Conspiraciones
A estas alturas uno ya no sabe si España es un país especial, lo son sus políticos o lo son sus gentes. Tiene uno la sospecha de que en realidad no será para tanto, de que si conociéramos la actualidad social y política de otros países quedaríamos igualmente apesadumbrados; de que no puede ser que sólo aquí el debate público quede secuestrado por enrevesadas historias conspiranoicas; de que en Francia, en Portugal, en Alemania, en los Estados Unidos, en el Reino Unido o incluso en Italia aparecerán estos enconados y surrealistas debates protagonizados por banderías ciegas de odio hacia los rivales, para las que todo parece valer, por contrario al respeto a la dignidad e inteligencia propios que pueda ser.
Pero luego uno se para a pensar. La verdad es que tampoco nos es tan ajena la vida pública de otras naciones. Habiendo pasado tanta gente en nuestra generación épocas de nuestras vidas en países de nuestro entorno, no carecemos de referencias al respecto, de primera o de segunda mano. Y a pesar de eso seguimos sin conocer situaciones equivalentes a las que se viven en España, tierra de la conspiración.
Aquí no hubo terrorismo de Estado y un correcto funcionamiento de las instituciones que permitió la investigación y la condena de sus responsables, sino un pedazo de conspirAnson para derrotar al felipolanquismo e instaurar la III República. A la vista de los resultados, es complicado determinar si la conspirAnson tuvo o no éxito. Nos deshizo del felipismo (aunque no por muchos años, como la aparición de otras conspiraciones posteriores parece indicar), no así del polanquismo. Y de la III República mejor no hablamos, ya que ni siquiera nos queda a estas alturas esperar una implosión inminente de la Monarquía constitucional legada a los españoles por el Caudillo gracias al acceso al Trono de la línea estrictamente legítima de sucesión a Juan Carlos I, según la moda imperante, que habría de ser la encabezada por la elegante y sin par Infanta Helena. Ignoramos los motivos por los que parte de la conjura tuvo tanto éxito y en cambio el resto pasó a mejor vida. Desconocemos la razón por la que el siempre revolucionario y libertario Anson optó por abandonar la tarea a mitad. Lo que sí parece claro es que cualquier explicación que pueda buscarse, por enrevesada que sea, a partir de estas consideraciones es más fiel a la realidad española que el burdo intento de pretender relatar la historia como la caída de un Gobierno agotado políticamente tras un largo ciclo, acosado por casos de corrupción y apuntillado con la persecución, por parte de jueces independientes, de delitos gravísimos (si bien cometidos en años anteriores y por responsables políticos diferentes a los que entonces ocupaban el poder, aunque del mismo partido). Asuntos todos ellos de la suficiente entidad, con especial mención a la nunca del todo asumida, mientras el PSOE y Felipe González siguieron en el Gobierno, depuración de responsabilidades por un asunto de la tremenda gravedad de los GAL, como para que se produzca un cambio político en una sociedad madura. Pero no parece que en España algo así se juzgue suficiente o lo explique satisfactoriamente: ha de haber una conspiración, si no, ¿de qué?
Probablemente es asimismo concebible únicamente en España la combinación de ceguera y miseria moral que lleva a un Gobierno a emplear un atentado terrorista en plena campaña electoral como arma política para reforzar su imagen pública y las líneas más duras y cuestionables de su feroz ataque a la oposición en esta materia. Nunca se sabrá cuánto de suprema mezquindad y falta de respeto a la ciudadanía y a la democracia hubo en pretender endosar el muerto (los ciento noventa y un muertos, en realidad) a ETA y cuánto de pura incapacidad para identificar qué estaba pasando realmente (imbuido como estaba el PP en su discurso esquizoide de que todos los problemas de España eran el terrorismo de ETA, que todos sus rivales políticos y sus iniciativas respondían a hacerle el juego a la ETA o, como poco, a no colaborar rectamente con la lucha contra el terrorismo, es hasta concebible que esta alucinación colectiva en que vivían inmersos permitiera pisar el acelerador con el rollo de la ETA hasta extremos increíbles) hubo en las acciones que siguieron a la matanza del 11-M. Lo que está claro es que hubo bastante, mucho, de lo uno y de lo otro. Más que suficiente para entender razonable que los ciudadanos retiren la confianza a un Gobierno ya, por lo demás, enormemente debilitado por su gestión mesiánica de los años anteriores, algún que otro episodio bélico y el inevitable desgaste producto de los sueños de estadista campeador de su Presidente.
