El Holocausto
Los eliminados de la Casa
Nacho
El último concursante eliminado antes de la gran final ha sido Nacho, otro autotitulado “relaciones públicas” cuyo currículum laboral se esmalta con el nombre de los más afamados baretos del extrarradio ibicenco.
Desde un principio sospechábamos de la presunta homosexualidad de este apuesto sevillano. Hoy debemos reconocer nuestro error, puesto que por lo visto y oído durante esta edición, está claro que no pierde aceite. Ahora que lo pensamos, esta edición de GH ha sido nefasta para nuestro acreditado prestigio de augures mediáticos. No sólo hemos patinado con Nacho “el macho”, sino que vaticinamos que Desirée sería la primera expulsada y ahí la tienen, de finalista. Sí, no están ustedes soñando, por primera vez en la historia un medio de comunicación de prestigio reconoce sus propios errores, así que también en ésto LPD es pionera.
Tras la salida de D. Ignacio supimos de la existencia de la bella Yasmina, una mulata de rompe y rasga con la que mantuvo durante algún tiempo, en sus propias palabras, “una relación de amor-odio” (como la de Cal-loh y Fayna, suponemos). Ahora parece que prefiere a la guapa Desi, que rumia en la casa el dolor de verse temporalmente abandonada por su novio (vicemarido, podríamos decir, ya que el Pater Rafa les casó). De cualquier forma, todo este pequeño culebrón ha servido, con toda seguridad, para que la novia cubana se embolse un buen pastón gracias a sus reiteradas entrevistas en los programas de telecaspa, ¿lo compartirá con él?.
El programa llega a su recta final. Ya sólo quedan los tres finalistas, Rafa, Pedro y Desirée, que se disputarán el suculento premio económico, aunque ya sabemos que todos entraron a la casa simplemente “por vivir una experiencia”. Desde nuestro punto de vista, la peor colocada para llevarse la pasta es Desi, y ello por dos poderosas razones:
a) Es mujer.
b) Es muy atractiva.
Con semejante baldón vemos muy dificil que supere a sus dos contrincantes, entre los que destaca a nuestro modo de ver el Pater Rafa, a quien Jesús Vázquez, experto en el tema, ha calificado recientemente de homosexual vergonzante en lo que se nos antoja un ejercicio de “outing” ajeno realmente impresentable. En todo caso, su fragilidad emocional, su enternecedora sinceridad (¡un hombre sincero!) y su más que acreditada delicadeza excita sin duda el instinto maternal de la audiencia femenina que es la que cuantitativamente resulta decisiva en estas cuestiones, por lo que apostamos por él como futuro vencedor. Además, en GH jamás ha ganado el representante de la esencia rural española (recuerden a Fran y a Jacinto), así que, a menos que faciliten teléfonos móviles a todas las ovejas aragonesas y les enseñen a marcar el número de GH, mucho nos tememos que Pedro tendrá que conformarse con el premio de su ya anunciada relación con “la Inma”, que tampoco es moco de pavo oiga.
Matías
Por primera vez en mucho tiempo la audiencia de GH hace gala de un inusitado sentido común y selecciona con coherencia el concursante que debe ser expulsado, Matías. En la casa ya no quedan chicas a las que cepillarse si excluímos a la simpática Desirée, a quien le ha salido novio (¿no es fantástico?), por lo tanto no tiene objeto mantener en el experimento a un redomado semental de la talla del argentino.
A pesar de todo la salida de la casa de Matatías hizo honor al personaje y nos deparó agradables sorpresas en la posterior entrevista en el plató de Telecinco. Merceditas, amigos, va como la moto de un hipy, como el sobaco de un churrero, en una palabra, muy quemadita (bueno, en dos). Ya, ya sabemos que faltan dos meses aún para la berrea pero el algo debe haber alterado su régimen hormonal, lo que explicaría el lascivo espectáculo que protagonizó con el susodicho. Ya comenzó el programa apuntando maneras cuando en su conversación con Inma se jactó de que “su común amigo Hezulín d’ubrique” se había bajado los pantalones delante de ella (y de toda España) en su primera “cita”, pero lo peor vino después: Dos besos en los morros, dos, le propinó a un asombrado Matías en lo que sin duda habrá sido la experiencia más traumática de su ya largo historial con el sexo femenino. Y no sólo eso, sino que nuestra bella y madura presentadora amenazó con llevárselo al catre nada más acabar el programa para pegarle un repaso a la salud de sus compañeras de redacción (Virgen Santa cómo está Telecinco). Si nosotros hubiéramos estado en el lugar de Matatías a estas horas estaríamos nadando muy cerca ya de la desembocadura del Río de la Plata, pero nuestro héroe de la Pampa aguantó el tirón con un par de pelotas y no permitió que se le moviera un músculo del rostro más que los necesarios para esbozar su permanente e incomprensible sonrisa. Después de semejante exhibición de temple no tenemos más remedio que hacer a este garañón sudamericano un huequecito en nuestro pequeño rincón de héroes mediáticos junto a nuestro añorado Cal-loh (aunque un peldaño por debajo, claro).
