pare de crecer va a quedar número uno del draft.
Comentario de Kachenko (11/09/2008 17:22):
Llevo dos meses leyendo en Menéame las siglas “LHC”. Al principio creí que hablaban sobre La Hora Chanante, cuando descubrí que era un túnel de metro para que chocaran partículas, dejé de leer la página.
De nuevo Guillermo López cabalgando por LPD, ya era hora.
Saludos.
Comentario de Conan1976 (11/09/2008 18:53):
He mandado este artículo a meneame y, aparte de que casi me cierran la cuenta, me han explicado que LHC significa “La Hostia de Cansino”, en clara alusión a la extensión del artículo en cuestión. Así va el país: la gente no quiere cultura, no la quiere….
Gracias Guillermo porque gracias a tí me he enterado de lo que es el Gran Colisionador de Putones este. Estas vacaciones de navidad me voy a pagar un viajecillo por alli a ver si me choco con la Yenifarlopa y rozo mi glande con su culillo prieto
Comentario de toptnc (12/09/2008 09:13):
Muy señor mío. Veo con desidia como una vez mas algunos no pueden, o no quieren, escapar del estereotipo del español, es decir, hacer gala de su ignorancia y mirarse al ombligo. Solo que usted lo conjuga con especial don de palabra, lo cual, ciertamente lo hace mas “tragadero”.
Si no es capaz de apreciar la importancia del LHC (el mayor experimento científico de la historia de la humanidad), por favor, los que si alcanzamos a atisbar algo de su importancia, le agradeceríamos que utilice otra metáfora para cagarse en la monarquía y en España (cosa que por otro lado me parece perfectamente legítima). Y no es porque me ofenda, no, sino por ahorrarnos el ver como hace gala, que digo gala, ostentación, de su ignorancia. Es un espectáculo que produce bastante vergüenza ajena y resulta mas cansino aun que la sobredosis de noticias sobre el LHC que hemos sufrido todos estos días.
Hágase un favor y la próxima vez documéntese un poco antes de lanzar afirmaciones tan atrevidas como:
“a mí todo el rollo este de los bosones y las partículas fundamentales me huele a chamusquina, por contrario al sentido común. ¿Qué es eso de las leyes de la probabilidad y de que la respuesta sea “tal vez”? ¿No estaremos creando entre todos un nuevo bluff, como el “éter” del siglo XIX –que, supuestamente, lo explicaba todo, y luego se acabó demostrando que no existía-? ¿No deberían gastarse todas las subvenciones públicas que ahora se otorgan pródigamente a los depositarios de la ciencia dura para cuadrar los porcentajes de “mira cómo gasta España en I+D” en algo más útil, por ejemplo en mí?”
Comentario de Guillermo (LPD) (12/09/2008 12:11):
Bueno, yo creo que, por si quedaba alguna duda, el momento en que sale a colación “La Jeni” clarifica definitivamente que no tengo intención de sentar cátedra, y menos en materia de física de partículas, con este artículo.
Un cordial saludo
Guillermo
Comentario de Alfredo MG (12/09/2008 13:08):
Mierda, me tomé la Jeni como una nueva partícula para un artículo que me encargaron en el Science Spectator. Qué consecuencias puede tener esto debido a mi gran reputación en el mundo científico no lo sé.
Comentario de Pluraleitor (12/09/2008 14:15):
Sólo estoy de acuerdo contigo, Guillermo rojo de los cojones, en estar en contra del Borbón. ¿Cuanto te pagan por trabajar para la tercera república? Que asco das. Viva Franco!!
Comentario de paco (12/09/2008 14:27):
Buenas,
Totalmente de acuerdo, la mecanica cuantica ya esta mas caducada q … pero ahi sigue dando tontunadas. El problema es q muchas de las investigaciones son “capitaneadas” por ingenieros, toman una teoria y la aplican. Estos no suelen tener el mas minimo sentido critico para determinados aspectos, debido a la formacion, claro.
Y una teoria nos es mas q una construccion intelectual q nos sirve para interpretar la realidad. Si no tenemos en mente esto podemos empezar a “fabricar” maquinas del tiempo y ordenadores cuanticos.
Los politicos y los ingenieros son las tribus mas intrusivas.
Me alegro de volverte a leer.
Saludos
paco
Comentario de l.g. (12/09/2008 17:09):
Con que Bobón, ¿eh? Acompáñenos, por favor.
Comentario de Alemania (13/09/2008 15:56):
Aqui, lo que queda de un físico, corrupto por las fuerzas del mal, la actividad profesional y el capitalismo, se atreve a contestar algunas cosas.
Emigrante: sí, la mayor parte de lo que dices está bastante bien dicho. En lo que creo que te equivocas es en la supuesta utilidad del LHC en ese asunto en concreto. Empecemos desde el principio.
Leyendo en la prensa, me he enterado de la apuesta barriobajera que se han echado Higgs y Hawking.
Uno dice que es un pobre diablo, que se siente muy cansado y que cansado, caminando, perdió su bosón, pero que no nos preocupemos tanto, que con el LHC ya lo encontrará.
