La democracia ha funcionado, los españoles han hablado: Rodolfo Chikilicuatre, a Eurovisión.
El segundo fin de semana de marzo de 2008 pasará a la historia como una de las expresiones más puras de nuestra joven democracia. No lo decimos por las elecciones generales que, al fin y al cabo, no dejan de ser la constatación de que nuestro país está inmerso en las inercias políticas internacionales, sino por esa rémora de raigambre franquista que obstaculiza gravemente la modernización de España: el Festival de la Canción de Eurovisión. Más de 50 años hemos tenido que esperar para ver cómo se democratizaba por fin una de esas instituciones propagandísticas de la dictadura que confirmaban el tópico desfasado e interesado del “Spain is different”. Ya sólo nos queda democratizar el fútbol, los toros y la copla para que España sea un país tenido por serio de una vez por todas.
El Festival de Eurovisión nació en un contexto muy claro. En primer lugar, en un contexto de vocación de unidad europea. Unos cuantos países pensaron que la música era la solución y que, haciendo un programita conjunto, no se potenciaría la chabacanería folklórica de cada país, sino que se establecerían nexos de unión entre los distintos pueblos del Viejo Continente. Una proto-Alianza de Civilizaciones, para entendernos. En segundo lugar, ante la prehistoria tecnológica del momento (sin internet, sin TDT, sin televisión por cable, a saber cómo lo resistieron), la creación de un programa televisivo conjunto habría de abrir las mentes de cada comunidad y descubrir lo que hacía muy bien ya por entonces la televisión norteamericana: mostrarnos las peculiaridades de nuestros vecinos del otro lado del continente. Y, en tercer lugar, se eligió el formato musical más en boga en aquel momento, la canción ligera, que, al centrarse en canciones de amor, pocas ínfulas revolucionarias llevarían a los espectadores, de tal manera que no habría problema en ver cuán unidos estábamos ya los europeos, dado que todos los países podíamos ser iguales en al menos una cosa: hacer el idiota cantando idioteces.
El franquismo rápidamente vio el filón y se puso manos a la obra. La receta era perfecta. Por un lado, se cogían a cantantes inocuos que cantasen tonadillas sin sentido. Ahí quedan odas como el “La, la, la” o el “Vivo cantando”, que reflejaban a la perfección las mayores preocupaciones de los españoles que llevaban años soportando una dictadura infame. Por otro lado, se institucionalizó una “voz”, porque lo que se trataba era de crear un aparato propagandístico similar al NO-DO. Así, se escogió a José Luis Uribarri, el Matías Prats del festival, que, además, se especializó en el Festival de Eurovisión. Para que luego digan. Los hay que se especializan en detectar a qué factoría embotelladora pertenece una botella de Coca Cola. Los hay que se especializan en abrir nueces con el culo. Y los hay que hacen (¡suspiro!) como José Luis Uribarri.
La máquina publicitaria funcionó a la perfección y, vista en retrospectiva, tenía su lógica. Lo que ya parece más disparatado es que esa máquina se haya mantenido tal cual, sin retocar nada, desde la instauración de nuestra democracia hasta el pasado fin de semana, el segundo fin de semana de marzo de 2008. Porque lo que hemos tenido que sufrir en estos treinta años es un sinsentido de prolongación de un festival carente de cualquier tipo de validez mientras todos los contextos (el político, el cultural y el tecnológico) han ido cambiando a pasos agigantados. En estos años, se ha consolidado la Unión Europea (con nada menos que una unificación de la moneda), han surgido innumerables movimientos musicales y culturales y se han desarrollado las nuevas tecnologías haciendo inútil el mantenimiento de un programa de emisión simultánea como herramienta política. Pues no, señores, ahí ha seguido el Festival, reivindicando, en nuestro caso una españolidad bien clara: la de Remedios Amaya, Paloma San Basilio y Operación Triunfo. Y todo eso, ¿con qué voz? Tachán tachán: con la voz del franquismo, la de José Luis Uribarri, por si quedaba alguna duda al respecto de qué iba el asunto.
