El Corán
LITERATURA PÍA
Título: El Corán
Autor: Varios
Categoría: Teología/Poesía/Ficción
Siglo: VII
Comentario
El Corán es un libro dividido en 256 capítulos (si no me equivoco) en el que se cuentan distintos hechos de interés protagonizados por un personaje de múltiples caras (el Único, el Todopoderoso, el Misericordioso, en una palabra, Él o Alá), trufados con diversas cláusulas de contenido moral. El autor oficial del texto es Mahoma, profeta árabe del siglo VII, si bien parece ser que a Mahoma le dictó el texto el propio protagonista del Corán, a saber: el Único, el Todopoderoso, el Misericordioso, en una palabra, Él o Alá.
Sinceramente, esta obra nos parece un plagio lamentable e incompleto de la obra anterior: prácticamente se cuentan las mismas cosas, pero además el autor se deja en el tintero lo más interesante de la Biblia para sustituirlo por dogmas éticos ambiguos e incluso contradictorios.
Por otro lado, el estilo ágil y ameno de la Biblia es sustituido por un lenguaje pobre, monocorde y repetitivo que en ningún momento logra interesar al lector en el meollo de la trama. Esto puede tener la explicación de que Mahoma copió todo lo que le decían en una hoja de palmera (el Corán tiene más de 500 páginas; o Mahoma tenía la letra muy pequeña, o la hoja en cuestión era la leche de grande; al fin y al cabo, no hay nada imposible para el Único, el Todopoderoso, el Misericordioso, en una palabra, Él o Alá), así que quizás se equivocó posteriormente al transcribirlo a un soporte más digno y repitió una y otra vez la misma cosa.
La cultura árabiga, tan rica e interesante en otras épocas, está ahora en plena decadencia: el pueblo musulmán basa toda su sociedad en un solo libro, El Corán, en el que al parecer está todo. Cuando, hace unos años, hablaba con dos marroquís y les decía que su cultura me parecía muy poco interesante, me respondían que eso era mera propaganda occidental y que leyera el Corán: así entendería su cultura.
Pues bien, leí el Corán y ahora entiendo su cultura: leer el Corán fue bueno en un aspecto: me permitió comprobar que todo lo que yo pensaba de los países musulmanes era totalmente cierto, lo cual contribuyó a subir mi ego. Por lo demás, me aburrí bastante, porque tuve la sensación de que estaba leyendo cosas ya leídas anteriormente, no sólo porque plagiase la Biblia, sino porque el Único, el Todopoderoso, el Misericordioso, en una palabra, Él o Alá repetía una y otra vez lo mismo (y se lo aseguro, lo que repetía no era interesante).
Pese a todo, lean el Corán, amigos. Léanlo y dejen atrás para siempre sus problemas de insomnio (ahora entiendo porqué todos los ayatolás musulmanes van vestidos así: el turbante de almohada y los amplios ropajes para poder acostarse en cualquier sitio).
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