La Constitución Europea – Araceli Mangas Martín
Para conocer cómo funciona la Unión Europea y qué cambios supondrá en su estructura y funcionamiento la aprobación de la llamada Constitución Europea creemos muy recomendable darse una zambullida en la comprensión de la misma esencia de una Constitución o en la lectura de algunos de los avatares y discusiones que se sucedieron a lo largo de la elaboración del Proyecto. Junto a ello, y como visión global más sencilla pero completa, consideramos a este trabajo de la Profesora Mangas Martín como especialmente apto para completar la información básica sobre lo que es y va a ser la Unión Europea.
La obra “La Constitución Europea” es en realidad más una exposición de las bases del Derecho Comunitario tomando como excusa la aprobación de una Constitución que una reflexión crítica. Tiene sin embargo un enorme valor (no en vano es producto de quien probablemente ha escrito el mejor manual español de Derecho Comunitario) por cuanto permite en apenas 200 páginas aproximarse no sólo a las principales novedades que aporta el nuevo Tratado y a algunos de sus puntos más significados (débiles y fuertes) como también a la comprensión global del funcionamiento de la Unión.
Ello es posible, en el fondo, porque como señala la autora en más de una ocasión, la Constitución Europea tiene poco de nuevo y mucho de sistematización y reordenación del amplio acervo comunitario, en Derecho originario y derivado, que venimos adquiriendo desde 1951 y 1957. De manera que al exponer las líneas esenciales del Tratado lo que la autora está haciendo es, en el fondo, explicar qué es y será la Unión. Ni más ni menos. Porque la Constitución Europea es poco más. O, según opiniones, porque todo eso es lo que es esta Constitución Europea.
El hecho de que esta (humilde) realidad sea fácilmente constatable con dar un paseo por la estructura básica del Tratado, así como toda una serie de defectos e insuficiencias, no es suficiente para que Mangas Martín, sin embargo, sea en el fondo crítica con el producto final, que juzga de manera globalmente positiva. En parte, como consecuencia de tratarse, lo que se visualiza muy bien a partir de la explicación de la obra, de un producto más (el último, de momento) del llamado “método comunitario” (esta cosa rara de funcionar a pasitos, logrando pequeños avances pragmáticos, en medio de un notable lío a medio camino entre las estructuras comunes y las intergubernamentales que por lo que demuestra la experiencia histórica no ha ido del todo mal), la autora comprende que los avances no sean más audaces. Pero, sobre todo, juzga positivamente el carácter legitimador que este texto comporta, así como la importante tarea ordenadora y clarificadora que comporta.
En cualquier caso, como comentábamos, el principal mérito del libro es condensar en pocas páginas y en un trabajo de lectura fácil (en apenas media tarde tranquila cualquier persona formada se hace con él) las principales líneas de lo que es en la actualidad la Unión Europea, convirtiéndose en una guía casi imprescindible por el rigor y frescura con el que se plantea el análisis de un texto, el de la Constitución Europea, que es, en el fondo (aunque no se reconozca demasiado abiertamente), más el punto de llegada de estas cinco décadas de construcción europea que un avance en sí mismo o la fijación de nuevas metas..
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