El Imperio de la Ley
Normas subnormales de El Gran Autobús
Las normas de este concurso son casi tan estrictas como las de Gran Hermano, lo que garantiza que serán vulneradas en breve, todas y cada una de ellas:
Votaciones: Telefónica expoliará a los sufridos espectadores que decidan votar a los concursantes. Cuando se conozcan a los dos nominados de la semana, los concursantes votarán democráticamente para saber a cuál de las dos chicas expulsan. Cuando no queden chicas, ya veremos. El concursante favorito de los telespectadores será invitado por el Gran Autobús a irse dos horas de juerga a un “local de moda” de la ciudad en que se encuentren, con el acompañante que seleccione entre los demás concursantes, es decir, con Sonia si logra escapar la primera semana. De esta manera, Antena 3 se garantiza que, desde el principio, se establecerán odios bizantinos entre los concursantes, lo cual nos parece una medida acertada.
Duración: Vamos a sufrir con El Bus casi tanto como con los 100 primeros días del II Gobierno Aznar, porque esa es la duración exacta del concurso. Las primeras ocho semanas nuevos concursantes sustituirán a los antiguos. Cada semana la chica que entre estará buena, en un intento desesperado para remontar las cifras de audiencia. El concurso acabará con 4 finalistas, de entre los cuales, el 23 de Diciembre y como preludio de las entrañables fiestas navideñas, los telespectadores que queden elegirán al más macho.
Pasta: Los concursantes reciben 15.000 calandrias diarias, según Antena 3 en concepto de “compensación económica”. La verdad, poca compensación nos parece por hacer el ridículo ante toda España, pero podemos aceptarlo teniendo en cuenta que todos ellos acabarán cobrando un sueldo en alguno de los canales absurdos de Vía Digital.
Régimen carcelario: los concursantes, además de aguantarse mutuamente, tendrán que escribir un diario para que Terra lo publique, imaginamos que después de eliminar las faltas de ortografía. También tienen que salir para visitar la sección local de Antena 3 TV en la ciudad en que se encuentren, así como responder vía Internet a las censuradas preguntas del supuesto público, del estilo de: “¿Tienes un teléfono móvil?”; “Sí, claro, un Movistar Activa; también tengo Moviline, porque lo importante es hablar”.
“Convivencia”: Los pasajeros del Bus no podrán fumar, no podrán proferir palabras malsonantes, no podrán utilizar la violencia, nadie podrá leer libros más de dos horas seguidas… Salvo esta última norma, todas las demás serán vulneradas en breve por los concursantes, ante la pasividad (y regocijo) de la organización.
Higiene personal: los concursantes tienen la obligación de ducharse una vez al día. Por si esta tremenda coerción no fuera suficiente, aquel concursante que por su olor corporal llegue a molestar a sus compañeros podrá ser obligado a utilizar desodorante e incluso cambiarse de ropa. Como creemos que en Antena 3 creen en la democracia y no en un Estado fascista, estamos seguros de que esta norma también será vulnerada a menudo, convirtiendo el Gran Autobús en una pocilga (para recocijo de la afición).
Sistema de penalizaciones: El equipo de juristas de Antena 3 ha decidido inspirarse en lo más sólido de nuestro ordenamiento jurídico para establecer las sanciones. Cada vez que un concursante viole las normas, recibirá una tarjeta amarilla por parte del señor colegiado. Si reitera su incumplimiento, recibirá una tarjeta roja, que conlleva su expulsión definitiva del Gran Autobús (y un mínimo de cuatro partidos de suspensión). No es descartable que, en caso de que algún concursante se vea perjudicado por las sórdidas actividades del expulsado, tenga derecho a tirar un penalty.
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