O quizá no sea algo tan racialmente español, más allá de la cutrez con que se hizo, que en apenas dos días se les desmontó la paraeta. La instrumentalización de los atentados y del terrorismo, por desgracia, no es algo genuinamente autóctono. Como tampoco el terrorismo de Estado. Hay lamentabilísimos ejemplos en naciones de lo más desarrollado de una cosa y de otra. De nuevo, en realidad, lo absoluta y esencitariamente español es que las acciones del Gobierno tras el 11-M y su juicio han pasado a un segundo plano porque, por lo visto, nada de ello tuvo mucho que ver en su derrota electoral. No se dejen engañar por las apariencias, de nuevo lo que tenemos es una conspiración inmensa, gigantesca, en la que están involucrados prácticamente todos los miembros de la cúpula de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, el aparato burocrático y judicial, la ETA, los servicios secretos franceses y marroquíes, numerosos confidentes de la Policía Nacional, el PSOE y algún que otro partido nacionalista de la oposición, la Orquesta Mondragón e, incluso, fíjate tú, unos pobres fanáticos islamistas que pasaban por ahí y que fueron los tontos útiles. Que la tesis de la conspiración, la construcción de agujeros negros y los movimientos aneuronales de una red carente de sinapasis de peones negros con acceso a Internet para soltar lo primero que se les ocurre sean tomados como algo más que como una inmensa bufonada útil para vender periódicos sensacionalistas y hacer radio o telebasura (entretenida, descansada, como la marea de prensa rosa invasiva, pero otra orientación porque el público matutino es diferente al de la sobremesa), demuestra el espíritu de bandería que asuela la visión política de los españoles educados en el franquismo y sus coletazos.
En España, todavía, generacionalmente, muchas personas están dispuestas a creerse cualquier cosa, o a inventar cualquier cosa, con tal de no reconocer errores trágicos (e incluso crímenes) en aquellas personas que, por una cosa u otra, consideran “de los suyos”. Psicológica, política y culturalmente son los mismos aquellos que defendían la inexistencia de relaciones entre la cúpula del Ministerio del Interior de los Gobiernos socialistas de los años ochenta y la guerra sucia que los que niegan ahora la responsabilidad del Gobierno de Aznar en la campaña de intoxicación que sucedió a los atentados del 11-M. La misma gente, educada en los mismos valores, capaz de lo mismo. Se trata de una gran parte de la España que todavía manda en los medios de comunicación y en la política, en la empresa y en la cultura, pero que cada vez es menos representativa de la España real, donde la irrupción de nuevas generaciones mucho mejor preparadas, con más sentido crítico y menos conciencia de permanencia a una facción que ha de luchar contra otra (educadas en democracia, en suma), ha permitido un notable incremento de la calidad de la cultura política del país. De forma soterrada, quizá, pero cada vez más palpable. Aunque sea un proceso lento y costoso, que décadas de una educación en la inmoralidad y el desprecio al imperativo categórico no desaparecen en dos días.
Frente a esta nueva sociedad, cada vez más presente, probablemente las primeras generaciones que han tenido la suerte de crecer en un entorno más o menos, con matices y problemas, democrático y respetuoso con el otro y con sus derechos, se yergue todavía ese compacto y uniforme colectivo que, de derechas o de izquierdas, del Madrid o del Barça, del PP o del PSOE, de Pedro J. Ramírez o de Cebrián, constituyen en el fondo, a efectos de ética de la convivencia, una misma cosa. Y no sólo es que sean los mismos sino que son casi todos ellos, con muy contadas excepciones, capaces de justificar tanto el GAL como la gestión de la información tras el 11-M, ya que entienden que ambas actuaciones, si realizadas por los suyos, nada tienen que objetar. No conviene dejarse engañar con esta gente, ni tampoco hacerles caso. No merecen, en el fondo, demasiada atención por mucho que desgraciadamente haya que dársela.
Porque nada más difícil, con el gusto por la conspiración que sigue respirando España y su versión publicada más oficial, que hacer como que las majaderías de esta gente no existen. Que estamos en un país, conviene recordarlo, donde, por ejemplo, los bosques no se queman por las condiciones de sequía, calor y la letal combinación de los mismos con la presión antrópica, cada vez mayor, que favorece despistes de todo tipo y convierte en trágicas sus consecuencias. No, en lo que es algo único en el mundo en España los bosques los queman, según las estadísticas oficiales, pirómanos en un 90% de los casos. Debemos de tener concentrados a los desequilibrados de toda Europa, porque allí (aunque sea más difícil en algunos países prender fuego con éxito, lo que no significa que no pueda intentarse si uno vive aquejado de piromanía) no hay, a las estadísticas oficiales nos remitimos, tanto chalado con encendedor. Además, son pirómanos rarísimos, a los que sólo les gusta quemar bosques. Eso por no hablar de los casos en que los bosques son incendiados de manera masiva con el apoyo y la organización de una compleja mafia urbanístico-especuladora que, de paso, pretende cargarse a algún Gobierno poco afecto. Como la conspiración para derrocarlo que ha tenido que sufrir el Gobierno gallego del PSG-BNG este verano, por ejemplo. La verdad es que la cosa da un miedo atroz, pero pensemos que podría ser todavía peor. Porque sigue sorprendiendo que, puestos a incendiar a lo salvaje poniendo en grave riesgo vidas y haciendas, y dado que las penas a arrostrar en caso de ser pillado son semejantes, quienes desean cargarse un Gobierno a base de mechero se limiten a quemar bosques. Podrían dar rienda suelta al pirómano que llevan dentro ensañándose con polígonos industriales, colegios u hospitales. Campos de fútbol, ¿por qué no?, que eso sí que dolería a los municipios que se los han regalado al constructor que dirige el equipo de fútbol local. O iglesias, no sé, por seguir la tradición de la guerra que empezó con la conspiración del 34. Si se trata de poner en jaque a un Gobierno mediante la criminal organización de acciones delictivas, ¿por qué quedarse en tan poca cosa como hasta ahora?