Uribarri es como esas figuras del franquismo, que siempre dicen que se retiran, pero que siempre están por ahí, dando su opinión, mandando, y los demás escuchando y asintiendo. Uribarri se ha establecido en su rincón de poder (el Festival de Eurovisión, ahí es nada) y dicta sentencia sobre quién le gusta y quién no. Y a Uribarri le gustó mucho Operación Triunfo. Y toda la España rancia apoyó a ese grupito de jovencillos voluntariosos capitaneados por una ingenua andaluza cuya máxima aspiración en la vida era montarse una tienda de pollos asados. Se elevó al estrellato a un grupo de freaks (en el peor sentido del término) para que Europa se enterara de una vez por todas de cómo se había modernizado España. La canción del grupito (“Europe’s living a celebration”) no triunfó en el Festival, pero sí que se encargaron de que se escuchara mucho los medios de comunicación patrios, siempre tan preocupados por nuestras señas de identidad.
Todo ese tinglado se desmontó este pasado fin de semana, el glorioso segundo fin de semana de marzo de 2008. Es lo que tiene la democracia: cuando dejas votar a la gente, la gente se expresa. Y los españoles por fin nos hemos liberado de los grilletes de la disciplina franquista, y hemos entonado con alegría el nuevo himno de la libertad. ¿El resultado? Que irá al Festival Rodolfo Chikilicuatre, un personaje encarnado por el actor David Fernández, el humorista que aparece en el programa de televisión Buenafuente, emitido por la Sexta. Un canal que sale realmente triunfador este fin de semana, en que ha hecho doblete ganando sus dos candidatos, Rodolfo Chikilicuatre y José Luis Rodríguez Zapatero. La grandeza de este triunfo es que, por fin, los españoles hemos podido expresar lo que opinamos de Eurovisión: que es un pitorreo y que merece la burla más abierta. Por eso ha triunfado un personaje paródico, que se mofa de eso cantando una canción con una coreografía disparatada.
Los medios de comunicación se han llevado las manos a la cabeza. Así, mientras el sábado fue la jornada de reflexión de las elecciones generales, el domingo fue la jornada de digestión de las votaciones de Eurovisión. Algunos digirieron esto tan mal como la victoria de Zapatero en 2004. Ni que hubiera salido un presentador de televisión a decir que nos iba a representar en Eurovisión Al-Qaeda. Pues que quede claro: Rodolfo Chikilicuatre, por mucho que digan los medios, no es un friki. Es un personaje. Es una parodia. Pero no es un friki. Frikis eran los de Operación Triunfo, porque ésa es la condición sine qua non del frikismo: tomarse en serio a sí mismo. Pero aquí estamos ante el caso contrario. Y por eso le ha votado todo el mundo, a través de internet, usando por fin las nuevas tecnologías para arremeter contra un festival desfasado y que de glamouroso no tiene nada. Por mucho que se empeñen los medios de comunicación. Por mucho que se empeñe Uribarri.
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Comentario de Gabriel (10/03/2008 15:32):
Más sobre el tema:
http://garciamado.blogspot.com/2008/03/habl-el-pueblo.html
http://www.libertaddigital.com/bitacora/piomoa/comentarios.php?id=3008
Comentario de emigrante (10/03/2008 16:05):
No creo que a estas alturas del siglo XXI que alguien que todavía se tome en serio lo de Eurovisión (aparte de Uribarri, claro), así, por lo menos nos reímos un rato. A fin y al cabo, todo el mundo sabe que este año le toca ganar a Kosovo.
Comentario de Qué país.... (10/03/2008 16:27):
Hombre, tomárselo en serio no sé, pero muchos grupos que han pasado por ahí (en otros países también) han subsistido posteriormente como artistas en solitario o en grupo. No veo al Rodolfo haciendo más de un disco (si llega).
