Fisión en la derecha mediática frente a la mano de hierro de PRISA
El sistema de medios de comunicación en España siempre ha estado formado por una serie de grupos mediáticos que podríamos catalogar como “Los Mismos de Siempre”. No importaba que se tratase de nuevos o viejos medios, de nuevos o viejos soportes, siempre, indefectiblemente, quienes hacían periodismo en España partían de unos supuestos muy claros, y sobre todo partían de unos orígenes muy claros, caracterizados por la absoluta coordinación ideológica y de objetivos con un partido político en concreto.
El sistema funcionaba razonablemente bien, acercándonos al ideal del movimiento perpetuo, por la siguiente razón: si el medio en concreto estaba en el poder (los suyos estaban en el poder) ganaba dinero a espuertas con la publicidad institucional y demás; si estaba en la oposición, ganaba casi el mismo dinero gracias a los incrementos de audiencia y la subsiguiente publicidad no-institucional, teniendo en todo caso garantizada la existencia de ambas o bien por ley o bien por los usos y costumbres de las empresas españolas, siempre dispuestas a arrimar el hombro y garantizar una prensa plural, imprescindible para nuestra aún joven democracia, a cambio de que nunca, nunca, nunca hubiera algún atisbo de periodismo económico o de investigación digno de tal nombre que pudiera afectarles en lo más mínimo.
La publicidad, que en España ha credido en los últimos veinte años a ritmos cercanos al 20% anual, regaba generosamente el compromiso de los medios con el libre mercado. Y la publicidad institucional lo hacía, por su parte, con un compromiso si cabe más comprometido con los principios democráticos. El asunto mejoró aún más con la aparición del Estado autonómico y su desarrollo, que aumentó las cotas de publicidad institucional hasta cotas insondables y permitió, además, perfeccionar el modelo mediante el democrático sistema del café para todos, que con tanto éxito aplicó, por ejemplo, Eduardo Zaplana durante sus años en la Generalitat Valenciana (el único medio al principio represaliado, el Lermante-EMV, se tranquilizó muy pronto en cuanto comenzaron a pagarle con la generosidad propia de las instituciones públicas). Este sistema, combinado con la siempre necesaria existencia del poder local, más democrático que nadie en su afán por ampliar más si cabe el pluralismo de la oferta por la vía de subvencionar directamente a medios privados, garantizó una época de paz y felicidad deliberativas como nunca se había visto en España.
En esas condiciones, se creó un sistema de medios de comunicación en España que respondiera con fidelidad a la diversidad ideológica del país, de tal manera que:
– La izquierda, siempre consciente de la importancia del consenso como objetivo de la deliberación democrática, se aseguró muy pronto de que, más allá de algunas veleidades de menor importancia achacables a la excentricidad de algunas regiones antiespañolas (el Grupo Zeta), todo el sarao estuviera en manos de un único grupo, el Grupo PRISA, que arrasó con absolutamente cualquier amenaza que, en lo ideológico o en lo cuantitativo (audiencias), pudiera afectar a su liderazgo.
Porque, joer, tengámoslo claro de una vez: en España la izquierda es PRISA o no es. Y dado que PRISA, por lo visto, aglutina en España a prácticamente toda la población que supuestamente comulga (como, también supuestamente, lo hace PRISA, y ahí están popes de la talla de Rosa Montero, Carlos Carnicero “Desde la Habana” o el tristemente fenecido Eduardo Haro Tecglen para atestiguarlo) con los principios ideológicos de la izquierda, qué menos que darles el liderazgo, tarde o temprano, allí por donde pasan.