Pues bien, no pretendan afrontar con un mínimo de racionalidad el análisis de esta cuestión. Los bosques se queman porque hay mafias interesadas y, de paso, para desestabilizar al Gobierno de turno. Una conspiración, de nuevo, que afortunadamente han aireado intelectuales de campanillas, denunciado y explicado editoriales de medios de comunicación de prestigio y que, por supuesto y afortunadamente, nos ha sido trasladada con fruición por los integrantes del bando de turno en la charla de bar correspondiente. Menos mal, porque si no uno podría hasta caer en la trampa. Está bien que a uno le abran los ojos. A fin de cuentas, instalados en esta sima discursiva, la mejor táctica es zambullirse con ganas en las estancadas aguas de la irracionalidad dominante.
Urge exigir, de una vez, un mínimo de respeto a los ciudadanos y a las nuevas generaciones, que no tenemos que padecer este tipo de cosas, la verdad, a estas alturas. Para deleitarnos con conspiraciones, tejemanejes chungos, conjuras y necedades varias disponemos de una media de dos reality-shows diarios en las televisiones generalistas donde famosos o anónimos, con el objetivo de aprender a bailar, cocinar, sobrevivir o alcanzar simplemente un contrato en alguna tertulia nos deleitan con abundante material de este tipo que podemos emplear para lo que sirve: regodearnos en ciertas miserias como espectáculo, más o menos edificante, y ficcionar los perfiles menos amables del prójimo. Es sano que queden allí confinadas las actitudes relatadas y la conspiranoia que sólo pretende esquivar la responsabilidad propia. Muchísima gente en España lo tiene claro y está harta. La Página Definitiva, como todos Ustedes, se muere de ganas de que empiecen a ocupar no sólo la vida real sino también la primera escena de la vida pública comportamientos y análisis políticos de un tiempo más actual. Dignos de esta época.
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Comentario de Virginia (19/09/2006 17:47):
Bravo Alex.
Comentario de Compuntoes (19/09/2006 18:35):
En Estados Unidos todavía hay quien culpa a los judíos de lo de las torres gemelas, y en el Reino Unido la que se montó con la muerte de Lady Di va a colear por mucho tiempo.
También es verdad que aquí tenemos más conspiranoicos, supongo que será cosa del atraso y el aislamiento rural…
Comentario de Andrés Boix (19/09/2006 18:42):
Hola. Claro que sí. Pero no es comparable en un sentido: no contaminan el debate público, no son asumidas por medios de comunicación relevantes o los principales partidos políticos, no se convierten en “el” asunto sobre el que gira la actualidad política. Lo alucinante de este país es que estas cosas no queden constreñidas a lo que en el mundo civilizado y desarrollado tendría que abocarlas: la irrelevancia y la marginalidad.
Comentario de Bocanegra (19/09/2006 18:53):
Interesante. Andrés no considera factible que los bosques gallegos se hayan quemado por una macroconspiración de la extrema derecha pepera (perdón por la redundancia) destinada a frustrar la Nueva Esperanza del gobierno de los progres. ¿Estaremos asistiendo a una vuelta de LPD a sus orígenes sensatos y menos doctrinarios?
El tono furioso y militante del texto parece desmentirlo, pero quizá sea fruto de los tics de la transición. En cuanto a negarse en redondo a que exista la más mínima duda sobre lo que sucedió el 11-M, pues ya conocemos de sobra lo que piensa Andrés, que tiene acceso directo a todo lo que escribe, y aun lo que no escribe, El Paí.
A ver cuándo reabrís el foro.
Comentario de Miguel Angel (19/09/2006 19:01):
AHÍÍÍÍ, AHÍÍÍÍ A LA YUGULAAAAAAAAAR
Comentario de Andrés Boix (19/09/2006 19:16):
Hasta dentro de bastante tiempo no habrá foro, como explicaba Guillermo en su post de inauguración de la nueva imagen corporativa. No consideramos conveniente meternos de momento en ese fregado.
Por cierto, bocanegra (un abrazo), me niego tan en redondo a concebir que exista la más mínima duda sobre lo que sucedió el 11-M como a concebir que exista la más mínima duda sobre la inexistencia de una conspiración para quemarle Galicia al PSG-BNG. No sé si me explico.