Y, por cierto, el chavalote éste contribuye a que en Europa sigan pensando que los Españoles somos unos fiesteros y juerguistas, pero que de tomarse en serio algo, rien de rien.
Al menos Bisbal, Nightwish o Lordi tienen su público y sus conciertos a nivel internacional.
Comentario de eco_hera (10/03/2008 18:38):
Es mejor ser fiestero y juerguista que un hortera redomado. Digo yo, vamos.
Comentario de raul (10/03/2008 20:20):
no sé si daba más miedo mandar a uno de los concursantes que iban en serio que a Rodolfo.
es la primera vez que voto por móvil, pero era necesario decir que estábamos hartos de este espectáculo hortera.
además, ya hay más países que han entrado en esta tónica de reírse de este engendro, así que volvemos a estar en la vanguardia como país; y yo sí pienso que eso contribuye a dar una imagen buena de España, que vota realmente siendo consciente de que esto de Eurovisión es de otra época y nosotros no lo somos.
Comentario de Eylo (10/03/2008 20:52):
Sí, sí, pero con la bobada TVE se ha asegurado la audiencia del próximo programa, incluso de los que nunca les ha interesado el festival, como ocurrió con Rosa.
Comentario de Mandarín (10/03/2008 22:33):
¿Es que la gente no entiende lo que es una broma? Si a la gente le parece que el concurso de Eurovisión es ridículo y despreciable (yo me incluyo), lo normal es que quiera enviar a un bromista como el Chikilicuatre con una canción absurda e igualmente ridícula…
Comentario de VAMP-HATEEMO (10/03/2008 22:40):
Buenísimo, si me permites le meto un meneillo
http://www.lapaginadefinitiva.com/dbactualidad/actualidades/117/trackback/
Comentario de Regularizado (10/03/2008 22:46):
Por no mencionar que Chikilicuatre al menos nos va a representar con una canción cantanda en castellano, y no con una en inglés…
Comentario de AnonymousCoward (11/03/2008 10:15):
Me he cagado de gusto al leer la confirmación sesuda de algo que ya intuíamos: las elecciones de Eurovisión fueron muchísimo más trascendentes que las de 9-M
Comentario de Murdoch (11/03/2008 10:22):
Portugal decidió hace años no ir, asumían que cantar en portugués, como en checolsovaco, no da para ganar consursos de eurovisión, y tras unos años haciendo el rídículo decidieron no ir nunca mas. Vamos, como debería hacer Rajoy.
Comentario de fer_plus (11/03/2008 10:41):
Magnífico artículo, lúcido, de gran profundidad. Me sorprendí el otro día, al ver en la tele la primera entrevista a Chikilicuatre, que en todo momento interpreta su papel disciplinadamente dándole verdadera humanidad.
Por Dios, que grande cuando le enfoquen, sentado junto con su equipo, hinchándose a cubatas y esperando impaciente las nominaciones, camelándose a las jamelgas noruegas sentadas en la mesa de al lado o algo por el estilo; cuando toda Europa escuche las palabras de ese personaje más real que cualquiera de los frikis de laboratorio que hayamos producido contando una disparatada historia sobre como se le ocurrió la canción. Este año sí me tragaré enterita la gala.
Comentario de Pseudónimo (11/03/2008 11:31):
Cito:
“Por un lado, se cogían a cantantes inocuos que cantasen tonadillas sin sentido. Ahí quedan odas como el “La, la, la”.
Joder, mira que tenías años y años de mierda, pero precisamente esa no. El La, la, la tenía que ir a cantar Serrat, pero se negó a cantar en castellano (según la versión oficial) y terminó yendo Massiel.
Es posible (desconozco este dato, la verdad) que sea el único caso de controversia política de todo Eurovisión.
saludos,
Comentario de de ventre (11/03/2008 13:37):
yo me tragué la gala (hasta la una de la noche, que creo que acababa a las 3) y me lo pasé pipa por diversas razones:
– el tono jocoso de toda la velada. rafaella carra estaba totalmente descojonada con cada uno de los freaks que aparecieron.