– El antiguo respeto, y más aún en un país con un historial como el nuestro, de la derecha por la libertad se vio correspondido, sin embargo, con un escenario coherente en lo ideológico pero un tanto revuelto en la estructura propietaria. Por supuesto, tiene más medios, y más audiencias, que la izquierda, pero todo como muy embarullado. La derecha no tiene un único periódico de referencia, una única radio y una única televisión, como la “prisquierda” del PRISOE. Tiene dos radios (COPE-Conferencia Episcopal y Onda Cero-Planeta), últimamente tres con la aparición de Intereconomía (Época, la revista católica “Alba” y el mismísimo Luis María Anson, para qué quieren Ustedes saber más), y cuatro si le añadimos a los malvados vascos de Vocento – Punto Radio; tres periódicos (ABC-Vocento, La Razón-Planeta y Unedisa-El Mundo), al que cabría añadir un excéntrico (La Vanguardia) que, producto de la extrema vocación del oasis catalán por el consenso, es de todos a la vez; y una televisión (A3TV). Podemos contar, además, con Recoletos (que permite al Opus Dei dominar no sólo la prensa económica española y sus acuerdos con el poder privado, sino la mucho más importante, en lo cuantitativo, prensa deportiva, a fin y al cabo dependiente de parques temáticos propiedad del mismo poder privado) y con la mayor parte de la prensa regional (en la izquierda hay algún grupo díscolo por ahí, pero no se preocupen, pronto PRISA se hará con él). Es decir, un pequeño barullo de progres, al revés, pero al menos coherente en su oposición, en los años 90, al felipismo y en su apoyo a los posteriores años felices del aznarismo.
Luego están, claro, los medios públicos. Creo innecesario aclarar que éstos siempre pertenecen, por legado democrático, a aquel que manda en cada momento (por eso el que manda tarda muy poco en montarse una radio local o TV autonómica, para, legítimamente, perpetuar su mandato. Joer, que para eso manda), lo cual, entre otros factores, contribuye a perpetuar el círculo virtuoso de “a más oposición, más audiencia” de los medios privados que en ese momento y lugar no mandan).
El sistema, como ven, está bien montado. Además, a partir de finales de los años 90 la cosa mejoró todavía más mediante el régimen de concesiones en radio y televisión, que permitió asegurar que los que ya existían, y nadie, absolutamente nadie más, tuvieran más medios para consolidar el pluralismo mediático que lleva mandando en España desde 1975, porque ya entonces el Caudillo supo dejar, como parte de su herencia, un modelo abierto y plural más o menos volcado a la derecha (pero no mucho, no me vayan a salir a estas alturas con que el Caudillo no era un demócrata, que para algo tenemos Cuéntame, para así atestiguarlo) que sus sucesores se afanarían en mantener, aunque hubiera que vender la prensa del Movimiento (en 1983) a medios locales de izquierda para que después PRISA se hiciera con los que más le apeteciesen y dejara los otros al albur del poder local. El modelo era, cada vez, más depurado: en una tendencia sistemática en España desde principios de los años 80, en España hay cada vez más medios y cada vez éstos pertenecen, porcentualmente, a menos grupos (a los mismos de siempre, en esencia, más allá de los cambios accionariales en la derecha -de Telefónica a Planeta, fundamentalmente).
Entonces pasaron tres cosas: apareció Internet, aparecieron los diarios gratuitos, y la concesión de radios y, sobre todo, televisiones se expandió hasta el infinito:
– Internet (menos del 2% de la inversión publicitaria global) es un problema relativo, entre otras cosas porque ya se han asegurado los eximos representantes del poder mediático de que, en esencia y con la única excepción de esta página, quien manda en Internet en España sea quien ya mandaba antes (El Mundo, El País, Libertad Digital- Cadena COPE, y así). Se ha fragmentado extraordinariamente, eso sí, la opinión (merced a la aparición de esta página, único medio español internamente plural, y de otras cuestiones de menor importancia, como la blogosfera), pero la información, información de calidad, periodismo del güeno, sigue férreamente en manos de los únicos que, a fin de cuentas, tienen medios económicos y logísticos para poder permitirse informar. Opinar es gratis, pero informar es caro.
En cualquier caso, más allá de que la fragmentación opinística sea en sí un hecho pernicioso para el pluralismo bien entendido, Internet tiene un segundo efecto todavía peor: reduce el tiempo de consumo de otros medios de comunicación (sobre todo la televisión), y en especial lo reduce en las generaciones más jóvenes, ya saben, esa caterva de individuos egoístas e incultos que nunca lucharon contra el franquismo con el ahínco con que lo hicieron los que ahora mismo siguen mandando. Es decir, aunque Internet no reduzca significativamente la inversión publicitaria en otros medios (por no hablar de que la publicidad de las empresas españolas está, como debe ser, volcada en los medios de siempre, con detalles enternecedores como su compromiso con el periodismo confidencial y su querencia por el chantaje, “que no te me pongas tonto, Florentino, que esto es Intenné y me invento en un plis plas una reunión tuya con ETA para construirles zulos y me quedo solo”), sí reduce los beneficios por efecto de la caída de audiencia.