Comentario de popota (20/09/2006 02:54):
Yo, en lo del 11-M, no leo El País. Como bien señala Andrés, la prensa española es una risa.
Leo prensa extranjera.
Por eso creo que sería una buena idea montar un txoko en LPD para homenajear a los “autores intelectuales” del sainete de las mochilas.
Comentario de conspiranoico (20/09/2006 03:23):
Durante 20 años ha existido una “conspiracion” en Marbella para llenarse los bolsillos estilo mafia italiana,durante otros 20 un timo piramidal llamado forum, tuvimos al GAL, o al director de la guardia civil multi-titulado… me podría hartar a citar ejemplos de “conspiraciones” con la connivencia clara del estado.
A mi, que cada vez que veo un politico en la tele solo puedo distinguirle de un vulgar chorizo por que lleva corbata, no me parece descabellada casí ninguna conspiracion que se base en la ausencia absoluta de moralidad de un politico o partido politico.
Asi que, cuidadito con el 11-m, será mejor no pillarse los dedos y esperar a que se aclare todo dentro de un tiempo ( una decada quizas ? ). Por que, seamos francos, quedan algunas cosillas por aclarar.
Comentario de Andrés Boix (LPD) (20/09/2006 08:12):
Yo me debo de explicar bastante mal. ¡Pues claro que en España hay tramas delictivas! E incluso delitos comunes, así está de mal el país. Mis dudas surgen respecto a la existencia de tramas, de conspiraciones, a gran escala, en la que hay implicados desde políticos a policías, jueces y grandes emporios mediáticos defendiendo sus intereses, que se ponen a actuar, cometiende delitos gravísimos, con la intención de cargarse a un gobierno como sea.
Yo no dudo que sea posible que algo así ocurra: un partido político contratando a pirómanos y tarados, suministrándoles gasolina y aconsejándoles que prendan fuego cerca de las ciudades y a partir de planos suministrados por la patronal de la madera y de las constructoras, interesadísimas en construir en Galicia para satisfacer una creciente demanda que ni la de Benidorm, todo ello con la esperanza de cargarse cuantos más bienes mejor, y si hay suerte hasta poder tener varios muertos, y así echar a los leones al Gobierno, en cooperación con los medios afines que, al tanto de todo, irán suministrando la información sobre la incompetencia gestora del Gobierno. Pues, en efecto, es posible que algo así ocurra. Cosas más raras han pasado en el mundo. Pero ni es probable ni, la verdad, me parece sensato decantarse por esta hipótesis en ausencia de la más mínima evidencia racional al respecto.
De la misma manera, también creo que es posible que un partido de la oposición esté lleno de sinvergüenzas y delincuentes sin escrúpulos que, con tal de llegar al poder, sean capaces de cualquier cosa. Tampoco puede decirse que sea imposible que cuenten con el apoyo del poder judicial y de la policía. E incluso sería mucho arriegar asegurar que uno pone la mano en el fuego por la imposibilidad de que hayan contactado con servicios secretos extranjeros, la banda terrorista ETA e islamistas furibundos para meterles en el ajo. Porque, como posible, todo esto lo es. Altísimamente improbable, también. Y con ciertos ribetes de delirio. Pero, de nuevo, es impresentable pretender plantear como una explicación lo que, por mucho que no sea imposible, no sólo es improbabilísimo sino que, además, no es apoyado por ni siquiera un solo indicio racional. Y la pretensión de seguir azuzando la hoguera con la excusa de que, como no es imposible, hay que investigarlo, entra de lleno en la caradura más absoluta.
Yo comprendo que para quien quiera agarrarse a cualquier cosa, el hecho de que ciertos imputados modifiquen sus declaraciones al mejor postor y según sus intereses procesales del momento, o que en un sumario cuya instrucción es complejísima (y que supone gestionar miles de documentos y declaraciones) a veces se hagan copias sólo en papel de un informe en vez de tenerlas también en soporte digital o algún testigo entre en contradicción con otros, pueda ser suficiente para introducirse en el delirio. Pero desde la buena fe, el conocimiento de cómo es la realidad y más todavía cómo son los avatares inevitables de cualquier instrucción penal, la voluntad de aplicar criterios de racionalidad y un mínimo sentido común, extraer de ello la existencia de una conspiración montada por el PSOE y la Policía que ahora estaría siendo cubierta por la Audiencia nacional y los medios de PRISA, como en los tres días de marzo fue ayudada a triunfar por éstos es, sencillamente, un delirio partidista.
Que, por lo demás, dice bastante de quienes se embarcan en ese juego. Por lo pronto, que les parece más o menos probable, normal, fácil, sencillo… encontrar politicos dispuestos a cargarse a casi doscientas personas para llegar al poder, así como a policías y jueces que colaboren con este propósito. De otro modo no se explica que sin base fáctica alguna sigan convencidos de que algo así es la explicación más razonable para lo ocurrido. Y eso supone que estamos ante gente en cuya concepción del mundo cabe con faciilidad algo como esto. O son conspiranoicos o algo peor.