– los involuntarios freaks susodichos que perpetraron alguna actuación tremebunda: coral y su opera de baratillo, tres jennis extrarradiales orgullosas de sí mismas y un grupo a lo upadance con un inglés apocalíptico.
– los freaks voluntarios: no sólo rodolfo, sino una canción llamada “piensa gay”. petardez sin demasiados aspavientos. el jurado también se desmelenó bastante.
– alguna actuación decentita.
– muchachada nui y unos tal “the chanclettes” que hicieron un par de parodias apañás.
vaya, que para ser sábado por la noche y tener que ver la tele, no pase un mal rato.
j
Comentario de Manolo (11/03/2008 13:41):
Pseudónimo, pero todo eso que dices no quita para que la canción sea una idiotez, típica de Eurovisión. Porque fue una canción compuesta por el Dúo Dinámico expresamente para el festival. Luego se eligió a Serrat para cantarla. Al poco tiempo el propio Serrat, por el motivo que fuera, se echó atrás. Y bien que hizo, claro.
Comentario de Murdoch (11/03/2008 15:06):
Serrat no cantó el lalala pq no le dió la gana. La canción se grabó en varias lenguas, y Serrat simplemente mareó la perdíz e incluso ofreció cantar otra canción llamada “El titiritero” pq el lalala no le gustaba. Franco no le prohibió cantar en catalán. Franco no le prohibió hablar en catalán. Serrat hablaba en catalán cuando quería y nadie le obligó a irse a México en 1975. Se fué porque quiso. En 1963 la ganadora del festival de la canción del mediterraneo cantó en catalán delante de la plana mayor del franquismo… y ganó. Desde que murió Franco, ¿algún cantante catalán ha representado a España cantando en catalán en algún concurso?.¿De donde se saca Serrat entonces su película? COn la cual ha vivido, y muy bien por cierto, toda su vida. Desmontemos a los frikis del tardo-franquismo. La siguiente, Massiel. Otra que ha vivido de su lucha-anti-fascista, la muy gorda, borracha indecente, toda su vida. Y todos calladitos y aplaudiendo.
Comentario de Manolo (11/03/2008 15:52):
Eso tampoco es cierto. Decir que Serrat ha vivido a cuenta de lo de Eurovisión es negar una amplísima trayectoria, además de negar los problemas que ha tenido en su carrera con sectores catalanistas por el hecho de grabar discos en español. Serrat se ha mantenido siempre expresándose y grabando en ambos idiomas, cuando lo más fácil para él hubiera sido inclinarse a un lado y dejarse de complicaciones. Lo más fácil para él habría sido, por ejemplo, quedarse anclado en la Nova Cançó y ser un cadáver cultural, como Raimon o Lluís Llach. Como él ha declarado en más de una ocasión, nunca ha tenido problemas con el bilingüismo, sino con los monolingüismos.
Y si Serrat no fue a Eurovisión, hizo bien. ¿Que puso como excusa el catalán? Pues perfecto, porque el catalán estuvo represaliado por el franquismo, así que no era ninguna excusa, sino una denuncia fundamentada. Y precisamente lo que comentas de 1963, fue una victoria inesperada la de Salomé y Raimon, que propició que no volviera a dejarse usar el catalán ante el éxito del “Se’n va anar”. Pero tampoco me pintes esto como qué bien estaba el catalán en el franquismo a raíz de una anécdota, porque no es cierto.
A Serrat le provocó más problemas que beneficios su decisión sobre Eurovisión, como vetos en la radio y la televisión. Y él nunca ha hecho después bandera de aquello. Esa crítica es tan absurda como los que dicen que Boadella vive de la anécdota aquella en que escapó de la cárcel por la enfermería, negando su trayectoria posterior.
