Las tres joyas de la telebasura
Caviar desde el otro lado del Atlántico
El concepto telebasura tiene, en nuestro país, un acendrado carácter peyorativo del que carece en otros lugares. Efectivamente, deberíamos hablar de telebasura como un todo, como una categoría que engloba una forma muy original de entender la televisión. Así tendríamos teleseries, telediarios, telenovelas y telebasura, por poner varios ejemplos.
Naturalmente, al igual que en el resto de productos televisivos, la telebasura admite distintas calificaciones. No podemos caer en la tentación simplista de adjudicar al concepto “telebasura” una valoración única. No. Existen programas de telebasura malos, regulares, buenos y excelentes.
De estos últimos en nuestra televisión actual tenemos pocos ejemplos, sin embargo, allende nuestras fronteras se cuece actualmente una telebasura cuya calidad haría palidecer de envidia a los programadores de cualquier televisión autonómica. Esta página, en su constante afán de acercar a su selecto público los temas de más rabiosa actualidad mediática, tiene el honor de presentarles los tres programas probablemente más impresentables (es decir: la mejor telebasura) que se emiten actualmente en la televisión mundial.
THE WEAKEST LINK (El eslabón más débil): Nuestra heroína se llama Anne Robinson. Presenta este programa donde los concursantes han de responder a diversas preguntas para obtener premios en metálico. Hasta aquí todo normal. Casi parecería un remedo de nuestro glorioso Carlitos Sobera y su 50 x 15. Sin embargo, hay una novedad que es la que ha convertido al programa en lider de audiencia de su cadena (NBC) y en un auténtico fenómeno de masas en EE.UU: Cuando un concursante no sabe la respuesta, la Sra. Robinson lo expulsa del plató no sin antes humillarlo con los más variados insultos y referencias a su nulo cociente intelectual. A veces algún concursante le responde, lo que obliga a la presentadora a subir el tono en una vorágine que hace las delicias de su cautivada audiencia.
LAURA EN AMERICA: Presentado por Laura Bozzo y emitido por Televisa para toda Latinoamérica y EE.UU. Se trata de un programa dedicado a temas de indudable interés social como “Prefiero verte muerta antes que con ese hombre”, o “Le robé el marido a mi madre”. En él se riza el rizo de la transgresión al derecho a la intimidad, puesto que la persona que es “juzgada” en el programa, ha sido previamente seguida en sus actividades “delictivas” con cámaras ocultas, imágenes que emiten para mayor escarnio del sujeto. Pero es que además, Laurita es especialista en soliviantar los ánimos de los invitados a sus programas, ocasionando la mayoría de las veces encarnizadas discusiones que suelen terminar en una lluvia de bofetadas, lo que obliga a intervenir a los cuatro fornidos guardias de seguridad, fijos de plantilla en el programa.
EL SHOW DE CRISTINA: Presentado por Cristina Saralegui, versión mexicana de la gran Oprah Winfrey. Consciente de su importante cometido como servicio público, su programa trata también temas de indudable interés humano, como por ejemplo “Mi suegro me obliga a dormir con él”. Ha de luchar encarnizadamente por un lugar en la parrilla contra programas como el de Laura Bozzo, lo que le obliga a echar a la audiencia más carnaza que su feroz competidora. Su indudable sentido de la competitividad la lleva a provocar a sus invitados de tal forma que con frecuencia el plató se convierte en un ring de boxeo. La diferencia con el programa de Laura es que Cristina, más respetuosa con los deseos de su exquisita audiencia, no permite que haya un mínimo servicio de seguridad, con lo que sus invitados pueden dedicar más tiempo a partirse mutuamente la cara, ofreciendo una entrañable muestra de lo que debe ser la televisión sin censuras.
¿Cuánto tardará en cruzar el charco esta impresionante forma de entender la televisión?. Es algo que desconocemos (incluso nosotros). Pero lo que no cabe duda es que cuando lo haga, será un fenómeno que dará mucho, mucho que hablar.
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