El Aleph – Jorge Luis Borges
Este es el cuento más famoso de Borges, fundamentalmente porque el concepto de Aleph como “ventana abierta al mundo” ha servido muy a menudo a todo tipo de especímenes con pretensiones intelectuales para hacer previsibles, por manidas, metáforas cuya principal función era dar fe del pretendidamente amplio acervo cultural del autor de la metáfora en cuestión.
Nosotros también utilizaremos esta reseña para dar fe de nuestro natural pedante haciendo metaforizaciones tan artificiosas y prescindibles como esta frase que están Ustedes leyendo, pero con una enorme diferencia respecto a los arriba aludidos que juega a nuestro favor: a diferencia de ellos, hemos leído el Aleph de pe a pa, y fue duro, no crean, casi 20 páginas llenas de letras.
El argumento es, en un principio, muy sencillo: Borges conoce a un familiar de Beatriz (su amor platónico, muerta hace años), a quien visita cada 30 de Abril con motivo del aniversario del óbito de la susodicha. El familiar responde al nombre de Carlos Argentino Danieri, en la línea de los más acreditados defensas centrales de la albiceleste, y al igual que dichos defensas centrales, Carlos Argentino utiliza una gratuita expresión florida en el hablar y el escribir que le lleva a la fatua pedantería casi al mismo nivel que al autor de este artículo. Aunque Borges está bastante harto de Carlos Argentino, el interés de éste por manifestarle su genialidad literaria leyéndole horribles poemas obliga a Borges a verlo cada vez más, muy a su pesar.
Pero en esto que Carlos Argentino confiesa a Borges que tiene en su casa un Aleph, un “punto que contiene todos los puntos”, sin extenderse en más explicaciones. El Aleph intriga considerablemente a nuestro héroe, que a la primera oportunidad que se le presenta aparece en la casa de Carlos Argentino y consigue acceder al “punto que contiene todos los puntos” en cuestión. Y en efecto, al asomarse al Aleph Borges tiene acceso simultáneo a todas las imágenes del mundo desde todos los puntos de vista, lo que tiene hondas implicaciones psicológicas, sociológicas y filosóficas y además le da un dolor de cabeza que no veas. El Aleph es directamente inasumible por el ser humano, porque sitúa al que lo disfruta en una posición demiúrgica que, como humano, no le corresponde y además no le permite disfrutar de lo individual al tener que visualizar el conjunto dividido en sus infinitas partes.
Tras esta última frase, que citaré en cualquier concurso – oposición para optar a un puesto de guionista de cine europeo, pasaré a revelarles el verdadero sentido que Borges quiso darle al Aleph. El Aleph, básicamente, es una ventana desde la cual lo vemos todo desde todas las perspectivas, pero el torrente de información es tan grande que no podemos disfrutarlo, pues nuestra limitada capacidad intelectiva nos lo impide. El esfuerzo mental que implica el Aleph lo aleja de comparativas facilonas como la televisión, incluso la televisión por cable, y lo acerca más bien a universos mucho más caóticos y enrevesados como la red Internet que Ustedes y yo padecemos, llena de toneladas de información absurda que no interesa a nadie salvo a sus autores y de páginas web clonadas unas de otras que causan hastío al espectador al comprobar hasta qué punto se copian mutuamente. Por eso el verdadero sentido que Borges quiso darle al Aleph no fue mostrar al ser humano la enorme amalgama de eventos que componen la existencia, sino hacerle ver claramente, por un lado, que estos eventos constituían una información demasiado amplia para ser disfrutada por el individuo, y además, en la mayor parte de los casos, una información carente totalmente de interés. El hombre sabio no intentará, en este contexto, abarcar lo inabarcable, pues intentarlo, además, es sobre todo una pérdida estéril de tiempo, sino que conociendo sus limitaciones buscará aquello que por su excelsitud satisfaga plenamente sus necesidades y allí, modestamente, se quedará. Es decir, lo que Borges quiso decir con el Aleph, como si lo estuviera viendo, está muy claro: lean La Página Definitiva y olvídense de todo lo demás, que ya lo revisarán los sufridos redactores de dicha Página por Ustedes.
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