Comentario de Osoario (11/03/2008 17:46):
Murdoch, ya dirás de dónde te has sacado lo de que Portugal no va a Eurovisión:
http://pt.wikipedia.org/wiki/Festival_Eurovis%C3%A3o_da_Can%C3%A7%C3%A3o#Participa.C3.A7.C3.B5es_portuguesas
Comentario de calamocano (12/03/2008 20:24):
Venció el único que realmente tenía opciones de ganar: Chikilicuatre.
La elección de Chikilicuatre, como representante de España en el festival de Eurovisión supone la confirmación de la española tradición de triunfo del poderoso que sólo compite cuando puede emplear privilegios que le aseguren la victoria.
Únicamente tuve conocimiento de la existencia de un proceso de selección para Eurovisión a través de la insistencia de la Sexta en promocionar a su representante oficial: Chikilicuatre.
Los que querían optar a tan alto honor sólo tenían que cumplir un requisito: colgar en una web oficial un video con su canción. Los habituales seguidores del certamen podían ver los videos y escoger su canción preferida con un simple click.
Este método de elección permitía, por un lado, que con un simple y económico video casero participase todo el que quisiera, además, aparentemente, no había censura previa, es decir, no existía ningún “comité de sabios” que, con carácter previo, “seleccionase” aquellas canciones que considerase más aptas; y por otro lado, como consecuencia de lo anterior, que hubiese una amplísima oferta para que los forofos eligiesen la “pieza” adecuada.
En definitiva, habían instaurado un mercado de competencia casi perfecta. Con una inversión económica ínfima se podía introducir un producto en el mercado, lo que realmente democratizaba el proceso ya que todos tenían, de inicio, las mismas opciones; la diferencia vendría marcada por el talento y el gusto del público. Por otro lado, los “compradores” tenían un amplísimo abanico donde escoger ya que no había ningún control previo que “tutelase” u “orientase” la decisión.
Este mercado se distorsionó al verse sacudido por la Sexta. La cadena privada de televisión presentó su candidato; cumplió con los requisitos formales: colgar el video con la canción. Ése fue el único momento en que los demás candidatos y Chikilicuatre estuvieron en igualdad de condiciones. A partir de ese momento Chikilicuatre fue promocionado no sólo por Buenafuente sino por toda la programación de la cadena, telediarios incluidos.
Formalmente todos tenían las mismas opciones, con posibilidades reales de ganar sólo había uno. Ninguno de sus rivales tuvo publicidad alguna, mucho menos un medio de masas como es una televisión.
Tras la primera criba quedaron 10 finalistas. A la “ceremonia” del sábado acudían Chikilicuatre y 9 más; sus identidades eran poco menos que desconocidas y sus “composiciones” no digamos.
Que ganase Chikilicuatre no era una sorpresa, era lo lógico. No hubo ninguna revolución, como siempre ganó el único que disponía de medios para conseguirlo. La calidad democrática de estas elecciones es la que siempre ha habido en España: gana el que disfruta de privilegios, como con Franco.
La televisión pública se benefició de la publicidad que le proporcionó la Sexta para aumentar su audiencia con seguidores de Buenafuente que de otro modo no hubiesen visto el programa; también se benefició de los ingresos extra por sms enviados por trabajadores de la Sexta y seguidores de Buenafuente, que no debieron ser pocos; y de la futura audiencia del festival de Eurovisión. ¿Superará la audiencia de la Eurovisión de Rosa y los triunfitos?
Buenafuente y la Sexta consiguen, por un muy módico precio, publicitarse a costa de la televisión pública que pagamos todos los españoles vendiendo la “azaña” de ganar de forma “sorprendente” un proceso en el que realmente nunca tuvo rival. También les queda claro la capacidad de sugestión que tienen sobre parte de su audiencia, y de crear un producto y venderlo.