El segundo dice que nanay de la asiática, que cuando uno llega a esas concentraciones de energías en espacios tan pequeños, ya hay de sobra para superar el límite de Schwarzschild y que Senna marque en todos los partidos. Es decir, que toda la energía del choque de partículas se convertirá en un agujero negro que se evaporará siguiendo las predicciones de, adivínenlo, Hawking.
Aunque parezca que hay algo científico en todo esto, la realidad es que uno u otro solo quieren una cosa: que les den el puto Nóbel ya, no sea que la casquen y se queden para siempre sin él.
En mi opinión de experto, a Hawking se le va la olla desde hace rato, ya que de esta nueva posibilidad de los aceleradores de partículas yo no había oído hablar nunca, mientras que hace ya unos cuantos años que se habla de que se están alcanzando las energías predichas para el bosón de Higgs.
Incluso hubo voces en contra de apagar el LEP (lo que había antes en el ya famoso túnel de 27 kilómetros) porque en sus últimos meses se alcanzaron energías a las que cualquier día el bosón aparecía (en este caso el problema era que los mariquillas del Tevatron en FermiLab podrían descubrirlo mientras los europeos estábamos en pañales, poniendo tornillos al nuevo mecano).
El LHC, desde mi entendimiento tiene como primera misión encontrar, O NO, el bosonísimo. Su energía de partida, su “primera” es la que se ha predicho para él. La cuestión no es baladí, porque en el caso de que el maldito no aparezca el modelo usado para escribir los libros de ciencia ficción los últimos treinta años se irá directamente al garete y un montón de tíos a los que el establishment de la física lleva años insultando pasarán a ser los últimos en reír y nos podremos preparar, a los que esto nos importa un carajo, para unos años interesantes.
Después, cuando eso esté aclarado… no sé. Seguro que está lleno de partículas predichas hace un cuarto de siglo que tienen 100 TeV y alguien quiere tachar de un lista. Seguro que el modelo supersimétrico tiene más cosas que mirar. Y, si Hawking tiene suerte, igual hasta ha conseguido llamar la atención de quien importa (que no se si es el presidente de la Federación o Calderón propiamente dicho) y se piensan eso de los agujeros negros. Por si acaso, yo el próximo acelerador lo pondría en la Luna, o en el País Vasco.
Un saludo,
Comentario de hglf (14/09/2008 17:58):
Hola, me he entretenido mucho leyendo el artículo y los comentarios. Gracias.
Pero por otro lado ¡Bárbaros narices largas, demonios blancos!, ¡Hacen cosas tan incomprensibles!…
– Hagamos ciencia ficción ¿ Uds. creen que a la larga, toda esta vaina “servirá” para algo? ¿Hará bajar el precio del petroleo? ¿O tendremos Centrales Atómicas mas eficientes? ¿O quizá bombas de bolsillo (temblemos todos)?
Saludos,
Comentario de parvulesco (16/09/2008 14:19):
La cuántica ya no mola. Repítanlo conmigo.
Digo que si encuentran el jodido Borbón de mierda pululando por ahí (perdón, ups, bosón) me voy a celebrarlo, pero es que si no lo encuentran me voy directo a Ginebra a pegarme la fiesta más grande jamás contada.
Comentario de Alemania (16/09/2008 17:22):
hglf:
No, aquí todo lo que uno puede esperar son spin-offs más o menos decentes. Imanes más potentes, materiales nuevos capaces de hacer cosas nunca antes vistas, software para el tratamiento de datos que trata más datos de los que se han tratado por todo el software de tratamiento de datos hasta la fecha, etc…
Como aplicación directa, probablemente las resonancias magnéticas mejorarán. También hablaban de una “nueva era” para internet debido al sistema que han tenido que montar para lo de los datos. Y el otro día me encontré con un artículo que sugería la idea de hacer radioterapia con anti-protones (entre otras ventajas, los piones generados en la desintegración son muy útiles para verificar el tratamiento).
En 100 años igual opino diferente.
Un saludo,
PD: Hay una cosa. En algún lugar leí sobre la posibilidad de bombardear residuos radiactivos con neutrones o protones para transformarlos en materiales de vida media más corta.
Comentario de Una_tia_seria (26/09/2008 19:39):
Francamente, vaya puta mierda de entrada en clave de periodismo buenrrollito/barrio sésamo/yosoylacienciachupiguay, qué buena la metáfora de la yeni, qué estupendas tus comparaciones. ¿No te ha faltado una metáfora de coches? Hombre, qué fallo. Te queda como deberes para la próxima excreción escrita. Estoy con toptnc, ser ignorante y hacer alarde de ello forma parte del genio y figura de los bobetes que lo único que guardan con cariño en sus huecos craneales es la detallada explicación del mecanismo del fuera de juego.
Comentario de Alemania (05/10/2008 20:19):
Hola,
¿Pero este artículo no enlazaba con la breve historia del periodismo del Alfredez?
Son todos unos nenas, por cierto.
Y Pati, tienes tu respuesta, si los bits me han sido propicios.