Comentario de Andrés Boix (LPD) (20/09/2006 08:25):
Pero, en cualquier caso, y eso es lo alucinante, ya estoy, yo también, enredado. Es a lo que me refería con el nivel y contenido del debate público en España, que lo marcan los conspiranoicos con una facilidad…
Comentario de Alemania (20/09/2006 11:38):
Ese es el problema, que en este pais alguien dice
“Por que, seamos francos, quedan algunas cosillas por aclarar.” y la gente siente la necesidad de aclarar algo, aunque en realidad no quede nada por aclarar.
La culpa la tiene “Carta Blanca” y aquellos comentarios que hacían algunos durante el debate “Perdone usted pero todas las opiniones son respetables”. Lo cierto es que todas las personas son respetables, pero ¿las opiniones? Las opiniones no. No es respetable la opinión que yo pueda tener sobre el transvase del Ebro si resulta que yo me he leído un periódico y estoy discutiendo con un ingeniero experto en el tema e integrante de una comisión que ha investigado. Tampoco es respetable mi opinión sobre si existe o no existe la fuerza de la gravedad, aunque he estudiado Físicas.
Y tampoco me creo respetable en un tema como puede ser una investigación sobre un atentado terrorista, porque lo cierto es que todo lo que yo puedo saber es lo que los periódicos me han querido contar, en realidad no se nada de Goma2 ni de Titadyne ni de mochilas ni de declaraciones, porque ni soy experto en investigación criminal (ver CSI no me concede ese título) ni me he leído los sumarios (ni siquiera las partes que citan los periódicos todos los dias). Pero si me pican diré lo que haga falta, porque otra cosa no, pero Español soy hasta la médula.
Comentario de conspiranoico (20/09/2006 15:19):
vaya, como os picais en cuanto os sale una opinion disidente. Primero aclaro, que no es que crea que existio una conspiracion en el 11-m, pero tampoco tengo claro que no existiera.
Como minimo, parece que la investigación esta plagada de chapuzas que SI, hay que aclarar.
Andres, si por eso soy un “conspiranoico o algo peor”, pues seré algo peor. Tienes cientos de ejemplos historicos de este tipo de conspiraciones, asi que, por que no?.
Es que en el partido socialista no existen sinverguenzas ? o es que los españoles estamos hechos de una pasta distinta, y por tanto a salvo de cualquier trama conspiranoica ?
Otra cosa es que la trama sea tal y como la describe el PP, que efectivamente, por motivos puramente partidistas y sin que realmente les importe un bledo los 200 muertos, lanzan acusaciones muy graves desde distintos medios, como el ejemplo bastante lamentable de losantos.
Ahora, parece que si que hay lagunas que aclarar, y en este sentido, estoy de acuerdo en que se debe investigar mas y no poner ningun obstaculo a la investigación.
Creo que te equivocas al pensar que es todo o nada, blanco o negro. Como te resulta tan facil de creer que el mayor atentado de la historia reciente de españa lo organizaran 4 moritos cabreados ? Lo tuyo es fe.
Alemania, dices, en un claro ejemplo de demagogia pura “Aunque en realidad no quede nada por aclarar”, supongo que esa es tu opinion respetable sin ser un experto en investigación criminal, sin haberte leido los sumarios y eso si , de español hasta la medula. ;)
Ah, y por cierto, yo tambien estudie fisicas, y que cojones, la fuerza de la gravedad existe, y esta es una opinion respetable. Haz la prueba de la manzana.
En fin, para todos aquellos que piensan que todo el mundo es bueno, aqui un dejo una perla oficial del gobierno yanki:
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/news/20010430/northwoods.pdf
leerla hasta el final, que os va a encantar, es un ejemplo practico de como se hacen las conspiraciones.
Un saludo. Sin acritú , eh?
Comentario de Virginia (20/09/2006 17:17):
Me hace a mí una gracia eso de los cuatro moritos cabreados que para qué. Porque ¿el atentado del 11-S también lo montó ETA y el de hace poco en la India también?
No creo que sean 4 moritos, creo que son bastantes más, que no están cabreados, están dispuestos a morir matando, cosa que ETA que yo sepa no ha hecho nunca.
No sé si hubo contactos o no, según Aznar estaba tan debilitada que se iba a rendir ya mismo, no creo que tuviera ánimos para ayudar a los moritos.
A mí este tema me pone la piel de gallina, no es algo que no me afecte, vivo en Alcalá de Henares y aún se me pone mal cuerpo cuando cojo el tren y oigo: “Próxima parada el Pozo”.