¿“Perdedores”? los más desengañados serían aquellos que pensasen que ganando este proceso tendrían opciones de desarrollar una carrera musical que les permitiese, como intelectuales cualificados, entrar a formar parte de la PAZ para las elecciones generales del 2.012.
Aunque realmente perdidos fueron los casi 2€ que los “españolitos politono papichulo” dilapidaron por sms enviado para promocionar una televisión privada que no tiene problemas económicos: se han gastado una millonada en comprar el fútbol, la fórmula 1 y en contratar a esas misses disfrazadas de periodistas comprometidas que leen las noticias en sus telediarios.
Comentario de fer_plus (13/03/2008 09:17):
Efectivamente, CALAMOCANO, la promoción de Chikilicuatre ha sido desmedida comparada con la de sus competidores, sin embargo, la propia organización de TVE se posicionó en favor de algunos de los candidatos, si no, no sabría cómo explicar que siempre que cargaba la página de myspace apareciese entre las opciones a votar la canción de LA CASA AZUL y que en el vídeo promocional, el que explicaba un poco el mecanismo de las votaciones, dedicasen más tiempo que a ningún otro al videoclip de LA CASA AZUL, también de COLA JET SET. O tal vez es que, como ya los conocía de antes, me fijé más en esos grupos y soy un malpensado.
En fin, que no existen mercados de competencia perfecta, ni siquiera cuando hay miles de oferentes.
Comentario de calamocano (13/03/2008 18:23):
FER_PLUS ni he visto la gala del sábado, ni he ido a la web, ni me interesa lo más mínimo quien va a eurovisión.
Ha sido la sexta la que, a través de los programas que tiene en su parrilla, ha promocionado y explicado el mecanismo.
Lo que me ha llamado la atención es que desde el domingo lo más comentado es la sorpresa de la victoria de chikilicuatre, cuando relamente era el único con posibilidades de ganar.
De todos modos ya indiqué que “APARENTEMENTE (…)no existía ningún “comité de sabios” que, con carácter previo, “seleccionase” aquellas canciones que considerase más aptas”.
Y que “En definitiva, habían instaurado un mercado de competencia CASI perfecta”.
Me importa muy poco quien vaya a eurovisión; creo que lo interesante es la capacidad de sugestión de las personas que piensan que la elección de Chikilicuatre es algo completamente inesperado y radical.
Lo radical, para mí, sería dejar de ir a ese certamen.
Comentario de Murdoch (13/03/2008 18:47):
#18 tienes razón. Creí que no iban por malos..
entonces lo que no hace es ir a las finales. No sabía que había finalistas y que había países que se quedaban colgados sin participar
Comentario de fer_plus (14/03/2008 09:28):
CALAMOCANO, aunque tu interés sea meramente indirecto, espero haberte ilustrado un poco sobre como ha sido el asunto de las votaciones. Estoy de acuerdo contigo, Chikilicuatre iba a ganar y punto. Pero hay dos puntos que a mi me parecen controvertidos:
1. El que durante muchos días estuvo en primer lugar era un perfecto desconocido, sin promoción alguna en los medios.
2. Grupos que han contado con alguna publicidad y apoyo más o menos institucional (reconozco que no tan masivo como la de la sexta)no han quedado ni entre los diez mejores.
Conclusión: creo que la difusión enorme que se le ha dado a R.C. no es suficiente para recibir un apoyo masivo por los votantes, las cualidades del producto son fundamentales también.
Comentario de Aitor (14/03/2008 16:40):
Miles de personas votan (y pagando) a una canción ridícula porque no le gusta un festival musical que habitualmente no ve. ¿Ein..? Debo de ser tonto, porque no capto la relación lógica entre ambos hechos.
A esta gente que ha votado al chiquilicuatre le diría que si no le gusta el festival, pues sencillamente que no lo vean. No creo que nadie les obligue a verlo. De crítica a Eurovision nada, es una burda labor de promoción del programa de Buenafuente.
De paso comentar que en mi opinión les han hecho una faena tanto al resto de los cantantes que sí que querían competir seriamente como a la gente que le gusta el festival y que, aun perdiendo, prefieren que se mande algo minimamente digno.
Y a los que le han votado por sus pintas, sólo añadir, que lo que hacen es como si el sindicato de abogados se dedicase a reventar votaciones de páginas frikis y consiguiese por ejemplo que Perry Mason fuese elegido como mejor superheroe de la ciencia ficción… Una estupidez, vamos…
Comentario de eduardo lamprea (15/03/2008 11:50):
Lo mejor de todo es que han cambiado la letra de la susodicha canción para adaltarla al Festival: estrofas en inglés, eliminación de las referencias a Chávez, y de los apellidos insignes (Zapatero, Rajoy).
Con todo esto se anula definitivamente la teoría de que la operación “Chikilicuatre” era´un proceso subversivo contra esa horterada insitucional que es Eurovisión. Al final, un mero producto de marketing progre de la Sexta, que se ha inflado a autopromoción y a facturar “sms” a cascoporro. ¡Y la gente encantada con su friki de diseño!. Subversivo hubiera sido mandar a Cañita Brava, pero no hay cojones.
Comentario de Lluís (17/03/2008 19:37):
Pues francamente, si quereis subversión de verdad, mandad a un grupo de rock radical vasco. Y a ser posible, con una letra que se cisque en el festival.
Si previamente se hace una buena difusión de la letra, igual ganan y todo.
Comentario de Gonzalo (18/03/2008 12:52):
Lo que es impresionante es que cráneos privilegiados como los que escriben en LPD pierdan el tiempo con ese “escombro” de representante que nos ha tocado soportar. Y no sólo eso, sino que haya 27 comentarios a ese artículo (incluído el mío) litigando a favor o en contra de tan lamentable personaje.
En mi opinión, lo que trasciende en el fondo es que este elemento me va a representar a mí y al resto del país en ese engendro llamado Eurovisión.
Ya me imagino el comentario del inglés, del francés, del ruso o del pernambucano de turno cuando vean el “typical spanish show”. Me lo imagino, pero no lo digo.
Si es que tenemos lo que nos merecemos. Incluída la imagen exterior de éste nuestro país.
Comentario de eduardo lamprea (18/03/2008 15:01):
Hombre no te pongas así, no todo van a ser análisis semiológicos, también hay derecho a divertirse. Lo cierto es que los “uropeos” pueden flipar con el Chikilicuatre, pero no más que nosotros cuando vemos/escuchamos al representante hortera de Bosnia o a la cursi de guardia de Luxemburgo. En el museo de los horrores uno espera ver precisamente eso: horrores. Lo que jode es que sean horrores de diseño. habiendo, como hay, horrores patrios perfectamente silvestres, como David Bustamante.
Comentario de AmaRosa (18/03/2008 17:33):
Pero amos a ver… a santo de qué nos ponemos nosotros las manos en la cabeza si hay un país representado por ¡UN PAVO! y otro por un abuelo rapero… Pues verás cómo este año reventamos audiencias jajaja
Comentario de Lluís (19/03/2008 10:36):
Otra opción era encargar la letra a los poetas galardonados con sillón en la RAE, la música a algún compositor de prestigio, buscar alguna figura de la lírica para cantar, al Ballet Nacional para hacer los coros y exigir a los músicos una formación mínima de 8 años en conservatorio. Apuesto a que con eso se logra un ridículo comparable al de Remedios Amaya con el “mi barca”.
Cuando se ganó, en la época del blanco y negro, con el famoso “la la la” tampoco es que dijese mucho en favor del jurado ni del equipo que desarrolló el tema musical.
Yo sigo apostando por lo mismo: un grupo de rock radical, cagándose en todo y empezando por el propio festival. Arrasaríamos.
Comentario de carlos (05/04/2008 08:42):
Si, pero os recuerdo que el Europe’s living a celebration tambien lo votó la gente por sms.