– Los diarios gratuitos aparecieron en España a principios de los 90 (con la surrealista experiencia valenciana de Mini Diario), pero no fue hasta principios de la presente década cuando su presencia comenzó a ser importante. En la actualidad, existen fundamentalmente cuatro grandes diarios gratuitos de influjo nacional (20 Minutos, Qué, ADN y Metro), así como abundantes ediciones locales. Los gratuitos son, ocioso es decirlo, los grandes odiados por la prensa de referencia española, en primer lugar porque, con la honrosa excepción de Qué! (Grupo Recoletos) y ADN (Planeta), algunos de ellos pertenecen a la conspiración extranjero-judeomasónica (Metro y 20 minutos, pertenecientes a grupos suecos y noruegos, respectivamente, aunque en 20 minutos también es accionista el Grupo Zeta). Ideológicamente la cosa funciona, como no podía ser menos, como siempre: Qué! es un “Marca” de la información general, sensacionalista y pacato; ADN es de derechas y 20 minutos de izquierdas, una especie de “El País” o diario de referencia de los gratuitos. Metro, como corresponde al único grupo de todos netamente antiespañol, no tiene ideología definida (porque se basa casi exclusivamente en informaciones de agencia) y lleva años vagando por ahí sin comerse una rosca, a pesar de ser el primero de todos en aparecer en el mercado. Al ser gratuitos es evidente, en cualquier caso, que su difusión es amplia, y de hecho 20 Minutos es actualmente el diario de mayor difusión de España, incluso por delante de Marca
Pero los gratuitos son dañinos por dos cuestiones, las dos obvias: a) al vivir de la publicidad, implican un reparto mayor de la tarta que hasta entonces se repartían entre los de siempre. Y b) los gratuitos afectan a la audiencia de la prensa de pago por dos vías, quitándoles lectores e impidiendo que los nuevos lectores pasen por caja. Ambos criterios afectan por ahora, sobre todo, a la prensa regional, centrada históricamente en reproducir teletipos de agencia y por lo demás hablar de fútbol y de tradiciones populares.
– Por último, las últimas oleadas de concesiones de radio y TV han acabado por descuartizar publicísticamente un mercado mediático acostumbrado a la situación anterior. Naturalmente, las cosas se han hecho con los criterios de siempre, y en ese aspecto nada que objetar. ZP tenía dos televisiones que regalar y diligentemente le ha dado las dos a PRISA (Cuatro) y a una especie de PRISA catalana (La Sexta) que, en esencia, hará lo mismo que PRISA hasta que algún cambio de legislación permita que PRISA se haga tambíén con ella, porque, pobre gente, son PRISA sin serlo, y eso no puede ser. En las licencias de TV digital el criterio ha sido igual de estimable: dados unos grupos mediáticos en España que integran el kolectivo “Los Mismos de Siempre”, les damos las televisiones a ellos, no vaya a ser que se nos ponga todo perdido de formas mal entendidas de pluralismo. En la TV por cable y satélite la cosa es también por el estilo, con el aliciente añadido de que, mandando PRISA en todo lo mandable con su Digital +, la estrechez del mercado le obligó a pactar con la Telefónica del PP (que, a fin de cuentas, como buena empresa sabría hacerse perdonar estos pecadillos ante el PP y sus pecadillos pasados con el nuevo Gobierno del PSOE, o “¡no me mováis del sillón, que soy más socialista que naide!”, que diría Alierta).
En la radio las cosas se han hecho tradicionalmente aún mejor, de manera que si alguna vez algún dirigente despistado otorga alguna licencia importante a alguien que no pertenezca al grupillo, el propio concesionario se encarga diligentemente de venderla a continuación, a PRISA si es progre y lleva barba o a cualquiera de los grupos de la derecha plural si en lugar de barba lleva monóculo, pero en esencia las cosas se mantienen dentro de un razonable control.
Y no es preciso significar, por último, que la situación se ha reproducido fielmente en el ámbito autonómico, cambiando el signo de la apuesta según quién mande. Esto generará el bonito efecto de que en las comunidades autónomas en las que mande el PP todo el panorama televisivo, o casi todo, se pasará el día hablando de religión y Unidad de España, mientras que en las gobernadas por el PSOE serán cientos y cientos los programas dedicados a entrevistar a representantes de “Nuestro Cine” y las más avezadas tendencias sociales, además de singulares programas de humor centrados en el jolgorio que supone reírse de lo fachas que son los fachas.
