Corto Maltés

Hugo Pratt

Hijo de una adivina gitana (de Gibraltar, para más INRI) y de un marinero celta de Cornwall, Corto Maltés no es maltés más que de nacimiento, y veneciano de adopción. O tal vez no, vaya usted a saber; un día se le ve en Hong Kong, y otro en Antigua. Cuentan que, no contento con la mano que le leyó una amiga de su madre, con un cuchillo se alargó/pintó la línea de la vida. Machada que le ha permitido pasarse unos doce volúmenes participando de las aventuras más interesantes del siglo XX, muy en el estilo Tintín (a quien seguramente mucho debe), pero para adultos.

Para adultos, pero sin sexo, no se confundan. Los comics de Corto Maltés son historias muy bien ambientadas, llenas de referencias literarias de autores más o menos malditos (Rimbaud, Baudelaire, Verlaine, Apollinaire, Hesse, claro, pero también de otros menos famosos hoy como Huysmans, Thomas, Rilke y muchas otras bestias sagradas del simbolismo o de la nuevas corrientes finiseculares) y con un detalle en la ambientación de paisajes y uniformes dignos de un maniático maquetador de soldaditos de plomo.

Las curiosidades del personaje manan directamente de la vida de su autor, Hugo Pratt (1927-95), el pseudónimo un italiano que malvivió como bohemio entre Etiopía, México, Brasil -donde tuvo hijos con mulatas y con aborígenes, ya son ganas- Alemania, Argentina y Francia (lugar donde a partir de 1967, ya crecidito, comenzó a publicar sus trabajos) y que más parece un personaje de Hemingway que un dibujante de cómics.

En general el trazo del dibujo es muy cuidado, y su presentación exclusiva en blanco y negro (si bien, puro negativo de Hergé, me parece recordar que hay una historia en colores que a mi entender pierde mucho de la nocturnidad y alevosía de las entregas en blanco y negro), de auténtico maestro. Pratt juega con las sombras y los personajes de forma que muchas veces el lector no es capaz de ver y necesita intuir el guión. Guión de una historia que, por lo general:

-siempre se desarrolla en países exóticos (Irlanda celta, Etiopía, Samarcanda, mares del Pacífico Sur, Patagonia, Siberia, la selva del Amazonas, China, la Atlántida..y, cómo no, la apasionante Suíza)

-nos habla de conflictos olvidados de principios de siglo pasado (guerra ruso-japonesa, comercio de opio, invasión de Abisínia, revuelta del IRA original) donde una banda de irreductibles locales siempre lucha por su libertad frente a taimadas corporaciones transnacionales. Corto, por lo general, pasaba por allí de pura casualidad o buscando un tesoro.

-hace que Corto se encuentre con su colega Rasputín (malo malísimo pero con buen fondo) cada dos por tres, si bien tampoco faltan episodios con personajes reales, sacados del contexto en que se hicieron famosos (John Reed de grumete, Jack London en Argentina, Stalin de comisario…)

-a menudo contiene un par de sueños con personajes fantásticos para añadir jugo.

Corto es un anarquista libertario e individualista. Mujeres guapísimas le tiran constamente los tejos a la cabeza, y él, perezoso (pues Corto es), no les da la menor bola. Siempre se lleva un batacazo o dos en cada historia, pero con su línea de la vida alargada comprenderán que poco le importe. Es, realmente, un personaje de culto o de leyenda, que al caso es lo mismo, más chulo que un ocho y con una eterna pinta del Miguel Bosé guaperas de sus inicios -ése que salía vestido de portero del Hotel Monte Real cantando horteradas-. Un tipo sin complejos, no sé si me explico.

Yo a Corto lo leí de mayor, en el baño de la casa de un amigo que los tenía todos al lado del inodoro. Me encantó. Me encantaron los guiones perfectamente documentados, las alusiones veladas a grandes obras literarias, los dibujos a tinta china…sí, me encantó también el mensaje multiculturalista del defensor de las minorías oprimidas…creo que Pratt cogitó hacer que Corto desapareciera en un último volumen sobre la Guerra Civil española que, gracias a Dios, nunca se publicó. Pero aún así es el compañero perfecto del moderno progre. Hoy se estudia en la universidad (pero…hay algo que no se estudie hoy en día en la universidad? Cada vez se estudian más cosas y en menos profundidad) e incluso intelectuales de postín como Umberto Eco lo consideran una obra maestra.

Los pueden leer, gratis, en cualquier FNAC.farsi translationsраскрутка брендов

Compartir: