Historia de Rusia en el siglo XX – Robert Service
La Historia contemporánea de Rusia, y la historia de este país en general, ha sido para la investigación, hasta hace muy pocos años, un terreno inexplorado; las trabas de todo tipo que se han encontrado los historiadores de cualquier época para investigar sobre este fascinante país han provocado que la visión común del Monstruo ruso sea la siguiente:
1) Hasta el siglo XIX: Feudalismo a lo bestia, con esclavos y todo, con dos cojones. Mucho frío, mucha hambre y muchos novelistas rusos de gran calidad.
2) En el siglo XX: Revolución a lo bestia, con bolcheviques y todo, con dos cojones. Mucho frío, mucha Guerra Fría, sin hambre pero todo como un poco siniestro. Ya no hay novelistas rusos de gran calidad porque se los cargaron a todos en las purgas.
Naturalmente, había grandes lagunas en la investigación que con la caída del bloque comunista pudieron llenarse, gracias al acceso a los archivos soviéticos. Obras como la de Robert Service contribuyen poderosamente a menguar este vergonzoso vacío en los estudios sobre la Historia de Rusia. Y, naturalmente, lo hacen confirmando, una vez más, el tópico: frío, bombas atómicas y Stalin eliminando casi más rusos él solito que con la ayuda del Führer.
En cualquier caso, siempre resulta paradójico constatar, en cualquier autoexamen que Ustedes se hagan, que mientras nuestros conocimientos sobre la Historia de EE.UU. son abundantes, las noticias que nos llegan de Rusia, cuando Rusia era la Unión Soviética, son muy escasas. Casi nadie sabe, más allá de cuatro apuntes, el contenido de los planes de gobierno de Jruschov, o los años que Leonidas Breznev presidió el Politburó. Aunque los años más interesantes del estudio de Service son los correspondientes, naturalmente, a la Revolución Rusa y el estalinismo, los más novedosos son los de aquellos tristes años de “socialismo real”, el declinar de la U.R.S.S., así como la perestroika de Gorbachov, época a la que Service se acerca con un adecuado desapasionamiento que nos permite configurar mejor el (horrible) balance del entrañable Gorby, el Hombre que anunciaba Pizza Hut, el líder espiritual de toda una generación de neoliberales europeos y americanos, encantados de la valentía e inteligencia del último Secretario General del PCUS, de sus arriesgadas medidas y, en general, de que gracias a él el Imperio del Mal se derrumbara mucho antes de lo previsto.
En cuanto al balance del estudio de Service en sí, sólo podemos decir que es correcto, muy interesante por momentos, una adecuada visión global de la Historia Contemporánea de Rusia (que es la de la U.R.S.S. en la mayor parte del siglo). El historiador inglés flaquea en algunas ocasiones, especialmente en el tratamiento de la política exterior, y a veces da la sensación o bien de que las cosas ocurrían “porque sí”, sin ahondar en explicaciones, o de que todo iba muy mal siempre, especialmente con Stalin. Pero el balance sigue siendo positivo.
En líneas generales, es un buen momento para realizar un recorrido por las escasas luces, en el aspecto económico, del modelo soviético, y por supuesto por sus abundantes sombras, en particular el pequeño problema de la falta de libertad y el genocidio. Reconocer las realizaciones industriales en la U.R.S.S. (sí, la producción de armas) es un elemento de juicio sin el cual resultará imposible realizar una visión objetiva de este momento apasionante de la historia del mundo. Un juicio que no puede obviar un factor fundamental, la peculiar idiosincrasia del pueblo ruso. ¿Sabían Ustedes que lo que permitió a Gorbachov no presentar suspensión de pagos varios años consecutivos fueron los beneficios del monopolio del vodka? Algún día, dentro de unos 37 años, haremos una Histeria de Rusia para contar éste y otros importantes acontecimientos como se merecen.
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