Así pues, ¿dónde está el problema? El problema es que, por mucho que las cosas se repartan entre Los de Siempre, como así se ha hecho siempre que el poder público, indirecta o indirectamente y en comandita con los grandes anunciantes, ha tenido ocasión, abrir más chiringuitos mediáticos implica más inversión. Implica invertir más para un mercado publicitario que no da tanto de sí, por mucho que siga creciendo al 20%. Implica, además, como las cosas se hacen como se han hecho siempre desde los años 70, ir sufriendo deserciones, que se van hacia el Enemigo (dentro de Los de Siempre) o, sencillamente, se van, entre las nuevas generaciones de consumidores.
Y, claro está, todo esto no importa mucho si los nuestros están en el poder y pueden compensar nuestros esfuerzos en pro del pluralismo con más licencias y más dinero, pero ¿qué ocurre si no lo están? ¿Qué ocurre si apenas tenemos una miajilla de CC.AA. para repartir los restos del naufragio? Y, sobre todo, ¿qué ocurre si hay varios grupos pugnando por unos recursos cada vez más escasos, conforme el PP va perdiendo cotas de poder incluso en las Comunidades Autónomas?
Porque, claro, en la izquierda ya pasó eso durante el Aznarato, pero como la izquierda es PRISA al menos tenían dos cosas a las que agarrarse:
a) que como eran los únicos, tarde o temprano volverían “los suyos” al poder y les pagarían los servicios prestados, incluso aunque dichos servicios fuesen de la peor factura. Piensen Ustedes que PRISA, en su historia reciente y tras la felicidad de los años del felipismo, sólo tuvo que apostar dos veces en el PSOE, y las dos apostó a caballo perdedor: apostó por Almunia y las bases le pegaron un corte de mangas, a Almunia, a PRISA y a Felipe González (que publicó una preciosa Tribuna en El País el mismo día de las primarias pidiendo explícitamente el voto por Almunia), con lo cual PRISA tuvo que cargarse a Borrell con un escándalo prefabricado y luego ir al oprobio con Almunia en el 2000. Y también fracasó PRISA en el 35 Congreso Federal del PSOE, cuando su candidato (Bono) perdió por la mínima, gracias a los votos de Maragall y Tamayo, contra ZP. Luego la ETA Islámica colocó a ZP en el poder antes de que PRISA pudiera cargárselo (a despecho de un maravilloso editorial en El País, en plena campaña de 2004, en la que PRISA venía a llamar débil mental a Zapatero, diciendo eso tan bonito de “confundir talante con talento”, juego lingüístico que firmaría el mismísimo Jiménez Losantos). Pero luego, Zapatero, qué remedio, siguió transigiendo con PRISA. ¿Qué va a hacer? Estamos hablando de PRISA. Es lo que hay (lo que nunca entendió Aznar en sus esfuerzos para crear un gran grupo de derecha es que, si se trataba de intentar cargarse a PRISA, sus esfuerzos deberían encaminarse hacia justo el lado contrario del espectro ideológico. Un gran grupo de la derecha mediática es también beneficioso para el PP, pero nunca podrá acabar con PRISA mientras éstos monopolicen el espacio ideológico de la izquierda).
b) Que, pasara lo que pasara, PRISA cuenta con la garantía de unos ingresos publicitarios mayores, al monopolizar la oposición mediática al PP mientras mande el PP.
Ahora manda el PSOE, y en la derecha, a diferencia de lo que sucede con PRISA, no hay ningún tipo de garantía publicitaria ni institucional, incluso aunque vuelva el PP. Además, en la derecha se han producido algunos movimientos estratégicos que han dejado totalmente solo al Grupo Vocento y a su infausta cabecera nacional, ABC:
– El tándem Fedeguico / Pedro J., o El Mundo – COPE – Intereconomía – Libertad Digital. Les falta una televisión nacional, pero tienen todo lo demás. Tienen, sobre todo, la audiencia, en prensa, radio e Internet. Tienen el apoyo de los que ahora mandan en el PP desde la FAES. Su estrategia, a mi juicio, es un suicidio (depurar el PP, llevarlo al extremo ideológico y colocar a Esperanza Aguirre, si es posible en 2008, si no para 2012), pero mientras la configuran y se pasan el día montando Agujeros Negros lo cierto es que la audiencia sube y, obviamente, les beneficia. Además, como su apuesta (Aguirre) es la persona que en estos momentos más tiene que ofrecer, en cuanto a concesiones / publicidad, en el PP, si no pierden la Comunidad de Madrid (con independencia de lo que luego haga Esperanza) seguirán viviendo bien. E incluso aunque la pierdan, dado que Esperanza, amiga de sus amigos, ya ha repartido casi todo lo que tenía que repartir entre ellos.
– Planeta: Dueño de Antena 3, La Razón y Onda Cero. La verdad, a estas alturas no se sabe muy bien para qué quiere Planeta La Razón. Mi hipótesis es que lo mantienen para granjearse el afecto y apoyo del Primero de los españoles, porque oiga Usted, que La Razón es obra y gracia de Luis María Anson, y aunque Planeta se negó a vendérsela a Anson no vamos a darle el disgusto de cerrarla, que ya está mayor, con lo mucho que ha hecho este señor por la democracia española, ahí, desbaratando conspiransones republicanas desde dentro, donde hay que estar. Por otro lado, Planeta vive, como todos los medios de Cataluña, en la tranquilidad de que en el peor de los casos la Generalitat se hará cargo de lo triste de su situación, si ésta empeora. Por eso, y para hacer patria, Planeta compró, codo con codo con el Grupo Godó, el diario Avui, el cual, profundamente comprometido con las esencias catalanas desde su misma lengua vehicular (el catalán), venía padeciendo y arrastrándose por una letanía de datos de audiencia / difusión que llegan a lo estrambótico. Así que llegó un momento en que la Generalitat, harta de apuntalar Avui sólo con publicidad institucional y abrumadoras suscripciones a Avui (de las que también son partícipes los Ayuntamientos), pidió a los grandes grupos catalanes que arrimasen un poquillo el hombro, no en vano un hecho diferencial estaba en juego. Y cabe suponer que Planeta recibirá su premio, si no lo está recibiendo ya, mande quien mande después de las Elecciones Autonómicas.
Por otro lado, Planeta cuenta con una televisión (Antena 3) y una radio (Onda Cero). Esta última trata, infructuosamente, de ser un pequeño padawan de Federico, pero la situación de Antena 3 es mucho más confortable. A pesar de la llegada de la competencia, y aunque en la televisión, volcada fundamentalmente al entretenimiento, la adscripción política no sea tan importante, lo cierto es que haberse convertido en la única de todas las televisiones generalistas medio del PP no deja de ser una mínima garantía. Por eso sorprende más aún, al menos a quien no conozca la naturaleza del poder político en España y las televisiones, que aun así Antena 3 se dedique tan poco a Federiquear, o al menos a mostrar algo de oposición al PSOE. Las cosas son como son, y la televisión es un servicio público, así que cuidadito con el que manda.
– Y por último, Vocento (antiguo Grupo Correo). Es, sin duda, la situación más desesperada. Vocento es el principal grupo mediático de prensa regional, nicho de mercado en el que tiempo ha logró ya una posición dominante. En los últimos años, Vocento ha desarrollado una estrategia de expansión en el mercado español, que le llevó a hacerse primero con el control parcial de Telecinco, después a comprar ABC y finalmente a montar una radio generalista (Punto Radio).
Durante años le fue muy bien con Telecinco (Vocento ponía la línea editorial y Berlusconi las Mama Chicho), sobre todo en la época del PP, en la que pasó a ser la “Antena 3” de Aznar, la única TV generalista que no era pro PP, aprovechándose de que PRISA seguía aún con Canal +. Luego vino el malvado Zapatero y, en plan Roma no paga a traidores, creó una especie de Telecinco 2 (La Sexta) y, naturalmente, le dio la otra licencia a PRISA (Cuatro). Así que Telecinco sufre ahora el “efecto Antena 3” de la época de Anzar (para qué ver Antena 3 si está La Primera, o viceversa), pero al revés. Esto no le ha afectado demasiado en términos de audiencia, pero sí le ha afectado, y mucho, en los informativos de la cadena, es decir, en el área responsabilidad de Vocento.