Por otra parte, Inmaculada anunció a toda España que “lo iba a intentar con Pedro”, en lo que sin duda constituye un ejemplo práctico de cómo rentabilizar su pase por Gran Hermano y garantizarse abundantes apariciones en los programas de telemugre. Ya estamos viendo los titulares “Nos estamos conociendo”; “Estamos muy bien juntos”; “Por ahora no pensamos en boda”; y más tarde… “Hemos tenido algún problemilla, lógico en toda pareja”; “Nos hemos dado un tiempo de reflexión”; “Seguimos siendo amigos”; “Lo nuestro ha acabado”; “Inma me ha hecho mucho daño”; “Pedro me maltrataba” “Como siga hablando de mí le voy a denunciar”;”Estoy preñá”; “Vamos a casarnos”; “Se llamará Braulio”; etc. etc. etc. Nos descubrimos por tanto ante la simpática -y escasamente agraciada, las cosas como son- Inma, y alabamos su indudable sentido emprendedor. Debe ser la primera vez que un concursante dice la verdad al atribuirse la condición de empresario.
Rocío
Rocío, nuestra aspirante a actriz, abandona felizmente la casa de Gran Hermano esta semana con lo que podrá pasar el resto de la Navidad rodeada de su divertida y entrañable familia. Después de ver a la simpática malagueña desenvolverse ante las cámaras durante todo este tiempo no tenemos más remedio que concluir que, efectivamente, la chica tiene innegables dotes de actriz (prepárense amigos porque quizá estamos asistiendo al nacimiento de la versión cateta de Sofía Loren). Es de destacar también su extraordinaria astucia para los asuntos relativos al catre, como puede acreditar Matatías, quien se ha visto morreado y achuchado por ella de forma inmisericorde sin haberle podido arrancar hasta el momento una promesa de amor eterno. Pobre chaval, se le va a cepillar toda la plantilla femenina de la casa -excepto la cabra, suponemos- para que al final ninguna quiera formalizar un compromiso más serio con él, con lo que acabará convirtiéndose en un simple objeto sexual ¡la pesadilla de cualquier hombre!.
¿Ha sido justa la expulsión de Rocío?, evidentemente no. Pero también es injusto que los redactores de LPD no seamos a estas alturas inmensamente ricos y nos jodemos. Como ven, amigos, el mundo está tan lleno de injusticias que ni siquiera la avalancha solidaria y tolerante de los millones de activistas antiglobalización es capaz de solucionar. No obstante, seguimos opinando en contra de que se expulsen de la casa a los sujetos más patéticos como viene haciendo la audiencia desde que comenzó su andadura este experimento zoológico. Quizá un par de semanas más de convivencia de Inma y Rocío hubieran podido proporcionarnos algún aliciente en este tramo final, pero lamentablemente ya no será posible. Aunque bien mirado, dado que Tele5 nos oculta miserablemente lo más jugoso del programa quizá no tenga tanta importancia mantener en la casa a los más impresentables (Mercedes Milá se dirigió a Gustavo y Sonia como sólo ella sabe, con sus modales de monja ursulina que la retratan como lo que en el fondo es, una niña de familia muy bien, casi gritándoles: No me hagais hablar que los técnicos de Tele 5 y yo sabemos realmente lo que ha pasado en esa casa, no me hagais hablar. Los acojonó, claro).
Por otra parte asistimos emocionados al incipiente romance entre Pedro e Inma. Qué quieren que les digamos, están hechos el uno para el otro. Es más, estamos seguros de que ninguna concursante excepto Inma podría valorar en sus justos términos el extraordinario impacto estético de una casa como la de Pedro, cuyo salón, majestuosamente presidido por la cabeza disecada de una bella oveja ha revolucionado la vanguardia artística del diseño de interiores. Estamos seguros de que allí, en ese rinconcito, bajo la ovina y tierna mirada de la borrega lucera, ellos serían felices.
P.D. No se lo digan a nadie, pero estamos de la Milá hasta las mismísimas pelotas.
Gustavo
La última víctima de la masa de telespectadores que tienen las santas pelotas de invertir tiempo y dinero en enviar sus votos a Tele 5 ha sido Gustavo José, de Vizcaya. Gustavo, por si no lo recuerdan, es un gran aficionado al boxeo entre otras actividades de similar enjundia intelectual. Su trabajo como relaciones públicas (área sociolaboral que engloba un amplio espectro de actividades relacionadas con la hostelería que van desde repartir cubatas en la barra de las discotecas hasta repartir hostias en la puerta de entrada a las mismas), no debe satisfacer plenamente la ambición profesional de nuestro querido Gustavo, por lo que se decidió a probar fortuna en un concur… perdón, en un experimento sociológico que se ha revelado en las últimas ediciones como excelente plataforma de lanzamiento a la infrafama rosa.
El hito más importante de la estancia de Gustavo en la casa fue la presunta gallarda que al parecer le proporcionó la simpática Sonia por debajo del edredón, escaso bagaje para alguien de quien esperábamos comprobar en directo sus facultades para el noble arte del boxeo, aunque después de la confesión que le hizo a su ídolo, Jesús Vázquez, (un par de pelotas) en su visita a la casa: “Jesús, yo quiero ser como tú” (sic), comprendemos perfectamente el porqué de esa escandalosa ausencia de agresividad. El ejercicio físico, amigos, no sólo ocasiona gravísimos perjuicios para la salud física, sino que incluso constituye un serio peligro para la estabilidad psico-sexual del individuo, especialmente el varón (comprenderán Ustedes que eso de estar todas las semanas varias horas ejercitando los músculos entre hombres sudorosos para compartir al final de la paliza una ducha comunitaria no puede traer nada bueno).
En otro orden de cosas continuamos entusiasmados con Matatías, el semental de la pampa. El tío se va a cepillar a todas y cada una de las concursantes; además, es tan avispado que sospecha cual va a ser la próxima expulsada para dejarle un “recuerdo” antes de que se marche (recuerden el “caso Judith”). Esos labios exuberantes con una persona detrás que responde al nombre de Rocío han sido la última víctima de este gaucho donjuanesco, a quien parece importarle un huevo -y la yema del otro-que su enamorada Inma vaya por toda la casa llorando, gimiendo y poniéndolo todo perdido de mocos. Naturalmente, si Matatías fuera una mujer habría sido expulsada hace mucho tiempo por zorra y por hijaputa -ésto es España, recuerden. Sin embargo, tratándose de un hombre, y sobre todo “tan simpático”, todo parece indicar que tenemos semental para mucho, mucho rato.
Judith
Judith, recordarán ustedes, se dedica profesionalmente a organizar despedidas de soltero, aunque después de ver su exhibición en el jacuzzi con Matatías tenemos serias dudas de cual es el cometido real de la chica en las jaranas que organiza.
Su interés por salir del programa de forma inmediata quedó patente en esa pequeña vernisage acuática, en la que sin el menor recato mostró a toda España su innegable aptitud para los concursos veraniegos de camisetas mojadas. La deshinibida Judith ha llegado a lo más profundo del alma española, que en justa correspondencia ha votado por su expulsión en un 72,8 %, porcentaje más propio de democracias a la búlgara (en las democracias a la cubana siempre se produce la unanimidad), con lo que queda claro que para salir expulsada de la casa a propulsión a chorro, lo más efectivo es ser mujer y comportarse como una meretriz descocada.
Nosotros lamentamos profundamente esta decisión popular. Si nos hicieran caso a los analistas de LPD jamás se hubiera votado a Judith, porque ¿imaginan Ustedes lo que hubiera sido capaz de hacer esta chica durante estos próximos quince días para ganarse a pulso su definitiva expulsión?. Nosotros sí, pero lamentablemente la pacatería de la audiencia de GH nos privará de verlo.
No podemos cerrar este breve comentario sin referirnos al caso de Rafa. Hacía años que no veíamos a nadie tan patético, si obviamos a concursantes de la talla de Jorge “quienmehapuestolapien-nancima”, o del obeso retrasadito del polo verde, o de Marta, o Karola la rapsoda, o Kai el gay, o… bueno, dejémoslo. Lo que queremos decir es que el llanto de Rafa ante toda España declarando su amor a la ingrata Judith es una losa que pesará durante mucho tiempo en la autoestima del Hombre Español. Se habrán dado Ustedes cuenta de que en esta guerra de los sexos sin cuartel en que se ha convertido la casa de Gran Hermano los roles aparecen ya claramente invertidos: Las tías se cepillan al que les sale de las narices sin el menor reparo y los tíos se van a llorar a su cuarto despechados (¿otro signo de que el final de los tiempos se acerca?). Afortunadamente tenemos a Matatías, el semental de la pampa, manteniendo bien alto el estandarte de la dignidad masculina, y en el peor de los casos siempre nos quedará el recuerdo de nuestro añorado Cal-loh I de Hospitalet, ¿sabeh?.
Mario
La expulsión de Mario el jueves pasado constituye todo un hito en la ya larga historia de Gran Hermano. Ni siquiera Cal.loh I de Hospitalet consiguió ganarse una expulsión así en su dura lucha con las féminas, y es que en GH, las expulsadas suelen ser casi invariablemente las mujeres por más evidente que resulte la estulticia masculina. El caso de Mario es espectacular puesto que además de compartir nominación con tres mujeres, una de ellas era una advenediza recién aterrizada en la casa y otra (nuestra favorita) había sido acusada de hetaira, con lo que eso influye en el voto popular, a pesar de lo cual ninguna de ellas ha podido desbancar al chavalín en el desprecio popular. La vagancia congénita de la que ha hecho gala durante estas semanas ha sido, al parecer, el elemento decisivo que ha determinado su expulsión irrevocable. Ustedes dirán que sólo una caterva de holgazanes es capaz de apuntarse a un concurso que consiste en estar, en el mejor de los casos, tres meses sin hacer absolutamente nada de provecho, pero es que, al parecer, incluso entre la vagancia hay grados y la indolencia de este chaval ha sido excesiva para el escrupuloso público de GH.
Por otra parte saludamos efusivamente la actitud de Desiré (ya advertimos en su día que la chica prometía) quien ha decidido tirarse al monte en el mejor sentido de la palabra. Según confesó ya se ha cepillado a Nacho, lo cual nos llena de inquietud por otra parte, dado que desde un principio apostamos por su más que evidente homosexualidad. En cualquier caso, lo realmente significativo es que al menos una pareja en la casa ha roto a fornicar, lo que permite atisbar un futuro prometedor en esta, cada vez más anodina, edición de Gran Hermano. ¿Quienes serán los siguientes?; ¿Saldrá Rafa del armario parroquial de una puñetera vez?; ¿Están seguras las cabras con Pedro en la casa?. A ver con qué nos sorprende la Milá este jueves.
Sonia
La primera víctima de esta edición de Gran Hermano ha sido, como ya aventurábamos el jueves pasado, la chica superfashion. Su megapijez y frivolidad con el sexo opuesto (al suyo), que le han llevado a tontear descaradamente con el cachas oficial de la casa (para más inri) han sido motivos más que suficientes para que la audiencia estampara un magnífico 52% de votos en su lindo trasero.
Extraordinario espectáculo el suyo en el plató de Telecinco, tras la expulsión, “cambiando impresiones” con la novia oficial de madelman acerca de quien es su preferida. Por nuestra parte hubiéramos deseado que acabaran agarrándose por los pelos y a guantazo limpio (ya puestos a dar telebasura que nos la den con postre incluido), sin embargo la cosa no llegó a tanto y hubimos de conformarnos con una discusión verduleril que, estamos seguros, agradó muchísimo a Merceditas Milá aunque ella pusiera cada vez que se sabía enfocada por la cámara el característico mohín altivo de megafeminista superconcienciada que reserva para estos casos.
En cuanto a la relación en sí de Sonia y Rambito a todos nos asalta una duda: ¿se la cascó o no?. Las imágenes de telecinco no son definitivas al respecto por lo que no podemos afirmar que se tratara de una gallarda en toda regla (con perdón), sin embargo resulta evidente que una no mete la mano por debajo de las sábanas en trayectoria inguinal únicamente para no pasar frío. La protagonista insiste en que no hubo manuela, y así hemos de creerlo, al menos hasta que el receptor de la supuesta caricia lo aclare, pues conociendo la idiosincrasia del típico hombre-hombre, no tardará en contárselo a sus amigotes de la casa con todo lujo de detalles.
Por otra parte, ya tenemos a la sustituta de María en la casa. Se trata de Anna, de Barcelona. No les haremos perder el tiempo comentando los rasgos psicológicos de la chiquilla (pueden ver su perfil aquí), sobre todo porque, como es tradicional en Gran Hermano será la siguiente expulsada de acuerdo con nuestro axioma: “en Gran Hermano, la sustituta, a la puta” (rue).
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