Lorenzo Sanz

ANÁLISIS PRESIDENTES

La inopinada derrota electoral de Lorenzo Sanz, fruto de la conspiración felipista que permitió al Real Madrid no convertirse en una Sociedad Anónima decente y transparente que Sanz habría controlado sin problemas haciendo gala de los sutiles métodos que le adornan, nos obliga a recordar a este gran hombre que dirigió con mano firme y sólida al club blanco durante los años más grandiosos del siglo que encumbró al club como Mejor del Universo. Porque el modelo Sanz de gestión futbolística, tan exitoso como injustamente obviado por la masa borreguil a la que la democracia mal entendida ha encumbrado, no merece acabar sin ser objeto de una exégesis siquiera sea apresurada.

La personalidad de Sanz es de todos conocida. Chulesco y tajante, sus afirmaciones en forma de arenga semimilitar con voz tronante han ocultado siempre la vacuidad de su discurso. Algo, como comprenderán, que le acerca al ideal de lo que todo Presidente debe aspirar a ser. Si a ello añadimos su indisimulada querencia política por tiempos pasados que siempre fueron mejores el perfil ideológico del sujeto es, sin duda, el idóneo para presidir un club de fútbol. Sanz es el único personaje público que conocemos del que se suele comentar en cuanto se pronuncia su nombre que “corría con los grises”. Hartos de tanta gente que se cuelga desesperadamente las medallas de rigor (y falsas) de la pretendida lucha contra el fascismo es una alegría saber que había en esa época personas que estaban contra el desorden y la perversión de la juventud. Y no sólo ello, sino que se jugaban el tipo por sus ideales. Pocas personas pueden presumir de ese currículum. Pero es que, encima, Sanz es un ejemplo de modestia y ni siquiera alardea de esto.

La vida profesional de Sanz empieza al lado de un hombre de bien. Blas Piñar, quien al margen de constituir una de las mayorías absolutas más exóticas de la democracia (1 diputado y Dios de una parte contra 349 masones), se dedicaba a negocios más o menos relacionados con su profesión de notario. Para culminar ciertas operaciones le eran precisos jóvenes despiertos y con probada probidad. ¿Quién mejor que Lorenzo Sanz? De esa época Sanz retiene sin duda grandes enseñanzas morales y, también, un gusto por lo que luego será su vida. El mundo de la empresa y, en particular, la gestión inmobiliaria. Con estos datos a nadie puede extrañar que Sanz acabe presidiendo un club de fútbol: la especulación inmobiliaria ha llevado a tanta gente a esas poltronas …..

Sanz entra en la Junta Directiva del Real Madrid como fiel directivo del entonces Presidente Ramón Mendoza. Tal y como es tradición de la casa alcanza la Presidencia traicionando a su amigo y mentor en esas lides, a ese genial representante de la hidalguía castellana que era Mendoza. Desde el puente de mando, por fin, Sanz se apresta a modernizar un club que no podía seguir viviendo de rentas.

El resto es Historia del Fútbol. Con una gestión peculiar Sanz ha logrado llevar al Madrid a sus cotas más altas en los últimos años. Si la deuda blanca de Mendoza hacía temblar incluso a los hermanos Valls la gestión de Sanz ha logrado cuadruplicarla y sin nisiquiera ampliar el Estadio. Además ha logrado extender la preocupación financiera a nuevos prestatarios y, especialmente, a varios grupos mediáticos que han contribuido a la financiación de las locuras sanzistas. En lo deportivo el equipo ganó su primera Liga, fruto sin duda de la planificación deportiva anterior y de la revolucionaria política de Sanz que luego cautivó a todo el fútbol español: tiremos el dinero a espuertas pagando cualquier cláusula de rescisión que en el mundo haya. Cabe recordar que el primer verano de Sanz presenció el traspaso de Mijatovic por la entonces considerada revolucionaria cifra de 1300 millones de pesetas. Sanz inventó la inflación en las cláusulas.

Si las Ligas siguientes han sido enormes fracasos blancos, la irregularidad del equipo en esa competición se convirtió en triunfos espectaculares en la Copa de Europa, con arbitrajes tan acertados como el que dio como gol legal un claro fuera de juego de Mijatovic en la jugada decisiva de la edición de “la Séptima” o el escandaloso pase del Madrid a semifinales de “la Octava” tras eliminar al Manchester en una serie “épica y espectacular” (un gol legal anulado al Manchester, un penalti inexistente concedido al Madrid, unas manos escandalosas dentro del área blanca obviadas por el árbitro …). Por fin el Madrid era respetado en Europa.

Y, sin embargo, todas estas innegables virtudes no han sido suficientes para que Sanz pudiera conservar la poltrona. Tanto dinero tirado y llega un tipo soso que con echar un poquito más la casa por la ventana que él nos hace olvidar a este personaje entrañable y situarlo en el más penoso ostracismo. Una injusticia.translate portuguese to germandrawing party

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