Punto Radio se sustenta por ahora sobre Luis del Olmo (accionista y principal nutriente de audiencia de la cadena), y sus datos, sin ser espectaculares, pueden considerarse al menos aceptables. El problema más importante lo tiene con ABC. Fundamentalmente porque fue un gran error entrar en ABC, el diario de los señores de toda la vida, con bigotillo o equivalente, que ahora, por ineludibles razones de índole biológica, están abandonando ABC conforme abandonan este mundo. Y si algún diario lo tiene complicado para asegurar el relevo generacional es, precisamente, ABC. Los jóvenes de derechas se van en masa con Fedeguico y con los Agujeros Negros de El Mundo, a pesar de éstos mucho más presentable que ABC a efectos sociales y de formación de opinión, además de más moderno y divertido. ABC, en su desesperación, está regalándose, vendiéndose cual mujerzuela, en las universidades, entre la hilaridad y, sobre todo, el desinterés de la concurrencia. Ni siquiera a la derecha reaccionaria que no lleve aún bigotillo le puede resultar, en plan clasicista, interesante el ABC, porque ahora ABC es, sencillamente, “el diario de los vascos”, o sea, de Vocento. Ya no está en manos de un señor de toda la vida (Luca de Tena), de esos a los que puedes invitar a tomar chocolate con picatostes en Salamanca (el barrio o la ciudad) después de misa.
Por eso se está produciendo la fisión, provocada inicialmente por Fedeguico y sus insultos al ABC pero, en realidad, deseada por Vocento más que por ningún otro, para salirse definitivamente de una estrategia desquiciada desde el punto de vista político y que sólo es rentable, desde el mediático, para sus urdidores (Fedeguico y Pedro J.), mientras ABC pierde lectores a espuertas. ABC hace llamadas a la cordura en el PP que, en realidad, son, en el mejor de los casos, llamadas de Vocento medioplacistas en la esperanza de que Esperanza nunca llegue y, en su lugar, aparezca Rato, a poder ser, imponiendo la cordura. Pero, mientras tanto, el vagar publicitario y de audiencia continúa.
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Comentario de STEPHEN DE VENTRE (25/10/2006 18:41):
hey, qué pasa con “prensa ibérica”?
desde luego “levante” no se ha calmado contra el pp (a dios gracias)
ya puestos, qué pasa con los blog tipo espada y tal y cual?
siento hacer un entré tan sosa en este blog, pero es que se acaba la jornada laboral y me piro a rascármela
saludos, terrícolas
j
Comentario de l.g. (25/10/2006 19:41):
Que a propósito de los informativos de telecinco, no es que haya gran cosa que decir. al menos yo, tengo la impresión de que están volviendo a sus orígenes (sin ellos). De momento se han convertido en un rosario de historias humanas de diverso pelaje, una especie de puente entre la Ana Rosa y el Tomate, esos dos grandes programas e la televisión patria. De lo de la noche no sé, no lo sigo, y mi estómago lo agradece.
Comentario de popota (25/10/2006 20:34):
Hola:
Para mí, la pregunta del millón de la prensa española es:
¿Por qué razones existe LibertadDigital y no existe IgualdadDigital?
Saludos,
pep
Comentario de Uno (25/10/2006 21:47):
Fácil: la igualdad no es un valor liberal.
Comentario de Andrés Boix (LPD) (25/10/2006 22:02):
Prometo que tenía una cosa que en mi vanidad juzgaba medio interesante añadir a modo de comentario, pero las dimensiones del artículo, joder, han hecho que se me haya olvidado.
¡Qué barbaridad! ¡Qué bueno!
Comentario de alvaro (25/10/2006 23:04):
No sé dónde lo escuché, pero al parecer a Rato el bunker del agujero negro se la tiene jurada porque fue el único ministro que se opuso, y a la cara, desde el primer momento a la Guerra de Irak de Chemica. Creo yo por tanto que para que Rato, o algo similar, apepizaje, tendría que haber una guerra de familias bíblica que, dado que se trata de un partidos tan democráticos que todo el mundo está siempre de acuerdo con los nombramientos digitales como meritocracia para alcanzar un cargo, sería complicada de intuir, ver o entender, si no es con los confidenciales y demás grupos de riesgo con los contraer la desinformación aguda al meterles los ojos hasta el fondo.
Yo personalmente tengo un cariño juguetón y sincero con el ABC y lo que representa. Debe ser que tengo tantos vecinos con bigotillo franquista y que soy el único menor de sesenta años que se para a hablar con ellos en el portal cuanto gusten, que esa estirpe de Señores lectores de Ferlosio y amigos de vocalizar bien cada sílaba y acompañarla de bonitos ademanes que completan la retórica me pierde. Será un paradigma, pero ya me gustaría que todos mis vecinos fuesen tan nórdicamente cívicos y tan latinamente sociables como mis vecinos de la Orden Jedi Alopécicobigolanar y sus metapeinadas señoras.
Por otra parte, la llegada de Esperanza puede ser sonada. No sé qué visión tendréis fuera de Madrid de tamaña mujer. Pero en lo que a mí respecta, y por lo que sé, no es que sea de extracción fascista rancia, que lo es, sino que no se corta un pelo en arramplar con lo que quiera por cualquier método a su alcance de cualquier manera pasando por encima de lo que sea. No entro en urbanismo, aunque noticias de sobra hay para ver el cariz de la mujer, pero a la Sanidad madrileña esta mujer ha sido como una reputada y abyecta satanista al culto cristiano. Lo gracioso es que la alternativa que se plantea es Gallardón, sujeto de similares tendencias, pero muy distintas formas. La única esperanza con este hombre es que el Gobierno de España sea su meta y que por eso haga el uso que hace de la alcaldía y la pasada presidencia de la CAM, porque si llegase a presidente e hiciese uso del país como ha hecho de las instituciones madrileñas, koleg@s, que Otegi se congratule: adiós país. Y, como madrileño, no es que el PSOE sea un orgullo, el tío que, tras Tamayo, iba a limpiar de corrupción el urbanismo socialista es un corrupto, o eso publica la prensa; de entrada, le han echado.
Por otra parte. Todo lo “generacional” me niego a asumirlo y creerlo. Me suena a victimismo gualtrapas. Y me inclino más por pensar que con la revolución tecnológica toda la información y medios está en un periodo de crisis, cambio, y a ver cómo sale. Pero me resisto a hablar de tapones generacionales como causa de, ay pobrecitos, nuestros males como periodistas.
Comentario de Guillermo López (26/10/2006 01:20):
Stephen: El Levante sigue en la oposición, pero creo recordar que ya solucionaron sus cuitas con el PP a cuenta de la publicidad institucional. A mí los blogs, como formato, la verdad, cada vez me seducen menos (lo cual no deja de resultar un tanto contradictorio, es cierto), por la endogamia / radicalización en la que muchos de ellos, en términos políticos, acaban confluyendo, y por sus enormes dificultades para constituirse en fuentes informativas de primer grado, salvo algunos casos concretos. Son eficaces para “vigilar a los vigilantes”, es decir, los supuestos vigilantes del poder que son los medios convencionales, e, indudablemente, para fragmentar, y así aumentar, el espacio de debate público. Lo cual no es poco.
Álvaro: Lo del parón generacional ha dejado de ser cierto, o casi, en el ámbito político, aunque no tanto en los hábitos políticos. En el periodístico, sinceramente, no lo veo, y en el empresarial nada de nada (aunque en este último el parón no es tal, o tiene sus orígenes en 1934, por lo menos; pero acaba afectando a lo demás. De todas formas, con parón o sin parón, la concentración de los grandes medios en un número muy reducido de grupos (entre seis lo tienen casi todo) e ídem con las concesiones / publicidad sí que creo que es un hecho bastante claro. Internet, en efecto, acabará por ser otra cosa, pero lleva su tiempo convencer al mercado de que las cosas están cambiando.
A mí también me pone cachondo el ABC.
Un cordial saludo
Comentario de Señor respetable con pantis (26/10/2006 11:18):
Hola, iba a escribir una opinión aquí, aunque algo discrepante, lo confieso. Pero viendo que en el hilo “El Gobierno roba pistolas con la ayuda del PP” me han CENSURADO UN MENSAJE, sin que insultara, ni troleara, ni hiciera propaganda de páginas porno, pues me abstengo de hacerlo.
Ale, ahora os quedaréis sin saber que opino, lo siento.