Creo que hay que investigarlo lo que haga falta, pero no dejándose llevar por la irracionalidad y por lo que queramos que salga de las pruebas. Cuando el mundo publicó lo de la cinta de la Orquesta Mondragón es que vamos…
Comentario de Miguel Angel (20/09/2006 18:03):
Pues eso como bien habeis dicho, no se puede reabrir una investigaciónpor el echo de que algun caradura haya cambiado su declaración, por mucho que un periódico acapare las portadas de los domingos, haga reportajes al respecto e introduzca las opiniones de sus columnistas de sus propios reportajes, que manda cojones. Normalmente se reabre una investigación cuando existe una nueva prueba racional al respecto de los hechos, que se yo, hemos encontrado un pelo en la mochila que no perteneze a ninguno de los imculpados, Bernarda ha tenido un hijo a los 5 meses y entonces nos dijo que era virgen. Ojala en este pais se pudieran inventar lagunas de verdad ( que falta nos hacen), no como las que los políticos interesados y sin moral se inventan en las investigaciones policiales.
Saludos
Comentario de Jordi López (21/09/2006 09:48):
Andrés en su artículo habla de “jueces independientes”, es decir, indirectamente señala la existencia de jueces corruptos. Si a esto le añadimos el hecho de que en nuestro país la separación de poderes no es real en la práctica, es fácil llegar a la conclusión de que vivimos en una nación propicia para las tramas delictivas a gran escala.
¿Hubo intoxicación el 11, 12 y 13 por parte de un PP que temía perder el gobierno? SÍ. ¿Hay cabos sueltos en la investigación que serían investigados en cualquier país con libertad de prensa que se precie de ser desarrollado? TAMBIÉN. El PSOE creo que se equivoca al pretender dar por cerrado el tema del 11-M, pues así crea una imagen de oscurantismo que solo beneficia a la oposición. Con lo sencillo que sería actuar con transparencia, formar una comisión plural de verdad, independiente y multidisciplinar para aclarar lo ocurrido y dejar en evidencia (por no decir ridículo) al PP… claro que, ¿y si no pueden hacerlo?
Es curioso, pero en menos de un mes he encontrado en LPD dos artículos (uno de Guillermo sobre los 70 años del inicio de la Guerra Civil y este) con un tono de “si no piensas como yo es que eres gilipollas” más propio de una Rosa Montero del montón que de una página referente del pensamiento plural.
Saludos.
Comentario de Guillermo López (21/09/2006 10:26):
¿Sólo encontraste dos, Jordi? ¡Pero si hay muchos más!
Fuera de bromas, yo creo que la cuestión que planteas (que hay que investigar, etc.) debería leerse también a la luz de dos observaciones que, en el momento actual, son indisociables de la investigación.
1) Que hubo al menos un intento de intoxicar informativamente por parte del gobierno del PP en esos días, cosa con la que, además, estás de acuerdo
2) Si lo que se está haciendo pasar por investigaciones periodísticas, llevadas a cabo en El Mundo, Libertad Digital, y por altruistas iniciativas de los peones negros, tiene algún punto, no ya de verdad, sino de verosimilitud.
Para mí, la respuesta a la segunda pregunta es “No”. Por eso, más que sospechosas, son ridículas las declaraciones de pureza democrática y afán investigador proferidas por parte de quienes intoxicaron en esos días (Zaplana, Acebes, …) o de los medios que llevan ya dos años cubriéndose de gloria con la Orquesta Mondragón y otros grandes éxitos, pero que demostrar, lo que se dice demostrar, no han demostrado absolutamente nada, salvo su total carencia de escrúpulos y de sentido del ridículo a la par.
Claro que investigar los hechos está muy bien, pero ¿no hay un proceso judicial abierto? ¿Y qué es, exactamente, lo que hay que investigar? Porque a estas alturas ya ni lo sé, sé, eso sí, que los “agujeros negros” detectados a lo largo de este tiempo causan estupor e hilaridad, es cierto, son divertidos, pero nada que se parezca ni remotamente a una investigación.
Un cordial saludo
Comentario de Andrés Boix (LPD) (21/09/2006 11:02):
Cuando decía aquello de “conspiranoicos, cuando no algo peor”, no me refiero a quien dice que se ha de investigar y pinsa que pueden quedra cabos sueltos, sino a los que, por su profesión o cargo, saben cómo es un investigación judicial, conocen a las personas a las que están acusando de crímenes tremendos y a pesar de ello tratan con normalidad con ellas, negocian, se van de copas, pero que no por ello dejan de fabular con agujeros negros.
Cualquier delito se investiga. Y lo investigan jueces que, en España, son independientes. Los hay mejores y peores, como en cualquier profesión. Y los hay tremendamente partidistas, pero estos suelen dedicarse poco a juzgar porque acaban casi siempre, casi todos, en el CGPJ. En España, además, hay prensa libre, que denunciará, sin duda, cualquier evidencia discordante.
Pero una cosa es eso y otra bien distinta llevar dos años dando la tabarra sin base alguna. Porque esto es tan simple como preguntar si hay una sola base que permita dudar de que los detenidos son los sospechosos o un solo indicio de que efectivamente participó ETA, o la policía, o la gente de Rafael Vera. Y, en ese caso, cuál es. Vamos, es que ni las declaraciones de todo a 100 de Trashorras, tomadas como si fueran verdad revelada, dan una sola prueba fechaciente de la implicación de nadie.