Comentario de Guillermo López (26/10/2006 15:02):
Tendremos que acostumbrarnos a vivir con ello, Señor respetable
Comentario de Otto von Bismarck (26/10/2006 16:50):
Sí, creo que lo he entendido todo. El tema es que hay que arrojar un anillo maligno en el monte del destino para evitar que un ordenador llamado skynet domine el mundo ¿no?
Que quieren que les diga, pero me he llevado un disgusto al enterarme de que la cope es de derechas que pa qué. Yo que pensaba que el reino de Dios no era de este mundo y que no entraban en disputas terrenales. Será porque me creí lo que dijo wojtila sobre la teología de la liberación.
Lo que sí me ha parecido brillante, y reconozco que me da rabia porque nunca se me habría ocurrido, es que la forma de atacar al grupo prisa era aumentar la compentencia para los productos que ofrece (información xa la izquierda). Aunque creo que no se podría llevar a la práctica si no fuera con un grupo extranjero con dinero a espuertas. Más que nada porque prisa es como una mezcla de la casa de alba y bill gates. Por un lado, lo que ya tengo no lo suelto ni a tiros. Y con lo que no tengo o lo hundo o lo compro. Pero me quedo yo solo.
Saludos.
Comentario de Amec (26/10/2006 19:05):
Tres joyas:
1- El magnífico oxímoron de las “cotas insondables”. Porque es voluntario, claro.
2- El heroísmo de la lucha antifranquista. Si no recuerdo mal, el “comandantín” murió en la cama tras 40 años de apacentar el rebaño.
3- El requiem por la izquierda. Si “en España la izquierda es PRISA o no es” y “a cambio de que nunca, nunca, nunca hubiera algún atisbo de periodismo económico o de investigación digno de tal nombre que pudiera afectarles en lo más mínimo”, la conclusión se sigue sin dificultad: no es.
Comentario de popota (26/10/2006 20:20):
Hola:
En cuanto a Rato, además de su valiente oposición a la guerra de Irak -que apoyó en el Parlamento-, me da a mí que la fea y anti-española costumbre de divorciarse tuvo algo que ver. Y aún peor: arrejuntarse con quién se arrejuntó después…
Ya sé que dirán ustedes que quizás exagero, pero la mente de un inspector de hacienda nacional-católico es algo de una complejidad que merece la pena estudiar con detalle.
En cuanto al tapón generacional, basta únicamente con hacer el promedio de edad de la gente que hoy ha escrito columnas en El País o en ABC y compararlo con el promedio de la gente de la que hablaban.
La única excepción a esto son Federico y sus juventudes de libertaddigital.
El periodismo español, como bien demostraron Campany y Haro Tecglen, y como demostrarán Pradera y Umbral, va camino de dejar en pañales a la curia vaticana en materia de edad.
Saludos,
pep
Comentario de L. Casei Inmunitass (27/10/2006 02:24):
¿Nos aburrimos, eh? He tenido que hacer tres paradas para leerlo, pero… bravissimo!!
Comentario de gpx (28/10/2006 17:41):
Che, estoy por anular mi petición a la OPV de Vocento.
Comentario de popota (28/10/2006 19:32):
El tapón a través de los articulistas-estrella en la campaña catalana:
El País: Soledad Gallego-Díaz.
La Vanguardia: Quim Monzó.
El Mundo. Victoria Prego.
Comentario de popota (31/10/2006 00:27):
En cuanto al tapón y al victimismo, no creo que estén necesariamente relacionados. Porque además del tapón, hay que hablar también de la balsa de aceite que hay debajo, cuya única aspiración es esperar el hecho biológico para ocupar el puesto del tapón de turno y hacer exactamente lo mismo.
Saludos,
pep
Trackback de Anonymous (03/11/2006 10:48):
pissing urinals men…
wee sing pee pics gay toilet…
Comentario de Armin Tarzarian (04/11/2006 01:07):
Creo que el comentario nº17 resume a la perfección lo que todos pensamos al respecto de los medios de comunicación de este país.
Comentario de diario compuntoes (16/11/2006 18:35):
Atención, porque la tele de Fedeguico echa a andar.
Comentario de Andrés Boix (16/11/2006 19:09):
Yo la verdad es que agradecería mucho que alguien que pudiera disfrutar de ella comentara qué tal es.