Y por eso es alucinante que el debate político se enfangue en este asunto. No se trata, de verdad, de ser tontos o listos, sino simplemente de estar educados en una época y en una cultura o en otras.
Por la misma regla de tres, podríamos decir que no está nada claro que no exista la posibilidad, no sé, de que la conferencia episcopal participara, dado que Trahorras iba a misa cada domingo. Y a partir de ahí exigir que se investiguen “las conexiones con la jerarquía católica” porque, “¿acaso podemos poner la mano en el fuego?” y entonces desacreditar la investigación judicial en curso: el juez es un vendido porque no se preocupa por descartar esta posible vía. Basta sólo tener enfilaqda a la Conferencia Episcopal, una batería mediática apuntándola y sabemos que los españoles culturalmente hijos de la dictadura que se sientan del bando correspondiente empezarán a montarse la película.
Yo creo que el problema es que esa España cada vez más residual no lo es en los medios de comunicación, dominados por tertulianos y columnistas en el entorno de los 60 años, con poca cultura, superados por el cambio social, político y tecnológico y, además, educados en el estricto desconocimiento de las implicaciones éticas y para la convivencia social del imperativo categórico kantiano. Es gente que, en el fondo, ve como comprensible, aunque no se atreva a decirlo abiertamente, hacer casi cualquier cosa por erradicar de la escena pública a sus rivales y que, en consecuencia, presume sistemáticamente del resto de la gente que tenderán a hacer lo mismo. Yo de otra forma, la verdad, no lo entiendo. Porque Pedro José Ramírez, que es listo y quiere vender periódicos (y salvar el puesto) como sea, va a otro rollo. Pero hay pobres desgraciados que se llegan a creer de verdad estas cosas (no sé, por ejemplo el Juan Ignacio del Burgo, o eso parece). Y ahí ya si que la cosa preocupa. Porque, como digo, sólo se me ocurre esta explicación o la de una profunda conspiranoia que, la verdad, también tendrían que hacerse mirar.
Comentario de David (21/09/2006 11:31):
Yo hasta cierto punto entiendo estas teorías de la conspiración, porque la verdad es que vivimos en un país en el que cosas así no sólo es que puedan suceder, sino que suceden. Como ya se ha comentado, está Marvella, el GAL, y muchas otras operaciones que demuestran que a la clase política le importan una mierda los daños colaterales. Personalmente me cuesta creer que lo del 11-m sea una conspiración del PSOE (entre otras cosas porque no entiendo qué tendrían que ganar las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, o los jueces) y me parece improbable (aunque algo menos improbable) el que los incendios en Galicia hayan sido una conspiración del PP. Pero la verdad es que las instituciones que tenemos no son para nada fiables, y la gente desconfía de ellas con razón. Los sindicatos, los partidos políticos, gran parte del funcionariado, y algún que otro miembro del PJ, están a lo que están, y no es precisamente a actuar con virtud cívica, y luego, claro, la gente se piensa lo que se piensa: que si son todos unos hijos de puta, que si son todos unos chorizos, que si lo único que les importa es enriquecerse.
Comentario de pepita (21/09/2006 15:17):
Te olvidas de la conspiracion que tuvo en vilo a Madrid en 2003 despues del “Tamayazo”. Esa si que fue digna de telenovela. Como no teniamos el Tomate, veiamos las comparecencias.
Asi nos va… En resumidas cuentas: Tenemos lo que nos merecemos, y el que no, se larga (si puede)
Comentario de Alemania (22/09/2006 17:35):
Yo creo que cualquier investigación criminal, si se ha realizado en este pais, debe tener por lo menos unos cuantos agujeros negros, momentos en los que quien tenía que escribir el informe puso “Y el acusado es gilipollas” o alguna salida poco ortodoxa, subjetiva e incoherente con lo que se dice una investigación seria. No digo que en el 11m no quede nada por aclarar, pero no parece que haya nada demasiado importante por aclarar dado que por mucho que lo intenten nunca encuentran nada realmente significativo.
Efectivamente, como dice Pablo, no veo a santo de qué se iba a poder organizar una conspiración de tan alto nivel, con la mitad de España implicada en ella, sin que:
– Alguien no se fuera de la boca.
– Algo no saliera terriblemente mal y cantara un montón.
– Se quedara por aclarar algún cable suelto, tipo alguien que no ha recibido su parte, que saliera a la luz.
Que estamos en España y aquí las cosas raramente se hacen bien. Fijense en Marbella, fijense en los GAL y diganme si la misma cultura que cuando trata de “conspirar” le salen churros asi va y les va a salir la jugada perfecta, la carambola, y van a subir al poder casi por arte de magia (hay que tener en cuenta que si el gobierno de Aznar no llega a tratar de intoxicar la cosa tampoco habría quedado tan bien, o sea que la cosa ya es de premio gordo: el PP también está implicado en la conspiración!)
Comentario de Cruzcampo (23/09/2006 20:51):
Pues la teoría de que esté implicada la conferencia episcopal no es del todo descabellada. De esta forma, a sus grandes rivales espirituales (los musulmanes) los convierten en diana de acusaciones, con lo cual atrae a más cristianos a su gallinero.
Y como prueba, las palabras recientes del papa.
Comentario de LOPD pasa a ser EOD (25/09/2006 13:19):
“Yo creo que el problema es que esa España cada vez más residual no lo es en los medios de comunicación, dominados por tertulianos y columnistas en el entorno de los 60 años, con poca cultura, superados por el cambio social, político y tecnológico y, además, educados en el estricto desconocimiento de las implicaciones éticas y para la convivencia social del imperativo categórico kantiano” – ABP
“Ahhh, claaaro, los muy paletos…” – Fernando Esteso, en Los Bingueros.
Comentario de Emvenenador (29/09/2006 21:56):
Bravo, bravo… La resignación y la moderación como alternativas a la mediocridad a secas.
Sólo una duda cabe por el ojo de esta aguja sin huso:
¿Por qué cojones no se queman los bosques en el País Vasco o en Cantabria?
Redefinamos conspiración y pongamos en la definición lo siguiente: toda conjunción, causal o casual, de esfuerzos orientados a la consecución de un fin común.
Los bosques en Galicia se queman, sencillamente, porque tienen más valor quemados. Para todos, para el PSOE-BNG que así consigue rascar otro poco gracias a la declaración de zona catastrófica. A las madereras, que han comprado toneladas de madera de otra forma inaccesible. A los dueños de los montes, que los han limpiado y han obtenido el precio de la madera quemada como si fuera nueva, A los constructores, dado que se han quemado zonas lindantes con nucleos urbanos. A los servicios de extinción, que han conseguido el precio de la hora extra. A los medios de comunicación que han vendido toneladas de celulosa. A los mariscadores a los que se ha indemnizado por la posible incidencia sobre los bancos de marisco y así ad infinitum.
Para comprender Galicia hay, como mínimo, que conocerla: el minufundio, los caciques, la miseria (ojo, nunca el hambre o la pobreza, sólo la miseria)…
Comentario de Yagoda (06/10/2006 22:21):
Pues hombre, sera que yo deliro tambien, pero el caso es que este verano en Asturias apenas hubo incendios, y eso que yo tengo la familia para el lado de alla, del occidente.
Que raro, no? Tropocientos mil incendios fortuitos y simultaneos, concentrados precisamente en Galicia. Me falla la propabilistica.
Comentario de provisional2 (10/10/2006 15:01):
Guillermo escribió:
“2) Si lo que se está haciendo pasar por investigaciones periodísticas, llevadas a cabo en El Mundo, Libertad Digital, y por altruistas iniciativas de los peones negros, tiene algún punto, no ya de verdad, sino de verosimilitud.
Para mí, la respuesta a la segunda pregunta es “No”. ”
Guillermo, aun siendo mi ídolo he de decir que en esto me defraudas. ¿Has leído sin pre-juicios todo lo que sale del sumario y de este tema? No digo que no haya argumentos sobre la conspiración que sean tronchantes, pero es que hay tantas cosas… Incluso cosas que parece imposible que realmente pasen y, si es así, no se inicie una investigación inmediata de algunos policías. O tenemos a las fuerzas de seguridad más chapuceras del mundo y, en ese caso, habría que investigar para tirar a los chapuzas a la calle. O han hecho cosas ilegales a propósito y, en ese caso, habría que investigar para mandarlos a la trena.
– ¿Qué pasa con ese grupo de policías responsables de revisar los bultos de los trenes para evitar más explosiones y que no vieron la “mochila azul”? ¿Nadie va a meterles un puro? ¿Es posible que eso se les escapara?
– ¿qué pasa con ese Tedax que se quedó la mochila en su casa y envió al juez otra? ¿Esto no anula la prueba?¿Este tio se piensa que la ley es El?
– ¿Qué pasa con esos perros y policias que no olieron/detectaron/vieron nada en la furgoneta que después tenía residuos de explosivos, detonadores,etc? Menos mal que no era una bomba preparada para estallar, porque sino… Nadie investiga sobre eso?
– ¿Qué pasa con ese coche que aparece 3 meses después en Alcala? ¿Y los policías que comprobaron los coches, matrículas, etc de todos los vehículos de la zona, se fueron de bares en vez de realizar su trabajo?
Espero aclaraciones que me tranquilicen.
Ya puede decir El Pais o El Mundo misa, pero eso son hechos y preguntas lógicas para cualquiera. El pasar de puntillas por todo esto solo hace que parezca peor de lo que probablemente sea, porque son cosas muy raras que chirrían al más básico sentido común.
Saludos.